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‘Suseribete, ora lama ers rr eee
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OT eee er eae ee)DOSSIERNy Rey
Hitler no los querfa, pero su ministro de
Propaganda le convencié de que los
Juegos Olimpicos de Berlin podian ser
Teun see cere ene era
mundo la grandiosidad del Tercer Reich
y la supremacfa de la raza aria.
eas a ayDOSSIER
as olimpiadas nazis las consi
guid la Replica de Weimar.
Fue en 1931, dos aios antes de
que Hitler subiera al poder. El
Comité Olimpico Internacional
(CON designé a Berlin como sede de los
Juegos Olimpicos de 1936 por delante de
Ja otra gran favorita: Barcelona. No era
laprimera vez que la capital alemana era
clegida para albergar una olimpiada. Ya
lofue en 1916, pero el estallido de la Pri
mera Guerra Mundial provocé su cance
lacién, Los.U1.00. sereanudaron en 1920,
en Amberes. Alemania, derrotada en la
guerra y castigada en el Tratado de Ver-
salles, no fue invitada. Tampoco lo fue
cuatro afios después, en Parls. Tuvo que
esperar hasta 1928, en los JJ.00. de Ams:
erdam, para ser readmitida, Este regre:
so impulsé al gobierno germano a pre
sentar su candidatura para organizar los
juegos de 1936, Propusieron cuatro sedes:
Colonia, Frincfort, Nuremberg y Berlin,
Esta tltima seria la escogida,
Enlaeleccién dela capital alemana como
organizadora de los.1J. 00. cuvieron mu:
cho peso los argumentos politicos. La
designacién era arriesgada. Fl pals vivia
inmerso en una grave crisis econémica y
politica, La tasa de desempleo haba st
LA APROBACION DE LA
CANDIDATURA DE BERLIN
TUVO MUCHO DE GESTO
SIMBOLICO, DE ACTO
DE CONCORDIA
bido hasta ls cinco millones de personas,
yl nacionalsocialismo se encontraba a
Javuelta de la esquina. No parecia el me-
jor escenario para celebrar un evento in:
‘ernacional de estas dimensiones, Aun asi,
Berlin fue elegida. ;Por qué? La decision
avo mucho de gesto simbélico, de acto
de concordia, con el fin de otorgar nueva:
‘mente a Alemania un papel protagonista
nel concierto internacional. Pocos po-
dan imaginar lo mucho que ibaa cambiar
el pais en solo cuatro aiios,
Convencer al Fiihrer
Hitler no queria los juegos. Los considera:
ba un engorro heredlado del gobierno an-
‘THEODOR LEWALD cha}, president econ egarizaer lem, yeldelCO| Heide Balle Latou.os juegos
einvierno
UN ENSAYO GENERAL
ANTES DE BERLIN
PREVIAMENTE a os J. 00. de
Berlin e celebré la IV Oimpiada de In-
vierna. Fue del 6 al 15 de febrero de 1936
fen Garmisch-Partenkirchen, la turstica
Iocaidad de los Alpes bivaros donde ca-
dda Ajo Nuevo se realzan ls tadiciona-
les salts de esqut Los dos juegos fueron
‘organizados por Alemania porque, hasta
In revsién de la Carta Olimpia en 1938,
los albergaba el mismo pats.
j§ AUNQUE NO TUVIERON la mis
repercusién que as de verana, sirvieron
come ensayo general, tanto orgarizatva
como propagandisticamente. Las insta-
laciones y su funcionamiento causaron
_asombro. Se construyeron dos rampas
de salto (en la imagen, obras en una de
cellas), un pabelln de patinajeartistico,
luna pista de bobsieigh y un gran estadio
de esqui el Olympia Skistadion.
terior que repercutiria negativamente en.
Ja economia del pals, La fuerte inversién,
que habia que realizar afectaria a las par
‘das destinadas a fines més importantes
yurgentes, como la remilitarizacién de la
nacién. Ademés, desde un punto de vista
ideol6gico, no podia estar més en contra
Los valores democriticos e internaciona-
ԤPOR OTRO LADO, sellevaron a cabo
algunas medidas con vistas a dueificar la
imagen del récimen de cara al exterior Desa-
parecieron de las calls las sefales de antise-
itis, se rebajé el tono agresivo de los.
clscursos y se hizo una concesin: permite
ron aun deportista de origen ju, eljucador
Suorigen hay que buscarlo en las teorfas
del pedagogo alemén Friedrich Ludwig
Jahn, El llamado “padre de Ia gimnasia”
mpuls6 a principios del siglo x1x a préc:
tica deportiva como forma de exaltacién
nacionalista, Al contrario que Coubertin,
que fomentaba la competitividad entre
los pueblos como forma de acercarlos,
HITLER CREIA QUE LA INVERSION PARA LOS JUEGOS
REPERCUTIRIA NEGATIVAMENTE EN LA ECONOMIA
lstas que propugnaba el olimpismo cho-
caban frontalmente con sus postulados
racists ynacionalistas, Julius Streicher,
ideslogoyeditor del peridicoantisemita
Der Stirmer, calif los JJ. 00. de Los
Angeles de 1932 como un “infame festival
dominado por ls judfos". La opinién de
Hitler no debia de ser muy dstnta,
os nazi tenfan unas ideas sobre el de-
porte muy diferentes a las propugnadas
por el fundador de los modernos juegos
oimpicos, el barén Pierre de Coubertn,
Jahn propugné la actividad fisica entre
Jos alemanes como una manera de alcan-
zar un ideal estético y moral pangermé-
nico frente a los valores burgueses, que
identificaba con la Francia napoleénica y
Tos judios. Los nazis adoptaron esta filo-
sofia deportiva yla adaptaron asu propio
ideario. No es de extrafar que, cuando
Berlin fue nombrada sede olimpica, el
periddico oficial del partido nazi, el Vol:
kischer Beobachter, pidierareiteradamen-
te su cancelacién y sustitucién por un
de hockey Ruel Ball, formar parte del equipo
alerin, Sin embargo, esta maniobra de cis-
traccién no salié del todo bien, La prensa ex
tranjera destacé a excesiva eintimidante
presencia de miltares durante las compaticio-
es. Seis meses despues, en Berlin, su pre-
sencia fue calculadamente menor
evento tipicamente alemén: un gran fes-
tival gimndstico (Turnfest).
Hiker cambi de opinién por intermedia-
cién de suministro de Propaganda, Joseph
Goebbels. Este le hizo ver que los juegos
podian ser una ocasién inmejorable para
‘mostrar al mundo as virtudes de la nueva
‘Alemania y presentar una imagen positiva
y poderosa del pals. También hizo hincapié
fen que la entrada de divisas extranjeras,
seria beneficiosa para la economia, Sumo-
elo era la Italia fascista. Mussolini, que
hablasacado rédito politico de as victorias
de su pais en los J. 00. de 1932 (fue se-
gunda en el medallero), estaba organizan-
do.elcampeonato del mundo de fitbol de
1934 como un gran evento propagandisti-
codeexaltacién nacional. Goebbels querfa
racer lo mismo con la olimpiada,
AA final, el Fuhrer terminé transigiendo.
‘Aunque no fue cil, Habia algo que nole
‘gustaba, un “pequefio detalle” que levaba
denunciando la prensa nazi desde hacia
meses: la cpula del comité organizador
alemén era demasiado judia. El presiden-DOSSIER
te, Theodor Lewald, era mischlinge, mes:
tizo de padre judo. ¥ el secretario general,
Carl Diem, estaba casado con una mujer
de origen hebreo, Ademés, ninguno de
Jas dos pertenecfa al partido. La solucién
no admitia dudas: debian ser destituidos.
‘Aunque todavia no habjan sido promul:
gadas las leyes de Niiremberg (1935),
segiin as cuales se exclufa completamen:
{alos judfos de la comunidad nacional,
cexistian desde 1933 leyes raciales que
prohibian ocupar cargos piblicos a per
sonas de origen judio, Fue nuevamente
Goebbels quien intercedié para que no
se aplicaran en este caso. Consideraba
que una decisién de este tipo, tan expli:
citamente antisemita, no iba a ser bien
vista en el exterior. Lo més adecuado era
mantenerles “provisionalmente” en su
puesto, yevitar asi reforzarlos argumen-
{os de los partidarios de! boicot.
Las dudas americanas
Yes que Hitlerno era el inico que estaba
cencontra de estos juegos. Tras el ascenso
de los nazis al poder en 1933, muchas
delegaciones se cuestionaron su partici
pacién en ellos. Uno de los paises mas
favorables al boicor fue Estados Unidos.
EL COMITE OLIMPICO
ESTADOUNIDENSE
DECIDIO
“Bs posible que los juegos de 1936 sean
cancelados debido a la campaiia alemana
contra os dios”, publicaba The New York
Times, “ZEsté el régimen nazi preparado
para aceptar los términos de la Carta
Olimpica?”, se preguntaba el mismo dia-
rio, Aunque las voces en contra eran nu:
‘merosas, en especial las provenientes de
Iainfluyente comunidad judia, el gobier
no presidido por Franklin D. Roosevelt
no estaba dispuesto a poner en peligro
las excelentes relaciones diplomsticas y
teconémicas que mantenfa con Alemania,
Por ese motivo, el comité olimpico esta
dounidense decidié enviar a Berlin a su
presidente, Avery Brundage, para que
evaluara sobre el terreno la situacién,
AVERY BRUNDAGE, presidente delcomité limp extadouniense, vit lila clingca en Bern,‘Al mismo tiempo que en Estados Unidos
se debatia esta cuestién, Goebbels engra-
saba su maquinaria diplomatica y propa-
gandistica, El ministro sabia que la parti
cipacién de los estadounidenses en los
“juegos era fundamental. No solo porque
se tratase del pais maslaureado y que més
atletas aportaba, sino porque, si conse
gufan que no les boicotearan, con las so-
bradas razones que tenfan para ello, los
ddemés tampoco lo harian. Para ganarse st.
favor, el Reich se movid en dos direcciones,
Por un lado, se comprometié puiblicamen.
tea respetar los principios del olimpismo
yy ofrecié garantias de que ningiin depor.
tista seria discriminado por suraza o reli
aidn (Estados Unidos llevaba 18 atletas
negros y 5 judios). ¥, por otro, admitié a
deportistas judios en el equipo nacional
como prueba de conformidad.
Este tltimo compromiso no se cumplis
Desde 1983, todos los deportistas alema-
res no arios, de origen judio y gitano prin-
cipalmente, tenfan vetada la entrada en
Iasinstalaciones y asociaciones deportivas
nacionales, Sin embargo, como gesto de
‘buena voluntad de cara al exterior, se pre
seleccioné a 21 deportistas de origen he-
breo para integrar el equipo nacional
Entre ellos estaba una de las mejores atle
tas alemanas del momento, la plusmar-
quista nacional de salto de altura Gretel
Bergmann, Su inclusién en el equipo no
admitia discusién desde un punto de vista,
deportivo. Sin embargo, ailtima hora el
gobierno mostré su verdadera cara. Dela
‘veintena de atletas seleccionados solo se
admitié a una, laesgrimista Helene Mayer.
dlarazén? Sworigen (solo era medio judia)
MEDALLISTAS de loretedezgdaa cha, ba Schacherer-lk (or) Helene Mayer (lat) y Elle Pres
Cuando, el 13 de septiembre de 1934, el
presidente del comité estadounidense lle-
36 a Berlin, los signos de propaganda an-
tisemita eranevidentes, Aun ast, Brundage
defendié a su regreso la participacién en
Jos.J. 00, Aseguré que los atletas judios
cestaban recibiendo un trato justo, que si
no habia més era porque no aleanzaban el
nivel exigido y que las olimpiadas se cele
brarfan segin o previsto. “Los juegos olim=
pieos pertenecen a los atletas, y no alos.
politicos”, declaré. Cuando Jeremiah Ma-
honey, presidente de la Federacidn Esta-
EL BOICOT FRACASO: EL UNICO PAIS QUE LO APLICO
y-su aspecto: alta, rubia y de ojos azules.
Era la perfecta ‘judia de muestra’ (inclu:
so saludé con el brazo en alto tras ganar
Iamedallade plata). La morenaydenari
prominente Bergmann, de padrey madre
Judios, fue despojada de su marca (se la
ddevolvieron en 2009) y apartada del equi-
podos semanas antes del comienzo de la
‘competicién con la excusa de una lesién
inexistente. Un afio después emigré a Es
tados Unidos, donde gané dos campeona:
tos nacionales consecutives.
dounidense de Aletismo y lider del mov
miento pro boicot, le acus6 de apoyar al
régimen na este contraatacs acusindo
leadlyasuspartidaris de ser agitadores
antiamericanos y de formar parte de una
conspiracién judeo-comunista,Finalmen:
te, el boicot fracasé. Salvo Espaiia, que tras.
la victoria del Frente Popular decdié no
acti, los demas pases que habion part:
cipado en Los Angeles, més dace nuevos,
asistieron alos juegos (la Unién Soviet
cano partiiparia hasta 1952),
En agosto de 1936, cuando llegaron las
delegaciones extranjeras, Berlin no se
parecfa en nada a la ciudad que habia
visto el delegado americano. Goebbelsle
habia lavado la cara, Se retiraron de las,
fachadas los carceles con mensajes racis-
tas (el habitual “Los judios no son bienve-
nidos" que se podfa ver en muchos comer-
ios), se suprimié la violencia antisemita
de las calles, se rebajé el rigor con el que
aplicaban leyes como la que penalizaba
Iahomosexualidad, se moderd la retérica
antijuidia de los periddicos e incluso se
retir6 temporalmente de los quioscos la
publicacién més agresiva de todas, Der
Stiirmer. La operacién cosmética conclu-
yédos semanas antes del comienzo de los.
juegos con la detencién de alrededor de
‘ochocientos gitanos y su confinamiento
cen el campo de concentracién del subur-
bio berlings de Marzahn.
Pero esta puesta en escena engatié a pocos.
‘Unos meses antes del comienzo de losjue-
2205, el Reich habia desafiado abiertamen-
te los tratados de Versalles y Locarno re-
instaurando el servicio militar obligatorio
por dos afios y ocupando la zona desmili-
tarizada de Renania. La comunidad judia
internacional fue la que menos se creyé la
propaganda nazi. Periédicos como TheDOSSIER
Jewish Chronicle satvizaron en sus paginas
Ia cortesfa de los nazis durante los juegos
con chistes como: “Esté prohibido golpear
alos judios con barras de hierro sin antes
pedir permiso. sté prohibido pateara los
Jjudios en los tranvias sin antes levantar:
se para ofrecerles el asiento”
Objeto de propaganda
Apesar de las promesas, la Olimpiada de
Berlin estuvo muy politizada, Goebbels se
empeié en impresionar al mundo organi-
zando unos JJ. 00. grandiosos. ¥ lo con-
sigui6. Fueron un éxito deportivo y orga-
nizativo sin precedentes, pero también un
enorme triunfo propagandistico. Empe-
zando por las infraestructuras. A pesar de
que ya existfa un estadio olimpico, dise-
fiado por el arquitecto Otto March para los
Juegos de 1916, Hitler ordené consteuir
‘uno nuevo, Pero no uno cualquiera. Debla
serel mayor del mundo, la proyeccién en
piedra de la supremacia alemana. El dise-
fo original fue obra de Werner March.
Pero al Fuhrer, muy aficionado ala arqui-
tectura, no le gust6. Le parecié un “retrete
‘moderno"”. Queria més hormigén y menos
aceroycristal. El arquitecto oficial dl ré
sgimen, Albert Speer, fue el encargado de
darlealedificio ese aspecto robusto y neo-
clésico que tanto le gustaba al caudillo
E] Olympiastadion, con capacidad para
110.000 espectadores, fue el niicleo de un
Y
MULTITUDINARIA VISTA
HASTA LA FECHA
colosal proyecto diseiiado paraimpresio-
nar alos visitantes y mostrar la grandio-
sidad del Tercer Reich. Entre las muchas
construcciones que se llevaron a cabo
destacaron una amplia avenida a modo
de paseo triunfal, dos estaciones de metro,
seis gimnasios, dos piscinas con un aforo.
de 18.000 espectadores, una arena ht
pica y, como remate, una inmensa villa
olimpica disefiada con la forma del pais,
‘compuiesta por mas de cien viviendas de
dos pisos, una piscina cubierta y una pis
ta de atletismo para entrenar.
Laceremonia inaugural estuvo en sintonia,
con elentorno. Fue la mas espectacular y
rmultitudinaria vista hasta la fecha. Hitler
estaba acostumbrado alos bafios demasas,
pero aquello superé todas sus expectativas.
‘Misde un millén de personas e vitorearon
en su recorrido en coche hasta el estadio,
y unas doscientas mil le aclamaron en el,
interior (se colocaron gradas suplementa-
rias para la ocasién). El escrtor estado
nidense Thomas Wolfe, que estaba presen-
{LACPULA nae srauguain desu
Kin zadaPeScigerenserde debe.
te, lo calificé de un evento casi religioso,
‘unaimpresionante einguietante manifes-
tacién de culto ala personalidad. Desdelo
alto del palco, dominando todo elestadio,
eleaneiller pronuncié el que seguramente
fue el discurso més breve y anodino de
toda su carrera: “Proclamo abiertos los
Juegos de Berlin que celebran la undécima
olimpiada de la era moderna’. Tal como
habia acordado con el COI, no hizo ningu:
na declaracién de carscter politico,
Durante el desfile de los atletas se pro-
dujo un hecho curioso. Las delegacionesde paises como Italia o Austria saludaron
alpalco de autoridades con el correspon:
diente brazo en alto. Lo que nadie espe
raba era que los deportistas de naciones
democraticas como Francia y Canada
también lo hicieran. {Qué ocurrié? Por
Tovisto, aunque Hitler creyera que le es
aban saludando a ly a su ideologfa, en
realidad los atletas habfan hecho el sa-
ludo olimpico, sin percatarse de que era
muy parecido al fascsta, Para evitar con:
fusiones, esta forma de saludar dejé de
tilizarse en posteriores ediciones.
:
Ges,
Momentos de controversia
Tras la llegada de la antorcha olimpica al
estadio, trasladada hasta el pebetero por
un atleta de inconfundible tipologia aria,
elcorredor Fritz Schilgen, quedaron inau-
_gurados os juegos de Berlin. Al dia siguien.
‘te empezaron las competiciones. Hitler era
poco amante de este tipo de deportes. Sin
embargo, vibré con ellos. Acudfa casi a
diario. Fl gran papel que hicieron los atle-
tas alemanes, primeros en el medallero
con 89 metales, muy por delante de los
segundos (EE, UU,, con 56medallas), hizo
AALLAAAA
Ren a!
{que el canciller se entusiasmara con los
suyos. Estaba orgulloso de sus atletas, ylo
demostré desde el primer dia saludéndalos
cefusivamente. Esta acttud fuerecriminada
por el COL, Le advirtieron de que el proto-
colono permitia ese tipo de discriminacio-
nes. Ofelicitaba a todos los campeones 0
‘aninguno. Hitler opt6 por lo segundo, Fsa
fuela razén porla que no saludé a la gran
estrella de estos J. 00, el corredor esta-
ounidense Jesse Owens, ganador de cua-
tro medallas de oro, Y no, como dice la
leyenda, por una cuestién de racismo.DOSSIER
E1FUhrer, consu actitud, selibré" de dar
LA OLIMPIADA ANTIFASCISTA roeambicn ase deoigen jaa, ado
Espafia y su intento frustrado de montar unos juegos antinazis, un compatriot, el levantador de peso
{MEL GOBIERNO cela Segunda Rept- tio con Berlin para albergarls 1.00. de oro conseguidas por deportistas he-
bla, fermade por elrecé esdo Frente de 1936, estaba sufcenterenteprepars- eos, la mayorfa de nacionalidad hiinga-
Popular febrero de 956) decisis que Es- da, Tenia unestaioalmpiceelde Mont ra (elesgrimista Endre Kabossecolg6doo),
pai no acudera Berlin como potesta_julc.y unas inaestructuras hoteles que podrlan haber sido ocho deno serpor uno
ante elrégimen de Hitkr y como rechazoa_seconstruyeron par la Exposicién Inter Telos casos nds polémicos de estos egos,
Eldia anterior alacarrera de relevos 4x10
metros, el entrenador de la seleccién es
Un evento que consideraban excesivamen- nacional de 829. La olimaiada, también
teburoués La Olempiada Popular sepro- llamada Semana Popular de Deportes y
yecté como una aternativa que celébraria de Fokoe, seb acelebrar del 19 al 26
los valores de clase trabajadora yel——dejuho Se inscribieon unos seis mil at- tadounidense le comunicé al equipo un
“verdadero espirtu olimpic letas de veintidés pa’ses. E118 de julio, cambio de relevistas. Marty Glickman y
rmabala prensa progressta de apoca. mientras muchos de ells Se encontraban Sam Stoller, los dos tinicos corredores ju-
entrenando en el estadio, se produo el dios, serfan sustituidos por Ralph Metcal
| LACIUDAD ELEGIDA fue Barcelo- —_levantamiento militar Esa misma noche, fe y Jesse Owens, los dos velocistas de
ra. La capital catalan, que habla comae- Ia climpiads fue cancelada, raza negra. Segiin explieé el propio Glick-
_man, la decisin fue puramente deportiva
“Blentrenadornos informé de que habla,
escuchado fuertes rumores de que los
alemanes habian guardado asusmejores
velocistas para sorprender al equipo es-
tadounidense. Por consiguiente, Sam
Stoller y yo serfamos reemplazados”. El
DOS MESES DESPUES
SE ABRIA, APOCOS
KILOMETROS DE LA VILLA
OLIMPICA, UN CAMPO
DE CONCENTRACION
problema es que, al no demostrarse que
esos rumores fueran ciertos, se acusé a
Ta delegacién americana, en conereto a
Brundage, de satisfacer las demandas
antisemitas de los jerareas nazis.
También fue muy controvertido el partido
defitbol decuartosde final que disputaron
Pert y Austria, El equipo sudamericano
BARCELONA ante oper
22-26 oe JULIOL 1936 ee cana
OLIMPIADA POPULAR, 22:26 JULIO Sonoran ssecnzera ce
ee OLYMPIADE POPULAIRE, 22-26 JUILLET de que fuera Austria la beneficiada (que
‘srucnenexaes WOLKS OLYMPIADE, 22-26 JULI peapSconsigulende lamedaliadeplataen
sancetona PEOPLES’ OLYMPIAD, 22-26 JULY molest porla derrota de Alemania frente
er a ee a Noruega un dia antes, presiond a los or-perdido porsus compatriotasyas{al menos
ellos tuvieran oportunidad de clasificarse.
Un gran montaje
Mientrasse celebrabanlas competion,
Ta maquinaria diplomstica del Reich se
empleéafondo. Los dignatarios extranje
Tos fueron agasajados con eventos de todo
tipo, Seprogramaron concertos expost
Clones, se onganizaronenquisascetes de
gala se celebraon jose estas, Noes
texted que a termina los juegos un
tesigo presencia, el perodita estadount
dense Wiliam Shire esries:"Metem
aquelosnazishan tendo éxito con su pro.
paganda",y después especiiara: Han
hecho un montaje muy bueno para los
vistantes en general, sobre todo para los
grandes hombres de negocio”,
Tras la tregua que supuso la celebracién.
deles 1.00, todo voli la normalidad
Alemania reanudé su agresiva politica
racial y militarista, Solo dos dias después
dela clausura, el capitén dela Wehrmacht
¥ director de la villa olimpica Wolfgang
urstner se pegé un tiro después de que
se le comunicara la baja del Ejército por
sttascendencia judia. ¥solo un pardeme-
ses después se abria, a pocos kildmetros
de la villa olfmpica, un nuevo campo de
concentracién, el de Sachsenhausen,
Hitler, a pesar de sus reticencias, disfruté
conlos juegos. Tanto quells incluyé entre
susplanes expansionistas y megalémanos,
En 1937 ordené a Albert Speer que dise.
fiara un nuevo estadio con capacidad
para 400.000 espectadores como parte
del proyecto urbanistico Welthauptstadt
Germania, segtin el cual pretendia con-
vertir Berlin en la capital del mundo. Su.
inaudita intencién era que este gran coli-
seo albergara de forma permanente todas
ELDEPORTISTA estacunidense Jesse Qwensen
Uiadels pruebas deo fungos de Berl,
ls olimpiadas a partir de la de Tokio de
1940. Como es sabido, ni hubo juegos
olimpicos en Japén, ni Hitler voiverfa a
disfrutar de unas olimpiadas. w
PARA SABER MAS
Ensayo
Lanes, Davie Clay. Naz Games: The
Olympics of 1936. Nuewa York W, W.Nor-
107 En ingles.
‘avo, Poul. Jews and the Olympic Ga-
‘mes: The Clash Between Sport and Poll
tie. Brighton Sussex Academic Press, 2004
Eningls.
auras, Guy. Berlin Games: How Hitler
‘Stole the Olympie Dream. Nueva Yor:
John Mary, 2008. En ines
‘The Nazi Olympics. US Holocaust Memorial
Museum En res y espa:
wor sashmm.orgiexhibitionfalympicsPARTE DELA CEREMONIAinaug
Juegos Olimpia de Belin, go
IMehpitrlelelHe Nala MUON iceKolger-lalrel\Vebsianeleclecte lea)
espacio para la introduccién de notables innovaciones.
oC os eee Lue4
jempre deseé esto”. Asi se expre
s6 el barén Pierre de Coubertin
alser preguntado porla XI Olim.
pinda, que sehabia celebradoen
Berlin en agosto de 1936. El fun.
dador de los modernos juegos olimpicos
no pudo asistiral evento por sus problemas
de salud (morirfa unos meses después, a
Jos 74afos), pero habja sido puntualmen
‘einformado desu desarrollo porelcomi
«é organizador. El anciano pedagogo de-
claré al diario deportivo LAuto (el futuro
Equipe) que los juegos organizados en la
capital alemana habfan cumplido sus més
altas expectativas. Estaba tan agradecido
que envié una nota parala clausura desde
suresidencia en Ginebra: “Que el pueblo
aleman ysuJefereciban la gratitud mere-
cia porlo que acaban de realizar’
‘Aunque pueda resultar chocanteteniendo
encuentaelcontexto politico.en el quese
celebraron, tan opuesto al espiriw oli
pico, lo cierto es que desde un punto de
vista puramente organizativoy deportivo
clLentusiasmo del barén de Coubertines-
taba més que justificado, Nunca en ais
toria de los J. 00,, desde Atenas (1896)
hhasta Los Angeles (1932), se habia visto
nada igual. Nada tan fastuoso, novedoso,
cficiente y multivudinario. Elrégimen na-
2i se propuso impresionar al mundo y lo
consiguié, Desde el primer dia,
Empiezael show
Hl] de agosto de 1936, mésdedoscienos
milespectadres aarrotaban el nuevo
estadio olimpico de Berlin, el mayor erigi-
do hasta la fecha (su aforo era de 110.000,
pero para la inauguracién se colocaron,/AGLOMERACION are el punto deverta dels
tntradasalosuegos de Hel Ide agosts,
miles de asientos extras). Rodeados de es:
vsticas y con el dirigible Hindenburg so-
brevolando sus cabezas, esperaban emo-
cionados lallegada de Hitler. Un milldn de
personas més se alineaban en el exterior
del coliseo, a los lados de una flamante
avenida por la que pasarfa el caudillo. Y
‘unas cuantos millones mis o eseuchaban
por las 105 emisoras de radio repartidas
en 41 paises (la audiencia potencial era
de unos trescientos millones)
Alrededor de las cuatro dela tarde, el Flh-
reraparecié en el estadio acompafiado por
LA DIRECTORA
Daal iBas
aoe Seo eI)
elo CCU
Mu reno-cc 7 te
Reva a eee
eee reel
Peres To Eee pees
Se eee
Poteet en
(1838) como la anterior El triunfo de la
voluntad (1935)-_mareé un punto de in
flexin en el género documental. Supuso
eee ent
Poets oer tae
Seer ee tees
mente eficaz para la propaganda y la
Peer renee)
Bo ou es
Hitler. Come confiesa en sus memorias,
Peeters
Ce eet
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Dea era cent ey
La directora fue arrestada en 1946 por
Sere aicd
Peer eter acta
cuatro procesos de “desnazifcacin
hasta que en 1948 se determiné ques
[eee ne eee
lifer). Riefenstahl, marcada de por vida
Peete at
juicios por difamacién),retomé su carre-
ere ees
década de los sesentalogré recuperarse
Docu ecu ara
ee ee
Pen Tae cee
Pores
miembros de su gabinete y del COI (Com:
+€ Olimpico Internacional), El griterfo fue
ensordecedor. Resonaron las trompetas,
taié la gigantesca campana de bronce que
coronaba una gran torrey un coro demiles
de voces dirigidas por el afamado compo.
sitor Richard Strauss entoné el himno na-
cional y el del partido nazi. Las delegacio-
nes de los 49 paises empezaron a desfiar.
Lasintegraban un total de3.961 atletas,e]
triple que en la edicién anterior. Tras el
desfile comenzaron los discursos. El de
Hitler fue breve y calculadamente mo
ERLIN, 1936
derado,Atronaron los aplausos y volvié a
sonar In misica, El coro y la orquestain-
terpretaronelhimno oimpico, compuesto
para ocasin por el misicobavaro, Fue
él preludiode uno delos momentos gidos
ymsnovedosos e a ceremonialallega-
da dela antorchaolimpica
Aunguelallamaolimpica eencendié por
primera vezen losJJ.00. de Amsterdam
de 1928, fue en esta edicién cuando se
inauguré la tradicional carerade elevos
aque traslada la antorcha desde Olimpia
hasta la ciudad anfitriona El encargadoDOSSIER
deltikimorelevo fue el mediofondista Fritz
Schilgen, “simbolo de la javentud depor
tista alemana” para los organizadores,
quien, tras dar una vuelta al estadio, en.
cendi el pebeterosituado en lo més alto
del coliseo (accién que repetiria setenta
aiios después, cuando la antorcha pasé
por Berlin camino de Atlanta). Fue eco
Jofén a una ceremonia ejemplar, perfecta,
‘Aunque, como explica un testigo de ex:
cepcién el corredor y aviador estadouni-
dense Louis Zamperini(célebre porellibro
Anvencible y la reciente pelicula homéni
1a), no todo salié bien. Segsin relata en
cl documental American Experience: Jesse
Owens (2012), una vez que terminaron de
desfilar todos os deportistas, la organiza
cién ol miles de palomasy disparb varias
salvasde cafién. Esta combinacién prove-
ed unefectoinesperado, Los pjaros, asus
tados, desataron una copiosa lluvia de
cexcrementos que cayé sobre losatletas que
formaban en el centro dl estado.
Elorgullo del Reich
‘Aldfa siguiente y durante 15 dias se desa
rrollaron las competiciones deportivas.
POR SUELITISMO Y
LAS DIFICULTADES DEL
TRASLADO DE CABALLOS
Una de ellas, el polo, se disputarfa en Ber-
lin por Ghtima vez. Su elitismo, insuficien-
te internacionalizacién y los problemas
logisticos derivados del traslado de los
caballos llevaron al COT excluirlo en pos:
teriores juegos. En cambio, tres dsciplinas
seincorporaron por primera vez de forma
oficial, todas en categoria masculina: pra
gilismo, que dominaron austriacos y ale
‘anes; baloncesto, donde la seleccién de
Estados Unidos empezé a forjar su histori
coreinado, ganando en la final a Canadé
por un exiguo 19 a 8 (marcador habitual
en 650s primeros afios, cuando se jugaba
alaite libre); y balonmano, disputado en
su forma primigenia, con 11 jugadores por
equipo y también al aire libre. Esta ditima
competicién la gané Alemania, Fue una
‘més de las 89 medallas (33 oros, 26 platas‘y30 bronces) que obtuvieron los deportis-
{aslocales, primerosen el medallero, muy
por delante de Estados Unidos (56 meda-
lias, 24 de oto) y Hungria (16 medeallas, 10
de oro) Italia fue la tercera en niimero de
medallas, 22, pero cuarta en oros, 8
‘Alemania demostré su superioridad en
varias disciplinas. En equitacién no tuvo
tante: el ocho con timonel. Eh la prueba
reina de este deporte vencié Estados Uni-
dos, imponiéndose en la final a Italia y
‘Alemania, La derrota fue especialmente
dolorosa por la presencia en el palco de
Hitler y Mussolini. En la otra prueba que
dejaron escapar, el doble scul, se corond
uno delos grandes remeros dela historia
ESTADOS UNIDOS GANO LA CARRERA FEMENINA DE
RELEVOS ENTRE GESTOS DE DECEPCION DEL FUHRER
rival, Gané todos los oros individuales y
por equipos. A esta gesta contribuys de-
cisivamente uno de los héroes locales de
estos juegos: el teniente Konrad von Wan
genheim. El jinete compitié dos dias con
Iacavicula rota, después de haberse caf
do del caballo en una de las primeras
pruebas. Ls alemanes también arrasaron
en gimnasia, Entre solo dos participantes,
Konrad Frey y Alfred Schwarzmann, s¢
adjudicaron 11 medallas, 6deellas de oro
(3 cada uno). En remo también lograron
varias victorias. Ganaron 5 medallas de
oro de las 7 que habia en juego. Sin em:
bargo, no consiguieron la més impor-
de lasolimpiadas:elinglés JackBeresford,
ganador de 5 medallas (3 de oro y 2 de
plata) en 5 juegos olimpicos consecutivos
(de Amberes 1920 a Berlin 1936)
Las otras tres grandes derrotas de Alema-
nia fueron en hockey, relevos 4x100 m
femenino yhalterofilia. La primera fuela
més esperada. El equipo germano llegé a
Ia final, pero perdié por un abultado 8 a
1 contra la India briténica, dominador
absoluto de este deporte hasta los afios
‘ochenta, En relevos, sin embargo, las ger
‘manas eran las grandes favoritas. ¥ asilo
estaban demostrando, hasta que a la tl
‘ima relevista se le cayé el testigo cuando
EL GANADOR ee maretén Son Kite segudo
elbrténiosnieargey ede agosto,
iba en primera posicién. La carrera la
gané Estados Unidos entre los visibles
agestos de decepcin cel Fuhrer. En halte-
rofilia la derrota fue ain més inesperada,
Hllevantador alemsén Rudolf Ismayr, ga-
nador de la medalla de oro en os anterio-
res juegos de Los Angeles, era uno de los
héroes deportivos del pais. Noen vano,
fue el deportistaelegido para prestarel
juramento oimpico durante a ceremonia
de inauguracidn, Su vieworia parecta se-
gura, Sin embargo, se topé con un joven
Portento de 20 afios que se convertiria en
tino de los grandes halterofilistas de la
historia, El egipcio Khadr El-Touni batié
el récord del mundo en la categoria de
peso medio levantando un total de 3875
los, 35 més que el segundo clsiticado
«incluso 15 por encima del campesn de
Ja caregora superior, a de peso pesado
Su aettacién fue tan impresionante que
hasta iter baja saludarlo. El mandata-
tio le estreché la mano y le dijo: “Egipto
deberfa estar orgulloso de usted. Me gus-
taria que fuera alemén, Espero que con-
sidere Alemania comost segundo hogar’.
Después ordené que bautizaran con su
nombre una calle dela vila olimpica,ELESTADOUNIDENSEClennMarispartcpandoenlas pruebas delanzamiento de dsc, Bde agosto,
Estrellas en Berlin
Hubo otros nombres propios en estos ue:
05. El neozelandés John Lovelock dejé
boquiabiertosa los espectacorestras ganar
tuna de las pruebas reina del atletismo, el
11500 m, batiendo el récord del mundo. El
coreano Kee-Chung Sohn vencié en otra
de las carreras estrella, el maratén, pero
como su paisera colonia japonesa, lo hizo
con elnombre de Kitei Son y bajo bandera
nipona. Los fondistas finlandeses domi-
naron las pruebas de larga distancia de
manera asombrosa: 3 oros, 3 platas y 1
bronce en las carreras dle 3000 m obs
téculos, $000 m y 10.000 m. Otro de los
atletas mas notorios fue el estadouniden-
se Glenn Morris, Por dos razones: batié el
récord del mundo de decatlén y tuvo un
sonado romance con Leni Riefenstahl, la
célebre directora alemana que se encon-
traba iimando el documenta de los juegos
(Olimpiada, 1938). La popularidad que
aleanzé este deportista fue tal que a su
regreso fue contratado por Hollywood
para competir con el también olfmpico
Johnny Weissmuller para ver quign era el
mejor Tarzdn, La pelicula que protagonizg
se llamé La venganza de Tarzdn (1938) y
fue un fracaso, “El rey de los monos” se-
sguirfa levando apellido alemén.
Curiosamente, en esta pelicula aparecié
interpretando a Jane otra de las figuras
destacadas de estos juegos, aunque por
razones muy diferentes a las de su com-
paiero. Fleanor Holm era una de las
estrellas del equipo de natacién estadou-
nidense, Habfa ganado la medalla de oro
cen Los Angeles en la carrera cle 100 m
espalda, y todo hacfa esperar que la re-
validara (tenfa el récord del mundo), Sin
embargo, Holm no llegé a competi. Du-
rante el trayecto en barco hasta Hambur-
40, la nadadora participé en varias fies-
tas en las que acabé completamente
borracha. “Champagne girl”, como la
apodaron los periodistas a bordo, termi:
né siendo expulsada del equipo por com:
portamiento inadectiado, La nadadora
les recordé que “soy joven, blanca y ten-
0 22 afios”, y que lamentarian su deci-
sién si perdian la medalla de oro (como
asiocurrié). Asu vuelta, ademés de pro-
bar suerte en Hollywood, se cas6 con el
empresario Billy Rose. Su divorcio en
1954 fue tan polémico y duradero que la
prensa, haciendo tn paralelismo con la
famosa disputa por el trono de Inglaterra
entre los Yorky los Lancaster, lo bautizd
como “La guerra de los Rose” (el suceso
servirfa de inspiracién para la popular
pelicula de ese titulo de 1989).
LANADADORA ELEANOR
HOLM FUE
ENEL
TRAYECTO HACIA BERLIN
Quien s{pudo demostrarsus aptitudes en
Ia piscina fue Rie Mastenbroek. La nada-
dora holandesa se convirtié en la gran
protagonista de a competicin al ganar4
rmedallas, 3 de oro y 1 de plata. También
causaron asombro las victorias de dos de-
portistas casi en edad infantil. La nadado-
ra danesa Inge Sorensen, de solo 12 afios
de edad, seerigié en la medallista de una
prueba individual mas joven de todos los
tiempos al quedar tercera ena carrera de
200 m braza. Y la saltadora de trampolin
estadounidense Marjorie Gestring, de 13
afios, nla msjovenen ganar una meda-
lla de oro hasta ese momento. En el otroSALTO delongit:laersnLizLongyel
fstadundene Jesse Owen rlesyorsgos.
extremo, el jinete austriaco Arthur Von
Pongracz.compitié a la edad de 72 afios y
59 dias. Fue el segundo deportista mas
viejo en participar en unos JJ. 00., solo
superado por eltirador sueco Oscar Swahn,
guien lo hizo en la Olimpiada de 1920 en
Amberes con 72 afiosy 281 dias.
Elcaso Owens
Pero, sin duda alguna, el gran protago-
nista de los juegos de Berlin fue Jesse
Owens. Elatieta estadounidense, que un
afio antes habia pulverizado todos los
récords mundiales de velocidad y salto
de longitud en un lapso de 45 minutos,
sgané las cuatro pruebas en las que par.
ticipé: 100 m, 200 m, relevos 4x100 m,
con récord mundial incluido, y salto de
Jongitud. Una hazatia que no seria igua
Jada hasta 1984, cuando el estadouni
dense Car Lewis consiguiese las mismas
medallas en los JJ, 00. de Los Angeles.
Su impresionante actuacién generé mu:
chas anécdotas. En la prueba de salto, por
ejemplo, se produjo un emotivo episodio
decamaraderia deportiva. Seginrevelaria
elpropio Owens, el alemén Luz Long, su
‘maximo rival, le dio un consejo técnico
de forma desinteresada que le ayudé a
clasificarse para la final. Elestadouniden-
se llevaba dos saltos nulosy se lo jugaba
todo en el tercero, Antes de su dltimo
intento, Long le recomend que retrasa
ra algo su carrera y no apurase demasia-
do en la batida, ya que no necesitaba
saltar tanto para clasificarse. Owens le
hizo caso y pas6 ala final. Tras una refi
disima competicién, el atleta de Alabama
¢gané eloro por delante del alemén, Long
felicité al campeén, e, inesperadamente,
posaron juntos para los fotégrafos y die
ron una vuelta al estadio. El saltador
alemsn moriria pocos afios después du
rante la guerra, siendo galardonado a
titulo péstumo con la medalla Pierre de
Coubertin al espiritu deportivo.
{Cémo se toms Hitler los éxitos del cam-
peén deraza negra? Suponemos que mal,
pero no lo sabemos. Durante afios se
popularizé una versién que decia que el
caudillo abandoné el estadio tras presen-
iar la final de los 100 m para no tener
que dar la mano a Jesse Owens. “De
verdad ereen que me voy a dejar forogra-
fiar estrechando la mano a un negro?”,
dicen que comenté. El incidente, difun-
dido con especial énfasis por la prensa
afroamericana de la época, es completa:
mente falso. Hitler no saludé a Owens
porque no saludaba a ningiin deportista
desde que fuera reprendido el primer dia,
por el COI por felicitar solo alos campeo-
nes alemanes. El propio Owens, antes de
incorporar la versién falsa a sus discur-
805, negé ese episodio, De hecho, afirmé
lo contrario, que se habfan saludado de
‘manera informal al cruzarse sus miradas
enelestadio. A pesar de ello, laleyenda
persiste, Todavia hoy, numerosos docu-
mentales y peliculas, comola reciente EL
héroe de Berlin (2016), la siguen presen-
tando como un hecho cierto,DOSSIER
Un comedido relevo
ASI FUE COMO TENDRIA LUGAR EN LA EDICION DE
LONDRES UN NUEVO COMIENZO EN LA POSGUERRA
LOS JJ. 00. se retomaron doce aos
después de os de Berlin, en 1548, Fue en
Londres (bao) La ciudad habia sido de-
‘signada en 1959 como sade delos juegos
de 1944, Pero, como ocurrié con a ediién
‘de 1940 que se ba a celebrar en Helsinki
(Gustituyendo a Tokio, que renuncié en
1957 a rai del conflito bio sino-jan0-
és} se cancel por la guerra. E1COI deci-
id mantener las dos sedes: Londes para
Ia siguiente ecicién y Helsinki para 1952.
MLA XIV OLIMPIADA estvo en con-
‘sonancia con el ambiente deorimida de
posguerra, Fueron conacidos como “los
‘Suma de novedades
La Olimpiada de Berlin sobresalié también
porla relevancia y el aleance de sus inno-
vaciones. Fue a primera vez que los juegos
se transmitieron por television, Se hizo de
‘manera experimental, en circuito cerrado.
Segiin las crénicas, la calidad de a imagen
ro era muy buena, pero aun asi se pudie-
ron ver 70 horas de trasmisiones en una
veintena de receptores ubicados en Berlin,
Potsdam y Leipzig. También fue la prime-
raver. que se filmé un largometraje sobre
el evento. Para el documental realizado
por Leni Riefenstahl, una superproduecién.
de casi cuatro horas de duracién, la direc-
Juegos de la austeridad No se constru
‘yeron nuevas infraestructuras. El viejo
estadio de Wembley ue habiitado como
caliseo olimpico, la Empire Pool (actual
Werey Arena) ye Témesisseutlizaron
para las pruebas acuiticas, y las instals-
Clones militares yloscolegios mayores se
acondicionaron coma vila ompica. Las
delegaciones trajeron su propia comida y
or primera vez partciparon trabajadores
‘voluntarios. Fueron, en todo caso, unos:
juegos cargadios de erotivdad, un nuevo
‘omienzo que supuso un rotundo ésito de
particioacién: 404 atletas de 59 patses
‘Alemania y Japén no fueron invitads.
tora conté con un equipo de 33 camaré:
grafos y una gran cantidad de recursos
‘t@enicos, El resultado fue una obra llena
de asombrosos hallazgos visuales que tu
vieron una gran influencia posterior.
(tra novedad de estos juegos tiene que
‘ver con el protocolo de entrega de meda.
las. Los ganadores, ademés de la corres:
pondiente medalla (dentro de una caja,
no colgada al cuello como se haré poste:
riormente), recibfan también una corona
olimpica (cuyo disefo, abierto en la parte
frontal, se inspiraba en las que se entrega-
ban alos vencedores de las carreras de
ccuadrigas en la antigua Roma) y una ma-
SEGANO EN PRECISION
ENLAMEDICION DE LAS
PRUEBAS POR EL USO DE
MAS CRONOMETROS Y LA
MEJORA DEL FOTO FINISH
eta con un pequeaio roble, como simbolo
de la hospitalidad germana.
Con respecto a las competiciones deporti-
vas, las aportaciones también fueron muy
destacadas. La precision enlamediciénde
laspruebas se mejoré notablemente gracias
‘la utilizacin de un mayor nimero de
cronémetras eléctricos y al perfecciona-
‘miento del sistema de la foto finish, que
habia sido incorporado por primera vez.en
laanterior Olimpiada de Los Angeles. En
natacién, una de lasnovedades més lama-
tivas fue la instalacion de plataformas pa-
ra zambullirse desde ellas, y no desde el
borde de la piscina, como se hacia hastaese momento, También aparecié in nuevo
estilo natatorio: la mariposa, Lo usaron
algunos nadadores en la competicién de
‘braza, ya que todavia no era considerado
un estilo independiente (no lo fue hasta
1952). También causé sorpresa la presen-
cia de bafiadores tipo slip. Como en nata-
cidn solo estaba permitido el que cubriael
{o130, solo se usaron en salto de trampolin
yen los partidos de waterpolo.
Otro aspecto en el que se dieron los pri
:meros pasos fue en los controles de sexo,
‘Aunque estos no fueron obligatorioshasta
Jos.UJ, 00. de México en 1968, en Berlin
sehicieron varios. Uno delosmés sonados
fue el de la campeona de 100 m lsos, He-
Jen Stephens. La atleta estadounidense
batiéenla final ala gran favorita, la plus
‘marquista mundial Stanistawa Walasie-
‘wicz. La delegacién polaca, molesta por
linesperado resultado, acusé a Stephens
de ser un hombre, Esta se sometié volun:
tariamentea un examen fisico que confit
1mé su sexo femenino. Lo curioso del caso
LAS ATLETAS Helen Steahensy Storslna
Wolsieviz Ala dca, Dora Reten.
esque, como se demostré posteriormente,
quien no era laramente una mujer desde
el punto de vista fisiol6gico era la atleta
polaca, Walasiewicz, quien se nacionali
zarfa estadounidense con el nombre de
Stella Walsh, murié en 1980 de un dispa-
ro durante un atraco en un centro comer-
cial. Cuando se le practicé la autopsia se
comprobé que, aunque vivia como mujer,
tenfa genitales masculinos
Otro caso célebre fue el de la saltadora de
altura Dora Ratjen. La atleta habia sido
elegida porel equipo germano para susti
tuira Gretel Bergmann, apartada por su
origen judio con la excusa de una lesin
inexistente. Ratjen quedé en cuarta posi
ci6n, comenzando asf una prometedora
carrera que culminarfa dos afios después
en el campeonato de Europa de Viena,
ganando la medalla de oro ybatiendo el
récord del mundo. A sttregreso en tren la
atleta fue acusada por el revisor de ser un
travesti, algo prohibido en la Alemania
nazi, Ratjen fue detenida, y, tras pasar un
examen mético, se determiné sucondicién
rmasculina. Fue acusada de fraude, despo-
jada de sus marcas y trofeos e internada
en un sanatorio mental. Al sali, pese a
haber sido criada como una nia, vivid el
resto de su vida como un hombre con el
nombre de Heinrich, caso fue wilizado
por a propaganda aliada, que denuncid
‘un supuesto plan de los nazis para demos-
trara través de este tipo de artimafas la
supremacia dela raza aria,
E116 de agosto, la olimpiada llegé a su
fin, Tanto los deportstas como los medios
{nternaciones alabaron la organizacién y
el trato recibido. Todo habia salido ala
perfeccidn. Durante la ceremonia de clau-
sura se hizo el llamamiento ala “juventud
del mundo a reunise cuatro aos después
en Tokio”. Los juegos olimpicos no volve-
rian a celebrarse hasta 1948, m
| PARA SABER MAS
plocRAFtA
sue. Steven. Leni Riefenstahl Sarena
Circe Edeiones, 2008,
esavo
sous Jeremy. Tumph: The Untold
| Story of Jesse Owens and Hitler's Oly
ples. Nueva ere Houghton Mia Hacer,
2008, Enns
‘coe, Francisco. Historias de fe Olimpla-
| das. Sarelors Pe & Janes, 1982,
OCUMENTAL,
(Olimpiada (Rema, '938). Dis Lev Rie.
fensBASTION
REALISTA
Presentamos este mes el articulo finalista del
| Premio Historia y Vida —
Espafia y América, que
REWER AR ele oeed ke ama a eel eR eon
JUAN JOSE BENAVIDES MARTINEZ, DOCTOR EN HISTORIA
Peer een y
Aricent)
Pre enea id
Marfa Calleja delRey. Fue uno
COC ner acer ata
OCR CnC ost cee?
‘México, y os insurgentes lo consideraron
Sereorctrc ee rs
Bore e rece erate
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pesar de su relevante actuacién durante
cee Seneca
Peete ect scr rics
Pecans ey
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eect ee Veo cy
ey ee eee eee y
Corre a RCM
eee se
‘que supuso el inicio de la guerra de inde-
Pee ee ans s
realist y derrotéa los rebeldes en nume-
ao erri terre c cts
Poe See oats
virrey en 1813. Durante los tes afios que
Crete ete ees
Pee ese eet esas
eee ete tee
Oe eet eee ene
Perea nts
ees eee as
Ce irae cyl
CURE ead
oe NCR CeCe Oe Uc ke ni)
CVO BPR noc a CeesHijo del notario de la localidad, comenzé
aservira los 19 afias como cadete del Re-
sgimiento de Infanteria de Saboya.Partcipé
enlos sitios de Argel, Menorca y Gibraltar,
las operaciones militares mésimportantes
del periodo, consiguiendo ascender a ca-
pitin. En 1784 fue designado director del
Colegio Militar del Puerto de Santa Marfa
porel entonces capitén general de Anda
luca, Alejandro OReilly, bajo cuyo mando
habfa servido en Argel. Poco después de
la destitucidn de este, en mayo de 1789,
ppas6 a Nueva Espafia para incorporarse al
Regimiento de Infanteria de Puebla.
Apenas estuvo unos meses en su destinc
porque su traslado formaba parte de un
proyecto de la Corona para conocer deta-
Iadamente sus posesiones y modernizar
Ja administracién del Imperio. Por este
motivo, cumpliendo las drdenes de virrey
Revillagigedo, con quien compartié via
Je desde Cédiz, y su sucesor Branciforte,
bajo quien habia servido en Gibraltar, Ca
lleja recorrié buena parte del norte del
virreinato llevando a cabo un reconoci
miento geogréfico, humano, militar y
ceconémico de estos vastos, poco conocidos
‘casi despoblados teritorios.
Subuen hacerle alié en 1796 la designa-
cién como comandante de la brigada de
San Luis Potosi, uno de los diez distritos
militares en los que se ividia Nueva Es
paiia, Consciente por su experiencia previa
de la necesidad de pactar las érdenes vi
rreinales con las élite locales, consiguié
hacer operativos os regimientos miicianos
de laregién, y fue ascendido a coronel.
Las milcis, unas fuerzas armadas pero
nomiltares (no profesionales), se conwir:
tieron en el sector més numeroso del ss
tema defensivo amerieano trasla derrota
espafola en la guerra de los Siete Afi
frente a Inglaterra (1756-1763). Los Bor
bones vieron la necesidad dle que los ha-
bitantes de América contribuyeran a pro
tegerelterritorio, yestablecieron portodo
cl imperio cuerpos milicianos para la de-
fensay el mantenimiento del orden anivel
regional, formados por vecinos que reci-
dicaci6n propia del comandante de un
cuerpo profesional, Callefalogré que las
rilicias potosinas estuvieran razonable-
mente disciplinadas y fueran itiles para
tales funciones en la provincia,
La forja de un lider
Su ascendente carrera se detuvo durante
elmandato del virrey Iurrigaray, que no
lo tuvo en cuenta para ninguna comisién
relevante, por lo que se centré en poten-
ciarsu figura dentro de la sociedad poto-
sina. Elcomandante ocupaba una posicién
{deal para convertirse en el personajemés
influyente de la regi6n, por la awtoridad
que le otorgaba su cargo y porque habla
sabido ganarse el respeto del pueblo la-
no (muchos se referfan aélcomo “el amo
don Félix”), Asi que, dejando atrés suPLAZA de Anza, San Luis Potos Mio, Als
sch, Lafamila de Carlos V, pox Goa, 1200.
actitud moderada, en torno a 1805 co
‘menzé a imponer su criterio por encima
de los poderes locales en varios asuntos,
como el pago de la rehabilicacién del
cuartel o la sucesién del mando de uno
delos regimientos milicianos tras a muer-
te de su coronel. Ademés, a comienzos
Ja noticia, tanto en la peninsula como en
América se produjo una reaccién antiftan-
cesay de lealtad hacia Fernando VIL
En Nueva Espa, el virrey Iturrigaray,
temeroso de un ataque, encargé a Calleja
Iadefensa de Veracruz, pero cuando este
legé a México el 14 de septiembre para
recoger sus érdenes se encontré un am:
biente enrarecido. Fl grupo peninsular, que
dominaba el cabildo catedralicio, el Con-
sulado de comercio y la Audiencia, cons-
piraba contra el virrey por su apoyo al
proyecto de formar una junta novohispa-
1a propuesto por los crollos, que contro-
labanelayuntamiento, Lanoche del 15.
septiembre estallé el complot. Los penin.
sulares tomaron el palacio y designaron
como nuevo virrey al oficial de mayor gra-
dduacién que habla en a capital, el mariscal
Pedro de Garibay. A Callea le encargaron
DEJANDO ATRAS SU ACTITUD MODERADA, EMPEZO A
IMPONER SU CRITERIO SOBRE LOS PODERES LOCALES
de 1807, con $4 afios, contrajo matrimo
io con Francisca de la Géndara, una
joven y rica heredera criolla, entrando asi
2 formar parte de la élite local.
‘Suascenso se consolidé durante el convul:
so periodo que se abri en el mundo his-
pénico tras las abdicaciones de Bayona en
1808, que supusieron la entrega de la Co:
rona por parte de Fernando VII Carlos IV
a Napoledn, y de este a sit hermano José
(@epe Botella)..A medida que se difundia
el mantenimiento del orden en la ciudad
y después la seguridad personal del virrey,
tareas que cumpli dligentemente, gandn-
dose el ascenso a brigadier
Deregreso en San Luis, se hizo patente su
liderazgo en la regién cuando, en 1809, la
Junta Central de Gobierno, depositaria de
aautoridad del rey “cautivo”, concedié a
los territorios de ultramar el derecho a
tener un representante por cada virreina-
to, Catorce ayuntamientos novohispanos
propusieron aun candidato, entrelos que
lvirrey elegirfaa uno, Elcabildo potosino
ropuso a su comandante, aunque el ele-
gido fue Miguel de Lardizabal, de Tlaxca-
Ia, el tinico que residia en la peninsula,
Un aiio después, tras la convocatoria a
Cortes Generales y Extraordinarias de
1810, el ayuntamiento de San Luis, al que
correspondia la designacién de un dipu-
tado, cligié a Florencio Barragén, gran
‘comerciante y hacendado. Era uno de los
hombres mis rcos del virreinato y man-
tenia una estrecha relacién con Calleja,
que influyé en el nombramiento. Sin em-
Dargo, el escaiio potasino quedé vacante
cen las Cortes de Cédiz porque Barragin
fallecié ances de embarcar, yla nueva elec
ign tuvo que posponerse porque el virrei
nato se hallaba en estado de guerra
La guerradel general
sociedad novohispans, que fue en au
mento desde la caida de Iturrigaray y el.
proyecto juntista, estalld el 16 de septiem-
bre de 1810 en Dolores (Guanajuato)
{Los insurgents, liderados por el cura
Miguel Hidalgo elgnacollende envi
ron agentes a San Luts para extender la
Tevuelta, Dos dias después fueron captu-
rados,yCallejadispuso unas medidas de
trols en eaminos, barricadas en los a
esos, recompensas a delaores
‘Adem, deseoso de hacer mérios de gue
tra el comandante convocS alos tes reé2QUE FUE EL PLAN DE IGUALA?
Agustin | y la primera experiencia imperial de México
POR EXTRANO que parezca, ol arti-
fice de ls independencia de Méxica fue un
rriltar que habia luchado al servicio del
rey: Agustin de turbide (17831824), Mo-
lesto porque ne sele reconocian los mét-
tas que cela tenes, cambé de band y, en
1821, praca el Plan de Iguala(abaje).
En principio la idea era crear una nueva
rmonarquia, bien en la persona de Feenan-
o VI bien can alg principe del fari-
laeal. Espaha, sn embargo se opuso
frontalmente a esa tentatva en nombre
de un impero unitari, Para un sector de
‘mexicanos, que podan haber aceptado
Ln sistema autondmico, quedé entonces
como Gica salida posible la secesién
NSE HA DICHO que estos partdarios
de a independencia la propugnaren por
‘miedo al régimen iberal implantado en fa
rmetrépal en 1820. Eran, supuestament,
conservadores que trian as eformas
progressta.Elhistorador Timothy Anna
sefalé que el proslema ea otro. La mayo-
riade ls ciudacanos apoyaban la Consti=
tucién de Cédiz, pero, para garantizar su
puesta en préctia, pefeian un marco po-
Rico propio ante os contnuosvaivenes de
Ia politica peninsular entre absolutistas
y conservadores. As, ena imposibildad
de entronizar a un principe hspano, fue el
propio Iturbide el que se proclamé empe-
rador con elnombre de Agustin Esta
primera experiencia imperial (la segunda
sera a de Maximlano de Habsburgo en
1864-67) se sald con un completo facae
50. Ena, el monarca fue eecutado tras
intentarrecuperar la Corona,
sgimientos milicianos de la provincia y
empezé a alistar voluntarios, formando
‘un contingente cle casi tres mil hombres
(85%a caballo). Callejaejercié sulideraz-
0 conjugando los esfuerzos de las auto-
ridades, que cumplieron sus érdenes; de
Jos mineros, que le enviaron plata y pol
vora; de los grandes hacendados, que le
suministrarontropas,caballosy mulas; de
Jos artesanos, que fabricaron armasy per
trechos; des arrieros, que transportaron
Jos suministros; yd buena parte de los
vecinos ilustres, que formaron la oficia
lidad, asi como de los peones y rancheros
que integraron la tropa.
‘Apenas un mes después del Grito de Do-
lores, el 24 de octubre de aquel afo, la
fuerza potosina salié para luchar contra
Jos insurgentes, a pesar de su corto nit
mero de efectivos en comparacién al del
enemigo, dela escaser. de armas de fue-
goy dela falta de experiencia y entrena-
miento de la mayorta de los hombres
(solo habia 37 militares profesionales)
Estas limitaciones, inherentesa una fuer
za miliciana e improvisada, se solventa-
ron en parte cuatro dias después, cuando
alas tropas de San Luis se les unié un
contingente con otros tres mil hombres,
lamitad de ellos militares profesionales,
{que haba enviado el recién legado virrey
Francisco Venegas. De esta manera se
forms el denominado Ejérito del Centro,
que, comandado por Calleja, constituyé
el principal baluarte realista durante la
primera etapa de le guerra.
En apenas tres meses, la recién creada
fuerza derroté a los rebeldes en Aculeo
Gstado de México), Guanajuatoy Puente
Calderén (Jalisco), dejando lainsurgencia
muy debilitada. En marzo de 1811, las
‘ropasregresaron a San Luis, pero en abril
salieron a combatirnuevamente, Los lide-
resinsurgentes habian sido capturados en
las Norias de Bajén (Coahuila) y fusilados
cen Chihuahua, pero el objetivo de Caleja,
ascendido a mariscal por sus victoria, era
QUERIA PERSEGUIR ALAS
PARTIDAS REBELDES,
POR LO QUE REHUSO EL
OFRECIMIENTO DE UN
ESCANO ENLAS CORTES
seguir persiguiendo a las partidasrebeldes
que se extendian por casi todo el virreina-
{.Por este motivo rehusé el ofrecimiento
el abildo porosino para ocuparelescafio
de la provincia en las Cortes, vacante por
a muerte de Barragén. El comandante
propuso a su secretario personal, el tenien-
te coronel Bernardo Villamil, natural de
Cédiz, que fue “elegido” por el ayunta-
iento de San Las en junio. in embargo,
nunca legé ala cémara gaditana, porque,
enestado de guerra, sus obligaciones mi-
litares tenian preferencia.
La campaiia victoriosa del Bjército del
Centro continué durante casi un afo por
Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato ¥
Michoacén, yen febrerode 1812 astropas
fueron recibidas con honores por la pobla-
cin de México. Después del homenaie se
dirigieron a Cuautla, donde se habfa atrin-
cherado el caudillo insurgente Morelos,
que tras un duro asedio de 72 dias consi-
{guié escapar. Calleja, con problemas deENTRADA delturide yl Fé Tigoante eno
Chute de Mexico en 12, Litogra 1842,
salud (padecia dolores de estémago cré-
nicos), presenté su renuncia
Laidea del virrey
Apesar de esta mancha en su trayectoria,
su buena reputacién legé hasta Cadiz, y
a finales de 1812 fue nombrado virrey en
susttucién de Venegas, con el que estaba
enemistado desde el inicio de la guerra
por la téctica que habfa mandado imple-
mentar. Con la utilizacin de la fuerza y
Jos castigos ejemplarizantes, Venegas solo
habia conseguido alimentar elresentimien-
todelospartidarios de a independencia,
asi que el nuevo virrey, buen conocedor
de la realidad novohispana, aplicé una
estrategia diferente, fundamentada en la
méxima que regia el sistema defensivo del
Imperio desde finales del siglo xvi: la
defensa de América debia recaer princi
palmente sobre sus habitantes
EI “Plan Calleja” movilizé a unos ochen-
tay cinco mil hombres, casi todos novo-
hispanos, en favor de la causa realista,
Sebasaba en dos pilares fundamentales:
un ejército con 40,000 plazas, repartido
porel territorio en 15 divisiones, ycom-
pafifas milicianas en cada poblacién,
denominadas “fieles realistas”, que, con
un total de en torno a 45.000 hombres,
velaban porel orden en sus ursdicciones,
bajo el mando de las élites locales.
Con esta estrategia, en apenasttres afiosel
virrey logré reducir la insurgencia a unos
uantos grupos inconexos, pero también
aument6el gasto en defensa, lo que termi:
né por arruinar la economfa de Nueva
Espaiia, que hasta entonces habia sido la
“Joya de la Corona’. Ademés, las constan-
tes contribuciones y las obligaciones del
servicio fomentaron el desapego de gran
parte dela sociedad hacia as autoridades.
Asimismo, tenfa graves limitaciones ope-
rativas, porlaescasadsciplina de lastropas.
Pero el principal efecto negativo de esta
téetica fue que armé y organizé militar
mente a buena parte de la poblacién, lo
que se volverfa contra la Corona en 1821,
Anteel desgaste de una década de conflc
to, pocos dudaron en apoyar al coronel
Agustin de turbide con su proyecto inde-
pendentista de paz y mantenimiento de
privilegios recogido en el Plan de Iguala.
De esta manera, paradjicamente, fueron
las fuerzas realistasestablecidas por alle-
ja las que proclamaron la independencia,
Jogrando asi una “victoria invertida.
Sus dltimos afios
Para entonces, el anciano “don Félix" se
encontaba lejos. Ls exiguos recursos ob
tenidos por la hacienda novohispana en
1816, un duro golpe para el sistema impe-
rial, provocaron su sustitueién por Juan
Ruiz de Apodaca. ‘ras veintiss aos en
México, Calleja regres6 ala peninsula con
lrango de teniente genera. Fue conde-
corado con las cruces de San Fernando y
de San Hermenegildo, ele designé caba-
lero de la orden de Isabel la Gatélica y
dobtuvo el titulo de conde de Calderén,
aunque él esperaba mayores honores. En
1819 ocupé la capitania general de Anda~
lucia, Su abierto rechazo al liberalism le
causé problemas en el Trienio Liberal
(1820-23). Con la vuelta del régimen ab-
solutista see rehabilit, y fue destinado a
Valencia como capitin general. All fallecié
€124 de ulio de 1828 a los 74afos, dejan-
do asu mujer y asus cuatro hijos una for
tuna valorada en seis millones de reales. =
culsicos
CCampattas det
‘general Flix Mara Callej, comandante
del Ejécito Real de Operacones del Cen-
tre. Mésice: rorenta il, 128,
Ensayo:
De mil.
‘ianas del ey 2 soldades mexicanos. Mi
liciasy sociedad en San Luis Potosi
(07674824). Nadi: CSIC, 201.
| Guerra y gobierno.
‘Les pueblos y ia independenela de Méx-
<0, México: EColeio de Masco, 2015.EL HEROE
DELAS
3 VS
No resulta demasiado conocido entre el gran
Foes] (CoM VARS AIualor- ee ea el eIAV LUMO RSL)
nombre capital en la historia de la botdnica. El
(aicerls(ormte\ Melati sr tareoM aU are (lel sR ES
acabé entre rejas en la URSS de Stalin.
TU eS Teychukin, Kreierri, Ivanov, Ro-
dine, Sheheglov, Kovalevsky,
Leontjevsky...La lista de bajas
no cesaba, Todos tenfan algo en
comiin: eran cientfieos que tra
bajaban en el Instituto de Industria Vege-
tal de Leningrado, en a actual San Peters:
burgo (Rusia). A comienzos de 1942 la
ciudad se encontraba asediada por las.
‘wopas alemanas, yaquel inviernolastem-
peraturas legaron a aleanzar los 40 grados
bajo cero. El hambre y el frio causaron
estragos entre los resisientes de Leningra-
do, y también entre los trabajadores del
Instituto. Una treintena de ellos murieron
deinanicién, y muchos lo hicieron literal
mente rodeados cle semillas que podrian
haber salvado sus vidas y las de sus fami
lias. Sin embargo, no las consumieron
porque sabfan queestaban ante un tesoro
Intocable: en aquella coleccidn residia la
esperanza de millones ce personas.
La institucién guardaba el fruto de veinte
afios de investigaciones llevadas a cabo
por uno de los héroes més desconocidos
dela ciencia del siglo xx: el boténicoyy ge-
netistaruso Nikolai Vavilov, quien dedieé
suvida a tratar deerradicar el hambre en
elmundo, y que también acabarla muerto
de hambre en una prision soviétiea, viet
‘ma del régimen de terror estalinista
Algunos meses antes, previendo el avance
de las tropas alemanas, los responsables
del Instituto habfan conseguido desalojar
ApostatnieLeopralocineanad
re
heladarfoNeva canted sit alacodd, 94)
dela ciudad una parte de los ondos. Para
cllo se habfan ideado ds vias de evacua-
cidn, La primera consistiaen repartir mues-
tras de semillas en el equipajedemanode
quienes abandonaban la ciudad. De esta
formasse intentaron salvar unas veinte mil
‘muestras: en torno a un centenar desemi-
llas de cada muestra de cereal, y cantida-
des de entre 50 y 200 gramos, en el caso
de otros tipos de cultvo,
Lasegunda via de escape fue el ferrocarril
“Mediante este sistema se intenté dar salt-
daa unas cien mil muestras, que pesaban,
cn total cinco toneladas. El destino del
convoy ferroviario era la ciudad de Kras-
noufimsk, en los Urales, pero el vagén
ppasé seis meses escondido a cubierto delos bombardeos alemanes. Al final, los
responsables militares desecharon cual:
quier posibilidad de hacerlo salir de San
Petersburgo y decidieron devolver la co-
Teccién a su ubicacién original en el Insti
tuto. Una parte de la coleccién parti fi
nalmentea Krasnoufimsk junto al director
del centro y otros miembros del equipo
{que habian sido desalojados. También otros
40,000 paquetes con muestrasllegaron a
sa localidad por via aérea.
Lacasualidad quiso que el Instituto, situa:
doenelntimero 44 dela calle Herzen, se
encontrase muy préximo a dos edificios
que los alemanes se cuidarfan mucho de
dafar. Uno de ellos albergaba el propio
consulado aleméan, y el otro era el Hotel
Astoria, donde Hitler habfa planificado
celebraruna cena de gala para festejar la
toma dela ciudad. Sin embargo, esta vie
‘oria nunca se produciria. Los alemanes
tuvieron que retirarse después de casi dos
aiios y medio de asedio.
Parad6jicamente, las ratas estuvieron
punto de conseguir lo que no habian lo-
grado los alemanes. Los guardianes de
quel peculiar tesoro genético fueron ca-
paces de reaccionar a tiempo, ideando
diferentes estratagemas para mantenerlas
LAS RATAS ESTUVIERON
APUNTODELOGRARLO
QUE NO HABIAN PODIDO
LOS BOMBARDEOS:
LIQUIDAR LAS SEMILLAS
semillas a salvo de los roedores. La ins
titucién que Vavilov habia presidido de
1921 a 1940 logeé sobrevivir a unas cir
ccunstancias realmente duras, aunque pa:
zaello fue necesario el sacrificio e incluso
la muerte de parte de su personal.
Tras el origen de los cultivos
Elprincipal artifice deesa ingente coleccién
habia nacido en Mosci el 25 de noviembre
de 1887, enel seno de una familia dedica-
da al negocio textil. Siguiendo los deseos
de su padre, Vavilov estudis en la Escuela
Comercial de la capital rusa. En 1911 se
gradud en el instituto de Agriculturadela
ciudad, donde se sintié atrafdo por el cul-
tivo de plantas y conocié los trabajos del
éPOR NEGOCIOS O POR PLACER?
El clientifico y las peculiaridades de su paso por nuestro pats
mVAVILOV ESTUVO en Espana du
rant el verano de 1927, apravechandl sa
Viaje de bodas. Lo que mas le lam6 lo
atencidn de nuestro pas fe la gran vare-
dad de cutves ye porcenaje de teras:
dedicadas ala labranza (abao, un campo
fen Palenga, Maloca). El cientfic calls
que el 40% de ells estaba destinadas a
tal actividad rene al 3b de a URS. Sin
embargo, le sorarenc la desigual stri=
bbucién de la teray el bajo nivel tecnol-
ico dela agricultra, enla que se seguia
Ltlzanda el arado romano yl tla
EL PAIS se haba bajo la dctadura
de Prime de Rivera, y a visita de un cen
tffeo sovitico desat6 as suspcacis de
precursor de la genética, Gregor Mendel
El joven Nikolai comenzé a interesarse
vivamente por las posiblidades dela apli:
cacién de esta ciencia para lograr las es:
pecies de plantas més resistentes con que
‘obtener mejores cosechas.
La gran epopeya de Vavilov comienza en
1916, afio en el que realiza su primera ex
pedicidn a Persia (actual Irén) y las mon.
tathas del Pamir. Laeleccién deeste primer
destino no fue casual. Durante su trabajo
nla Fstacién de Cultivo del Instituto de
Agricultura de Mosed, Vavilov habfa iden:
tificado una especie de trigo persa espe:
cialmente resistente a los hongos.
Rusosy turcos combatfan por entonces en,
el marco de la Guerra Mundial, en una
los servicios de seguridad. Dos agentes
de paisano siguieron sus movimiento.
‘cin casada hacia conta salidas en
busca de semills. Pronto, los agentes
destnados a sequirle, convencidos ya e
{que Vawlow a ten'a segunda intencio-
nes le frecieron un trate: el centficaco-
muricara de antemano el destino de sus
‘excursionesy, a cambio, ellos le prestaran
una suerte de “=noyalogstica”extraofi-
al desde nicleos urbanes,facitindole
la reserva de alojamientose incluso co
laborando en el ewio de paguetes. Fl
_cuerd, na obstante, no duré demasiado,
ues el usa consderaba que ls agentes
‘eservaban habitacones demasiado caras
vse entregaban ala buena vida
confrontacién tan cruel como alejada de
las intereses de nuestro protagonista. Sin
embargo, el Ministerio de Agriculturaruso,
sabedor dle que Vavilov se encontraba cer-
‘eae la zona de lucha, le ordené que se
desplazara hacia el frente, Las ropasrusas
sufrian una rara enfermedad cuyos sinto-
‘mas eran similares alos provocadas por
una intoxicacién etiica, y se sospechaba
{que aquello podia tener origen en algin
tipo de alimento local. Vavilov descubrié
«que provenfa precisamente de un hongo
presente en el trigo de la zona,
En la expedicién a Iran aprovechs para
recolectar especimenes de trigo, cebada,
centeno y otros cultivos. Después se di
rigié a las montafias del Pamir, donde