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MI QUERIDA AREQUIPA.

Por: Pablo Nicoli Segura.

¿Cuánto se puede querer al terruño? ¿Cuánto se puede amar a la tierra que nos vio nacer? Pero
para amar hay que conocer lo que se ama.

Cuando los que residimos en Arequipa, nos levantamos en el día a día y nos vamos a trabajar, a
veces tenemos que cruzar calles, plazas y avenidas y si esas idas y venidas se hacen por el centro
histórico, junto a monumentos por todos conocidos, por lo general la prisa o los pensamientos
puestos en el trabajo, nos impiden observar la belleza y la estética de esos edificios mestizos y
coloniales y aún de otros republicanos de muy buena factura. Pero, por ejemplo, si es un día
feriado o domingo, en el cual el trabajo no otorga una tregua de espíritu, descubrimos con otros
ojos esas mismas calles, plazas y avenidas con sus monumentos barrocos o neoclásicos como
nuestra catedral y, nos damos cuenta de la real magnitud de la belleza arquitectónica de Arequipa.
Entonces hay tiempo de preguntarse ¿qué aconteció en este lugar o qué significa esta o aquella
escultura en la plaza? ¿El porqué de aquellos rostros felinos y estilizados en las portadas de las
iglesias? ¿Cómo es que los templos coloniales que llevan una sola torre llevan nombres masculinos
y las de dos torres son femeninos? ¿Quién nació en esta elegante casa de portones robustos,
zaguán abovedado y aldabas altas que en antaño solo podían ser tocadas –para llamar- montados
a caballo?

En diciembre del año 2000, Arequipa y su centro histórico fue declarada Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la Unesco, además de reserva paisajista con su campiña.

Contaban, por esos años, los encargados de la Unesco que llegaron a la tierra del Misti, para dar el
visto bueno a la declaratoria de que, realmente se habían sorprendido gratamente con la ciudad y
su hermoso panorama y que, les llamaba la atención el hecho de que Arequipa no hubiera sido
declarada –mucho antes- como Patrimonio Cultural y Mundial, pues su arquitectura denotaba
gran originalidad.

Y ¿qué emociones y recuerdos guardan aquellos arequipeños que tuvieron que emigrar al
extranjero? Aquellos que, cuando ven una foto en un grupo de Facebook de su tierra, o escuchan
un viejo vals de su niñez, los ojos se les humedece y los recuerdos afloran en su mente y extrañan
a su muy ¡QUERIDA AREQUIPA...! La que guardan en su corazón y les estremece el alma todos los
días...

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