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PEDAGOGÍAS CRITICAS Y DE LA LIBERACIÓN

Por:

LUCINÉS ZAMBRANO MORALES BETHL

Docente:

GUSTAVO MAHECHA BELTRÁN

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

VICE RECTORIA ABIERTA Y A DISTANCIA

LICENCIATURA EN TEOLOGÍA

BOGOTÁ, 2022
DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

Desde las prácticas teológicas trataré de describir el problema Pastoral que he tomado como

objeto de reflexión. A modo de contexto; Se trata de la comunidad Colegio del Sagrado Corazón

de Jesús Bethlemitas Norte ubicado en la CALLE 153 #45-53 de la ciudad de Bogotá. Es un colegio

que cuenta con 645 estudiantes aproximadamente, desde prejardín hasta undécimo grado, una

planta docente de 40 profesionales en las diferentes áreas del saber: Matemáticas, lengua

castellana ciencias naturales, ciencias sociales, tecnología e informática, lengua extranjera inglés,

educación física, danzas, arte, educación religiosa, filosofía y ética. Además se cuenta con 8

expertos, encargados de la parte administrativa (Secretarias, administradora, orientadora

escolar, auxiliar contabilidad y coordinadores), 10 empleados de servicios generales y 2 hermanas

que se encargan de la administración de dicha Institución, una de ellas es la rectora y la otra es

la pastoralista. El promedio del estrato económico de los estudiantes es 4. Se presta un servicio

educativo dirigido a estudiantes desde grado prejardín hasta grado 11° a niños y niñas, hasta

hace pocos años, era solo de carácter femenino. No obstante, la necesidad de dar respuesta a las

necesidades de nuestro tiempo y favoreciendo el marketing institucional, se tomó la decisión de

hacerlo mixto. El colegio es de confesión católica, iluminado por el carisma y la espiritualidad

Bethlemita, puesto que es de pertenencia del Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del

Sagrado Corazón de Jesús. Dentro de la Institución educativa se tienen varias primicias una de

ellas es formar en valores como: la fe, el cuidado por la vida, el amor, la libertad, la justicia, la

dignidad, la solidaridad, la misericordia, el servicio, la fraternidad, la acogida, la reparación, la

paz, la excelencia, la alegría y la humildad (Instituto de Hermanas Bethlemitas, 2016)


Para la descripción del problema tomaré como punto de partida la Misión que el Colegio

Sagrado Corazón de Jesús Bethlemitas Norte, ha asumido para los años 2022-2028:

“Somos una Comunidad educativa católica, dinámica y creativa, que sirve a la sociedad, desde su

opción por Jesucristo y la vivencia de los valores humano cristianos.

Acompañamos el proceso de formación integral de nuestros estudiantes iluminados por el

Carisma y la Espiritualidad Bethlemita, mediante una educación de calidad que integra ciencia,

cultura y evangelio. Promovemos la construcción de un mundo fraterno y solidario a través de

una pastoral acogedora y orientada al pleno desarrollo del ser humano, la unidad de la familia,

la cultura del encuentro y la conciencia ambiental.

Contamos con un equipo humano idóneo, competente y comprometido; una infraestructura física

y tecnológica adecuada, así como la trayectoria educativa de las hermanas Bethlemitas y la

experiencia pedagógica visionarias de nuestros fundadores, el Santo Hermano Pedro de San José

Betancur y la Beata Madre María Encarnación Rosal” (Instituo de Hermanas Bethlemitas, 2021)

Así mismo también tomaremos el objetivo de Pastoral: Promover en la Comunidad Educativa

experiencias de encuentro con Jesucristo y su Palabra, a través de espacios formativos, espirituales,

carismáticos, eclesiales y de acción social, para consolidar la identidad y espiritualidad Bethlemita y ser

gestores de cambio en la sociedad (Instituto de Hermanas Bethlemitas P. , 2022)

Evidentemente es una comunidad organizada que tiene muy bien definidas; sus objetivos, líneas

de acción y su misión, que aparentemente comprende cuál es su misión como medio formador

de las nuevas generaciones y que sabe hacía donde se dirige. Sin embargo aterrizar en la realidad

es totalmente diferente; No obstante cabe resaltar que el objetivo de planteamiento no es


minusvalorar los esfuerzos que se hacen por crecer en coherencia y autenticidad, entre lo que se

escribe y lo que se hace dentro de las aulas.

Quisiera detenerme de modo especial en el objetivo de Pastoral para consolidar la identidad y

espiritualidad Bethlemita y ser gestores de cambio en la sociedad. Y así partir de la siguiente

pregunta: ¿Qué tan identificados se sienten estudiantes, padres de familias, docentes, exalumnos

y demás personas que conforman dicha comunidad, con la identidad y espiritualidad Bethlemita?

Ciertamente se invierte mucho tiempo, dinero y esfuerzos en las muchas actividades que desde

Pastoral se generan con la intención de fortalecer la identidad Bethlemita y la misión como

cristianos. No obstante este modo de proceder se convierte en el problema mismo: Se realizan

un sin número de actividades; Reflexiones, encuentros con Cristo, celebraciones litúrgicas, etc.

Que en la mayoría de las veces se convierte en “entretenimiento espiritual”, puesto no cala en

las vidas y las acciones de quienes formamos de la comunidad educativa. Entonces ¿En qué radica

la dificultad?¿Dónde se da la ruptura entre lo que se desea hacer y lo que en realidad se lleva a

cabo?

Después de cuestionarnos pensamos que la problemática central es: Se dedica muchísimo

tiempo a la planeación de las actividades y a la gestión administrativa, pero qué tanto tiempo se

dedica a escuchar, a sufrir con el otro, a tratar de intuir que hay en el interior del otro, a mirar a

los ojos, a comprender la humanidad del otro con sus más y sus menos, es decir a sentirnos SERES

HUMANOS, no máquinas receptoras de información. Ciertamente esto es lo que nos ofrece la

sociedad del consumo: recibir desaforadamente información, productos, personas, cargos, etc.

Y así no olvidamos que somos seres humanos y que también convivimos con seres humanos.
Tampoco se puede perder de vista otra arista de esta problemática y es la carencia de hermanas

en las Instituciones. Antiguamente se contaba con la presencia de 8 o 10 hermanas dentro de las

Instituciones, que eran directoras de grupo y docentes, tenían contacto directo con estudiantes

y padres de familia. En la actualidad como ya lo mencioné solo se cuenta con la presencia de dos

de ellas: La rectora y la pastoralista, que también es docente. Esto inevitablemente reduce las

oportunidades de crecimiento en la Identidad, pues no es lo mismo recibir formación en

Identidad Bethlemita desde la fuente misma que de un docente formado en el tema. Es decir nos

ha tocado dejar en manos de otros el tesoro más preciado. Y aunque se hacen esfuerzos

grandísimos por impregnar a nuestros compañeros apostólicos es muy difícil lograr un

compromiso total que no dependa de las diferentes circunstancias que lo puedan asechar.

A modo de conclusión pienso que esta problemática debe llevarnos a reinventarnos nuevos

caminos, nuevas formas, nuevas maneras de ser y proceder. Ciertamente la pandemia nos puso

en esa dinámica de reinventarnos, muchas cosas funcionaron otras no tanto. Así mismo debemos

hacer con nuestra Pastoral; reinventar los modos, inevitablemente debemos partir de

comprender, asimilar y aceptar que no se trata de las muchas o pocas actividades que se hagan,

es algo que va mucho más profundo: La manera de ser y percibir a los demás. Pienso que una

alternativa viable puede ser: La Reparación.

La reparación es parte de la espiritualidad Bethlemita y es un legado espiritual de nuestra

fundadora; Madre Encarnación Rosal. Cuyo fin era comprender el Dolor del Corazón de Jesús, en

el sufrimiento de los hombres, a causa del pecado.


Así la reparación nos pondría en la dinámica de educar, acompañar y formar desde el Corazón,

pero no como un mero sentimentalismo. Sino como una manera de comprender al otro, de

reparar su corazón herido por la dureza de la misma sociedad de la que somos parte. Cuantos

niños y jóvenes viven sumidos en sufrimiento por la separación de sus padres, por la depresión,

la ansiedad, el deseo de acabar con sus vidas, por las drogas, la soledad, en fin tantas

problemáticas que en ocasiones es más fácil darles la espalda para no “perder tiempo” porque

hay muchas más cosas por hacer, o en el peor de los casos, ni siquiera caemos en la cuenta por

la misma carrera con la que se vive. Es absolutamente necesario que nos creamos que la dignidad

de la persona está por encima de todo y que nuestra tarea como docentes y más aún como

religiosas no es administrar centros educativos, es tratar de ser presencia de Jesucristo en tantas

personas necesitadas de su Amor y Misericordia.


BIBLIOGRAFÍA

Instituo de Hermanas Bethlemitas, P. (2021). Sistema Gestión de Cailidad Unificado PSCJ. Bogotá.

Instituto de Hermanas Bethlemitas, H. (2016). Sistema Gestión de Calidad Unificado Bethlemitas


Colombia. Bogotá.

Instituto de Hermanas Bethlemitas, P. (2022). Procedimiento de Pastoral Educativa. Bogotá.

Vigueras, A. (2010). La teología práctica de Karl Rahner: Una teología pastoral en perspectiva
escatológica. Teología y Vida, 445-476.

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