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Posición a favor de los contratos de Adhesión.

Lo primero que debo indicar acerca del contrato de Adhesión es si está regulado por la Ley
Panameña. La respuesta es afirmativa. En la Ley 29 de 1996 y posteriormente la Ley 45 de 2007 ha
estado a favor de limitar el impacto de cláusulas abusivas en los contratos que interviene una parte
como consumidor. Ante esta situación el Contrato de Adhesión, surgido en Europa en los años 70’s,
se dio por la necesidad de mejorar el tiempo de respuesta para obtener servicios que hasta ese
entonces era muy burocrático.

Un contrato de adhesión, al igual que todo contrato, despliega derechos y obligaciones para las
partes intervinientes que han ser cumplidos de forma íntegra, respetando siempre los límites legales
que ningún contrato puede sobrepasar so pena de nulidad o modificación del pacto. Pese a ello, la
realidad dista mucho de las garantías teóricas que el contrato y la legislación aplicable otorgan.

En el caso de la telefonía móvil en Panamá, si usted busca una línea prepaga por dar ejemplo, el
contrato de adhesión le permite ese mismo día, poder utilizar un plan a su conveniencia y que más
se ajuste a su presupuesto. Mientras dure el use de esa tarjeta o saldo pagado, usted obtiene un
servicio por el que pagó. Al vencer dicha tarjeta o saldo, usted tiene la opción de renovar ese plan o
cambiarse. Por tanto, nadie lo está obligando a inscribirse en un determinado plan. De esta forma,
el mercado de usuarios va determinando el uso del mejor plan que se puede ofrecer.

Los contratos de adhesión son condiciones particulares que están sobre las generales. Esto no es un
capricho al azar, porque al ser productos de consumo masivo, las condiciones de los usuarios son
las mismas, de esto se desprende que los contratos ya estén preimpresos porque se busca atender
a la mayoría de la masa. Otro aspecto que es importante es que esta adhesión es voluntaria,
dándose el entendimiento a través de la firma del mismo. En caso de no estar de acuerdo, usted
puede visitar a otro proveedor. A nadie se le impone el uso de un determinado servicio y usted paga
lo que puede consumir.

¿Ustedes se imaginan un mundo donde cada individuo solicite modificaciones a su contrato de


telefonía móvil? ¿Cuánto tiempo podría usted esperar para obtener dicho servicio, en un mundo
moderno donde el teléfono es una necesidad más que un lujo?

El artículo 76 de la precitada Ley 45, deja claro que la negociación individual no excluye la
característica que tiene el contrato de adhesión.

En el tema inmobiliario, se da la misma situación en el desarrollo de los proyectos, el uso de una


promesa de compraventa o del contrato de compraventa, establece los mínimos que la promotora
ofrece a los interesados en obtener una vivienda. Se da la visita al proyecto y por un módico abono
inicia el proceso de obtención del bien. Si usted no está de acuerdo, sencillamente no firma y si ha
firmado puede recurrir a la ACODECO para que su reclamo sea atendido. Por tanto, el sistema le
permite a usted ser escuchado. El uso del contrato no es algo que busca incumplir la Ley, muchas
veces “demonizan” la figura que solo busca mejorar el tiempo de respuesta al cliente.

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