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Un cuento sobre el reparto de tareas en el hogar: No

era tan fácil

‘No era tan fácil’, un cuento infantil sobre el reparto de tareas en el hogar
Había una vez una pareja de campesinos que se quería mucho, pero que a menudo discutía
sobre el reparto de tareas. Él salía a trabajar al campo todos los días. Debía regar,
preparar la tierra, sembrar… Y ella trabajaba en casa, con los animales y el hogar.

Él siempre protestaba, porque le parecía mucho más duro su trabajo:

– Me levanto cada día muy temprano y paso muchas horas bajo el sol… Cansa mucho tener
que trabajar el campo.

– ¿Acaso piensas que mi trabajo es sencillo? Muy bien- dijo un día ya cansada de escuchar
lo mismo la mujer- Te propongo un trato: cambiaremos nuestros trabajos durante un día.

– ¡Me parece una excelente idea!- respondió el hombre.

No era tan fácil: Un cambio en el reparto de tareas


Al día siguiente, la mujer madrugó y agarró el azadón. Antes de salir, le recordó a su
marido:

– Acuérdate de desgranar el maíz, limpiar la casa, dar de comer a las gallinas y a los
cerdos y hacer la comida.
El hombre comenzó el día feliz, pensando que tendría tiempo para descansar. Decidió dar
de comer a las gallinas. Después comenzaría a hacer la comida, así que dejó las mazorcas
fuera para desgranarlas más tarde. Tenía todo muy bien organizado…

Pero de pronto, escuchó el grito de algunas gallinas. Al salir, vio que un gavilán se estaba
llevando a una. Intentó apresarlo, pero no hubo forma. Al regresar, descubrió que los cerdos
se habían comido las mazorcas de maíz y habían entrado en la casa. ¡Estaba toda llena de
barro! Por si eso fuera poco, habían tirado la olla y se habían comido las alubias…

El hombre, desesperado, no supo qué hacer. Cuando llegó su mujer y vio a su marido
limpiando el barro de la casa, no se extrañó, sino que dijo:

– Bueno, al fin has entendido que trabajar en casa no es tan fácil. Anda, te ayudaré.

Y juntos, terminaron de arreglar el hogar. Desde entonces, el hombre no volvió a quejarse


nunca de sus tareas y comenzó a ayudar más a su mujer.

Qué puedes trabajar con este cuento de ‘No era tan fácil’
Aprovecha esta fantástica historia de Alekséi Tolstói, ‘No era tan fácil’, para hablar con tu
hijo de:

 Por qué tendemos a juzgar a otros y a comparar.


 La falta de empatía.
 El valor de la gratitud.
 La necesidad del reparto de tareas equilibrado en el hogar.

Reflexiones sobre esta historia de Tolstoi para niños ‘No era


tan fácil’
Siempre tendemos a pensar que hacemos más tareas que los demás o que éstas son más
duras. Tal vez por falta de empatía. Es lo que le pasaba al campesino de este cuento:

 La falta de empatía nos hace juzgar y equivocarnos: Normalmente solemos


pensar que nuestro trabajo es el más duro. No importa cuál sea. Pero esto es por
falta de empatía. Somos incapaces de ponernos en el lugar del otro e imaginar lo
duro que también pueden ser sus tareas. Debemos aprender a valorar más el trabajo
de otros sin restar importancia al nuestro.
 Las tareas del hogar son muy duras: Aún son muchos los que piensan que las
tareas del hogar son sencillas. Sin embargo, nos enfrentamos ante una gran
dificultad, la de la multitarea. Mientras que el que trabaja fuera de casa solo se
dedica a una cosa, el hogar nos presenta infinidad de trabajos por hacer. Muchos de
ellos, al mismo tiempo. Es, sí, uno de los trabajos más duros, y lo más justo es que
se reparta entre las personas que viven en la casa.
«La falta de empatía nos lleva a que seamos incapaces de
imaginar lo duras que pueden ser las tareas de otros.»

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