CUANDO LOS ADORADORES MINISTRAN

” Dios guía a aquellos que son servidores escuchando su voz y cumpliendo su

propósito”

 Dios está en todas partes, pero le agrada la compañía de los verdaderos

adoradores, personas que se rinden por completo a su presencia. Está en
todo lugar, pero se manifiesta donde hay un altar, es decir donde hay una
persona que edifica con su vida un lugar de sacrificio para el señor.

¿Quiénes son los adoradores del señor? ¿Qué produce su adoración?

Los adoradores son amigos íntimos de Dios y su adoración afecta alrededor.
Mantienen brillando la luz del reino de Dios en la tierra como lo hacía David:
…” Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: nunca más de aquí en adelante
saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel.” 2°de Samuel
21:17
David era la lámpara de Israel y por su relación especial con Dios traía luz y
revelación a toda la nación. La adoración de los adoradores disipa las tinieblas y
establece la luz de Dios llevándonos a un mayor nivel de revelación,
iluminándonos y trayendo vida a nuestro espíritu. Los verdaderos adoradores son
personas que tienen el corazón de Dios y crecen en su presencia. Aprenden a
ministrar el corazón del Padre atrayendo la presencia de Dios a la tierra.
Los verdaderos adoradores producen espacios donde Dios mismo se manifiesta.
Cuando David tocaba el arpa, los espíritus que atormentaban a Saúl se iban de él,
porque con su adoración creaba una atmosfera celestial que disipaba las tinieblas.
Donde hay un verdadero adorador los cielos se abren. Un músico que
solamente ejecuta un instrumento puede tocar el alma y las emociones de las
personas, pero la música producida por un adorador trasforma las vidas y la
realidad espiritual.

¿Cómo se forma un adorador?

Adorando. No hay secretos ni pasos, solo estar en la presencia de Dios, porque
es en su presencia donde somos entrenados y preparados para adorar y servir.
 Nuestro objetivo es presentar delante del señor una adoración genuina,
que no se base solamente en lo que sabemos técnicamente o de los
arreglos que podamos hacer con nuestros instrumentos, sino de estar
delante del señor con un corazón sensible y dispuesto, la Adoración no se
trata de lo que YO sé hacer, se trata de atraer la presencia de Dios.