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LA ESPERA

Pieza escrita por GUSTAVO MIRANDA ÁNGEL

Ejercicio de escritura dramática para “La coralidad contemporánea”

Lugar: una funeraria

PERSONAJES COREUTAS:

Asesino: Un hombre gordo y velludo que suda mucho

Tía: una mujer alta y elegante

Enfermo: un tipo joven, calvo y pálido

Monja: una mujer joven, y reservada, bonita, de estatura baja

Desplazada: una mujer negra, de pelo corto

Sacerdote: un hombre con bigote

Caronte: un hombre grande y acuerpado

CORIFEO:

Niño: un niño de 7 años, frágil.

ESCENA

1.

(Están todos en diferentes lugares de una funeraria pequeña, algunos están sentados en el
suelo, otros en sillas y uno que otro permanece parado)

ASESINO. Es tarde

NIÑO. Tengo hambre (Bosteza)

TÍA. Yo también

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DESPLAZADA. Es tarde

ENFERMO. Tengo hambre (Bosteza)

MONJA. Tengo hambre (Bosteza)

SACERDOTE. Dios te salve María llena eres de gracia

TÍA. Porque eres muy graciosa (Silencio)

SACERDOTE. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a
nosotros tu reino

DESPLAZADA. Pero venga con comida (Silencio)

NIÑO. Tengo hambre (Bosteza)

SACERDOTE. Danos hoy nuestro pan de cada día

MONJA. Con huevo y arroz (Ella se ríe, todos la miran)

SACERDOTE. Perdona nuestras ofensas como también nosotros personamos a los que nos
ofenden

DESPLAZADA. Es tarde

SACERDOTE. No nos dejes caer en la tentación y…

NIÑO. Tengo hambre (Pausa)

ASESINO. Yo…

MONJA. No quiero…

ENFERMO. Esperar más… (Silencio)

TÍA. ¿Qué día es hoy?

MONJA. ¿Otra vez?

ASESINO. Es el mismo día

DESPLAZADA. ¿El mismo qué?

NIÑO. Tengo hambre (Bosteza. Silencio)

ASESINO. ¿Qué?

TÍA. Cuándo

ENFERMO. Dónde

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MONJA. Cómo

DESPLAZADA. Dame

NIÑO. Tengo hambre (Silencio)

SACERDOTE. (Fuerte) ¡No más! (Todos lo callan con un shhh. Silencio)

ENFERMO. Nada

TÍA. Nada

DESPLAZADA. Nada

MONJA. Nada

ASESINO. Nada

SACERDOTE. Nada

NIÑO. Tengo hambre

SACERDOTE. (Fuerte) ¡No más! (Todos lo callan con un shhh. Silencio)

2.

(El niño comienza a tararear una canción, poco a poco los demás personajes siguen la
melodía en voz baja, de pronto él para y los demás continúan, habla sobre la melodía)

NIÑO. ¿Entonces no voy a crecer? ¿No me van a hacer más falta mis papás? ¿No me voy a
enamorar? ¿Qué es eso? ¿Por qué no puedo ver películas después de las nueve? ¿Nunca
me voy a dormir tarde? ¿No voy a volver a jugar? ¿Y mis amigos por qué no están aquí?
¿Por qué todos son grandes? ¿Cuánto tiempo más tenemos que estar aquí? ¿Alguien
quiere regañarme? ¿A dónde vamos? ¿Por qué hay tantos cajones? ¿Hay gente adentro?
¿Están vacíos? ¿Es por la guerra? ¿Es porque Dios quiere? ¿Nos obligan? ¿Podemos salir?
¿Es por el hambre? tengo hambre.

DESPLAZADA. Es tarde

NIÑO. No soy bueno para las matemáticas, la profesora dice que no soy bueno para las
matemáticas, pero yo no soy bueno para nada ¿Voy a tener tiempo de aprender? ¿A
dónde vamos? ¿Nos vamos a demorar? ¿Por qué no viene el señor de la funeraria?
¿Dónde está el señor de la funeraria? ¿Nos vamos a morir? (Todos lo callan con un shhhh)

3.

MONJA. No se habla

DESPLAZADA. No se dice

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TIA. No se piensa

ENFERMO. Se espera

ASESINO. Se desea

NIÑO. ¿Dónde está el señor de la funeraria?

SACERDOTE. Gloria al padre al hijo y al espíritu santo

ASESINO. El señor de la funeraria se llama Caronte

NIÑO. ¿Nos vamos a morir?

ENFERMO. Yo sí, estoy enfermo, que venga Caronte

NIÑO. ¿Nos vamos a morir?

DESPLAZADA. Yo ya no tengo nada, ni a nadie, me quiero morir ¿Dónde está Caronte?

NIÑO. Tengo hambre

ASESINO. Yo me lo merezco, muchos han muerto por mi culpa

DESPLAZADA. ¿Qué pasa que no llega?

NIÑO. ¿El señor de la funeraria?

MONJA. Caronte

NIÑO. ¿Va a traer comida?

SACERDOTE. Creo en Dios padre todo poderoso creador del cielo y de la tierra

TIA. Yo soy voluntaria

MONJA. Yo quiero estar a los pies del señor

NIÑO. ¿Y dónde está el señor de la funeraria?

(Todos, menos el niño, comienzan a buscar a Caronte dentro de los ataúdes, afuera, en
todas partes)

DESPLAZADA. Caronte

NIÑO. Vámonos

ASESINO. Caronte

NIÑO. No nos muramos

TIA. Caronte

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NIÑO. ¿Sus papás no se enojan?

ENFERMO. Caronte

NIÑO. ¿No tienen papás?

SACERDOTE. Caronte

NIÑO. ¿Nadie más tiene hambre?

MONJA. Caronte

NIÑO. ¿Nos vamos a morir?

DESPLAZADA. Caronte

NIÑO. Vámonos antes de que llegue

TIA. Caronte

NIÑO. Juguemos

DESPLAZADA. Caronte

NIÑO. ¿Alguien me quiere regañar?

MONJA. Caronte

NIÑO. Tengo hambre

ASESINO. Caronte

NIÑO. ¿Y si no viene?

ENFERMO. Caronte

NIÑO. Caronte (Silencio. La monja comienza a cantar nuevamente la melodía en voz baja,
el niño habla sobre la voz que canta, cada que alguien habla lo hace sobre el mismo
colchón melódico) Yo no me quiero morir

TIA. Todos nos tenemos que morir

ASESINO. Escoger los ataúdes

TIA. La mejor pinta

ENFERMO. Una velación digna

DESPLAZADA. Preparamos todo para Caronte

TÍA. Él nos dará el mejor cajón

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MONJA. El más digno

TÍA. El más bonito

ENFERMO. El más cómodo

ASESINO. ¿Qué pasa que no llega?

NIÑO. Yo quiero crecer

DESPLAZADA. No tienes futuro

NIÑO. Casi no tengo pasado

SACERDOTE. (Es el único que ha estado atento a la única salida que hay) Ya viene (Todos
ansiosos menos el niño)

TIA. Ya viene

ENFERMO. Caronte

DESPLAZADA. Ya viene

TIA. Caronte

NIÑO. La muerte

ASESINO. (Abraza un cajón) Este es mi cajón

MONJA. (Se sienta en un cajón) Este es el mío

NIÑO. Es tarde

TIA. (Toca un cajón) ya tengo el mío

ENFERMO. (Se mete en un cajón) me gusta este

NIÑO. Los van a regañar

ENFERMO. Se siente cómodo

DESPLAZADA. (Se mete en un cajón) yo me conformo con este

SACERDOTE. Ya viene (Se mete en un cajón. Los demás que no han entrado se meten
también en que eligieron) rápido niño

NIÑO. No me quiero morir

TIA. No hay que querer morirse, sólo hay que morirse

ENFERMO. Hay que prepararse

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ASESINO. Escoger los ataúdes

TIA. La mejor pinta

MONJA. Una velación digna

DESPLAZADA. Ya viene Caronte

SACERDOTE. Que Dios nos coja confesados (Todos comienzan a cantar la canción que
antes el niño cantó, todos menos él que se queda mirando la puerta, esperando a Caronte)
Rápido niño

NIÑO. No quiero

SACERDOTE. No sabes nada de la vida (Sale rápidamente de su cajón, toma al niño a la


fuerza y lo mete en un cajón, lo cierra y regresa a su cajón)

4.

Llega Caronte montado en una moto Pulsar 220 sport. Es un hombre delgado, de estatura
promedio, está vestido de pantalón a cuadros y camisa oscura por dentro, lleva una
chaqueta de cuero ceñida al cuerpo. Se baja de la moto. Todos los otros personajes están
dentro de los cajones, hablan palabras que no se entienden y que reclaman la demora de
CARONTE, de pronto él levanta un cajón y se escucha lo que viene hablando alguien, lo
cierra pero el personaje sigue hablando, entonces abre otro y otro, esta dinámica se repite
con todos, cada que abre se escuchan las siguientes frases y en el siguiente orden:

TÍA. …esperar toda la vida, yo tenía muchas cosas por hacer pero como uno no…

DESPLAZADA. …nos sacaron a las malas, violaron a mi hijo menor, mataron a…

ENFERMO. … peor el sufrimiento de mi familia que el mío propio, ¿O cree que es muy fácil
ver cómo se le cae a uno el pelo, la esperanza, el…

SACERDOTE. … por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa…

ASESINO. … te meto un tiro en la cabeza maricón, yo ya perdí el respeto por la vida, yo no


necesito que me dejen…

MONJA. … pido por favor, hágalo por mí, yo me no lo merezco pero puedo hacer un sacri…

(Abre el ataúd donde está en niño, pero éste es el único que no está hablando. CARONTE lo
deja abierto, se miran a los ojos durante varios segundos, de fondo siguen las voces
inentendibles de los demás)

CARONTE. ¿Qué quieres?

NIÑO. ¿Usted es el señor de la funeraria?

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CARONTE. ¿Qué quieres?

NIÑO. Estoy cansado

CARONTE. Pero sólo eres un niño

NIÑO. Tengo hambre

CARONTE. Esto es una funeraria no un restaurante

TÍA. (Abre el cajón y habla) es el infierno, hace un calor terrible, yo me quiero llevar este,
es el que más me gusta, me siento cómoda, a la moda, todos van a decir “Qué cajón más
lindo ¿Dónde lo compraste?” (CARONTE cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a
clavar, ella sigue hablando hasta volverse imperceptible)

NIÑO. No haga eso señor

CARONTE. ¿Dónde está tu mamá?

NIÑO. En el cielo

ENFERMO. (Abre el cajón y habla) yo soy una buena persona, voy directo al cielo, no
pienso parar a descansar, ni en el purgatorio, ni en el limbo, ya estoy pagando todo en
vida, ya escogí mi cajón, yo me merezco… (CARONTE cierra el cajón, coge unos clavos y
comienza a clavar, él sigue hablando hasta volverse imperceptible)

NIÑO. Se van a ahogar

CARONTE. Ya están ahogados

NIÑO. ¿Se demora mucho?

CARONTE. No

NIÑO. ¿Por qué no les da los cajones y ya?

DESPLAZADA. (Abre el cajón y habla) ¿Por qué yo no tengo el mismo derecho que todos?
¿Por pobre? ¿Acaso escogí nacer en una finca, que acribillaran y torturaran a mis…
(CARONTE cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, ella sigue hablando hasta
volverse imperceptible)

ASESINO. (Abre el cajón y habla) cómo no va a ser más fácil ser víctima que verdugo, a mi
no me importa podrirme en el infierno, a mi lo único que me importa… (CARONTE cierra el
cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, él sigue hablando hasta volverse
imperceptible)

CARONTE. Vete

NIÑO. No sé a dónde ir

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CARONTE. Es tarde

NIÑO. Déjelos salir

CARONTE. No

MONJA y SACERDOTE. (Abren cada uno su cajón y hablan al tiempo) A ti suspiramos


gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ea pues (CARONTE cierra el cajón de la
monja, coge unos clavos y comienza a clavar, ella sigue hablando hasta volverse
imperceptible)

SACERDOTE. Señora abogada nuestra, ruega por nosotros tus hijos misericordiosos…
(CARONTE cierra el cajón, coge unos clavos y comienza a clavar, él sigue hablando hasta
volverse imperceptible)

NIÑO. (Se pone a llorar ingenuamente y asustado por lo que está pasando) yo no me
quiero morir

5.

CARONTE. Casi nadie se quiere morir, yo tampoco, pero todos tenemos que hacerlo. Es
bueno que lo vayas aprendiendo. No me mires así, no me tengas miedo, yo no soy la
muerte, simplemente soy un vendedor de cajones para la muerte. Durante muchos años
me ha tocado ver las lágrimas de la gente, no me culpes niño, no soy insensible, es sólo
que uno se acostumbra, la gente se acostumbra a todo, a mí me tocó ver la muerte a los
ojos desde niño. Estaba como tú cuando me tocó asistir a mi primer velorio, fue el de mi
papá, yo no sé si él está en el cielo, ni siquiera sé si el cielo existe, ni siquiera me acuerdo
de él. Qué más da. No tengas miedo niño, yo no tengo miedo, se me olvidó lo que es eso,
tanto dolor cada semana, cada viernes y cada domingo, tanto temor ajeno cada martes y
cada miércoles, tantos gritos que no me pertenecen, cada festivo, cada noche, cada día de
mi vida viendo, viviendo el sufrimiento de los demás ¿Y el mío qué? ¿Quién ve mi
sufrimiento? Todo eso se queda encerrado aquí (Pausa)

¿A quién le toca dormir con esto? A mí niño, a mí. Soy yo el que escucha el llanto de la
gente, el miedo de la gente. No soy un insensible, yo también lloro, yo me masturbo, yo
veo televisión como todo el mundo, yo sueño, soy feliz cuando voy en mi moto y siento el
viento que me pega en la cara, eso me hace sentir vivo, no me culpes niño, simplemente
me acostumbré. Yo no soy la muerte, solo soy un vendedor de cajones. (Pausa)

Siempre he querido enamorarme, pero no puedo, nadie quiere estar con un funerario, he
soñado muchas veces con viajar, pero no puedo, mientras allá muertos el negocio no se
cierra. Y estamos en una época con mucho trabajo, la gente se sigue matando, se
enferma, se le acaban las ganas de vivir, no sé qué está pasando. Deberían comprarse una
moto. No me culpes niño. Hoy en día la gente se quiere morir antes de que la muerte
venga por ellos. Míralos, están ahí, soñando con no estar ahí, pero están ahí metidos, yo
les estoy haciendo un favor, no me culpes, agradéceme.

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NIÑO. Pero usted los puede convencer

CARONTE. No vale la pena

NIÑO. Usted no tiene miedo, ellos sí

CARONTE. Se quieren morir

NIÑO. Los quiere matar

CARONTE. No soy un asesino

NIÑO. Es el dueño de los cajones

CARONTE. Sólo son cajones

NIÑO. Pero uno no puede vivir en un cajón

CARONTE. Porque son para cuando uno se muera

NIÑO. No se los de

CARONTE. Me los compran

NIÑO. No se los venda

CARONTE. ¿Y de qué vivo?

NIÑO. De la vida

CARONTE. Tú no sabes lo que es la vida

NIÑO. Pero quiero aprender

CARONTE. Tú eres un niño

NIÑO. Yo sé

CARONTE. No es lo mismo

NIÑO. Ellos no tienen la culpa

CARONTE. Yo tampoco

NIÑO. Convénzalos

CARONTE. ¿Qué gano con eso?

NIÑO. Que se acabe

CARONTE. ¿La espera?

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NIÑO. El miedo

CARONTE. Nunca se acaba

(El niño comienza a sacar los clavos del cajón del Asesino con el martillo que CARONTE dejó
puesto encima de alguno de los ataúdes)

CARONTE. ¿Qué haces?

NIÑO. Tengo miedo

CARONTE. Deja eso

NIÑO. No quiero

CARONTE. Te voy a dar una pela

NIÑO. Usted no es mi papá

CARONTE. No me hagas enojar

NIÑO. Usted no es malo

CARONTE. Soy peor de lo que te imaginas, deja eso

NIÑO. No

CARONTE. O lo dejas o te pego

NIÑO. Pégueme entonces

CARONTE. Te lo advertí culicagao (Se deja ir hacia el niño como para darle un golpe, en ese
momento sale el Asesino del cajón y lo detiene)

6.

ASESINO. ¿Qué cree que está haciendo? ¿No ve que es un niño?

CARONTE. Mira quién habla

ASESINO. Usted no es CARONTE

NIÑO. Tengo hambre

CARONTE. Claro que soy CARONTE

ASESINO. ¿Y qué es esto? (Le muestra una hoja de papel membreteado. Mientras tanto el
niño está abriendo el cajón de la desplazada)

CARONTE. Es mío, démelo

ASESINO. Mentiroso
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CARONTE. No se atreva

ASESINO. (Amenazante) ¿Qué va a hacer?

CARONTE. Démelo

ASESINO. Usted me da asco

CARONTE. Le doy el cajón que quiera

ASESINO. Ya no me interesa

DESPLAZADA. ¿Por qué me abrieron?

ASESINO. Él no es CARONTE

DESPLAZADA. ¿Qué? (El niño comienza a abrir el cajón de la Tía)

CARONTE. Es un complot

ASESINO. Aquí dice que esta funeraria será liquidada

DESPLAZADA. ¿Liquidada?

ASESINO. Van a construir una escuela. Es un falso

DESPLAZADA. Mentiroso

CARONTE. Pero los cajones…

DESPLAZADA. ¿Nos piensa liquidar?

ASESINO. A todos

DESPLAZADA. No somos objetos

ASESINO. Somos personas

DESPLAZADA. Unos menos que otros

ASESINO. Pero somos personas

TÍA. ¿Qué pasa?

DESPLAZADA. Es un mentiroso (El asesino le entrega la hoja a la Tía. Mientras tanto el


niño abre el cajón de la monja)

CARONTE. Yo soy la muerte

NIÑO. A mí me dijo otra cosa

TÍA. ¿Liquidar?

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DESPLAZADA. Van a hacer una escuela

TÍA. ¿Para quién?

DESPLAZADA. Para los ricos, seguro

TÍA. Nos quiere liquidar. Atrevido

CARONTE. Pero son ustedes los que se quieren morir

ASESINO. No es lo mismo

CARONTE. Mira quién habla

TÍA. Yo confié en usted

DESPLAZADA. Yo también

ASESINO. Mentiroso hijueputa

CARONTE. Ustedes no saben quién soy yo

ASESINO. Hay que matarlo

MONJA. ¿Qué pasa?

TÍA. Es un mentiroso (Le entrega la hoja a la Monja. Mientras tanto el niño abre el cajón
del enfermo)

CARONTE. Yo no le tengo miedo a la muerte

ASESINO. Mejor

DESPLAZADA. ¿Y ahora qué hacemos?

TÍA. Me siento engañada

CARONTE. De todas maneras se van a morir

TÍA. No merecemos ser liquidados

MONJA. ¿Liquidados?

CARONTE. Es lo mismo

TODOS. No

TÍA. Sería una muerte ilegal

ASESINO. Va a hacer una escuela

MONJA. Virgen santa

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CARONTE. Pueden usar los cajones, se los regalo

ASESINO. Mentira

MONJA. Es muy tarde

ASESINO. Hay que matarlo

ENFERMO. ¿Qué está pasando?

MONJA. Es un ilegal (Le entrega la hoja al enfermo. Mientras tanto el niño abre el cajón
del sacerdote)

DESPLAZADA. Un mentiroso

ASESINO. Hay que matarlo

NIÑO. No le tiene miedo a la muerte

CARONTE. Yo soy CARONTE

TODOS. Mentira

MONJA. Dios lo perdone

ENFERMO. ¿Nos quiere liquidar?

MONJA. Van a hacer una escuela

DESPLAZADA. De ricos

ENFERMO. Lo dice claramente

TÍA. Qué decepción

DESPLAZADA. ¿Me puedo llevar el cajón?

TODOS. No

CARONTE. (Asustado) Se los regalo

TÍA. Descarado

ASESINO. No nos interesa

TÍA. Esto es una ofensa

DESPLAZADA. Estoy cansada de limosnas

MONJA. Dios lo perdone

SACERDOTE. ¿Estamos muertos?

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TODOS. No

SACERDOTE. ¿Qué está pasando?

ENFERMO. Nos engañó (Le entrega la hoja al sacerdote)

MONJA. Es un mentiroso

TÍA. Un ilegal

DESPLAZADA. Estamos en liquidación

ENFERMO. Van a hacer una escuela

DESPLAZADA. De ricos

ASESINO. Hay que matarlo

SACERDOTE. Pero hijos

MONJA. Justicia divina padre

DESPLAZADA. ¿Quién lo mata?

ENFERMO. El asesino

ASESINO. ¿Por qué yo?

TÍA. Por asesino

ASESINO. Que lo haga otro

SACERDOTE. Piénsenlo bien

DESPLAZADA. El cura

SACERDOTE. ¿Y por qué yo?

ENFERMO. Porque usted tiene el perdón de Dios

CARONTE. Negociemos

TODOS. No

SACERDOTE. Que lo haga entonces la monja

MONJA. Pero padre…

TÍA. No tiene las agallas

ENFERMO. Yo estoy enfermo, no tengo fuerzas

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DESPLAZADA. Yo lo haría pero…

TÍA. Usted no, está desplazada

DESPLAZADA. Eso iba a decir

MONJA. ¿Entonces quién?

TÍA. Yo lo hago

MONJA. No sería digno

ENFERMO. No es justo

TÍA. ¿Por qué?

ASESINO. Usted no es nadie

TÍA. Soy una tía

DESPLAZADA. Sin familia no es nadie

TÍA. Mira quién habla

CARONTE. Dejémoslo así, yo me voy

TODOS. No

MONJA. ¿Quién lo mata entonces?

SACERDOTE. ¿Quién?

DESPLAZADA. ¿Quién?

TÍA. ¿Quién?

ASESINO. ¿Quién?

ENFERMO. ¿Quién?

NIÑO. Yo lo mato (Silencio. Todos lo miran atentos. Poco a poco rodean a Caronte que se
pierde entre los cuerpos. Él va a comenzar a gritar, el Asesino le tapa la boca con algo, la
Tía le amarra las manos con la ayuda de los demás que lo inmovilizan. Comienzan a
tararear la misma melodía del inicio. Los diálogos siguientes se dan sobre el colchón
melódico)

TÍA. Necesitamos un arma

ASESINO. Un cuchillo

MONJA. Un crucifijo

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ENFERMO. Un virus

DESPLAZADA. Una moneda

SACERDOTE. Una oración

NIÑO. La moto (Todos se callan, para la melodía, miran al niño expectantes) se siente vivo
en la moto, me lo dijo

(El sacerdote ayuda al niño a montarse en la moto que evidentemente le queda grande,
pero esto no impide que el crujido del motor acompañado de una maldad latente que nace
del niño, lleven la situación a un clímax patético que se resuelve en el momento en el que
el niño pasa la moto por encima de Caronte y lo mata. Cuando esto sucede todos celebran,
están felices, satisfechos. Como si fueran animales uno a uno los coreutas golpean el
cuerpo muerto del héroe hasta que comienzan a salir la sangre y los órganos todavía
calientes. Mientras los coreutas siguen ensañados contra Caronte, el niño sale al frente
con un trozo de algún órgano y se lo come, lo disfruta como si fuera un plato exquisito.
Mientras tanto, atrás, los otros personajes meten los restos del cuerpo en uno de los
cajones y lo clavan. El asesino y el enfermo cargan el ataúd con ayuda de la desplazada y
la monja. El sacerdote y la tía caminan al frente como en una marcha fúnebre rezando.
Todos llevan la boca untada de sangre de Caronte. Salen y queda solo el niño en escena
terminando de comer)

Coda.

NIÑO. (Una vez termina de comer, mirando al público) Recuerdo mi entrada al colegio, mi
novia, mi primer problema, mi graduación, mi segunda novia, mi primera vez, mi segundo
problema, mi matrimonio, mi segunda vez, cuando me fui de la casa, mi primer trabajo,
cuando entré a la universidad, mi tercer problema, mi primera fractura, mi primer
divorcio, mi segunda graduación, el cambio de ciudad, mi segundo trabajo, mi segunda
fractura, mi tercera vez, mi cuarta vez, mi tercer trabajo, el único ascenso, mi primer viaje,
mi cuarto problema, mi primera operación, las preocupaciones, mi tercer amor, mi quinta
vez, mi sexta vez, mi primer hijo, mi único carro, mi segundo hijo, mi quinto problema,
recuerdo mis nietos, mi jubilación, mi próstata enferma, mi segunda operación, la muerte
de mis padres, el primer dolor, el segundo, el quinto, mi décima vez, ya perdí la cuenta,
perdí la memoria, estoy viejo, solo, pensionado, liquidado, en un asilo, me olvidaron mis
hijos, me olvidé de mí mismo, tengo el colon inflamado, ya no puedo leer, no recuerdo
nada, tengo hambre, me quiero morir (Se apaga la luz)

Fin.

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