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Gabriel Inostroza V.
Coordinador Técnico – Ecuador
Proyecto “Desarrollo Competitivo del Turismo Rural en los Andes”.
Introducción.
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El propósito del Proyecto es establecer un Modelo de gestión sostenible del
turismo rural comunitario en la provincia de Chimborazo, Ecuador, en la zona de
Cusco, Perú y en el lago Titicaca, Bolivia. El Proyecto es ejecutado por Fundación
CODESPA y cuenta con financiamiento de CODESPA y del Banco Interamericano de
Desarrollo BID, por un monto total de $3.393.860 USD. La duración del Proyecto es
desde enero de 2008 hasta junio de 2011.
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1. Turismo Comunitario y Turismo Rural.
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el entorno social (Kay, C. 2007). El TC puede ser una buena
alternativa para esta nueva mirada del territorio, en donde los
recursos pueden ser mucho mejor manejados en forma colectiva que
individual, pues, a través de la gestión comunitaria se puede ejercer
un mayor “control social” sobre su uso. No obstante, se debe asumir
con suma responsabilidad el desafío de que la comunidad sea más
eficiente en la gestión del proceso de desarrollo del TC, que se
traduzca en una mayor eficacia en la toma de decisiones, una mayor
responsabilidad al momento de ejecutar lo que se planifica, y en un
seguimiento constante y evaluación periódica del trabajo realizado.
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que los destinos, gracias a sus bajos precios, se vuelven alcanzables
para un amplio segmento de personas (turismo masivo)4.
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Cancún, en el caribe mexicano, se constituye en la representación estricta de los
principios tayloristas aplicados a la hotelería y a otros servicios turísticos (Hiernaux-
Nicolas. D, et alt. 2002).
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Hoy en día, resulta más barato adquirir un paquete todo incluido en un Resort de
una playa del caribe que adquirir un paquete de ecoturismo enclavado en la región
amazónica del Ecuador.
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Se entiende por capital social al contenido de ciertas relaciones sociales, las que
combinan actitudes de confianza con conductas de reciprocidad y cooperación
(Durston, J. 2001).
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una cierta sensibilidad del visitante por la particular cultura y modo
de vida de las comunidades receptoras. El TC, de este modo, se
enmarca en un Modelo Integrado de desarrollo, pero considerando no
sólo la participación comunitaria sino más bien el control directo de la
comunidad en la planificación y gestión de las iniciativas, además de
constituirse en la propietaria del negocio turístico.
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calidad en el servicio turístico exige que haya una buena calidad de
vida en el territorio donde se da la oferta, por lo que es indudable que
se debe avanzar en la mejora de las condiciones de vida de la
población local para que el visitante tenga una buena experiencia
turística.
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El tercer aspecto es que los grupos campesinos e indígenas
deberán tener la habilidad de captar las motivaciones y resolver
oportunamente las necesidades de los diversos sectores que
componen el universo de visitantes10. En esta dirección es razonable
pensar que la sociedad urbana, cada vez más inmersa en ambientes
contaminados y con un alto grado de mecanización de todos los
procesos, sometida a crisis con respecto a la seguridad de los
alimentos que consume (el “mal vivir”, en contraposición al sumak
kawsay -“bien vivir”- promovido por las comunidades Kichwas que
desarrollan el TC en el Ecuador), requerirá tener la opción de visitar
lugares en que el medio ambiente se conserve sano, en que lo
procesos productivos estén realizados en gran parte por una acción
directa del hombre y en donde exista certeza de una alimentación
saludable.
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el sector privado o las organizaciones comunitarias. Sin embargo, es
el sector público quien debe primeramente promover la asociatividad
de la sociedad civil y del sector privado12, para luego propiciar
espacios de coordinación interinstitucional, en el marco de las
directrices (políticas) de desarrollo establecidas por el Estado. Se
puede decir que, en el ámbito del desarrollo local, la institucionalidad
pública en los espacios de coordinación se debe manejar en un
“perfil” más bien bajo, con el objeto de contribuir al posicionamiento
del sector privado y de la sociedad civil en el proceso de desarrollo,
sin olvidar, eso sí, que el rol del sector público es fundamental para
orientar y facilitar dicho proceso13.
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La asociatividad entre diferentes organizaciones de TC es absolutamente
necesaria, no sólo para trabajar conjuntamente aspectos de comercialización
turística, formalización de los emprendimientos, capacitación o asistencia técnica,
disminuyendo con esto los altos costos de transacción que generalmente se dan en
el sector rural campesino, sino que también para ejercer una sana presión sobre los
organismos públicos locales, provinciales y nacionales, para que éstos faciliten de
manera responsable los procesos de desarrollo local.
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Actualmente en Ecuador la confianza entre las instituciones del sector público,
privado y de la sociedad civil se encuentra bastante deteriorada. En los espacios de
coordinación que pretenden crearse más bien es el sector público quien quiere
obtener un rol protagónico, con un mayor control de los espacios. A su vez, el
sector privado y de la sociedad civil aún no tienen la madurez suficiente para
empoderarse de dichos espacios. Todavía se asume al Estado como un “Padre”, en
el cual recae la responsabilidad plena del proceso de planificación del desarrollo, el
que diseña las políticas que simplemente hay que ejecutar y respetar. Esto conlleva
a la probabilidad de que en estos espacios se generen situaciones de clientelismo
político, en donde es el Estado quien coopta la iniciativa privada y de la sociedad
civil, y lo que es peor, con la anuencia de estos últimos.
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Un reglamento interno debiera dilucidar esta cuestión, en el sentido de definir
quienes son los actores y quienes son los que tienen derecho a decidir, en donde
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importancia que la Mesa cuente con recursos, no sólo económicos,
sino que también humanos y logísticos, provenientes de sus mismos
integrantes, para concretar la misión de desarrollo turístico y el plan
de acción que se propongan. Asimismo, la Mesa o Consejo, a través
de su secretaría técnica y directiva, debe tener la capacidad de
apalancar nuevos recursos, provenientes tanto del sector público,
privado como de la cooperación internacional.
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o sensibilización de los proyectos, ni menos la participación
comunitaria en el diseño de los mismos.
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A su vez, se debiera desarrollar el capital político de las comunidades, en el
sentido de que logren influir cada vez más en las decisiones que adoptan los
actores políticos del territorio.
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Como lo que sucedió con muchos proyectos de turismo rural en la isla grande de
Chiloé- Chile, que consideraban subsidio para construir fogones (construcciones
típicas destinadas a brindar servicios de alimentación, cuya propiedad recae en una
organización campesina determinada) pero que luego quedaban abandonados por
la poca capacidad de las organizaciones de atraer clientes y/o de organizarse para
prestar un buen servicio.
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Conclusiones.
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de la institucionalidad imperante, que en la actualidad no propicia la
articulación. Las instituciones muchas veces no tienen la voluntad de
entender la mirada del otro, se disputan los espacios de acción y les
cuesta ceder espacios, desperdiciando recursos no sólo financieros
sino que también humanos. Esto no sólo es un problema del sector
público, sino que también del sector privado, de las organizaciones
locales y de las ONG’s. La concertación de los actores hará pues que
se llegué más lejos en los objetivos de desarrollo de un turismo
sostenible para el territorio.
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Bibliografía.
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