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Este modelo fue inicialmente utilizado para predecir el abandono del tabaquismo en
fumadores. Sin embargo, en los últimos años, el modelo ha ido adquiriendo consistencia y ha
sido aplicado en un amplio espectro de cambios de conducta: disminución de prácticas de
riesgo para la infección por el VIH, ejercicio físico, dieta saludable, etc.
Acción: La persona toma ya los pasos necesarios, sin excusas, ni demoras. En nuestro ejemplo
la persona comienza a hacer ejercicio físico.
Fase de mantenimiento
Recaídas
Por tanto, en caso de recaída el coach debe hacerle ver al cliente que no es un fracaso y debe
alentarle a que siga adelante con el cambio.
Estos estados, denominados del cambio, son dinámicos (las personas que se encuentran en
cada uno de ellos difieren del resto en muchos aspectos). Consecuentemente, el modelo
también describe los tres factores que caracterizan a las personas en cada etapa del cambio.
Estos tres factores son:
Los procesos del cambio: lo que la gente piensa y hace para cambiar su conducta.
El balance de decisión: la evaluación entre los pros y los contras del cambio.
El dejar de fumar no sucede en un paso, la gente progresa a través de cinco etapas hasta el
éxito.
El paso a través de las etapas ocurre cuando la gente utiliza los procesos del cambio.
El progreso en las etapas tempranas depende del balance de decisión que tome la persona
(balance entre pros y contras de dejar de fumar).
Esta dimensión del Modelo Transteórico de Prochaska y Diclemente nos explica qué cambios
se necesitan para abandonar una conducta problemática y nos indican el contenido de este
cambio. Toda conducta se da un contexto y condicionada por determinados factores
ambientales.
Los distintos condicionantes se organizan en cinco niveles interrelacionados, sobre los cuales
interviene el coach siguiendo un orden jerárquico, de más superficial a más profundo. Al estar
relacionados, el cambio de un nivel puede provocar un cambio en otro y también es posible
que no sea necesario una intervención en todos los niveles, puesto que no todos los niveles
tienen por qué afectar a la conducta que se pretende cambiar.
Balance decisional
El balance decisional es el peso relativo entre los pros y contras de cambiar la conducta, que
cada individuo asigna en su proceso de toma de conciencia. El modelo predice que para los
individuos en la etapa de precontemplación, los contras del cambio serán más evidentes que
los pros y que este balance decisional se irá gradualmente reversando en la medida que los
individuos se muevan a través del resto de las etapas.
Para los individuos en las etapas de acción y mantención, los pros del cambio serán más
importantes que los contras.
Autoeficacia
La Autoeficacia son los juicios y creencias que posee una persona sobre sus capacidades para
ejecutar con éxito una determinada tarea y, por tanto, dirige el curso de su acción. Ayuda a
enfrentar diferentes situaciones difíciles, sin tener recaídas. Por tanto, es positivo para
afrontar las diversas situaciones problemáticas que se pueden presentar durante el proceso de
cambio y es positivo para mantener la conducta deseada.
El modelo predice que la autoeficacia aumentará a medida que los individuos se muevan a
través de las etapas de cambio.
Estrategias de cambio
Dentro del Modelo Transteórico del Cambio, las etapas son útiles para ayudar a situar al
cliente en un punto determinado. Sin embargo, poco se lograría sabiendo esto y
desconociendo las estrategias que se podrían implementar para propiciar que el sujeto pueda
avanzar.
Los procesos de cambio son las actividades que propician que el individuo se movilice hacia un
nuevo estadio, pero hay que mencionar que no están restringidos al coaching. De hecho, esta
teoría proviene de la psicoterapia, pues este modelo es resultado de un análisis comparativo
de teorías que lideraban la terapia psicológica y el cambio conductual en la década de los 80.
Como resultado del trabajo, Prochaska identificó 10 procesos que se dan en los sujetos que
están cambiando su conducta, como el “aumento de conciencia” proveniente de la tradición
freudiana, el “manejo de contingencias” del conductismo de Skinner, y el establecimiento de
“relaciones de ayuda” del humanista Carl Rogers.
Los procesos que se muestran a continuación caracterizan a las personas en etapas de cambio,
y cada uno funciona mejor en una etapa determinada:
Aumento de conciencia: tiene que ver con los esfuerzos individuales en la búsqueda de
información y su correspondiente entendimiento en relación con un determinado problema.
Reevaluación del ambiente: es una evaluación por parte del sujeto de la conducta a cambiar y
su efecto sobre el comportamiento interpersonal y sobre las personas cercanas a él.
Reconocimiento de los beneficios para dichas relaciones derivados de la modificación de la
conducta.
Autoliberación: compromiso del individuo para cambiar la conducta, incluyendo la idea de que
uno es dueño de su cambio