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Caso Blockbuster
Como en todos los negocios existen rivalidades y deseos de obtener la mayor cantidad de
clientes para poder ir abarcando terreno y por ende generar ingresos. Y es prácticamente
similar lo que puedo observar en el caso de Blockbuster y Netflix, ambas empresas dedicadas
al único objetivo el cual es entretener y poder ganarse el amor de sus clientes. Entre los años
80 y 90 se vivían tiempos parecidos a los actuales ya que las personas buscaban la manera
de como ver las series o películas ya sea en cine o en televisión, lo cual en mi opinión fue la
base para que surgiera o comenzara el negocio de reproductores de vídeos domésticos, para
el alquiler de cintas en todo el mundo. Blockbuster tenía la difícil tarea de tomar decisiones
correctas ya que el éxito lo tenían, las ventas elevadas también las tenían, los millones de
clientes también los tenían, las finanzas elevadas por lo consiguiente; prácticamente lo tenían
todo a su favor y yo comparto la decisión que tomaron de expenderse en todo Estados Unidos
y luego por todo el mundo.
Y esta es la parte que más me gusto y me intereso de la lectura, el propio CEO de Blockbuster,
Jim Keys hablaron mal de Netflix y otras empresas; si bien es cierto Blockbuster llevo a valer
oro en su momento y quizás la elevada confianza hizo que hablaran mal de Netflix por ejemplo
diciendo que abarcaban una mínima parte en el mercado. Blockbuster se declaró en banca
rota cuando Netflix ya valía más de 2.200 millones de dólares, entonces todo empezó a
descender en Blockbuster y desde mi punto de vista la mejor opción hubiera sido haber
comprado a Netflix en el año 2000 en vez de ponerse a hablar o hacer de menos a esas
empresas que de a poco iban abarcando terreno. ¿Pero porque pienso que hubiera sido mejor
haber comprado a Netflix? Sencillo, para poder tener un respaldo ante cualquier situación y
poder liderar otro negocio nuevo y así poder cerrar las tiendas Blockbuster con más calma.