Análisis de la declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho al

desarrollo.

Andrès F. Lemus Vargas

Facultad de Relaciones Internacionales, Seguridad y Estrategia, Universidad

Militar Nueva Granada

Economía Internacional

Jenny Isabel Moreno

28 de marzo de 2022.
Teniendo en cuenta la alusión a la libre determinación de los pueblos realizada en el
artículo 1, podemos evidenciar la naturaleza idealista de este tipo de declaraciones
de las Naciones Unidas, pues es evidente que la autodeterminación es algo que no
se presenta en nuestros tiempos, debido a que las grandes potencias económicas y
militares ejercen una presión en los Estados menos desarrollados para que se
alineen con sus intereses geopolíticos, económicos o políticos, aunque esto
represente ir en detrimento del desarrollo de su economía o del bienestar de sus
habitantes.
Por otro lado, en los artículos 2 y 8, se menciona a la responsabilidad individual y
colectiva del ser humano con respecto a la consecución del desarrollo, sin dejar de
lado los derechos humanos y las libertades fundamentales de cada uno de nosotros,
además de la protección de un orden político, social y económico apropiado para el
mismo fin, además de la participación social. Con respecto a lo anterior, cabe
recalcar que la diversidad cultural y paradigmática del mundo hacen imposible la
estandarización política, social, educacional o económica para todos los seres
humanos, por lo cual debemos replantearnos si se trata de una responsabilidad de
toda la especie, o si se trata de una responsabilidad inherente a cada comunidad
por separado, con sus especificidades y particularidades de índole social,
económico y político.Es clave considerar algunos aspectos diferenciales de cada
cultura en el manejo de ciertas encrucijadas económicas, por ejemplo, podríamos
hacer mención a la tasa de usura que persiste sin especificar claramente en la
cultura musulmana, es decir, lo que puede resultar apropiado para algunos, será
inapropiado para otros.
Prosiguiendo, en los artículos 3 y 4 se hace referencia a la obligación de los Estados
con respecto a la creación de condiciones nacionales e internacionales favorables
para el desarrollo, de la mano con el respeto al derecho internacional y las
relaciones de amistad y cooperación, con el objetivo de promover un nuevo orden
internacional basado en la igualdad soberana, la interdependencia y el interés
común. Llegados a este punto, cabe resaltar que Naciones Unidas y sus
declaraciones no cuentan con carácter vinculante, por lo que es de esperar que las
relaciones internacionales continúen con su carácter conflictivo y anárquico, en el
que, las potencias buscarán maximizar su poder y evitar la aparición de nuevos
competidores. En los artículos 5, 6 y 7 podemos encontrar que se deben establecer
medidas para eliminar las violaciones masivas y patentes de los derechos humanos,
además de la promoción de la paz mundial. Pero, desde su publicación en 1986,
han existido atentados en contra de todos los principios que promueve,
acontecimientos como la segunda guerra del golfo pérsico, que violó claramente la
autodeterminación y soberanía del pueblo Iraquí pese a la oposición de la ONU, o la
amistad de occidente con regímenes dinásticos violadores de derechos humanos,
como el de Arabia Saudita o Qatar, demuestran claramente que a los Estados les
interesan únicamente sus intereses propios.
Para finalizar, esta declaración ha brindado un modelo en el que todos los Estados
siguen la misma línea para alcanzar un mismo objetivo, sin embargo, no funcionará
mientras no se cuente con un poder que obligue a las partes a aplicar
verdaderamente las premisas allí mencionadas.