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Licenciatura en Ciencias Sociales y Humanidades

Teoría sociológica contemporánea

3er. período 2018

Clase N° 14

Jueves 29 de noviembre

Unidad 5: Michel Foucault y la Biopolítica.


Continuamos esta semana con el tema de las tecnologías de poder. Analizaremos
hoy la llamada Biopolítica.
La Biopolítica es el nombre que da Foucault a una forma específica de gobierno que
aspira a la gestión de los procesos biológicos de la población. Foucault sostiene que
la Biopolítica es efecto de una preocupación anterior del poder político: el Biopoder,
que es un conjunto de estrategias de saber y relaciones de poder que se articulan
en el siglo XVII en Occidente.
En el conjunto de clases compendiadas en el libro “Seguridad, territorio y
población” Foucault realiza el estudio de la emergencia, desarrollo y mutaciones del
Estado moderno. De ahí que Foucault defina su proyecto como una “historia de la
gubernamentalidad”, aludiendo con esto a la historia del conjunto conformado por
instituciones, procedimientos, cálculos y tácticas que, delimitando la constitución
del Estado moderno, permiten ejercer una forma de gobierno que tiene por blanco
principal la „población‟, por forma mayor de saber la „economía política´ y por
instrumento técnico esencial ´las políticas de seguridad´.
Foucault dicta en el College de Francia entre enero y abril de 1979 un curso
llamado “Nacimiento de la biopolítica”. En él dá continuidad a aquella historia de la
gubernamentalidad, entendida como la historia de esos tipos de racionalidad a
través de las cuales se busca dirigir la conducta de los hombres a través de la
administración estatal. El proyecto del curso pretende, en un primer momento,
estudiar el liberalismo en su forma clásica y sus versiones contemporáneas,
alemana y norteamericana, para luego, en un segundo momento, abordar el
problema de la política de la vida. Sin embargo, por la extensión en el tiempo
dedicado a las formas de gobierno neoliberal, sólo cumplirá la primera parte.
Foucault entiende que el Estado, lejos de ser un dato histórico natural que tendría
su propia dinámica, es un producto, de ciertas prácticas, de ciertos discursos. El
problema, entonces, consiste en saber cuál es su historia, cómo inventa, cómo
desarrolla nuevas prácticas. A partir de esta premisa metodológica, en “Nacimiento
de la biopolítica” Foucault sostiene que el centro de la nueva razón gubernamental,
que se establece a comienzos del siglo XVIII va a girar en torno de «cómo no
gobernar demasiado». Nuevo arte de gobernar que no consiste tanto en asegurar
un aumento de la fuerza, la riqueza y el crecimiento indefinido del Estado, sino que
en limitar desde dentro el ejercicio de gobernar.
Pero, ¿qué fue lo que hizo surgir esta delimitación del exceso de gobierno? Pues
bien, el cálculo que permite al Estado autolimitarse será el ´mercado‟. Será
Carrera : Licenciatura en Ciencias Sociales y Humanidades
Materia : Teoría Sociológica Contemporánea
Docente: Guillermo Santos

precisamente acá que el „dejar hacer‟ (laissez-faire) surge como máxima esencial
que todo gobierno debe respetar. El análisis de la “biopolítica”, entonces, sólo
puede realizarse cuando se ha comprendido el régimen gubernamental denominado
liberalismo.
Foucault, luego de exponer lo anterior, examina cómo se lleva a la práctica la
gubernamentalidad liberal en el siglo XX: el neoliberalismo.
En primer lugar, el neoliberalismo alemán. En él la competencia no es un principio
de la naturaleza, no es un dato que surge espontáneamente a partir del laissez-
faire, sino que es un tipo ideal por cuyo logro es preciso esforzarse. La competencia
pura, que es la esencia misma del mercado, sólo puede aparecer si es producida
por una gubernamentalidad activa, dice Foucault. Estamos en presencia de un
„gobierno de sociedad‟, una política de sociedad donde se quiere que el mercado
sea posible. El mercado como principio regulador de la sociedad a partir de la
competencia. Es aquí donde se busca formalizar la sociedad según el modelo de
empresa. Esa multiplicación de la forma empresa dentro del cuerpo social
constituye el objetivo de la política neoliberal en su forma alemana.
Por su parte, para los neoliberales norteamericanos el trabajo aparece como
conducta económica calculada por la persona misma que trabaja. En esta definición
es el propio trabajador quien aparece como un „empresario de sí mismo‟, que es su
propio capital, su propio productor, la fuente de sus ingresos. El salario, entonces,
no es otra cosa que la renta de ese capital, el cual, en tanto la máquina que obtiene
una renta no puede disociarse del individuo humano que es su portador, va a
denominarse „capital humano‟. Este capital humano está compuesto principalmente
por elementos adquiridos sobre las cuales se dan, desde el momento mismo de
nacer, una serie de inversiones. Formar capital humano quiere decir formar esa
especie de idoneidad-máquina que va a ser remunerada con un ingreso. Sólo
estudiando la composición del capital humano, de la manera como ha aumentado,
de los sectores en los que ha crecido, se podrá explicar el desarrollo de los países.
En lógica neoliberal, a partir del problema del capital humano, pueden repensarse
los problemas del Tercer Mundo. Entendiendo la falta de despegue de la economía
tercermundista no tanto en términos de bloqueo de los mecanismos económicos,
sino de insuficiencia de inversión en capital humano. Los neoliberales
norteamericanos se encuentran en una tentativa de aplicación del análisis
economicista a una serie de ámbitos de comportamiento, de conductas que no eran
precisamente de mercado. Esto es lo que hacen los neoliberales con referencia al
capital humano; tratando de explicar, por ejemplo, que toda relación formativa o
relación educacional, como la relación madre-hijo, es posible analizarla en términos
de inversión, de costo de capital, de ganancia de capital invertido, de ganancia
económica.
De este modo, se define el objeto de análisis económico como el conjunto de las
respuestas de un individuo a las variables del medio. Por lo tanto, no se asiste a un
proyecto de sociedad disciplinaria en que la red legal aprisiona a los individuos en
mecanismo normativos. Se trata, por el contrario, la programación de una sociedad
en la que se optimizan los sistemas de diferencia, dejando el campo libre a la
circulación, en la que se concede tolerancia a los individuos y las prácticas
minoritarias, la intervenciones no son sobre los participantes del juego, sino sobre
las reglas del juego, se trata, en definitiva, de una „intervención ambiental‟.

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Docente: Guillermo Santos

En síntesis, el surgimiento del Biopoder absorbe el antiguo derecho de vida y


muerte que el soberano detentaba sobre sus súbditos y, en las sociedades post
Revolución Francesa, aspira a convertir la vida en objeto administrable. Foucault
acusa el surgimiento de una tecnología individualizante del poder, que por medio
del análisis de los individuos, sus comportamientos y sus cuerpos, aspira a producir
cuerpos dóciles y fragmentados. En función de esto se inventan herramientas como
la vigilancia, el control, el conteo del rendimiento o el constante examen de las
capacidades.
Este pensamiento vino a cuajar en el siglo XVIII con el desarrollo de un dominio de
saber antes ajeno a las preocupaciones de los administradores del poder: la
demografía:
“El desarrollo en el siglo XVIII de la demografía, de las estructuras urbanas, del
problema de la mano de obra industrial, hizo aparecer la cuestión biológica y médica
de las „poblaciones‟ humanas, con sus condiciones de existencia, de hábitat, de
alimentación, con su natalidad y mortalidad, con sus fenómenos patológicos
(epidemias, endemias, mortalidad infantil). El „cuerpo‟ social deja de ser una simple
metáfora jurídico-política (como la que encontramos en el Leviatan) para aparecer
como una realidad biológica y un campo de intervención médica”.
La Biopolítica es heredera de esta preocupación y nueva forma de gestión por parte
del poder político. Foucault sitúa su emergencia a mediados del siglo XVIII y acusa
que es un procedimiento que se dirige al cuerpo-especie, abriendo para el gobierno
de los cuerpos una biopolítica de la población. Se instauran así una serie de
mecanismos y técnicas sobre lo social que buscan el cuidado de la vida bien
gestionada.
Foucault sostiene que dicha inteligibilidad busca:
“tomar en gestión la vida, los procesos biológicos del hombre-especie, y asegurar no
tanto su disciplina como su regulación (…) Más acá de ese gran poder absoluto,
dramático, hosco, que era el poder de la soberanía, y que consistía en poder hacer
morir, he aquí que aparece, con la tecnología del biopoder, un poder continuo,
científico: el de hacer vivir”.

Hasta aquí con la clase de esta semana y así damos por finalizado el curso 2018 de
Teorías Sociológicas Contemporáneas.

Bibliografía obligatoria de la clase 14:


FOUCAULT, M. (2014). “Clase del 17 de marzo de 1976” en Defender la sociedad. Curso en
Collège de France (1975-1976). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. (pp. 217-237).
Bibliografía de consulta:
De Luque, Susana (2018), Teoría Sociológica Contemporánea, Bernal, Universidad Virtual
de Quilmes, libro digital. Pp. 177-191.

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