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REVISTA DEL COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE MADRID

ARQUITECTU~A
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Juan Navarro Baldeweg: El Arte ante Un perfil con historia,
la Arquitectu ra, el Arte de por J. A. Cortés y M. T. Mµñoz.
la Arq uitectura, por'Javier Frechilla. Granja Residencia en Villatobas,
Casa para Schinkel. por A. Ri viere.
Movimiento ante el ojo, Proyectos fin de Carrera: A. Soto y
movimiento del ojo. M. Corrales.
Doce viviendas en Calpe. Ap untes para una biografía urbana de
El Canal de Castilla. Sevilla en el siglo XVI, ·
por L. Marín de Terán.
Rigorismo crítico, por l. Solá-Mora les.

AÑO LXIII IV EPOCA N.º 234 MADRID ENERO-FEB. 1982 400 PTAS.
A R QUITECTUR A

Juan Navarro Baldeweg


El Arte ante la Arquitectura, el Arte de la Arquitectura
Javier Frechilla

Casa para una intersección, 1976. Casa del Alto de la Hermosa, 1976-79.

Casa para Schinkel, 1979. Apartamentos en Calpe, 1980.

ésto. No se trata de ornamentar n i ta9

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I argumento q ue une estos p royec- tra bajará con Gyorgy Kepes en el famoso
tos es una reflexión con stante y Center for Adva nce Visual Studies. siq uiera de buscar u n fondo, u n espacio
única que flu ye, por encima de Será, a m i juicio, esta ú ltima experien - coherente p ara su obra p lástica, sino de
las diferencias contingentes.de programa cia la q ue sirva de catalizador de todas las hacer intervenir en la génesis del proyec-
y oportu nidad, exponiéndonos el inundo acumuladas desde aquel temprano descu - to, en los materiales propios y disciplina-
person al de intereses de su autor.· brimiento en San tander de las continui- res de la arq u itectura, aquello q ue era lo
Esta única reflexión adquirirá valores dades de lo n a tural y · 10 constru ido. nuclear de su reflexión en el campo con -
distintos en cada una de las obras, ma tices Continuidades - a veces paradój icas- ceptual del arte. Esta blecer la soldadura
en cada instalación, cuadro o p royecto, que recorrerán toda su obra posterior. entre Arte y Arquitectura sin confu ndir-
pero sólo se explicarán integral mente Parecer ía corrio si el en tren amiento los. Es te medium fue, desde mi p unto de
cuando contemplamos su obra en totali- sensitivo que hasta ese momento sóla- vista, la habi tación, la estan cia, propo-
dad. mente ha bía ten ido lugar en el dimpo d e niendo con Kahn que " la Arquitectura
T ra tándose, como se trata, de un uni- la artes p lásticas -recordemos sus diver- viene de construir la H abitación". Cen -
verso íntimo creo necesario recurrir a al- sas instalaciones conceptuales en torno al trará sus esfuerzos, allá por el 73, en estu-
gunas notas biográficas para aden trarnos min imal, el pavera, e l la nd a rt, etc., que diar la habitación - imaginaria debe~os
en él. Titulado en 1965 por la Escuela de fueron en parte recogidas en sus primeras añadir- buscando en sus es tructuras más
Madrid, después de pasar su infancia y exposiciones a su vuelta de E.E. U.U.- profundas la expresión física de las mis-
juventud en Santander (no lejos de la Es- fuera a encontrar un móvil, un medium mas. Sus instalaciones .vinculadas a los
cuela de Altamira) pronto será becado a para llegar, a la q ue quizás sea su tarea fenómenos de la luz, la gravedad, el mag-
Ingla terra y tras un tiempo de dedicación más empeñada y sorprendente: relacio- netismo buscan la activación de la estan -
a la docencia en Madrid partirá n ueva- nar su experiencia p lásticél con su prácti- cia, otra lectura de la misma donde " la
111ente becado para Estados Un idos donde ca arq uitectón ica. Y entendamos bien mirada ~e conduce así desde los eleme1:1tos

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A RQU ITECTURA


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A RQU ITECT U RA

de compos 1c10n arq u iLeCLónicos a un y lo a rtificia l, el proceso de activación d e na l " e incluso el interio r de la Bienal de
p unto o riginario inestable, u n núcleo d e signos en e l espacio , la compos ició n . Venecia del 78 son hij as de los p royectos
pensamiento móvil y abien o, a un lugar como collage de d escubrimientos fortuir -ya m aduros- d e a rquitectura de
evanescenle donde se defin en las formas tos e incluso la obviedad desconcerta n[~ - J .N .B.: del arte ante la Arquitectura, al
de ser y de estar del ho mbreen el mundo". dado que el problema planteado es una arte de la Arquitectura. (¿ No sería ta m-
La " H abitació n vacante" los "Utiles casa para una intersecció n, que ésta sea bién verdad la frase aplicada a su pintura
próximos" y las " H a bitaciones" que cen - no só lo fís ica - cruce del agua y e l nuevamente pegad a a l lienzo?). En el pro-
Lran sus exposiciones de 1976 a la vuelta camino- sino conceptual, un " reducto yecto de Calpe esta m adurez es aún más
de América nos dan muchas de las claves de intersecciones entre diversos reinos y clara produciéndose la paradoja de que
pa ra sus obras de a rquilecLura. dominios". siendo el proyecLo en que menos se impo-
Son , en cien a medida, la asimilació n Sin embargo, el bello ejercicio, seis n en a primera vista las caraclerísticas
de un m éwdo de p royecLO. Aquel que se años después, se nos revela como ta l, pro pias del aulor -los ecos lejanos de un
basa en consLruir desde la memoria a como un enLrenamiento para tareas m ás Sota y sobre todo de Alvaro Siza parecen
mod o de puentes m elafóricos enLre ele- a finadas y sutiles, menos artificiosas don - estar muy presentes- podemos nueva-
m entos y campos di versos de lo na tura l, d e las alusiones sin perder intensidad mente enconLrar los mismos temas que
lo a nificial, lo social y lo construido, faci- sean utilizad as de manera menos forzada, recorren toda su obra. Suele él afirmar,
lilándonos "aclaraciones" a los fenóm e- m ás insertadas a ún en las raíces del pro- Lem oroso de fáciles confusiones, que la
nos cotidia nos, enra izándose e n estos. yecto arquitectónico. Y esto ocurre, creo arquitectura es construcción . Y este as-
úllimos, excitando aquello que siempre que con fortuna, en dos proyectos tan pecto se revela potentemente en este pro -
estuvo a llí, evidenciando lo obvio, que diversos como son la casa del Alto de yecto. Parece responder a las preguntas de
por ta l nos parecía ocul to o nos pasaba H ermosa y en la de Schinkel (Arquitectu- cómo se construye con la tierra - se labra,
desapercibido. ra Nº 219). Ambos, a diferencia del ante- se exca va , se incision a - , de cómo se
En alguna de estas instalaciones como rior, son comprensibles y valorables con conslruye con la luz -observemos el a m-
" Pieza de Sombra en forma de libro, fuen- el instrumental crítico al uso en la arqui- biguo dibujo de los huecos-, en cómo se
te y fuga" (1973), Navarro nos dice que la tectura. Fijá ndonos en la primera, por consLruye con el agua ... Para el a rquitec-
" página se con vien e en extensió n que ejemplo, enconLramos el progra ma con- Lo J.N.B. lo conceplual no supone en a b-
recoge la imagen resultante de la inter- vencional de un cha lé saturado de recur- solulo un desd eño de la (icisidad sino
secció n del azar en que los fascículos se so s di°sposi ti vos m od ernos, de traza todo lo contrario; un acentuar sus condi-
ha n abieno y las circunstancias en las que próxima a lo aa ltiano, con slruido con ciones maLéricas, tran spasar contenidos
se encuentra el libro en el tra nscurso de una esLructura m etá lica razona ble, cu- de unos a o tros campos sensoria les por
las horas, en diferentes momentos de luz: hiena a dos aguas de pronunciados cana- m edio d e las asoc iacio nes m e la fóri ca s
la ha bitación inser ta en el mo vimiento lo n es com o corresponde a la regi ó n pero recordando siempre cua les son los
sola r", significa es to que es ésta la que clima tológica en que se ubica, etc. Para el insLrumenLOs de la disciplina arquitecLÓ·
media rá como explicació n del fen óm eno, observador poco a tento la casa podría nica y del arle ulilitario .
la q ue activará y ha rá evidente el víncu lo fruirse por esa vía y queda r agotada en ese Comenzábam os estas notas advinien-
de la ha bitació n al universo. Podríamos punto. En términos parecidos podría mos do que el argumento que unía estos pro-
decir que el libro, insep arable ya de la leer la propuesta para Schinkel y el juicio yectos era una reflexión constante y única
arquitectura que lo imprimió , es el que sería igualmente pos itivo. y q uizá deberíamos haber dicho trabajos
confiere el carácter de la estancia, de esa Sin emba rgo, mucho m ás es lo que nos en vez de proyecLOs, pues resultará obvio
renovada habilació n . ofrece la casa; el universo personal del a l lecto r que esa continuidad también se
Sin emba rgo ya con su primer p royecto a uto r - en arquitectura , la respues ta ma ntiene en sus escriLOs y en su docencia.
"Casa para una intersección" (Arquilec- siempre es un da to, nos dirá,- emerge Y esto no sólo en las posiciones que se
Lura Nº 204-205) las cosas han cambiado su avemente por entre y el conjunto de la ma ntienen, sino en las obsesiones pro-
radicalmen te. Será la ha bi tació n , la ar- construcción . Otra vez la consideración pias, -el agua, la simetría ... - en sus
quitectura en sentido estricto la que Lo- de los elem entos -tierra, a ire, agua y intereses, en lo circular de su trabajo, evi-
ma rá la responsabilidad de la excitació n. fuego- vendrá a buscar la incorporación denciado sobre todo en su forma de dibu-
As í, la flecha de luz que recorre los para- de la casa a l mundo natura l, esta vez de la ja r, fiel reflejo de su forma de pensar,
mentos p roporcio nad a por el lucernario m ano de la simetría de la lluvia que peina do nde lo proyecLado pasa casi desaperci-
nos Lrae a la cabeza las pregunLas y afir- co n raya en m edio a la edificación como bido, confundido e ig ua lado con lo pura-
maciones de Kahn: "¿qué gajo del sol en su "casa de la lluvia" o de la estratifica- mente re-presentado; donde lo naLura l y
posee Lu edificio? ¿qué luz entra a tu habi- ció n "natura l" de su s banda s horizonta- lo artificial ma ntienen estrecha continui-
tació n?... El sol nunca su po cua n grande les: lo pétreo , que nos a ta a la tierra, las dad obedientes a un solo orden es tableci-
es hasta que chocó con un edific io ... La lunas -nueva mente lo o bvio desde el do desde la íntima lejanía con la que se
luz Ra LUral nos da la hora del día y el juego semántico luna/ luna - que nos o bserva, que tiene sem eja nzas con la cua-
acontecer de las es Laciones". vincula al acontecer del tiempo, o la pér- lidad del Rey Midas que parece iluminar
La H abitación, la casa, p asará a ser
g ola arborescente definiendo el último to do con una única luz materia l, revelán-
ahora la p rotagonis ta de la refl exión in- plano de las ba ndejas. Junto esto la casa do nos lo o bvio , suavemente, sin más que
viniendo el proceso del ready-ma de Du- cotidiana, adánica, tessenoviana , confor- señalarlo con su lápiz o su segueta, obli-
ta ble, evocada por las ropas, libros y vasi- gando a que no sólo nos parezca coheren-
cha mpiano. Si en Ducha mp encontramos jas colocados en las vitrinas y protecto ra-
el o bjeto utilita rio d escontex tua lizado , te sino necesario, porque en definitiva, y
m ente mirándose un a la en la o tra. parafraseando a M. Duchamp, la cues-
para ser convenido en obra de arte, en su Y si contemplamos la casa de Schinkel
casa, - casa de y para una intersección-, tión n o es saber si las interpreLaciones son
o tro tanto podría mos decir. De la m ano verdaderas o falsas sino si resultan intere-
la obra de arte lo será po r ser y ser usada ah ora de los juegos narcisistas de la sime- santes o no en fun ció n de q u ien las haga.
como o bj eto ulilita rio com o bien n os tría y el eco que nos devuelve la casa a la
aclara el propio auto r al hablar de la ba- casa, el proyecto co bra una nueva dimen - J avier Frechilla
laustrada cuando dice que "obvia mente sión que nos reLro trae a toda la obra ante-
esta imagen se asocia al desnudo baja ndo ··rior: la disquisición de los m ateria les, el
la escalera, pero también en la expresió n valor del agua y el vinual reflejo ... aspec- l. Dibujo de L. Kahn.
par ticular del diseño de las piezas metá li- to s ta mbién recogidos en la pieza " Casas 2. Pieza de So mbra en form a de libro,
cas de la balaustrada, se advierten conco- en el canal" (1979). fuente y fuga, 1973.
mita n cias con si mila r es sug e r en cias 3. Casa para una intersección , 1976.
a ntropom ó rfi cas"; lo mism o ocurre E n mi opinió n un sutil cambio se ha 4 y 5. Casa de la lluvia, l 979. ·
cua ndo la noria se acomoda a su función p roducido. Si en sus primeras habitacio -
nes eran las instalaciones las que marca- 6. Casa del Al to de la H ermosa, 1976-79.
de mo lino sirviendo de enlace enlre la
casa, el agua y la p iscina. · ban el hilo conducLOr, las que ca lificaban 7. Casas en reflejo, 1979.
Tod o el progra m a del universo d e el espacio y la arquitectura es a hora és ta 8. Casas en el lago, 1979-80.
J. N.B. se nos extiende en esta primera la que m arca los caminos para las piezas. 9. Sexto interior. Bienal de Venecia, 1978.
obra. Las continuidades entre lo na tu ra l "La casa de la lluvia", "Casas en el ca- 10. Canal d e Castilla.

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