Está en la página 1de 3

Trastornos Sexuales

Disfunciones sexuales:

1. Trastornos del deseo


El trastorno del deseo/interés sexual es la ausencia o la disminución por el interés, los
pensamientos y las fantasías sexuales y la ausencia de respuesta al deseo.
En el trastorno del deseo/interés sexual, las motivaciones para estar sexualmente
excitada son pocas o no existen. La disminución es mayor que la que podría esperarse por
la edad y el tiempo de la relación. A menudo, las causas implican factores psicológicos
primarios (p. ej., depresión, ansiedad, estrés, problemas de relación) y/o experiencias
insatisfactorias (p. ej., por falta de habilidades sexuales o mala comunicación de sus
necesidades). El uso de ciertos fármacos, como los ISRS, algunos anticonvulsivos y
betabloqueantes, puede reducir el deseo sexual, al igual que el exceso de alcohol.

Las fluctuaciones y cambios en los niveles de las hormonas (menopausia, durante el


embarazo, con el ciclo menstrual) pueden afectar el deseo sexual. Por ejemplo, pueden
contribuir la vaginitis atrófica y la hiperprolactinemia. Las mujeres con trastorno del
deseo/interés sexual suelen estar ansiosas, tener una mala autoimagen y labilidad
emocional aun sin un trastorno clínico del estado de ánimo.

2. Trastornos de la excitación Los trastornos de la excitación sexual implican una falta de


excitación subjetiva o de respuesta genital física ante la estimulación sexual-no genital,
genital o ambas. Los trastornos de la excitación sexual pueden clasificarse en subjetivos,
genitales o mixtos. Todas las definiciones se basan en la clínica y se distinguen en parte
por la respuesta de la mujer a la estimulación genital y no genital, como sigue:
Subjectiva: la mujer no se siente excitada por ningún tipo de estimulación sexual genital
o no genital (p. ej., besos, baile, mirar un video erótico, estimulación física), más allá de
la aparición de una respuesta física genital (p. ej., congestión genital).
Genital: la excitación subjetiva aparece en respuesta a la estimulación no genital (p. ej.,
un video erótico) pero no en respuesta a la estimulación genital. Este trastorno
típicamente afecta a la mujer posmenopáusica y a menudo se describe como "muerte
genital". Se reduce la lubricación vaginal y/o la sensibilidad sexual genital.
Mixta: la excitación subjetiva en respuesta a cualquier tipo de estimulación sexual es
ausente o muy baja, y las mujeres informan ausencia de excitación genital física (es
decir, informan la necesidad de lubricantes externos y pueden establecer que saben que
ya no tienen aumento del tamaño del clítoris).

3. Trastornos orgásmicos El trastorno del orgasmo implica una ausencia de orgasmos, una
disminución marcada en la intensidad o un retraso importante en respuesta a la
estimulación a pesar de los altos niveles de excitación subjetiva. Las mujeres con
trastornos del orgasmo a menudo tienen dificultades en renunciar al control en
circunstancias no sexuales. Los factores contextuales (p. ej., juego previo insuficiente,
eyaculación precoz del compañero, mala comunicación sobre las preferencias sexuales),
factores psicológicos (p. ej., ansiedad, estrés, falta de confianza en la pareja, temor de no
estar a cargo) y los fármacos pueden contribuir con el trastorno del orgasmo
(ver Etiología). La falta de conocimiento sobre la función sexual también puede contribuir.
El daño a los nervios autónomos y sensitivos genitales (p. ej., por diabetes o esclerosis
múltiple), distrofia vulvar (p. ej., liquen escleroso), o, mucho más común, el uso de ISRS
pueden producir un trastorno del orgasmo.
4. Trastornos por dolor Conllevan la experimentación de dolor genital durante el coito. El
dolor puede describirse como superficial durante la penetración o como profundo ante
los movimientos coitales. Es importante un tratamiento específico desde la Unidad
especializada en
5. Trastornos Sexuales por Dolor para tener en cuenta la afectación en la vida de la persona
a diferentes niveles y poder recuperar calidad de vida pues el dolor genital experimentado
en el coito puede comportar la evitación de las relaciones sexuales, su alteración o limitar
posibles nuevas relaciones.

Parafilias:
6. Exhibicionismo Se caracteriza por conseguir la excitación sexual a través de la exposición
de los genitales, habitualmente ante un extraño que está desprevenido. También puede
referirse a un deseo potente de ser observado por los demás durante la actividad sexual.

7. Voyeurismo Es una práctica en la que se siente excitación sexual observando a otras


personas sin que éstas tengan conocimiento (no siempre es necesario que esas personas
estén haciendo algo sexual). Desde el ámbito clínico, se considera que el voyeur es una
persona que obtiene excitación sexual observando a personas sin ropa o que están
realizando alguna actividad sexual.

8. Fetichismo El fetichismo es la utilización de objetos inanimados (el fetiche) como método


preferido para producir la excitación sexual. Sin embargo, en el lenguaje común esta
palabra se suele utilizar para describir intereses sexuales particulares, como tomar roles
en el juego sexual, preferencias por ciertas características físicas y actividades u objetos
sexuales preferidos. El trastorno de fetichismo se refiere a una recurrente, intensa
excitación sexual a partir del uso de un objeto inanimado o de la atención meticulosa en
una parte (o partes) del cuerpo no genital que provoca un significativo malestar o
deterioro funcional.

9. Sadismo El sadismo sexual comporta actos en los que la persona experimenta excitación
sexual al infligir sufrimiento físico o psicológico a otra persona. El trastorno de sadismo
sexual es el sadismo sexual que provoca malestar significativo, afecta sustancialmente al
funcionamiento diario, daña a otra persona o afecta a alguien que no ha dado su
consentimiento. El sadismo sexual es una forma de parafilia. La mayoría de las personas
con tendencias sádicas no sufren un trastorno de sadismo sexual.
10. Masoquismo El masoquismo sexual es la participación intencional en una actividad en la
cual el sujeto es humillado, golpeado y atado o es objeto de algún otro tipo de abuso para
experimentar excitación sexual. El trastorno de masoquismo sexual es el masoquismo
sexual que provoca malestar significativo o significativamente perjudica el
funcionamiento de la persona. El masoquismo sexual es una forma de parafilia, pero la
mayoría de las personas que tienen intereses masoquistas no cumplen los criterios
clínicos de un trastorno parafílico, que requieren que el comportamiento, las fantasías o
los impulsos intensos de la persona provocan malestar o deterioro clínicamente
significativos. La afección también debe haber estado presente durante ≥ 6 meses.

11. Pedofilia El trastorno pedófilo se caracteriza por fantasías, impulsos o conductas


sexualmente excitantes, intensas y recurrentes que involucra a adolescentes prepúberes
o jóvenes (generalmente ≤ 13 años); se diagnostica sólo cuando las personas tienen ≥ 16
años y son ≥ 5 años mayor que el niño, blanco de las fantasías o conductas. La pedofilia
es una forma de parafilia que causa daño a los demás y por lo tanto se considera un
trastorno parafílico. Las agresiones sexuales contra los niños constituyen una parte
importante de los actos sexuales criminales que se informan. Para los adolescentes
mayores (es decir, 17 a 18 años), el continuo interés o involucramiento sexual con
adolescentes de 12 o 13 años puede no cumplir con los criterios clínicos de un trastorno.
No obstante, los criterios legales pueden ser diferentes de los psiquiátricos. Por ejemplo,
la actividad sexual entre un joven de 19 años y un joven de 16 años, puede ser un delito
y no un trastorno pedófilo, dependiendo de la jurisdicción. Los estándares etarios de
diagnóstico se aplican a las culturas occidentales y no a las muchas culturas que aceptan
la actividad sexual, el matrimonio y la maternidad a edades mucho tempranas que en
occidente y aceptan diferencias de edad mucho mayores entre parejas sexuales en
comparación con lo que consideran correcto en las culturas occidentales.

También podría gustarte