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Idealismo alemán

Texto 1

Ahora bien, si hago abstracción de lo pensado y me fijo sólo en mí, vengo a ser para
mí mismo el objeto de una representación determinada. Eso de que yo me aparezca
a mí mismo determinado precisamente de esta manera y no de otra es algo que, a
mi juicio, debe depender de mi autodeterminación: es libremente que me he
convertido a mí mismo en un tal objeto. Con todo, no me he hecho a mí mismo en
sí, sino que me veo forzado a pensarme de antemano como aquello que ha de ser
determinado dentro de la autodeterminación. No obstante, yo mismo soy para mí
un objeto cuya naturaleza depende, en unas condiciones precisas, sólo de la
inteligencia, y cuya existencia, en cambio, debe siempre presuponerse.

Texto 2

Por tanto, sólo la contradicción entre lo consiente y lo no consiente en el actuar


libre puede poner en movimiento al impulso artístico, del mismo modo que, a su
vez, sólo al arte le es dado satisfacer nuestra aspiración infinita y resolver nuestra
última y extrema contradicción.

Texto 3

Si tomamos como ejemplo el estado puro de inocencia, ésta representa una etapa
que el entendimiento endurece y a la que contrapone el conocimiento y la
conciencia del mal, que es la negación del estado de inocencia. Ahora bien, la virtud
es la negación de lo negativo de la conciencia del mal y la recuperación de lo
positivo de la inocencia a un nivel más elevado, que es posible sólo pasando a
través de la negación de la rigidez que le era propia y que de ese modo adquiere
valor positivo en la medida en que se esfuerza por quitar tal rigidez.

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