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Es importante reflexionar y entender que la Curva de Valor es una herramienta muy útil, desde el

momento en que se lanza una idea de negocio. Ayuda de forma más fácil a entender la dinámica de la
competitividad e identificar desafíos tales cómo marcar la diferencia en el mercado. También, esta
herramienta ayuda a la Alta Gerencia a la toma de decisiones para la mejora de sus procesos de negocio
y permite medir cómo los proyectos y programas tienen un valor significativo para la empresa y cuáles
son los beneficios captados. El orden que debe ofrecer esta herramienta:

Proyectos - Salidas - Programas - Capacidades - Beneficios

El propósito de los beneficios es maximizar el retorno real de la inversión del proyecto, incluidos los
beneficios tangibles e intangibles del proyecto. Para lo cual se deben incorporar las siguientes
actividades de gestión: identificación, ejecución y mantenimiento para determinar los resultados,
minimizar el riesgo y asegurar que el proyecto sigue generando valor.

Sin embargo, para comprender este concepto global, primero debemos centrarnos en el concepto
individual y la diferencia fundamental entre una salida (output), un resultado (outcome) y un beneficio
(benefit). Una salida, que son entregables o productos creados en nuestro proyecto, pueden ser
tangibles o intangible, como políticas o procedimientos. Un resultado, si bien no tiene absolutamente
ningún efecto por sí mismo, cuando se usa adecuadamente puede conducir a un cambio inmediato en el
negocio y su medición se traduce en un beneficio. Tomemos un ejemplo básico de una empresa como
Apple: la salida o el producto sería un teléfono físicamente tangible, el resultado sería el uso del
teléfono como un producto para la venta y el beneficio terminaría del costo restando producción,
logística, marketing, y los costos del negocio, arrojando resultados positivos para la empresa.

En esta secuencia de ideas, nos preguntarnos: ¿cuál es el objetivo del proyecto? Pues pasar de salidas y
resultados a beneficios. Debemos asegurarnos de que los resultados se entreguen correctamente, cuya
medición está destinada a beneficiar a nuestros grupos de interés. Lo que seguiría es mantener estos
beneficios para garantizar que nuestros proyectos y programas continúen generando valor para la
empresa. Finalmente, la sostenibilidad de los beneficios, la entrega continua de valor a partir de
productos y resultados.

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