Está en la página 1de 23

ADINE GAVAZZI

ARQUITECTURA

ANDINA
FORMAS E HISTORIA DE LOS ESPACIOS SAGRADOS
ARQUITECTURA

ANDINA
FORMAS E HISTORIA DE LOS ESPACIOS SAGRADOS

A Mareta Campi

ADINE GAV
GAVAZZI
Crédios Agradecimienos
Proyeco ediorial: Sane Bagnoli, Anel Pancorvo, Joshua Volpara
Edición y Dirección General Producción: Francesca Belloni, Giuseppe Bolognesi, Doris Mandujano, Guido Orsi
Apus Graph Ediciones / Anel Pancorvo Pasara Foogra�a: Bearice Velarde
Edioriale Jaca Book SpA / Joshua Volpara Layou y gráfica: Mario A. Vargas Casro
Esilo ialiano: Lucia Moreti
Auoría Traducciónfrancesa: Nahalie Sholz
Adine Gavazzi Traducciónespañola: Blanca Liy
Asisencia a la producción e invesigación foo-iconográfica: José Carlos Orrillo, Miguel Fohn, Pilar Verásegui
Diseño y Diagramación Asisencia a la redacción: Francesca Cerbini, Ruh Mauri, Sig Premoli, Pera Rondoni
Apus Graph Ediciones / Mario Anonio Vargas Casro Preprensa: Jorge Morales
Sede en Lima: Anel María Lopez de Romaña, Jaime Daniel Saba, Mia Casi Saliceti, Humbero Saliceti, Felicia
Edición Foográfica Fernández Perez, Irma Uma Ari Ari
Adine Gavazzi, Bearice Velarde, Anel Pancorvo Pasara Sede en Milán: Kaleidos: Franco Dazzi, Vanna Dini D’Arezzo Morone, Carlo Morone, Federica Morone, Paola
Morone; Miki Merlo, Regione Veneo; Faine: Federica Albé, Myriam Belmone, Morena Capuo, Vera Mauri,
Foogra�a
Chiara Ferrari, Maurizio Pelosi López, C arlo Dazzi
Caráula: Machu Picchu, Mausoleo: Bearice Velarde. Conracaráula: Alejandro Balaguer. Rerao de la auora: José Carlos Orrillo Logísica: Luisella e Cecilia Borgonovo Salerni
BeariceVelarde: 10-11, 12-13, 16-17, 22-23, 24-25, 28-29, 31, 32-33, 36a, 36b, 40-41, 47, 48-49, 50-51, 54b, 55, 59a, 59b, 60-61, 69a, 69b, 70-71, 73a, 73b, 75, 78-79,
108-109, 122, 152-153, 166-167, 171, 1 73, 175, 176-177, 178-179, 189, 194-195, 199, 204-205, 216-217, 220-221, 225, 230-231, 236-237, 254-255, 256-257, 265, 267, 278-279 Insiuciones: Cenro Ialiano Sudi e Ricerche Archelologiche Precolombiane, Brescia y Nasca – Proyeco
Ignacio Alva Meneses: 86, 118 Alejandro Balaguer: 76-77, 124-125, 136-137, 147, 154, 156, 161, 162-163, , 240, 242-243, 247a José Canziani: 103
Nasca; Insiuo Aerofoográfico Nacional Lima, Mayanuyacu, Cenro Esudios Planas Medicinales, Pucallpa,
Mylene D’Auriol: 45, 88-89, 94-95, 97, 106-107, 112-113, 121, 130-131, 132-133, 214-215, 251 Gino Fazzi Canard: 44 FinnFischer/Diomedia: 213
Miniserio de Relaciones Exeriores de Perú, Museo del Casello Sforzesco di Milano – Proyeco Anonio
Peer Fuchs: 105 Chrisian Handl/Diomedia: 210 Saniago Giraldo: 262-263 Gusavo Herrera: 98 Heduardo Herran: 37, 93, 151, 201, 228, 233, 235, 247b
Raimondi, Museo Tumbas Reales de Sipan – Proyeco Venarrón, Lambayeque, Proyeco Especial Arqueológico
MarianoJuddson: 253 Diego Lezama Orezzoli : 182-183 Wilfredo Loayza: 190 WilfriedLouve/Diomedia: 210-211 José Carlos Orrillo: : 21, 82-83, 85,
Caral Supe, Universià degli Sudi di Bergamo - Catedra Unesco, Ponificia Universidad Caólica de Peru, Lima
127, 129, 139, 272-273, 274a, 274b HeinzPlenge: 239 Waler Silvera Prado: 206, 277 Proyeco Arqueológico El Brujo, Fundación Wiese : 54a, 140, 142-143
CeciliaPuebla: 186 Lizardo Tavera: 115 Friz Trupp: 269 William Zanata: 185
Inerlocuores y lecores: Herlinda Agusin, Alicia Alonso Sagasea, Waler Alva, Ignacio Alva Meneses, Fabio
Levanamieno y Dibujo digial
Amaya, Gabriella e Giorgio Anonini, Henning Bishof, Giovanni Botiroli, Richard Burger, José Canziani, Maurizio
Cahuachi: Kaleidos / © Adine Gavazzi - Digial: Miriam Belmone, Vera Mauri, Federica Albe; Caral: Proyeco especial arqueológico Caral
Cabras, Giancarlo Consonni, Erminio Cori, Pierluigi Cuzzolin, Peer Eeckhou, Pilar Del Río, Davide Domenici,
- Supe; Chanquillo: Slavomir Swieciochowski; Kunur Wasi: Kinya Inokuchi; Pachacamac: Peer Eeckhou; Ollanayambo: Adine Gavazzi, Andrea Drusini, Gerry Ebner, José Anonio Espada Belmone, Pablo Armando Fernández, Mary Frame, Regulo
Michele Gamboló; Venarrón: © Proyeco Venarrón Collud / Adine Gavazzi - Ignacio Alva Meneses, Fernando Guamán, César Piscoya Franco Jordán, Peer Fuchs, Marisa Galbiai, Saniago Giraldo, Libi Gnecchi Ruscone, Sebasiano Grasso, Anna
Todos los oros 3D © Lizardo Tavera / Todos los oros dibujos con crédio en la leyenda Gruszinska, Agusin Guzmán, Eduardo Herrán, Kinya Inokuchi, Felix Jiménez Villalba, Federico Kauffmann Doig,
Josué Lancho Rojas, Carlos Leyva, George Lau, Corrado Levi, Elisabeta Longari, Krzyszof Makowski, Paola
Traducción al español: Blanca Liy
Matioli, Mariela Perez Guierrez, Nicola Masini, Enzo Mendez, Vladimir Mikes, Maria Grazia Meriggi, Alfredo
Traducción al francés : Nahalie Sholz Narvaez, David Novoa, Luciano Paeta, Luigi Piacenza, Elvina Pieri, Telmo Pievani, Carmela Puga Mendoza,
Lionello Puppi, Carolina Orsini, Luis Enriq ue Sánchez Gavidia, José Saramago, Margaria Serje, Slawomir
Redacción: Giuseppe Bolognesi, Lucia Mareti Swieciochowski, Ben Spencer, Graziella Tonon, Ugo Ugoloti, Mariza Villavicencio, Janusz Woloszyn, Mariusz
Ziolkowski
Asisencia de Producción: Apus Graph Ediciones / Doris Mandujano Orna
Agradecimienosespeciales: Suzanne Acklin, Andrés, Lucia, Maias, Rumi Alva Peres, Andrés Barreo, Umbero
Impreso en Ialia por Grafiche Flaminia Beccaria, Rodolfo e Sophie Borney, Nacho Cano, Ady, Biru, Linda, Livia Lucia, Charman, André Clemen,
Via Delle Indusrie 10 - 06034 Foligno - Pg - Ialia. Bearice Corio, Sandra Encalada Guerra, Odete Empereur, Alexandra Flores Encalada, Enrico Flezer, Chicca,
Livia e Michele Gamboló, Giuseppe GIroleti, Daniela e Albero Ghezzi Morgani, Nely García Huamán,
Primera edición, Agoso de 2010 Brunswick Guerra Barrera, Juan Jauregui, Josiah Lee, Dino Masili, Violea Carola Moraga, Nicoleta Noarianni,
© 2010 - Apus Graph Ediciones Angel Olea, Graziano Padovan, Ania Pedroso, Len Peerson, Silva Premoli, Jim Sanders, Fred Shirzadi, Jennifer
Emilio Cavenecia 225 Of. 419 - San Isidro, Lima, Perú e Will Spencer, Paola, Piero, Silvia Roulle, Paolo e Chloe Treno, Bacilio Zea

© 2010 - Edioriale Jaca Book SpA, Milano Menores: Jeremy Narby, Giuseppe Orefici
Via Frua 11, 20146, Milano
Maesros: Juan Flores Salazar, Lama Gangchen Rimpoche
Tiraje : 6,000 unidades
Agradezco mi familia y mi querida hija Cosanza para ofrecerme un iempo en su vida.
Hecho el Depósio Legal en la Biblioeca Nacional del Perú Nº 2010-08919

ISBN N. 978-612-45824-0-0

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción oal o parcial por cualquier medio – salvo pasajes breves para reseña o cia – de los exos, gráficos o foogra�as de ese
libro sin la a uorización expresa de los auores o de los ediores. Cualquier aco ilício comeido conra los derechos de la Propiedad Inelecual correspondiene a esá publicación
sere denunciado de acuerdo al Decreo Legislaivo 822 (Ley sobre Derechos de Auor) y a las leyes inernacionales que proegen la propiedad inelecual.
ARQUITECTURA
ANDINA

Índice Prefacio

14 Prólogo
18 Inroducción

26
27
34
Capí ulo I De la nauraleza alas huacas
1.1 Biodiversidad y enodiversidad: morfología del paisaje andino
1.2 El paisaje real y el visible
1.3 El paisaje como exo y ejido
E n un provocador y estimulante ensayo intitulado “conrudianamente” Nel “cuore di tenebra” , y
publicado, ahora, hace menos de un lustro en el volumen colecticioSocietà africane en el ámbito
delasiniciativasdelCERFE,Olu Oguibe,funambulescoartistae historiadordelartenigeriano,
se preguntaba, sin medias tintas, sobre la “colonización”, perpetrada desde Occidente, de los
conceptos fundamentales de tiempo y de historia, y sobre el rol que esta última por tanto venía a ejercer, concentraba
su propia crítica radical. Si la historia resulta de hecho “colonia cuyos connes, las convalidaciones, las estructuras,
las conguraciones y la permanencia en vida son exclusivamente y completamente decididos desde Occidente”, ella
38 1.4 La cosmovisión en la arquiecura no puede más que funcionar en obediencia a una lógica que, desde el exterior, ha predispuesto “secciones, naciones,
42 1.5 La arquiecura en el cronoopo momentos, debates, culturas, fenómenos, realidades y pueblos” y preestablecido calidad de valores y de dignidad
Capí ulo II Elemenos y ipologíasde laarquiecura ceremonial cultural, homologándolo en un destino que, desembocando en la civilización del libre mercado anunciada por la
52 2.1 Cuerpos elemenales del espacio sagrado caída del Muro, habría encontrado, según Fukuyama, su propio n en su misma nalidad, que Arnold Ghelen
58 2.2 Tipologías de la arquiecura ceremonial cogía en el triunfo de las democracias liberales sobre el fascismo y en el advenimiento de la Posthistoire y Lyotard en
la muerte de la ideología. No es aquí el caso de controlar cuánto – y es mucho – el razonamiento de Olu Oguibe
67 2.3 Morfología y sinaxis de los sisemas espaciales deba a las reexiones dedicadas por Edgard W. Said, en Culture and  Imperialism, al pensamiento de Franz Fanon: lo
Capíulo III La arquiecura de los orígenes en la cosa que interesa, en efecto, es su esfuerzo de demoler la centralidad de la Historia, colonia del Occidente, no ya a través
80 3.1 El erriorio ranseúne de un contraste de su centralidad (“contrastar constantemente un centro quiere decir admitirlo”), sino al frente del
84 3.2 La radición del Nore: desde Venarrón hasa Sechín reconocimiento de una pluralidad de centros y la identicación de multiplicidad y especicidad culturales, es decir,
96 3.3 Las ipologías en U y las plazas hundidas en la cosa cenral en última instancia de historias. Se trata de un proceso complicado y sin ninguna duda como nunca insidioso ya que,
101 3.4 La auonomía evoluiva de la cosa meridional si, por un motivo, corre el riesgo de empantanarse en los * deprimentes de lo “políticamente correcto”, por otro
Capíulo IV La arquiecura de los orígenes en la sierra motivo y en el momento en que liquida el concepto de “ primitivismo” con sus connotaciones obligadas deatemporalidad 
 y anonimato, obliga a revisar, como constataba Federico Zeri presentando al lector italiano el agudísimo ensayo de
110 4.1 La ipología de los alares al fuego Sally Price sobre Primitive art in civilised place  (1989 y 1992), “nuestros habituales metros de lectura e interpretación
117 4.2 La sierra de Cajamarca y la relación con la cosa incluso de productos” concernientes a la misma pretendida centralidad de la Historia “desde el mundo antiguo del
120 4.3 El espacio anarópico de Chavín de Huánar Mediterráneo […] hasta el Alto Medioevo”, sus “siglos oscuros”, invitándonos perentoriamente a ese necesario
Capíulo V De los cenros ceremoniales a las capiales eocráicas en la cosa compromiso de “decolonising the Middle Ages” experimentado, con resultados estimulantes, por la Special Issue de
134 5.1 El policenrismo eocráico Moche “The Journal of Medieval and Early Modern Studies” de otoño del 2000 (vol.30) sobre la presuposición, según los
146 5.2 De Lambayeque a Chan Chan: la secularización del espacio curadores John Dagenais y Margaret R. Guez, por medio de la cual “the Middle Ages is Europe’s Dark Continent
155 5.3 De Lima a Yschma: la proyección urbana de las prácicas ceremoniales of History, even as Africa is its Dark Ages of Geography”.
Ahora bien, una semejante, sugestiva metáfora nos recuerda que estamos en presencia de una problemática donde el
165 5.4 La geomería meandriforme de Cahuachi y la arquiecura meridional tiempo, en cuanto historia, actúa sobre realidades espaciales, geográcas: pero si la Historia es colonia de Occidente,
Capíulo VI De las capiales eocráicas a las fundaciones urbanas en la sierra también esas realidades serán colonizadas; su centralidad las reducirá a periferia. Y para un intelectual emblemático de
180 6.1 La arquiecura funeraria y las olas de los Andes sepenrionales la vocación occidental del carácter de Kenneth Clark – oportunamente convocado en tal rol por Enrico Castelnuovo
187 6.2 Los conglomerados urbanos Recuay en los Andes cenrales  y Carlo Ginzburg – la centralidad occidental de la “Civilisation” incluye también el destino de lugar de la “creación
188 6.3 Las ipologías ceremoniales del aliplano del Tiicaca artística” que desentraña entorno a sí periferias como “derivas del retraso”, y anula, en virtud del “literal advantage”
192 6.4 La geomería cosmográfica de Tiahuanaco que, con tiempo, mucho reivindica de por sí la colonización occidental de la Historia, la pertenencia a esta última de
200 6.5 La planificación urbana Wari esas “culturas humanas, sean ellas nacionales o imperiales, sean de larga duración o inmediatamente aniquiladas” “que
nunca han escrito su historia del arte” (S. Price), y corresponderían, precisamente, a la esfera, carente de autoconciencia,
207 6.6 Las ipologías residenciales de los Andes meridionales del “primitivismo”. No hay duda de que la actitud traducida en la declaración explícita de un Clark, sea tácitamente, y
Capí ulo VII La arquiecuradel Tahuaninsuyo objetivamente, compartido casi por la unanimidad de los estudiosos occidentales de los fenómenos artísticos en cuanto
218 7.1 Del cenro del mundo a la cuariparición del erriorio la legitimidad de la colonización de la Historia efectuada y gobernada por la “Civilisation” a la que pertenecen, no es
226 7.2 Del recino urbano a la red erriorial puesta en duda y permanece sustancialmente granítica la centralidad y tanto más en cuanto para contestarla puedan
227 7.3 La red inegrada en la sierra levantarse voces periféricas incapaces de superar la invectiva al “código occidental” y la invocación abolicionista en la
238 7.4 Machu Picchu y el paisaje verical proposición de valores alternativos. Suena, en efecto, todavía demasiado sometida la exhortación de Walter Benjamín
246 7.5 La difusión en la cosa a “cepillar la Historia a contrapelo” (“Geschichte gegen den Strich busten”), ni sucientemente perentoria, y clara,
emerge la interrogante – formulada por Hans Medick (en “Comparative Studies in Society and History”, 29, 1987) – si
248 7.6 La arquiecura como emblema de expansión nalmente no sea el caso “to bring history to an exploration by the anthropological experience of culture” con el n,
Capíulo VIII Las arquiecuras ceremoniales de la selva ante todo, di identicar Ungleichzeittigkeiten  (diacronías), de arrojar luz sobre todo lo que la colonización de la Historia ha
258 8.1 De los peroglifos animados a las ipologías ceremoniales dejado en la sombra y de no perder nada de cuanto ha sucedido, de acuerdo con las rmes conclusiones de Hans-Jürgen
259 8.2 Las geomerías biomórficas de las ierras alas y bajas Puhle (del que he tomado la cita de Medick: en  Problemi e metodi della storiografa tedesca contemporanea, Torino 1994). No
268 8.3 Cosmologías de la maloca podría lograr el descubrimiento – para utilizar el amplio debate que exponentes del universo latinoamericano de la talla
280 Conclusiones de José Enrique Rodó, José Martí, Roberto Fernández Rétamar, Aimé Cesaire han dedicado al mito shakespeariano de
283 Aparaos Calibano – que también Calibano, el excluido por excelencia, tiene una identidad, y por tanto ¿una historia que puede
ser contada? Y no tanto como símbolo del mestizaje por la variopinta e imprevisible mezcolanza de atributos que le son
285 Regeso de los siios asignados (y sobre el cual se explaya Said) cuanto como quien, desembarazándose de cohibiciones y deformaciones,
301 Glosario descubre y reivindica su propia centralidad.
313 Noas Quedémonos en el Nuevo Mundo y: atención.
314 Bibliogra�a Entre las innumerables manifestaciones organizadas “por la celebraciones del V Centenario del descubrimiento de
316 Índice de nombres y lugares América” la muestra boloñesa “ Prima dell’America: 4000 anni di arte precolombiana” (1992) constituyó, por la cantidad y

6 7
ARQUITECTURA
ANDINA

12 13
ARQUITECTURA
ANDINA

- Cientos de hectáreas ocupados por aparentes ciudades en las cuales es difícil encontrar áreas residenciales y
en cambio predominan extensas plazas amuralladas, plataformas y pirámides con rampas, mausoleos, así como
Prólogo zonas de producción de parafernalia de culto: vg. Chan Chan, Pacatnamú, Pachacamac, Cajamarquilla, Huari.
- Palacios campestres del Inca deicado que parecen ciudades o templos, construidos a manera de nido

S
de cóndores en la cima de imponentes cerros, como Machu Picchu, y ciudades-capitales con muy poca
alvo el legado inca, la larga historia de la arquitectura prehispánica de los Andes Cen- población permanente puesto que fueron construidas en medio del altiplano (puna) sobre la altura mayor
trales no ha logrado aún encontrar un sitial merecido a lado de la arquitectura maya, de 3,500 m s.n.m. para albergar temporalmente a campesinos y pastores cuando estos pagaban tributos en
del México prehispánico, egipcia, mesopotámica, griega, romana, india o de sud-este productos y trabajo (mita), y también como el lugar del culto imperial, véase Huánuco Pampa o Pumpu.
asiático. Hay que decir además que la popularidad de la arquitectura inca se debe más - Paisajes modicados esculpiendo rocas monolíticas como en Cuzco o dibujando líneas y diseños conocidos
a la impresionante belleza de Machu Picchu y de Cuzco y los alrededores que a la difusión del conocimiento de textiles y cerámica sobre las supercies de pampas desérticas entre las oasis habitadas como en Nazca y
sobre sus antecedentes, orígenes y desarrollo. Los términos inca y pre-inca en uso frecuente expresan de mane- toda la costa centro-sur y sur del Perú y norte de Chile.
ra contundente este estado de perpetua ignorancia puesto que oponen de manera absurda un breve episodio - Templos y zonas ceremoniales poderosamente forticadas en la cima de cerros de difícil acceso y en c ierta
de 60 a 80 años de existencia de un imperio prehispánico, a nes del siglo XV e inicios del XVI, con la larga distancia de área cultivables y fuentes de agua potable, como Chanquillo y Cerro Baúl en la costa y en la
secuencia de desarrollo de sociedades sedentarias de cierta complejidad en los Andes que se inicia con las pri- sierra la mayoría de sitios monumentales Recuay.
meras expresiones de la arquitectura monumental en la primera mitad del IV-o milenio a.C., documentadas - Valles fértiles y con abundante agua, verdaderos paraísos terrenales en medio de desierto más seca del
en el valle de alto Zaña y muy recientemente en el valle de Casma. Por esta razón, en la conciencia compartida planeta cuyo paisaje carece de vestigios monumentales de gran envergadura, como los valles de Cañete
por los turistas y también muchos estudiosos se rompe el vínculo entre un breve episodio y la historia de 5,000 o Tumbes, y en cambio impresionantes complejos urbanos en lugares completamente inhóspitos desde la
años de la que forma parte. Es importante además recordar que las lecturas del legado inca con sus antece - perspectiva del observador actual como Cahuachi, Tiahuanaco o ya mencionado Pumpu.
dentes inmediatos en el Periodo Intermedio Tardío (aproximadamente 900/1100-1470 d.C.) se hicieron desde Resulta más fácil para el número apreciable de guías de turismo, periodistas y escritores rendirse frente a la ava-
las posiciones epistemológicas de la etnohistoria y de la historia comparada de arquitectura. En cambio, por lancha de preguntas sin respuesta y recurrir a la acción de un extraterrestre o de una remota civilización perdida
razones obvias, los periodos anteriores fueron tratados casi exclusivamente por arqueólogos (salvo excepciones, cuya inteligencia y destreza parecen explicar todo, a pesar que de hecho carecen de sustento y no explican nada.
como Williams) en base a las fuentes materiales, metodologías y paradigmas que son propios a esta disciplina.
Adine Gavazzi propone una explicación coherente y convincente de las dicultades y barreras de entendi-
Los primeros abordaban el tema desde el punto de vista de análisis tipológico-formal y las supuestas funcio- miento arriba mencionadas desde la perspectiva de antropología e historia de arquitectura comparadas. Su
nes políticas y eventualmente religiosas de la arquitectura. Sus interpretaciones dependían en alto grado de principal herramienta es el análisis semiótico y estructural de volúmenes arquitectónicos siempre contextuali-
la relativamente escueta información contenida en las fuentes coloniales del siglo XVI y XVII, escritas en zados dentro del paisaje que los rodea. El autor de estar líneas comparte plenamente la idea de Gavazzi que
su mayoría por los españoles. En la últimas décadas quedó en claro que la información contenida en estas las civilizaciones andinas son comparables con otras sociedades de la antigüedad pero muy distantes del modo
fuentes tiene que someterse a una crítica interna muy rigurosa. Quedó en claro que las crónicas e incluso como se organiza la sociedad, la ciudad y el campo, la cosmovisión, lo sagrado y lo profano en el mundo occi -
documentos judiciales informan en mayor grado sobre los intereses e utopías políticas de los autores y de dental de la época de la conquista. A decir de Gavazzi “...las sociedades americanas y en particular las andinas,
sus informantes, y sobre la manera de entender por estos primeros el sor prendente mundo andino a partir nacen y permanecen cosmocéntricas1 por un largo tiempo. La idea del cosmos en el centro y del hombre como
de los criterios europeos que sobre la realidad de tiempos pasados. Hay que recordar que un siglo o más uno de los personajes no protagonistas está tan arraigada que aún hoy es visible en más de un pueblo”... “Las
distancia el relato y el acontecimiento que está descrito en él y concerne a la época anterior a la llegada de sociedades cosmocéntricas se constituyen en torno a una lectura del cosmos, que se reproduce en miniatura en
las huestes de Pizarro. Los arqueólogos, en cambio, utilizaban la arquitectura de manera instrumental como la organización del territorio. La cartografía terrestre es una cartografía celeste proyectada, en la que del mapa
componente de modelos generales de sistemas de asentamiento con las cuales se caracterizaba supuestos de la tierra, se lee el mapa del cielo.” “Ya sea como texto que como tejido el paisaje es reconocido y mapeado
estadios de evolución social o identidades culturales de carácter étnico o regional. La existencia de dos en- componiendo muchos elementos: la orografía animada de los apus, los progenitores ancestrales, la presencia
foques, dos maneras de entender el lugar de arquitectura como fuente de información y como fenómeno de huacas, lugares sagrados, y la de las comunidades, o ayllu. Cada uno de estos elementos se estructura en un
socio-cultural, y de dos tipos de narrativas no ayudaba para que se logre una visión integral del desarrollo sistema generalmente dual, tripartito entre ambientes físicos y cuatripartito entre las direcciones.”
de la arquitectura andina en toda su diversidad y originalidad. Tenemos la impresión que con su libro Adine
Gavazzi marca el punto de quiebre y anuncia un nuevo periodo en los estudios sobre el tema tan importante En cambio las sociedades europeas del capitalismo mercantil de los XIV, XV y XVI compartían con la
para el debate sobre la prehistoria e historia comparadas de las civilizaciones. antiguedad clásica, en particular a partir del periodo romano, una visión antropocéntrica, y conforme con
ella construían y transformaban el paisaje. Este está dominado y organizado a partir de entonces por la
La autora aborda el tema desde una perspectiva epistemológica novedosa en el contexto de estudios sobre el ciudad que primero se opone al universo rural, feudal, para luego someterlo e integrarlo en la época de la
urbanismo y arquitectura en los Andes Centrales. Su objetivo es intentar de explicar en qué consiste origi- revolución industrial a decir de Southall. El paisaje natural no transformado queda relegado a las periferias
nalidad de las creaciones arquitectónicas que percibe cada visitante de Perú, Bolivia, Colombia, o Ecuador. de lo no civilizado. Los conceptos claves para la historia de la arquitectura del Occidente como la ciudad,
Las diferencias entre la manera de concebir el espacio construido de un área residencial, de un área sagrada el palacio y el templo pierden sentido y en todo caso el valor operativo cuando se intenta aplicarlos para
(templo, adoratorio), o el espacio donde se maniesta y materializa el poder coercitivo (palacio, castillo) o interpretar los vestigios prehispánicos de los Andes. En este contexto el libro de Gavazzi es una contribución
difuso (ágora, fórum, plaza mayor) propias a la cultura compartida del Occidente, y las que observamos al encendido debate sobre las características del urbanismo andino. Desde los años 50 del siglo pasado se
a partir de los vestigios conservados en los Andes, son grandes y parecen obvias pero resultan difíciles de enfrentan en él cuatro diferentes aproximaciones: la comparativa, la axiomática, la pragmática y la funcio-
explicar y entender. Son difíciles también para los especialistas porque cuesta aún aceptar la existencia de la nal. Las primeras dos inspirados respectivamente por los enfoques neoevolucionista (vg. Collier, Schaedel,
alteridad, de las vías paralelas y exitosas de desarrollo, de mundos con desarrollos complejos y originales que Página anterior : La
Shimada) y neomarxista (vg. Lumbreras y Canziani) se desarrollaron a partir de la comparación con los
 progresión escalonada
se dan en relativo aislamiento del Mediterráneo, de Europa, del centro de origen de la civilización global desarrollos urbanos en Mesopotamia y concebían las relaciones entre la arquitectura, la ciudad y el paisaje
de los andenes de
de nuestros días, como el mundo andino. Los turistas y también los investigadores quedan a veces atónitos Ollantaytambo es desde la perspectiva de cosmovisión antropocéntrica. En el tercero (vg. Rowe) se extendía la comparación
frente a los hechos que les rompen por completo esquemas preestablecidos: encapsulada por la hacia el mundo mediterráneo clásico y se iniciaba la reexión sobre la particularidad del urbanismo andi -
orografía. no. Recién el cuarto y el más reciente funcional (vg. Morris, Silverman, Kolata, Janusek, Makowski) intenta
- Complejos arquitectónicos con imponentes pirámides, interpretados por algunos estudiosos como urbanos interpretar las evidencias cada vez más abundantes provenientes de excavaciones sistemáticas en su propio
Páginas siguientes: El
a pesar de que fueron construidos antes de que se conozca la cerámica, se cultive el maíz, domestique ca-  paisaje es percibido contexto cultural. Esta entrega de Adine Gavazzi es un importante paso en este camino.
mélidos y tenga algún medio de t ransporte: vg. Caral-Chupacigarro, Paraíso (Periodo Precerámico Tardío como entidad viviente y
comparable con el Neolítico Precerámico).  animada. Krzysztof Makowski

14 15
ARQUITECTURA INTRODUCCIÓN
ANDINA

El análisis morfológico tradicional puede explicar sólo en parte este fenómeno, que con un análisis más
cuidadoso caracteriza no sólo la pared urbana inca, sino también el trazado del paisaje, la forma de un
templo, la de un espacio abierto, o de un montículo escalonado. Bien mirado, además, estas expresiones
no pertenecen a tipologías arquitectónicas conocidas. Si se considera el patrimonio arquitectónico y
urbanístico andino en su conjunto esta inadecuación se vuelve aún más evidente: en 5000 años de actividad
habitacional y constructiva en la cordillera andina no se ven volúmenes, formas, caracteres tipológicos que
fácilmente reconducen a una gramática conocida. Más se indaga el fenómeno más se hace evidente que
estas arquitecturas escapan a las delimitaciones tradicionales. Formas difíciles de comparar con entidades
geométricas exactas, desarrollos urbanos escasamente similares a fenómenos conocidos, elementos
Introducción arquitectónicos no correspondientes a caracteres normados: a toda escala dimensional la arquitectura
andina no se presta al análisis histórico conocido, ni morfológico, ni espacial. Este patrimonio estético
parece eludir la historiografía.

La historia de los procesos arquitectónicos y urbanos en los Andes ha seguido un camino independiente
 y diverso de la mayor parte de los fenómenos territoriales analizados en otras regiones del mundo. Este
recorrido ha desarrollado más centros ceremoniales que planicaciones urbanas, más santuarios, lugares
sagrados, oráculos, capitales teocráticas y necrópolis que residencias o centros administrativos.
Mirando este tratamiento no secular del territorio, activo por milenios durante una constante evolución
social viene el impulso de preguntarse ¿dónde están las ciudades? ¿Por cuál motivo los pueblos andinos han
generado y habitado un paisaje no secular por un tiempo t an largo? ¿Qué relación con los elementos de la
naturaleza ha sugerido esta elección?

Q
Las respuestas estéticas andinas a tales interrogantes pasan necesariamente por una investigación geográca,
uien sale, poco antes del alba, de la P laza de Armas de Cusco para dirigirse al noreste que a su vez debe afrontar la escala dimensional de la biodiversidad tropical, en estas regiones dotadas de
a la calle Triunfo, encuentra una vía poco iluminada en subida y progresivamente una variedad desconocida en otra parte. Más colores, más formas, más materias, más minerales, más seres
estrecha en la calle Hatunrumiyoc. El camino está anqueado por una pared compacta vivientes, todos en un ordenamiento climático muy variable, generan una variedad de soluciones formales
e incrustada de monolitos en diorita, cada uno con una forma diferente del vecino, casi inagotable. ¿Cómo leerla? ¿Qué pensamiento geométrico se cela detrás de esta multiplicidad de formas?
pero todos perfectamente unidos según un diseño. La escasa visibilidad, la ausencia de transeúntes y la Enfocando la mirada en el centro de la cordillera, el contexto natural indica tres grandes ambientes: la costa
lluvia nocturna a 3400 metros hacen acelerar el paso, revelando así una sorpresa del recorrido: a ambos desértica, surcada de este a oeste por un peine de ríos dirigidos al Océano Pacíco, la sierra propiamente,
lados de la calle la línea quebrada de las junturas entre piedras parece animarse en la penumbra, mostrando con picos y valles caracterizados por muchos microclimas y la selva, con la mayor biodiversidad del planeta.
un movimiento uctuante en perspectiva, capaz de alterar la percepción de la profundidad. El diseño de Hacia el norte, la cordillera se divide en varios ramales que alternan valles de selva, en cambio hacia el sur
las fugas, abandonando la tranquilizadora convergencia ja, toma vida, dejando ver una forma uida y la aridez del clima y la proximidad al océano restringen las regiones habitables. En este inmenso territorio,
un movimiento serpentiforme, mucho más parecido a una corriente de agua que a una calle. Ninguna desde las sociedades de cazadores y recolectores que se remontan a la primera ocupación del subcontinente,
abertura en el recorrido interrumpe este efecto, que se proyecta hasta el nal del ex-palacio de Inca Roca ha sido necesario denir una mediación con las manifestaciones climáticas y ambientales para poder
 y rodea toda una manzana. A una cierta velocidad la calle literalmente se mueve junto a quien la recorre, sobrevivir. Las fuerzas en juego en los Andes son tales que causan desde las primeras manifestaciones de
congurando un ujo espacial dinámico que recuerda la navegación. la expresión humana un sentido de respeto y atención hacia los procesos bioclimáticos, que desarrolla
en el tiempo un culto extendido a las diferentes manifestaciones de la vida. Comprendiendo que el ser
Observando este movimiento, se tiene la impresión de que la piedra expresa una naturaleza dúplice: de un humano no es un dominador de la naturaleza sino sólo un elemento de un mecanismo mucho más vasto
lado como elemento estructural de la pared, por el otro como sistema vertebral de un movimiento animado. e inteligente, los pueblos andinos han dado vida a sociedades cosmocéntricas, concentradas en torno a
Quien ha construido un espacio similar en la traza urbana inca ha tratado de superar las posibilidades centros ceremoniales y conectadas en el paisaje a través de sistemas reticulares, que han permitido a una
expresivas de la piedra para revelar otro aspecto, menos visible pero igualmente importante: la idea de población reducida, el control de territorios incluso muy extensos.
un recorrido compuesto por piedras animadas. El escritor peruano José María Arguedas ve precisamente
este fenómeno cuando describe ese lugar, denominando a la piedra “sangre profunda” y comparando sus En costa, sierra y selva la época arcaica ha desarrollado y mantenido con éxito y longevidad este modelo
 junturas con ríos tormentosos, similares a los que atraviesan las venas de los pueblos indígenas. habitacional, dando vida y desarrollando un pensamiento estético. Sin embargo la mirada analítica
La idea de que una roca pueda vivir o expresar una int ención es noción común en el mundo andino. Según occidental, acostumbrada a separar una obra de su contexto y a analizar las dos entidades separadamente,
este punto de vista un muro puede caminar, elevarse al cielo, alcanzar el n del mundo y regresar a su lugar se ha encontrado en gran dicultad frente al imaginario expresivo andino. Si a ello se agregan la naturaleza
de origen. Las piedras hablan, enseñan y se desplazan, habitando junto al hombre y a otras formas de vida, ágrafa de las culturas pasadas y un sentido del espacio basado en principios geométricos no euclidianos, se
un paisaje ar mónicamente compartido. entiende cómo la investigación se haya mantenido casi siempre en un plano estrictamente arqueológico.
Pero la historiografía occidental tradicional no está preparada para aceptar un fenómeno semejante. Por
muchos lados es un problema comprensible: considerar un mineral dotado de conciencia y memoria es un Pero los edicios, como las actividades cultuales, están hechos también de su historia y no todos forman
desafío cientíco hasta ahora insuperable. Sin embargo esta convicción no sólo se halla arraigada durante parte de un patrimonio sepultado; las malocas funcionan como centros ceremoniales ininterrumpidamente
la estación cultural inca y aquella colonial, sino que sobrevive hoy, en cada región de la cordillera; las desde hace miles de años en la selva; las canchas de la sierra continúan constituyendo el más ecaz sistema
evidencias arqueológicas además muestran su proyección en el pasado, hasta el origen de los asentamientos de agregación espacial y los peregrinajes a las montañas sagradas, que reúnen anualmente decenas de
 y dondequiera en la sierra, en la costa y en la selva. millares de personas, no han cesado nunca de repetirse; la misma calle Hatunrumiyoc en Cusco forma parte
de una trama urbana recorrida diariamente por millares de pasantes.
La percepción de un espacio depende ante todo de las formas que se presentan a los ojos de un observador. Pero Aunque muchas diferentes experiencias sociales y políticas se han alternado en el territorio andino antes del
¿cómo logra la forma de una la de piedras alterar la materia, al punto de generar una imagen tan diferente de impacto español, existe una memoria histórica, aún hoy visible y mesurable, cuyos orígenes prehispánicos se
aquella materialmente mesurable? ¿Cómo puede una calle, cuando se recorre, transformarse en un río? pueden reconstruir. Es una memoria fragmentada, parcial y generalmente inaccesible, ya que está codicada

18 19
ARQUITECTURA INTRODUZIONE
ANDINA

en un lenguaje distante de aquel occidental, en el tiempo, en el espacio y en las intenciones. Pero es una Las malocas amazónicas
memoria material e inmaterial coherente, capaz de proponer ideas y soluciones traducibles.  presentan centros
ceremoniales aún
completamente íntegros.
La historia de la arquitectura andina se presta a un estudio analítico y a una traducción por al menos tres
motivos principales. Ante todo se trata de un proceso del subcontinente independiente de otros contactos
o inuyentes por varios milenios y esta característica permite observar cómo las nociones de territorio,
paisaje y arquitectura se han ar mado de manera autónoma y cómo solas se han transformado. En segundo
lugar la evolución entre épocas presenta una complejidad social y económica de amplio horizonte, desde
las primeras sociedades agrícolas de época arcaica hasta aquellas teocráticas en época formativa, a las
estructuras estatales wari o inca, se maniesta una vastísima gama de soluciones intermedias, cada una
de éstas hace propio un modelo arquitectónico para manifestar un tipo de poder, de forma agregativa, de
cohesión cultural. De ello deriva un panorama extremadamente variado en las formas y en los lenguajes,
que hasta ahora no han recibido una verdadera ubicación.
El tercer motivo sugiere un desafío conceptual, útil no sólo para la comprensión del mundo andino, sino
también para ampliar el conocimiento a la pluralidad del saber estético. ¿De dónde viene el patrimonio
volumétrico, tipológico y arquitectónico de este mundo? ¿Qué parte de su lenguaje está viva hoy? ¿De
dónde viene la forma?

Observando el territorio andino a partir de la mirada de sus habitantes, este trabajo investiga y trata de
traducir las formas naturales, para aprender a leer las señales visuales que van más allá de aquellas conocidas
e inmediatamente perceptibles y traducirlas a un sistema morfológico comprensible. La denición de
caracteres tipológicos y elementos de la arquitectura, junto a una taxonomía, provee entonces instrumentos
de análisis morfológico propios de los contextos constructivos locales y no importados de gramáticas ajenas.
El análisis tiene origen en la costa central peruana en el 3000 a.C. donde una tradición arquitectónica
monumental ha expresado una vasta proliferación de modelos ceremoniales en el norte, centro y sur. El
mismo fenómeno es analizado seguidamente en la sierra, considerando cómo algunas soluciones llegan
a ser con el tiempo, una tradición compartida. La costa tardía, con las grandes expresiones teocráticas de
Moche, Nasca, Chimor y Pachacamac es sucesivamente tomada en consideración, hasta regresar a la sierra
ampliando la mirada a las regiones septentrionales y meridionales e identicando en aquellas centrales
las estaciones constructivas de Recuay, Tiahuanaco y Wari. En n, una investigación territorial general
observa el fenómeno constructivo expansivo inca y una observación puntiforme, la arquitectura ceremonial
histórica y contemporánea del área de la selva.

Proporcionar un mapa exhaustivo de los territorios andinos no es la nalidad de este trabajo, que se plantea
en cambio cómo leer algunos modelos, cómo reconocer su trayectoria formal, cómo identicar las tipologías
ceremoniales y cómo observar el espacio a partir de la mirada de quien lo ha pensado y const ruido. ¿Cómo
puede un pequeño centro ceremonial controlar un territorio vastísimo? ¿Cómo puede la idea de un binomio
entre espacio sagrado y profano durar por milenios? ¿Cómo puede una calle, cuando se recorre, transformarse
en un río?

No se encuentra una solución unívoca a estas interrogantes, pero existe un modo ecaz de acercarse
a las respuestas si se recurre a los fenómenos naturales como a una fuente de formas, conocimientos e
informaciones signicativas. La capacidad de traducir la morfología de la naturaleza en un sistema coherente
de ideas es el primer paso para conocer el universo andino y para traducirlo en un mundo comprensible.
Un buen proceso de traducción, como un puente, acerca mundos incluso muy lejanos, buscando elementos
en común para construir un diálogo. Por más que la naturaleza se manieste con extrema diversidad entre
dimensiones y continentes, existen siempre rasgos similares, como entre un puente, un arco iris, un arco. En
el fondo, para quien trata de comunicar, ninguna distancia es demasiado grande para encontrarse.
Si para traducir la forma de un arco iris en la sierra de Cusco es necesario saberlo ver con la misma mirada
entre las montañas del Jura, quizás no sirve ir demasiado lejos: basta ir a su encuentro en un tren, después
de una lluvia en primavera.

Páginas siguientes : Al
Coricancha de Cusco,
templo central de la
capital inca, se le ha
superpuesto la iglesia
colonial de Santo
Domingo.

20 21
ARQUITECTURA
ANDINA

22 23
CAPÍTULO I
ARQUITECTURA
ANDINA

De la nauraleza a
las huacas

24 25
ARQUITECTURA CAPÍTULO VIII
ANDINA

de medicina tradicional asháninca dirigido por Juan Flores Salazar69 en la selva primaria del río Pachitea
es una ulterior evidencia de la materialización de una cosmología a través de la arquitectura. Es también la
demostración de cómo las formas tradicionales pueden incorporar la ecacia expresiva de su memoria para
transmitirla al mundo contemporáneo sin perder su esencia.
La práctica médica sheripiari70  de Juan Flores ocurre en el contexto ceremonial de una maloca y su
ecacia depende del equilibrio de dos componentes: aquel del compuesto orgánico suministrado y aquel
del cronotopo – musical y arquitectónico – en el que la sanación se maniesta. La transformación de la
enfermedad al interno de un espacio ceremonial es literalmente orquestada por el médico, que induce una
metamorfosis del espacio arquitectónico en espacio cosmológico, reproduce una ar monía local y la propaga
entre los pacientes. ¿Cuáles son las formas de esta maloca? Una vez más aquellas del cosmos, indicadas por
las plantas al sheripiari en el proceso de la visión. La práctica ceremonial en la maloca extiende los connes
del mundo real para incluir aquello visionario delimitando un terreno compartido, compuesto por lo visible
 y por lo perceptible. Este terreno común, que permite el encuentro y el comercio71 entre sheripiari y espíritus,
liga las formas de la visión a las formas de la materia materializando literalmente la cosmovisión, que en
última instancia da origen al edicio.

Situado en una área originariamente habitada por Kashibos, Ashánincas y Amueshas y precedentemente
utilizado como huaca72 cerca a un manantial de agua geotérmica con las propiedades termales del río
Pachitea 73, Mayantuyacu74 ha sido recientemente reocupado como núcleo habitacional en torno a una
maloca ceremonial, edicada junto al río de agua hirviendo. También en este caso el origen mítico del sitio,
indicado según Juan Flores por un arco iris, dene el sentido del asentamiento. La maloca, que corresponde
a una combinación de elementos tipológicos Shipibo y Asháninca, es denida por una estructura ovaloide
concebida por una edicación permanente 75  y proviene de una visión del sheripiari76 que articula tres
estructuras: una ceremonial, una para el sheripiari, una para los pacientes. La forma de la maloca ceremonial
es descrita como una barca capaz de albergar el encuentro entre personas, plantas y animales, gobernada
por un yacuruna77. Orientada hacia el oeste y en dirección del río, la edicación es empalizada y verticalmente
cuatripartita entre palos, plano, rejilla y cubierta 78. El ambiente interno presenta un solo ingreso y una
subdivisión en dos partes, una diurna y social, una nocturna y ceremonial, separadas longitudinalmente por
una línea central de palos. La parte meridional con vista al río tiene un cercado que permite el ingreso del
vapor y del sonido del agua: a ésta se dirige el ociante de una ceremonia, sentado en la parte septentrional,
cerrada por paneles en madera, decorados externamente e internamente por algunos icaros 79 de la cercana
tradición Shipibo80. La cubierta, tipológicamente comparable a las estructuras Witoto, está realizada con
dos paneles circulares y dos planos: los palos de soporte internos indican los rayos del movimiento horario
heliaco, el mismo movimiento que sucede en el espacio ceremonial. Entre la cubierta y la base existe un
plano intermedio denido por una rejilla blanca: su forma per mite a los espíritus encontrar su lugar durante
la ceremonia. La percepción de estas criaturas durante la ceremonia es directamente proporcional al grado
de depuración de quien asiste: para denir una relación con el mundo de los espíritus es necesario curarse
 y literalmente depurarse.

Esta tipología, que asocia un núcleo asháninca a elementos shipibo y de otras tradiciones, se encuentra
en más de una región del río Ucayali. En San Francisco de Yarinacocha, cerca a Pucallpa, por ejemplo,
es posible reconocer la misma tipología empalizada, pero de planta poligonal en el centro de curas de
Herlinda Agustín81. La familia Agustín difunde la medicina tradicional a través de icaros compuestos sobre
telas, estudiados por más de un autor82. La maloca de origen S hipibo de Guillermo Arévalo en Iquitos, en
cambio, no surge sobre una empalizada y concentra en una cobertura radial ramicada hacia el exterior y
prismática hacia el centro la estructura general de su morfología poligonal83.

La aparente fragilidad material de las malocas induciría a clasicar este fenómeno construct ivo como precario
 y estructuralmente poco durable. Haciendo así se olvida que sólo en la cont inua regeneración se verica
La cubierta utiliza los la auténtica permanencia de las formas y de sus expresiones tipológicas. El análisis tradicional, en cambio,
 palos de apoyo para
 representar la corona de
tiende a separar el mundo de las for mas de aquel materialmente maniesto y visible, imaginando que con la
 rayos del movimiento desaparición material del edicio se pierda también su patrimonio formal 84. En cambio se puede reconocer
 heliaco. esta permanencia tan extendida en el tiempo y en el espacio incluso a falta de ejemplos permanentes,
capaces de proveer un modelo de continuidad formal. A distancia de milenios y a pesar del urbanismo
Los paneles están deco- occidental actual, que se expande sobre el territorio con la velocidad y los caracteres de una metástasis,
 rados en el interior y en el
las malocas continúan renaciendo en los territorios protegidos. ¿Cómo es posible? Es suciente observar
exterior por kene shipibo,
 notaciones musicales de
con otros ojos para comprender este fenómeno, superando la dicotomía entre mundo real y visionario:
 ícaros. ambos pertenecen a un unicum extendido que envuelve todo lo perceptible, accesible a diversos niveles de

274 275
ARQUITECTURA CAPÍTULO VIII
ANDINA

consciencia y con diversos niveles de comprensión. Las malocas, ya sea como estructuras perecederas que Personajes sobrenaturales
como centros ceremoniales estables son renovadas periódicamente – o a veces erradicadas por el impacto  antropomorfos y
occidental – pero las formas que las generan no desaparecen: se reforman en la perpetua renovación biótica, tomorfos circundan las
estructuras de Pajatén,
en la visión tomorfa del sheripiari y en la observación morfológica indígena, históricamente acumulada. Los
 reconocibles bajo el
ejemplos que sobreviven son aún capaces de transmitir y traducir nociones médicas, biológicas, musicales  manto vegetal.
de una riqueza utilísima para el conocimiento cientíco e histórico contemporáneo. La única mitología
se presenta con una exhuberancia y una libertad expresiva y narrativa comprensible sólo a la luz de la
variedad de la vida natural.

El mismo paisaje y su noción de kamavéni contienen este principio: un territorio viviente, continuamente
plasmado y animado por los espíritus de las plantas y de los grandes depredadores aliados de la comunidad.
El jaguar en la tierra y la serpiente en el agua dominan la cadena alimenticia, y al mismo tiempo mantienen
un diálogo con los seres humanos, se alían con sus representantes y transeren a la sociedad nociones
esenciales para el progreso del conocimiento. El tema arquetípico de la serpiente, omnipresente en las
tradiciones amazónicas como axis mundi y origen de la vida es una evidencia de esta implicación ambivalente
con la naturaleza. Por tal razón aparece con tanta frecuencia en las cosmovisiones que estructuran las
malocas. La serpiente es un depredador triturador e implacable, cuyo encuentro signica para la presa la
muerte. Pero durante la narración mítica revelada en el espacio ceremonial, su danza musical en el agua o
en el cielo, y su canto al principio del universo llevan consigo la regeneración perpetua de la vida y de su
secreto. La espiral de la anaconda es mortal, pero también verde y luminosa, resplandeciente y musical,
animada por una geometría sonora continuamente mutante. Su vida, como aquella de la selva, se alimenta
constantemente de lo que muere. El reconocimiento de este proceso, depredador y feroz, pero al mismo
tiempo luminoso y multiforme anima el cronotopo ceremonial con diversas enseñanzas: el respeto hacia los
recursos y los alimentos, la negociación de una cantidad de estos recursos con las fuerzas de la naturaleza
 y el reconocimiento a través de la presa en la misma forma que origina la vida. Pero para reconocer sus
muchas dimensiones es necesario aceptar también su lógica y la realidad visionaria. La forma que anima
una serpiente es deducible en su comportamiento solitario y ambivalente: por un lado espíritu donador de
vida en la danza y por el otro señal de muerte en la caza, en una espiral eternamente regeneradora, de la que
desciende todo un patrimonio mítico. La serpiente de la visión ceremonial no es matada, sino enfrentada:
quien vence el miedo de danzar con el depredador aprende también a morir cabalgándolo. La serpiente a
su vez mira al hombre valiente que la desafía y le devuelve la vida con el canto. Cabalga la serpiente.

Páginas siguientes: El
 ingreso cuneiforme de
Cuelap constituye un
 recorrido en subida que
 llega al centro del área
edicada.

276 277
CONCLUSIONES

Conclusiones estructura escalonada de los montículos en este caso, identica un progresivo proceso de transformación visual y

E
conceptual de los ambientes elevados, a los que sólo la elite sacerdotal accede. También la arquitectura funeraria
l análisis morfológico de las expresiones arquitectónicas y urbanísticas del mundo andino, reeja esta selección social e indica un uso teocrático del espacio ceremonial, donde caracteres antropocéntricos
en la vastedad del cuadro cronológico plurimilenario existente y de un contexto geográco comienzan a adueñarse de la función escénica y pública del sitio. La región de la costa Norte presenta con
de varios millones de km2, no se presta a síntesis unitaria alguna. En el curso de la historia, continuidad un fenómeno urbano alrededor de las huacas, ya sea en época Moche, como con Lambayeque y
la diversicación expresiva testimonia una inagotable proliferación de lenguajes, formas, Chan Chan. Esta es una evolución social importante, que se maniesta a través de una proliferación constructiva
 y soluciones al tema del espacio construido y habitado. Sin embargo, este inmenso patrimonio, observado en diversos sitios, indicando un proceso de aglutinación, productivo, administrativo y residencial, en torno a las
en su conjunto y a una cierta distancia, permite reconocer la historia compartida de una red muy bien huacas. Se trata de un proceso de secularización del espacio, en el que todavía no se observa una ciudad en el
conectada en el tiempo y en el espacio. Tal red, basada en el intercambio capilar de bienes de la sierra, de sentido estricto: la predominancia de la dimensión ceremonial o de los macrorecintos, la ausencia de una malla
la costa y de la selva no ha cesado nunca de funcionar, ha difundido y constantemente ha reinterpretado vial y sobre todo de una forma urbis, no permiten llegar a esta denición.
modelos estéticos reconocibles, de los que es posible obtener algunas consideraciones. La arquitectura andina, En la costa central en cambio, las prácticas ceremoniales mantienen un predominio constructivo y aunque se
manipulando conscientemente la forma y sus referencias simbólicas, ha construido un mundo en constante extiendan hasta la dimensión de una capital teocrática como Pachacamac, usan el espacio público y político al
evolución a partir de algunos principios comunes, compartidos por las sociedades cosmocéntricas: el dualismo, interior de una tradición ritual.
la tripartición, la cuatridimensionalidad. Junto a estas coordenadas se ha subseguido la aplicación de algunos Al sur este fenómeno está aún más difundido: el sitio de Cahuachi se extiende por 24 km 2 de edicaciones no
modelos, como la chakana, o la consolidación de los volúmenes, con el uso cíclicamente reconstructivo de los seculares, generando una geometría meandriforme íntimamente conexa con los recorridos ceremoniales de
montículos escalonados, o la denición de altares en torno a los lugares de hierofanías. Más que una evolución los geoglifos en la pampa.
se puede pensar en una coevolución de formas, en la que el carácter ceremonial de la arquitectura se ha ido
consolidando hasta adquirir tipologías longevas. Mientras las capitales teocráticas y los centros ceremoniales gobiernan un tejido conectivo cohesionado en el
territorio costero, en la sierra la proliferación formal de modelos está más difundida e identica soluciones que
La sociedad ha mantenido estructuras reconocibles, que la investigación arqueológica hoy puede comparar abarcan desde la arquitectura funeraria hipogea de Tierradentro en Colombia hasta las tipologías urbanas
entre épocas y regiones: el mapeado de la historia social andina diseña un territorio compuesto, en que la residenciales de los Andes meridionales.
confrontación entre condiciones bioclimáticas determina ordenamientos repetibles: sociedades igualitarias, En el norte el uso de los monolitos se reeja en la estatuaria funeraria de San Agustín, que constituye para
 jerarquizadas, complejas, teocéntricas, teocráticas, estatales. Al interior de estas estructuras se pueden los vivos la memoria vernácula del espacio de los antepasados: la presencia misma de monolitos o huancas
reconocer modelos estéticos unitarios, que a su vez se remiten a principios panandinos. Sin embargo en este garantiza un nexo con los ancestros y los hace volver al presente. En los Andes centrales en cambio, los
contexto el proceso de transformación de las formas visuales es perennemente mutable: los temas iconográcos asentamientos residenciales Recuay alrededor de un espacio público ceremonial alteran la mirada sobre el
multizoomorfos, por ejemplo, se remiten a los mismos progenitores ancestrales, pero no se repiten jamás del territorio, distanciándose de la tradición de Chavín y comenzando a constituir nuevas formas de agregación
mismo modo; todos pueden reconocer su contenido, pero el lenguaje que los expresa posee una identidad  y de organización entre los valles. Pero no se trata de un fenómeno compartido por doquier: en los altiplanos
local siempre muy relevante. Así sucede con la arquitectura: el templo entendido como montaña diferida, meridionales la relación centrípeta con un lugar sagrado da vida a la capital de Tiahuanaco, que junto con
asume continuamente la forma de un montículo escalonado por miles de años, pero no se encuentran dos Cahuachi,Pachacamacy quizástambiénChavín,conguraunageometríaoriginaria,en estecasodirectamente
ejemplos iguales. La plaza hundida, la tipología en U, o incluso la pirámide con rampa indican una morfología cosmográca, para mantener un equilibrio entre las diversas tradiciones culturales que atañen al centro.
comprensible por todas las etnias, pero cada vez solidamente anclada a un contexto local. Esta perpetua De un lado entonces las capitales teocráticas mantienen viva una tendencia plurimilenaria, por el otro las
variación en el proceso evolutivo se puede reconocer, cuando se focaliza la atención en la vida de las formas. cambiantes condiciones de vida del periodo intermedio antiguo, el aumento de la población, de los intercambios
con la respectiva infraestructura de transportes produce ya sea la planicación urbana Wari como las tipologías
Ya desde el periodo arcaico y formativo se advierte un proceso de constante experimentación formal, que en la residenciales de Chile y Argentina, en que el espacio se seculariza.
costa se vuelve un verdadero laboratorio de modelos, tecnología y tipos arquitectónicos: desde las plataformas
con contrafuertes de Ventarrón hasta las grandes proyecciones longitudinales de Moxeque en que la dimensión Estas diversas tendencias son asimiladas y reinterpretadas por el advenimiento de la sociedad inca, que hace de
del recorrido laberíntico en el espacio sagrado, asume los rasgos de una tradición consolidada. La costa central su arquitectura un emblema de expansión. Fundando de nuevo la capital del Cusco como centro del mundo,
desarrolla en este periodo tipologías en U alrededor de un espacio abierto, desde centros monumentales como los planicadores del territorio denen una cuatripartición del mismo que en última instancia corresponde a la
Caral hasta sitios localizados en cadena entre valles, consolidándose como territorio policéntrico. En la costa denición tradicional de una geografía sagrada, difundida en todo el territorio andino. Desde la denición de un
sur en cambio un principio de autonomía constructiva y organizativa del territorio permite la consolidación de recinto cuatripartito como la cancha, este principio panandino se extiende a una red territorial que ocupa, con
polos cultuales denidos por montículos articiales animados por una red dinámica de recorridos y paradas. las especicidades de cada contexto costa y sierra, acercándose a la ceja de selva. La red es integrada por una
La sierra arcaica a su vez arma una tipología independiente de altares de fuego, a través de las formas infraestructura de recorridos capaces de conectar regiones y pueblos incluso muy distantes. Precisamente la conexión
en sumidad protegidas por la tradición Mito: los templos con aposento denen una monumentalidad de un sistema de comunicaciones extendido y veloz permite por primera vez observar la presencia simultánea
microdimensional, en que el fuego, como en la costa, cumple un rol ritual unicador. Más al norte, en la sierra de paisajes y asentamientos radicalmente distantes y diversos, que hacen suyo un nuevo lenguaje, basado en la
de Cajamarca la constante relación de intercambio con la costa se hace más explícita, no sólo por la presencia combinación de pocos elementos como la cancha, el ushnu y la kallanka. La cantidad de intervenciones en menos
consolidada de Huacaloma o Kuntur Wasi, sino también por la administración de los recursos, ya desde una de un siglo de expansión sobre más de 3 millones de km 2 muestra un panorama compuesto, en el que coexisten
época arcaica, a través de la canalización de Cumbemayo. La presencia de una infraestructura hidráulica tan fundaciones urbanas ex novo, como Huánuco Viejo, intervenciones sobre especícas áreas ceremoniales como
extendida y elaborada en una época que precede a las grandes estructuras estatales arroja una luz central en Pachacamac, inclusiones de tradiciones locales como Ingapirca o paisajes completamente plasmantes como Machu
el conocimiento y el uso del territorio: la creación de una infraestructura productiva y de intercambio de base Picchu. El éxito de este modelo está precisamente en su extremada adaptabilidad y en la capacidad de presentar
reticular es posible también en ausencia de un único sistema normativo unicante y demuestra la atención de a toda escala de intervención la identidad y la fuerza expresiva de un nuevo lenguaje estético: el reconocimiento
las sociedades andinas hacia las reglas bióticas, que son repetidas por la planicación. inmediato de este modelo transforma la construcción en un emblema y en un vehículo de persuasión casi ubicuo.
La visión de la naturaleza y de la complejidad de sus reglas se maniesta también en el espacio anatrópico de
Chavín, en el que la presencia simultánea de vistas, recorridos y escenarios constituye una imagen plural. Un Los pueblos de la montaña desarrollan históricamente una espiritualidad que se expresa también a través de la
tema constante de la arquitectura andina es aquel de la mirada común en un espacio unánime, comprensible arquitectura ceremonial y los espacios sagrados. Pero escasamente el patrimonio iconográco y el imaginario
simultáneamente desde posiciones diferentes. En la arquitectura no se reproduce una forma, sino su multiplicidad, expresado por estas creencias tiene origen sólo en la montaña o en el desierto, porque las condiciones geográcas
inmediatamente perceptible como más vasta que la mirada de un solo individuo. La fuerza simbólica de esta idea de estas regiones no observan directamente la máxima manifestación de la vida. En cambio las sociedades de
genera una sólida función agregante en torno a los centros ceremoniales por mucho tiempo. cazadores y recolectores de la selva, identican en la expresión visual de la misma ese universo formal necesario
para construir una cosmovisión compleja. Ello alcanza una forma visible en las manufacturas y en la arquitectura
La sociedad Moche interpreta este principio al interior de una estructura jerárquica, que identica en el centro mayormente donde la selva deja de existir y necesita una referencia sustitutiva, tangible y permanente. Son la
un tipo de agregación seleccionable, evidenciada , por arquitecturas como la Huaca de la Luna o El Brujo. La sierra o la costa en efecto, los lugares en que se desarrollan las grandes arquitecturas monumentales. Es la selva

280 281
Capíulo 3
Cuadros de elemenos y caraceres espaciales Regeso de siios

MAPA DE UBICACIÓN DE SITIOS

1. Huaca Lucía 22. Piedra Parada


Elementos Elementos Étimo Defnición Ámbito espacial 2. Ventarrón 23. Aspero
Cubiertas Fachada Lat facies Lado del edifcio orientado hacia el Revestimiento de un edifcio 3. Purulen 24. Caral
4. Huaca Prieta 25. Bandurria
Horizontales Planos 1. Lat luminaris exterior Quinta, Bastidor
5. Caballo Muerto 26. El Paraiso
Suelos Umbral 2. Gr  λιμην 1. Apertura Espacio enmarcado de pasaje y transfor-
6. Huaca de los Chinos 27. La Florida
Bastidores-tabiques 3. Lat solea 2. Puerto, recepción mación
7. Alto Salaverry 28. Garagay
Columnas 1. Lat de-campsare 3. Marco 8. Huaca de la Cruz 29. Cardal
 Verticales
Filtros Descanso  Gr καμπτω 1.Girar, plegar terminar Lugar estático en ausencia de movimiento 9. Salinas de Chao 30. Mina Perdida
Ingresos-Salidas Parada  Scr qamp 2. Ser latente Límite 10. Tizal 31. Chococota
 Ventanas
2. Lat sub stare   rígid o, muerto 11. Cayhuamarka 32. La Cumbe
 Aperturas 1. Lat re-currere 12. Punkurí  33. Tambo de Mora
Hornacinas
Recorrido 2. currus 1.Regresar periódicamente Lugar dinámico de movimiento rítmico 13. Sechín, Sechín Alto, 34. Huaca Alvarado
Salientes Sechín Bajo. 35. Soto
3. Scr c’ar 2. Carro Espacio de aceleración
Escaleras 14. Huerequeque 36. Chongo
Lat ad/de scandere 3. Correr Corredor, Rampa
Conexiones Rampas 15. Huaynuná 37. Karwa
 Ascenso scala Escalera Lugar dinámico vertical
16. Las Haldas 38. Animas Altas
Corredores Descenso Scr skand Subir saltar afuera, caer, precipitar  Aparición - desaparición 17. Moxeque 39. Huaca de Los Reyes
Plataformas  Ante – Post Escalera 18. Pallka 40. San Pablo
Nudos-Centros Espacios abiertos Lat ante Rampa 19. Cerrilllos 41. Huaca Limay
Recintos  Anterior Gr αντι Delante -Detrás Saliente – entrante 20. Chanquillo 42. Cerrillos
Posterior Itt Cara  A. espacial 21. Los Gavilanes 43. Chuchio
Lat post B. temporal

Frente 1 Lat Frons 1 Pensamiento Lugar frontal y alto


2 Sscr bhru Gr οφρυς  2 Cornisa Elevación
3 Gr οιδα 3 Apariencia “ he visto entonces sé” Esquema verticalizante
Detrás 1. Lat vertere 1. girar Lugar posterior o más antiguo
Ind vred tiempo
Cuadro Cronológico
lo que regresa Detrás
 Advertencia fonética
2. Ind Tem 2. cortar  Antes 3000 2700 2000 1800 1000 500 0
a.C.
El quechua, el aymara y los otros idio -
 Ocasión
mas indígenas de los de los Andes Cronología procesual  Arcaico medio  Arcaico superior Formativo inferior Formativo medio Formativo superior
son orales. Consiguientemente su Ingreso 1Lat intra gradior 1. En medio a Pasaje, lo que se atraviesa
transcripción fonética es sujeta a nu- Cronologia estilística Precerámico medio Precerámico tardío Periodo inicial Horizonte antiguo
 Ind antar Destino
merosas variaciones, no agrupables
bajo un solo criterio. Aquí ha sido uti- Puorta 2Gr πυλη, πελος  2. Puerta, Puerto Estadio Neoliticización Etapa formativa
lizada la fonética por sitios y nombres  Lat portus Devenir, moverse  Ventarrón Collud Zarpan
propios mayormente adoptada por
3Gr πειρω πορος  3. Pasaje, puente, tránsito
las publicaciones científcas de los úl- Huaca Prieta
 Sscr par Purulen
timos vente años, que no han todavía Salinas de Chao
encontrado una solución univoca. Hornacina Lat nidus Establecer Cavidad
Punkuri
 Ang nest concha  Alveolo - entrante
 Advertencia cronológica Sechín Bajo Sechín
 Ventana 1Lat ventus 1. Viento Luz, pasaje iluminado o enmarcado
Finestra 2Lat fnestra 2. Luz COSTA Sechín Alto
La ubicación cronológica de los sitios
más antiguos en los Andes no ha to- Gr φωτος  3. Manifestar, recibir luz NORTE Las Haldas
davía alcanzado un estado defnitivo, Moxeque: P. Llamas
φανοπτης, φαινω 4. iluminar
sea porque la investigación científca Cerro Blanco
continuamente pone los datos al día, 3Sscr Bhan  m
Huaca de los Reyes
sea porque el patrimonio conocido es Limite Lat Limitellus Gr  λιμην Límite Umbral Pallka
muy superior al censado. Aquí no se
Jamba Lat Stipes Fuste  Apoyo Chanquillo
pretende entrar en un debate estric-
tamente arqueológico sino más sen- Columna 1. Lat culmen, Scr 1. Moverse hacia lo alto Interrupción elevación  Aspero
cillamente proporcionar al lector una C’al 2. Sobresalir, resaltar, alto Caral
referencia histórica de los lugares de
Columnata 2. Lat celsus cello Espacio fltro Bandurria
los que se habla.
Pilastra Gr κελλω Superposición estructural Estructura vertical portante COSTA 
El Paraíso
Cobertura Lat pila 1. Poner encima Extremo superior de la construcción CENTRAL
Garagay
Lat cum ope-rire 2. Adaptar, defender
La Florida
Gr επι
Cardal
Scr api
Soto
Piso Lat pavimentum, pavio  Transitado, apisonado Extremo inferior de la construcción
Suelo Lat solum Ir, entrar, limitar, umbral La parte más baja San Pablo

Ind Sod – sed Establecer, tener lugar Marco de la base  Alvarado


COSTA SUR
Gr υδος, εδαφος  Lo que está Cerrillos
σεδαφος  Karwa
Sscr sad

284 285
ARCHITETTURA
1
ANDINA
2 3 Capíulo 3
Plataforma

Plataforma

 m

4
5
14

12 13

15 16

17 

7  4

19  20

12. Garagay, (Servicio


18
 Aerofotográco Nacional)
9
1. Sechin Alto (Pozorski y 13. Huaca La Florida,
8 Pozorski, 1987). (Servicio Aerofotográco
 m
Nacional)
 2. Las Haldas (Pozorski y
Pozorski, 1987). 14. Huaca El Paraíso (Engel,
1967).
3. Sechin Bajo (Fuchs,
 2006). 15. Garagay (Ravines e
Isbell, 1975).
4. Sechin (Maldonado,  21  22
1992). 16. Huaca La Florida
(Patterson, 1985).
5. Moxeque (Pozorski y
Pozorski, 1994). 17,18. Cardal, (Burger, gen,
1992).
11 6. Pallka, pianta (Pozorski,
10 1987). 19. Complejo Soto, Huacas
 26 y 25 (Canziani, 1992,
7. Pallka, 3D (Chávez).  gen, 2009).

8. Caral, pirámide mayor 3D  20. Secuencia constructiva


(Tavera). de Cerrillos (Canziani, gen,
 2009).
9. Aspero, 3D (Tavera).
 21. Complejo San Pablo
10. Pirámide La Huanca, (Canziani, gen, 2009).
3D (Proyecto Especial
 Arqueológico Caral).  22. Secuencia constructiva
de la Huaca 25 (Canziani,
11. Caral (Shady, 2003).  gen, 2009).

286 287
m
Capíulo 4 Capíulo 4

 23 24

MAPA DE UBICACIÓN DE SITIOS


SIERRA TEMPRANA 
1. Pacopampa
2. Poro Poro
3. Kuntur Wasi
4. Layzón  25
5. Huaca Loma
6. Cumbemayo, La Copa
7. La Galgada
8. Tumshukaico
9. Cerro Blanco
10. Huaricoto
11. Chavín de Huántar
12. Piruru
13. Shillacoto
14. Kotosh

 26

Cuadro Cronológico
3000 2700 2000 1800 1000 500 0
a.C.

Cronología procesual  Arcaico medio  Arcaico superior Formativo inferior Formativo medio Formativo superior

Cronologia estilística Precerámico medio Precerámico tardío Periodo inicial Hori zonte antiguo

Estadio Neoliticización Etapa formativa

Pacopampa
Poro Poro
Kunturwasi
Layzón
SIERRA  Huacaloma
NOR-CENTRAL Cumbemayo
La Galgada

 m
 Tumshukaico
Huaricoto
 27 
Chavín
Piruru  23. Piruru (Bonnier, 2007).
Fases constructivas.
Kotosh

 24. Huaricoto (Burger y


Burger, 1986).

 25. Pacopampa (Morales,


 2008).

 26. Tumshukaico (Servicio


 Aerofotográco Nacional).

 27. Poro Poro (Alva, 1986).

288 289
Capíulo 5 Capíulo 5

 28 29 30
MAPA DE UBICACIÓN DE SITIOS
COSTA TARDÍA 
1. Batán Grande 27. Cerro Trinidad
2. Túcume 28. Pisquillo
3. Pampa Grande 29. Pampa de las Flores
4. Huaca Rajada 30. Chontay
5. Huaca Chotuna 31. Cuyo
6. Dos Cabezas 32. Pancha la Huaca
7. San José de Moro 33. Cerro Culebra
8. Pacatnamú 34. Playa Grande
9. Huaca Pucllana 35. La Uva
10. Farfán 36. Copacabana
11. Mocollope 37. Maranga
12. El Brujo, Huaca Cortada, 38. Cajamarquilla 31
Huaca Cao 39. Mateo Salado
13. Cerro Mayal 40. Puruchuco
14. Galindo 41. Armatambo
15. Huaca del Sol y de la Luna 42. Pachacamac
16. Chan Chan 43. Huaca Estrella, Huaca Santa Inés
17. Chayhuac 44. La Centinela, Tambo de Mora,
18. La Muña La Cumbe
19. Huaca del Dragón 45. Litardo, Las Huacas, San Pedro
20. Huancaco 46. Dos Palmas
21. Gallinazo 47. Ranchería
22. Pampa de los Incas 48. Ventilla
23. Huaca China 49. Los Molinos, La Muña
24. Pañamarca 50. Huayurí 
25. Manchán 51. Cahuachi
 28. Gallinazo (Canziani, gen,
26. Paramonga 52. Huaca Maranga
 2009).
32 33
 29. Huaca de la Luna (3D
Tavera).

30. Huaca de Luna (Proyecto


 Arqueológico de las Huacas
del Sol y La Luna).

31. Huaca del Sol (Canziani,


Cuadro Cronológico
 gen, 2009).
0 500 700 1000 1470 1533
a.C. d.C.
32. Huaca del Sol y de Luna,
Cronología procesual Formativo Desarrollos regionales Wari Estados regionales Inca
(Proyecto Arqueológico de las
Horizonte
Cronologia estilística Intermedio antiguo Horizonte Medio Intermedio tardío tardío Huacas del Sol y La Luna).
Estadio Desarrollos regionales Reinos combatientes
Batán Grande 33,34. Huaca Cao, planta y
 Tucume 3D (Proyecto Arqueológico el
Pampa Grande Huaca Chotuna Brujo, Fundación Wiese).
Sipán
Dos Cabezas Dos Cabezas Farfán 35. Huaca Cao (Proyecto 34
San José de Moro San José de Moro  Arqueológico el Brujo,
Pacatnamú Pacatnamú Fundación Wiese).
Mocollope Mocollope
36. Huancaco (Bourget,
 C 
 O Complejo El Brujo
 2003).
 S 

A  Galindo Chan Chan
H ua ca de l S ol y de a
l Lu na H ua ca de l S ol y d e l aL un a

37. Pampa de los Incas


 O
R  Huaca Dragón
(Canziani, gen, 2009).

Huancaco Huancaco

Complejo Gallinazo
Pampa de o
l s nI cas Pampa de o
l s nI cas
 m
Huaca China Huaca China
Pañamarca Pañamarca 35
Manchán
36 37 
Paramonga
Cerro Trinidad
 C 
 O
 S 
T  Maranga Lima Maranga Ychsma

 C  Pucllana Lima Pucllana Ychsma

N  Cajamarquilla Cajamarquilla Ychsma

Mateo Salado



 Armatambo
Pachacámac Lima Pachacámac Ychsma Pachacámac Inca
Cahuachi 3 Cahuachi 5
 C 
 S  O
 U  S  La Muña
R  T 
A  Huayuri
La Centinela

290 291
Capíulo 8

1
Sitios arqueológicos Grupos étnicos
16 1. Buritaca-Kogi 7. Boras
2. Huapula 8. Ocaina
3. Kuelap 9. Yanomamo
13
11
12 9 4. Gran Pajaten 10. Pira-Parana
5. Revash 11. Cubeo
6. Moxos 12. Tukano
14 7 13. Makuna
2 10
15 14. Ashuar
8
15. Shuar
3
45 16. Kogi
17
18
17. Yekuana
19 18. Ashaninka
19. Shipibo-Conibo
6

96 97 
99

98

101 102

100

96. Buritaca, Teyuna


(Giraldo, 2009).

97. Saminashi (Duque,


Salazar, Castaño, 2004).

98. Revash (Kauffmann, gen,


1993).

103 99. Huapula (Rostain, 2006)

100. Moxos (Barba, 2003).

101. Malocas Bora, Ocaina y


Witoto, (Marussi, 2004).

102. Maloca Bora (El Ojo


Verde, 2000).

103. Cosmovisión de la
 maloca de Mayantuyacu,
(Flores, 2009).

300
Glosario
 Adobe: Ladrillo crudo compuesto de ar- ción y conciliación de elementos corres- Loma: Vegetación que se desarrolla gra - Putuco: Tipología habitacional de época
cilla, agua y materiales vegetales, dejado pondientes y opuestos. Eje central del que cias a la formación de bancos húmedos Tiahuanaco que ha llegado hasta hoy en
secar al sol y luego empleado en la edilicia. tiene origen la organización del espacio. (neblinas) que penetran el terreno sobre los forma vernacular y caracterizada por es -
cerros costeros dispuestos hacia el oeste. tructuras circulares.
 Altar al fuego: Espacio destinado al cul- Chullpa: Estructura funeraria de sección
to, caracterizado por hogares semiente - cilíndrica o cuadrilateral, generalmente en Maloca: Casa común, eje y centro de Quechua: Región geográca comprendi-
rrados en ambientes cerrados y de acceso piedra, en la que el cadáver inhumado es una comunidad establecidada por un fun- da entre los 2300 y 3500 m.s.n.m. típica
muy limitado. puesto en posición fetal. dador. Nudo principal de un retículo de de los Andes centrales. Presenta un clima
asentamiento y estructura polifuncional: templado, adecuado para la agricultura,
 Andenes: Terrazas útiles para crear áreas Corriente de Humbolt : Corriente oceá- social, productiva y ceremonial. con una humedad estacional concentrada
cultivables sobre las pendientes de las nica que desde Chile se dirige hacia el nor- entre febrero y marzo. Quechua denota
montañas. te, enfría las aguas tropicales, manteniendo Mayu-: En quechua río y galaxia. también una lengua y un pueblo.
el océano extremadamente pescoso.
 Antara: Instrumento musical de viento Mitimae: En quechua mitmac – “esparcir”. Quincha: Tecnología constructiva forma-
compuesto por una única la de cilindros Cronotopo: En la arquitectura ceremo- Sistema de intercambio interétnico con - da por cañas recubiertas con un estrato de
de cerámica. De forma esencialmente nial, lugar en el que el espacio y el tiempo nalidades productivas y demográcas apli- arcilla, utilizada en la costa para realizar
triangular con dimensiones muy variables. se encuentran para manifestar una reali - cado por la administración inca para opti- techos y cubiertas.
dad sagrada. La arquitectura y la música mizar los recursos y gobernar el territorio.
 Apu, o  Achachila: En lengua aymara, en este contexto proveen los parámetros Qollqa: Depósito en piedra y adobe.
designa el “espíritu de la montaña”, el an- espacio temporales necesarios para volver Montículo: Zona sobreelevada del terre-
tepasado fundador de la comunidad trans- a evocar una cosmovisión. no, similar a un cerrito, de carácter natu- Recinto esquinero: Edicación aislada en
formado en piedra e identicado con la ral o anatrópico. los extremos de los espacios abiertos públicos,
principal formación rocosa del territorio. Cusco: Capital del imperio inca, en que- de las estructuras ceremoniales escalonadas
chua “ombligo” y centro del territorio. Montículo escalonado: Superposición moche, como Huaca de la Luna y El Brujo.
 Audiencias: Estructuras en U interiores a de plataformas progresivamente decre-
recintos con una secuencia regular de vanos, Geoglifo: Depresión gurativa trazada en cientes hacia lo alto. Rupa Rupa: Región de la selva compren-
utilizables para diversas funciones públicas. el terreno, generalmente de grandes dimen- dida entre los 400 y los 1000 m.s.n.m., de
siones, tanto como para poder ser visibles Niño: Corriente cálida que, corriendo clima cálido y húmedo.
 Ayllu: Unidad política, social y adminis- desde lo alto. desde el norte, afecta periódicamente la
trativa que identica el territorio de perte- costa central del Océano Pacíco, provoca Suni: Región geográca situada entre los
nencia de una comunidad. Hanan: En quechua “alto”, dene jun- inundaciones o sequías. 3500 y los 4000 m.s.n.m., muestra un ecosiste-
to con hurin, “bajo”, un binomio espacial ma caracterizado por las bajas temperaturas.
Cancha: Unidad constructiva cercada inseparable que indica dos dimensiones Oasis fuvial: Islas lineales verdes en el
en torno a un espacio abierto central, con en perpetua correspondencia (día/noche, paisaje costero, que de otro modo es desér- Suyu: “región” y “cuarto”. Designa una
edicios dirigidos hacia el interior e inter- luna/sol, masculino/femenino, etc.). tico, que se desarrollan en las proximida- de las cuatro porciones en que está subdi-
puestos por pequeñas cortes. Dotada de un des de los cursos de agua. vidido el territorio inca.
solo ingreso, compone hacia el exterior un Hanan Pacha: “Mundo de arriba” uno de
recorrido murado y sin vistas. los tres planos en que se articula el cosmos. Kai Omagua: Región de la selva que se ex- Tambo: Lugar de descanso a lo largo de
Pacha indica el “mundo de aquí y de ahora” y tiende por debajo de los 400 m.s.n.m. la infraestructura vial inca. Los tambos pue -
Cangahua: A menudo estrato de tierra Uku Pacha el “mundo de abajo y de adentro”. Caracterizada por grandes ríos, lagunas den variar por dimensiones e importancia,
utilizado para consolidar estructuras. forestales y por un clima tropical con ele - desde el pequeño asentamiento hasta la
Huaca: Manifestación de lo sagrado o vadas precipitaciones. fundación urbana.
Ceques: Sistema de alineamientos visuales hierofanía materializada en un lugar, un
que se difunden desde el templo central de objeto o un ser animado. Pacha: “Todo”, el cosmos o “la suma de Tapial: Técnica constructiva basada en la
Cusco hacia las cuatro provincias del impe - cada cosa diversa”. Pacha expresa la sucesión compactación de macro bloques de tierra ar-
rio inca en modo de denir regiones radiales Huanca: “Piedra” que, empleada en con- cíclica y repetitiva de los procesos temporales. cillosa empastada con vegetales u otro material.
con los relativos lugares sagrados de los que textos ceremoniales, maniesta un espíritu
forma parte (huacas) administrados por gru - capaz de comunicar con la comunidad. Pampa: Supercie llana, altiplano y su- Tahuantisuyu : Territorio de los incas,
pos familiares de descendencia real (panaqas). percie desértica. literalmente “cuatro regiones unidas entre
Huayno: Canto popular andino. ellas”. Véase suyu.
Camellones: Sistema agrícola difundido Panaqa: Estirpe o descendencia noble de
en el área del lago Titicaca dirigido a ha - Hurin: Parte “baja” en correspondencia un inca difunto y venerado como fundador Templo en U: Tipología arquitectónica
cer cultivables las áreas inundadas estacio - con la parte “alta”. Véase hanan. del clan. de época arcaica y formativa de la costa
nalmente por las aguas lacustres. compuesta por tres montículos escalona -
Icaro: Canto ceremonial que permite es- Pirca: Técnica constructiva andina basa- dos en torno a un espacio abierto central,
Qhapac Ñan: Red principal de la infraes- tablecer una relación con los espíritus de la da en el empleo de arcilla y grava para la destinado a acoger público para eventos de
tructura vial incaica. selva. Transmitida de maestro a alumno, construcción de muros. tipo ceremonial.
cada tradición conserva un patrimonio de
Chakana: Símbolo cuatripartito y esca - icaros originariamente dictados por la poli - Pirámide con Rampa (PCR): Tipología Terrón : Fragmento de adobe
lonado, también llamado cruz andina o fonía de los sonidos de la selva. de arquitectura ceremonial compuesta por
cruz cuadrada, compuesto por las palabras macrorecintos, plataformas, vanos y am- Tolas: Montículos superpuesto por pla -
chaka (puente, unión) y hanan. Ichu: Hierba de pacedura para los camélidos bientes accesibles a través de recorridos pre- taformas ceremoniales en el área andina
usada como espesativo en el material de cons- establecidos y en torno a una rampa central. septentrional.
Chala: Región costera que se extiende trucción y para la realización de cubiertas.
desde le nivel del mar hasta los 500 m. de Plaza hundida: Tipología arquitectóni- Uku Pacha: “Mundo de abajo” o “de
altitud. Caracterizada por un clima des -  Janca: Cordillera, región geográca que se ex- ca ceremonial dedicada a un número li- adentro”. Indica el mundo acuático y mi -
értico subtropical por lo que se alternan tiende por encima de los 4800 m.s.n.m., com- mitado de personas, que dene un espacio neral del subsuelo. Véase Hanan y Pacha.
inviernos soleados y secos con veranos hú- puesta por zonas nevadas y glaciares perennes. abierto semihipogeo de dimensiones varia-
medos con escasas lluvias torrenciales. bles, accesible por dos o más escalinatas. Ushnu: Plataforma sobreelevada de épo-
Kai Pacha: El “mundo de aquí y ahora”. ca inca para permitir al soberano ociar
Champa: Terrón de tierra que contiene Lugar en que los emisarios de Hanan y Uku Pukara: Montículos superados por una ritos y celebraciones en los espacios abier -
raíces de ichu, escuadrado y desecado al Pacha se encuentran para fertilizar la tierra estructura central y circundados por ani - tos centrales.
sol para ser empleado como material de  y desarrollar la vida. llos de murallas.
construcción. Yunga: Región geográca que se extiende
Kallanka: Aula abierta longitudinalmen- Puna o Jalca: Zona geográca compren- desde los 500 hasta los 2300 m.s.n.m., con
Chasqui: Mensajero al servicio del inca, te y con vista sobre un espacio abierto. dida entre los 4100 y los 4800 m.s.n.m., un clima subtropical. Puede desarrollarse
que recorría largas distancias en poco Usada para la ocupación temporánea de con altiplanos semiáridos destinados a la sobre una vertiente montañosa o costera: el
tiempo gracias a un sistema de relevos. tropas, barrio de semirresidencia o para pacedura de los camélidos. área costera está ventilada y seca, aquella
hospedar ceremonias bajo techo. de montaña en cambio, es muy húmeda.
Chasquihuasi: Estación de correo situa - Puquio: Depósito subterráneo de agua
da en el recorrido vial de los chasquis. Llacta: Fundación urbana inca, princi- que diseña una estructura espiraliforme,
palmente utilizada como centro adminis- construida en piedra.
Chaupin: “Centro”, punto de articula - trativo del estado.

301
ARQUITECTURA
ANDINA
Noas

107 Farfán (1995)  fue cual una Ro ma en el dominio de esta, de la piedra” Cieza de León (gen, 1984 descanso y aprovisionamiento. Cada diez ochenta metros. Kendall (1974) arquitectura inca además del contexto ar- el étimo tradicional de “cima vieja” . El de formas correspondientes cóncavas y
108 Nuñez (2009). así que es lícito comparar una con la otra, [1553] XXVII). tambos  se encuentra una ciudad princi- 51 El espacio mide 820 m 2. queológico. Hyslop (1990: 194). sitio ha sido tratado principalmente por convexas es típica de los ritos prenupcia-
109  Llagostera, Baron, Leandro Bravo asemejándose por magnicencia […]. La 19 “El edicio de este gran templo era de pal, como una capital, y cada dos o cuatro 52 Los edicios a doble altura están soste - 66 Maysundo (1983). Bingham (1930), Valcárcel (1964), Pardo les para las hijas de los apus, evocada por
(1984), Adan (2007). cudad estaba dividida en dos partes Ha- la mejor fábrica que se hizo en estas In - está situada una morada real, así que cada nidos por una pared central sin aberturas, 67 Al sur aparecen los restos de más de (1957), Chávez Ballón (1971), Bouchard la danza “vocar en plano”, testar muchos
110 Los 22 recintos circulares relevados nan Cozco, o sea el Cozco alto, y Hurin dias; todo dentro y fuera con extrañas pie- aproximadamente veinte kilómetros es po- que divide en dos partes simétricas ya sea cuarenta edicios circulares dispuestos en (1983), Angles Vargas (1988), Wright e huecos. (P. Silva, 1995: 18).
circundados por un sistema de murallas Cozco, que quiere decir el Cozco bajo” dras labradas, puestas con gran cuidado, sible detenerse o reemplazar mercancías la habitación con tres ingresos sobre cada varias las, al centro del complejo surge Zegarra (2000), Ziegler (2003), Burger 93 En quechua “lugar en el que se funde
están conectados entre ellos por una red de Garcilaso (gen, 1969 [1609]:7,VIII). La sin argamasa y tan unidas que no podían o mensajeros y cada cuarenta o cincuenta fachada como el recinto de cuatro edicios una serie de seis canchas, compuestas por (2004), Lumbreras (2006) e Kauffman el sol”.
recorridos internos, que dene un asenta - comparación del estado inca con el esta- estarlo más” Bernabé Cobo (gen, 1956 kilómetros llegar a poblados o residencias de un piso y cuatro pequeños recintos ar- dos edicios sobre tres lados de cada es - Doig (2005). 94  En particular, durante la observación
miento meandriforme, pero a partir de la do romano tiene origen con Garcilaso de [1653]: XII). reales. Desde Cusco, por ejemplo, siguien- ticulados en torno a un espacio abierto. El pacio central y en el extremo oriental del 82 Burger y Salazar (2004: 22). nocturna del solsticio de junio sobre la
repetición del mismo carácter tipológico la Vega, que a menudo formula esta com- 20 El terremoto ha permitido sacar a la luz do los caminos en las direcciones Collasu- lado al este de los dos recintos comprende complejo de canchas, el templo principal. 83 Se encuentra entre las regiones de  Ru- cúspide del Intihuatana, alineada a la del
en cúpula. La presencia interna de palos de paración para subrayar el aspecto noble porciones de muros inca celados por los  yu, hacia el sur y Cuntisuyu, hacia el oeste, dieciséis amplias ventanas, mientras los 68 El sitio fue saqueado por los conquista-  parrupa y Quechua, en una zona conoci- Huayna Picchu y del glaciar Salqantay, se
soporte centrales para la cubierta u hogue- y civilizador del estado derrotado por los dominicanos. El sucesivo trabajo de res- a aproximadamente cincuenta kilómetros otros tres están dirigidos hacia el espacio dores españoles inmediatamente después da como Ceja de selva, donde el clima es posa sobre el brazo menor de la Cruz del
ras en algunos recintos permite imaginar el españoles. tauración, que tiene libre una parte de las se encuentran respectivamente Urcos y central, el resto del edicio y el exterior de la conquista y seguidamente destruido templado pero muy húmedo y se caracte- Sur, este dato indica que la observación
uso de la semibóveda o falsa bóveda. 6  La forma de ceques, investigada por estructuras escondidas, devuelve la ima- Limatambo. Guamán Poma de Ayala (gen, son ciegos, como si el recinto envolviese por los inquisidores españoles para impe- riza por una consistente pluviometría que celeste asociada a los Intihuatana no es
111  Junto con Kella Koku, Pakasa, Ke- Tom Zuidema, tiene origen en el alinea- gen actual del templo. Ladrón de Gueva- 1987 [1613-1615]). la arquitectura interna. Esta solución de dir a la población rendir culto a esta divini - supera los 2 m. anuales; la alta humedad sólo de una relación a las sombras, como
lkaña y Uspa Uspa. Baron Parra (1986), miento determinado por una estela u otra ra (1967), Béjar Navarro (1990), Harvey 36  Williams distingue tres categorías de cancha se encuentra en muchísimos ejem- dad. La estructura mide 90 x 25 m. x 12 h. genera los conocidos efectos neblino- generalmente se cree.
Llagostera, Baron, Leandro Bravo (1984). referencia visual, omnipresente en la ar- Valencia (1994). centros urbanos además de las infraestruc- plos de fundación inca. Su regularidad en- 69 Así sucede también con el edicio que sos que hacen espectacular el complejo. 95 Burger y Salazar (2004: 88).
112 Durante la primera, correspondiente al quitectura ceremonial precedente. Pero 21 Rowe (1967), Gasparini (gen, 1980). turas estatales como tambos y guarnicio- tonces depende de un principio construc- alberga las fuentes en Ollantaytambo, pero Bouchard (1992: 905-927). 96 Makowski (2002: 137-165).
primer periodo intermedio, Tulor es cons- aquí tal función tiene el n de generar un 22 Protzen (1983), Lee (1990). Si se hipo- nes: la primera comprende las grandes ca- tivo que se vuelve la unidad celular que a escala superior. 84 Williams (gen, 1980: 559). 97 En quechua “la casa del Inca”.
truido en las cercanías del río San Pedro y calendarioestataltendientea controlaruna tetiza la idea de la forma de un puma de pitales provinciales con orígenes también compone el tejido urbano. 70  “… entrando por la puerta del templo 85 Se trata de 129 canales de drenaje ex- 98 González y Cavotto (1977).
se vuelve meta de poblaciones lejanas, ya organizacióntributaria. la estructura urbana, Saqsahuamán se con- preinca, entre las cuales: Tomebamba, Ca- 53 Gasparini (gen, 1980), Kendall (1984), se tomaba a la mano derecha a lo largo tendidos sobre todo el desarrollo urbano 99 Cieza(gen, 1553, 1984: 217).
sea del norte como del sur, como evidencia 7 De la raíz  pata, en quechua “lugar de vierte en su cabeza. Gasparini (gen, 1980).  jamarca, Huánuco Viejo, Pumpu, Vilcas- Hyslop (1990: 136, 193, 279), Protzen del primer corredor hasta alcanzar el muro que se conectan a una acequia colectora 100 Hyslop indica como arquitectura mili-
la pluralidad de cerámica en el sitio. En un llanto” y “lugar de alegría”, en referencia 23 La guerra ritual está presente en Mo- huamán; la segunda considera las funda- (1993), Gavazzi (1996). derecho del templo; entonces se giraba a que separa el área urbana de aquella agrí- tar no sólo asentamientos como Incahuasi
segundo momento, con el retroceso de las a la alternancia de ritos estacionales inca. che y en diversas sociedades que usan el ciones verdaderas, como Ollantaytambo, 54 La elevación está comprendida entre la izquierda, embocando (…) un corredor cola. Wright y Valencia (1999). sino pucaras como Paramonga, Ungara,
aguas del río, es necesario abandonar las 8  Además de la cuatripartición existe en espacio público ceremonial para sancio- Balconcillo de Aviyay y Patallacta; a la los 2570 y los 2790 m.s.n.m. por medio del otro hasta el último que era 86 Como señala Bouchard (1992: 913) el Oroconta, Pambamarca, Incallacta y An-
actividades en el sitio. las  panaqas  una tripartición entre tipolo- nar simbólicamente el dominio sobre los tercera pertenecen todas las demás ciuda- 55  Esto ha permitido un análisis también el doceavo, donde se encontraba una es- deteriorarse de los andenes depende de dalgala en Argentina (Hyslop 1990: 156-
113 Acuto (2008: 850). gías, collana, payan y callao, que es uti- adversarios connantes. Esta práctica de- des, desde Machu Picchu hasta Pisac, Wi- basado en fuentes etnográcas, capaz de calera que daba acceso al piso superior” la cultivación actual «este pasto actual 181).
114 Rivera (2008: 972). lizada para denir las áreas suburbanas y mostrativa se adapta a espacios públicos lliams (gen, 1980: 547). proveer informaciones sobre la morfolo- (gen, Garcilaso, 1969 [1609]; 5, XXII). absorbe las aguas de lluvia en cantidad 101 Se pueden denir cuatro o cinco sec -
115 García Azcárate (1998: 159-174). las regiones de competencia a partir de la vastos, como Saqsahuamán. Rostworows- 37  El censo completo fue iniciado por gía del sitio, sobre su signicado actual y 71 Ibídem. muy inferior en comparación con otros tores: la residencia del inca a suroeste –
116 Rivolta Salazar (2007: 123). proyección de ceques (cap. 1, Zuidema, ki (cap. 5, 1989) Hyslop (1990) y continuado en Perú por sobre todo sobre el uso andino tradicional 72 Los edicios que lo circundan se abren cultivos. Como las lluvias no siempre se cuatripartita en torno a un espacio abierto
117 Leoni y Acuto (2008: 594-598). 1964). 24 Se evidencia aquí una compa- el Instituto Nacional de Cultura del Perú, de un espacio inca. en un patio hacia el interior y cierran el evacuan bien por gravedad, los suelos de formalmente comparable a la tradición del
118 Leoni y Acuto, ibídem. 9 El término plaza viene del griego, lugar ración formal con las estructuras de Yayno que ha puesto en marcha el primer catas- 56  Diversamente de Cusco, donde la ciu- espacio con una pared de cuatro puertas y las terrazas se saturan de agua: se crean altiplano aunque de desarrollo radial (Hys-
119 Pellissero (1985). plano, amplio y vasto e indica un elemento y en Ñawinpuquio en la sierra meridional tro completo de estas tipologías. Aquí se dad española ha superpuesto un dominio cuatro hornacinas sobre cada lado. El re- fuertes tensiones sobre la mampostería de lop 1990: 211) – un colcahuasi, área de
120 Leibowicz (2007). de la ciudad originado por el ensancha- de tradición Huarpa. Es signicativo que presenta una reseña de fundaciones carac- también en la articulación del espacio, cinto al sur está cerrado por dos edicios los andenes a causa de esa falta de mante- depósito y estiba de los productos al sures-
121 Rivolta (2007), Zabrulin (2009). miento de una vía con función de nudo en este modelo, típicamente serrano y quizás terísticas en el plano regional, tipológico, aquí los elementos cohesivos del habitar con hornacinas conectados por una terraza nimiento de los drenajes». te, los barrios de los habitantes a noreste,
122  La cronología arqueológica del Cono una red vial. La diversidad de concepción originario de la selva, se vuelva a presen- urbanístico y cultural, para proveer una se han mantenido, gracias a las reducidas angular. Al este y al oeste del conjunto dos 87 La terminología utilizada para denir un observatorio militar en el promontorio
Sur usa indicar con “Desarrollos Regiona- de la calle, como ocurre también en época tar con persistencia en el curso de los si- imagen actualizada de la variedad de las dimensiones y a las reducidas representa- terrazas dobles son limitadas por grupos las áreas y los edicios es del todo con - a noroeste del asentamiento y un probable
les” el periodo que precede a la coloniza- Wari, tiene un efecto también en la plaza, glos, identicando los mismos elementos soluciones arquitectónicas de la expansión ciones institucionales. Por tal razón el sitio simétricos de fuentes litúrgicas que indi- vencional y deriva de las primeras atri- grupo ceremonial en el centro de la ciudad
ción. cuyo sentido urbano varía. Véase también tipológicos. Véase el capítulo 2. inca. se presta todavía a un análisis comparativo can un uso privilegiado, sagrado y cierta- buciones de Bingham. No existe acuerdo que acogía un acllahuasi.
123 Albeck y Zaburlin (2007: 163). el capítulo 2. 25  Se hace referencia a los monolitos de 38 De esta fundación quedan algunos frag- entre percepción y construcción del espa - mente ligado al culto del agua. además, en la denominación convencional 102 El edicio mide 13100 m 2.
124 Los edicios circulares tienen un f de 10 En particular alrededor de Huacaypata una altura de hasta 9 m. Chávez Ballón mentos y un estudio de Ravines (1986). cio andino en relación al espacio inca. 73 En quechua “lugar donde se saca oro”. de los últimos dos sectores entre Angles 103 Se trata de 40 estructuras y 200 silos.
4-5 m. y Cusipata surgen los dos complejos de (1970). 39  El espacio abierto central mide 550 57 El cerro Bandolista, que domina las 74 En el sector este, un complejo esca- Vargas (1988: 115) y Protzen (1993: 213): 104 Hyslop (1990: 160).
125  Dos áreas separadas, Loma Alta y Amarucancha y el acllahuasi de Hatun 26  Según Bernabé Cobo, (gen, [1653] x 340 m. Harth Terré (1964), Thompson terrazas sobre las cuales surge la ciudad, lonado a varios niveles se anquea a una el primero atribuye al sector localizable en 105 Franco (cap 5, 1996).
Loma Baja conguran el área residencial y Cancha, los complejos de Qasana y Cora 1956: 20-22) se trata de la sexta huaca del (1969), Morris (1970) y Canziani (gen, alberga una cuenca articial para la reco - la de cinco edicios que corresponden a el extremo S/E la denominación de cárce- 106 Hyslop (1990: 284).
productiva enucleada a través del cercado Cora que albergan kallankas, probable- cuarto ceque  del Chinchaysuyu. Socuala- 2009: 469-477). lección de las aguas, la Yanacocha, lagu- otros tantos niveles de andenes. Su corres- les siguiendo las subdivisiones propuestas 107  Engel (1957), Ristevski, Protzen,
y la reagrupación de las estructuras circu- mente utilizadas en ceremonias bajo techo ya Dávila (cap 5, 2005 y com. per.). 40 En el barrio al norte es reconocible un na negra, que alimenta los canales de la pondiente en la zona hanan, oeste, muestra por el descubridor Bingham; el segundo, Addison (2002).
lares según un criterio no modular. para reunir un gran número de personas. 27 Carrión Cachot es el primero que lo ha sector de acllahuasi, o casa de las vírge- zona sagrada de la ciudad. En la vertiente una análoga solución pertinente al desni- en cambio, coloca las llamadas cárceles 108 Rossel Castro (1977).
126 Adan, Urbina (2007: 183). 11  La comparación entre concepciones indicado (1955, 1955: 44-45). nes, destinado a la producción de textiles. sur, opuesta al Bandolista, surge sobre el vel: terrazas con escalinatas. Dos grupos más al norte, entre el sector de los morte- 109 Protzen (2004, 2005).
127  De Feo, Fernández, Raviña (2007: urbanas en este caso es necesaria, porque 28  A distancia de siglos desde su cons- En el lado sur surgen una serie de depó- Kachiq’ata Yanacaca, la cantera negra, de andenes descienden hacia el norte y ros y aquel del extremo S/E. 110 El área de residencia ocupa una su-
135-149). la ciudad española se ha superpuesto a la trucción, el solsticio invernal, o intiraymi, sitos dispuestos en las regulares utiliza - grupo de pórdo que ha provisto las pie - nor/este. En el sector hanan  los andenes 88 Para el análisis del umbral véase el ca- percie de casi 2500 m 2. Construidas en
128 También conocidos como Comechin- capital inca. es aún celebrado en este sitio, que reúne dos para el almacenamiento de materias dras para la construcción de la ciudad. A su son interrumpidos por un grupo de can- pítulo 2. adobe como todo el asentamiento, estas
gones. Pierini (2004: 277). 12  La sección transversal de las calles para la ocasión a centenares de millares primas. lado surge  Huacay Willki, el llanto del gla- chas distribuidas en dos niveles. 89 Dearborn y White (1983: 37-49). estructuras habitacionales se articulan en
mide de 5.60 a 4.40 m. para las más gran- de peregrinos. Aunque las celebraciones 41 Ibídem. ciar, del que desciende el agua a una parte 75 Aprovechando de la verticalidad del te- 90 La piedra mide 1.2 x 2.7 m. una serie de espacios abiertos centrales
CAPÍTULO 7 des y de 2.40 a 1.60 m. para las más es- solsticiales sean reconocidas y respetadas 42 También conocido como skyline, véase de la ciudad. El cerro Pinculluna, opuesto rreno para producir vistas privilegiadas en 91 Dearborn y White han estudiado la co- circundados por habitaciones de diferen-
trechas (Agurto 1980:96). En ninguna de por las comunidades andinas, la celebra- el capítulo 2. al Bandolista en el valle del Patacancha, el territorio circunstante, se realizan aquí rrespondencia entre el solsticio invernal, tes amplitudes con muros con hornacinas
1  Tahuantinsuyu signica en quechua estas calles es posible abrir un mercado o ción contemporánea del Intiraymi no co - 43 Hyslop (1990: 139, 207). tiene como étimo P’inkullu, animal sono- dieciocho niveles diferentes de terrazas. señalado por la observación de las pléya- trapezoidales. Las hornacinas muestran
“cuatro regiones unidas entre ellas”. realizar un desle público. rresponde exactamente a aquella antigua y 44 El espacio abierto central mide 480 m. ro, y alude a un recorrido ritual en ascenso 76 En quechua “pueblo empinado”. des y la posición de la ventana orientada signos de enlucido coloreado en rojo,
Cuando trata la historia inca, Rostwo- 13 Rowe (1963), Gasparini (gen, 1980). se superpone a una práctica más reciente. al sur, 285 al este, 425 al norte y 395 so- hacia la montaña acompañado por el soni- 77 En quechua “lugar más allá de las nu- según el azimut de 65° y denominada “A”: amarillo y blanco, señalando un legado del
rowski evita el término “imperio”, ya que 14 Otra interpretación reconoce la forma 29 Carré y Pozzi Escot (2002: 79-105). bre el frente inconcluso. Matos Mendieta do de instrumentos musicales. bes”. “de febrero a octubre los primeros rayos estilo constructivo de la costa.
“el signicado cultural de esta palabra no de una ameba con un núcleo central de 30 Hyslop (1990: 75-97) (1994). 58 La muralla está compuesta por 6 mono- 78 En quechua “siempre joven”. del sol naciente penetran la ventana A. 111 Urton y Aveni (1983).
interpreta ni corresponde a la realidad an- cincuenta hectáreas, un área de expansión 31 Gasparini (gen, 1980: 119). 45 Esta fundación es atribuida por Cieza litos de más de 3 m. de alto y muestra una 79 El gobierno colonial español incluye el Luego, de octubre a febrero, iluminan el 112  En otros términos el patrimonio de
dina, sino a situaciones relativas a otros de otros cincuenta y un cinturón externo 32 Lara (1967). (1553, 1984: 252) a la expansión del Inca porción inconclusa de la obra, en construc- área en la encomienda tributaria de Ollan- interior del Torreón a través de la ventana conocimientos astronómicos de origen
continentes” (cap. 1, 1985: 16). de casi cien hectáreas, para una población 33 Hyslop (1984). Túpac Yupanqui. ción a la llegada de los españoles. taytambo, pero no considerando el área B [orientada según el azimut 132°] [...] la inca procede de la sierra y no coincide ne-
2 Rowe (1963), Hardoy (gen, 1964), Zui- estimada en torno a los doscientos mil ha- 34 La documentación de esta empresa res- 46 Angles Vargas (1970). 59 En quechua “lugar donde se pone el productiva, subestima su potencial urbano simple observación de la iluminación del cesariamente con aquel costero de legado
dema (1978), Alcina (1988), Bouchard bitantes. Agurto Calvo (1987). tablece la idea de red biológica integrada 47  En quechua “lugar donde se funde el sol”. Glave y Remy (1983) Torreón, entonces, dene claramente un Moche o Nasca, basados en otros tipos de
(1976) y Williams (gen, 1980) frente a 15  Zuidema (cap. 1, 1964) y Sherbondy a través de un recorrido que corresponde sol”, Intihuatana toma el nombre de un 60 Angles Vargas (1988). 80 Por último, el revival new age que ha periodo centrado en las fechas de paso del observación con otro horizonte y una visi-
la vastedad y a la variedad de ejemplos (1987). a aquel original y que logra anotar el pro- complejo de monolitos en piedra, esculpi- 61 Una parte de la producción agrícola se asaltado el lugar, originariamente sagra- cenit. (1983: 49). Esta hipótesis, no veri - bilidaddiversa.
visibles en cada región del territorio inca 16 En quechua, recinto de oro. ceso de gradual y constante cambio del dos en modo que proyectan las sombras de vuelve tributo para el estado, pero otra es do, como meta de turismo paraespiritual cable también en Pisac, ya que la sumidad 113 La impresión de una forma insólita
han indagado en los orígenes de este fenó- 17 “las maravillas de esa casa eran tan in- paisaje en estas regiones. Este tipo de con- los rayos solares que golpean las piedras dedicada directamente al culto solar o al occidental, alejando aún más la huaca ori- destruida del edicio circular en torno al depende de la mirada occidental que ob-
meno, interrogándose sobre los modelos creíbles que no tendría el coraje de hablar ciencia ha animado a los constructores del en diversas horas del día y en diversas es- inca, como posiblemente en este caso. ginaria de un uso auténtico ceremonial. La Intihuatana no permite distinguir la posi - serva la planicación tratando de aplicar
sociales y urbanísticos, necesarios para de ello si todos los historiadores españoles pasado y anima todavía a las comunidades taciones. 62 Earls y Silverblatt (1981). misma progresiva desaparición de paccos ción de las ventanas, sin embargo permite una geometría que en los Andes siga reglas
generar en tan poco tiempo en un territorio no lo hubieran hecho ya” Garcilaso (gen, montañesas. Espinosa (2004). 48  Voz arcaica de Pisaq que designa un 63 Wright (2006) ha dedicado una mono- en el valle alto y bajo del Urubamba en la asociar la función de estructuras curvas a diferentes.
tan vasto un patrimonio arquitectónico y 1969 [1609]: 3, XX). 35  Guamán Poma de Ayala reere una pájaro de altura. grafía a la hidrología y a la ingeniería de primera década del 2000 es un índice sig- aquella de observatorios, como en el caso 114  Hyslop señala Rumichuco, Pam-
urbanístico similar. 18 “ El Coricancha era el más grande, ri-  jerarquía de tambo: ciudad y residencia 49  Los veintitrés edicios que componen Tipón. nicativo de la destrucción de las prácticas del Coricancha en Cusco. bamarca, Callo, Riobamba, Pomallacta
3 Véase el capítulo precedente, en particu- quísimo y muy renombrado templo que fue real, pueblo y tambo real, poblado y tam- el sector residencial responden a una ló- 64 El relieve de las canalizaciones entre el indígenas. 92  Conocido como Templo de la Luna, y Tomebamba. Hyslop (1990: 97, 166,
lar Wiracochapampa y Pikillacta. el más grande de todos estos reinos [...] bo  real, donde la población es estable. gica interna distributiva que mezcla la re- río Pukara y el río Coyawarkuna. 81 En quechua la “cima antigua”. Según según la tradición local se trata de un espa- 261-264, 296), Canziani indica al norte
4  Betanzos (1968 [1551]); Sarmiento  En toda España no he visto cosa compa- Mientras tambo  real y tambillo cuando gularidad de los conjuntos cercados con la 65 El célebre trabajo de Alcina (1976) ha Espinoza Galarza (gen, 1975:279) “la cio cóncavo femenino, correspondiente a de Quito Pasto, Huaca y Cayambe y entre
(1969 [1572]). rable a estas paredes y posicionamiento nos encontramos delante de estructuras curva del espacio disponible. formulado las premisas para conocer la mayor de las eminencias del cerro”. An- aquel convexo masculino (Angles Vargas Quito y Huancabamba Mulahalo, La Ta-
5 “  El Cusco en el ámbito de su Imperi o sin residentes jos y con funciones de 50  El área mide trescientos treinta por gles (1988:III 49) al contrario propone 1988: III, 91-97); la tipología de la unión cunga, Ambato, Mocha y Loja. El infor-

310 311
ARQUITECTURA
ANDINA
Noas

mador principal de esta región es Cieza. 134 Meyers (2007), Muñoz (2007: 255- serpiente la simbología del origen de la altas comprenden Chuquibamba, Atuen, aquellas pequeñas, inferiores a 1 Ha. Por destrucción del territorio. La Federación una vida profesional y permite identi - familia Arévalo, como Alonso del Río, que
Canziani (gen, 2009: 463). 261). vida. Su forma indica un eje cosmogónico Uchumarca,Bolívar,PircaPirca, ViraVira 1 m. de altura son las más abundantes y de Comunidades Nativas del río Corrien- car el origen de una enfermedad o de un ha adaptado en Taray, en el valle de Cusco,
115 Véase el capítulo 6. 135 El monolito se extiende por 200 m. en y su representación una dúplice escalera y Pakariska; los sitios del área oriental probablemente hospedaban edicaciones tes, FECONACO, desarrolla un servicio problema y su respectiva solución, hecha esta tipología en estructuras circulares en
116 Alcina (1978), Fresco (1984). dirección este oeste. helicoidal ascendente, típica de las escale- comprenden las zonas de Chilcos y del río (Eriksson, 2000: 210) de vigilancia territorial señalando perió- evidente por la bioquímica de las plantas adobe con una cubierta de 22 palos radia-
117 Idrovo (2000), Jamieson (2003). 136  Acuto censa diversos asentamien- ras chamánicas, de las lianas de las plantas Huaybaycu; el parque de Abiseo compren- 42 Barba (2003). dicamente los efectos producidos por la y por la respectiva armonías musicales ex- les espiraliformes.
118  El primero, conocido como Castillo, tos inca en Argentina y Chile: Shincal, psicotrópicas y del lenguaje codicado del de Pajatén y Los Pinchudos. González, 43 Pärssinen, Schaan, Ranzi (2009: 1084- extracción petrolífera y las consecuencias presadas a través de sus compuestos. En
repropone la forma de la arquitectura tra- Hualn, Watungasta, Potrero Chaquiago, ADN. Narby (gen, 1998) ha demostrado y León y Esquiroz (2002). 1095). en el paisaje. El impacto ambiental de esta ese sentido, el compuesto toquímico es
dicional Cañari, y es construido con plan- Potrero de Payogasta y Cortadera en el documentado el vínculo formal existente 21 Kauffman Doig (1993, 2003). 44  Marusi Castellan identica hasta 25 actividad se extiende a todas las áreas de inseparable de su expresión musical y así
ta ovaloide en torno a un aoramiento de noroeste de Argentina, Catarpe en el área que permite una comunicación entre con- 22  Church y Von Hagen (2008). Para grupos que siguen utilizando las malo- extracción desde mediados de los años ’60 es farmacológicamente entendido.
roca natural considerado sagrado por las de Atacama y Omaporco y Chuiago en el ciencia individual, celular e interespecies, Caserones véase Schjellerup (1997), cas como casa común multifuncional, no en toda la región andina amazónica, pero 71 Comercio aquí es entendido en la acep-
poblaciones locales. Frente al Castillo se altiplano de Potosí. Acuto (cap. 6, 2008: ligada por la común simbología de la ser- para Purunllaqta de Cheto Ruiz Barcelos sólo residenciales: Achual, Bora, Mayoru- sólo ahora comienza a ser documentado. ción de Metraux, que dene al chamán
encuentrauna cancha  múltiple, Pilaloma. 852-855). piente cósmica. (2004), para La Jalca Lerche (1986). na, Omagua, Orejón, Pioje, Sharanahua, El Instituto de Investigaciones de la Ama - “cualquier individuo que profesionalmen-
119  Hyslop identica directamente 18 si - 137 Ibídem. 12  Desde el nivel del mar hasta 900 23 Kauffman (gen, 2003), Narváez (1988, Urarina, Tikuna e Kugapakori con gru- zonía Peruana ha publicado la primera te y en el interés de la comunidad mantiene
tios en Argentina sólo en el área de Santa 138 Véase el capítulo precedente m.s.n.m. comprende una franja costera 1996a, 1996b) y Bradley (2008). pos familiares extendidos, Amarakaeri, diagnosis en 1995 (Gómez, 1998), un comercio con los espíritus, o es poseído
María, dejando suponer una presencia ca- 139 Ibídem. árida, una zona semiárida y llanuras con 24 La plataforma mide aproximadamente Huitoto, Iquito e Huachipaire con gru - 60 Además de estos la punta de la cubierta por ellos” (Narby y Huxley, 2001: 4).
pilar inca donde es posible establecer un vegetación xerofítica. Entre los 900 y los 500 x 60 m. y la muralla perimetral se ele- pos patrilineales, Bora dividida en clanes muestra la cabeza de un caimán o de una 72 El sitio originario tiene una conforma-
dominio económicamente signicativo. CAPÍTULO 8 2000 aparece el bosque húmedo tropical, va hasta 20 m. exogámicos, Cashibo Cacataibo en clanes tortuga, las vigas los huevos de pez, los ción cárstica muy similar a aquella de los
120  Ziolkowski y Belan (2001), Sobczyk con elevada pluviometría y vegetación que 25  El lugar es explorado por Nieto en patrilineales, Cashinahua y Yaminahua palos internos un tipo de vegetación (Des- cenotes mesoamericanos.
(2000), Espada Belmonte (2001: 77-78). 1 La paleoclimatología referida a datos alcanza los 30-40 m. Entre los 2000 y los 1843 y después por Raimondi, Bandelier con una estructura familiar dual, Cocama cola 1986: 119). 73 La parte alta del río Pachitea y aque-
El análisis de Espada revela el aporte inca palinológicos indica que en la Amazonía 3000 el clima se vuelve templado, con ve- en 1907, hasta Wiener (1884), Middendorf – Cocamilla y Culina con familias nuclea- 61 Wilbert (1981: 37-65). lla del río Ucayali en las proximidades de
como esencialmente urbanístico. la última glaciación no ha transformado getación montañesa. Superados los 3000 (1892), y Langeloy (1930), que consoli- res (Marussi Castellan: 45-50). La coloni- 62 Esta comparación tiene la nalidad de Yarinacocha han sido investigadas por La-
121 Esta hipótesis maestra cómo la persis- el ecosistema de la selva en sabana, sino m. hasta el límite de las nieves, a 4500 dan el uso como fortaleza. Bradley (2008) zación y el más reciente asedio occidental vericar la difusión de tipologías y mode - thrap, que ha encontrado ocupaciones de
tencia de un culto panandino impregne la que lo ha mantenido casi invariado, crean- m. el clima es del páramo, con vegetación reconsidera la función de la muralla, en han tenido más efecto en el cambio de las los cosmológicos al interior de un terri- época arcaica y formativa y ha sugerido un
región y venga en parte asimilada también do las condiciones para la biodiversidad baja adaptada a las temperaturas más rígi- favor de una reconstitución articial del estructuras residenciales que sobre aquel torio amazónico mucho más vasto que la modelo habitacional de la sierra a partir de
por el pensamiento inca (Ziolkowski y So- actual (Colinvaux, De Oliveira, Moreno das. Maíz, ahuyama, frijoles, batata, bana- volumen de las colinas. de las casas comunes. Sin embargo, en los dorsal oriental andina. la selva (Lathrap, 1968 y Santos Granero,
bczyk, 2009: 689) que mantiene el uso de Patiño, 1999 y Narby, com. per.) na y yuca se cultivan en los valles bajos; 26 Church dene las tierras bajas como casos en los que las malocas son reconoci- 63  Duque, Salazar y Castaño (2006) han 2004: 178). La parte baja en cambio aún
los oráculos. 2 La región aloja al menos 2.5 millones de arracacha, malanga, cañukia en los valles una fuente fundamental no sólo de recur- das como centros cultuales y ceremoniales analizado la comunidad de Saminashi, de no ha sido investigada.
122  El cercado de un espacio común al- especies de insectos, centenares de milla- intermedios; cebolla, ajos y papas en las sos naturales sino también de la farmaco- pueden ser intencionalmente extirpadas lo que han deducido los principios cons- 74 En asháninca “Mayantu”, espíritu del
rededor de estructuras que se abren en la res de plantas, de las cuales están clasica - partes altas. No sólo varían los productos pea de origen chamánico, valoradas como (Buchillet,2008). tructivos de tres tipos en los caracteres monte y del quechua “Yacu”, espíritu del
misma dirección es el primer paso hacia la das casi 40,000. Las otras clasicaciones cultivados a alturas diferentes, sino varían capital económico en época inca, al punto 45  Santos Granero describe la noción as- tipológicos de la tipología Kogi: Juzhi, la agua.
organización y después hacia el diseño de comprenden 3000 peces, 1300 pájaros, también los ciclos de siembra y cosecha, de explicar la insistencia inca por la ex- háninca del paisaje e identica al menos residencia, Kankurua, el espacio ceremo- 75  El edicio realizado sobre una abun -
un espacio urbano. casi 500 mamíferos y otros tantos anbios además de la rotación de los cultivos, re- pansión hacia la selva (Church y Von Ha- dos lugares, Cerro de la Sal – Pareni y nial colectivo y Nuhué, el templo de los danteempalizadaenmadera deshiwawaco
123 Hyslop (1984: 128-130). y casi 400 reptiles. Se estima que 1 km 2 glamento de todos estos parámetros dene gen, 2008: 917). Palmaso como centros ceremoniales: el mamo, los sacerdotes de la comunidad. y aguanomasha puede durar hasta 70 años;
124 Stanish (2003: 238-250). puede contener 75,000 tipos de árboles un equilibrio dinámico en el ecosistema 27 Church, (1994, 2008), Pimentel (1998). primero corresponde a un depósito de sal, Cada una de estas edicaciones posee una la cubierta en palma, en cambio, debe ser
125  Gasparini (gen, 1980: 152), Bauer y 150,000 especies de plantas superiores administrado por las comunidades indí- 28 Se trata de 26 edicios, de diámetro va - usado como mercancía de intercambio en- simbología diferente y reproduce una par- renovada cada 4 años.
(2008). (Lewinsohn y Prado, 1999; Morley, 2005) genas, hoy los Arhuaco (Wintukwa), los riable desde los 3 hasta los 14 m. tre diversos grupos indígenas y el segundo te de la cosmología Kogi. 76 En la visión el edicio aparece en un
126 Gasparini (gen, 1980: 259-264). 3  La cuenca amazónica actual cuenta Kogi (Kagaba) y los Wiwa (Arzario). El 29 Kauffman Doig (gen, 1993: 488-503). un templo que hospedaba cuatro estelas y 64  Reichel Dolmatoff nota el simbolismo paisaje verde perteneciente a una dimen-
127 Squier deja los primeros levantamien- con más de 300 lenguas pertenecientes a cuarto grupo, Kamokuanos, que junto con 30 Kauffman (gen, 1993) indica Ucaso, So- un espacio abierto circular. (2004: 100- de la cuatripartición de los telares Kogi sión celeste, donde tres individuos indican
tos, ortogonalizados, de Pilco Kayma y 20 familias diversas: se trata de la región los demás formaba una cuatripartición en lomal, Chipuric, Liej, Ulasa y Utibamba. 110). que identica no sólo las cuatro direccio - todas las malocas del pasado.
del complejo de Coati del sitio, que se ha más compleja del mundo actual (Dixon y la visión indígena del territorio, ha perdido 31 Almeida (cap. 6, 2004). 46 Serje (2003: 564) y Jacopin (1991) re- nes, sino también cuatro etnias que pue- 77 En quechua “hombre del agua”, es un
conservado sólo en parte (Squier, [1877] Aikhenwald, 1999). gran parte de su propia identidad cultural a 32 El área de Napo ha mantenido contactos conocen la concepción multifuncional de blan la sierra (1978: 8). delfín con atributos humanos que habita el
1974: sección Libresca en Flanco) 4 Flórez Páez (2009). causa del contacto con Occidente. con San Gabriel en Carchi, con Cumbayá la maloca de los Yukuna como Hugh Jones 65 Véase nota 12. mundo acuático junto con las sirenas.
128  El edicio comprende seis ingresos, 5 Hostnig y Carreño Collatupa (2006). 13 Giraldo Peláez (2009). y Guápulo en Pichincha; con Pimampiro (1985) con los Tukano. 66 Wilbert (1981: 37-70) analiza el simbo- 78 Se puede observar una progresión ver-
trece espacios internos regulares, con bó- 6 Ruiz Estrada (2009). 14  Aunque la sociedad Kogi esté bajo la en Imbabura y con Pillaro en la provincia 47 Marussi Castellan (2004: 183) ha ana- lismo de la maloca Yekuana, que a distan- tical en la estructura del edicio: la empa -
vedas en ménsula, hornacinas y 8 puertas 7 Flórez Páez (2009). protección del Tairona Heritage Trust y del Tungurahua. lizado y registrado 11 malocas entre Bo- cia de millares de kilómetros es fácilmente lizada inferior termina con un plano, co-
internas que forman una red compleja de 8  Las cosmovisones varían muchísimo se haya federado como Organización In - 33 Rostain (2006). ras, Ocainas y Witotos del río Ampiyacu comparable con aquel Kuna en Colombia, ronado por otra empalizada más rala, a su
recorridos. según la región e identican espacios y dígena Gonawindúa Tayrona, reuniendo 34 La secuencia habitacional de Huápula y Momón. o a aquel Shipibo en Perú. vez rematada por una rejilla blanca, a su
129 En quechua “fundación del Inca” Hys - mundos en diversos niveles, con diversos las comunidades de Arhuaco y Wiwa, las ocurre en cuatro fases, desde el 700 a.C. 48 Hugh Jones (1985: 78-93). 67  Esta imagen se puede leer también vez rematada por la cubierta.
lop (1984, 1990: 176-179), Coben (2006) habitantes, desde los Shawi o los Kogi que áreas deforestadas del río Don Diego están hasta el 1200 d.C. y desde el 700 d.C. 49 Área de hamacas, cocina, zonas fami- como aquella de cuatro serpientes mas- 79 Icaro, del quechua icaray, “sanar con el
su fundamentos tambinen conocidos como identican 9 mundos hasta los shipibos próximas a los asentamientos existentes y aproximadamente se realizan los primeros liares. culinas en torno a la anaconda femenina, humo” indica el canto polifónico ceremo-
Piso Pegón Plebe. que ven en el cielo una tierra superior, los las tierras por recuperar necesarias para la montículos. 50 En este caso los maguaré, tambores de como sucede en el acoplamiento de la nial que permite establecer una relación
130 Similares estructuras están presentes Kukama con cinco órdenes de cielos o los supervivencia de este pueblo aún son muy 35 Salazar (1998a) ha analizado el pri- aviso. especie amazónica Eunectes Murinus (Ri- con los espíritus de las plantas y de la sel-
en toda la región, en más de cien diversos Kichwa de Pastaza que indican 5 planos extensas. Desde la llegada de la coloni- mer levantamiento de Huápula de Porras 51 Chagnon (1977: 18-34). vas, 2005). va más en general. Cada tradición tiene su
asentamientos tienen la primaria función celestes. Véase el análisis comparativo de zación sólo el 12% de los 21,000 km 2. de (1987) y mapeado los diferentes asenta- 52  Arhem (2001: 123-153) nota que esta 68 La escalera central está también en la patrimonio, que es transmitido de maestro
de estibar los bienes producidos en la rica El Ojo Verde (2000). la Sierra Nevada se ha conservado como mientos en torno al río Upano, que indican articulación social es diversa de aquella cosmología Shipibo Conibo y está circun- a discípulo y originariamente dictado por
provincia de Qollasuyu, cuarto meridional 9  La mitología amazónica del mundo selva primaria y a causa de la interven- una sedimentada y densa actividad huma- del pueblo que se desarrolla sólo sucesiva- dada por el círculo sonoro de una serpiente la polifonía misma de la selva.
del Tahuantinsuyu. acuático es riquísima: sirenas,  yacurunas, ción occidental está en curso un proceso na en el valle. mente en la organización del espacio. generadora del mundo; el mundo acuático 80 A diferencia de la tradición asháninca
131  El aula mide veintiséis por setenta y chullachaquis, pero también animales más de “sabanización” del paisaje. Si a ello se 36 Véase el capítulo 6: Tulipe y la Eme- 53 Goldman (1979). en torno a al anaconda cósmica es el ele- del río Ucayali, aquella shipibo transfor-
ocho metros, cuyo frente principal abre fácilmente reconocibles como delnes, agregan cinco siglos de invasión, guerra, renciana. 54 Franky (2006: 202), Mora Camargo mento central de los mitos de origen en la ma las melodías en un vasto repertorio
doce estrechas aberturas intercaladas de cangrejos, peces y sobretodo la anaconda, colonia y saqueo junto con recientes fenó- 37 Bouchard, Fuentes y López (2006: 242- (2006). amazonía. Los asháninca, por ejemplo, lo iconográco, registrado como una escri -
trece ventanas. La pared trasera, más alta, o  yacumama, el depredador uvial cono- menos de guerrilla y narcotráco, es difícil 256) ha identicado en Japoto, en la costa 55  Tres parejas de palos son identicadas identican en la serpiente de agua “Nija tura musical sobre telas, paneles y otras
alberga cuarenta y cuatro hornacinas semi- cido por su función creadora, destructora comprender con qué tenacidad la sociedad central de la provincia de Manabí una serie como jaguares rojos que desarrollan la rety chey bey maranki”; los Shipibo lo supercies. Esta técnica, declaradamente
trapezoidales. De la cima de la pared di- y regenerativa, protagonista de casi toda Tairona-Kogi haya logrado defender su de tolas que demuestran el uso invasivo de función de guardianes del sitio. Estos son ven vibrar en círculo alrededor de la tierra, asociada a las visiones de las plantas ce-
rigida al sureste, con cuatro grandes ven- cosmogonía amazónica. A menudo la con- propia identidad cultural. Cavelier et al esta tipología en un periodo intermedio superados por una doble viga con travesa- generando la armonía originaria del mun- remoniales, es conocida como Kené. Los
tanas sobre diez hornacinas, vestigios de frontación entre animales del reino acuá- (1998). tardío, hasta la conquista inca. ños, como una escalera horizontal, conce- do. (Roe, 1982, 1985; Bertrand Ricoveri, icaros pintados de Mayantuyacu han sido
adobe indican señalan que la masa lítica tico con aquel de la selva se resuelve a 15 Cavidad Camargo y Groot de Mahecha 38 Rostain (2006: 337-346). bida para formar un eje cósmico (Reichel 2005). Véase también la nota 11. realizados por la familia shipibo de Jobita
no superaba en altura los diez metros. desventaja de este último (Descola, 1994: (1987), Lleras (1987), Serje (1985) han 39 Moxos o Tierra baja de Mojos, Erick- Dolmatoff, 1971: 106). 69 Las informaciones relativas a la malora Urquía.
132 La dicultad el colocar Incallacta en 94-95). realizado excavaciones y restauración del son (2000), Calandra y Salceda (2004: 56 Reichel Dolmatoff identica también son extraídas de dos entrevistas con Juan 81 Las informaciones sobre la maloca son
una categoría depende quizás del hecho 10  La simplicidad formal de muchas ex- área. Giraldo Peláez (2009) ha investigado 155-163),Barba(2003). el simbolismo de la tortuga, de las águilas Flores Salazar (2008, 2009) y por dos re- extraídas de una entrevista con Herlinda
que las fundaciones inca en el proceso presiones de la cultura material cela una el sitio en el 2006, reconstruyendo una se- 40  Los Moxo, los Bauré, los Cayuvava externas al edicio y de espíritus protecto- lieves en el sitio de Mayantuyacu. Agustín (2009) en San Francisco de Yari-
expansivo han afrontado las realidades concepción muy estructurada de la reali- cuencia de la planicación arquitectónica y Chapacura (Calandra y Salceda 2004: res de todo el sistema (Reichel Dolmatoff, 70  Este término asháninca indica las ac- nacocha.
locales con estrategias siempre diversas y dad, al punto de no encontrar un reejo y parte del desarrollo urbano. 156). 1996: 45-58). tividades médicas y de cura realizadas 82 Además de Belaúnde (2009), que ha
a veces combinadas: en algunos casos la signicativo en el plano representativo. 16 Reichel Dolmatoff (1978b). 41  Aproximadamente 2-300 lomas gran- 57 Trupp (1984: 126-127). a través del suministro de plantas, la co- estudiado a los Kene, Anne Sanders ha
fundación es principalmente administra- Reichel Dolmatoff la evidencia en los 17 La Sierra Nevada comprende hasta 35 des ocupan varias hectáreas y se levantan 58 Descola reconoce una topografía sim- municación con los espíritus de la selva realizado el documental “ The woven songs
tiva, en otros es también residencial, en Kogi (1978: 8-10) pero se trata de una ca- cuencas hidrográcas diversas que se ra - hasta 8 m. de altura y son ubicadas a lo bólica de la maloca residencial Ashuar y la progresiva adquisición de una visión of the Amazon” (2006).
otros militar, en otros un emblema político racterística común a muchos pueblos, en mican en tres vertientes. largo del curso de los ríos como el río Ma- (1986: 118-125). de la realidad más profunda y vasta a un 83 Esta tipología ha tenido suerte en la
y religioso, en otros un neosantuario. algunos casos la riqueza de lo invisible es 18 Giraldo Peláez (2009). moré; aquellas medianas ocupan 1.2 Ha. 59 El pueblo Ashuar, con aquel Shuar ha tiempo, capaz de coligar causas y efectos construcción de malocas en el área andi-
133 Hyslop (1990: 121-125). tal que no es fácilmente representable. 19 Lleras (1987). por 1-3 m. de altura y se encuentran en el conocido de cerca el proceso de reciente no perceptibles por otros. Tal capacidad es na, en la sierra, por parte de alumnos de la
11 La tradición amazónica reconoce en la 20  En particular los sitios de las zonas área forestal, produciendo islas de bosque; adquirida lentamente en el curso de toda

312 313
Índice de nombres y lugares Índice de nombres y lugares

Aconcagua 30, 302 (292), (295), (296), 302, 306, 307, Chinchaysuyu 227, 310 frons (etimo 284), 303 (300), 312 La Fortaleza 145, 308 Mariscal 209 Pampa de los Incas 141, 144, Raimondi, Antonio 120, 306,312 Snodgrass, Adrian 43, 302
Aconquija 65, 226, 249, 250 308, 309, 310, 311, 312 Chinchero 26, 27, 66, 226, 249, Fuerte Quemado 249 Huaraz 187 203 La Galgada 63, 110, 114, (115), Mateo Salado 158, (290), 308 (290), (291), 307 Ranchería 174, (290) Socapampa187
Acuchimay 200 Qhapac Ñan 226, 227,( 297), 301 (297), 302 Galiman 187 Huari 15, 42, 202, 203, 209, (295) (288) Maucallacta 249, (297), (299) Pampa del Gentil 165 Raqchi 164, 234, (236 - 237), solea 53, (284), 301
Agua Tapada 117 Carajia 264 Chiripa (190), 191-192, 196, (294), Galindo 134, 144, 145, 158, Huaricoto 114,(115), (288), (289) La Gallera 263 Mikeš, Vladimir 34 Pampa del Ingenio 170 (297), (298) solum (284), 303
Aguada, cultura de 209 Caral 14, 58, 62, 63, 81, 92, (93), 309 (290), (292), 305, 307 Huaros 207 La Huerta 209, (296) Milagro di San José 50 Pampa Grande 134, 144, 145, Recuay, época 15, 20, 63, 67, Soqos 128
Aja 165, 306 96, (97), 99, 100, 101, 111, 114, Chiu Chiu 207 Gallinazo, grupo 134, 135, 138, Huarpa 63, 200, 202 La Joya 191 Milagro Quevedo 184, 327 (149), (290), 307 187-188, (189), 200, 203, 212, Soto 102, (103), 165, (285), (287), 306
Alberti, Leon Battista 72, 304 280, (285), (286), 303, Chococota 102, (285), 306 (290), (291) Huarpa, cultura 200, 202, 310 La Merced 146 Mina Perdida (64), 100, (285), Pampa Rosario 96 258, 281, 306, 310 Suchuna 224, 250
Alto del Molino 165 Caranqui 184, 187, (294) Chontay 165, (290) Garagay 62, (64), 81, 96, 100, Huatanay 202, 219, 222 La Muña 172, (290), (293) 305, 306 Pañamarca 144, (290), (292), 307 ReichelDolmatoff,Gerardo270, Supe (64), 96, (97), 99, 305
Alto Salaverry (285) Caraz 117 Chopijirca 188 (285), (287), 305, 306 Huaura (64), 96, 123, 305 La Muralla 249 Minchancaman308 Panaqas 219, 222, 301 302, 303, 308, 312, 313 Suyu 222, 301
Amarullu 232 Cardal 42, (64),81, 96, 100, 101, Choquesuysuy 238, (297), (298) Garcilaso de La Vega, el Inca Huayna Picchu (242-243), 245, 311 La Raya 146 Miraya 96 Pancha la Huaca 158, (290) Reindel, Markus 144, (293),307 Tacaynamo 150
Andenes 224, 227, 229, 232, (233), (285),( 287), 303, 305, 306, 307 Choro, Camino del 30 193, 219, 222, 238, 303, 309, 310 Huaynuná 87, 114, (285), 304 La Rinconada 207, (294), (296) Misimay 38, (39) ,42 Paracas 39, 81, 101, 102, 165, Reque, rio 84 Ta 62, 207, 208, (210 - 211), (294)
234, 238, (239), 241, 245, 252, Cardones 207 Chuchio 102, (285) Gartner, William 35, 302 Huaytará 248 La Tolita 184, (294), (295) Mito, tradizione 58, 63, 111, 114 173, 174, 302, 306, 308 Revash259,263,264,266,(267),(300) Tafuri, Manfredo 72, 303
301, 311 Caringa de Huarochiri 246 Chucura 30 Gasparini, Graziano 66, (219), Huayurí (2 90), 308 La Uva 155, (290), 308 Moche, cultura, 20, (44), 57, 58, Paramonga 160, 246, 248, (247), Rick, John 123, (122), 126, 307 Tahuantinsuyu (216-217), 218,
Ánimas Altas (285) Carmen, época 165, 308 Chupacigarro 14, 96, 305 (223), 224, (228), (250), (298), Huchuy Balcón 202 Lambayeque, sociedad 57, 67, 62, 63, 67, 81, 84, 90, 92, 96, 134- (290), (297), 311 Rimac (64), 96, 100, 155, 157, 219, 224, 226, 227, 230, 252,
αντι, 56, 283 Carrion Cachot, Rebecca 119, Chupaychu 35 (299), 302, 303, 310, 311, 312 Huerequeque(285) 81, 145, 146, 149, 150, 174, 187, 135, 138, 141, 144, 145, 146, 149, Paredones 248, (297) 158, 308 310, 312
Antisuyu 227 (297), 306, 310 Churquihuasi 209 Gran Chimu 150, 308 Huila 180 281, 307, 308 150, 155, 160, 174, 187, 280, 281, Pareni 268, 313 Rincon Rio 207 Tairona 35, 259, 262, 271, 312
Azangaro(295) Casa Vieja 266 Cieza de Leon, Pedro 160, 193, Hanan 52, 58, 63, 99, 101, 111, Humbolt, corriente de 27, 80, 301 Lambayeque, valle di 81, 84, 301, 303, 304, 307, 309, 310, 311 Pasaka 191 Rinconada 207, (294), (296) Tambo Colorado 65-66, 175,
Aqo Wayqo 203 Caserón 188,263, 312 306, 308, 309, 310 219, 222, 226, 227, 232, 238, 241, hurin 52, 63, 99, 101, 111, 219, 120, 145, (147), 203, 304, 308 Moche, región de, 92, 135, 141, Pashash 188, (294) Rio Grande 81, 102, 165, 170, 209 226, 246, (247), 248, (297), (298)
Arak’ama 234 Casma 14, 86, 92, 96, 87,92, 96, Coati 250, (251), 312 245, 249, 250, 301, 303, 310, 311 222, 224, 226, 227, 232, 238, Lancho Rojas, Josué 165, 306 146,150, 307 Patacancha 232, 311 Rio Muerto 198 Tambo de Mora 102, 173, 174,
Arenal 304 101, 123, 155, 304, 305 Cobo, Bernabé 160, 193, 222, Hatun Cañar 248 241, 245, 249, 250, 301, 303, 310 Las Haldas 62, 87, 90, (285), Mocollope 141, (290), 307 Patahuasi 111 Rodadero 224 (285), (290)
Arguedas, José Maria, 18, 52, 303 Castilla 100 308, 309, 310 Hatunrumiyoc 18, 19 Ica 306 (286), 303, 304 Monjachayoc 202 Patallacta 229, 232, (297), (298), 310 Rostworowski De Diez Canseco, Tambotoco 241
Armatambo 158, (290) Catamarca 209, 249 Collasuyu 227, 310, Honcopampa 188, 203, (294), (295) Ica Chincha 200, 306 Las Huacas 174, (290) Moquegua 198, 203 Pativilca 101, 248 Maria 159, 302, 308, 309, 310 Tastil 62, 207, (294), (296)
Aspero 81, 87, 96, 101, (285), Catarpe 312 Collata 203 Huaca Alvarado 102, 165, (285) Inca Roca 18 Las Trancas 165, 306 Moraduchayuc202 Paucamarca 224 Rowe, John 15, 224, 306, 307, Tauri Chumbi 165
(286), 304 Cauca, valle del 180 Collipuemo249 Huaca Cao 42, (54), 63, 138, 141, inca Tupac Yupanqui 308, 311 Lasana 248 Moray (232), 234 Paucartambo35 309, 310 Tawantinsuyu66
Astomarca207 Cavinahua 266 Collud 84, 92, 145, (285), 304, 307 170, (290), (291), 307 Inca Yupanqui 246 Lavapatas 181, (185), 224, (294) Morrope 144 Pavimentum 56, (284) Rumichuco 6 6, 226, 312 Tayapucru 188
Aucapata 200 Ceques 38, (39), 42, 219, 222, Conchucos 123, 188 Huaca China 144, (290) Incallacta (66), 226, 248, 249, (251) Layzón 110, (116), 117, 119, (288) Moxeque 63, 81, 87, (88-89), 90, Pelos lllll (284) Rumicolca 224 Tello, Julio 87, 90, 111, 123, 165,
Aveni, Anthony 38, 248, 302, 224, 226, 241,249, 252, 301,310 Condorcerro 92 Huaca Chotuna 150, (290), Incahuasi 246, 248, 249, (297), (299) Lévi-Strauss 30, 302, 303 92, 280, (285), (286) Peña 266 Rykwert, Josef 72, 304 304-308
307, 312 Cerrillos 102, (285), (287) Consonni, Giancarlo 4, 34, 72, Huaca Concha 157 Ingapirca 248, 281, (297), (299) Lima 120, 155, 157, 158, 159, Moxos 259, 266, (300), 312 Phuyupatamarca 238, (297), (298) S. Domingo, templo católico de Teyuna (260), (261), 262, (300)
Ayacucho 128, 170, 200, 202, 229 Cerro Azul 246 302, 304, 314 Huaca Cortada 86, 138, 146, (290) Intihuatana 229, 241, 245, 250, (161-164), 307, 308 Muyucmarca224 Pica de Tarapacá 209 (22-23) 224 Tiahuanaco 15, 20, 42, (54), 58,
Ayllu 35, 191, 209, 212, 219, 301 Cerro Baul 15, 203, 263, (294), Copacabana 155, 192, 250, Huaca Corte 146 311, 312 Lima, cultura 155, 157, 158, 159, Narby, Jeremy 43, 302, 312, 313 Piedra Parada 101, (285) Sahuite, piedra de 232, 250 (297) (59), 62, 67, 100, 120, 123, 191,
Aymara 58, 67, 198, 249, 301, (296), 309 (290), 309 Huaca de la Cruz 87, 96, (285), Iquitos 275 174, (290), 304, 308 Nasca 20, 39, (39), 42, (44), 56, 58, Pilco Kayma 249, (250), 312 Salar de Atacama 207 192, 193, (193), 196, 197, 198,
302, 303 Cerro Blanco, sierra 119, 120, Corderas Alto e Bajo 252 Huaca de la Luna 46, 58, 81, Iskanwaya 200, (294) Limen, lllll 53, (284) 62, 67, 81, 99, 102, 104, 145, 165, Piruru 63, 111, 114, (288), (289) Salinas de Chao 62, 63, 81, (86), 200, 203, 207, 212, 218, 241,
Azuay 128 138, (285), (288) Corisolgona 117 134, 135,138, 141, 144, 145, 146, Izumi 111 Litardo 174, (290) 170, 172, 173, 174, 200, 248, 302, Pisac (228), 229, 232, 245, 252, 87, 101, (285), 303, 304 249, 250, 281, (294), (295), 301,
Bachtin, Mickail 43, 302 Cerro Blanco, moche 135, 138 Cosanga Pillaro 184, 264, (294), 280, (291), 301, 307  Jacobs 101, 306 Llactas 219, 227, 238, 301 303, 304, 305, 306, 308, 309, 311 (297), 310, 311 Salta 207, 209 304, 306, 309
Balcon de Judas 188 Cerro Chena 249 Cotawasi, valle di 203 Huaca de los Chinos 96, (285)  Janca (31), 301 Llika, valle di 200 Ñawinpuquio 63, 200, (294), 310 Pisaqui 187 Samaipata 249, 252, (297) - Akapana 193, (193), 196, 197,
Bandolista 234, 311 Cerro Culebra 155, (159), (290), 308, Cruzpata 111 Huaca de los Idolos 96, 305  Jatungaga 188, (295) Loa 207 Naylamp 149 Pisco 102, 165, 248 San Agustín 62, 180, 181, 184, 198, 250
Bandurrias 96 Cerro de la Sal 268, 313 Cuelap, 259, 263, (265) Huaca de los Reyes 57, 62, 81,  Jequetepeque 92, 101, 119, 145, Loma dans le Chaco 264 Nevado de Aconquija 249, 250 Pisquillo 158, 165, (290) (185) 212, 224, 258, 281, (294) - Bennett, monolithe 196, 198,
Batán Grande 146, (151), (290) Cerro Gentil 102, 306 Cuenca 42, 207, (91), 92, 101, 117, 119, (285) 146, 150, 305, 307 Loma Rica de Shiquimil 207 Ocaina 268, (300), 313 Pikillacta 188, 200, 202, 203, -Alto de Los Idolos 181, (294) (199), 307, 309
Batanes 249 Cerro Mayal 141, (290) Cuenca del Rio Salado 207, 250 Huaca de los Sacricios 96  Jincamocco 203 Los Gavilanes 86, (285), 304 lllll (284) 246, (294) -Mesitas 181 - Kalasasaya 120, 196, 197, 198,
Benitez, Leonardo 196, (295), 309 Cerro Obrero 92 Cumbemayo, 58, 117, (118), 119, Huaca del Dragón (47), 150, 156,  Jujuy 209, (294) Los Molinos (290), 308 llll (284) Piuray 26 Sancho de la Hoz, Pedro 219 306, 309
Bilcapara209 Cerro Trinidad 155, (290), 308, 280, (288) (290)  Jumana 308 Los Pinchudos 264, 312 Olan 8, 30, 84, 263, 264 Pizarro, Hernando 159 San Francisco de Yarinacocha - Kantatallita 196, 198, 309
Bingham, Hiram 232, 241, 311 Ch’isi 192 Cuntisuyu 227,310 Huaca del Sol 135, 138, 141,  Junin 229 Lucre 202 Ollantaytambo (12-13), 14, 58, Playa Grande 155, (290), 308 275, 313 - Puma Punku 196, 198, (295), 309
Bonnier, Elizabeth 114, (289), 306 Chachabamba,238,(297) Cupisnique 84, 100, 128, 146, 145, 187, (290), (291), 307 Kallanka 62, 66, (66), 68, 200, Lumbreras, Luis Guillermo 123, (59), (66), 74, (75), 229, (230-231), Playa Santa Rosa 155 San Jose de Moro 134, 144,145, - Putuni 196, 197, 198
Bora 268, 270, (300), 313 Chachapoya , (65), 263, 264 306, 307 Huaca el Higo 150 203, 209, 226, 227, 248, 249, 126, 305, 307, 309, 311 232, (233), 234, 246, 249, 250, PonceSangines,Carlos196,(295),309 (290), 307 -Templete Semisubterráneo 192,
Bray 184, 187, 309 Chachapoyas 63, 263, 264 Curahuasi 224 Huaca Estrella 165, (290) 250, 281, 309 luminaris 53, (284) 252, (297), 302, 310, 311 Poro Poro 120, (288), (289) San Luis 212 (193), 196, 197, (295), 309
Buenavista, rio 184 Chagua 252 Cusco 18, 19, 20, (36), 38, (39), Huaca Guavalito 96 Kallankas 66, 203, 226, 227, 248, Lurihuasi 96 Omo 198, 203 Portachuelo 102 San Pablo 102, (285), (287) Tiayiui 229
Burger, Richard 114, 123, (287), Chan Chan 63, 81, 146, 150, 42, 66, 202, 218, 219 (219), 222, Huaca La Palma 157, 252, 301, 310 Lurín (64), 100, 157, 165, 304, 308 Onuki, Yosho 119, 120 Potremo de Payogasta 66, 226 San Pedro 174, 207, (290), 310 Tierradentro, 180, 181, 184. (182-
(289), (291), 302, 303, 304, 305, (151), (154), 155, (156), 158, 160, 224, 226, 227, 229, 232, 241, , Huaca las Conchas 150 Kamiare 212 Macará 188 Oreci, Giuseppe 170, 302, 308, Pucallpa 52, 275, 304 San Pedro, altiplano de 207 183), 184, (185), 258, 281, (294)
306, 311 (175), 281, (290) 248, 249, 281, 301, 302, 308, Huaca Limay 102, (285) Kampto, llllll 53, 284 Machu Picchu 9, (10), (11), 14, 309 Pucara 128,(190), 191, 192, 196, Santa Ana La Florida 184 Tierras Blancas 165, 306
Buritaca 259, (260), (261), 262, (300) Bandelier 150, 308 310, 313 Huaca Loma 110, (288), 306 Karajia 263 15, 53, (60-61),(69), 123, 229, 232, Oroncota 249 209, 248, (297), 311 Santa Apolonia 117 Tilocalar 207
Caballo Muerto 145, (285), 305 Gran Chimu 308 Huacaypata 222, 310 Huaca Lucía (91), 92, (285), 305 Karwa 102, (285) 234, 238, (239) , (240), 241, (244), Otavalo 187 Pucara Rumicucho (297) Santa Delia 207 Tinyash 188, (294)
Cabreria 209 Tschudi (156) Coricancha (21-23), 219, 222, Huaca Oro 146 Kauffmann Doig, Federico, 123 246, 252, 281, (297), 302, 310 Pacatnamú 15,145, 149, (290), 307 Pucara de Tilkara 209, (294) Santa Rosa 102 (huaca), 155 Tipón 234, (235), 311
Caceda Guillen, Daniel 96 Uhle150,159 (223), 224, 226, 252, 310, 311 Huaca Partida 102 Kelkaña 191 Aposento de la Nusta 245 Pachacamac 15, 20, 57, (65), 67, Pueblito 262, 263 (playa), 266 Titicaca 35, 67, 188, 191, 192,
Cahuachi 15, 42, 67, 123, 165, Velarde 150, 308 Cusipata 222, 310 Huaca Prieta 81, 84, 86, 138, Kello, lllll 57, (284) Huayna Picchu 241, (240), 245 81, 87, 100, 123, 155, 157, 158, Pueblo Viejo de Lurin 100, (297), 306 Santos Granero, Fernando 34, 203, 207, 209, 212, 249, 250,
(166-169), 170, (171), 172, 173, Chancay (64), 96, 120, 134, 146, Saqsahuaman 63, (223) (285), 304, 307 Kembel 123, 307 Intihuatana 229, 241, 245, 246, 159, 160, (161-164), 164, 170, Pueblo Viejo de Tucute 209, (294), 302, 313 252, 301
(173), (175), 198, 281, (290), (293), 155, 157, 158, (290), 305, 307, 308 Cusichaca232 Huaca Pucllana 155, 157, (159), Kenko 224, 250, 252 252, 310 173, 174,187, 193, 241, 246, Pukara 42, 62, 187, 192, 209, Sayacmarca 238, (298) Titicaca Desaguadero 191, 192
303, 306, 307 Chanquillo (91), (93), 96, Cuyo 158 , (290), 306 (290) Keta-Kara 209 Mausoleo 15, 245, 246, 259 248, 281, (290), (293), (297), 303, (294), 309, 311 Schneider, Marius 46, 303 Tizal 87, (285)
Escalonado (171), (173) 144,187, (285) Dos Cabezas 144, 145, (290) Huaca Rajada 134, 144, (290) Khonkho Wankane 192, (295) Temple du Prêtre 327 !!!245 304, 308 Pukara de Turi (294) Schreiber, Katharina 165, 306, Toconce - Mallku 207
Gran Piramide 170, 172 Chavín de Huantar (54), 62, 67, Dos Palmas 165, (290) Huaca Rodillona 146 Killke 218 Temple Principal 327 !!!245 -Acllahuasi 160, 165, 249, 308, Pukaras 187, 248, 252 308, 309 Tomebamba 66, 226, 248, (297),
Gran Templo 170, 172, 308 92, 101, 110, 117, 120, (122), Echenique 198 Huaca San Marcos 157 Kogi 35, 42, 259, 262, 263, 270, Temple des trois Fenêtres 310, 311 Pule, llll (284) Sechín 46, 62, 81, 84, (86), 87, 310, 312
Cajamarca 117, 119, 150, 207, (288), 304 El Brujo 46, 63, 81, 86, 134, 135, Huaca Santa Inés 165, (290) 271, (300), 302, 312, 313 327 !!!245 -Adobitos 159, 308 Pulpituchayoc, tempio di 232 90, 92, 96, 104, (285), (286), 303, Torata Alta 249
227, 280, 307, 310 El Castillo (122) ,123, 126 138, 144, 145,146, 280, (290), Huaca Santa Rosa 102 Kolguitín117 Torréon 238, 245, 263, 302, 311 -Plaza de los Peregrinos 159, 164 Pumacoto 207 304, 307 Tucuman 207, 209
Cajamarquilla 15, 155, 157, 158, Galería Hipogeas 123, 126 (291), 301, 307 Huaca Tambo de Mora 102 Kotosh 58, 63, 110, 111, (112), Mackey, Carol 307 -Templo del Sol 159, 160, 164, Pumpu 15, 66, 229, 248, (297), 310 Sechín Alto 62, 87, 90, 96, (285), (286) Túcume (75), 146, 149, 150,
(290), (293), 308 Laberinto 126, 159, 308 El Chiaro 30 Huaca Toledo 150 (113), 114, (115), (288) Magdalena Alto de, Magdalena 245, 248, (293), 308 Punkurí (91), 92, (285) Sechín Bajo 62, (86), 90, (105- (151), 170, (290)
Callejon de Huaylas 114, 188 Lanzón 123, 126, 128 El Niño, corrente 80, 101, 145, Huaca Tres Palos 157 Kubler, George 72 rio 180, 181 -Templo Pintado 159 Puno 191, 258 107), (285), (286), 303 -Huaca Balsa 146
Cañari 184, 248, 252, 308, 312 Chavin, cultura 86, 90, 258 158, 304, 307 Huacaloma 280, (288) Kuniare 207 Mayta Capac (cuarto Inca) 193 -Templo Viejo 159, 307, 308 Puppi, Lionello 9, 72, 304 Seki, Yuji (116), 117, 306 -Huaca Larga 146,
Cancha 62, 63, 65, 66, (66), 68, Chayhuac 150, (290), 308 El Oro 184 Huacramarca 188 Kuntur wasi 62, 110, 119, 120, Makowski, Kryzstof 68, 302, 304, -Urpi Wachac 159 puquio 165, 308 Shady, Ruth 96, 99, (286), 305 -Templo de la Piedra sagrada 146
150, 155, 164, 173, 188, 191, Chakana, 58, (59), 119, 128,197, El Paraiso 63, (98), 99, 100,101, Hualfìn 250, 312 (120), (121), 191, 258, (288), 305 306, 309 Pachacutec 38, 218, 219, 222, Puquio 170, 301 Shillacoto 111, 114, (288) Tucute du Rio Negro 209
200, 202, 203, 207, 219, 224, 234, 250, 280, 301,303, 306 (285), (287), 305, 306 Huallanga 114 La Barca 191 Mallku Pukara 192 224, 226, 248, 302 Puruchuco 155, 158, 160, (290), Shimada, Izumi 15, (91), (149), Tulan 207, (294), (296)
226, 229, 232, 234, 238, 245, Chen Chen 198 Eliade, Mircea 43, 302, 303 Huamachuco 202, 203, 310 La Centinela 173, 174, 246, Manchán 155, (291) Pacopampa (116), 117, (288), (289) 160, (290), (292) (151), (292), 305, 307, 308 Tulipe (186), (294), 312
246, (247), 248, 249, 250, 281, Cheqo Wasi 202 epi, επι (284) Huamanga 202 (290), (293), (297) Manchay (64), 96,100,305 Pajaten 259, 263, 264, (265), 276, Purulen (91), 92, 110, 117, (286), 305 Shincal 66, 226, 249, 250, (297), Tulor 63, 207, (208), 209, (294), 310
301, 308, 309, 310, 311, 312 Chillón (64), 100, 155, 157, 305, Era de Pando 96 Huancaco 141, (290), (291), 307 La colina de la Capilla 188 Manco Capac 222 (277-79), (300), 312 Purús 266 (299), 312 Tumshukaico 117, (288), (289)
Cañete 165, 246 308 Espinosa, Riccardo 226, 310 Huancayo 203 La Copa 119, (288) Manzano 100 Pallka (93), 92, (285), (286) Qalasaya 192 Shipibo 35, (36), 46, (269), (274), Tunanmarca 207
Canta 207 Chimor 20, 149, 248, 307 Estete, Miguel de 159, 308 Huantar (55), 62, 67, 92, 101, La Cumbe, Chincha 102, 173, Marabamba 111 Palmaso 268, 313 Qaluyu, cultura 192 275, (300), 312, 313 Turi 207, (208), 249, 252, (297) (299)
Cantamarca 207, (294) Chimu (45), 81, 145, 146, 149, Farfán 63, 150, (290), (292), 308, 310 110, 117, 120, (122), (288), 304 174, (285), (290), 308 Maranga 155, 157, 158, 160, (290), Palpa 39, 172, 173, 302, 308 Q’eros 35, 302 Sierra Nevada de Santa Marta Udima,Ver Poro Poro
Cantayoc308 150, 155, 187, 200 Flores Salazar, Juan 4, 275, 313 Huanuco 66, 111, 226, 227, (228), La Cumbre, canale 150 (293), 308 Pambamarca 248, 311, 312 Quebrada de Huamanca 209 30, 35, 42, 259, 270, 308 Ungará 246, 311
Canziani, José 15, (91), 102, Chincha, 102, 165, 173, 246, 306 Focillon, Henry 72, 303, 304 241, 249, 281, 310 La Emerenciana 184 Marañon 35, 111, 123, 306 Pampa de Caña 92 Queyash 188 Sillustani 249, (297) Urcuqui 187
(103), 134, 135, 138, 149, 150, Chincha, cultura 81, 173 fotos φοτος (284) Huánuco Pampa 15, (66), 227, 248 La Florida 63, (64), 81, 96, 100, Maras 35, (36),111, 234 Pampa de Las Flores 165, (290), 308 Quimsachata 192, 196, 198 Sipán 144, 145, (290), (292), 307 Urton, Gary 38, (39), 42, 248,
165, (201), (219), (287), (291), Chinchawas 188, (294), (295) Franco Jordan, Regulo 4, 302 Huápula 259, 264, 266, 270, 101, (285), (287), 305 Marcahuamachuco 203 Pampa de Las Llamas -Moxeque 90 Quito 42, 184, 226, 248, 312 Sipán, Seigneur de 144 302, 303, 307, 311

326 327
Urubamba (39), 42, 229, 232,
238, 311
ushnu 58, 62, 65, (66), 66, 159,
164, 219, 226, 227, 229, 246,
248, 249, 250, 252, 281, 301
Ushnujirca 188
Valdivia, epoque 184
Valle Sagrado 229, 252
Vegachayoq 202, (296)
Ventana o Puerta de las Sierpes 245
Ventarrón 42, 58, 81, (82-83), 84,
86, 145, 280, (285), 304, 306, 307
Ventilla (290), 308
ventus 57, (284)
vertere 56, (284), 303
Vía Rea 226
Vilcamayu o Vilcanota, valle de
202, 232, 234, 238
Vilcanota 232
Vilcashuamán 66, 226, (299), 252,
(297), 310
Villanueva , Juan (116), 117
Vira Vira 263, 312
Vitcos 241
Vranich, Alexei (193), 196, 197, 309
Walum 188
Wankane 192, (295)
Wankarani, época 191, 192, 207,
(294), (295)
Wari, culture 20, 68, 81, 135,
155, 157, 158, 188, 198, 200,
202, 203, (206), 207, 209, 212,
218, 226, 246, 281, (290), (294),
308, 309, 310
Wari, sitio: ver Huari
Wariwillka 203, (206), 207
Willkawain 203, (204-206)
Wiñaywaina 238
Wiracocha 164, (298), 309, 310
Wiracocha Raqchi, ver Raqchi
Wiracochapampa 42, 188, 202, 203,
246, (294), (295), (297), 309, 310
Yacha 35
Yalape 263
Yanacaca 232, 311
Yayamama, época 191, 192, 196,
258
Yayno 188, (189), (294), 310
Ychsma (161-163)
Yocavil 207
Yuquipa 266
Zaña 14, 92, 305
Zarpán 86, (285), 304
Ziolkowski, Mariusz (299), 302,
303, 304, 307, 309, 312
Zuidema, Tom 38, (39), 302,
303, 310
Zuleta 184, 309

328

También podría gustarte