LEY DE EDUCACIÓN MEDIA Y SUPERIOR DEL ESTADO LIBRE Y

SOBERANO DE PUEBLA

ARTÍCULO 1.- La educación de tipo medio y superior que se imparta por el Estado o por
los particulares es un servicio público, y se sujetará a los principios aplicables
establecidos por el Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y a las disposiciones de esta Ley.

ARTÍCULO 8.- Para que los estudios que impartan los particulares tengan validez oficial,
deberán obtener su reconocimiento por el Poder Ejecutivo del Estado y sujetarse a las
disposiciones de esta Ley.

ARTÍCULO 9.- El reconocimiento de validez oficial de los estudios de tipo medio o

superior, podrá ser otorgado por el Poder Ejecutivo del Estado, cuando los solicitantes
satisfagan los siguientes requisitos:

I.- Disponer de los locales, instalaciones y laboratorios adecuados a las enseñanzas que
hayan de impartir;

II.- Sujetarse a los planes y programas que apruebe el Poder Ejecutivo del Estado; y

III.- Contar con el personal docente con preparación profesional acreditada, conforme a lo
dispuesto en el artículo siguiente.

ARTÍCULO 10.- Es requisito para impartir enseñanza de tipo medio superior:

I.- Haber obtenido título de licenciatura o grado de maestría o doctorado en la cátedra que
se pretenda impartir, expedido o reconocido legalmente;

El Gobernador del Estado podrá dispensar este requisito en el nivel medio, a quien goce
de reconocido prestigio académico en la asignatura o actividad que pretenda impartir; y

II.- Cuando se trate de extranjero, deberá estar autorizado, en los términos del Artículo 58,
fracción II, del Reglamento de la Ley General de Población, para ejercer la docencia.

ARTÍCULO 14.- Los particulares que obtengan reconocimiento de validez oficial de

estudios del Poder Ejecutivo del Estado, deberán observar las condiciones que se
establezcan en el acuerdo respectivo y las demás disposiciones que dicte el Ejecutivo.

ARTICULO 15.- Cuando el Poder Ejecutivo del Estado retire reconocimiento de validez
oficial de estudios durante un ejercicio lectivo, el particular podrá seguir impartiéndolos a
juicio y bajo la vigilancia del propio Ejecutivo, hasta que aquél concluya.