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Unidad 2
Unidad 2
Introducción:
En esta segunda unidad por una parte se trata el tema de la productividad del trabajo y
su relación con el concepto de ventaja comparativa, desde el punto de vista del Modelo
Ricardiano, y por otra parte se hablará de los mecanismos de fijación de los Tipos de
Cambio y el funcionamiento del Mercado de Divisas.
Para una mejor comprensión del tema, el estudiante debe tener nociones generales
sobre el alcance del análisis en Economía Internacional, el Concepto de proteccionismo y
apertura económica, Los componentes y funcionamiento de la Balanza de pagos, El
origen y comportamiento de los tipos de cambio, el funcionamiento de los mercados de
capitales a nivel internacional, los factores que dan origen al comercio internacional, el
concepto de ventaja comparativa y competitiva.
Competencias
Aunque en el mundo real los países toman sus decisiones respecto a la manera
en que participan del Comercio internacional basándose en ambos criterios, es
frecuente abordar el análisis mediante el estudio de cada una por separado para
intentar luego hacer un análisis complementario.
Por otra parte, si cada país se especializa en la producción de una gama definida
de bienes, podrá incrementar el nivel de eficiencia con que lo hace, y por tanto
reducir costes de producción
El día de San Valentín en 1996, a menos de una semana de las cruciales elecciones
primarias del 20 de febrero en New Hampshire, el candidato presidencial republicado
Patrick Buchanan se paró en una floristería a comprar una docena de rosas para su
esposa. Aprovechó la ocasión para pronunciar un discurso denunciando el incremento de
las importaciones de flores en Estados Unidos que, según afirmó, estaban provocando la
desaparición de los cultivadores de flores estadounidenses. Y, de hecho, es cierto que una
creciente proporción del mercado de rosas de invierno en Estados Unidos está siendo
cubierta por importaciones provenientes de América del Sur, en particular de Colombia.
Pero ¿es eso algo malo de por sí?.
El caso de las rosas de invierno constituye un excelente ejemplo de los motivos por los que
el comercio internacional puede ser beneficioso. Considere, en primer lugar, lo difícil que
puede resultar ofrecer a las enamoradas estadounidenses rosas frescas en febrero. Las
flores tienen que cultivarse en invernaderos con calefacción, a un coste muy elevado en
términos de energía, inversión en capital, y otros recursos escasos. Todos esos recursos
se podrían utilizar para producir otros bienes. Inevitablemente, hay que hacer una elección.
Para producir rosas en invierno, la economía estadounidense tiene que producir menos de
otras cosas, como por ejemplo PC (Computadores Personales). Los economistas utilizan la
expresión coste de oportunidad para describir este tipo de elecciones: el coste de
oportunidad de las rosas en términos de PC es el número de PC que se podrían haber
producido con los recursos utilizados para producir un determinado número de rosas.
Los invito a profundizar en este aspecto leyendo el siguiente enlace desde la página 26
hasta la 29 y de la 438 a la 442.
Si por ejemplo, para producir un litro de vino se requieren dos horas de trabajo, y para
producir un kilo de queso se requiere solamente una hora, es fácil establecer que
comparativamente el país es más eficiente en la producción de queso.
1.2.1 Las posibilidades de producción.
Dado que los recursos (materia prima y factores productivos) son escasos en cualquier
parte del planeta, pues ningún bien económico es ilimitado, se tiene por tanto un límite en
la capacidad productiva de cada país, y por tanto, se tendrá que escoger entre múltiples
opciones cuales son aquellos productos que el país opta por producir para competir en los
mercados mundiales. En el caso de que se opte por producir más de un bien
(seguramente será así), habrá que elegir la cantidad de recursos que dejan de utilizarse
en la producción de un bien para dedicarlos a la producción de un segundo bien.
Pero, ¿qué pasaría si el precio del queso disminuyera hasta tres dólares el kilo?
En ese caso, los trabajadores podrían ganar más produciendo vino, y la economía
se especializaría en la producción de vino y no en la de queso.
Del ejemplo anterior se puede concluir que sin Comercio internacional, nuestro país
hipotético necesitaría producir ambos bienes, pero produciría queso solamente en el caso
en que su coste relativo fuera igual a su coste de oportunidad. Dado que el coste de
oportunidad es igual a la relación de requerimientos de trabajo para la producción de uno
u otro bien, se puede resumir la determinación de los precios cuando no existe el
comercio internacional utilizando una sencilla teoría del valor trabajo: Sin comercio
internacional, el precio relativo de los bienes es equivalente a sus necesidades relativas
de trabajo por cada unidad producida.
1.3 El comercio en un mundo con un factor productivo.
Un ejemplo sencillo de los efectos del comercio entre países para el caso hipotético en
que cada uno dispusiera solamente de un factor de producción sirve para explicar de
manera efectiva sobre aspectos como qué hace que la competencia internacional y el
comercio entre países sean justos.
“Como antes, denominamos L a la cantidad de trabajo de nuestro país, y aLV y aLQ a los
requerimientos de trabajo por unidad de producción de vino y queso, respectivamente.
…cuando nos refiramos a algún aspecto del extranjero utilizaremos el mismo símbolo que
el referido a nuestro país, pero con un asterisco. Así, la cantidad de trabajo del extranjero
será L*; los requerimientos de unidades de trabajo en la producción de vino y queso serán
a*LV y a*LQ respectivamente, y así sucesivamente. En general, los requerimientos unitarios
de trabajo pueden seguir cualquier pauta. Por ejemplo, nuestro país puede ser menos
productivo que el extranjero en vino, pero más productivo en queso, o viceversa. De
momento, arbitrariamente, suponemos que:
o lo que es equivalente
… hay que recordar que la relación de los requerimientos unitarios de trabajo es igual al
coste de oportunidad del queso en términos de vino; y que hemos definido la ventaja
comparativa precisamente en función de esos costes de oportunidad. Así que el supuesto
acerca de las productividades relativas expresada en las ecuaciones (3.2) y (3.3) equivale
a decir que nuestro país tiene una ventaja comparativa en la producción de queso.”
Pero es pertinente señalar una situación significativa: Para poder afirmar que nuestro país
cuenta con dicha ventaja comparativa se requiere conocer los cuatro requerimientos
unitarios de trabajo, y no solo dos. (requerimientos de trabajo para la producción de vino y
queso en nuestro país, y requerimientos de trabajo para la producción e vino y queso en
el exterior).
Dadas la cantidad de trabajo y los requerimientos unitarios de trabajo en los dos países,
podemos dibujar la frontera de posibilidades de producción de cada uno. Ya lo hemos
hecho para nuestro país, dibujando FP en la Figura 3.1. La frontera de posibilidades de
producción para el extranjero es FP* en la Figura 3.2. Puesto que la pendiente de la
frontera de posibilidades de producción es igual al coste de oportunidad del queso en
términos de vino, la frontera del extranjero es más inclinada que la de nuestro país.
Cuando no hay comercio, los precios relativos del queso y el vino se determinan en cada
país en función de los requerimientos relativos de unidades de trabajo. Así, en nuestro país
el precio relativo del queso sería aLQ / aLV; en el extranjero sería a*LQ / a*LV.
Sin embargo, cuando permitimos que haya comercio internacional, los precios no se
determinarán simplemente por consideraciones nacionales. Si el precio relativo del queso
es más elevado en el extranjero que en nuestro país, será beneficioso exportar queso de
nuestro país al extranjero y exportar vino del extranjero a nuestro país. Pero no puede
seguir así indefinidamente. Llegará un momento en que nuestro país exportará suficiente
queso, y el extranjero suficiente vino, como para que se iguale el precio relativo. Pero,
¿qué es lo que determina el nivel al que se fija ese precio?
Igual que para el caso de cualquier bien, los precios de los productos comerciados entre
países (en condiciones de competencia perfecta), son determinados por el mercado, es
decir, por la interacción entre las fuerzas de oferta y demanda (internacional). Pero, al
incluir en el análisis las condiciones de ventaja comparativa entre países, se debe ser un
poco cautos, dado que no se podría llegar a conclusiones valederas si se tuviera en
cuenta el precio de equilibrio para UN solo producto, (es decir un análisis de equilibrio
parcial), y por tanto es necesario tener en cuenta la interacción entre los mercados de
varios bienes (es decir un análisis de equilibrio general).
En el ejemplo del profesor que se ha venido trabajando, se habla de dos bienes, (vino y
queso), donde las exportaciones de queso únicamente se intercambian por vino, y las
exportaciones de vino del extranjero únicamente se intercambian por queso. Veamos
cómo (Krugman, 2012) plantea el análisis de equilibrio general propuesto:
“Una forma útil de tener en cuenta ambos mercados a la vez es centrar el análisis, no
en las cantidades de queso y vino ofrecidas y demandadas, sino en su oferta y demanda
relativas, es decir, en el número de kilos de queso ofrecidos o demandados dividido por el
número de litros de vino ofrecidos o demandados. La Figura 3.3 muestra la oferta y
demanda mundiales de queso respecto al vino en función de la relación del precio del
queso respecto al vino. La curva de demanda relativa es DR; la curva de oferta relativa es OR.
El equilibrio general mundial exige que la oferta relativa sea igual a la demanda relativa, y
de esta manera el precio relativo mundial es determinado por la intersección de DR y OR.
La característica sorprendente de la Figura 3.3 es la curiosa forma de la curva de oferta
relativa OR: un «escalón» con dos secciones planas unidas por una sección vertical.
En los supuestos planteados para este ejemplo se había establecido que en nuestro país
se requería una hora de trabajo para producir un kilo de queso y dos horas para un litro de
vino. Suponiendo que en el extranjero se requieran seis horas para producir un kilo de
queso (menos eficiencia en la producción de queso), y que solamente se requirieran tres
horas de trabajo para producir un litro de vino, podríamos hacer el siguiente análisis.
Por otra parte, el coste de oportunidad del queso respecto al vino en el extranjero es
2: (porque las seis horas de trabajo dedicadas a la producción de un kilo de queso se
podrían destinar a la producir dos litros de vino) Esta situación se refleja en la parte plana
superior de la curva OR (figura 3.3).
La curva de demanda relativa DR indica que, a medida que el precio relativo del queso
aumente, los consumidores reemplazarán su consumo de queso por consumo de vino,
haciendo que la demanda relativa de queso se reduzca.
El precio de equilibrio relativo del queso se encuentra en el punto donde las curvas de
oferta y demanda relativas se crucen. En la Figura 3.3 esta situación es representada por
el punto 1, donde el precio relativo del queso se ubica en un margen previo al comercio en
los dos países. Por lo tanto, es lógico pensar que cada país se especializará en la
producción de aquel bien en el que posea ventaja comparativa: nuestro país únicamente
produciría queso, y el país extranjero únicamente produciría vino.
1.3.2 Las ganancias del comercio
Dado que en el ejemplo que hemos venido estudiando, nuestro país es más eficiente en
la producción de queso, la especialización en la producción y el comercio le permitirían
dedicarse exclusivamente a producir queso y luego intercambiarlo por vino, ya que le
saldría menos costoso que si lo produjera de manera directa.
Siguiendo el mismo raciocinio, para el país extranjero sería más conveniente dedicarse
exclusivamente a la producción de vino y luego acceder al queso a través del intercambio,
que produciéndolo de manera directa.
Por un lado, el país productor de queso (donde se dedica una hora a la producción de un
kilo) asignará a sus trabajadores el salario equivalente a un kilo de queso por hora, y por
otro lado, el país productor de vino (donde se dedican tres horas a la producción e un litro)
asignará a sus trabajadores el salario equivalente a 1/3 de litro de vino por hora.
Por otro lado, el salario relativo sería la comparación entre salarios de uno y otro país por
hora (12/4 = 3). Es decir, el salario relativo de los trabajadores nacionales será por tanto
igual a tres.
“… esta tasa salarial se sitúa entre las relaciones de productividad de las dos industrias en
ambos países. Nuestro país es seis veces más productivo que el extranjero en queso, pero
solo una vez y media más productivo en vino, y su tasa salarial acaba siendo tres veces
mayor que la del extranjero. Precisamente, debido a que el salario relativo está en un punto
intermedio de las productividades relativas, cada país tiene una ventaja en el coste en un
bien. Debido a su menor tasa salarial, el extranjero tiene ventaja en el coste del vino,
incluso a pesar de que tiene menor productividad. Nuestro país tiene ventaja en el coste
del queso, a pesar de su tasa salarial más elevada, porque el salario más alto es más que
compensado por una mayor productividad.
La primera idea errónea que se plantea por algunos opositores al libre comercio es que
éste sería beneficioso solamente si el país tiene la suficiente capacidad productiva para
afrontar la competencia internacional, lo que parecería lógico a la mayoría de la gente,
porque lo primero que se piensa es ¿qué pasa si el país no pudiera producir ningún
producto más eficientemente que los demás?
Este último aspecto conlleva a pensar en un segunda idea errónea que se expone a
continuación.
Se piensa que la competencia entre países es injusta y perjudicial para algunos países
cuando se basa en salarios bajos. Este argumento es uno de los caballos de batalla de
los sindicatos a la hora de plantear la necesidad de proteger la industria nacional de la
extranjera, por cuanto consideran que los empresarios nacionales no tendrían por qué
enfrentarse a industrias extranjeras menos eficientes que compiten en base a menores
salarios. (Por ejemplo en el caso de los zapatos Chinos).
Nuevamente, el modelo Ricardiano nos da luces para controvertir esta idea. Aunque un
país sea más productivo que los demás, y deba competir con industrias extranjeras que
basan su competitividad en una menor tasa salarial eso no significa que no pueda obtener
beneficios del comercio. Es indiferente si las industrias extranjeras compiten por alta
productividad, o bajos salarios. Lo verdaderamente relevante es que para el país es
menos costoso especializarse en la producción de ciertos bienes y luego intercambiarlos
por otros, que intentar producir de todo de manera menos eficiente. (ejemplo del vino y el
queso)
1.4.3 Explotación.
Lo anterior conduciría a pensar que los salarios bajos en países extranjeros son de cierta
manera una explotación a la mano de obra. Esa sería la siguiente idea errónea. Que por
medio del comercio unos países empobrecen a otros si sus trabajadores reciben unos
salarios comparativamente más bajos.
Para debatir sobre ésta idea nos basamos en las palabras de (Krugman, 2012) cuando
argumenta que:
… si nos estamos preguntando acerca de la bondad del libre comercio, la cuestión no está
en preguntarse si los trabajadores de bajos salarios merecerían cobrar más, sino en
preguntarse si ellos y su país están peor exportando bienes basados en salarios reducidos
de lo que lo estarían si rechazaran participar en un comercio tan degradante. Y, al
plantearnos esta pregunta, también debemos preguntarnos, ¿cuál es la alternativa?
Por muy abstracto que sea, nuestro ejemplo numérico nos hace ver que no podemos
afirmar que un salario bajo constituye una explotación si no conocemos cuál es
la alternativa. En el ejemplo, los trabajadores extranjeros cobran mucho menos que los
trabajadores nacionales, … Sin embargo, si el extranjero no se dejara «explotar» y
rechazara comerciar con nuestro país (o insistiera en imponer unos salarios mucho más
altos en su sector de exportación, lo que tendría el mismo efecto), los salarios reales serían
incluso más bajos. El poder adquisitivo del salario por hora de un trabajador se reduciría
desde 1/3 hasta 1/6 de kilos de queso”
2. ECONOMÍAS EXTERNAS DE ESCALA Y LOCALIZACIÓN
INTERNACIONAL DE LA PRODUCCIÓN.
Ya se había dicho que los países se especializan y comercian entre sí por dos razones:
por la diferencia en la dotación de recursos que les permite obtener ventajas comparativas
en la producción, y por la existencia de Economías de escala que permiten sacar mayor
provecho de la especialización en la producción de una gama particular de productos.
Sin embargo, en el caso de las economías de escala externas donde los rendimientos
crecientes se presentan gracias a la eficiencia de la industria y no de algunas empresas
particulares, el resultado no tiene por qué ser el mismo.
Veamos un ejemplo acerca del beneficio de las economías de escala a nivel internacional
propuesto por el profesor (Krugman, 2012).
Podemos utilizar este ejemplo para ver por qué las economías de escala proporcionan un
incentivo para el comercio internacional. Imagine un mundo formado por dos países,
Estados Unidos y el Reino Unido, ambos con la misma tecnología para producir aparatos, y
suponga que cada país produce inicialmente 10 aparatos. Según la tabla, esto requiere 15
horas de trabajo en cada país, por tanto, en el mundo en su conjunto se requieren 30 horas
de trabajo para producir 20 aparatos. Pero ahora suponga que concentramos la producción
mundial de aparatos en un país, Estados Unidos, y permitimos que Estados Unidos emplee
30 horas de trabajo en la industria de aparatos. En un solo país estas 30 horas de trabajo
pueden producir 25 aparatos. Por tanto, concentrando la producción de aparatos en
Estados Unidos, la economía mundial puede usar la misma cantidad de trabajo para
producir un 25 % más de aparatos “
Este ejemplo sugiere que Estados unidos tendría que conseguir nuevos trabajadores para
la producción de aparatos, por lo que tendría que abandonar la producción de otro tipo de
bienes que pasarían a ser producidos por el Reino Unido, que usará allí a los trabajadores
que anteriormente se dedicaban a la producción de aparatos. En pocas palabras, se
presentaría un reemplazo en las actividades productivas de cada país y una
especialización de la mano de obra en cada uno de ellos. En este escenario, el Comercio
Internacional permitiría que cada país aproveche las economías de Escala, y que los
consumidores no deban sacrificar la variedad de productos de que disponen.
Las economías de escala en general (internas o externas) logran reducir el coste medio
de producción de cualquier bien, por lo que en determinados casos significa un aumento
en la rentabilidad de las empresas o una reducción en las pérdidas, pero en todo caso,
permiten un aumento en la competitividad. Se habla de economías de escala externas
cuando el coste unitario del producto se logra reducir gracias al tamaño de la industria, y
no necesariamente por el tamaño de cada empresa. Mientras que se habla de economías
de escala internas cuando el coste unitario se logra reducir por el tamaño de una empresa
individual, sin tener en cuenta el de la industria.
Sin embargo, esta reducción en costes unitarios, dependiendo del tipo de economía de
escala que la haya permitido, conlleva a la aparición de la competencia perfecta o
imperfecta. Por ejemplo, las economías externas se presentan en industrias con
numerosas empresas de tamaño menor (Competencia perfecta), mientras que las
economías internas son logradas en industrias conformadas por pocas empresas de gran
tamaño, (competencia imperfecta).
Aquella situación en la que los mercados tienden a estar dominados por una empresa
(Monopolio) o pocas empresas (Oligopolio) se conoce como competencia imperfecta dado
que estas pocas empresas podrían modificar artificialmente el precio de los productos (al
no tener competencia) y de esta manera afectar al consumidor final.
Mientras que cuando existen muchas empresas en un sector, sin que ninguna tenga el
tamaño suficiente para dominar el mercado, se habla de competencia perfecta, porque el
precio será determinado por la interacción entre las fuerzas de oferta y demanda el
mercado.
El primero en analizar las economía de Escala Externas fué el economista ingles Alfred
Marshall, quien observó la aparición de lo que él llamo “Distritos Industriales”, que no eran
otra cosa que incipientes concentraciones de industrias en algunas zonas geográficas que
no se podían explicar por la disponibilidad de recursos naturales.
Marshall identificó tres ventajas que obtiene una empresa al ubicarse en un distrito
industrial. En el siguiente gráfico podemos identificarlas:
Ventajas de los
Distritos
Industriales
Hemos visto hasta aquí que las economías externas hacen del comercio internacional un
aspecto necesario para la satisfacción de la demanda a nivel mundial. Por ejemplo, la
industria del cine de Hollywood provee entretenimiento al resto del mundo. Esto hace que
el comercio tenga efectos sobre el nivel y características de la producción mundial, así
mismo sobre los precios y en últimas sobre el bienestar
Para abordar el efecto de las economías externas sobre la producción y los precios
vamos a recurrir nuevamente a un ejemplo expuesto por (Krugman, 2012).
Al aparecer la posibilidad del comercio parece claro que la industria China de los botones
se ampliará, mientras que la estadounidense se contraerá. Y este proceso se alimentará a
sí mismo: a medida que aumente la producción de la industria China, sus costes
disminuirán aún más; a medida que disminuya la producción estadounidense, sus costes
aumentarán. Al final, podemos esperar que toda la producción de botones se concentre en
China. En la Figura 7.3 se ilustran los efectos de esta concentración. Antes de la apertura
al comercio, China proveía únicamente a su mercado nacional de los botones. Tras el
comercio, provee al mercado mundial, produciendo botones tanto para los consumidores
chinos como para los estadounidenses.
Observe los efectos de esta concentración de la producción sobre los precios. Puesto que
la curva de oferta china tiene pendiente negativa, la mayor producción derivada del
comercio da lugar a un precio (de botones) inferior al que había antes del comercio.
Recuerde que el precio de los botones era inferior en China que en Estados Unidos antes
del comercio. Lo que esto nos dice es que el comercio da lugar a unos precios que son
inferiores a los precios que había en cualquiera de los países antes del comercio.
…el efecto del comercio es una reducción del precio en todas partes. La razón… es que,
cuando hay economías de escala externas, el comercio internacional hace posible
concentrar la producción mundial en una única localización y, por tanto, reducir los costes
aprovechando las ventajas de unas economías externas aún más potentes.
Sin embargo, el hecho de contar con alguna ventaja inicial no garantiza que el país
correcto produzca aquellos bienes en los que podría obtener provecho de las economías
externas. Por tanto es posible que en ocasiones algunos países pudieran estar
temporalmente en mejor situación sin comercio que con él.
Es importante destacar también que, aunque las economías externas pueden generar, a
veces, patrones de especialización y comercio desfavorables, sigue siendo beneficioso
para la economía mundial el aprovechamiento de los beneficios de la concentración
industrial. Canadá estaría mejor si Silicon Valley se encontrara cerca de Toronto en lugar
de en San Francisco; Alemania estaría mejor si la City (el distrito financiero de Londres
que, junto a Wall Street, domina el mercado financiero mundial) se pudiera desplazar a
Frankfurt. Sin embargo, para el mundo en su conjunto es mejor que cada una de estas
industrias se concentre en alguna parte.
.
Cuando una empresa realiza una mejora en uno de sus productos, toda la industria a la
que pertenece termina beneficiándose de esa mejora o nueva técnica de producción
gracias al efecto de desbordamiento del conocimiento del que se hablaba anteriormente, y
por tanto, los costes de producción de la industria bajan en la medida en que se acumula
experiencia.
Las economías de escala dinámicas, como las economías externas en un momento dado,
justifican potencialmente el proteccionismo. Suponga que un país pudiera tener costes
suficientemente bajos para producir un bien para la exportación si tuviera más experiencia
en su producción, pero que, dada la falta de experiencia actual, no se puede producir el
bien de forma competitiva. Dicho país podría incrementar su bienestar a largo plazo
fomentando la producción el bien mediante un subsidio o protegiendo la industria frente a
la competencia extranjera hasta que esta se pueda sostener por sí misma. El argumento
para la protección temporal de industrias para permitirlas ganar experiencia es conocido
como el argumento de la industria naciente, y ha desempeñado un importante papel en los
debates sobre el papel de la política comercial en el desarrollo económico.
LA TERCERA PARTE DE LA UNIDAD SE TRABAJARÁ EN EL SEGUNDO 50%
La gráfica No 2 nos permite observar la fluctuación del tipo de cambio hasta los primeros
días de mayo de 2015 donde claramente se aprecia la subida en el precio del dólar desde
el último trimestre de 2014 que alcanzó a rondar los $2,670 pesos por dólar en marzo de
2015.
Esa fuerte fluctuación en el incremento del tipo de cambio implica que la economía
Colombiana debió haber enfrentado una serie de situaciones para estabilizarse y
mantener un adecuado crecimiento.
En una economía abierta se requiere contar con Divisas (moneda extranjera) para que el
comercio internacional (importaciones y exportaciones) y las transacciones propias del
turismo y el mercado de capitales fluyan con facilidad. Por lo tanto, se crea un Mercado
Divisas en el que las fuerzas de oferta y demanda hacen fluctuar el precio de la moneda
extranjera dependiendo de su alta o baja disponibilidad interna. En otras palabras, el tipo
de cambio es el “precio” al que se puede adquirir una moneda extranjera, que
generalmente es el dólar. (Aunque podría ser cualquier otra).
Otra situación muy diferente dentro de este contexto experimentarán los importadores de
bienes, que ahora adquieren los productos a un precio mucho más alto, o las empresas
que habían adquirido deuda en dólares, pues ahora sale mucho más costoso el pago de
la financiación, dado que el valor de la cuota (en pesos) es más alta.
Como vemos, el tipo de cambio es uno de los precios más importantes de una economía
abierta, porque afecta directamente el resultado de la cuenta corriente y otras variables
macroeconómicas. Aunque se debe tener en cuenta que algunos países aplican
diferentes doctrinas económicas y por lo tanto el manejo de la tasa de cambio es
diferente. Por ejemplo, en Venezuela la tasa de cambio no fluctúa libremente dado que el
Gobierno Regula la tasa a la que se “acepta” el intercambio de dólares. No obstante, se
ha generado un mercado paralelo (mercado negro) en el que la tasa de cambio es muy
superior a la oficial, dado que la demanda de dólares es muy superior a la oferta
disponible en ese país.
$2.600
Pesos por Dolar
$2.400
$2.200
$2.000
$1.800
Los tipos de cambio cumplen una labor fundamental en el comercio internacional pues
permiten hacer una comparación de precios relativos para los bienes adquiridos en
diferentes países. Por ejemplo, hoy en día es factible que un consumidor que piensa
adquirir un computador pueda consultar y comparar precios por internet, o incluso
comprarlo directamente a su proveedor en estados Unidos. Para establecer el valor de
cada computador en pesos, debe conocer el valor del tipo de cambio vigente en el
momento en que vaya a realizar el pago para poder hacer el cálculo correspondiente.
Ejemplo:
Es evidente que para poder realizar una comparación, necesitamos pasar los valores a
una misma moneda, es decir, convertir los pesos a dólares, ó los dólares a pesos, y para
eso necesitamos conocer el tipo de cambio.
Como el tipo de cambio es el valor de una moneda en función de otra, puede establecerse
el valor del dólar respecto al peso ó del peso respecto al dólar.
Ahora, podemos utilizar cualquiera de los dos valores, $2.388 ó US$0,00041876 para
convertir los precios de los computadores a la misma moneda. (a pesos ó a dólares)
Para saber el precio del computador 1 en pesos, basta con Multiplicar su valor en dólares
por la tasa de cambio: 399 x 2388 = $952.812
Para saber el precio del computador 2 en dólares, tendríamos que multiplicar su valor en
pesos por la tasa de cambio indirecta: 1.000.000 x 0,00041876 = US$ 418,76
Este sencillo ejemplo nos ha permitido comprobar que sin conocer el tipo de cambio es
imposible poder comparar precios de bienes expresados en monedas de diferentes
países.
Como ya se ha dicho los tipos de cambio fluctúan debido a la interacción entre la oferta y
la demanda del mercado de divisas, por lo tanto, una subida o bajada en el tipo de cambio
implica que la moneda nacional gane o pierda valor respecto a la moneda extranjera.
Una pérdida de valor de la moneda nacional respecto a la extranjera se conoce como una
depreciación de la moneda nacional (lo que implícitamente significa una apreciación de
la moneda extranjera).
Por ejemplo, lo que ha sucedido con el tipo de cambio del Peso respecto al dólar en el
último año es una Depreciación, puesto que se pasó de pagar $1.900 pesos para adquirir
un dólar a pagar cerca de $2.400 pesos, en otras palabras, ahora se tiene que dar una
mayor cantidad de pesos para adquirir la misma cantidad de la moneda extranjera. (lo que
implícitamente nos lleva a concluir que el dólar se ha hecho más caro, es decir se ha
apreciado)
Por el contrario, un incremento en el valor de la moneda nacional respecto a la moneda
extranjera se conoce como una apreciación de la moneda nacional (lo que
implícitamente significa una depreciación de la moneda extranjera).
En el ejemplo de los computadores expuesto anteriormente se podía establecer que salía
menos costoso hacer la compra con el proveedor de MIAMI, puesto que
comparativamente el costo era menor. Sin embargo, dado que el pago es en dólares, una
depreciación en el tipo de cambio podría hacer que cambiáramos de opinión rápidamente.
Veamos porqué:
Imaginemos que a los pocos días de haber hecho nuestra cotización, la tasa de cambio
fluctúa fuertemente y se ubica en $2.581. Esa fuerte pérdida de valor (depreciación) del
peso frente al dólar ocasiona que el computador de nuestro proveedor en MIAMI pase a
ser más costoso que el del proveedor de Bogotá, aún cuando sigue teniendo el mismo
precio de US$399.
US$399 x 2581 = $1.030.000 pesos ($30.000 por encima del proveedor de Bogotá)
Como vemos, cuando una moneda se aprecia, la otra se deprecia simultáneamente. Por
lo tanto, para evitar equivocaciones en el análisis, cuando se habla de apreciación o
depreciación de una moneda, siempre se debe indicar a qué moneda nos estamos
refiriendo.
Antes de continuar, vale la pena hacer una aclaración. En palabras de (Cárdenas, 2013),
“los términos devaluación y revaluación se utilizan para sistemas en los que las
autoridades fijan la tasa de cambio, mientras que depreciación y apreciación se utilizan
para variaciones en la tasa de cambio producidas por el mercado”. Sin embargo, es
común que se utilicen de manera indistinta como sinónimos, es decir, para efectos del
análisis y en términos prácticos, es lo mismo la devaluación que la depreciación de la
moneda, y de la misma manera, significa lo mismo revaluación que apreciación de la
moneda.
Pero, ¿de dónde saca el banco las divisas para pagar al proveedor en Estados Unidos?.
El banco participa en lo que se denominan operaciones interbancarias, en las que los
mismos bancos venden y compran divisas de acuerdo a sus posiciones de liquidez o
iliquidez en donde los montos negociados son comparativamente más altos que las
negociaciones realizadas por las empresas. De tal manera que existe una tasa de cambio
interbancaria (al por mayor) que es diferente y más baja que la tasa de cambio para el
resto de agentes del mercado (al por menor).
Los bancos Centrales: La intervención del banco Central, Banco de la República para el
Caso Colombiano es determinante en el comportamiento del mercado de Divisas, puesto
que los agentes basan sus decisiones de compra o venta de divisas teniendo en cuenta
por ejemplo el manejo que se le dé a la política monetaria y demás decisiones
macroeconómicas.
Respecto a las características del mercado de Divisas, (Krugman, 2012) nos dice lo
siguiente:
“La integración de los centros financieros impide que aparezcan diferencias significativas
entre el tipo de cambio del dólar respecto al euro fijado en Nueva York a las nueve de la
mañana y el fijado en ese mismo momento en Londres (que corresponde a las dos de la
tarde, hora de Londres). Si el Euro se vendiese en Nueva york a 1,1 dólares y a 1,2 en
Londres, se podrían obtener beneficios a través del arbitraje, proceso por el que se
compra moneda a un precio barato y se vende posteriormente a un precio más elevado.
Con los precios anteriores, un agente podría, por ejemplo, comprar un millón de euros en
Nueva York por 1.100.000 dólares y venderlos inmediatamente en Londres por 1.200.000
dólares, obteniendo un beneficio bruto de 100.000 dólares. Sin embargo, si todos los
agentes intentan aprovechar esta oportunidad, la demanda de Euros en Nueva York
conduciría al alza de su precio expresado en dólares, y la oferta de euros en Londres
presionaría a la baja de su precio en dólares. Las diferencias entre los mercados de divisas
de Nueva York y de Londres desaparecerían muy rápidamente. Desde el momento en que
los agentes en el mercado observan atentamente las pantallas de sus terminales para
detectar posibles oportunidades, las pocas que aparecen tienen un margen muy reducido y
duran muy poco tiempo.
Aunque una transacción cambiaria puede afectar a dos monedas cualesquiera, la mayoría
de las transacciones cambiaras entre bancos se reduce al cambio de otras monedas por
dólares estadounidenses. ¡Esto ocurre incluso cuando el objetivo de un banco es vender
una moneda que no sea el dólar y comprar otra diferente!. Por ejemplo, un banco que
desee vender francos Suizos y comprar shekels israelíes normalmente venderá sus
francos a cambio de dólares y posteriormente utilizará los dólares para comprar shekels.
Aunque este procedimiento puede parecer un rodeo, de hecho resulta más barato para el
banco que la alternativa de tener que buscar un propietario de shekels que desee adquirir
francos suizos. La ventaja de intercambiar a través del dólar es una consecuencia del
protagonismo que desempeña Estados Unidos en la economía mundial…”
En una operación a plazo por ejemplo, dos partes pueden acordar el 30 de abril
intercambiar una suma de $24.000.000 por US$10.000 dólares el 30 de mayo. El tipo de
cambio a plazo sería de 2400 pesos por dólar, y generalmente será distinto del tipo de
cambio al contado, porque por ejemplo, el 30 de abril el tipo de cambio era de 2388, y el
30 de mayo no se tiene certeza si sea superior o inferior a 2400.
Lo que logra quien compra los dólares el 30 de abril es minimizar la posibilidad que el 30
de mayo (cuando necesita recibir los dólares) el tipo de cambio haya subido y le salga
más costoso adquirir los dólares. Por supuesto, también se arriesga a que el tipo de
cambio baje y deba pagar la adquisición a 2400 aunque el tipo de cambio al contado el
30 de mayo sea inferior.
Dado que la diferencia es notable entre los tipos de cambio al contado y a plazo, se
requiere indicar siempre si el tipo de cambio al cual nos referimos es a plazo En caso de
no mencionar nada, se asume que el tipo de cambio referido es al contado.
De esta manera, la demanda por divisas puede obedecer a la intención de invertir en ellas
a manera de activos, en búsqueda de obtener una rentabilidad futura y una conservación
real del valor. Sin embargo, conviene recordar que los ahorradores (inversionistas) tienen
en cuenta otros aspectos además de la rentabilidad al momento de invertir en un activo,
por lo tanto se requiere prestar especial cuidado al riesgo (variabilidad que aporta a la
riqueza del ahorrador), y la liquidez, (facilidad con que el activo se puede vender en el
futuro para convertirlo nuevamente en dinero).
El tipo de cambio que fija el mercado es aquel en el cual los participantes en el mercado
están satisfechos con mantener la oferta existente de depósitos en todas las divisas.
Cuando los agentes del mercado están dispuestos a tener la oferta existente de depósitos
de todas las divisas, se dice que el mercado de divisas está en equilibrio.
“El mercado cambiario se encuentra en equilibrio cuando los depósitos de todas las divisas
ofrecen la misma tasa de rentabilidad esperada. La condición de igualdad entre las
rentabilidades esperadas de dos depósitos denominados en dos divisas cualesquiera, y
expresadas en la misma unidad monetaria, se define como la condición de la paridad de
intereses. Esta condición implica que los tenedores potenciales de depósitos en divisas
consideran todos los depósitos como activos igualmente deseables, siempre que sus tasas
de rentabilidad esperada sean iguales.
Teniendo claro que una de las funciones del dinero es servir como depósito de valor, es
decir, que las personas se interesan en “guardar” su dinero para poder gastarlo en el
futuro, cobra especial relevancia el concepto de “tasa de interés”, es decir el precio del
dinero que están dispuestos a pagar quienes demandan dinero, y el precio que cobran
quienes disponen de excedentes para ahorrar o prestar. Vemos nuevamente que la tasa
de interés, como cualquier precio fluctúa en el mercado por la interacción entre la oferta y
la demanda.
Los cambios en la tasa de interés impactan de manera directa en las decisiones de ahorro
y consumo, la inversión de las empresas, la solicitud de créditos para inversión o
consumo, etc. Es decir, la tasa de interés tiene una relación directa con la mayoría de
variables macroeconómicas.
Tasa activa: También se conoce como la “Tasa de Colocación”, que es la tasa de interés
que cobran las entidades financieras a quienes demandan dinero en crédito. (El dinero
que el banco Tienes para prestar hace parte de sus activos)
Tasa pasiva: También se le conoce como “Tasa de captación”, que es la tasa de interés
que ofrecen los bancos a sus ahorradores por depositar allí su dinero en cuentas de
ahorro o CDT´s. (El dinero que captan las entidades financieras es un pasivo para ellas,
pues se convierten en una obligación del Banco para con sus ahorradores)
Otra tasa de interés que provee importante información al mercado es la tasa de interés
que paga el gobierno por captar recursos del público mediante la colocación de títulos de
tesorería TES, ya que esta tasa sirve de mínimo para fijar las tasas a las que los agentes
están dispuestos a endeudarse, pues los títulos del gobierno TES, en teoría son los
mecanismos de inversión que garantizan el menor riesgo, y por tanto, la competencia del
mercado, hace que las tasas de interés que manejan los demás agentes, converjan hacia
ésta.
Una distinción fundamental es la que existe entre tasa de interés nominal y tasa de interés
real. La primera es … la diferencia porcentual entre el valor de repago de un préstamo y su
monto inicial, ambos medidos en pesos. De acuerdo con la definición de Irving Fisher, la
tasa de interés real (r) es la diferencia entre la tasa de interés nominal (i) y la inflación
℮ ℮
esperada π , es decir: r = i - π . Si la inflación esperada para el próximo año es 5% y la
tasa de interés (DTF) es 7,5%, la tasa de interés real es entonces 2,5%. Cuando las tasas
reales se calculan a partir de la inflación observada, en vez de la esperada, se obtiene la
tasa de interés real ex post.
La distinción entre la tasa de interés nominal y real es importante porque esta última, al
captar el costo real de un préstamo, es un mejor indicador de los incentivos para ahorrar o
endeudarse. Como es de esperar, cuando la tasa de interés real es baja, hay más
incentivos para endeudarse y menos incentivos para ahorrar.
Con base en lo explicado por Cárdenas, se entiende por qué la tasa de interés determina
el comportamiento del ciclo económico, pues si las tasas de interés reales son bajas se
estimula el consumo y la inversión y por tanto se promueve el crecimiento económico
(aunque se da rienda suelta a la inflación dado que hay mucho dinero circulando en el
sistema). El caso contrario, una alta tasa de interés real, promueve el ahorro, pero
desestimula el consumo y la inversión (aunque permite controlar el crecimiento acelerado
de la inflación al restringir la cantidad de circulante).
El dinero circulante en la economía está compuesto por las monedas y billetes en poder
del público (M1), con el cual se efectúan todas las transacciones de intercambio de bienes
y servicios entre los agentes económicos (economías domésticas, empresas, sector
público, sector financiero, etc). Sin embargo, hoy en día es común que muchas
transacciones se realicen utilizando el llamado “dinero plástico”, que corresponde a los
pagos realizados con tarjetas débito o crédito, donde se realiza una simple operación
electrónica en las cuentas bancarias ó créditos bancarios de quien paga y quien recibe el
pago. Por lo tanto, si a la cantidad de billetes y monedas en poder del público le sumamos
los depósitos de las personas en cuentas de ahorro o cuentas corrientes, y además los
CDT, obtenemos el agregado monetario M2, que vendría siendo una aproximación a la
oferta monetaria del país, es decir, a la cantidad de dinero en circulación en el país.
Sin embargo, es conveniente tener presente la diferencia entre la oferta monetaria (dinero
en circulación M2) y la Base monetaria, que viene siendo el dinero creado inicialmente por
el Banco Central (Banco de la República). La base monetaria es una cifra mucho menor
que la oferta monetaria gracias a la labor desarrollada por los Bancos Comerciales, que
permiten crear dinero mediante su labor de intermediación, ya que los Bancos captan
dinero del público, pero lo conceden en crédito a otras personas.
Lo que permite el encaje bancario es que los $100 emitidos inicialmente como base
monetaria se conviertan en una oferta monetaria mayor pero no infinita. Veamos porqué:
Como vemos, los $100 iniciales se han convertido en $100 + $90 + $81 + ….
Podemos concluir entonces que el Banco Central puede ejercer un control sobre la oferta
monetaria (cantidad de dinero en circulación) en primera instancia mediante la
determinación de la base monetaria y el encaje Bancario. Pero, después de que el dinero
ya esté en circulación, ¿cómo debe hacer el Banco Central para controlar los
desequilibrios en la oferta montería y de esta manera intervenir en el manejo de la
inflación, el crecimiento económico y la tasa de cambio?.
Otro mecanismo que afecta la base monetaria son los préstamos del banco central a los
bancos comerciales, en ejercicio de su función de prestamista de última instancia. Estos
préstamos se conocen como redescuentos y significan un aumento en la base monetaria.
Por supuesto, el Banco de la República cobra una tasa de interés por estos créditos,
denominada tasa de redescuento. Mientras menor sea esta tasa, más recursos solicitarán
los bancos comerciales al banco central.
En este contexto, la función del Banco Central consiste en controlar la tasa de cambio de
tal manera que su fluctuación no sea demasiado fuerte, es decir, que no se presenten
situaciones de revaluación o devaluación exagerados, pues esto podría ocasionar en
algún momento la quiebra tanto de importadores como de exportadores y por esa vía, se
podría generar una crisis que perjudicaría al conjunto de la economía del país.
Conviene tener en cuenta que cada país define la manera en que determina la tasa de
cambio entre su moneda nacional y las divisas. A eso se le denomina “Régimen
Cambiario”, y básicamente existen dos tendencias: Una que propone mantener fija la casa
de cambio, y otra que defiende la idea de que la tasa de cambio sea libremente
determinada por el mercado. Sin embargo, existen también opciones intermedias, como
las que se han venido aplicando en Colombia.
En general se pueden clasificar los sistemas de tasa de cambio fija en 5 grupos que se
mencionan a continuación:
Uniones Monetarias: Los países dejan de usar su propia moneda y definen una
moneda común para el grupo de países que conforman la unión. ( Como en el
caso de la Unión Europea o la Comunidad financiera Africana)
Tasa de cambio fija pero ajustable: El banco Central fija la paridad de la moneda
respecto a las divisas, pero no existe un compromiso de que no se modifique en el
futuro a corto o mediano plazo, incluso la cotización del dólar puede llegar a
ajustarse diariamente para subsanar las diferencias entre inflación interna y
externa y así mantener la paridad del poder adquisitivo.
Uno de los sistemas más comunes y populares hoy en día es el de tasa de cambio flexible
que, como su nombre lo indica, permite que el precio de la divisa fluctúe libremente. En
este caso, en teoría, las autoridades no deben intervenir en el mercado cambiario. En la
práctica, sin embargo, muy pocos países están dispuestos a dejar flotar sus monedas. La
razón es que la flotación genera algunos inconvenientes que no todas las autoridades
están dispuestas a tolerar.
Por ello, muchos países que dicen flotar en realidad no lo hacen. El principal problema de
la flotación es que (…), un aumento súbito de la tasa de cambio puede generar problemas
inflacionarios. En contraste, una apreciación genera pérdidas de competitividad (se
encarece la producción doméstica), lo cual reduce la rentabilidad de la actividad
exportadora. Bajo estas circunstancias los exportadores generan presión para que el banco
central intervenga y evite la caída en el precio del dólar.