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VULNERABILIZACIÓN DE

LOS JÓVENES EN
ARGENTINA:
POLÍTICA Y SUBJETIVIDAD
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 132-139

Ana M. Fernández* y Mercedes López**

Se presenta una caracterización de los procesos de vulnerabilización social ocurridos en Argentina –con particular
énfasis en la crisis del año 2001– conformados por un conjunto de estrategias biopolíticas que afectaron de maneras
específicas a los jóvenes, quienes al no tener inserción en el mercado laboral y con casi nula posibilidad de lograrla, con
pocas o frágiles pertenencias institucionales, se constituyeron en una población fragilizada de características específicas.
Palabras clave: vulnerabilización social, juventud, autonomía, subjetividad, nueva pobreza.

Apresentase uma caracterização dos processos de vulneravilizaçao social em Argentina, particularmente depois
2001, e seu impato nos jovens. A vulneravilizaçao social inclue estratégias biopoliticas que afetan a os jovens particu-
larmente e os torna fragiles de modos especificos.
Palavras-chave: vulneravilizaçao social, juventude, autonomia, subjetividade, nova pobreza.

This paper presents some aspects about processes of social vulnerabilization in Argentine, particularly after 2001,
and how they affect young people. Social vulnerabilization includes biopolitic strategies like: fragilized identitary and
institutional references, fragilized public and labor codes, and complex subjective processes such as guilt, impoverishment
of imagination capabilities and lack of interest in future, which affect youth in a specific ways that make them as a frail
population with specific characteristics. It also offers considerations about youth micro-entrepeneurs proyects wich had
been reaserched.
Key words: social vulnerability, youth, autonomy, subjectivity, new poverty.

ORIGINAL RECIBIDO: 15-VI-2005 – ACEPTADO: 19-VIII-2005

* Profesora titular plenaria e investigadora de la Cátedra Teoría y Técnica de Grupos e


Introducción a los Estudios de Género. Directora del Programa de Actualización en el
Campo de Problemas de la Subjetividad, Post-Grado Facultad de Psicología, U.B.A.
E:mail: ana_fernandez@fullzero.com.ar
** Profesora adjunta e investigadora de la Cátedra Teoría y Técnica de Grupos “I”, Facul-
tad de Psicología, UBA. E-mail: mlopezpsi.uba.ar

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1. Introducción ganizador de prácticas, significacio- En este artículo se presenta la
nes y pasiones. identificación de algunos aspectos
Los procesos de vulnerabili- vinculados con la vulnerabilización
zación social ocurridos en Argen- Si bien esto es así en términos de los jóvenes. Para ello, se incluye
tina alcanzaron un particular generales, también puede decirse un perfil del actual contexto gene-
énfasis a partir de la crisis produ- que junto a los procesos puestos en ral de crisis social en Argentina,
cida en el año 2001 y afectaron de marcha por las estrategias biopolí- luego se realizan referencias a algu-
manera general a las clases medias ticas de vulnerabilización, pueden nas prácticas y significaciones so-
y bajas de la sociedad. Dichos pro- identificarse prácticas colectivas ciales detectadas y se concluye con
cesos están conformados por un que, en determinadas condiciones, la presentación de consideraciones
conjunto de estrategias biopolíticas ciertos jóvenes pueden implemen- para reflexionar.
que incluyen –junto a la precariza- tar logrando potenciar sus proyec-
ción económico-laboral, la desafi- tos; cuando esto es posible, se
liación y la crisis de los procesos constata que, pese a las adversida- 2. Tres nociones
identificatorios– la producción de des que atraviesan, pueden inves- básicas:
complejos procesos subjetivos que tir proyectos colectivos con algunos vulnerabilización,
afectaron de maneras específicas a rasgos de autogestión y generalmen- biopolítica y
los y las jóvenes1. En aquellos per- te insertos en redes comunitarias2. subjetividad
tenecientes a sectores sociales de
pocos recursos, el no tener in- Para el desarrollo de los te-
ALTOS DE CAZUCÁ
serción en el mercado laboral y mas que se trabajan en este artí-
con la casi nula posibilidad de culo, se apela a algunas nociones
lograrla, con pocas o lábiles per- cuya presentación se sintetiza en
tenencias institucionales, produ- este apartado. El debate actual
jeron específicas fragilidades en las Ciencias Sociales sobre
sociales y subjetivas. vulnerabilidad social –a partir de
los aportes de Robert Castel
La imposibilidad de imaginar (1999)– plantea a ésta como un
proyecto de futuro, de investir proceso que involucra un reco-
sus prácticas cotidianas de sen- rrido desde la inclusión social
tido de progreso, el desfonda- hasta la marginalidad profunda y
miento de sentido social de la desafiliación. La vulnerabili-
proyectos emancipadores, el dad se encuentra a mitad del
quiebre de los procesos identi- mismo y se caracteriza por el aco-
ficatorios con el pasado de luchas plamiento de la pérdida del tra-
populares produce, particular- bajo y el aislamiento relacional.
mente en muchos jóvenes formas La zona de vulnerabilidad es un
existenciales, prácticas de vida espacio social de inestabilidad
de un presente sin brújula. Des- entre la integración y la exclusión
pojados de la posibilidad de ani- y ocupa una posición estratégica
mar esperanzas colectivas, la ya que es la vulnerabilidad la que
apatía suele despotencializar su alimenta a la marginalidad.
accionar cotidiano. Se compo-
nen así modos de subjetivaciones Por nuestra parte, considera-
en virtud de los cuales se dejan mos más adecuado hablar de pro-
estar en un presente que no se afir- cesos de vulnerabilización y no de
ma en anclajes en el pasado ni vulnerabilidad, ya que los mis-
en proyectos de futuro que pu- FUNDACIÓN DISPARANDO CÁMARAS PARA LA PAZ
mos son el resultado manifiesto
dieran operar como sentido or- de políticas de vaciamiento de

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pertenencias comunitario-subjeti- Así, en otros trabajos (Fernán- desmarca de la idea de interioridad
vas que han sido funcionales al va- dez, López, 2004b) hemos consta- psíquica para articular aspectos so-
ciamiento económico y político del tado que cuando la población ciales y psíquicos. Las mutaciones en
Estado y sus instituciones, al quie- vulnerabilizada sobre la que han el ámbito sociohistórico incluyen
bre de la sociedad salarial y del pa- operando tales estrategias logró transformaciones en el modo de per-
trimonio nacional. constituir agrupamientos participa- cibir y significar al mundo y en las
tivos que desarrollaron acciones co- formas de sensibilidad así como en
Los procesos de vulnerabiliza- lectivas –especialmente cuando éstas las prácticas sociales, tanto públicas
ción despliegan estrategias biopo- fueron autogestivas– se produjeron como privadas, produciendo cam-
líticas; esta noción, desarrollada posicionamientos subjetivos de ma- bios en las prioridades desde las cua-
por M. Foucault (1978), remite a yor autonomía y simultáneamente les las personas ordenan sus vidas,
un conjunto heterogéneo de ele- el potenciamiento de las funciones instalando nuevas producciones de
mentos materiales y simbólicos que desde la fragilidad del aislamien- sentido y modificando posiciona-
que operan como poder sobre la to individualista se habían debilita- mientos psíquicos. Estos fenómenos
vida de las personas, sus cuerpos, do o desdibujado. se producen más allá de la concien-
emociones, voluntades. Hemos cia de los actores sociales, enlazan-
constatado que estas formas de La noción de subjetividad que do de manera profunda los procesos
dominio sobre la vida de las po- se presenta en este trabajo se sociales con las percepciones, los
blaciones cuando operan vulne- sentimientos, las imágenes y prác-
rabilizando, producen no solo ALTOS DE CAZUCÁ ticas de sí, constituyéndose en
desigualdad de opor- condición de posibili-
tunidades, desnutri- dad para que puedan
ción, desempleo, etc., ser sostenidas tanto las
sino que configuran prácticas de la vida co-
procesos de destitu- tidiana como las de la
ción subjetiva, parti- vida social (Fernández,
cularmente profundos 1999).
sentimientos de apa-
tía, culpa, paraliza- En tal sentido, pue-
ción de la capacidad de afirmarse que las es-
de iniciativa y el em- trategias biopolíticas
pobrecimiento de la de vulnerabilización en
imaginación en la po- Argentina han produ-
blación afectada. La cido procesos de desti-
operación de las es- tución subjetiva que en
trategias biopolíticas los y las jóvenes produ-
sobre la población, si bien cons- cen particulares modos de sub-
tituye un complejo entramado, jetivación ya que quiebran toda
el mismo no es invulnerable ni se posibilidad de ilusionar futuro,
instala de una vez para siempre. justo en la edad donde se hace
Esta condición de lo histórico necesario proyectar la vida.
social hace que en determinados
momentos políticos, particular-
mente en situaciones de revuel- 3. Breve puntuación
ta social, como lo acontecido a de los escenarios
partir del 19 y 20 de diciembre actuales
del 2001, se puedan crear algu-
nas condiciones de resistencia y/ En Argentina, a partir de la
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o transformación. década de los ochenta, se han ex-

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tremado los mecanismos de inequi- brevivir en la mayor precariedad de los jóvenes indagados en la in-
dad en la distribución de bienes ma- con un subsidio estatal no sólo su- vestigación que enmarca este artí-
teriales y simbólicos. La pobreza no pone la dificultad de encontrar culo ya no fueron trabajadores
solo se ha incrementado, sino que empleo, sino que éste –cuando se formales sino que subsistieron con
el surgimiento de “nuevos pobres” consigue– se desarrolla en condicio- la asistencia estatal, por lo cual sue-
(Feijoo, 2001) –clases medias y ex nes de extrema precariedad con- le denominárselos “hijos de plan”.
obreros calificados– permite confi- tractual y por salarios que en poco Con esta expresión se naturaliza la
gurar nuevas cartografías sociales que difieren con el subsidio estatal. Esta falta de inquietudes de estos jóve-
evidencian rupturas de la red de se- situación ha limado una serie de nes criados por padres ya expulsa-
guridad social, la incertidumbre la- procesos subjetivos ligados a la dig- dos de la sociedad salarial.
boral e institucional, la mutación nidad y el orgullo del oficio, la
de los actores sociales históricos y responsabilidad, el esfuerzo, el cum- Frente a esta situación, el ac-
el tipo de relaciones colectivas e plimiento y la organización de la tual gobierno se propuso recuperar
individuales, macro y microso- vida cotidiana en relación con los algunos criterios autogestivos que
ciales, donde es difícil imaginar que horarios laborales, el disfrute de los los emprendimientos de desocupa-
aquellos que fueron “expulsados” en espacios y tiempos del ocio, etc. dos y asambleístas habían iniciado,
la crisis de 2001 puedan reposicio- Ilustra esta situación el hecho de para lo cual habilitó diferentes pro-
narse con mínimas garantías de em- que los padres de un gran número gramas que propician la auto-orga-
pleo, seguridad social, etc. nización de los emprendedores.
ALTOS DE CAZUCÁ
Actualmente, a las
históricas pobrezas 4. El
materiales y simbólicas Programa de
“de clase” se agregan3 Emprendimientos
procesos de empobre- Juveniles
cimiento materiales,
simbólicos y subjetivos La Dirección de la
que atraviesan a dis- Juventud del Gobierno
tintos sectores sociales de la Ciudad de Bue-
erosionando la base nos Aires está desarro-
misma de la res-pública. llando el Programa de
Emprendimientos
El estallido de di- Autogestivos de Jóve-
ciembre de 2001 dio nes, con el que se pro-
lugar a formas de ac- pone “promover la
ción colectiva que ins- inclusión social de la
talaron prácticas de autogestión población joven a partir del apo-
(asambleas barriales, fábricas re- yo a emprendimientos que incor-
cuperadas, emprendimientos de poren conceptos de autogestión,
desocupados). Por su parte, el solidaridad, economía social y de-
Estado incrementó sus propues- sarrollo local”. La propuesta está
tas asistencialistas que no sólo dirigida a jóvenes entre 16 y 25
bajaron el nivel de conflicto so- años para que conformen un gru-
cial que dicha revuelta había po y que, con el patrocinio de una
puesto de manifiesto sino que ONG, presenten un proyecto co-
avanzaron en la destrucción de munitario productivo4.
la cultura del trabajo sostenien-
do diferentes tipos de subsidios Los jóvenes que participan de
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para desempleados. El poder so- estos emprendimientos no cons-

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tituyen un conjunto homogéneo. se distintas modalidades. Por un truir su proyecto a partir de estas
Se diferencian por sexo, por edad, lado están los grupos que asistieron posibilidades.
por situación familiar5; algunos tie- a las capacitaciones, que lograron
nen algún tipo de vivienda que los trabajar en equipo e investir el pro- Otros grupos desplegaban prác-
cobija y otros son “jóvenes en si- yecto. Entre ellos van surgiendo sig- ticas en las que se advierte la ten-
tuación de calle” o habitan vivien- nificaciones como: “queriendo se dencia a eludir las obligaciones, lo
das precarias. Algunos pertenecen puede”, “hay que saber aprovechar que se expresaba en: llegadas tar-
a una clase media devenida en lo poco que nos dan”, “está bueno de, falta de compromiso con la or-
“nuevos pobres”, que ha perdido el porque conoces gente nueva”, ganización gubernamental, con la
capital material y simbólico a raíz “nuestro proyecto sí funcionó”. Este organización no gubernamental y
de la crisis que produjo el neo- grupo de significaciones imaginarias con el propio grupo de pares. Prác-
liberalismo instalado desde hace sociales (Fernández, López, 2004a) ticas que aparecen ligadas a discur-
más de una década. Muchos no sólo estaría mostrando que frente a la si- sos donde insisten significaciones
no poseen inserción en el mercado tuación de vulnerabilidad social y como por ejemplo: “nos usan”, “nos
laboral formal sino que se encuen- desamparo, estos grupos de jóvenes hacen venir para la foto”, “nos es-
tran fuera del circuito educativo y presentan disposición para aprove- tán faltando el respeto”, “estamos
sin pertenencias institucionales. Jun- char los recursos simbólicos y ma- desilusionados porque todavía no
to a estas precariedades presentan teriales que se les están brindando nos pagaron nada de los viáticos”.
diversas vulnerabilidades tales desde las ONG y las OG para cons-
como problemas de adicciones, Un tercer grupo lo conforma-
posibilidades de contagio de ban los que fingían cumplir; es-
ALTOS DE CAZUCÁ
enfermedades de trans- tos grupos hacían todos
misión sexual, desvincu- los “gestos” vinculados
lación familiar, conflictos con el acatamiento de las
de índole legal como fru- pautas del Programa,
to de situaciones delic- pero no los sostenían
tivas, etc. pues sólo les interesaba
cobrar los estipendios, de
También es heterogé- lo cual puede inferirse
neo el conjunto de las que significaban su incor-
ONG capacitadoras poración al proyecto más
(diferentes historias, tra- que como una oportuni-
yectorias, ideologías, per- dad como “un Plan Tra-
tenencias partidarias, bajar para jóvenes”.
etc.), todo lo cual generó
muy diversas experiencias La proliferación de
en la conformación y con- comentarios de escepti-
solidación de los grupos. cismo respecto a “lo que se pue-
de esperar del Estado”, respecto
a que “prometen y luego no cum-
5. Algunas prácticas plen” y que “siempre es lo mis-
y significaciones mo, te usan y nada termina
imaginarias funcionando según lo prome-
sociales que tido” da cuenta de un imagina-
insisten6 rio en el cual el Estado no es
confiable, promete y frustra, y las
Respecto de las prácticas que acciones que despliega están so-
desplegaron para llevar adelante FUNDACIÓN DISPARANDO CÁMARAS PARA LA PAZ bre un trasfondo de intereses par-
sus proyectos, pueden identificar- tidarios y/o electoralistas.

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En ese marco de referencia, este parecen aferrarse y que les impi- tiempo. En investigaciones ante-
modo de vincularse con este parti- de imaginar otras modalidades riores se habían identificado pro-
cular tipo de Estado es, en última que los desmarque de una subje- cesos subjetivos muy similares en
instancia, una estrategia de super- tividad de “ser asistidos” a otra de jóvenes universitarios.
vivencia que consiste en una adap- “autogestionar”.
tación formal a los requerimientos Se puede señalar que las situa-
de un Estado imaginarizado como La detección de estas significa- ciones de vulnerabilidad social por
proveedor y simultáneamente ciones imaginarias y prácticas las que atraviesan los jóvenes no
frustrador, que dice que hace algo sociales ha permitido la identi- son determinantes frente a la posi-
que en verdad no hace, y con la cual ficación de aspectos que vul- bilidad de que el proyecto fun-
a su vez dicen que hacen algo que nerabilizan aún más a los jóvenes: cione, dado que la situación de
en verdad no hacen como modo de la fragilización de las referencias extrema pobreza o carencias de los
obtener lo que quieren o lo que identitarias e institucionales, de los jóvenes, si bien son barreras que
puedan. códigos público-laborales; la satis- deben sortear, no fueron impedi-
facción en la inmediatez7; la falta mentos en varios grupos para asu-
El objetivo final parece ser de cultura del trabajo; la pérdida mir el compromiso con el proyecto
conseguir lo más que puedan de de la capacidad imaginante e emprendido. Muchos de estos défi-
un Estado que promete oportuni- ilusional necesaria para investir un cit parecían fortalecer a algunos
dades que luego escatima y ellos proyecto y poder sostenerlo en el grupos, que los enfrentaban con
parecen no poder ni imaginar mucha solidaridad, afianzándose
que es posible alcanzarlas por aún más sus lazos.
ALTOS DE CAZUCÁ
otros medios; quizás
por eso extreman las Entre las estrategias
conductas de adap- desplegadas, a modo
tación formal silen- de ejemplo, se puede
ciando reclamos o considerar la presencia
denuncias, aunque de madres adolescen-
implique continuar tes con sus bebés –que
en el circuito de hie- es una constante en
rro del clientelismo casi todos los grupos8 –
con otros ropajes. sin embargo, mientras
que en algunos se pre-
¿Qué posición sub- sentaban las necesida-
jetiva sostiene estas des del hijo como un
conductas? Una cons- obstáculo para com-
truida sobre cierto prometerse con la ta-
registro de haber sido rea, en otros grupos el
privados de beneficios a los que bebé de una compañera era cui-
tendrían derecho a acceder (tra- dado por los demás integrantes del
bajo, vida digna, un futuro me- grupo facilitando el desarrollo de
jor, seguridad social, vivienda, las actividades.
salud, educación, etc.) y eso
mismo es lo que les legitima los En otros casos se cubrían en los
“trucos” a los que acuden para horarios y realizaban una división
conseguir aunque sólo sea algo racional del trabajo con el fin de
de todo aquello que se les adeu- poder cumplir con tareas labora-
da. Pero al mismo tiempo los les por fuera del proyecto, así
mantiene capturados en una FUNDACIÓN DISPARANDO CÁMARAS PARA LA PAZ
como con las responsabilidades
misma lógica clientelar a la que asignadas en el seno de la familia.

FERNÁNDEZ, A.M.; LÓPEZ, M: VULNERABILIZACIÓN DE LOS JÓVENES EN ARGENTINA: POLÍTICA Y SUBJETIVIDAD N ÓMADAS 137
6. Consideraciones sus potencias subjetivas, para lue- periencias que estos jóvenes reali-
para reflexionar go quedar económica, social y zan de investidura libidinal de sus
subjetivamente dependientes de los proyectos con otros que quiebran –
Los procesos de vulnerabilización aparatos clientelares que el mismo en situación y momentáneamente–
económico-social implican moda- Estado compone para “socorrerlos”. las estrategias biopolíticas de las ló-
lidades de subjetivación específicas gicas capitalistas de producción de
en jóvenes y dentro de la banda Los proyectos autogestivos tie- soledades.
etaria es necesario diferenciar cla- nen históricamente una genealo-
ses sociales de pertenencia históri- gía política de linaje libertario, en Permite asimismo considerar
ca, géneros, zonas de procedencia situaciones instituyentes, posibles que las destituciones subjetivas pro-
de sus familias, etc., ya que estas en condiciones de democracia di- ducidas no se resolverán con otor-
diferencias se expresan en potencia- recta, horizontalidad y producción gar algunos rudimentos de oficios.
lidades diferenciales de resistencia de autonomía política y subjeti- Estas capacitaciones son condición
y enfrentamiento de los procesos de va, generalmente producida en necesaria, pero no suficiente. Se hace
exclusión social de los cuales sus acciones de resistencia y/o en po- así posible el desafío de crear condi-
posiciones de vulnerabilidad cons- líticas de desobediencia civil de ciones de posibilidad que alienten
tituyen un riesgoso paso previo. diverso tipo. En ellos la posibili- modos de interacción que promue-
dad misma de lo autogestivo se van potencias imaginantes y de ac-
El corrimiento del Estado como produce en el empoderamiento ción a partir de la articulación de
garante no solo ha aumentado las colectivo que sus acciones políti- saberes y prácticas colectivos, don-
desigualdades sociales y ha desam- cas producen (Fernández, Imaz, de estos jóvenes en situación de pre-
parado a los más frágiles sino que Calloway, Ojam, 2005). cariedad realicen experiencias
ha desfondado las prácticas y dere- puntuales en grupo que si bien no
chos ciudadanos. Los muy ricos no Por tanto, es necesario plantear les permiten salir hoy del circuito
necesitan ejercer ciudadanía y los un interrogante: ¿es posible crear material de la supervivencia, pue-
muy pobres no tienen posibilidades condiciones de autogestión desde dan afectar a contramano de un des-
de ejercerla, creándose condiciones el Estado? ¿Es posible producir la tino de expulsión. Puede parecer
para prácticas de impunidades y potencia autogestiva en micro- poco. Sin duda lo es, pero si la ex-
violencias de todo tipo pues se va- emprendimientos que no se encua- periencia permite a algunos/as de
cían los espacios de participación dran en políticas de resistencia y/o estos jóvenes quebrar la apatía y la
ciudadana quedando habilitados desobediencia civil? Si la cuestión desolación, sus emprendimientos
sólo para una élite que podría está planteada en estos términos, la habrán sido productivos.
desenvolverse a su arbitrio, o arbi- respuesta sería sin duda negativa.
trariamente. Esta situación ha en-
tretejido complejos entramados de Sin embargo, es importante no
desamparos institucionales y perso- hacer invisible dicha interrogación; Citas
nales, sobre los cuales las poblacio- si se deja abierta la pregunta, ésta
nes en estado de precariedad puede operar no como descalifica- 1 El presente artículo se desarrolla a partir
despliegan múltiples estrategias de ción sino como tensión (Fernández, de los primeros hallazgos del proyecto de
investigación enmarcado en el área de
supervivencia. Como ya se ha Borakievich, Rivera, 2003) que Urgencia Social de UBACyT (Universi-
dicho, en los últimos años el atraviese este tipo de proyectos y dad de Buenos Aires Ciencia y Técni-
asistencialismo clientelar ha sido puede operar productivamente; de ca), “Microemprendimientos autogesti-
vos de jóvenes. Dispositivos de Acción
una de las principales fuentes de este modo hace posible, por un Colectiva frente a la vulnerabilización
sostén de estas poblaciones. lado, tener presentes las dificulta- social”, (UBACyT P705) con la direc-
des y limitaciones sobre las que es ción de la Lic. A.M. Fernández, la codi-
rección de la Dra. M. López, y un equipo
Particular circuito donde gran- necesario operar y, por otro lado, integrado por Lic. Enrique Ojam, Lic.
des poblaciones de trabajadores son permite ponderar –en el marco de Xabier Imaz, Lic. Valeria Falleti. Se tra-
expropiados de su trabajo, su sala- lo que estos proyectos guberna- baja con el Programa Emprendimientos
Juveniles de la Dirección General de la
rio, sus pertenencias identitarias y mentales pueden ofrecer– las ex- Juventud del Gobierno de la Ciudad de

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Buenos Aires, que agrupa a jóvenes en parten la responsabilidad del sostén fami- , La metamorfosis de la cuestión so-
situación de vulnerabilidad social que liar y otros que son los únicos a cargo. cial, Buenos Aires, Paidós, 1997.
residen en el ámbito de la Ciudad de
Buenos Aires. 6 Este apartado se redacta en base a un FEIJOO, María del Carmen, Nuevo país, nue-
escrito anterior. A.M. Fernández, M. va pobreza, Buenos Aires, Fondo de Cul-
2 Esto ha sido uno de los hallazgos de la López, E. Ojam, X. Imaz, “Microem- tura Económica, 2001.
investigación “Grupos de vulnerabili- prendimientos juveniles: modalidades de
dad social: transformaciones en los Ima- relación de los jóvenes con las OG y las FERNÁNDEZ, A.M. (Comp.), Instituciones
ginarios Sociales y en las prácticas co- ONG”. XII Jornadas de Investigación, Estalladas, Bs. As., EUDEBA, 1999.
munitarias. Un estudio en el barrio Facultad de Psicología, UBA., 2005. FERNÁNDEZ, A.M., Borakievich, S. y
Balvanera”, UBACyT P047 (Universi- Rivera, L., “Las asambleas y sus ten-
dad de Buenos Aires Ciencia y Técnica, 7 Significaciones con estas características
fueron halladas en una investigación pre- siones: espacios colectivos de acción
código P047), con la dirección de Lic. directa”, en: Revista El Campo Grupal,
A.M. Fernández. via “Imaginarios Estudiantiles. Produc-
ciones del Imaginario Social en la Facul- Año 5, No. 44, Buenos Aires, abril de
3 El escenario de pobreza e indigencia ha tad de Psicología, UBA” (TP016) en 2003.
crecido a proporciones nunca antes al- alumnos de la Facultad de Psicología. Ver FERNÁNDEZ, A.M.; Imaz, X.; Calloway,
canzadas en Argentina. Según informa- A.M. Fernández, y M. López, “Imagina- C. y Ojam, E. “Tensiones que atravie-
ción del INDEC (Instituto Nacional de rios Estudiantiles”, en: A.M. Fernández san el campo de las fábricas y empresas
Estadísticas y Censos), al segundo semes- y Col., Instituciones Estalladas, Buenos recuperadas”, en: XII Jornadas de Inves-
tre del 2004 el porcentaje de población Aires, Eudeba, 1999. tigación de la Facultad de Psicología,
pobre asciende a 44,7 por ciento, y la U.B.A., Primer Encuentro de Investiga-
indigencia afecta al 17 por ciento de la 8 Al respecto es revelador el Índice de
Vulnerabilidad Juvenil elaborado por la dores del MERCOSUR, Avances, nue-
población. Más de la mitad de los pobres vos desarrollos e integración regional, Bue-
e indigentes son menores de 22 años, se Fundación SEADE de San Pablo que ha
considerado para su diseño como elemen- nos Aires, 2005.
trata de una infantilización de la pobreza
y la indigencia, que se presenta en un tos diferenciales por género: la tasa de FERNÁNDEZ, A.M. y López, M., “Los ima-
escenario en el cual, según los revela- mortalidad por homicidio en los varones ginarios sociales: del concepto a la inves-
mientos censales, se observa un proceso y el porcentual de madres adolescentes – tigación de campo”, en: Revista La Tra-
de desaceleración en la reducción de la de 14 a 17 años– en las mujeres. ma, No. 23., México, Universidad Au-
pobreza y la indigencia. tónoma Metropolitana, Unidad Xochi-
milco, 2004a.
4 Cada organización puede patrocinar hasta
dos proyectos, conteniendo cada uno un , “La vulnerabilización social: ten-
mínimo de cinco y un máximo de diez siones entre la destitución subjetiva y la
beneficiarios. Los beneficiarios del Pro- Bibliografía potencia colectiva”, en: XI Anuario de
grama que hayan cumplido con un míni- Investigaciones, Facultad de Psicología,
mo del 75 por ciento de asistencia a acti- U.B.A., 2004b.
BARBEITO, Alberto y Lo Vuolo, Rubén, La
vidades de capacitación en temáticas vin- modernización excluyente. Transformación FOUCAULT, M., La Historia de la sexualidad,
culadas con trabajo, emprendimientos, y económica y Estado de Bienestar en Ar- Tomo I, “La voluntad de saber”, Siglo
también capacitaciones específicas refe- gentina, Buenos Aires, UNICEF / CIEPP, XXI, 1978.
ridas al área de trabajo del Proyecto, reci- Losada, 1995.
ben una beca individual –con evalua- LÓPEZ, M. y Montenegro, R., “Globaliza-
ción grupal– para cada uno de los inte- BECCARIA, Luis y López, Néstor (Comp.), ción, sociedad del conocimiento y edu-
grantes. Se informa que la beca se asigna Sin trabajo. Las características del desem- cación. Apuntes para un debate en Ar-
mensualmente durante los cuatro meses pleo y sus efectos en la sociedad argentina, gentina en el siglo XXI”, en: Revista En-
que dura la capacitación y 200 pesos al Buenos Aires, UNICEF / CIEPP, Losada, sayos y Experiencias, No. 51, Buenos Ai-
finalizar el programa. 1997. res - México, Novedades Educativas,
octubre, 2002, pp.106-120.
5 Hay madres adolescentes solas y otras con CASTEL, Robert, “La dinámica de los pro-
alguna contención familiar; jóvenes en ge- cesos de marginalización: de la vulnera- MINUJIN, A. (ed.), Desigualdad y exclusión.
neral con grupo familiar que contiene y/u bilidad a la exclusión” , en: El Espacio Desafíos para la política social en la Ar-
opera como punto de referencia y otros Institucional, Buenos Aires, Lugar Edito- gentina de fin de siglo, Buenos Aires,
que no cuentan con esto; jóvenes que com- rial, 1999. UNICEF / Losada, 1996.

FERNÁNDEZ, A.M.; LÓPEZ, M: VULNERABILIZACIÓN DE LOS JÓVENES EN ARGENTINA: POLÍTICA Y SUBJETIVIDAD N ÓMADAS 139

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