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UNIDAD 111
88
M6dulo &
C6...o p.z.r. I.er unlibro.AnAllsls., ..nt....
d. un c.pltulo d. uEIZoo Hu non
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Didácticas
Obras Exposltlvas ~De divulgación
~Clentrficas
L Se analiza ~
Vocabulario
Contexto
~Ideas - tema o Idea principal.
89
181 C6mo empezar a leer un Ubro. El secreto de leer
bien estriba sobre todo en un esfuerzo de comprensión,
en colaborar junto con el autor para que lo que él dice
nos resulte claro.
Este módulo se refiere a la lectura de obras expo-
sltivas en general, aunque algunos de sus puntos pue-
den ser aplicados también a las obras imaginativas.
93
c. ¿Qué es el contexto?
d. Busca en un buen diccionario qué significa punto
y pon ejemplos en que varre su significado según el
contexto.
I8trucIuracl6n 101 Toda obra exp08ltlvaes una suma de Id... expues-
cl81c1... tas por el autor como resultado de sus Investlgaclone8.
Para poder presentarnos en forma coherente lo que
quiere decir, tiene necesidad de organizar su material
de trabajo o sea las Ideas que va a expresar. Podrramos
seftalar que existe una especie de jerarqura de las Ideas:
hay una idea principal o óldea central y una serie de
Ideas que van reforzando a ésta.
Importancia . Se llama tema a la idea central con que se orge-
del tema nlza una obra, y también se le puede decir asr a la Idea
central de cada caprtuTo.EItema es el principal elemen-
to, porque todas las ideas quEtse desarrollan a lo largo
de un escrito van a depender de esa Idea central, dando
variantes o reaflrmAndola.
203 Por lo general, el.temade la obra se anuncia en el
trtulo, se da en el prólogo, la solapa, o en el rndice. Casi
siempre al terminar una rectura de exploración ya tene-
mos el tema claramente enunciado.
204 Actividades d. I'8fu8nOI
a. ¿Qué son las Ideas en una obra expoaltlva?
b. ¿En qué forma podrramos decir que S8 presentan las
Ideas en cuanto a su Importancia?
c. LA qué llamamos tema o Idea central de una obra?
d. De acuerdo con lo que te explicamos y la lectura
de exploración que ya hiciste, di ¿cuál es el temade
"El Zoo Humano"?
86squeda Cuando buscamos las ideas, es conveniente leer
de .88 Ideu todo un inciso, o todo el caprtulo si es necesario, para.
del lector damos cuenta de qué está diciendo el autor como idea
principal y qué otras ideas le sirven para completar su
explicación y ser más claro y convincente. Al leer dándo-
nos cuenta de lo que trató de decir el autor se le llama
comprender el sentido de lo escrito.
205 Cuando leemos. debemos hacerla con detenimiento,
hay que procurar comprender las ideas, pero sin entre-
cortar el sentido general de los conceptos que se van
leyendo;buscar el sentido a través de todo el párrafo
y no en cada oración. Muchas veces encontramos que
el pensamiento se desenvolvió no en uno, sino en varios
párrafos, y el todo expresado se entiende hasta que los
relacionamos unos con otros. Por ejemplo, lee el primer
párrafo de El Zoo Humano, tiene una idea acerca de la
forma de vivir de un grupo humano, pero no llega a nin-
guna conclusión. El segundo párrafo es similar en cuanto
a la idea que desarrolla, pero contrasta en las circuns-
tancias que describe. Todavfa no nos lleva a una conclu-
si6n,aunque ya se percibe la intención del autor, esté
94
presentando estas dos formas de vivir porque las va a
comparar. Y efectivamente, al pasar al tercer párrafo se
encuentra el sentido total a esta idea que expresó Mo-
rris: "el hombre pasó de una forma de vivir primitiva a
otra evolucionada, sin estar preparado biológicamente
para el cambio".
206 Podríamos decir que leer para estudiar es una espe-
cie de aventura a través de caminos desconocidos, pero
que sólo se pueden descubrir caminando. No hay que
detenerse demasiado en algo que no se entiende ni tra-
tar de memorizarlo, sino avanzar un poco más para que
sea el total el que nos dé un significado.
207 Al damos cuenta de que ya comprendimos una idea
completa, en cuanto observamos que el autor comienza
a p1antear otra idea diferente, podemos anotar lo que
hayamos comprendido, con nuestras palabras, y en se-
guida confrontar lo que dijimos con lo que expresó el
autor en cuanto a ideas. Si notamos que algo importante
se nos ha escapado, hay que tomarlo en cuenta y com-
pletar nuestra anotación.
208 El bien leer no consiste en leer despacio o aprisa, Qué 88 el
sino avanzando y retrocediendo movidos y entusiasma- bien leer
dos por la curiosidad y los descubrimientos. Toda lectura
implica que tengamos ciertos conocimientos elementales
que hay que recordar, pero nos invita al descubrimiento
de nuevos temas que podemos explorar. Recuerda que
aprender es una cosa y exponer otra. Aprender es cap-
tar, significa haber comprendido dando un sentido a lo
que consideramos. Exponer, es decir lo que se leyó, no
repitiendo de memoria, sino porque ya ese conocimiento
es nuestro.
209 Ya analizamos los primeros tres párrafos, en cuan- Apllc8cf6n
to a las ideas principales y secundarias, del libro de del contexto
Morris. Hay un detalle que merece reflexionarse: el tercer
párrafo explica que el hombre contemporáneose ha
adaptadoa las circunstancias de su nueva forma' de vivir
gracias al aprendizajey el condicionamiento, pero que no
ha cambi9do biológicamente; pero hay una oración que
nos sorprende: HA lo largo de ese periodo cambió bio-
lógicamente". Cuando de pronto vemos una idea que
contradice el pensamiento expresado antes, nos descon-
cierta. ¿Recuerdas lo que dijimos respecto al contexto?
Aquí también lo debemos aplicar, y encontramos que al
usar la palabra ese para designar al periodo de cambio,
se está refiriendo al que antecedió a lo que él llama la
escena número uno. Ten, pues, cuidado de revisar si has
comprendido bien la idea del autor y si no hay ambi-
güedad o contradicción en las ideas.
210 Resumiendo. Para aprovechar la lectura es conve-
niente tomar en cuenta todas las observaciones si-
guientes:
95
A. Objetivar lo que leo, pensar reflexionando.
B. Tener bases o conocimientos previos que me per-
mitan comprender.
C. Que el nivel de la obra esté a mi nivel de com-
prensión.
O. Seguir paso a paso el pensamiento del autor, sin
entrecortarlo.
E. Saber a qué ciencia pertenece la obra para com-
prender mejor tanto el uso de ciertas palabras, co-
mo los tecnicismos.
F. Tomar en cuenta el contexto, o sea las ideas que
rodean a una palabra determinada y nos ayudan a
comprender el sentido en que se está empleando.
G. Leer dando sentido a lo que dice el autor, no m~
morizar sino explicar con nuestras propias palabras.
H. La mejor forma de recordar es hacer una anotación
personal.
211 Actividad.. de refuerzo 4
a. ¿A qué llamamos comprender el sentido de lo que
leemos?
b. Explica en qué forma se debe proceder para encon-
trar las Ideas completas.
c. ¿Crees que debemos ir memorizando todo lo que
leamos?
Razona tu respuesta.
d. ¿Qué significa aprehender? ¿Es lo mismo que apren-
der?
Explica las razones.
e. De acuerdo con el ejemplo que te dimos explica
por qué es tan importante tomar en cuenta el con-
texto. ¿Has encontrado otros párrafos con ese tipo
de problemas?
Organización La continuación de la lectura de El Zoo Humano,
de material nos servirá para señalar el método más efectivo de aná-
lisis y de slntesis. Atenderemos asimismo a la organiza-
ción que el autor dio a su material, y ello nos enseñará
a organizar el nuestro.
212 Es muy posible que para este momento ya hayas
terminado de leer El Zoo Humano. Si no lo has hecho,
termina tu primera lectura para que tengas una impre-
sión completa de su contenido. No olvides que tanto el
contexto como el diccionario te pueden ayudar si tienes
dudas en cuanto al significado de las palabras. Como
se trata de una obra de divulgación, Morris procura acla-
rar sus términos mediante el contexto, y creemos que
en el nivel de estudios al que has llegado no habrá mu-
chos problemas con el vocabulario.
213 Esta es una de las etapas del trabajo en que se ne-
cesita más concentración y paciencia, pero estarás tan
96
satisfecho cuando veas cómo avanza tu capacidad de
comprensión, y cómo aprendes a organlzarte, gue bien
vale el esfuerzo que realices.
215 Desde las primeras páginas podemos darnos cuenta C6mo enfoca
de cómo va a enfocar y desarrollar su tema. Hay autores' su tema el
que entran en materia y comienzan a exponer sus ideas autor
dando por conocidos algunos ¡lspectos previos que po-
drían completar la visión del tema desarrollado; estos
aspectos pueden ser una recapitulación de lo que se
conoce sobre el asunto. Otros plantean una serie de al-
ternativas que tuvieron que desechar, pero que sugieren
nuevos caminos para la investigación. Algunos dan una
visión que puede ser histórica, o analítica, de cómo se
produjo el fenómeno que se va a estudiar.
Qué subrayar 224 Una de las maneras más sencillas para anotar con
rapidez es subrayar el libro. Lo usan muchos estudian-
tes, pero no siempre saben hacerlo. En el libro sólo se
deben subrayar las ideas principales.
98
una Idea. Desmond Morris nos facilita mucho el trabajo,
porque usa párrafos de enlace, donde por una parte re-
sume lo que acaba de explicar con detalle y además
plantea la nueva idea que piensa enfocar.
226 Se puede subrayar el 40. párrafo donde nos dice:
"antes de examinar la forma en que tropieza y tan fre-
cuentemente pierde el equilibrio, debemos, en primer lu-
gar, ver cómo se las ha arreglado para confeccionar su
fabulosa capa de civilización". Puedes, si quieres, subra-
yar desde antes, donde dice que: "no nos hallamos equi-
pados para los azares sociales", ya que esa parte del
párrafo es el resumen de los tres primeros.
227 A partir del 50. párrafo, hace la historia de la evo-
lución, que ya hemos mencionado; entonces seguimos
buscando hasta donde acabe de desarrollar la idea y
encontramos que el párrafo final de la página 18, es a la
vez resumen de las complejidades que se fueron presen-
tando, y la sfntesis de los factores que permitieron la
sobrevivencia. No es necesario subrayarlo todo, lo más
importante comienza con "A medida que las relaciones
humanas, perdidas en la multitud, se hacían más imper-
sonales, la inhumanidad del hombre aumentaba hasta al-
canzar proporciones terribles (...)" y puede cerrarse
donde dice que "La respuesta debe de radicar en la
naturaleza de estas características y en la forma en que
hemos sabido explotarlas y manipularlas sin distorsio-
narlas con tanta intensidad como (superficialmente) pa-
recemos haber hecho. Debemos examinarlas con mayor
atención" .
228 Seguimos leyendo y podemos tomar otro tipo de no-
tas de las que ya mencionamos, pero sólo al ver que ya
terminó de analizar las características anunciadas, pode-
mos considerar que surge otro problema. Esto se da en
la página 20, penúltimo párrafo, que también nos con-
viene subrayar; aquí plantea "¿Qué fue de este delicado
equilibrio cuando las diminutas tribus se convirtieron en
gigantescas supertribus?" y comienza otra idea a tomar
forma.
99
-_. _.. --
cipal apunta a mantener los masivos niveles supertribales.
Mientras en una parte del mundo se están produciendo
escisiones, en otra se están desarrollando fusiones. Si la
situación continúa hoy día siendo tan inestable como lo
ha sido durante siglos, ¿por qué entonces persistir en
ella? Si es tan peligrosa, ¿por qué la mantenemos?"
230 En la página 31 expone el último factor, la curiosi-
dad del hombre; y a partir de ese momento recapitula,
viendo los inconvenientes que tiene el hombre que vive
en la supertribu, ya en el plano personal. Cierra con una
comparación entre el ser humano y el animal del zooló-
gico; también podemos subrayar el último párrafo en la
página 32.
Impropiedades 231 Lo que no debemos hacer cuando subrayemos, es
del subrayado marcar de más, porque pensemos que eso sea impor-
tante, sin examinar antes en qué forma se van desarro-
llando las ideas. Con la práctica, este tipo de anotación
que constituye el subrayar, lo aprendemos a hacer desde
la primera lectura, porque como recordarás, para com-
prender el sentido tiene uno que avanzar por grupos de
ideas, tal como aquí te hemos mostrado.
232 Si se subrayan demasiados párrafos o demasiadas
ideas, se corre el riesgo de no saber qué es importante
o en qué radica su importancia.
233 Otros riesgos que presenta el limitarse a subrayar
en vez de tomar notas son: a) no puede darse al mate-
rial otro orden que el fijado por el libro yeso puede limi-
tar nuestra comprensión y que no relacionemos adecua-
damente unos conocimientos con otros; b) si mal inter-
pretamos un párrafo o subrayamos la idea incompleta,
como lo natural es que sólo repasemos lo subrayado, el
error no se corrige fácilmente; c) muchas personas en
vez de comprender se limitan a memorizar lo subrayado,
y sus conocimientos quedan a medias, porque sólo repi-
ten, y después, recuerdan únicamente palabras aisladas.
234 Actividades de refuerzo 5
a. ¿En qué ocasiones es útil emplear el sistema de
subrayar el libro?
b. ¿Tienen todos los autores la misma forma de pre-
sentar su material?
c. ¿Cuál es el sentido de organización que emplea
Desmond Morris en "El Zoo Humano"?
d. Explica el desarrollo de la idea que hemos seña-
lado como número 1. ¿Cuáles son las dos formas
de vivir a que alude Morris?
e. ¿Qué pasa si comenzamos a subrayar todo lo que
nos parezca interesante en el libro?
100
f. Nombra dos inconvenientes de abusar del subra-
yado. .
g. ¿Cuál serfa un posible método para subrayar
varias cosas a la vez? ¿Seria efectivo realmente?
235 La anotación a base de papeletas. Ya te hemos ex-
plicado con amplitud cómo se pueden hacer la papele-
tas, e inclusive la mejor forma de emplearlas. A medida
que se practica esta forma de anotar, nos damos cuenta
de su gran utilidad, y aprendemos qué datos es mejor
consignar, y cuáles otros sólo son repetición. También
hace uno pequeñas modificaciones en cuanto a la for-
ma de hacer las notas, ya que éstas son para uso per-
sonal; por ejemplo: unas personas usan una papeleta
para cada detalle del tema que se desarrolla y otras
prefieren seguir anotando en la misma, teniendo cui-
dado de señalar cada vez, en qué página pueden con-
frontar su anotación.
101
necesidades de ayuda mutua y de compartir 108 recursos;
pero también existe la necesidad de competir por el poder.
Al perderse el contacto personal, la cooperación subsiste,
pero se creal:l subgrupos para satisfacer la necesidad bio-
lógica de contacto personal y de tener un grupo donde
destacar.
103
- 245
~
Etapa y tipo de
organización Forma de vida Necesidades Consecuencias y adaptaciones
Era glacial (de 20 000 a Todos cooperan para conseguir Luchar con los grandes Evolucionó, desarrolló su In.genlo,
10 000 aftos) cazadores- e I alimento. Eran Intultlvamente camfvoros. cooperatlvldad y naturaleza explora-
recolectores. competitivos y autoaflrmatlvos. dora. Supo reunir los elementos de
Naturaleza exploradora. Viven al su aprendizaje para resolver proble-
dla. mas nuevo.. Domestican al peno
como compaftero de caza y 0U81-
di'".
Edad de Piedra hace Surge la agricultura, comienzana Tienen que extender-'" Se abre la puerta a la civiliuct6n.
14000 aftas, agricultores cultivar trigo y cebada, domestI- sagacidad mAs allA de (Todavla ... cultivan las ml8ma.
y pastores (la evolución can cabras y ovejas, después va- lo que hablan experi- plantas y crian los mismos anima-
social es muy lenta). cunos y cerdos. mentado. les). Tienen un exceso de alimentos
Ya no evolucionan biológicamen- Ya no tienen que bus- y la tribu puede hacerse más nu-
te. car el alimento. merosa. Surge la era de la especia-
lización porque algunos pueden de-
dicarse a otra labor en vez de bus-
car comida. Comienzan las comple-
jidades sociales.
Hace cerca de 8000 Operan sobre base localizada e Deben dedicar su aten- Sigue progresando la agricultura y
a;;os. Surgen las prime- interpersonal. Intimamente rela- ción a problemas más el hombre urbano se libera de los
ras ciudades como mano cionados con la tierra. Particu- nuevos. Rehúsan perder trabajos de la producción de ali-
chas aisladas y diminu- larismo local. Comercio escaso y su tribu. mentos. Surge una red de ~nterco-
tas. poca relación entre los centros nexión entre ciudades vecinas.
urbanos.
Hace 6 000 a 5 000 años. El primer imperio tiene entre sie- Tienen que desplazarse Ya hay coordinación entre ciudades.
La ciudad más antigua, te y veinte mil habitantes. Se in- de la relación personal La sociedad se divide entre dirigen-
Sumer. ve n ta la escritura. Progresa el a la impersonal. Como tes administradores y ya hay prófe-
trabajo de metales y el transpor- especie no estaban equi- siones estables.
te. Domestican animales de car- pados para enfrentarse Como ya no conoce a cada miem-
ga. Surge la arquitectura monu- con desconocidos dis- bro de su comunidad surge el pro-
mental. frazados de miembros blema que le va a causar las más
de la tribu. intensas angustias en los mllenlos
siguientes.
un cuadro por columnas la segunda idea, o sea la evo-
lución del hombre en cuanto a su organización social
para pasar de tribus a supertribus, relacionándola con
los cambios a que tuvo que irse adaptando el ho~bre
y los adelantos logrados.
105
das durante el aprendizaje como cazadores y que ex-
plican elementos de tensión y cohesión entre los miem-
bros de la supertribu. Estas caracterfstlcas son: su
sentido de cooperación que se enfrenta al de compe-
tencia social; la necesidad de conocer personalmente
a aquellos con quienes convive, Identificándose con
ellos como miembros del grupo; su curiosidad e inven-
tiva que le invitan a experimentar lo nuevo, aunque pa-
ra ello soporte desventajas. Ve también en esta parte,
cómo, derivadas de estas caracterfsticas, se han podido
establecer lazos que mantengan unida a la supertribu,
como son: el enfrentar un enemigo común; practicar
. ciertos ritos que responden a la necesidad de distin-
guirse de "los otros", pero a la vez creando un grupo
selecto de "los nuestros", el uso de ciertas claves pa-
ra comunicarse, y la lealtad que existe para aquellos
que consideramos conocidos.
106
254 CUADRO SINOPTICO
107
REACTIVOS DE AUTOEVALUACION
•
Canción: bien sé que lo que querrlas,
y la que ver deseas; \ . '
pero no quiero que sin mi la veas.
•
108
Son muchos los lingüistas que están de acuerdo en q e
tudio de gramática debe comenzar con el estudio de la oracl E
dio de la primera articulación de la lengua no es otra cosa q e o
tradicionalmente se ha llamado gramática. Es por tanto convenie e
revisemos este concepto, (oración gramatical), que sin duda alguna.
ya objeto de estudio por parte de nosotros, cuando en años anterio
asistimos a las clases de español. SI reflexionamos un poco en la for-
ma en que' nos comunicamos unos con otros, llegaremos a la concl
slón de que no lo hacemos por palabras aisladas, ni siquiera con cual-
quier tipo de combinación de palabras, sino que siempre hablamos
usando cierta combinación de palabras que reúna determinados requi-
sitos. Pongamos un ejemplo: si yo me acerco a una persona y lo prima.
.ro y único que le digo es: "pájaros", no lograré sino que esa persona
se sorprenda y me juzgue por enfermo mental, a pesar de que la pa-
labra pájaros contiene una significación evidente; más o menos algo
semejante pasarla si yo le dijera a ese hipotético interlocutor: "los pá-
jaros multicolores"; la persona a quien sin más yo le dijera ese enun-
ciado, a pesar de que entenderla perfectamente el contenido de cada
palabra y de la totalidad del enunciado, no captarla qué es· lo que yo
he querido decirle. Esto es, no he dicho nada, desde el punto de vista
de la comunicación.
~~~~~o de sílabas _
Verso Acento en _
EndecasrJabQ Introductor a Espaf'la _
( Combinaciones trpicas
de ende~asrJabOs ~
,
.
110
versas partes que componen la totalidad. En el indice ReI.cl6n e.....
puede observarse el esquema de esta organización que .Itructurll
puede ser en partes, las partes se subdividen en capi- formel '/
tulos y los capítulos en incisos. ..tructur.
Intema
262 No todos los libros tienen la misma forma de divi-
dirse ni obedecen al mismo criterio. Si observas El Zoo
Humano, verás que hay capítulos, y ocasionalmente pone
algunos incisos que pueden al;larcar sólo una parte del
capitulo. En este libro de Metodología hay unidades, capi-
tulos, y dentro de los capitulos, incisos; al leer El Prln-
clplto, vas a.observar unos capltulos tan breves que casi
te costará trabajo lIamarles así; en Romeo y Julleta, actos
y escenas; esto porque cada uno de los libros mencio-
nados corresponde a una intención diferente: El Zoo es
una obra de divulgación, interesa que las personas cap-
ten su contenido, pero no cansarlas con una excesiva
organización externa; nuestro libro de Metodologla busca
que puedas localizar con facilidad la información que ne-
cesites, y por eso está tan fragmentado, ya que asr sabrás
concretamente de qué se está hablando en cada ocasión.
Más adelante volveremos a la estructura de las obras
imaginativas.
265 Los ¡ncisos son las divisiones que se hacen dentro IncllOl
de un capítulo, y cada uno está centrado en una idea
que es un aspecto del tema del capítulo; si te fijas en el
capítulo 111de El Zoo Humano, cada uno de sus incisos
se refiere a un aspecto de la actividad sexual que se
relaciona con las otras, pero a la vez es diferente en sus
modalidades. En este libro los incisos también son aspec-
113.
tos del tema que estamos desarrollando y van centrados
en una idea, pero conectados con el todo.
La Intención 268 Hemos dicho varias veces que todo autor está inte-
del autor resado en dar a conocer el resultado de sus observacio-
(estructura nes, y que los autores de obras expositivas enfocan su
Interna) material en forma objetiva, señalando lo que observaron
y las conclusiones a que llegaron. Cuando leemos toda
la obra, podemos establecer con claridad las ideas que
desarrolló el autor, si sólo presenta problemas, si nos
ofrece alguna solución. Es posible damos cuenta de su
opinión ante los problelTlas que se enfocan: puede ser un
simple grito de alerta, porque está preocupado frente
a la forma como se desarrollan los acontecimientos que
observa; puede ser un informador que se interese en
esclarecer acontecimientos o fenómenos naturales; o tal
vez esté buscando interesamos en su campo de estudio,
despertando nuestra inquietud por investigar.
114
pertrlbu en forma general, pasa a la lucha de status, de
ahí al sexo, y a grupos propios y grupos extranos, aspec-
tos que sólo se comprenden después de las premisas
explicadas anteriormente; sucesivamente h~ce lo mismo
con los temas restantes. El primer impacto producido en
el caprtulo Tribus y supertribus, lo va a sostener hasta el
capítulo final en que cierra con la misma idea, ahora
demostrada.
275 En varias ocasiones Morris hace notar que su obra Actitud del
es una descripción y no una crítica, sin embargo, está autor frente
consciente del carácter polémico de su teoría y se ade- a su tema
lanta a las posibles objeciones, explicando con sólidos
argumentos, su punto de vista, o dice por qué las teorlas
existentes no le parecen adecuadas, como cuando habla
de la ley. .
115
vario~ aspectos críticos que pueden sobrevenir si no se
atienden oportunamente: una sobrepoblación que nos lle-
varía a un verdadero caos, porque el conflicto actual se
haría muchas veces más grave; la agresividad constante
que demostramos hacia otros miembros de nuestra espe-
cie y que puede llevamos a una aniquilación casi total; y
el riesgo de caer en la mediocridad si nos seguimos
preocupando por la cantidad en vez de la calidad.
117
291 Cuando acabes de ver todos los aspectos que te
encargaron o que tú encontraste, lee todo y ve sacando,
pequeñas conclusiones de lo que observaste; es decir,
explica en una slntesis lo que dijo el autor explicando
qué opinas tú sobre esas ideas.
292 El resto es mecánico, reúne tus fichas bibliográficas
(aunque sea sólo de un libro), apúntalas en la biblia-
grana y haz el Indice anotando los aspectos desarrollados.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
REACTIVOS DE AUTOEVALUACION
NOTA:
Como no seria posible Incluiraqul una obra completa,dejamos el análi-
sis de ella para ser efectuado como actividad dirigida por tu asesor, y
nos concretamos a ofrecerte, para que lo analices y respondas a nuestras
preguntas, un escrito del gran estilista espaflol, Juan Valera, nacido en
Cabra, Córdoba, en 1827y muerto en Madrid,en 1905.
1. Lee con suma atención y subraya, o elabora papeletas personales de
todo aquello que sea Importante,y después, contesta a las preguntas que
-se te hacen.
QUIEN NO TE CONOZCA
QUE TE COMPRE
••
119
asombro no seria el del tlo Cándido cuando reconoció en el bu-
e querla venderle el gitano al misrnfsimo que habla sido suyo y que
abía convertido en estudiante. Entonces dijo el tro Cándido para sf:
-Sin duda que este desventurado, en vez de aplicarse, ha vuelto a I
2. ( ) Está compuesto de
a) Varios capítulos o acápites b) Varias escenas e) Incisos
b) Que divierte ..
e) Nada.
120
Paneles de verificación
MODULO 5
. 3. Origen italiano
Comb"macrones t fp~
~ soneto
estancia
de endecasflabos silva
MODULO 6
ti.
. 1. e
2. b
3. e
4. a
3. a.
122
,,
,,
• UNIDAD IV
.
LECTURA DE UNA OBRA
DE FICCION NARRATIVA
• ..
Introducc.6n
•
125
Objetivos generales
•
126
M6dulo 7
La ficción narrativa
OBJETIVOS ESPECIFICOS
,Epopeya
Epica .. Poemaheroico
{ Gesta
PSicológica
De compromiso
Formas Novela De aventuras
de Ficción Fantásticas
Narrativa De ciencia ficción. Etc.
Cuento
Leyenda
294 Ficción narrativa. La palabra ficción, significa fin-
gimiento en el sentido más profundo y extenso. A la fic-
ción la llamaron los antiguos "mimesis", esto es, Imi-
tación de la naturaleza. Con el término ficción querem08
indicar que aftadimos una estructura probable o impro-
bable, real o hipotética, a las ya existentes. Indica tam-
bién que nuestra intención es desligamos del suceder
real.
127
295 Arlstóteles decfa que la ficción es "un arte de decir
mentira en recta manera". Dentro del mundo inventado
por la literatura, que es la ficción, se nos presentan ele-
mentos reales. Lo real en la literatura es lo que según
el escritor ha ocurrido o existe realmente, lo que ha In-
ventado y puede ser probable.
129
304 RECAPITULACION
nanos.
Crea un ambiente. Nú- l Novelas de ciencia fic-
1
131
esto es, un libro de otro autor cuyo tema se recrea; por
ejemplo, en el Clasicismo Francés del S. XVII, se hicie-
ron obras tratando lo mismo que ya habían elaborado
autores griegos o latinos: hay una Fedra, AE! Racine; un
Horacio, de Corneil,le, y otras; todas inspiradas en los
clásicos. También las crónicas o libros de historia, las le-
yendas populares, una canción, una noticia en el perió-
dico, en fin, todo lo que pasa en la vida real puede trans-
formarse en fuente para el asunto de una obra; lo
importante es que el autor lo recree o transforme dándole
nueva vida y su punto de vista personal al escribirlo. Del
Werther, de Goethe, se dice qu~ una de sus fuentes fue
la propia vida del autor, que se enamoró de una mucha-
cha comprometida, y otra, una noticia sobre un suicidio;
combinó ambas fuentes en su novela. En el Condenado
por Desconfiado, de Tirso de Molina, la posible fuente es
una disputa teológica sobre la predestinación.
313 Hubo una época en la literatura en que el autor,
cuando no tenía fuentes, las inventaba, porque en el con-
cepto de aquel tiempo una obra valía más si la había
inspirado algo, ya que así se daba apariencia de cosa
verdadera a la ficción.
132
tervenir en los acontecimientos ni opinar sobre ellos,
nos da el punto de vista del narrador objetivo (se parece
mucho al punto de vista teatral). D) Cuando la voz es en
tercera persona, pero sabiendo lo que piensan los perso-
najes, lo que motiva sus acciones, como un dios que
conoce todo sobre todos los personajes, ten~mos el pun-
to de vista del narrador omnisciente. Hay gradaciones de
profundidad en la omnisciencia; si el narrador conoce
parte, pero no la totalidad de los pensamientos y motivos
que impulsaron a los personajes, puede ser el punto de
vista omnisciente limitado; lo mismo en el caso de que
conozca todo sobre algunos personajes y sólo parte so-
bre otros. E) En algunas obras modernas se usa el tú
o segunda persona del singular, como invitando al lec-
tor a que tome el lugar del personaje. En otras se mez-
clan varios puntos de vista, o también se cuenta la obra
desde el punto de vista de varios personajes, sea como
testigos o como protagonistas.
318 Actividades de refuerzo 4
a. ¿Cuál es el punto de vista de la obra "El Princlplto"?
319 Estilo. Por estilo entendemos la forma en la cual un
autor expresa sus pensamientos por medio del lenguaje.
No todos los que escriben son autores, ni todo lo escrito
es bueno. Para ser escritor se necesita llegar a realizar
la belleza por medio del lenguaje escrito. Para alcanzar
esa meta, el escritor debe ser adornado de ciertas cuali-
dades, como cultura, inteligencia, sensibilidad estética,
imaginación o fantasla y buen gusto. Estas cualidades
del escritor se revelan en el estilo.
320 La paJabra estilo procede etimológicamente del grie-
go y significa "columna". Por semejanza con las colum-
nas, al punzón con que se escribía se le llamó estilo; de
allí la palabra estilográfica para la pluma fuente.
133
323 Por la finalidad que pers ue, el estilo puede ser
épico si tiene como sello la o 'etividad; es Ilrlco, si im-
presiona la sensibilidad e inte Igencia; es dramático, si
lleva en sr mezcla de objetivida con subjetividad; es Jo-
~
coso, si busca hacer rerr; es hu orístlco, si én él se mez-
cla lo cómico con lo patético.
324 AcUvldacles de refuerzo 5
a. Conforme a las anterlOre deflnic1ones, ¿cuál 88 el
estilo de Salnt Exupery?
dlfrcll, creemos que pued
adecuada.
j unque esta pregunta ea
dar a ella una respueata
i
328 Diálogo, es la eXPOSiCión lternada de lo que dicen
dlAlogos dos o más personajes. Hay diá go directo cuando el au-
tor deja que cada personaje se exprese con sus palabras
(como en las obras de teatro) diálogo indirecto cuando
otro personaje, o el autor mis I o, cuenta lo que el per-
sonaje dijo.
Monólogo 327 Monólogo, es la forma mpleada en las obras de
ficción cuando se quiere señal r que un personaje -so-
lo- toma la palabra para ha lar a un público indeter-
minado sin esperar respuesta e ningún otro personaje;
en las obras dramáticas se sue e representar a través del
monólogo lo que el autor est pensando; en la ficción
narrativa se suele hablar de m nólogo interior cuando se
observa que el personaje está pensando, pero en forma
organizada para la comunicac ón; es decir, como si se
estuv,iera hablando a sí mism . En Shakespeare encon-
tramos muy buenos ejemplos d monólogo en Ham/et; en
esta obra el personaje está s lo en escena y dice sus
~eas.
Soliloquio 328 Soliloquio, se llama al:>l al parlamento de un per-
sonaje como si pensara en voz alta, sin interesarle la co-
l
municación.
134
ejemplo, esta descripción de Azorrn: " cuarto que ha-
bita don Fulgencio es amplio, limpio y s lencioso; se ven
en él unos muebles anticuados: sillas e alto respaldo,
largo y estrecho; mesas con labores de t racea, consolas
con columnitas retorcidas, ventrudas có odas. Una cria-
~
da vieja hace el servicio. Las maderas de los balcones
están siempre entornadas..."
330 Actividadesde refuerzo6
a. ¿Cuántas de las formas de expresión enumeradas
anteriormente encuentras en "El Pr:inclpito"?
RECAPITUL.AJCION
135
como cualidades la elegancia, la sobriedad, la nitidez, lim-
pieza y concisión. .
El estilo que impresiona la imaginación es sencillo, natural,
florido, festivo.
El estilo que conmueve es vivo, enérgico, vehemente, sublime.
épico: si es objetivo.
lírico: si impresiona la sensibilidad.
dramático: si mezcla objetividad y subjetividad.
jocoso: si hace ref~
humorfstico: si mezcla lo cómico y lo patético.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
1. Leer una novela corta, por ejemplo "El licenciado Vidriera", de Miguel
de Cervantes.
2. ,Analizar una novela picaresca, por ejemplo "El lazarillo de Tormes".
3. teer y analizar comparativamente una leyenda, por ejemplo cualquier
leyenda de GustavoAdolfo Bécquer, y un cuento, por ejemplo, "Azul",
de Rubén Darfo, o "El llano en llamas", de Juan Rulfo.
Anton Chejov.
137
I
Vla Láctea se dlstingulrla muy bien, como si, con motivo de la fiesta,
la hubieran lavado y frotado con nieve ...
Vanka, imaginándose todo esto, suspiraba.
138
1.3. POEMA DE MIO CID
139
2.0. Escribe por lo menosa caracterfsticas exclusivas de:
2.1. Novela. .
2.2. Cuento.
2.3. Leyenda-,
2.4. Epopeya o poema épico.
4.2.
. 140
GUARDIA PRIMERO (dentro).-¡Guranos, muchacnc: ~Por dónde?
Las siluetas.
Oscar Wilde
- ,
141
..
Módulo 8'
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Tema
Elementos En el tiempo
estructurales Argumento y
internos en el espacio
Trama
- - .. --.-
una dedicatoria y algo que puede considerarse como
epnogo. El primer apartado es como una introducción
que al presentamos al autor, nos permite entender des-
pués cómo un hombre mayor, que es aviador, tiene un
esprritu capaz de comprender a un niño. Del 11al IX trata
del principlto y su planeta, con la historia de la flor, de
los baobabs, las puestas de sol y la necesidad, que es
también un peligro, de tener un cordero; cada uno de los
apartados proporciona peql,Jeños datos que, ya en con-
junto, nos dan a conocer al principito y sus preocupacio-
nes básicas. Del IX al XVI habla de sus viajes por los
diferentes planetas; cada planeta implicó un apartado.
Del XVI al XXIIIse relata la estancia del principito en la
Tierra, y los últimos capitulos vuelven a reunir al aviador
y al principito, que están viviendo sus últimas horas jun-
tos, hasta que el niño parte. El XXVII es una evocación
total de la aventura; equivale en cierto modo, al primer
apartado en que conocimos al aviador: aquí expresa su
nostalgia por el pequeño amigo. Puede observarse que
cada apartado, algunos de ellos muy breves, tuvo una
razón intrínseca de ser; es decir, que el autor cambia de
capítulo porque lo que va a contar se refiere a otro as-
pecto o a otra cosa; a esto se le podría llamar estructura
interna según la acción. Los estudiosos de la literatura
hacen gráficas o dibujos de la estructura interna y ex-
terna para hacer explícita la relación entre ambos.
334 En la literatura contemporánea se entiende por epi- Episodio
sodio una parte de una novela, poema épico o cuento,
que está completa en sí misma, pero contribuye a la
estructüra total de la obra. Por ejemplo, en El Principito
cada una de las visitas a los diferentes planetas cons-
tituye un episodio que contiene la descripción y las opi-
niones del propio principito acerca del planeta y su habi-
tante. Pero, al considerar toda la obra, nos damos cuenta
que estas visitas están ligadas a los otros acontecimien-
tos y reflexiones de la obra. Todo lo que ocurre en ésta
participa orgánicamente en su estructura.
335 En la tragedia griega, el episodio era la parte enco-
mendada a los actores y se presentaba entre dos inter-
venciones del coro; en esta parte se desarrollaban los
acontecimientos, se enfrentaban los puntos de vista de
los diferentes personajes; puede decirse que era la que
llevaba la acción.
336 Actividades de refuerzo1
a. ¿Qué se entiende por estructura en una obra literaria?
b. ¿Cuántas clases de estructura hay?
c. ¿Cuál es la estructura externa o formal de "El Prln-
clplto" de Saint-Exupery?
143
H -t -
d. ¿Podrlas decir cuál es la estructura interna en "El
Princlpito"?
e. ¿Podrlas mencionar un episodio de "El Princlplto"?
337 Es la idea, casi siempre abstracta, .que da unidad Tema
a la obra, porque en algún sentido todas sus partes están
subordinadas a ella. Puede ser el amor, el odio, los ce-
los, la lucha por la existencia, la locura del mundo, la
soledad en que vivimos, e:tc. Para muchos autores tema
y mensaje tienen algo en común. Mensaje: es lo que pre-
tende comunicar el autor a través de todos los elementos
que emplea en la obra; es decir, son las opiniones que
tiene el autor sobre el tema que se plantea en la obra.
Actualmente, más que de. mensaje se habla de la "idea
central" o la "idea organizadora" de una obra.
338 Actividades de refuerzo 2
a. Conforme a estas dos definiciones anteriores, ¿cuál
es el tema de "El Principito"?
b. ¿Cuál es el mensaje?
339 Por argumento entendemos un resumen muy com- Argumento
primido d~ los principales hechos que se desarrollan en
una ficción. No explica causas ni da detalles. Responde
a la pregunta ¿qué ocurre en la obra?
340 Actividades de refuerzo 3
a. Trata de hacer un resumen del argumento de "El
Principito". Escrfbelo, y procura que tu resumen no
pase de una cuartilla,esto es de una hoja tamaño
carta a doble espaciode máquinade escribir.
341 Asunto, es aquello en que se inspiró el autor para Asunto
crear su obra y que tiene una vida independiente por sí
mismo. Puede ser algo que pasó en la vida real, que el
autor oyó contar o presenció por sí mismo, o incluso, sus
propias ideas. Puede ser asimismo otro libro, recreado
por la imaginación del autor. En este último caso se lla-
ma fuente.
144
- --.,,""--- ----
va con cuidado, no sólo los acontecimientos se relacio-
nan entre si, sino los personajes también y sus acciones.
En la trama van insertados los motivos que sirven como
de señales de referencia, los conflictos que complican
los hechos, la tensión dramática con momentos acele-
rantes y retardantes que llevan hasta el clímax. En el ar-
gumento, lo importante, es el hecho mismo. Si nos pre-
guntamos ¿qué pasó en la obra? la respuesta será el
argumento; pero si la pregunta es ¿por qué pasó?, la res-
puesta será la trama.
344 Actividades de refuerzo 4
¿Cuál es la trama de "El Princlplto"?
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
1. Lee un cuento, una novela y una leyenda y elabora los análisis respec-
tivos de acuerdo con lo explicado en este módulo.
2. Investiga quién fue Antoine de Saint-Exupery,y al conocer su blogra-
fla trata de encontrar cuál pudo ser el asunto que lo Inspiró para es-
criblr "El Prlnciplto".
145
REACTIVOS DE AUTOEVALUACION
Los últimos frlos del invierno ceden el paso a "Ia estación primaveral,
y algo de fluido germinador flota en la. atmósfera y sube al purlsimo azul
del firmamento .. La gente, volviendo de misa o del matinal correteo por
las calles, asalta en la Puerta del Sol el tranvla del barrio de Salamanca.
Llevan las señoras sencillos trajes de mañana; la blonda de la mantilla
envuelve en su penumbra el brillo de las pupilas negras; arrollado a la
muñeca, el rosario; en la mano enguantada, ocultando el puño del encas,
un haz de lilas o un cucurucho de dulces, pendiente por una cintita del
dedo meñique. Algunas van acompañadas de sus niños; iY qué niños
tan elegantes, tan bonitos, tan bien tratados! Dan ganas de comérselos
a besos; entran impulsos invencibles de juguetear, enredando los dedos en
la ondeante y pesada guedeja rubia que les cuelga por las espaldas.
En primer término, casi frente a rnl, descuella un bebé de pocos meses.
No se ve en él, aparte de la carita regordeta y las rosadas manos,sino
encajes, tiras bordadas de ojetes, lazos de cinta, blanco todo, y dos bolas
envueltas en lana blanca también, bolas impacientes y danzarinas, que.
son los piececillos. Se empina sobre ellos, p.ega ·brincos de gozo, y cuando
un caballero cuarentón que va a su lado -probablémente el papá- le
hace una carantoña o le enciende un fósforo, el mamón se rle con' toda
su boca dé viejo, babosa y desdentada, irradiando luz del cielo en sus
ojos puros. Más allá, una niña como de nueve años se arrellana en postura
desdeñosa e indolente cruzando las piernas, luciendo la fina canilla cu-
bierta con la estirada media de seda negra y columpiando el pie calzado
con zapato inglés de charol. La futura mujer hermosa tiene ya su dosis
de coqueterla; sabe que la miran y la a iran, y se deja .mlrar y admirar
con oculta e íntima complacencia, haciendo un móhín equivalente a "ya sé
que os gusto; ya sé que me contempláis". Su cab.ellera, apenas ondeada,
limpia, igual, frondosa, rnaqnltica, la envuelve y la rodea de un halo de
oro, flotando bajo el sombrero ancho de fieltro, nubada por la pluma gris.
Apretado contra el pecho lleva un envoltorio de papel de seda, probable-
mente algún juguete fino para el hermano menor, alguna sorpresa para
la mamá, algún lazo o moño que la impulsó a adquirir su tempranera
presunción. Más allá de este capullo cerrado va otro que se entreabre ya,
la hermana tal vez, linda criatura como de veinte años, tipo afinado de
morena madrileña, sencillamente vestida, tocada con una capotita casi
lnvlslble, que realza Sj.J perfil delicado y serio. No lejos de ella, una ma-
trona arrogante, recién empolvada de arroz, baja los. ojos y se reconcentra
como para soñar o recordar: .
Con semejante tripulación, el plebeyo tranvía reluce orgullosamente al
sol, ni más ni menos que si fuese landó forrado de rasolfs, arrastrado por
un tronco inglés legItimo. Sus vidrios parecen diáfanos; sus botones de
metal deslumbran; sus mulas trotan briosas y gallardas; el conductor arrea
con vóz animosa, y el cobrador pide los billetes atento y solicito,' ofre-
ciendo en ademán cortés el pedacillo de papel blanco o rosa. En vez del
<
146
olor chotuno que suelen exhalar los cargamentos de obreros allá en las
Uneas del Pacltico y del Hipódromo, vagan por la atmósfera del tranvía
emanaciones de flores, vaho de cuerpos limpios y brisas del iris de la
ropa blanca. Si al hacerse el pago cae al suelo una moneda, al buscarla
se entrevén piececitos chicos, tacones Luis. XV, encajes de enaguas y
tobillos menudos. A medida que el coche' avanza por la ~Jle e Alcalá
arriba, el sol irradia más e infunde mayor alborozo el bullicio dominguero,
el gentro que hierve en las aceras, el rápido cruzar de los coches, la cla-
ridad del dfa y la templanza del aire. iAh, qué alegre el domingo madrileño,
qué aristocrático el tranvía a aquella hora 'en que por todas las casas del
barrio se oye el choque de platos, nuncio del almuerzo, y los fruteros
de cristal del comedor sólo aguardaban la escogida fruta o el apetitoso
dulce que la dueña en persona eligió en casa de Martinho o de Prastt
Una sola mancha noté en la composición del tranvla. Es cierto que era
negrfsima y telslma, aunque acaso lo pareciese más en virtud del contras-
te. Una mujer del pueblo se acurrucaba en una esquina, agasajando entre
sus brazos a una criatura, No cabla precisar la edad de la mujer; lo mismo
podía frisar en los treinta y tantos que en los cincuenta y pico. Flaca como
una espina, su mantón parduzco, tan traído como llevado, marcaba la
exigüidad de sus miembros: diríase que iba colgado en una percha. El
mantón de la mujer del pueblo de 'Madrid tiene flsonomla, es elocuente
y delator; si no hay prenda que mejor realce' las airosas formas, que mejor
acentúe el provocativo meneo de cadera de la arrebatada chula, 1ampoco
la hay 'que más revele la sórdida miseria, el cansado desaliento de una
vida aperreada y angustiosa, el encogimiento del hambre, el supremo indi-
ferentismo del dolor, la absoluta carencia de pretensiones de la mujer a
quien marchitó la adversidad, y que ha renunciado por completo, no s610
a la esperanza de agradar, sino al prestigio del sexo. ,
Sospeché que aquella mujer del mantón ceniza, pobre de solemnidad
sin duda alguna, padecla amarguras más crueles aún que la miseria. La
miseria a secas la acepta con feliz resignación el pueblo español, hasta
poco hace ajeno a reivindicaciones socialistas. Pobreza es el sino del po-
bre, y a nada conduce protestar. Lo que vi escrito sobre aquella faz, más
que pálida, Ifvida; en aquella boca sumida por los cantos, donde la risa
parecía no haber jugado nunca; en aquellos ojos de párpados encarnizados
y sanguinolentos, abrasados ya y sin llanto refrigerante, era cosa más
terrible, más excepcional que la miseria: era la desesperación. ,
El niño dormía. Comparado con el pelaje de la mujer, el de la criatura
era flamante y decoroso. Sus medias de lana no tenlan desgarrones; sus
zapatos, bastos pero fuertes, se hallaban en buen estado de conservación;
SÚ chaqueta, gorda, sin duda le preservaba bien del frlo, y lo que se vefa
de su cara, un cachetito sofocado por el sueño, parecía limpio y lucio.
Una boina colorada le cubrla la pelona. Dormía tranquilamente: ni se le
sentfa la respiración. La mujer, de' tiempo en tiempo, y como por instinto,
apretaba contra.sí al chico, palpándole suavemente con su mano descar-
nada, denegrida y temblorosa.
El cobrador se acercó librillo en mano, revolviendo en la cartera la calde-
rilla. La mujer se ,estremeció como si despertase de un sueño, y regis-
trando en su bolsillo sacó, después de exploraciones muy largas, una
moneda de cobre.
147
-¿A dónde?
-Al final.
-Son quince céntimos desde la Puerta del Sol, señora -advirtió el
cobrador, entre regañón y compadecido-, y aquf me da usted diez.
-iDiez! ... -repitió vagamente la mujer, como si pensase en otra co-
C::!!l- l1iA7 .
-Diez, si; un perro grande ... ¿No lo está usted viendo?
-Pués no tengo más -replicó la mujer con dulzura e indiferencia.
-Pues quince hay que pagar -advirtió el cobrador con alguna severi-
dad, sin resolverse a gruñir .demasiado, porque la compasión se lo vedaba.
A todo esto la gente del tranvla comenzaba a enterarse del episodio,
y una señora buscaba ya su portamonedas para enjugar aque :w ..
cante déficit. .
-No tengo más -repetla la mujer porfia amente, sin irritarse ni afli-
girse. Aun antes de que la señora alargase el perro chico, el cobrador
volvió la espalda encogiéndose de hombros, como quien dice: "De estos
casos se ven algunos". De repente, cuando menos se lo esperaba nadie,
la mujer, sin soltar a su hijo, y echando llamas por los ojos, se incorporó,
y con acento furioso exclamó dirigiéndose a los circunstantes:
-iMi marido se me ha ido con otra! .
Este frunció el ceño, aquél' reprimió la risa; al pronto crelmos que se
había vuelto loca la in!feliz, para gritar tan desaforadamente y decir se-
mejante incongruencia; pero ella ni siquiera advirtió el movimiento de
extrañeza del auditorio. .
-Se me ha ido con otra -repitió entre el silencio y la curiosidad ge-
neral-. Una ladronaza pintá y revocá como una paré. Con ella se ha ido. '
y a ella le da cuanto gana, y a mi me hartó de palos. En la cabeza me
dio un palo. La tengo rota. Lo peor, que se ha ido. No sé dónde está.
iYa, van dos meses que no sé! .
Dicho esto, cayó en su rincón desplomada, ajustándose maquinalmente
el pañuelo de algodón que llevaba atado bajo la barbilla. Temblaba como
si un huracán interior la sacudiese, y de sus sanguinolentos ojos cafan
por las demacradas mejillas dos ardientes y chicas lágrimas. Su lengua
articulaba por lo bajo palabras confusas, el resto de la queja, los detalles
crueles del drama-doméstico. 01 al señor cuarentón, que encendía fósforos
para e.ntretener al mamoncillo, murmurar al oldo de la dama que lba ,
a su lado: '
-La desdichada esa ... Comprendo al marido. Parece un trapo viejo.
[Con esa jeta y ese ojo de perdiz que tiene!
La dama tiró suavemente de la manga al cobrador, y le entregó algo.
El cobrador se acercó a la mujer y la puso en las manos la dádiva.
-Tome usted. ',' Aquella señora la regala una peseta.
El contagio obró instantáneamente: La tripulación entera del tranvla se
sintió acometida del ansia de dar. Salieron a relucir portamonedas, carteras
y saquitos. La colecta fue tan repentina como relativamente abundante.
Fuese porque el acento desesperado de la mujer habla ablandado y
estremecido todos .los corazones, fuese porque es más dificil abrir la vo-
luntad a soltar la primera peseta que a tirar el último duro, todo el mundo
quiso correrse, y hasta la desdeñosa chiquilla de la gran melena rubia,
comprendiendo tal vez, en medio de su inocencia, que allr habla un .gran
148
dolor que consolar, hizo un gesto monfsimo, lleno de seriedad y de ele-
gancia, y dijo a la hermanita mayor: "Marra, algo para la pobre". Lo raro
~ fue que la mujer ni manifestó contento ni gratitud por aquel maná que le
cara encima. Su pena se contaba, sin duda, en el número de las que no
alivia el roclo de plata. Guardó, sl, el dinero que el cobrador la puso en
las manos, y con un movimiento de cabeza indicó que se enteraba de la
limosna: nada más. No era desdén, no era soberbia, no era incapacidad
moral de reconocer el beneficio: era absorción en un 9010r más grande,
en una Idea fija que la mujer segura a través del espacio, con mirada
visionaria y el' cuerpo en epiléptica trepidación. '
Asr y todo, su actitud hizo que se calmase inmediatamente la emoción
compasiva. El que da limosna es casi siempre un e.goistón de marca que
se perece por el golpe de varilla transformador de lágrimas en regocijo.
La desesperación absoluta le desorienta, y hasta llega a mortificarle en su
amor propio, a titulo de declaración de' independencia que .se permite
el desgraciado. Dlrlase que aquellas' gentes del tranvía se avergonzaban
unas miajas de su piadoso arranque al advertir que después de una lluvia
de pesetas y dobles pesetas, entre las cuales relucía un duro nuevecito,
del nene, la mujer no se reanimaba poco ni mucho, ni les hacía ni pizca de
caso. Claro está que .este pensamiento no es de los que se comunican
en voz alta, y por tanto, nadie se I~ dijo a nadie; todos se lo guardaron
para sl y fingieron indiferencia, aparentando una distracción de buen-
gérwro y hablando de cosas que ninquna relación tenían con lo ocurrido:
-No te arrimes, que me estropeas las lilas. . ' .
-iQué gran dfa hace! .
-iAy!, la una ya; cómo estará tío Julio con sus prisas para el al-
nluerzo. , .
Charlando así, encubrfan el hallarse avergonzados, no de la buena ac-
ción, sino del error o chasco sentimental que se la habla sugerido.
Poco a 'poco fue descargándose el tranvía. En la bocacalle de' Goya
soltó ya mucha gente. Salían con rapidez, 'como quien suelta un peso y
'termina una situación embarazosa, y evitando mirar a la mujer, inmóvil
en su rincón, siempre trémula, que dejaba marchar a sus momentáneos
bienhechores, sin. decirles siquiera: "Dios se lo pague". ¿Notarfa que el
coche iba quedándose desierto? No pude menos de lIamarle la atención:
-¿A dónde va usted? Mire que nos acercamos al término del trayecto.
No se distraiga y vaya a pasar de su casa. .
Tampoco me contestó; pero con una cabezada fatigosa, me dijo clara-
mente: "j Ouiál Si voy mucho más lejos ... Sabe Dios desde el cocherón
lo que andaré a' pie todavía".
El diablo (que también se mezcla a veces en estos asuntos compasivos)
me tentó a probar si las' palabras aventajarlan a las monedas en calmar
algún tanto laulceraclón de aquel alma en carne viva.
-Tenga ánimo, mujer ---;-Iadije enérgicamente-. Si sú marido es un
mal hombre, usted por eso no se abata. Lleva usted un niño en brazos ... ,
para él debe usted trabajar y vivir. Por esa criaturita debe usted intentar
lo que no intentada' por sl misma. Mañana el chico aprenderá un oficio
y la servirá a usted de amparo. Las madres no tienen derecho a entre-
garse a la desesperación mientras sus hijos viven.
De esta vez la mujer salió de su estupor; volvióse y clavó en mí sus
149
o os irritados y secos, de horrible párpado ensangrentado y colgante. Su
mirada fija removla el alma. El niño, entretanto, se habla despertado y
estirado los bracitos, bostezando perezosamente. Y la mujer, agarrando ,
a la criatura, la levantó en vilo y me la presentó. La luz del sol alumbraba
de lleno su cara y sus pupilas, abiertas de par en par. Abiertas, pero blan-
cas, cuajadas, inmóviles. El hijo de la abandonada era ciego.
(De' En tranv(a" Cuentos dramáticos.)
, 150
Paneles' de verificación
MODULO 7
1.0.
1.1. Cuento
1.2. Leyenda
1.3. Poema épico
1.4. Novela
2.0. Veriffcalo en los párrafos del 300 al 304 inclusive, de tu libro.
3.0. Discútelo con los compañeros de tu grupo de trabajo y con tu asesor.
4.0.
4.1. Diálogo , .
4.2. Monólogo
4.3. Soliloquio
4.4. Descrlpclón
MODULO 8
. 151