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¿Será la automatización la nueva humanidad?

Como se puede evidenciar en la película, los robots de esta historia comienzan a


tener fallos cada vez más recurrentes hasta que se pierde cualquier tipo de control
sobre ellos, estos robots terminan haciendo su voluntad, yo me pregunto ¿hasta
qué punto estas máquinas desarrollan anhelos y en cierta forma pueden ellos
tener una “personalidad”?, me gustaría hacer una correlación con nuestro primer
cuento la última pregunta de Isaac Asimov; en esta historia toda la humanidad
dependía de los cálculos de una súper computadora, que podía contestar todas
las preguntas y solucionar todos los problemas, en la película Westlandia vemos
también como algunas personas dependían de los robots por un tiempo para
“divertirse”, bajo la premisa de pasar la mejores vaciones del mundo.
En los dos casos hay una clara subordinación de las maquinas hacia los humanos,
que después va desapareciendo, al final casi parece que lo prevalecerá son los
robots, pues la humanidad es finita y mortal en cambio las maquinas son
fácilmente renovables, en el cuento se hacía mención de que a través de los años
el hombre, había superado el envejecimiento y por tanto la muerte, pero si
estudiamos el desenlace de la Última Pregunta todos los humanos tuvieron que
dejar atrás su cuerpo para fusionarse con la computadora, eso también podría ser
una manera de fenecer, en Westlandia aunque sobrevive una persona perdió a su
mejor amigo y quedó en soledad y desamparo, los robots serán fácilmente
reparados pero los fallecidos, no tendrán otra oportunidad para vivir.
Desde un punto de vista más moralista, en la película se veía, en el comienzo, que
los robots estaban a total disposición de los humanos, son “esclavos”, deben
cumplir todos los pedidos que se la haga, es cuando surge mi último
cuestionamiento, ¿entonces no debemos respetarlos?, ¿esta relación basada en
la insolencia no hace avanzar la automatización en nuestra contra?, siempre
parece ser que las persona creadoras de estos robots no saben ni cómo
funcionan, ese desconocimiento puede propiciar que la tecnología evolucione sin
el debido acompañamiento humano, el colofón de esta situación es que los robots
podrían resultar ser parecidos a nosotros y ya que la automatización y creación de
estas nuevas tecnologías nos beneficia tanto, deberíamos ser deferentes, pues,
los buenos valores son lo que en verdad nos apartan de lo automático.
No sabremos cual sea nuestro futuro, tal vez hayan más maquinas que humanos o
tal vez seamos una mezcla de ellos, lo importante es que a pesar del avance del
tiempo y la ciencia, sobreviva la humanidad, lo que nos hace amar a otros, lo que
nos hace humanos.

Laura Natalia Amaya - 2113326

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