GNEALOGIA
Es innegable la fuerte influencia andaluza sobre el
folore de Buenos Aires. Influencia que Juan Francisco
ddguirre ya habia hecho notar en el siglo xvi. Refi-
ridose al habitante de nuestra ciudad, decia en 1783:
“Sviste a la moda de Espafia y singularmente al estilo
ddndalucia, a cuyos hijos se parecen en muchas cosas
loje este puerto”.
Un siglo mas tarde, Sarmiento volvia a pereibir esa
intencia. Y da testimonio de ella en su “Facundo”: “To-
lonovimientos del compadrito revelan al majo; el movi-
mito de Ios hombros, los ademanes, la colocacién del
soirero, hasta la manera de eseupir por entre los col-
mis, todo es un andaluz genunino”.?
La miisiea de Buenos Aires no se veria ajena a esta
pripia. Ya sabemos que el tango debe bastante —algo
mique el nombre—a su homénimo andaluz, Pues bien,
la dlonga también tiene su ascendencia en el lejano sur
delspafia.
Segtin Ios datos que poseemos, José Marfa Salaverria
ha’a sido el primero en vislumbrar esa ascendencia,
Juan Francisco de Aguirre, Diario. En Los argentinos y et
tan de Fernando Guibert, Ministerio de Cultura y Educacién,
Bus Aires, 1973.
‘ Domingo Faustino Sarmiento, Facunde, 9° ed., Sopena, Bue-
nosires, 1962.
20794° MILONGA
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ALanonnrro (4)
Una antigua milonga anterior a 1900, de Francisco H,
i. Hargreaves, el
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Tins MSc ace, teres wens, sie
se Salaverria en “Tierra Argentina” (1910) : “Las mi-
gas se parecen a las gu: «
Carlos Vega también esté sobre la pista, aunque no
mciona el nombre de la especie cubano-andaluza: “La
longa pertenece a un género de canciones muy bien de-
‘minado, antiquisimo en Espaiia...”* dice Vega; y mas
‘de vuelve sobre el tema, cuando afirma que la milonga
scogre, hereda y vitaliza una antiquisima corriente mu-
,al espafiola y portuguesa intacta, tempranamente in-
sducida en Iberoamérica donde alimenté numerosas es-
cies Ifricas y coreograficas”.
Por iiltimo, Andrés Chinarro advierte que “nuestra
jlonga pampeana o surefia (tiene) las mismas medidas
Bleras de la guajira”.°
Y, efectivamente, la milonga es, en su origen, una
gptacién de la guajira flamenea que, a su vez, es una
gptacién de su homénima cubana.
Josué Teéfilo Wilkes y Ventura Robustiano Lynch
{aciden al afirmar que la milonga primitiva levaba com-
de 6/8. Obviamente se referian a una simplificacién