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Evaluación Psicológica
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Psicología clínica
Entrevista clínica
155
156 PSICOLOGÍA CLÍNICA
TRANSFERENCIA Y CONTRATRANSFERENCIA
SOBRE EL ENTREVISTADOR
2002).
160 PSICOLOGÍA CLÍNICA
SOBRE EL ENTREVISTADO
TIPOS DE ENTREVISTAS
Atención
Escuchar
Sintonía
de tal forma que éste sea consciente de que está siendo escucha-
do y que se está respondiendo a su discurso, sus sentimientos y
sus preocupaciones.
Al comunicarle al cliente que está siendo escuchado le dará
mayor confianza, apertura y seguridad para continuar el diálo-
go. Canto (1997) menciona tres aspectos necesarios para lograr
que el paciente sienta que está siendo escuchado: el contacto
visual, la postura y el seguimiento verbal.
El psicólogo clínico debe iniciar con el contacto visual, ya que
a partir de éste se forman las buenas o malas impresiones que
facilitarán el desarrollo de la sesión.
© Editorial El
Observación
guaje corporal, tono de voz, velocidad del habla, uso del espacio
físico y del tiempo, entre otras cosas.
168 PSICOLOGÍA CLÍNICA
Información
Empatía
Interrogatorio
Clarificación
Paráfrasis
Confrontación
Interpretación
Lectura
El sesgo de los instrumentos
de medición
Las evaluaciones psicológicas deben garantizar la equidad y validez de las interpretaciones y decisiones adoptadas a partir de las
mismas. Para ello es necesario la utilización de instrumentos libres de sesgo, y capaces de evaluar necesidades personales y sociales
de individuos con diferentes características. El estudio sobre el posible sesgo de los tests, o de parte de sus ítems, ha ocupado un lu-
gar relevante en la investigación psicométrica de los últimos 30 años y es previsible que siga constituyendo un importante foco de in-
terés para los profesionales e investigadores implicados en la evaluación mediante el uso de los tests. Este trabajo pretende abordar
esta perspectiva ofreciendo al psicólogo aplicado unas directrices y un bagaje de conocimientos sobre los conceptos de sesgo, fun-
cionamiento diferencial e impacto, los procedimientos de detección de ítems o tests sesgados y la evaluación de sus posibles causas
para, en conjunto, mejorar la validez de las mediciones psicológicas.
Palabras clave: Sesgo, Funcionamiento diferencial del ítem, Procedimientos de detección, Tests justos, Validez.
Psychological assessment must ensure the equity and validity of interpretations and of any decisions taken as a result of them. That is
it necessary the use of bias-free assessment instruments those are capable of evaluating the personal and social needs of individuals
with different characteristics. The study about the possible bias of tests, or some of their items, has had great relevance in psychome-
tric research for the last 30 years and it will probably continue to be an important focus of interest for professionals and researchers
involved in psychological and educational testing. The aim of this paper is providing to the applied psychologist the background
about bias, differential functioning and impact concepts, item or tests bias detection procedures and evaluation of its possible causes
and, therefore, for improving the validity of psychological measurement.
Key words: Bias, Differential Item Functioning (DIF), Detection procedures, Fair tests, Validity.
L
os tests constituyen uno de los instrumentos de medición no es tarea fácil. Aspectos como el contexto so-
medida estandarizados más empleados en las ciocultural, el proceso de construcción y/ o adaptación,
ciencias sociales y de la salud, especialmente en las condiciones de aplicación, la interpretación de las
psicología y educación. N o hay que olvidar que un test puntuaciones y el grado de formación del profesional
se administra con un objetivo concreto, generalmente (Muñiz y Hambleton, 1996) pueden ocasionar que el test
para tomar decisiones que en la mayoría de ocasiones sea injusto en su aplicación. Como afirman estos auto-
son relevantes para la vida del individuo receptor. Así res, la mayoría de los problemas en torno a los tests pro-
por ejemplo, en España se emplean tests para entrar a vienen de su uso inadecuado, más que del test en sí, de
los cuerpos de seguridad, conseguir un puesto de traba- su construcción, o de sus propiedades técnicas. Por lo
jo, superar una materia en la universidad, formar parte
tanto, asumiendo que las dos primeras cuestiones están
de un programa de intervención, entre otros. Por lo tan-
solventadas, el interés se traslada a las propiedades téc-
to, es de extrema importancia que los profesionales que
nicas o psicométricas del test.
emplean este tipo de instrumentos se cercioren de que
garantizan la igualdad de oportunidades y el tratamien-
SESGO, IM PACTO Y DIF
to equitativo de los individuos a los que se les administra
En este contexto, la presencia de un posible sesgo en los
el test en cuestión, en otras palabras, que el test sea justo
ítems que componen el test es una preocupación central
en las decisiones que de él se derivan.
Pero, ¿cuándo podemos afirmar que un test es justo? en la evaluación de la validez de los instrumentos de me-
Decidir hasta qué punto un test está siendo justo en su dida, entendiendo por validez el grado en que la evi-
dencia empírica y el razonamiento teórico apoyan la
adecuación e idoneidad de las interpretaciones basadas
Correspondencia: Juana Gómez-Benito. Dpto. Metodología de en las puntuaciones de acuerdo con los usos propuestos
las Ciencias del Comportamiento. Facultad de Psicología. Uni-
versidad de Barcelona. Paseo Valle Hebrón, 171. 08035-Barce- por el test (Messick, 1989; Prieto y Delgado, 2010). Así
lona. España. E-mail: juanagomez@ub.edu pues, cuando afirmamos que un test determinado es váli-
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Sección Monográfica SESGO Y TESTS JUSTOS
do, lo que realmente estamos diciendo es que la puntua- do para este último tipo de resultados, que únicamente
ción obtenida tiene un significado específico, asumiendo hace referencia a las propiedades psicométricas, es fun-
que este significado es el mismo en los distintos grupos cionamiento diferencial del ítem (Differential Item Func-
para los cuales el test ha sido validado. N o obstante, pa- tioning, DIF), denominación adoptada a raíz de la
ra garantizar que una puntuación de un test presenta el publicación de Holland y Thayer (1988) con la finalidad
mismo significado en diversos grupos, se requieren nu- de distinguir entre ambos conceptos.
merosos estudios que evalúen distintas evidencias de la Formalmente se afirma que un determinado ítem pre-
validez del test (APA, AERA, y N CME, 1999). La existen- senta DIF si a nivel psicométrico se comporta diferencial-
cia de sesgo en los instrumentos de medida psicológicos mente para diversos grupos, es decir, el DIF indica una
puede representar una seria amenaza contra la validez diferencia del funcionamiento del ítem (o test) entre gru-
de dichos instrumentos en los que algunos de sus ítems pos comparables de examinados, entendiendo por com-
están beneficiando a ciertos grupos de la población en p a r a b les a q uellos g r up os q ue ha n si d o i g ua la d os
detrimento de otros de igual nivel en el rasgo que intere- respecto al constructo o rasgo medido por el test (Poten-
sa medir. De modo complementario, el hecho de que no za y Dorans, 1995). En otras palabras, un ítem presenta
haya sesgo de los ítems representa una evidencia del DIF cuando grupos igualmente capaces presentan una
grado de generalización de las interpretaciones basadas probabilidad distinta de responderlo con éxito o en una
en las puntuaciones del tests para distintos subgrupos de determinada dirección en función del grupo al que per-
una o varias poblaciones. tenecen. En la terminología propia del DIF se denomina
El tema del sesgo ha acaparado la atención de los in- grupo focal al conjunto de individuos, generalmente mi-
vestigadores y profesionales, especialmente desde la po- noritario, que representa el foco de interés del estudio y
lémica generada por los estudios de Jensen (1 9 6 9 , que normalmente es el grupo desaventajado, mientras
1980). Este autor consideró que la inteligencia era here- que el grupo de referencia , generalmente mayoritario,
ditaria y que, por tanto, las diferencias que se observa- se refiere a un grupo de individuos estándar respecto al
ban entre grupos raciales eran atribuibles a la genética. cual se compara el grupo focal. Sin embargo, el hecho
Evidentemente esta afirmación activó efusivas discusio- que un instrumento de medida obtenga resultados siste-
nes entre genetistas y ambientalistas. Estos últimos defen- máticamente inferiores en un grupo en comparación a
dían que la explicación de las diferencias entre los otro no necesariamente implica la presencia de DIF, sino
grupos había que buscarla en el posible sesgo cultural que pueden existir diferencias reales entre los grupos en
de los tests de inteligencia. En ese momento, el papel de el rasgo medido por el test en cuestión. En este caso se
los psicómetras se centró en averiguar hasta qué punto habla de impacto (Camilli y Shepard, 1994) o diferen-
las diferencias entre grupos eran debidas a característi- cias válidas (van de Vijver y Leung, 1997).
cas reales de los individuos de cada grupo o a artefactos Una vez aclarada la diferencia entre sesgo, DIF e im-
generados por el propio instrumento. Este debate generó pacto, imaginemos que estamos estudiando un ítem po-
un nuevo conflicto semántico: ¿sesgo cultural o propieda- tencialmente sesgado en contra de un grupo minoritario.
des psicométricas distintas? ¿Cómo podemos evaluar la presencia de DIF? La lógica
El sesgo se refiere a la injusticia derivada de uno o va- probablemente nos llevaría a comparar directamente las
rios ítems del test al comparar distintos grupos que se puntuaciones del ítem del grupo minoritario frente al res-
produce como consecuencia de la existencia de alguna to de examinados, y si se observasen diferencias diría-
característica del ítem o del contexto de aplicación del mos que el ítem está siendo injusto con uno de los
test que es irrelevante para el atributo medido por el grupos. Sin embargo, no podemos tener la certeza de si
ítem, mientras que el segundo hace referencia únicamen- las diferencias provienen del sesgo del ítem o realmente
te a las características psicométricas del ítem. En la ac- el nivel de habilidad de un grupo y otro son distintos. El
tualidad se ha llegado al acuerdo que el término sesgo concepto de DIF pretende abordar esta cuestión, por este
asume que se conocen o se investigan las causas por las motivo los análisis de DIF comparan las respuestas al
cuales determinados ítems presentan un comportamiento ítem entre los grupos únicamente cuando éstos han sido
diferencial en función de ciertas variables, cuando en la igualados en el nivel de habilidad o del rasgo medido
mayoría de estudios lo único que se puede inferir es si mediante un criterio de igualación. En este sentido, es
existen diferencias en los resultados conseguidos por dis- imprescindible disponer de un criterio libre de sesgo; no
tintos individuos igualmente capaces. El término adecua- obstante, en la mayoría de situaciones la única evidencia
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JUANA GÓMEZ-BENITO, M. DOLORES HIDALGO Y GEORGINA GUILERA Sección Monográfica
empírica de equiparación o igualación de que se dispo- grupos. El ítem muestra DIF uniforme si las respectivas
ne es el propio test (generalmente la puntuación total), ICCs no se cruzan en ningún nivel de la variable medida
que se encuentra contaminada por la presencia de ítems (figura 1b), hecho que se da cuando los parámetros de di-
con DIF y que forman parte del criterio juntamente con ficultad son distintos, pero los correspondientes paráme-
los ítems sin DIF. Por lo tanto, un problema endémico a tros de discriminación se mantienen iguales en ambos
los métodos de detección del DIF reside en que adolece grupos. Finalmente, presenta DIF no uniforme si en algún
de una cierta circularidad en su forma de proceder ya punto las ICCs se cruzan. En este último caso, Swaminat-
que el ítem estudiado también contribuye a la definición han y Rogers (1990) establecen una segunda subdivisión.
de la variable de igualación de los grupos. Para reducir El DIF no uniforme simétrico quedaría representado por
el efecto producido por los ítems con funcionamiento di- un cruzamiento central de las ICCs en el nivel de habilidad
ferencial, se han propuesto algunas técnicas de purifica- (figura 1c) y se da cuando el parámetro de dificultad se
ción que, en dos etapas o iterativamente, eliminan del mantiene constante y el parámetro de discriminación varía
criterio aquellos ítems que previamente han sido detecta- entre los dos grupos, mientras que el DIF no uniforme mix-
dos con DIF (French y M aller, 2007, Gómez-Benito y to se da cuando los parámetros de dificultad y discrimina-
N avas, 1996; Hidalgo y Gómez-Benito, 2003; Holland ción son distintos en los dos grupos y viene representado
y Thayer, 1 9 8 8 ; N avas-A ra y Gómez-Benito, 2002; por un cruzamiento asimétrico de las ICCs del grupo focal
W ang, Shih y Yang, 2009). y de referencia (figura 1d).
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Semana 3
Evaluación Psicológica
Lectura
3. Perpiña, C. (2012). Manual
de la entrevista psicológica.
Manuales prácticos. 1ra
edición. Editorial Pirámide.
Madrid. Pp. 29 - 38
COMUNICACIÓN
CONVERSACIÓN
VS. FINALIDAD
ENTREVISTA
INTERACCIÓN
➪ Estructura.
➪ Grado de dirección o participación.
➪ Ámbito de aplicación-fines u objetivos.
➪ Funciones.
➪ Secuencia temporal.
➪ Marco teórico terapéutico.
1.3.1. Estructura
Por estructura de la entrevista se suele entender el grado de especi-
ficación y estandarización de sus distintos elementos/componentes, ta-
les como: preguntas, respuestas, secuencia de las preguntas (fijación de
una secuencia), registro y elaboración de la información e incluso la
interpretación de la información. En ese sentido, hay entrevistas estruc-
turadas, no estructuradas y semiestructuradas.
a) No estructurada
La entrevista sólo se realiza en función de algunas líneas muy gene-
rales; es el propio proceso de interacción el que determinará el orden
de preguntas y su tipo, por lo que permite tratar a cada entrevistado de
manera idiosincrásica (Segal y Hersen, 2010).
b) Estructurada
Aquella entrevista en la que los elementos anteriormente menciona-
dos, en su totalidad o en parte, tienen un formato prefijado; es decir, las
preguntas están previamente establecidas, el orden de formulación y las
posibilidades de respuestas del entrevistador están acotados y restringi-
dos, hay una orden de dirección de la entrevista a través de sus seccio-
nes y la combinación de ciertos criterios ayuda a la interpretación de las
respuestas del entrevistado.
Según Segal y Hersen (2010), en las entrevistas estructuradas se
pregunta de una manera y con una secuencia predeterminadas. Las res-
puestas del entrevistado se suelen codificar bien en un formato dicotó-
mico, bien usando una escala Likert, sobre todo para evaluar la fre-
cuencia, la duración o la gravedad de aquello sobre lo que se le
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pregunta. En la tabla 1.2 se ilustra con un ítem de la ADIS-IV (Di Nardo,
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista
TABLA 1.2
Entrevistas estructuradas y semiestructuradas: un ejemplo
4a. ¿Se siente ansioso acerca de estas situaciones porque teme que pueda
tener un ataque de pánico inesperado? (si es necesario, explicar qué es un
ataque de pánico)
SÍ _________ NO _________
Si la respuesta es SÍ,
4b. En otras ocasiones en las que se expone a _________, ¿ha experimenta-
do un episodio de miedo intenso/ansiedad que ha aparecido de forma
brusca e inesperada?
ADIS-IV (Di Nardo, Brown y Barlow, 1994)
c) Semiestructurada
Las preguntas tienen algún tipo de estructuración: el guión está for-
mado por áreas concretas, dentro las cuales el entrevistador puede ha-
cer las preguntas que le parezcan oportunas, siguiendo algún tipo de
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orientación algo detallada. Ejemplo de entrevistas semiestructuradas
Manual de la entrevista psicológica
a) Directivas
Desde el punto de vista de un parámetro «objetivo», por ejemplo
cuantificando el tiempo en que cada interlocutor está hablando, en las
entrevistas directivas el entrevistador emplea mucho tiempo en sus in-
tervenciones. Sin embargo, no sólo es cuestión del tiempo en que habla
uno y otro, sino del estilo que le imprime: el entrevistador habla más
con el fin de formular preguntas e intervenir, parece más activo en la
iniciativa de la conversación, elige el tema para hablar, lo encauza. La
participación del entrevistador está determinada por su marco de refe-
rencia, por su propia perspectiva, es decir, sus interpretaciones, su aná-
lisis de lo que en ese momento puede ayudar más a su cliente, sus in-
dicaciones y su visión del problema. Es un estilo de entrevista cuyo
objetivo principal es obtener el máximo de información para formular
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hipótesis que guíen la evaluación y la intervención.
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista
b) No directivas
En este caso, el que ocupa más tiempo en sus intervenciones es el
entrevistado. El entrevistador procura interferir lo menos posible en el
curso natural del habla del cliente. Las intervenciones que hace el en-
trevistador se realizan desde el marco de referencia y el foco del entre-
vistado, puesto que el objetivo primordial es ponerlo en contacto con
su experiencia y con sus vivencias, evitando, por tanto, ofrecer el punto
de vista del entrevistador o constreñir al entrevistado.
El objetivo inmediato de este estilo es crear un buen clima, la capta-
ción empática del entrevistado, al que se le ayuda a esclarecer su pro-
blema desde su propia posición (Ibáñez, 2010). Su máxima expresión
serán el estilo de terapia centrada en el cliente de Rogers (1961) y las
técnicas verbales no directivas que se comentarán más adelante en el
capítulo 4. Es el paradigma de la escucha activa; ello exige gran capa-
cidad de concentración y empatía, encauzando al entrevistado cuando
empiece a divagar, bien haciéndolo consciente de ello, bien evitando
las barreras que se detectan para verbalizar sus ideas. En la tabla 1.3 se
hace una comparativa de ambos estilos de conducir una entrevista.
TABLA 1.3
Comparación estilos directivos y no directivos en la entrevista
a) Asesoramiento (counselling)
b) Clínico
c) Selección
1.3.4. Funciones
a) Evaluación y diagnóstico
Su función es recabar la información precisa y necesaria para valorar,
evaluar o diagnosticar el problema. Se debe abarcar tanto la informa-
ción verbal como la no verbal. La información se utiliza para valorar el
funcionamiento de la persona y decidir, si es preciso, una intervención,
y, si es así, de qué tipo. Aquí también se podría incluir la entrevista de
anamnesis, un tipo específico de entrevista de evaluación, en este caso
de la biografía y desarrollo de la persona entrevistada. Este tema se de-
sarrolla en el capítulo 8.
b) Motivadora
Se trata de animar al paciente a que asuma su problema, a que inicie
el proceso de cambio terapéutico y vea la necesidad no sólo de involu-
crarse en él, sino también de mantenerlo (capítulo 10).
c) Terapéutica
Pretende establecer metas terapéuticas y pasos para conseguirlas
con el fin de inducir un cambio que ayude a la persona a mejorar su
calidad de vida con respecto a su enfermedad o trastorno. La relación
paciente-terapeuta siempre es fundamental, pero en este caso va a ser
una parte esencial en el proceso de cambio (véase el capítulo 11).
a) Screening
Es un tipo de entrevista, normalmente semiestructurada y de me-
nor duración, que permite evaluar aspectos importantes que suceden
o sufre la persona con el fin de valorar que sus necesidades pue-
den ser cubiertas por los servicios prestados en esa unidad o dispo-
36
sitivo.
Deinición y aspectos conceptuales de la entrevista
b) Entrevista inicial
Aquella que sirve de primera toma de contacto y que tiene como
propósito identificar el objetivo genérico de la relación de ayuda que se
puede llegar establecer.
c) Entrevista de devolución
Una vez que el entrevistador ha acabado su evaluación, es fundamental
no sólo dar respuesta a la demanda del paciente sino también dar feedback
de la visión que el profesional tiene del problema que le trajo a consulta y
comunicar la formulación que ha realizado el clínico. Suele ser el primer
paso para incrementar la motivación del paciente, a través de la compren-
sión de lo que le sucede y los medios de los que dispone para mejorar e
iniciar la terapia. Será más compleja cuanto más complicado sea el pro-
blema que presente el paciente. Este tema se desarrolla en el capítulo 9.
a) Entrevista dinámica
Centrada en el descubrimiento de lo inconsciente y en las interpre-
taciones que va haciendo el terapeuta con el fin de que el paciente in-
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tegre en su conciencia sus conflictos y los resuelva. El entrevistador no
Manual de la entrevista psicológica
b) Entrevista fenomenológica
Paradigma de un estilo no directivo de entrevista; la estrategia es
ayudar a promover el autoconocimiento y el desarrollo de potencial
humano del cliente, cuyas dificultades han tenido su origen en un de-
sarrollo personal insuficiente, de modo que no es considerado un «en-
fermo», sino alguien que desconoce la forma en que su peculiar manera
de percibir la realidad afecta a sus conductas específicas. El entrevista-
dor y el entrevistado, terapeuta y cliente, mantienen una relación huma-
na real y por tanto la propia interacción tiene un importante papel te-
rapéutico. Se potencia la expresión de sentimientos y de actitudes y su
integración.
c) Entrevista conductual
En tanto que los problemas del paciente tienen origen en experien-
cias desadaptativas de aprendizaje, la entrevista recaba datos para rea-
lizar un análisis funcional de tales conductas. Las conductas problema
se descomponen en unidades funcionales que se definen topográfi-
ca y funcionalmente para, posteriormente, esbozar algunas indicacio-
nes sobre medidas terapéuticas a seguir según las hipótesis que se
han planteado. El estilo es claramente directivo, y el terapeuta en esta
interacción es el experto que evalúa los datos obtenidos, delimita
los objetivos terapéuticos y las técnicas a emplear, para finalmente
analizar momento a momento los resultados del tratamiento seleccio-
nado.