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Benditos y nobles son, pues, todos los martirios que tienen lugar según la voluntad de Dios

Es hermoso ver como hermanos en nuestra fe dan su vida para gloria del Señor como
testimonios vivos de que su fe es real y verdadera, sostenida solo en aquel que también
sufrió por ordenanza de su padre, a JESUCRISTO.

En la historia podemos ver a Policarpo un precursor de la fe como le fue confirmado por


medio de una visión de que su vida terminaría en llamas por mandato del Señor para
testimonio de muchos, y es lindo ver la convicción de este hombre al aceptar dicho destino
ya que él tenía puesta su confianza en aquel que lo libraría del fuego eterno. Tenía tan claro
que el sufrimiento sería tan pasajero y que la eternidad con el Padre sería tan placentero que
esto le dio más confianza de que solo era posible estar firme solo por aquel que dio su vida
por él.

Esto lo vemos reflejado en la oración que hizo justo antes de ser prendido en fuego:
“Oh Señor Dios Todopoderoso, Padre de tu amado y bendito Hijo Jesucristo, por medio del
cual hemos recibido conocimiento de Ti, el Dios de ángeles y poderes, y de toda creación y
de toda la raza de los justos, que viven en tu presencia; te bendigo porque me has concedido
este día y hora para que pueda recibir una porción entre el número de los mártires en la
copa de [tu] Cristo en la resurrección de vida eterna, tanto del alma como del cuerpo, en la
incorruptibilidad del Espíritu Santo. Que pueda ser recibido con ellos en tu presencia este
día, como un sacrificio rico y aceptable, que Tú has preparado y revelado de antemano, y
has realizado, Tú que eres el Dios fiel y verdadero. Por esta causa, sí, y por todas las cosas,
te alabo, y bendigo, y glorifico, por medio del Sumo Sacerdote eterno y celestial,
Jesucristo, tu Hijo amado, por medio del cual, con El y el Espíritu Santo, sea gloria ahora y
[siempre] y por todos los siglos. Amén.”

Es retador y motivador a la vez ver como se cumple la escritura en Mateo 10:22:


“Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que se mantenga firme hasta el
fin será salvo”; eso es una promesa que no a todos nos gusta por ser dolorosa pero a pesar
de esto no deja de ser hermosa ya que como dice en capítulos anteriores del mismo libro de
Mateo en el capítulo 5 versos 10 al 12:
“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les
pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y
levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les
espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los
precedieron a ustedes”.

Historias como esta creo que anima a la iglesia a perseverar en la fe por que puede ver el
gozo del mártir al momento de ser ejecutado simplemente por no decir un par de palabras
que vayan en contra de su creencia. Me atrevo a pensar que Policarpo tenia el texto de
Romanos 8:18 en su cabeza justo en el momento de la ejecución: “De hecho, considero que
en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en
nosotros”.
Como iglesia tenemos que tener en consideración el tema del sufrimiento por el simple
echo de ser seguidores de Jesús, ya que esto implica ser diferentes.

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