Está en la página 1de 2

Durante el siglo XX, la moda masculina sufre una gran transformación que evoluciona de los más

estrictos códigos de etiqueta y el protocolo en el vestir, predominantes durante la primera mitad


del siglo, hasta la máxima libertad, individualismo y mezcla de estilos, de la segunda.

1900-1929: Belle Epoque

Este periodo de tiempo es conocido como "Le Belle Epoque" o "La bella época" debido al alto nivel
de satisfacción económica y social, y por ello, el vestuario se convierte en la manifestación de la
vida ostentosa y extravagante de la gente adinerada.
La segunda década del siglo se la conoce como ‘los dorados años 20’ influenciada por el final de la
I guerra mundial (1914-1918) ya que después de la guerra los hombres eran escasos y las mujeres
competían por ellos llegando a una apariencia descarada y una imagen cuidada que daba a
entender que pasaban todo el día frente al espejo, arreglándose.
En Estados Unidos, los hombres usaban sombreros redondos, pajarita y vestían pantalones anchos
conocidos como "oxford bags" (que son pantalones amplios tipo oxford).
Trajes de tweed para trabajar durante el día y esmoquin o frac, negros, por supuesto, para vestir
en las fiesta durante la noche.
Las chaquetas de noche (dinner jacket), cerradas y sin colas eran tendencia entre los caballeros de
la época y se combinaban con pajarita y fajín, reemplazando a los ajustados chalecos.
Los trajes para la oficina se ajustan y personalizan, aunque resultan más conservadores que los
usados para eventos sociales. Predominan azul marino o gris, los de lana o franela clásica y
desgastada con rayas simples o lisas. Las chaquetas, de hombros cuadrados y estrechas en la
cintura y las caderas, ofreciendo una forma cónica. Las solapas estrechas, más puntiagudas y los
pantalones más estrechos y no demasiado holgados.

1930-1940: Recesión económica

La crisis de 1929 prácticamente marcó el fin de la alta costura. Los hombres utilizaban uniformes
viejos, debido a la precariedad de la época en la obtención de materias primas, que poco a poco se
transformaron en trajes civiles, confeccionados con restos de tejidos, independientemente de su
procedencia.
Los trajes masculinos son de dos o tres piezas: chaqueta, chaleco y pantalón de tonos claros y
diferente tejido, trajes blancos, o bien chaqueta blanca y pantalones negros, son parte del
atuendo indispensable de los caballeros.
La combinación pantalón y americana de tejidos distintos se convirtió en la mejor opción, ya que
permitía múltiples variaciones. Pantalones anchos de pierna y tiro alto.
A finales de los 40`s se impuso la línea “V” procedente de los Estados Unidos, que se caracterizaba
por los hombros anchos y las caderas estrechas, así la moda para caballero recibió un nuevo
impulso.

1940-1950: II Guerra Mundial

Estas décadas están marcadas por la II Guerra Mundial (1939-1945). Los tejidos utilizados son de
inferior calidad, ya que la producción en general, es escasa.
Trajes tradicionales y conservadores con siluetas holgadas y con volumen, con camisas blancas y
corbatas sencillas.
Los colores predominantes: azul oscuro, marrón, gris y negro.
El hombre elegante debía vestir siempre chaqueta.
Los jóvenes vestían chalecos abotonados de colores con bolsillos, lazos brillantes y pantalones
ligeros.
Las nuevas chaquetas transmitieron creatividad, con la colocación inusual de bolsillos: a veces con
un bolsillo del pecho y dos bolsillos laterales inferiores.
Sin embargo, esto fue considerado un aspecto conservador en la década de 1950.
Otros jóvenes vestían muy brillantes o con un cardigan muy del gusto "Ivy League", a veces con
pajaritas a rayas. Los más rebeldes, imitando a James Dean: cazadoras de cuero, jeans y camisetas
blancas de algodón... y mucha gomina.
Los zapatos tomaron muchas formas, incluyendo el zapato dólar, que contó con cuatro ojales
laterales con suela de goma y un forro de cuero.

También podría gustarte