La mejora continua es uno de los mayores beneficios que se obtiene a partir de un
sistema de gestión ambiental. El hacer mejoras, no solo esta enfocado en reducir el impacto ambiental que puede ser causado, lo que de por si representa una ventaja importante para la empresa, sino también logra un retorno económico de la inversión en ciertas actividades. Cuando se le logra una reducción en los recursos naturales que han sido utilizados, también se disminuyen los costos de producir y se consigue mejorar la imagen como empresa.Las organizaciones están llamadas a practicar la mejora continua del sistema de gestión ambiental para optimizar el desempeño ambiental como se encuentra establecido en la norma ISO 14001:2015. Es la empresa quien determina el alcance, los recursos y las acciones que sean necesarias para apoyar la mejora continua del sistema de gestión ambiental. De esta manera, los tres elementos anteriores son determinantes en la mejora continua. El termino mejora continua es utilizado para identificar la mejora en diferentes procesos dentro del sistema de gestiona ambiental con el fin de facilitar mejoras en general. Es claro que los procesos son mejorados todo el tiempo, por lo cual la mejora continua sirve para planificar, supervisar y realizar mejoras. Si bien existen muchas maneras de conseguir la mejora continua dentro del sistema de gestión ambiental, dos de los mas importantes procesos identificados en la norma ISO 14001 son utilizados de los objetivos ambientales y el pensamiento basado en el riesgo. Los objetivos ambientales están dirigidos a buscar mejoras en todos los procesos del sistema de gestión ambiental. A través de aplicar los recursos necesarios se puede alcanzar el objetivo ambiental que fue planteado inicialmente. Por esto la mejora continua es lograda con un menor numero de recursos naturales consumidos y un menor numero de residuos creados, inclusive si estos son destinados para su reciclaje. Por lo tanto, para que un sistema de gestión ambiental sea efectivo debe estar concebido para ser parte del sistema de manejo general de las empresas o compañías. Esto incluye la estructura organizacional, las actividades de planeamiento, las responsabilidades, las practicas, procedimientos, procesos, recursos y todo lo demás que sea necesario para la implementación y manejo ambiental. Al aplicar un sistema de gestión ambiental dentro de la estructura de la compañía, facilita el desempeño ambiental de la misma tanto a nivel externo como a nivel interno. Donde las principales ventajas radican en dar cumplimiento a la legislación laboral y aplicación de la misma, poder atender la presión ejercida por las partes interesadas en el aprovechamiento y racionalización de los recursos naturales, el interés de las entidades financieras, compañías que tienen intereses ambientales, consumidores entre otros. Por otra parte, dentro de los alcances que tiene el sistema de gestión ambiental se encuentra concientizar a la comunidad, mejorar la imagen, ejercer una mayor concientización de la comunidad empresarial frente al medio ambiente, optimizar o mejorar los procesos, mejorar la competitividad, el manejo adecuado de los aspectos ambientales de los productos, y los productos que pueden desempeñar un papel importantísimo como lo es el consumidor verde que es una fuerza significativa del mercado. Lo cual también ayuda a cumplir los estándares de desempeño ambiental tanto a nivel nacional como internacional. La evaluación y el mejoramiento se consolidan entonces como herramientas que ayudan a la revisión y al mejoramiento de los planes y programas ambientales que hacen parte del SGA, por ende, las empresas deben revisar los objetivos y metas ambientales, revisar el desempeño de sus planes y programas, analizar y adoptar las recomendaciones generadas a raíz de las auditorias ambientales y debe hacer evaluaciones efectivas para la continuidad de sus proyectos y programas en el área ambiental. Con base a lo anterior las empresas deberán analizar la necesidad de ajustar los planes y programas ambientales para hacer adaptables a los cambios como lo son la legislación ambiental, las expectativas y requerimientos socioeconómicos, los avances de la ciencia y la tecnología, las lecciones aprendidas a causa de los incidentes ambientales y cada una de las recomendaciones contenidas en reportes, comunicaciones y auditorias. El mejoramiento se alcanza mediante la continua evaluación del desempeño de los planes ambientales, los indicadores ambientales establecidos por las compañías que sean medibles y tengan una trazabilidad, y los programas ambientales que serán comparados con objetivos, metas con el propósito de encontrar oportunidades de ajuste así como determinar la raíz o casa de las deficiencias y las no conformidades ante las cuales las empresas deben crear planes para mitigar los impactos internos y externos. En conclusión, la implementación de un sistema de gestión ambiental trae muchos beneficios a las compañías, pues no solo se logra reducir el impacto sino también en términos económicos se logra mejorar la productividad, es necesario entonces tener un ciclo PHVA que permita una retroalimentación constante de los procesos para alcanzar la mejora continua. Esto permitirá que tanto los objetivos como la política ambiental sean logrados. Toda la información que sea recolectada por la compañía debe ser guardada pues es el soporte que permite identificar las oportunidades de mejora para el sistema de gestión ambiental. Hoy en día es cada vez mas necesario generar procesos que sean amigables con el medio ambiente y que busquen ser sostenibles.