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¡d&CLÓ C Jcc/e.
I La fo rm a q ^
permanente del profesorado
Nuevas ideas para formar
en la innovación yt el cambió®
Francisco Imbernón
4 E GHó
Francisco Imbernón es maestro,
doctor en Filosofía y Ciencias de la |
Educación y catedrático de Didáctica
y Organización Educativa de la Uni
versidad de Barcelona. Participa en
tareas de formación permanente
del profesorado de todos los nive
les educativos y en 1$ formación de
formadores y de otros profesiona
les. Ha recibido varios premios (a la
renovación pedagógica [1987] yr del
MEC( a la mejor investigación publi
cada [2006]). Es autor de numerosos
libros, entre los más recientes desta
camos: La educación en el siglo xxi
(1999), La investigación como herra
mienta de formación del profesora
do (2002), Cinco ciudadanías para
una nueva educación (2002),
Vivencias de m aestros. Compartir
desde la práctica educativa (2005) y
La carpeta de aprendizaje del alum
nado universitario (2006).
Es también director de la revista
G uix y ha publicado numerosos
artículos tanto en revistas naciona
les como internacionales.
id & U S dJcD /&
La formación
permanente del profesorado
Nuevas ideas para formar
en la innovación y el cambio
Francisco Imbernón
4EG H Ó
Colección Ideas Clave
© Francisco Imbernón
w w w grao com
ISBN: 978-84-7827-502-1
Impresión: Imprimeix
Impreso en España
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parcial de la presente publicación, incluyendo el diseño de la portada, asi como la transmisión de la misma por cualquier
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Presentación .................................................................................................................................................................... 9
¿Por qué hoy en día es necesario desarrollar una nueva perspectiva
en la formación permanente del profesorado? .........................................................................9
10 preguntas sobre la formación permanente del profesorado y
10 ideas clave para resp o nd erlas.......................................................................................................12
J?. Hemos aprendido mucho, pero aún nos queda mucho por a v a n z a r .........................33
Los cambios sociales nos indican el camino ................................................................................33
• Cómo influyen estos cambios sociales en la formación docente ..............................35
• ¿Qué hemos a p re n d id o ? ..................................................................................................................... 38
• Todavía quedan obstáculos que s a lt a r ....................................................................................... 42
En resumen ..................................................................................................................................................... 43
¿Qué hacer en la práctica de la formación? ..............................................................................45
Puede ser o parecer que el título de este apartado sea excesivamente ambicioso. Puede
reflejar, más que el estado del campo de conocimiento de la formación permanente, mi
estado de ánimo. Aún así no puedo evitar dar una respuesta positiva a la pregunta que
da título a esta presentación pensando y reflexionando que es necesario un cambio en las
políticas y en las prácticas1 de la formación permanente del profesorado2. Hay muchas
cosas que funcionan y no niego que se ha avanzado bastante, pero bajo mi punto de vista
los últimos tiempos de la formación permanente del profesorado, diría por poner un es
pacio temporal, desde principios del siglo xxi, han supuesto un retroceso o, si se quiere ser
más benévolo o más exacto, un estancamiento, cierta nostalgia para algunos, algún atur
dimiento para otros y cierto desconcierto sobre el tema para la mayoría. Muchas de las te
orizaciones, prácticas y estructuras de la etapa anterior (me refiero sobre todo a la
aportación teórica y práctica sobre el pensamiento del profesorado, el profesor reflexivo,
1. Se entiende a lo largo de todo el libro que el concepto de práctica formativa es la actividad de producción y
reproducción de formas de entender la formación y donde el profesorado establece relaciones mutuas y formas
de interpretar la educación.
2. Todos los términos que aparecen en negrita pueden encontrarse en el glosario del libro (pp. 137-141).
P r e s e n t a c ió n 9
la creación de centros de profesores o similares, planes territoriales, modalidades forma-
tivas, formación en centros, procesos de investigación acción, etc.) se han mantenido, pero
su actividad se ha ido reduciendo y pocas cosas nuevas han ido apareciendo.
Heredamos de la etapa del último tercio del siglo xx avances muy importantes en la for
mación permanente: la crítica rigurosa a la racionalidad técnica-formativa; un análisis de
los modelos de formación; la crítica a la organización de la formación desde arriba; la po
tenciación de la formación del asesor o asesora de proceso; el análisis de las modalidades
que implican un mayor o menor cambio; la formación cercana a las instituciones educati
vas; los procesos de investigación acción como proceso de desafío y crítica, y de acción-re-
flexión para el cambio educativo y social, con un teórico profesor investigador; un mayor
conocimiento de la práctica reflexiva, los planes de form ación institucionales, y una
mayor teorización sobre la cuestión. Son conceptos que aún viajan (y, seguro, que me
dejo algunos), sobre todo en los papeles, y, aunque pasen de largo por muchos lugares de
la práctica form ativa, quedan en la letra impresa.
Nadie puede negar que los contextos sociales y educativos que condicionan todo acto
social y, por tanto, la formación han cambiado mucho. Aunque ahora hablamos más de
ello, siempre ha habido cambios. Todas las generaciones han tenido la sensación de que
los cambios han sido vertiginosos, pero, es cierto, que en los últimos decenios éstos han
sido bruscos y han dejado a mucha gente en la ignorancia, en el desconcierto y, por qué
no, en una nueva pobreza material e intelectual. Muchos de esos cambios eran incipien
tes cuando en el siglo anterior se institucionalizó, en la mayoría de países, la formación
permanente. Cambios como la nueva economía; la globalización, aunque a mí me gusta
más el concepto de mundialización por la perversión del otro término aplicado casi a lo
económico y al mercado; la tecnología que ha desembarcado con gran fuerza en todos los
ámbitos de lo cultural y en la comunicación; la mezcla de otras culturas o el conocimiento
de ellas; la constante discriminación femenina, han entrado con fuerza en el contexto so
cial, etc. Si entramos en el campo del profesorado, podemos entrever una falta de deli
mitación clara de sus funciones que conlleva la demanda de soluciones a los problemas
derivados del contexto social y el aumento de exigencias y competencias en el campo de
la educación, con la consecuente intensificación del trabajo educativo y poniendo a la
educación en el punto de mira de las críticas sociales y educativas.
P r e s e n t a c ió n 1 1
Acabo este apartado con la ¡dea de que no todo ha funcionado, pero muchas cosas
sí que funcionan, y quizá esta época sea un com ienzo de tiempos nuevos para el pro
fesorado y su form ación, y tengam os la oportunidad de generar nuevos procesos para
el futuro . He ahí un objetivo de este libro: pretender generar una reflexión sobre ese
cambio.
He escogido 10 temas, podrían ser muchos más. El escoger 10 temas tiene ventajas e in
convenientes. Una de las ventajas es que te obliga a sintetizar y escoger lo que uno piensa
que es lo esencial. El inconveniente es la repetición, sobre todo cuando se intenta concre
tar con propuestas en un apartado que he denominado: «¿Qué hacer en la práctica de la for
mación?». Como se puede comprobar, algunas propuestas son intercambiables en los
diversos temas, esto ha sido fruto de un proceso de toma de decisiones sobre situarlas en un
lugar o en otro. La estructura me ha condicionado, pero solicito al lector o lectora que sea
benevolente y vea el texto como un conjunto de ideas y propuestas globales que pretenden
mejorar la formación permanente del profesorado.
3. ¿Cuáles son las nuevas ideas y prácticas para una formación del profesorado en una
nueva época?
Idea clave 3: Constatado lo que hemos ¡do aprendiendo, debemos mirar hacia delante. La
teoría y la práctica de la formación, sus planes, sus modalidades y estrategias, su pro
ceso, etc., deben introducirse en nuevas perspectivas, por ejemplo, en las relaciones entre
el profesorado, las emociones y actitudes, la complejidad docente, el cambio de relacio
nes de poder en los centros, la autoform ación, la comunicación, la formación con la
comunidad, la influencia de la sociedad de la información.
P r e s e n t a c ió n 13
7. ¿Cómo se pasa de la formación aislada a la formación comunitaria?
Idea clave 7: Se ha de superar la antinomia familia-comunidad-profesorado. Lo que hay
fuera de la institución educativa debe ser un aliado, no un enemigo. La formación con
junta con la comunidad se perfila, en los diversos contextos educativos y sociales, como
una de las alternativas a las difíciles situaciones problemáticas de la educación actual y,
sobre todo, a la exclusión social de una parte de la humanidad.
1 4 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e o el p r o f e s o r a d o
Jjd&Z dJa/t
(Louis Althusser)
(A lbert Einstein)
3. Podríamos decir que la situación actual es similar a la que había en la década de los años ochenta con la cues
tión de la enseñanza y el currículo, pero con matices, ya que los orígenes y la situación actual son diferentes.
Id e a c la v e 1 1 5
inicial de m aestros se ha ejercido de una fo rm a u otra desde la an tig ü ed a d , desde el m o
m ento en qu e alg u ie n d ecid ió qu e o tro s ed u cara n a sus h ijo s y esos o tro s tu viero n que
preo cuparse de hacerlo . Pero la inquietud por saber cóm o (en la fo rm ació n inicial y más en
la perm an en te), de qué m anera, con qué su pu estos, con qué m odelos, qué m odalidades for-
m ativas son las que provocan m ayor innovación y, sobre to do , la co nciencia de que la teoría
y la práctica de la fo rm ació n deben ser revisadas y actu alizad as en los tiem pos actu ales son
m ucho m ás recientes.
Si nos ad en tram o s ya en la fo rm a ció n pe rm an e n te , vem os qu e el co n o cim iento que se ha
cread o sobre ella en los últim os decenio s nace en una época de cam bio s vertigin o so s, donde
todo lo que n ace, se cre a, se diseñ a, e tc ., em pieza a ser obso leto y cadu co en el m om ento
xió n de zonas interm edias de la práctica com o son la singularidad, la incertidum bre y el co n
flicto de valores (Schón, 19 9 2), y una indagación perenne sobre la form ación del profesorado,
ya sea inicial o p erm an en te. Y es ahí donde ap arecen pro blem as, ya qu e es m ás fácil in sta
larse en lo que bien o mal ha ido fu n cio n an d o que arriesg arse a in tro d u cir co sas nuevas,
au n q u e sean n ecesarias.
Si analizam os la mayoría de los estudios sobre la form ación perm anente, constatarem os que
se han ido moviendo de una fase descriptiva, con m uchos textos sobre la tem ática, a una más
experim ental, sobre todo, por el auge y extensión de los centros de profesores, m aestros o simi
lares y el interés político (o intervencionista) acerca del tem a, que ha ido en aum ento y se refleja
en las políticas institucionales, en las investigaciones y en las publicaciones. Durante los años
ochenta, noventa y dos mil se han llevado a cabo cientos de programas de formación permanente
del profesorado cuyo análisis riguroso puede dar pie a desestim ar algunos, pero otros presentan
nuevas propuestas y reflexiones que pueden ayudar a construir el futuro de dicha form ación.
Sin em bargo, ya no estam os en el últim o tercio del siglo xx, periodo en el que se avanzó
tan to , sino en el siglo xxi. Son tiem pos diferentes para la educación y la form ació n. C o n la lle
gada del nuevo siglo parece com o si faltara algo para volver a tom ar im pulso, pero bien puede
ser la perspectiva de mi m irada. C u an d o m iro alrededor de los patios de las escuelas, de los
institutos o de las cafeterías de las universidades, veo poco cam bio, una m ayor desm oviliza
ción del sector ed ucativo , las revistas educativas venden m enos y reducen tiradas, al igual
que los texto s de cariz pedagógico, hechos que hacen pensar que m uchos de los que se de
los n o ven ta, y cansad o s de m o strar su disconform idad ya no hablan o se recluyen en la pre-
ju b ilació n , en los despachos de cu alq u ier adm inistración o en las cóm odas clases de la uni
versid ad. O tros, que dicen que ya lo advertían, se refugian en sus cosas (la m ayoría eran y son
do centes u n iversitario s) o hacen críticas destructivas contra todo (ahora se puede h acer y no
te tildan de co n servad o r, es posible que hasta suceda al revés). A lgu n o s se venden al poder
m ediático o político de la en señ an za, apoyando con su presencia, con su silencio sospechoso
o sus info rm es técnicos a los que actualm ente gobiernan, desde políticas conservadoras hasta
liberales, la educación del país co rrespo ndiente. Unos pocos continúan en la brecha, algunos
la han hecho tan pro fu n da que no pueden salir de ella y están an clados en la crítica fero z, y
o tro s pocos creen qu e aún se pueden h acer m uchas cosas y que vendrán tiem pos m ejores.
Tam bién en num erosas partes de este planeta se puede h acer poco, ya que m uchos ense
ñantes se hallan aún en situació n de pobreza. C om o decía un poeta4, el nivel cultural de un
país se m ide por el salario de sus docentes, y m uchos países tienen un nivel cultural excesi
vam ente bajo con sus docentes mal pagados.
No obstante, cabe constatar que tantas cosas necesarias y tanto análisis nos desorientan, y
dicha desorientación (padecida al menos por mí) tiene su causa en que, buscando alternativas,
hemos avanzado poco en el terreno de las ideas y en las prácticas políticas para ver qué significa
una form ación basada en la libertad, en la ciudadanía y en la democracia.
Es d ifícil, con un pensam iento educativo único predom inante (currículo igual, gestión idén
tica, norm as iguales, form ación a todos igual, e tc.), desenm ascarar el currículo oculto que se
transm ite en la form ación del profesorado y descubrir otras m aneras de ver la educación y de
in terpretar la realidad. La educación y la form ación del profesorado deben rom per esa forma
de pensar que lleva a an alizar el progreso y la educación de una m anera lineal, sin perm itir in
tegrar o tras fo rm as de enseñar, de aprender, de organizarse, de ver otras identidades sociales
y o tras m anifestaciones culturales, y de oírse entre ellos y oír otras voces, ya sean marginadas
o no. M ás adelante lo intentarem os.
Id e a c la ve 1 17
¿Adonde nos llevan los tiempos
pasados?
En este apartado me interesa hacer una reflexión que ayude a com prender el discurso actual de
la form ación del profesorado y que permita pensar y generar alternativas de futuro. Tampoco es
objeto de esta reflexión afrontar las partes oscuras de la form ación, sino visualizar lo que creo que
ha sido importante en las etapas en que divido esta pequeña genealogía de la formación. Estas eta
pas son:
• Hasta 1970: el inicio.
• Años ochenta: la paradoja form ativa; el auge de lo técnico en la formación y la resistencia prác
tica y crítica.
• Años noventa: la introducción del cam bio, aunque sea poco.
Id e a c la ve 1 1 9
clandestinas y del nacimiento de instituciones dedicadas a la formación
(la mayoría universitarias).
A pesar de las pequeñas épocas gloriosas (diríam os que más glo
riosas de lo que realmente fueron debido a la tendencia a mitificar el
pasado), el maestro y la maestra se formaban poco, poseían el mono
polio de un pequeño saber que les duraba toda su vida profesional. Sin
embargo, tenemos que valorar el esfuerzo de esos colectivos renova
dores que se comprometieron en cursos, jornadas y revistas y que apor
taron un aire nuevo a algunas prácticas educativas. Algunas de esas
iniciativas aún sobreviven o fueron la simiente de frutos posteriores.
5. Hargreaves (1998) nos dirá que la posmodernidad puede provocar crisis en las relacio
nes interpersonales cuando éstas carecen de sujeciones externas, de tradición o de obli
gación.
Id e a c ia v i 1 21
• Se aumenta el compromiso de educar a todos en una escolarizacíón
total de la población.
• Las adm inistraciones educativas empiezan a considerar la educa
ción en términos de coste/beneficio, examinando bajo un modelo
tecnocrático la rentabilidad del gasto público en educación.
• Existen muchas diferencias sociales, desigualdades crecientes y un mayor
abandono en la educación por parte de la población escolarizada.
• Se empieza a cuestionar la «autoridad» del profesorado y su «mo
nopolio del saber», pero no por las nuevas tecnologías, que son aún
incipientes en la educación, sino por el acceso masivo a la cultura de
las grandes capas de población.
• La teoría del capital humano está en crisis y la enseñanza ya no re
suelve los problemas del paro.
• Aparecen lecturas y movimientos críticos que abren una puerta a
otra forma de ver la educación y la formación.
22 L A rO H M AU i'lN F IK M A N IN II P F l 1‘K O f c s o r a d o
Según el discurso de aquella época, la institucionalización de la formación
permanente nace con la intención de adecuar a los maestros a los tiem Según el discurso de
aquella época, la ínsti-
pos actuales, facilitando un constante perfeccionamiento de su práctica tucionalizacion de la
formación permanente
educativa y social para adaptarla a las necesidades presentes y futuras (la nace con la intención
de adecuar a los
propia expresión indicaba ya una forma espiritual de tratar la formación,
maestros a los tiem
«perfeccionándose», igual que la formación personalizada, tan de moda pos actuales, facili
tando un constante
en aquella época). La institucionalización de la formación tuvo su parte perfeccionamiento
de su práctica acorde
negativa, ya que la formación del profesorado, históricamente envuelta con las necesidades
presentes y futuras.
en una racionalidad técnica con una visión determinista y uniforme de la
tarea de los docentes y reforzada por los procesos de investigación de
corte positivista y cuantitativo que se realizaban, potenció un modelo
de entrenam iento m ediante cursos estándar que aún perdura. Este
modelo de entrenamiento se considera sinónimo de formación perma
nente y configura un modelo que lleva al profesorado a adquirir conoci
mientos o habilidades por medio de la instrucción individual o grupal a
partir de la formación decidida por otros. En un curso o una sesión de
«entrenamiento» los objetivos y los resultados que se espera adquirir
están claramente especificados por alguien y suelen plantearse en tér
minos de conocimientos o de desarrollo de habilidades. De los resultados
también se espera, hipotéticamente y sin comprobación posterior, que
se produzcan cambios en las actitudes y que éstos se traspasen al aula. En
este modelo el formador o formadora (o el administrador de turno) es
quien selecciona las actividades formativas que se supone han de ayudar La institucionalización
de la formación tuvo
a los docentes a lograr los resultados esperados, sin embargo eso es algo
su parte negativa,
que desde hace años se sabe que no funciona del todo o, al menos, no ya que potencio
un modelo
en la mayoría de países. Si el proceso de cursos comporta una devolución de entrenamiento
mediante cursos
de las prácticas una vez que se ha vuelto al aula y, posteriormente, se estándar que aún
perdura. El modelo
realiza un acompañamiento al profesorado, es posible que funcione de entrenamiento
mejor. Pero si una vez realizado el curso se acredita y se deja al profeso se consideraba
sinónimo de formación
rado que haga el esfuerzo de contextual izar lo que ha recibido (aunque permanente.
Id e a c la ve 1 23
la práctica es más que discutible. Es una tarea demasiado ingente y mu
Se empegaron a chas veces imposible en la realidad de la práctica de la enseñanza.
desoílollai algunos
aspectos positivos No obstante, tam bién en esa época empezaron a desarrollarse aspec
como la preocupación
del ámbito universita
tos positivos: la preocupación del ámbito universitario por su estudio teó
rio por su estudio rico, la mayor conciencia del profesorado comprometido que demandaba
teórico, la mayor
conciencia del profe una formación donde los docentes estuvieran más implicados, el desarro
sorado que deman
daba una formación llo de modelos de form ación alternativos como la indagación de la prác
donde los docentes
estuvieran mas impli
tica m ediante proyectos de investigación acción, el acercamiento de la
cados, el desarrollode
formación a los centros, la aparición de gran cantidad de textos (traduci
modelos de formación
alternativos, el acer dos y autóctonos) con análisis teóricos, experiencias y comunicaciones, y
camiento de la forma
ción a los centros, la celebración de encuentros, jornadas, congresos y similares. El campo de
la aparición de textos
con análisis teóricos, conocimiento de la formación del profesorado, aunque en principio con
experiencias y
una cierta confusión conceptual y una gran copia de literatura ajena a
comunicaciones,
y la celebración de nuestro contexto, por una parte, permitió que empezaran a cuestionarse
encuentros, jornadas,
congresos y similares. aspectos que durante mucho tiem po habían permanecido inamovibles:
el modelo de entrenam iento que anteriorm ente comentábamos, la de
pendencia del profesorado a alguien de fuera (universidad, expertos, con-
sultorías o administración) que le enseñara a enseñar (esto en parte aún
perdura), la no participación del profesorado en la planificación de la for
mación, la escucha al experto que ilumina las mentes (aunque no los es
píritus) o el estancamiento en una inercia institucional, y, por otra parte,
dicho campo de conocimiento de la formación potenció que apareciesen
elementos nuevos que actuarían como fuerzas ocultas e impulsoras de un
nuevo pensamiento y proceso formativo.
En esta época, la década de los noventa, algo se mueve en la form a
ción. Como decía anteriorm ente, ya hacía tiem po que se iban intro
En esta época se ex duciendo con más o menos fuerza nuevos conceptos y nuevas ideas. Se
tienden rápidamente
lee y se traduce literatu ra pedagógica anglosajona y así se extienden
la investigación
acción, un nuevo rápidam ente la investigación acción, un nuevo concepto de curriculo,
concepto de curriculo,
la triangulación... los proyectos, la triangulación y la reflexión en la formación, ésta aparece
un poco más tarde con las obras de Schón -nadie recordaba a los clásicos
6. Entendemos aquí por progresista lo contrario a conservador. Progresista sería aquella per
sona que considera que los valores morales son una creación cultural que debe impulsarse
activamente en el sentido de liberar a los seres humanos de sus condicionamientos natura
les, con el objetivo de mejorar la capacidad de convivencia y modificar el estado actual de
las cosas a fin de mejorar también la situación de las personas.
A pesar de ser un perio do p ro d u ctivo , tam b ié n es una época de
g randes confusio nes, de discursos sim bólicos, de un m odelo de fo r
m ación basado en el «e n tre n am ie n to » del p rofesorado m ediante los
planes de fo rm ació n in stitu cio n al. Una época de asunción de los m o
vim ie n to s de re n o vació n p ed ag ó g ica, que casi son an iq u ilad o s no
por g u e rra s in te rn a s, sino p o rque m uchos de sus m iem bros asum en
tare a s de g o b ie rn o y se ded ican a o tras cosas. Un periodo de ads
crip ció n m asiva a nuevas ideas (so b re to d o u n iv e rsita ria ) por una
sim ple cuestión de m oda. Esas nuevas ¡deas se hacen o m nipresentes
en escritos, discursos y d eclaracio n e s públicas. El nuevo discurso se
hace com ún, e xce siva m e n te com ún, e n tre aq u e llo s que sólo unos
años an te s se h ab ían ad scrito , con el m ism o entusiasm o, a la racio
n a lid a d más té cn ica de la fo rm a c ió n . Las p a la b ra s se co n fu n d e n ,
au n q u e las personas y sus o ríg e n e s sean los mismos, circu nstancia
que e n ven e n a las pro puestas.
En definitiva, una época fructífera, pero tam bién de gran confusión.
Se crea una ilusión de Época de grandes cambios en la que empezamos a ser conscientes de la
cambio apoyada por
los cambios políticos y evolución acelerada de la sociedad en sus estructuras materiales, institu
sociales, pero también
es una época de
cionales y form as de organización de la convivencia, y en sus modelos de
grandes confusiones. producción y distribución. Así pues, una época creativa y muy importante
en la form ación permanente, de cuyas rentas y reflexiones aún vivimos
form ativam ente. La mezcla del modelo de entrenam iento con los planes
de form ación, el modelo de desarrollo y mejora con la reform a introdu
cida por las leyes al establecer los proyectos educativos y curriculares, el
modelo indagativo con la fuerte incorporación del concepto paraguas
d e p ro fe so r in vestigador7 y la investigación acción (m uy pronto divul
gada y conocida y poco practicada por sus necesarias condiciones para
7. Se aplica aquí como lo hacía Stenhouse (1987) cuando describía al profesor investiga
dor como aquel que cuestiona su práctica, se compromete con el trabajo y la reflexión y
utiliza estrategias de mejora, conjuntam ente con sus colegas, sobre el trabajo educativo.
rado y del alumnado. Se abre una larga pausa en la que estamos ¡nsta-
Id e a c la ve 1 27
lados, algunos incómodamente. Esa incomodidad conduce a la bús
queda de nuevas cosas, a empezar a ver si se vislumbran alternativas, y
antiguas y nuevas voces empiezan a superar su afonía para narrar lo
que saben sobre la enseñanza y la formación.
Gana terreno la opción que no quiere analizar únicamente la for
mación como el dominio de las disciplinas científicas o académicas, sino
que plantea la necesidad de establecer nuevos modelos relaciónales y
participativos en la práctica de la formación. Eso nos conduce a anali
zar qué hemos aprendido y qué nos queda por aprender.
Sin embargo, es cierto que en los últimos años, sobre todo en aquellos
El «desánimo» y el países gobernados por la derecha conservadora, que aplica un neoconser-
desconcierto entre
todos los que de una u vadurismo profundo a la educación, ha aparecido el «desánimo» o quizá
otra forma se preocu
pan por la formación
el desconcierto no únicamente entre el colectivo de profesores y profeso
han aparecido en los ras, sino también entre todos los que de una u otra forma se preocupan por
últimos años, sobre
todo en aquellos paí la formación. Desánimo, desconcierto o consternación difíciles de concre
ses gobernados por la
derecha conservadora. tar, fruto de un cúmulo de variables que convergen y entre las cuales se
pueden citar: el aumento de exigencias con la consecuente intensificación
del trabajo educativo, el mantenimiento de viejas verdades que no funcio
nan, la desprofesionalización originada por una falta de delimitación clara
de las funciones del profesorado, el rápido cambio social y, posiblemente,
un tipo de formación permanente que parece decantarse de nuevo
hacia un modelo aplicacionista-transmisivo (de vuelta atrás o «vuelta a lo
básico», de lecciones modelo, de nociones, de ortodoxia, de profesor y pro
fesora eficaz y bueno, de competencias que hay que asumir para ser buen
docente, etc.); es decir que muestra la orientación del formador hacia la so
lución de los problemas del profesorado, en lugar de ahondar en un
modelo más regulativo y reflexivo (investigación acción, heterodoxia, mo
delos variados, respeto a la capacidad del docente, inventiva didáctica...),
en cuyo marco el formador o asesor es más un diagnosticador de obstá
culos formativos y donde posiblemente la vertiente contextual, diversa
y personal del profesorado tiene mucho que decir y aportar.
28 La f o r m a , io n f'fr m a n e n t e na p r o fi s o r a p o
En el cuadro 1 se expone, para finalizar este apartado, una pequeña
y seguramente imprecisa genealogía del concepto de conocim iento y su
w
Cuadro 1. Relación entre el concepto de conocimiento y el de formación
En resumen
No todo tiempo pasado fue mejor, aunque muchas de las cosas que sabemos en la ac
tualidad se han ido consolidando en los últimos treinta años. Hemos avanzado mucho,
quizá no tanto como desearíamos, pero hemos ido asentando pequeñas cosas teóricas y
prácticas que, gracias a muchas personas, se han ¡do poniendo en práctica. Ahora, en los
albores del siglo xxi, cuando todo es mutable, cambiante y más complejo, necesitamos
mirar atrás sin ira para ver lo que nos sirve, rechazar aquello que no funcionó, por mucho
que algunos se empeñen en continuar proponiéndolo y desarrollándolo, y construir
nuevas alternativas que beneficien la formación del profesorado y, por lo tanto, la edu
cación que éste ejerce.
La diferencia predomina en el importante cambio, tanto del contexto interno como del
externo, que rodea la institución escolar y digo «rodea» expresamente, ya que a veces
ciertos profesores y profesoras son resistentes a aceptar que el cambio ha sido vertiginoso
y que eso comporta otra forma de enseñar (sea desde el análisis de la sociedad del cono
cimiento, posindustrial o también posmoderna), o que producto de una determinada ge
neración de enseñantes les cuesta aceptar ese cambio vertiginoso del mundo social (un
ejemplo puede ser la tecnofobia de algunos enseñantes).
Siempre es bueno y necesario reflexionar y buscar nuevos caminos que nos conduzcan
a nuevos destinos, pero actualmente cuando todo el mundo pregona una nueva sociedad
basada en el conocimiento o en la información es posible que sea aún más un buen mo
mento. Y cuando me pongo a pensar en los años dedicados a la teoría y a la práctica de
la formación, tengo la sensación de que la formación del profesorado como campo de
conocimiento está estancada desde hace tiempo.
Hace años que se viene diciendo lo mismo (o yo leo y escucho casi lo mismo). Frente a
este hecho que lleva al aburrimiento, quizá sea necesario ver qué hemos aprendido y em
pezar a buscar nuevas alternativas en este mundo tan diferente y basado en la incerti
Id e a c la ve 1 31
Analizar el pasado para no caer en los mente lo que sucede en muchos países.
mismos errores, teniendo en cuenta Desde arriba, desde las superestructu
que el mundo nunca gira al revés. ras, se generan cambios prescriptivos
Hemos de mirar hacia delante y gene que no originan innovaciones en las
rar alternativas de cambio. instituciones donde ejercen los prácti
Tener presente que sin la participación cos de la educación. La formación debe
del profesorado, cualquier proceso de trabajar con el profesorado no sobre el
innovación puede convertirse en una profesorado.
ficción o un espejismo que puede, in Recuperar lecturas y prácticas forma-
cluso, llegar a reflejar procesos imagi tivas y a n aliza r si con el tiem po se
narios, cuando no simplemente un han ido pervirtiendo en su aplicación
mero cambio técnico o terminológico o aún son útiles para el cambio for-
auspiciado desde arriba. Eso es exacta mativo.
IDEA CLAVE 2 33
miento, la cultura y el arte. Si nos dedicamos a la cultura, ese incremento y ese cambio nos obli
garán a cambiar nuestra perspectiva sobre qué se debe enseñar y aprender.
Una evolución acelerada de la sociedad en sus estructuras materiales, institucionales y formas
de organización de la convivencia, modelos de familia, de producción y de distribución, que se
refleja en una transformación de las formas de vivir, pensar, sentir y actuar de las nuevas y vie
jas generaciones.
Los vertiginosos cambios de los medios de comunicación de masas y de la tecnología subya
cente, que han ido acompañados de profundas transformaciones en la vida personal e institu
cional, han puesto en crisis la transmisión del conocimiento de forma tradicional (textos,
lecturas, etc.) y, por lo tanto, también a las instituciones que se dedican a ello.
• Un análisis de la educación que ya no es patrimonio exclusivo de los docentes, sino de toda la
comunidad y de los medios de que ésta dispone, estableciendo diferentes y nuevos modelos
relaciónales y participativos en la práctica de la educación, en los que el contexto puede ser más
influyente que la educación reglada.
• Una sociedad m ulticultural y m ultilingüe donde el diálogo entre culturas supone un en
riquecim iento global, y donde es fundam ental vivir en igualdad y convivir en la diversi
dad, pero que el estar preparados para ello ocasiona mucha angustia social y educativa.
• Un profesorado que comparte el poder de la transmisión del conocimiento con otras instan
cias socializadoras: televisión, medios de comunicación de todo tipo, redes informáticas y
telemáticas, mayor cultura social, educación no fo rm al...
• La relevancia que en la educación adquiere el bagaje sociocultural más allá de las típicas ma
terias científicas (por ejemplo la comunicación, el trabajo en grupo, los procesos, la elaboración
conjunta de proyectos, la toma democrática de decisiones, etc.).
• Una forma diferente de acceder al conocimiento (seleccionar, valorar y tomar decisiones) que
requiere nuevas habilidades y destrezas, y que para trabajarlas en las aulas e instituciones las
ha de practicar el profesorado.
• Una creciente desregulación del Estado con una lógica de mercado y un neoliberalismo8 ideo
8. Entendemos como neoliberalismo la ideología conservadora que basa sus políticas en una racionalidad eco
nómica, primando lo privado frente a lo público, que es visto como malo, y con una concepción de la persona
como capital humano (para ampliar véase Apple, 2002).
34 La fo r m a c ió n p er m a n en te o el p r o feso r a d o
lógico complem entado con un neoconservadurismo9 que va impregnando el pensamiento edu
La educación puede resultar fundam ental para superar la exclusión social, sin embargo, muchas
veces la potencia en zonas de una gran neomiseria o pobreza endémica10(según las Naciones
Unidas en el 2 0 0 0 había 100 millones de niños viviendo o trabajando en la calle) y con una capa
9. El neoconservadurismo añora el pasado e intenta volver a políticas y prácticas educativas anteriores con la ex
cusa de una mayor exigencia y nivel académico (véase Apple, 2002).
10. La neomiseria o pobreza endémica provoca que por haber nacido y vivir en un determinado lugar se esté con
denado a la exclusión social.
Id e a c la ve 2 35
tuciones educativas, que lo dotará de mayor dignidad y autonomía
profesional, ya que le permitirá generar innovaciones con sus colegas.
• Los factores de la diversidad y la contextualización como elementos
imprescindibles en la formación (la preocupación por las ciudada
nías, el medio ambiente, la diversidad, la tolerancia, etc.), ya que el
desarrollo y la diferencia entre las personas siempre tiene lugar en
un contexto social e histórico determinado que influye en su natu
raleza. Ello desencadenará un cuestionamiento de prácticas unifor
mizantes y potenciará la formación desde dentro, en la propia
institución o en el contexto cercano a ella, donde se producen las si
tuaciones problemáticas que afectan al profesorado. Bajo mí punto
de vista estos dos elementos: la diversidad y la contextualización nos
permiten ver la formación docente de otra manera y provocan re
flexiones diferentes sobre qué hacer en las políticas y prácticas de
formación.
Id e a c la ve 2 37
profesionales en el marco de un conocim iento pedagógico, científico y
cultural revisado, y en una nueva escolarización dem ocrática de la so
y ro íviiuikiif en el
piotrsnM do y con ciedad, para poder tran sm itir a los fu tu ro s ciudadanos y ciudadanas
el nuevos competen
unos valores y unos modos de com portam iento democráticos, igualita
cus profesionales en
el m.n co de un conoci rios, respetuosos con la diversidad cultural y social y el m edioam biente,
miento pednyoijico,
científico y cultuial re etc. Asum ir esas nuevas com petencias com porta una nueva form a de
visado, y en una nueva
escolarLution demo ejercer la profesión y de fo rm ar al profesorado en esa com pleja socie
crática di la sociedad,
para poder transmitir
dad del futuro ; complejidad que se verá incrementada por el cambio ra
a los futuros ciudada dical y vertiginoso de las estructuras científicas, sociales y educativas
nos y ciudadanas
unos valores y unos que son las funciones institucionales del sistema educativo. En d efin i
modos de comporta
miento democráticos, tiva, el futuro requerirá un profesorado y una form ación inicial y per
igualitarios
y respetuosos. m anente muy d iferen tes porque la enseñanza, la educación y la
sociedad que la envuelve serán muy distintas. Paradójicam ente, por un
lado, la form ación tiene que someterse a los designios de esa nueva en
señanza y, por o tro lado, debe ser a la vez el revulsivo crítico fren te a
las contradicciones del propio sistema educativo y del sistema social.
Q uizá, si em pezam os a reflexio nar sobre lo que la evidencia de la
teoría y la práctica fo rm ativa de los últim os años nos muestra, si deja
mos de seguir lo que la tradición fo rm ativa nos dice y propone y si po
nemos nuestras «preconcepciones» sobre la form ación en cuarentena
Es necesario empezar y en discusión, podamos em pezar a ver las cosas de otra manera y a in
a reflexionar sobre lo
que muestra la evi te n ta r cam biar y construir una nueva form a de ver la enseñanza y la
dencia de la teoría y la
práctica formativa de formación del profesorado con el fin de transform ar la educación y con
los últimos anos y no
trib u ir a una sociedad más justa.
dejarnos llevar por la
tradición formativa,
para asi intentar cam
biar y construir una ¿Qué hemos aprendido?
nueva forma de ver la
enseñanza y la forma Actualm ente existe un conjunto de características relacionadas con la
ción de! profesorado
formación permanente del profesorado que habría que tener en cuenta:
que pueda transfor
mar la educación • La form ación perm anente del profesorado requiere un clim a de
y contribuir a una
sociedad más justa. colaboración sin grandes reticencias o resistencias entre el p ro fe
sorado (no cam bia el que no quiere cam biar o no se cuestiona lo
Idi a (. lave 2 39
La mayor parte del profesorado recibe pocas devoluciones sobre su ac
tuación en la clase, y en ocasiones m anifiesta la necesidad de saber
cómo está afrontando la práctica diaria para aprender de ella. Sin em
bargo, hablamos de form ación no de evaluación, ya que si se toma
como evaluación no se considera una ayuda, sino una reprobación.
Actualmente, la observación y la ayuda entre iguales está demasiado
marcada por el individualismo; el profesorado considera su clase como
un lugar privado al que sólo se accede desde una posición de autoridad
(el inspector o supervisor para evaluarlo, el investigador para obtener
datos) y no para generar un conocimiento que contribuya a la forma
ción del propio docente.
La observación y la valoración de la enseñanza facilitan al profesor
La observación y o profesora datos sobre los que puede reflexionar y analizar para fa
la valoración de la
enseñanza facilitan vorecer el aprendizaje de los alumnos. La reflexión individual acerca de
datos al profesorado
que favorecen
la propia práctica puede m ejorar con la observación de otros, sobre
el aprendizaje todo, porque la docencia aún es una profesión aislada, que normal
del alumnado.
mente se produce sin la presencia de otros adultos, y por ello los pro
fesores no se benefician de las observaciones ajenas. Tener el punto de
vista de otro brinda al docente una perspectiva diferente de cómo él o
ella actúa con los estudiantes. Además, la observación y la valoración
benefician tanto al profesor (al recibir una devolución de un colega)
como al observador (por la propia observación, la devolución, la discu
sión y la experiencia en común). Si el profesor o profesora acepta que
de la observación puede aprender, irá viendo que el cambio es posible
y que éste se va haciendo efectivo a partir de sucesivas observaciones,
pues éstas favorecen el cambio tanto en sus estrategias de actuación
como en el aprendizaje de los estudiantes. Antes de la observación es
necesario realizar una reunión en la que se establezca la situación pro
blemática que se vaya a revisar, se decida el sistema de observación que
se vaya a utilizar y se prevean los problemas que puedan surgir. Después
de la observación se reflexiona sobre el proceso seguido, los aspectos re-
40 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e d e l p r o f e s o r a d o
levantes encontrados durante la sesión (y también los no esperados ni
previstos en los objetivos si ello se acuerda con anterioridad) y sobre
los cambios que haya que introducir. Sin embargo, según Day (2005)
también hay que considerar las desventajas o, yo diría más bien incon
venientes, de la observación:
• Los niños y adolescentes pueden reaccionar de forma atípica ante la
presencia de un adulto.
• La observación puede llevar tiempo y ser contraproducente, los crí
ticos amistosos deben pasar tiempo juntos antes y después del tra
bajo observado.
• Los críticos amistosos tienen que ser o convertirse en investigadores
comprometidos con elevado nivel de destrezas comunicativas.
• La formación del profesorado está influenciada tanto por el contexto
interno (la escuela) como por el contexto externo (la comunidad).
Id e a c la v i 2 41
• Que una form ación perm anente más adecuada, seguida de los
apoyos necesarios durante el tiem po que sea preciso, contribuye
a que nuevas form as de actuación educativa se incorporen a la
práctica.
En resumen
La situación educativa ha cambiado en los últimos años, basta con echar un vistazo al en
torno social y personal del alumnado para percibir la magnitud de un cambio (ya no las
nuevas tecnologías, sino el Messenger; no la nueva economía, sino la precariedad laboral
de las familias; las nuevas relaciones familiares; el alumnado inmigrante recién llegado y
IntACLAVE2 43
sus expectativas; la multiculturalidad creciente e imparable; la influencia de otros mode
los de organización social, desde las ONG hasta las bandas, etc.) que pone en evidencia el
fracaso (o la falta de previsión) de la aplicación real de las reformas, la idoneidad de este
profesorado por formación y la inadecuación de un sistema educativo y de un modelo vi
gente desde hace varios siglos.
Es difícil, como todo en estos tiempos, preconizar el futuro de la formación perma
nente del profesorado. Nadie puede negar que ha habido muchos avances, pero es posi
ble que aún perdure el pensamiento sobre la formación desarrollado en las décadas de los
años ochenta y noventa del siglo xx. Y la tarea del profesorado de inicios del siglo xxi no
tiene nada que ver con el de inicios del siglo xx, una diferencia que en la formación ini
cial y permanente debería notarse de forma drástica.
Puede ser un buen momento para diseñar nuevos planes y procesos de formación ade
cuados a las diversas realidades de las etapas educativas, y para generar nuevas alterna
tivas de futuro (no de reforma educativa puntual, sino de reforma permanente de la
educación), al menos para imaginar un posible futuro y una deseable nueva formación
permanente del profesorado.
Además, los cambios políticos y sociales (nuevas tecnologías, nueva economía, posmo
dernidad, crisis de la fam ilia o, mejor dicho, constitución de otras fam ilias, diversidad,
m ulticulturalidad...), ciertos fracasos en la aplicación de las reformas basadas excesiva
mente en lo curricular, la edad del profesorado, los cambios sociales en la infancia y ado
lescencia, los problemas derivados del contexto social, el avance de ciertas ideologías
neoconservadoras y neoliberales, las «situaciones de conflicto y reivindicación» que puede
ocasionar la formación (una buena formación provoca innovación y en situación de esca
sez provoca una justa reivindicación), todos estos factores y circunstancias han hecho que
a principios del siglo xxi la situación haya cambiado. Hay un intento de volver a los enfo
ques tecnológicos, funcionalistas y burocratizantes en la formación del profesorado con
un discurso enmarcado en una visión de adecuación a los (viejos) tiempos. Quizá sea que
el profesorado esté pagando la crisis (o los cambios) educativa y social. Sin embargo, ello
no impide que éstos sean momentos idóneos para originar nuevas alternativas de futuro
y una deseable nueva formación del profesorado. Otra formación es posible.
Id e a c la v e 2 45
fin de ver cómo se va a introducir la in demostraciones, discusiones y prácticas
novación en la práctica. Vengo a decir en situaciones de simulación.
que los cursos estándar, según para qué • Discusión reflexiva. La importancia de
se hagan y cómo se realicen, pueden la discusión en grupos pequeños y las
servir para generar procesos de refle tareas de resolución de problemas a lo
xión y cambio en la práctica, pero si se largo de las sesiones ayudan al apren
quedan en una fase de explicación, es dizaje y a la transferencia a la clase.
posible que sean inútiles. • Sesiones de devolución y asesoría. El
Una posible propuesta podría, ser: seguim iento m ediante la observa
• Diagnóstico de las formas de actuación ción de com pañeros o de asesores
del profesorado en sus clases mediante garan tiza el traspaso de estrategias
una serie de observaciones. de enseñanza de m ayor com p leji
• Exploración de la teoría, realización de dad.
El conocimiento como acto es traer a conciencia algunas de nuestras disposiciones con vistas a
resolver una perplejidad, concibiendo la conexión existente entre nosotros mismos y el mundo
en que vivimos.
(John Dewey)
I d i a c la vf 3 47
tes que posibiliten una mayor innovación de los procesos educativos de las instituciones de ense
ñanza y más en estos tiempos, cuando predominan gobiernos de talante conservador y políticas
neoliberales (con alguna excepción y con mucha contradicción). Muchos países arrojan, literal
mente, los escasos recursos que dedican a la capacitación del profesorado a la gran basura de la
inutilidad. Paradójicamente, hay mucha formación y poco cambio. Quizá sea porque aún predo
minan políticas y formadores que practican con ahínco y entusiasmo una formación transmisora
y uniforme, con predominio de una teoría descontextualizada, válida para todos estén donde
estén, alejada de los problemas prácticos reales y basada en un enseñante medio que no existe.
Y eso incluso conociendo el discurso ya antiguo, porque es de mediados de los ochenta, de que
la formación debe acercarse a la escuela y partir de las situaciones problemáticas de los enseñan
tes. Pues no, la formación y los proyectos en los centros continúan siendo una eterna reivindica
ción. Si la formación no va acompañada de cambios contextúales, laborales, de dignificación de
carrera, de salario ..., se puede «culturizar al maestro», hasta crearle una identidad engañosa, pero
no convertirlo en más innovador.
Actualmente se programa y se imparte mucha formación, pero también es evidente que hay
poca innovación o, al menos, no es proporcional a la formación que existe. Quizás uno de los mo
tivos sea que todavía predomina la formación de carácter transmisor, con la supremacía de una
teoría que se suministra de forma descontextualizada, alejada de los problemas prácticos
del profesorado y de su contexto y basada en un profesorado medio que tiene una problemática
siempre común, sabiendo que todo ello no existe.
4 8 La f o r m a c ió n per m a n e n t e d e l p r o feso r a d o
para ella, la creencia (o la autocreencia) de la capacidad de generar co
nocim iento pedagógico en los propios centros con los compañeros, el Es necesario
un «rearme» moral
cambio de relaciones de poder en los centros, la posibilidad de la auto- e intelectual, una
reestructuración
form ación, el trab ajo en equipo y la comunicación entre colegas, la fo r desde posturas
mación con la com unidad... Todo ello implica, por qué no, dejar de lado críticas, pero nuevas,
para recuperar lo
o com plem entar la form ación estrictam ente disciplinaria y sobre cues que una vez se soñó
y nunca se tuvo, y
tiones genéricas sociopsicopedagógicas que pueden conducir, cuando soñar de nuevo.
Id e a c la v e 3 49
debe combinar las decisiones entre lo prescrito y lo real, aumentar su au-
toconcepto, su consideración y su estatus laboral y social. Y ello se logrará
mediante el cambio de las políticas educativas ayudado por la reivindica
ción del profesorado, reivindicación de una mayor autonomía profesional,
de su capacidad para formarse y generar cambios, de la posibilidad de
que le dejen realizar una verdadera colegialidad entre colegas, que le con
sientan ser creativo en los avatares profesionales sin ser censurado y que
le permitan una mayor participación en las decisiones educativas con el fin
de poder desarrollar una verdadera participación con todos los que in
tervienen en la educación de la infancia y la adolescencia.
Además, un rearme profesional del profesorado y de su formación
Es necesario oponerse necesita oponerse frontalm ente a cualquier manifestación explícita u
frontolmente o
cualquier moni fes lo oculta de la racionalidad técnica que nos devuelva, con otros nombres
ción explícito u oculto
do lo rocionolidod téc
y procedimientos, al pasado (competencias, planes estratégicos, cali
nico que nos devuelvo, dad, eficiencia, e ficacia...), bien sea en los contenidos curriculares o
con otros nombres y
procedimientos, ol bien en las formas de gestión y de control técnico burocrático de la
posado. Se ho de
osumir uno perspec educación y la formación.
tiva critico en
educación y formación.
Se ha de asum ir una perspectiva crítica en educación y formación,
El compromiso pero bajo el «paraguas» de esta denom inación se refugia actual
del cambio posa
por analizar las mente todo aquel que, a partir de un análisis sobre las diversas fo r
contradicciones y
denunciarlos buscando mas de desigualdad y opresión en la escuela y en la sociedad, se
alternativos
de cambio. plantea una m ilitancia pedagógica activa en pro de la renovación y
la acción solidaria para desarrollar una nueva cultura profesional al
ternativa del profesorado y una nueva práctica educativa, form ativa
y social en una función liberadora de los individuos. Desenmascarar
el régimen de verdad que diría Foucault (1992). Se vuelve a tomar como
referencia (después de tanto empacho anglosajón) el trabajo de
Paolo Freire11, que sirve para an alizar la tantas veces denunciada fa
11. Una lectura recomendable del pensamiento de Paolo Freire la podemos encontrar
en Freire (2004).
Id e a c la ve 3 51
en el aula y en el centro, los proyectos de cambio y el trabajo co-
laborativo como desarrollo fundam ental de la institución educa
tiva y del profesorado.
Ip e a c la v l 3 53
cambio en el profesorado, al ser un cambio en la cultura profesio
nal, es complejo y muy lento. Esa complejidad y lentitud comporta
una necesidad de interiorizar, adaptar y vivir personalmente la ex
periencia de cambio. Los cambios de otros no necesariamente ayu
dan al cambio de uno.
• Cambios del contexto, de organización, de gestión y de relaciones de
poder entre los enseñantes, ya que la formación por sí misma hace
muy poco si no está unida a dichos cambios. El tan mencionado des
arrollo profesional no recae en la formación, sino en diversos com
ponentes que se dan conjuntam ente en la práctica laboral de la
enseñanza.
• Una nueva formación que establece mecanismos de desaprendizaje
para volver a aprender (aprender a desaprender es complementario
al aprender a aprender). Pero esa formación implica innovación y si
esa innovación se da en contextos de escasez, provoca en los ense
ñantes reivindicación (necesito herramientas intelectuales que no
poseo y que anteriormente desconocía). Ello comporta una mayor vi
gilancia de los gobiernos que no desean la reivindicación y, como
consecuencia, establecen mecanismos de abortamiento de prácticas
formativas alternativas o de prácticas formativas innovadoras y crí
ticas, aunque consten en sus papeles oficiales y en sus planes de for
mación. La experiencia de algunas administraciones es una buena
muestra de ello.
Si se desea que la Sin embargo, no podemos evitar pensar que la formación permanente
formación permanente
sea viva y dinámica, del profesorado no puede separarse de las políticas que inciden en
debe unirse a una
carrera profesional los docentes. Si queremos que esa formación sea viva y dinámica (ade
que incluya incentivos
más de útil, por supuesto) debemos unirla a una carrera profesional
profesionales y pro
moción y que intente o estatuto de la función docente que incluya incentivos profesionales
compensar a quienes
se interesan por ella. y promoción (vertical en diversas etapas y horizontal en la misma
etapa), y que recompense o, al menos, no castigue a los que ponen
54 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e d e l p r o f e s o r a d o
más empeño en el mejor funcionam iento de los centros y de su
práctica docente no únicam ente de form a individual, sino tam bién Todo lo planteado
hasta ahora debe
colectiva; en d efin itiva, a los que realizan prácticas alternativas de propiciar nuevas
alternativas.
form ación e innovación. Es preciso analizar
Además, para crear una nueva alternativa educativa debemos anali y contraponer una
nueva visión de la
zar y contraponer una nueva visión de la educación, que comporta una educación, que com
porta una determi
determinada formación, a los teóricos y prácticos del perennialismo (vol nada formación,
a los teóricos y prácti
ver a lo básico, se ha de enseñar así, la democracia es culpable, los maes cos del perennialismo
que han vuelto apare
tros son culpables, se han perdido los valores, debemos separar y clasificar
cer en algunos Esta
al alumnado, e tc....) que han vuelto aparecer en algunos Estados y que dos y que visibilizan
una ideología conser
visibilizan una ideología conservadora y un elitismo academicista que les vadora y un elitismo
academicista que
lleva a considerar ciertas cosas mejores que otras: por ejemplo, la univer les lleva a considerar
ciertas cosas mejores
sidad como cima del conocimiento formativo, la desconfianza en el maes que otras.
tro y más en la maestra, el discurso teórico como acumulación de saberes
y parangón del intelectual, y la tradición cultural occidental como supe
rior y única, despreciando otras identidades y aportaciones culturales.
No obstante, para asumir esa perspectiva crítica y alternativa en edu
cación y formación es necesario distanciarse de ciertos personajes y vi
gilar las tesis de cierta pedagogía y sociología educativa (muy de moda
hoy en día) que se tilda de progresista, pero cuyos planteamientos res
pecto a la escuela, la sociedad democrática, el compromiso, el conte
nido de cambio de la enseñanza y el profesorado son muy etéreos y
vacilantes.
La formación permanente debería fomentar el desarrollo personal,
profesional e institucional del profesorado potenciando un trabajo co-
Es indispensable
laborativo para transform ar la práctica. Resulta fácil decirlo, pero qué huir de políticas
de subsidio donde se
difícil es cambiar las políticas y las prácticas de formación. Este cambio piensa que sólo invir
tiendo en formación,
implica huir de políticas de subsidio, de políticas donde se piensa que en cursos, seminarios
invirtiendo en formación, en gran cantidad de cursos, seminarios o jor o jornadas,
se cambiará
nadas, se cambiará la educación, dejando el contexto laboral igual de la educación.
Im A CLAVL 3 55
mativa está más orientada a prácticas formativas individuales que a mo
delos de formación permanente de cariz colectivo, de desarrollo y de
mejora del currículo y a procesos indagativos donde la base no es la
«ignorancia del maestro», sino la desconfianza en la capacidad del pro
fesorado para generar innovaciones mediante la práctica educativa.
Ya ha surgido varias veces la idea de vincular la formación a un pro
So ha escrito y yecto de trabajo del centro de revisar los procesos de formación en el
hablado mucho
últimamente sobre lugar de trabajo, donde se dan las situaciones problemáticas. Una «for
vincular la formación
mación desde dentro y para dentro y fuera» basada en la revisión con
a un proyecto de
trabajo del centro, junta mediante procesos reales de investigación acción, en el sentido no
pero se ha llevado
muy poco de ortodoxia metodológica, sino en el de reflexionar sobre lo que se
a la practica.
hace y la finalidad del cambio colectivo (todo esto no impide que se
pueda necesitar apoyo externo de asesores o asesoras que acompañen
al profesorado en ese repensar la práctica). Se trata de un proceso
acerca del cual se ha escrito y hablado mucho últimamente, pero que
se ha llevado muy poco a la práctica de los centros.
Además, potenciar el intercambio de experiencias entre iguales y
Potenciar el intercam con la comunidad (dentro de un proyecto educativo comunitario)
bio de experiencias
entre iguales y con la puede posibilitar la formación en todos los campos de intervención edu
comunidad puede po
sibilitar la formación
cativa y aumentar la comunicación entre la realidad social y el profe
en todos los campos sorado, tan necesaria en una nueva form a de educar, rompiendo el
de intervención edu
cativa y aumentar la conocido asilamiento, el «celularismo» escolar, que impide que se pro
comunicación entre
la realidad social duzca la innovación institucional en los centros y territorios, pero que
y el profesorado.
por el contrario genera la innovación individual (aislada, personal e in
transferible). Individualismo que todos denostan y al que, sin embargo,
no se pone remedio en los contextos políticos educativos (¿será porque
la maestra o el maestro aislado es más vulnerable a las políticas econó
micas y sociales?).
La form ación no únicam ente es aprender más, innovar más, cam
biar más o lo que se quiera añadir, sino que puede ser un revulsivo
crítico a prácticas laborales como la jerarquía, el abuso de poder, la
m anente del p ro feso rado , ya que debe ayud ar a los sujetos a revisar los
12. C u estion ar las experiencias, tradiciones, pautas; relacionarse con el contexto; buscar
alternativas; ap licar y recu p erar la im aginación, y pasar las «verdades ciertas» por el fil
tro d e la dud a.
Id e a c la v e 3 57
supuestos ideológicos y actitudinales que están en la base de su práctica.
La formación Ello supone que la formación permanente deba extenderse al terreno de
permanente debe
extenderse al terreno las capacidades, habilidades, emociones y actitudes, y cuestionarse con
de las capacidades,
habilidades, emocio
tinuamente los valores y las concepciones de cada profesor y profesora
nes y actitudes, y y del equipo colectivamente.
cuestionarse
constantemente Debería reducirse la formación alejada de la práctica docente, en la
los valores y las
concepciones de cada que priman los aspectos cuantitativos sobre los cualitativos y en la que
profesor y profesora
y del equipo existe un marcado carácter individualista cuyo origen está en modelos
colectivamente.
transmisivos de corte tecnocrático, mercantilista y meritocrático, con el
fin de potenciar una formación más ligada a la práctica y que fomente
la autonomía del docente en la gestión de su propia formación.
Se trata de abandonar el concepto tradicional que establece que la for
mación permanente del profesorado es la actualización científica, didáctica
La formación y psicopedagogica (que puede recibirse escolarizándose mediante licencias
permanente ha de
generar modalidades de estudio o estancias en instituciones superiores) de sujetos ignorantes, en
que ayuden al
profesorado beneficio de la firme creencia de que la formación permanente debe ge
a descubrir su teoría,
ordenarla, fundamen nerar modalidades que ayuden al profesorado a descubrir su teoría, orde
tarla, revisarla
narla, fundamentarla, revisarla y destruirla o construirla de nuevo. Ello
y destruirla o cons
truirla de nuevo, comporta un cambio radical de la forma de pensar la formación, ya que no
abandonando el con
cepto tradicional que supone tanto desarrollar unas modalidades centradas en las actividades del
establece que la for
mación permanente aula ni ver al profesor como un aplicador de técnicas pedagógicas, sino com
del profesorado
es la actualización
prometerse con una formación orientada hacia un sujeto que tiene capaci
científica, didáctica dades de procesamiento de la información, análisis y reflexión crítica,
y psicopedagogica
de sujetos ignorantes. decisión racional, evaluación de procesos y reformulación de proyectos,
tanto laborales como sociales y educativos en su contexto y con sus colegas.
En resumen
Una nueva forma de ver la educación y la formación del profesorado pasa necesariamente
por comprender qué ocurre ante las especificidades relativas a las áreas del currículo, a los
cambios vertiginosos del contexto, a la veloz implantación de las nuevas tecnologías de
I d e a clave 3 59
La formación como revulsivo crítico a prácticas laborales como la jerarquía, el sexismo,
la proletarización, el individualismo, el bajo estatus, etc., y a prácticas sociales como la
exclusión y la intolerancia.
El desarrollo profesional de la institución educativa mediante el trabajo colaborativo,
reconociendo que la escuela está constituida por todos y todas y que coincidimos en
la intencionalidad de transformar esa práctica. Posibilitar el paso de la experiencia de
innovación aislada y celular a la innovación institucional.
Id e a c la ve 3 61
La emoción es importante para afrontar Hay que ponerse de acuerdo en los
lo desconocido; controlar las emociones fin es m orales de la organización,
propias y las de los demás es vital. com prenderlos, articularlo s y comu
6. La culturas colaborativas provocan an nicarlos para que el cocim iento sea
siedad y la contienen sostenido.
El reconocimiento de que todos los im 8. No hay solución única, com o críticos
plicados deben aceptar la diversidad debem os configurar teorías y acciones
para que la colaboración sea eficaz. El personales.
reconocimiento de la individualidad en El cambio lo realiza el profesorado.
la colaboración es una expresión de Si querem os cam biar, debemos crear
confianza, empatia y conectividad. una com unidad críticam ente re fle
7. Atacar la incoherencia: la conexión y la xiva y com prom etida con la educa
creación de conocim ientos son criticas. ción.
6 2 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e o e l p r o f e s o r a d o
JLd&a dJú^e.
Es evidente que lo común a todos debe aprenderse en común. Por otra parte, no debe creerse
que cada ciudadano se pertenece a sí mismo, sino que todos pertenecen a la ciudad; y si cada
individuo es parte de la ciudad, lo que se haga por cada parte debe estar naturalmente en ar
Id e a c l a v i 4 63
enseñantes, ya que para diferentes problemas educativos se sugeria la misma solución, al margen
de la ubicación geográfica, social y educativa concreta del profesor o profesora y de cuáles fueran
las circunstancias que rodearan tal problema educativo13.
Formación no es entrenamiento
El tratamiento de la formación como un problema genérico ha ocasio
El tratamiento de la nado un sistema de formación estándar basado en un modelo de en
formación como un
problema genérico ha trenamiento14. Muchos profesores están acostumbrados a asistir a cursos
ocasionado un sistema
de formación estándar
y seminarios en los que el ponente es el experto que establece el conte
basado en un modelo nido y el desarrollo de las actividades. En un curso o una «sesión de
de entrenamiento.
entrenamiento» los objetivos y los resultados que se espera adquirir están
claramente especificados y suelen plantearse en términos de conoci
mientos (por ejemplo, explicar los principios del aprendizaje significa
tivo) o de desarrollo de habilidades (por ejemplo, los participantes han
de mostrar que saben utilizar en la discusión de clase cuestiones sin un
esquema preestablecido).
13. Con el término «modalidades de formación» nos estamos refiriendo al análisis de las
prácticas y de los contenidos que se imparten y comparten en los procesos de formación
(el modo). De manera especifica nos podemos sumar a la definición suministrada por el
MEC (1994), en la que se define la «modalidad formativa» como «las formas que adoptan
las actividades de formación del profesorado en el desarrollo de los procesos formativos,
en virtud de unos rasgos que se combinan de distinta manera en cada caso: el modo de
participación (individual o colectiva), el nivel de planificación de la actividad (existencia
de un proyecto o no, planificación cerrada o no, etc.), los roles e interacciones de los su
jetos que intervienen (organizadores y organizadoras, "expertos", asesores, participan
tes...), el grado de implicación que exige de los participantes y su mayor o menor grado
de autonomía, la dinámica y estructura internas de las sesiones y las estrategias prefe
rentes con las que se desarrollan, etc.».
14. En la mente de muchos formadores y enseñantes «entrenamiento» es sinónimo de
formación permanente, y configura el modelo que lleva a los profesores a adquirir co
nocimientos o habilidades por medio de la instrucción individual o grupal dirigida por un
experto.
Id e a c la ve 4 65
• En primer lugar hallamos diversas tipologías de profesorado.
• En segundo lugar, un desempeño profesional diversificado con
desarrollos profesionales específicos.
• En tercer lugar, la zona de trabajo: rural, semirural, urbana, subur-
bial, y el clima laboral dentro del centro.
lili A CLAVE 4 67
debe contemplar la participación de las personas. Participar en la for
mación significa participar de una manera consciente, implicando su
ética, sus valores, su ideología, hecho que nos permite comprender a los
demás, analizar sus posicionamientos y sus visiones. También es funda
mental que la formación suponga una mejora profesional inteligible y
suficientemente explicitada, y resulte comprensible. La formación, en
cuanto proceso de cambio, siempre generará resistencias, pero éstas
tendrán un carácter más radical si la formación se vive como una im
posición arbitraria, aleatoria, no verosímil y poco útil.
Esta participación comporta la creación de un sistema de comunica
Lo participación com ción mediante el cual se pueda llegar a las personas implicadas para
porto lo creación de
un sistemo do comuni que éstas se corresponsabilicen efectivam ente en el proceso organi
cación mediante el
zativo y también en la dirección, coordinación y toma de decisiones del
cual se puedo llegar a
las personas implica ám bito. A fin de conseguir este grado de participación será funda
das para que estas se
corresponsabilicen mental suministrar a los implicados los medios para adaptar continua
efectivamente en el
proceso organizativo y mente la formación a sus necesidades y aspiraciones. La participación
también en la direc
ción, coordinación y
será necesaria no únicamente en la etapa organizativa, sino también en
toma de decisiones el momento de llevar a la práctica la formación, de manera que se es
del ámbito.
tablezca un proceso continuo de modificación e introducción de las
estrategias, basado en la experiencia acumulada y, a la vez, en las nue
vas necesidades detectadas.
La no participación
y lo no implicación La ventaja que supone para el profesional en ejercicio trabajar en
son obstáculos difícil
mente superables
este contexto radica en que su experiencia le permite desarrollar un
para llevar a cabo una papel constructivo y creativo en el proceso de planificación y decisión,
formación en un con
texto determinado. y no un rol únicamente técnico en el que se da una subordinación a la
Ello comporta un
papel mas activo producción del conocimiento, una separación entre la teoría y la prác
del profesorado en
el diseño, desarrollo,
tica, un aislamiento profesional, una marginación de los problemas mo
evaluación y reformu
rales, éticos y políticos, un gremialismo y una descontextualización que
lación de estrategias
y programas investi constituyen verdaderos obstáculos en la formación. La no participación
gadores de interven
ción educativa. y la no implicación son, sin lugar a dudas, obstáculos difícilmente su
perables para llevar a cabo una formación en un contexto determinado.
En resumen
R ealizar una form ación genérica en problemas que tienen solución para todos los
contextos no repercute en la m ejora del profesorado. En form ación el profesorado
tie n e situaciones problem áticas.
Para activar el análisis de esas situaciones problemáticas deben conectarse conoci
mientos previos a nuevas informaciones en un proceso cíclico de innovación-formación-
práctica. Hay que partir de la práctica del profesorado para mejorar la teoría y la práctica.
El análisis de las situaciones problemáticas lleva a promover la innovación institucional
como objetivo prioritario de la formación permanente; a creer en la capacidad del pro
fesorado para form ular cuestiones válidas sobre su propia práctica y marcarse objetivos
que traten de responder a tales cuestiones; a partir del presupuesto de que el profesorado
puede plantearse una investigación de forma competente y basada en su experiencia; a
que los docentes tiendan a buscar datos para responder a cuestiones relevantes y a refle
xionar sobre ellos para obtener respuestas a situaciones problemáticas de la enseñanza;
a que los profesores y las profesoras desarrollen nuevas formas de comprensión cuando
ellos mismos contribuyan a form ular sus propias preguntas y recojan sus propios datos
para darles respuesta. De este modo es posible que se genere un conocimiento válido me
diante la formación.
La formación sobre situaciones problemáticas en el contexto donde se producen per
mite compartir evidencias e información y buscar soluciones. A partir de aquí y mediante
la colaboración, se afrontan los problemas importantes, aumentando con ello las expec
tativas que favorecen a los estudiantes y permitiendo a los docentes reflexionar solos o con
los colegas sobre los problemas que les atañen.
Id e a c la ve 4 69
1. Formación desde dentro sus problemas sin dificultad. En defini
para analizar las situaciones tiva, mejora la opinión de sí mismo.
problemáticas • La persona se siente arropada {perte
La formación desde dentro es fruto de la nencia). Puede consultar dudas, expe
decisión o aceptación de un grupo de pro riencias, actividades... con otras
fesores y profesoras y puede tener las si personas de su propia institución; ellos
guientes características: están haciendo lo mismo que él o ella.
• La finalidad es cubrir necesidades o si • Sus logros se centran en promover el
tuaciones problemáticas colectivas. La cambio en la globalidad de la organi
organización es un todo. zación o en una buena parte de ellos
• Sus resu ltad o s a fe cta n al co le ctivo . si no es posible en todos.
P re te n d e la in n o vació n in s titu c io
n a l. El co m p ro m iso será fu n d a 2. Análisis crítico de casos
m e n ta l. (o de casos-situación
• Refuerza el sentido de pertenencia. problemática)
Todos tenemos en el mismo contexto Las sesiones de análisis crítico de casos
parecidos problemas o, por lo menos, pueden ser una fuente de desarrollo per
los compartimos. sonal y profesional. Para ello será necesa
• Refuerza el autoconcepto. Me em rio:
piezo a ver reflejado (yo y mis pro • Describir y analizar situaciones únicas.
blemas) en los demás, me empiezo a • Generar ideas conjuntamente.
conocer a mí mismo por medio de • Buscar conocimientos que nos ayuden
la confrontación de opiniones con a analizar el caso.
gente con la que tengo confianza.
Son mis propios compañeros. El prim er paso en el proceso de análisis
• La amistad de los compañeros del de casos es hacer una sinopsis y una eva
equipo me da seguridad. Son funda luación de la situación actual. Esto facili
mentales el ambiente distendido y la tará la identificación de las situaciones
comodidad de las relaciones. problemáticas y será útil para proponer
• La autoestima se potencia, el individuo alternativas y tom ar decisiones específi
se siente aceptado, seguro, comparte cas acerca del curso de acción que se
IDEA CLAVE 4 71
ticas prácticas. A partir de los principios para llegar a vislumbrar esa posible so
anteriores, se intenta explicar el proceso lución colectiva.
Cuadro 2
C. DESARROLLO DEL PLAN, 8. Puesta en práctica del plan de acción para la solución de
SEGUIMIENTO COLECTIVO Y la situación problemática. Reuniones de seguimiento. Ins-
EVALUACIÓN trumentos de recogida de información sobre el desarrollo
del plan. Recabar la ayuda externa si fuera necesario.
El poder de un profesor aislado es limitado. Sin sus esfuerzos jamás se podrá lograr la mejora de
las escuelas; pero los trabajos individuales son ineficaces si no están coordinados y apoyados.
(Stenhouse, 1987)
15. Utilizamos el término «colaboración» incorporando el concepto de cooperación y colegialidad, aunque somos
conscientes de los matices interpretativos en los diversos términos.
Id e a c l a v í 5 73
describió Lortie en 1975, uno de los pioneros en diagnosticar los peligros del individualismo do
cente). Cierto que las escuelas unitarias tenían una parte más de romanticismo (sobre todo en el
recuerdo de las personas que asistieron a ellas), pero también es cierto que pocos niños y niñas
continuaban sus estudios después de las llamadas letras básicas.
El acceso de toda la población a la escolarización, la aglomeración urbana, las nuevas tecnologías
de la comunicación, el cambio familiar, entre otros factores, han originado una institución escolar que
ha ido más allá de la antigua escuela unitaria en la que uno o dos maestros trabajaban aislados (ello no
implica preservar aquellas escuelas unitarias donde sea imprescindible por el difícil acceso de los medios
de transporte u otros elementos contextúales). Aún así, en este apartado no me refiero a ese indivi
dualismo forzado, sino al individualismo escogido por el docente o desarrollado por la cultura profesional.
Lo que pretendo analizar es que actualmente la enseñanza se ha convertido en un trabajo co
lectivo necesario e imprescindiblemente para mejorar el proceso de labor del profesorado, la or
ganización de las instituciones educativas y el aprendizaje del alumnado. Pero esa «escuela cartón
de huevos» propicia una cultura individualista y del aislamiento, con sus ventajas e inconvenien
tes. Es importante sopesar si esa cultura conlleva más inconvenientes que ventajas.
A pesar de ello, no debemos confundir el aislam iento d el individualism o con la individualidad
o individualización (Beck y Beck-Gernsheim, 2003), ya que la individualidad es «capacidad para ejer
citar el juicio discrecional e independiente» (Hargreaves, 1998, p. 206) y la individualización
presupone al individuo como diferente, actor, diseñador y creador de su propia biografía, identi
dad, sus redes sociales, compromisos y convicciones. La individualidad y la individualización
pueden ser buenas porque el profesor o profesora necesita momentos para repensar su «proyecto
de vida». Puede ser positivo realizar prácticas individuales16, pero puede comportar un cierto ais
lamiento. Toda práctica profesional y personal necesita, en algún momento, una situación de aná
lisis y reflexión que debe o puede realizarse en soledad.
Además, tampoco debemos confundir la colaboración con procesos forzados, formalistas o de
adscribirse a modas que suelen ser más nominales y atractivas que procesos reales de colaboración.
16. Existe en la ciencia política y social toda una tradición de debate sobre el individualismo no existiendo
unanimidad en cuanto al significado, pero si respecto a diversos conceptos. En este apartado analizamos y cri
ticamos el individualismo como concepto moral anclado en la teoría liberal, en la que el individuo es la medida
de todas las cosas y no como un conflicto entre lo individual y lo colectivo.
Id e a c la ve 5 75
en un trabajo colaborativo para la solución de situaciones problemáti
cas, La colaboración es un proceso que puede ayudar a entender la com
plejidad del trabajo educativo y dar respuestas mejores a las situaciones
problemáticas de la práctica.
Sin embargo, también es cierto que el trabajo colaborativo entre el
El trobnjo profesorado no es fácil, ya que es una forma de entender la educación
colaborativo entre
el profesorado
que busca propiciar espacios donde se dé el desarrollo de habilidades
no es fácil,
individuales y grupales de intercambio y diálogo a partir del análisis y
busca propiciar
espacios donde se la discusión entre todos en el momento de explorar nuevos conceptos,
produzca el desarrollo
de habilidades indivi con el fin de conocer, compartir y ampliar metas de la enseñanza y la
duales y grupales
de intercambio y información que cada uno posee sobre un tema. Cada uno de los miem
diálogo con el fin de
conocer, compartir
bros del grupo es responsable tanto de su aprendizaje como del de los
y ampliar las metas restantes. El profesorado comparte la interacción y el intercambio de
de la enseñanza.
ideas y conocimientos entre los miembros del grupo.
Ello supone una orientación de la formación hacia un proceso de
provocación de una reflexión basada en la participación (aportación
personal, no rigidez, motivación, metas comunes, normas claras, coor
dinación, autoevaluación) y mediante metodología formativa basada
en casos, intercambio, debates, lecturas, trabajo en grupo, incidentes
críticos, situaciones problemáticas... Supone la exigencia de un plante
amiento crítico y no domesticado de la formación, un análisis de la prác
tica profesional desde la perspectiva de los supuestos ideológicos y
actitudinales que están en su base. Por lo tanto, la formación perma
nente ha de extenderse al terreno de las capacidades, habilidades y ac
titudes con una nueva metodología form ativa que debería
fundamentarse en diversos pilares o principios:
• Aprender de form a colaborativa, dialógica, participativa, esto es,
a n aliza r, probar, e valuar, m o d ificar... en grupo. Propiciar un
aprendizaje de la colegialidad participativa y no una colegiali-
dad artificial (la colegialidad artificial viene a menudo provocada
por la obligación externa de realizar ciertos trabajos que deman-
Id e a CLAVE 5 77
borada. Para ello será necesario que el conocimiento sea sometido a
crítica en función de su valor práctico y del grado de conformidad con
la realidad, analizando los presupuestos ideológicos en los que se basa.
17. No quisiera que en este apartado se confundiera formación personalista con el mo
vimiento del personalismo o su derivación en una pedagogía personalista, donde se rei
vindica a la persona como ser concreto, relacional y comunicativo.
7 8 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e d e l p r o f e s o r a d o
ren aquellos patrones de trabajo, a veces egoístas y competitivos, que fa
vorecen una atomización educativa, un continuado pensar y trabajar Una forma de comba
tir el individualismo
solos, compartí mentar y hacer las cosas «a mi manera». El aislamiento ge es la formación
colaborativa tanto en
nera incomunicación, quedarse para sí mismo lo que se sabe sobre la ex la institución
periencia educativa. Una práctica social como la educativa necesita educativa como
en los procesos
procesos de comunicación entre colegas. Explicar qué sucede, qué se hace, metodológicos de la
formación estándar.
qué no funciona, qué ha tenido éxito, etc. Compartir las alegrías y las
penas que surgen en el difícil proceso de enseñar y aprender.
La cultura del aislamiento, o más bien la no participación institucio
nal acaba introduciéndose en la rutina provocando el desencanto y la
desilusión en la pasión por lo que se hace, y favoreciendo un tipo de so
ciedad egoísta, insolidaria y competitiva que el profesorado acaba
transm itiendo. En la actualidad es difícil encontrar una profesión
abierta al entorno social que trabaje aislada y, aún menos, que se
forme aisladamente. El compartir con otros dudas, contradicciones, pro
blemas, éxitos, fracasos... es importante en la formación de las personas
y en su desarrollo personal y profesional.
Una forma de combatir ese aislamiento e individualismo es la forma
ción colaborativa tanto en la institución educativa como en los procesos
metodológicos de la formación estándar. El profesorado puede explicar
qué le pasa, qué necesita, cuáles son sus problemas, etc., asumiendo que
no es un técnico que desarrolla o implementa innovaciones prescritas por
otros como le han tenido acostumbrado, sino que puede participar activa
y críticamente desde el propio contexto educativo en un proceso forma-
Las estructuras orga
tivo más dinámico y, por supuesto, más flexible y donde los colegas tienen nizativas escolares
no están creadas para
los mismos o similares principios, aunque no coinciden en todos. En ese favorecer el trabajo
colaborativo.
momento aparecen algo más que palabras, surgen muchas dificultades. El mantenimiento
de situaciones
Una de las dificultades más importantes es que las estructuras orga y estructuras legitima
nizativas escolares no están creadas para favorecer ese trabajo colabo- y facilita el continuar
trabajando de un
rativo, ya que fueron creadas en otra época y con otra forma de pensar modo aislado.
la educación. Las aulas, que fueron ideadas como celdas; los agrupa-
Id e a c l a v e 5 79
mientos homogéneos, bajo criterios no coherentes; la jerarquización pro
Son mod.ilid.ides y fesional dentro de las instituciones, que más que estructuras de partici
estrategias form.itiv.is
importantes en las pación son de decisión; la creciente especialización entre el profesorado,
que basar la
formación
y la parcelación de la enseñanza (ciclos, etapas, niveles, cursos, etc.) cons
permanente: triñen e impiden una forma de trabajar conjunta. Por el contrario, el
la potenciación de
grupos colaborativos mantenimiento de esas situaciones y estructuras legitiman y facilitan
en los territorios,
los movimientos de el continuar trabajando de un modo aislado en el que el profesorado no
renovación pedagó
gica, la agrupación de
necesita tratar con los demás, excepto en los procesos burocráticos.
escuelas rurales, No existe diálogo sobre lo que pasa y el intercambio es ficticio.
las comunidades
de formación o de in Con el fin de evitar esa cultura personalista, hay una serie de mo
telectuales en una
o varias escuelas, los dalidades y estrategias formativas importantes y destacadas en las que
grupos de proyectos
interdisciplinarios... basar la formación permanente en los diversos contextos educativos: la
potenciación de grupos colaborativos en los territorios, los movimien
tos de renovación pedagógica, la agrupación de escuelas rurales, las
comunidades de formación o de intelectuales en una o varias escuelas,
los grupos de proyectos interdisciplinarios, las redes telemáticas o no te
lemáticas, la afiliación a organizaciones de enseñantes, los grupos de in
tercam bio de ideas o experiencias, los equipos autónomos de
investigación sobre la práctica educativa, etc. La formación permanente
debe incidir en estos aspectos y potenciarlos.
La formación perma
nente debe posibilitar: Para ir introduciendo esa cultura colaborativa y romper con el per
el desarrollo colectivo
de procesos autónomos sonalismo e individualismo pedagógico entre el profesorado, sería ne
en el trabajo docente,
cesario potenciar los siguientes factores en la cultura del profesorado,
compartir procesos
metodológicos y de mediante la formación permanente:
gestión, introducir
la existencia de la • El desarrollo colectivo de procesos autónomos en el trabajo docente,
indeterminación
técnica, dar mayor pero entendidos como una autonomía compartida y no como una mera
importancia al
desarrollo personal,
suma de individualidades. Debería lucharse contra la idea de una pro
potenciar fesión subsidiaria donde otros dictaminan lo que hay que hacer.
la autoestima colectiva
y crear y desarrollar • Compartir procesos metodológicos y de gestión en los centros edu
nuevas estructuras.
cativos, aunque no necesariamente la colaboración comporta con
senso a estar de acuerdo con todo.
Id e a c la ve 5 81
ver la cultura colaborativa (dentro de las estrategias mencionadas
Para promover la anteriorm ente) en las instituciones educativas introduciendo los si
culturo colaborativj,
los instituciones guientes factores o ideas:
oduc.it¡vos deberim
• Explicar lo que nos pasa y escuchar a todos en lo mismo.
¡ísumii el riesgo de la
nnovadon, reivindica • Practicar y compartir la reflexión individual y colectiva (conversar de
tiempo y espacie
para una formacioi form a reflexiva, describir, discutir y debatir sobre los trabajos del
en la institución..
alumnado y el papel docente, problematizar el conocimiento que
se imparte, etc.).
• Asumir el riesgo de la innovación.
• Comprometerse con el trabajo en la institución y con los demás.
• No batallar por cosas insignificantes. Aceptar la diversidad de opi
niones sobre la enseñanza y el aprendizaje.
• Pedir ayuda a los colegas.
• Equilibrar trabajo docente y vida. No hablar siempre de lo mismo.
• Reivindicar tiempo y espacio para una formación en la institución
con un proyecto de cambio a partir de las necesidades de la institu
ción. Pedir ayuda si es necesario.
• El proyecto ha de ser alcanzable entre todos y todas.
• Lo más importante es el alumnado y su desarrollo es paralelo al del
profesorado.
82 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e d e l p r o f e s o r a d o
En esta línea las instituciones educativas necesitan generar un gran
cambio, una verdadera reconversión profesional y un «rearme» moral
que les conduzca a superar el espíritu celular e individual (por no decir
también corporativista) que aún poseen por la cultura profesional he
redada y asumida de modo acrítico. Si, siguiendo esa tradición profe
sional, los profesionales de un centro educativo se mueven por intereses
personales y asumen actitudes de confrontación con los compañeros
de trabajo, no sólo se perjudicará el trabajo educativo individual, sino
también el proceso educativo de la institución.
Sin embargo, no debemos confundirnos, la formación colaborativa
es un proceso de desarrollo que lleva tiempo y requiere un considera Las personas que tra
bajan en la enseñanza
ble esfuerzo, y la enseñanza obligatoria implica una estructura cada deben saber respe
tarse y confrontarse
vez más compleja que necesita una organización colectiva y democrá para construir alterna
tivas conjuntamente.
tica, compartiendo el conocimiento con otras instancias de sociali
Son un colectivo que
zación, pero eso no quiere decir que sea una empresa, como algunos trabaja con personas
y para construir en el
han querido ver, sino un territorio fluctuante en el que se desarrolla alumnado un espíritu
transformador han
una confrontación entre diferentes formas de entender la educación y de generarlo en el
seno de la institución
la sociedad. En la tolerancia y la comprensión de esas diferencias se en
educativa.
cuentra el reto del trabajo conjunto entre el profesorado.
Y he aquí la importancia de quienes trabajan en la enseñanza. Saber
respetarse y confrontarse para construir alternativas conjuntamente. El
profesorado, como todo colectivo integrado por seres humanos, cons
tituye un grupo definido sujeto a múltiples influencias. Es un colectivo
que trabaja con personas y, por lo tanto, puede crear y potenciar trans
formaciones sociales mediante la educación de sus alumnos y alumnas.
No obstante, para construir en ellos ese espíritu transformador han de
generarlo en el seno del grupo de trabajo, en la institución educativa.
Los equipos de profesores y profesoras deben romper con la cul
tura profesional tradicional que se ha ¡do transmitiendo en la profe
sión y que comentábamos anteriorm ente. Una cultura profesional
viciada por muchos elementos, que ha generado unas barreras de co-
Id e a c lave 5 83
municación entre un colectivo formado por personas que trabajan una
Es necesario estable al lado de la otra, pero separadas aún por tabiques estructurales y
cer un rearme mor al»
y profesional contra mentales, y que ha otorgado una valoración excesiva a la categoría
quienes dificultan el
proceso de innovación profesional, al contenido académico, a la improvisación personal y al
y formación abogando
empirismo elemental, lo que ocasiona en ciertos ámbitos un fracaso
por un trabajo
decantado hacia el profesional que repercute en la vertiente relacional. Así pues, será ne
mérito individual,
la promoción o la cesario establecer un «rearme» moral y profesional contra quienes,
competitividad.
normalmente desde fuera, «cortocircuitan» el proceso de innovación
Si el profesorado no y formación, los procesos de reflexión colectiva, y quienes contrarres
impulsa en las institu
ciones educativas una tan los avances de compromisos colectivos institucionales abogando
nueva cultura colabo-
por un trabajo decantado hacia el mérito individual, la promoción o la
rativa, ni demanda y
reivindica a la forma competitividad.
ción dicho impulso,
será imposible Si el profesorado no impulsa en las instituciones educativas una
desarrollar procesos de
formación permanente nueva cultura colaborativa ni lo demanda y reivindica a la formación,
colaborativos y una in
novación institucional. será imposible desarrollar procesos de formación permanente colabo
rativos y una innovación institucional.
En resumen
Cuando hablamos de desarrollar una cultura colaborativa en la formación como principio
y como metodología, nos referimos a:
• Romper con el individualismo de la formación.
• La colaboración, entendida aquí como colegialidad, es una ideología más que una es
trategia de gestión.
• La colaboración no es una tecnología enseñable, sino un proceso de participación, im
plicación, apropiación y pertenencia.
• En la colaboración se parte del respeto y reconocimiento del poder y la capacidad de
todo el profesorado.
• Es necesario redefinir y ampliar del liderazgo escolar.
• La investigación acción, la elaboración de proyectos de cambio y la narración pueden
ayudar a esa formación colaborativa.
Id e a c la ve 5 85
Procedimientos formativos 2. Plantean formas diferentes de reco
mediante la indagación gida de información sobre la situación
colectiva, la investigación problemática inicial, que puede impli
acción para reflexionar car tanto un estudio bibliográfico
con los colegas sobre como a partir de los datos obtenidos
las situaciones problemáti en el aula o en la escuela.
cas que les atañen 3. Estos datos se analizan en grupo.
La investigación acción es un potente pro 4. Se realizan los cambios pertinentes.
cedimiento para la formación del profe 5. Se vuelven a obtener nuevos datos e
sorado gracias a la acción cooperativa que ideas para analizar los efectos de la in
implica y al trabajo en equipo mediante tervención que se ha realizado y conti
el cual el profesorado orienta, corrige y nuar con el proceso de formación
evalúa sus problemas, y toma decisiones desde la práctica.
para mejorar, analizar o cuestionar la
práctica social y educativa. El profesorado La investigación acción puede compro
se forma y se desarrolla cuando adquiere meter el conocimiento de los profesores y
un mayor conocimiento de la compleja si profesoras y transformarlos en investiga
tuación en la que su enseñanza se desen dores sobre sí mismos, instándoles direc
vuelve. Tanto para su desarrollo personal tamente a reconstruir y a transformar su
como profesional, debe unir teoría y prác práctica cotidiana y, además, a teorizar y
tica, experiencia y reflexión, acción y pen revisar continuamente sus procesos edu
samiento. Todo ello implica que la cativos.
investigación acción en la formación del Es una form a dem ocrática de inves
profesorado se asuma como un compro tigación desarrollada por los «prácticos»
miso político y no técnico o únicamente y desde la práctica, todos los actores par
de mejora profesional. ticipan por igual y se comprometen en
Un posible proceso podría ser: cada una de las fases de la investigación,
1. En grupo, los profesores y profesoras ya que se comunican entre sí mediante
identifican una situación problemática o un una relación simétrica y aceptan la diver
tema que sea de su interés a partir de sidad de puntos de vista y las diferentes
una observación o una reunión reflexiva. decisiones. La investigación-acción posi
Id e a c la ve 5 87
cooperación interna y de apertura al
Utilizar la narración como
exterior.
medio de formación
colaborativa
• Introduce una metodología de comu
nicación y participación. Narrar es compartir con otros la enseñanza,
vivir la historia desde dentro. Alguien
Durante este proceso puede necesitarse cuenta a otra persona su experiencia com
ayuda externa que se concreta en una for partiendo fragmentos de la vida cotidiana.
mación específica sobre el tema o la si La experiencia relatada por las voces
tuación problemática, la metodología de que han vivido las diversas situaciones na
investigación o sobre cualquier otro pro rradas acaba impregnando las ¡deas y las
ceso que ayude al profesorado a dar sen conductas de otras personas que partici
tido a sus propias experiencias. Este pan también de una misma actividad
proceso de formación puede contribuir a o profesión. La narración es una técnica
cambiar el conocimiento del profesorado, que puede permitir conocer los entresijos
en el pensamiento, mejorando las formas de lo que sucede a través de la interacción
de comunicación y de toma de decisiones con los símbolos compartidos, con la ex
grupales. periencia de otros, y aquí la sociabilidad
Los profesores y profesoras toman se demuestra con la capacidad de escu
decisiones sobre cuándo y cómo aplicar char a otros. En este sentido, los relatos
la propuesta de cambio. Su experiencia del profesorado pueden ayudar mucho
les sirve de apoyo para una mayor cola a su propia formación. Es dar voz propia a
boración entre ellos. Aprenden a ver o las prácticas del profesorado, a sus narra
comprender la perspectiva del otro, a ciones e historias de vida profesional, fa
ser capaces de observar más allá de lo voreciendo el escuchar y el compartir unas
inmediato, de lo individual y de lo con vivencias personales que ayudan a uno
creto. mismo a avanzar y pueden ayudar a otros.
88 La f o r m a c ió n p er m a n e n t e d e l p r o feso r a d o
En la formación del profesorado,
éste ha de ser sujeto de formación
con una identidad docente18
La formación permanente del profesorado pasa por que éste vaya asumiendo una
identidad docente, lo que supone la asunción de ser sujeto de la formación y no
objeto de ella como mero instrumento maleable y manipulable en manos de otros.
La educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía.
(Freire, 1997)
Pues cuantos son los modos en que se dice, tantos son los significados del ser.
(Aristóteles)
18. C u an d o h ab lam os d e identidad docente no querem os sólo verla com o unos rasgos o inform aciones que in
dividu alizan o distinguen algo, sino com o el resultado d e la capacidad d e reflexividad. Es la capacidad de la per
sona (o grupo) d e ser ob jeto d e sí misma q u e da sentido a la experiencia, integra nuevas experiencias y arm oniza
los procesos a veces contradicto rio s y conflictivos q u e se d an en la integración d e lo q u e creem os que somos
y lo q u e quisiéram os ser; en tre lo q u e fuim os en el pasado y lo q u e hoy somos.
Id e a c la v e 6 89
comprobar viendo el currículo cerrado, la poca autonomía, la dependencia orgánica, la descon
fianza endémica, el predominio de cursos, la necesidad de acreditaciones para el desarrollo, el so
metimiento jerárquico, el concepto de semiprofesional, los expertos que dictan normas, los saberes
o conocimientos profesionales dados, la profesión sin reconocimiento de identidad, etc. Durante
las últimas décadas se han abierto importantes brechas en esa pedagogía del subsidio y la depen
dencia dando importancia a la subjetividad19 de los docentes, es decir, el ver que la experiencia edu
cativa no es neutra, sino eminentemente subjetiva con un compromiso con los valores éticos y
morales, y el creer en la capacidad, por otra parte normal, de ser sujetos de conocimiento, de dar
entidad e identidad, de generar conocimiento pedagógico que estructura y orienta su teoría y su
práctica, y ello a pesar de la tendencia normativizadora (y académica en su histórica relación entre
teoría y práctica) de las administraciones educativas, tendencia que se acentúa más por descon
fianza y control ante lo que se hace en educación que por asegurar una calidad educativa.
90 La f o r m a c ió n per m a n e n t e d e l p r o fe so r a d o
tica educativa. A sí es normal que una persona a quien se le suponía más
conocim iento y saber (a veces m ayor experiencia o jerarquía) adoctri El cambio en el futuro
de la formación per
nara a un profesorado sobre la base de su ignorancia y acatam iento. En manente debe estar
en que el profesorado
cambio, en el fu tu ro de la form ación perm anente, eso no debe ser lo asuma ser sujeto de
predom inante, sino que el profesorado debe asum ir el ser sujeto de la la formación compar
tiendo sus significados
formación com partiendo sus significados con la conciencia de que somos con la conciencia
de que somos sujetos
sujetos cuando nos diferenciam os trabajando juntos, y desarrollando cuando nos diferencia
mos trabajando
una identidad profesional (el yo personal y colectivo que nos permite juntos, y desarro
llando una identidad
ser, actu ar y a n a liza r lo que hacemos) y no un mero instrum ento en
profesional y no
manos de otros. Como dice Melucci (1996, p. 36) un mero instrumento
en manos de otros.
La identidad puede negociarse porque existen sujetos de acción que ya no
se definen objetivamente o externamente, sino que son ellos mismos los
que poseen la capacidad de producir y definir el significado de lo que hacen.
La form ación como ayuda para d efin ir ese significado de lo que se hace
en la práctica en unas instituciones concretas, y para tener nuevos sa
beres tam bién perm ite cam biar la identidad y el yo de form a individual
y colectiva.
Como bien dice Day (2006, p. 68):
[...] en la bibliografía sobre la formación del profesorado, los conceptos de
yo y de identidad se utilizan a menudo de forma intercambiable. Como con
cepto, la identidad está íntimamente relacionada con el concepto de yo.
Ambos son constructos complejos y ello se debe en gran parte a que se
basan en importantes áreas teóricas y de investigación de la filosofía, la psi
cología, la sociología y la psicoterapia.
Id e a c la v e 6 91
social y educativa (y sus valores) y de la capacidad de producción de co
nocimiento educativo y de compartir experiencias, e incorporar la narra
tiva del profesorado a la ética de la formación permanente, con procesos
basados en una relación no tanto objetivista, que valora los hechos so
ciales como cosas, ni subjetivista espontánea, que valora el individuo, sino
intersubjetiva, de relación con los otros, de alteridad, de aumentar «un
bagaje rico de conocimientos profesionales autogenerados» (Elliott,
1984) entre los compañeros, que permita complementar la identidad del
sujeto docente con la identidad grupaI (una identidad colaborativa no de
procesos bélicos) y lograr una visión crítica de la enseñanza para analizar
la postura y los imaginarios de cada uno frente a la enseñanza y el apren
dizaje, que aliente a la confrontación de preferencias y valores, y donde
prevalezca el encuentro, la reflexión sobre lo que se hace entre colegas
como elemento fundamental en la relación educativa.
El (re)conocimiento de la identidad permite interpretar mejor el tra
El (re)conocimiento de bajo docente e interactuar mejor con los otros y con la situación que se
la identidad permite
interpretar mejor vive día a día en los centros. Las experiencias de vida del profesorado
el trabajo docente e
interactuar mejor
se relacionan con las tareas profesionales, ya que la enseñanza requiere
con los otros y con una implicación personal. La formación basada en la reflexividad
la situación que
se vive dia a dia será un elemento importante para analizar lo que son o creen ser y lo
en los centros.
que se hace y cómo se hace. Cabe preguntarse:
• ¿Cuál es la identidad profesional del profesorado cuando asiste a
un proceso de formación?
• ¿Existen concepciones diferentes de la identidad docente, individual
o colectiva?
• ¿Crearán tensiones o alianzas las diferentes concepciones?
• ¿Cómo reconstruir las identidades docentes?
• ¿Qué proceso utilizará la formación para debatirlas y ponerlas en
común?
• ¿Ayudará la formación a nuevas identidades docentes?
92 La fo r m a c ió n per m a n e n t e d e l p r o feso r a d o
La respuesta a estas y otras preguntas ayudaría a reducir la incerti
dumbre personal y colectiva, a la reivindicación, a decir lo que se piensa
sobre la formación, a partir de ese pensamiento en la formación, a un
mayor reconocimiento social, a la posibilidad de un proyecto docente
profesional y a aum entar la comprensión de la realidad educativa y so
cial, ya que la identidad profesional es dinámica y no es uniforme para
todos. En la profesión docente dicha identidad depende de la relación
entre el contexto donde se realice el trabajo y el trabajo mismo.
El concepto de id en tid a d docen te actual nos permite cuestionar
muchas cosas como, por ejemplo, el que ya no exista una etapa deter El concepto de identi
dad docente actual
minada en la que el profesorado se forme y otra en la que esté en la nos permite cuestio
nar muchas cosas
práctica educativa como indica la tradición de los itinerarios formati- como, por ejemplo,
el que ya no exista
vos (aunque sí que hay diferencias de identidad, ya que ésta es mo-
una etapa determi
d ificab ley es la unión de representaciones, sentimientos, experiencias, nada en la que el
profesorado se forme
biografías, influencias, valores, etc., que van cambiando). La concien y otra en la que
esté en la práctica
cia de la subjetividad que está anclada en la identidad colectiva permi educativa.
tirá unas mejores necesidades educativas y del contexto, y favorecerá
que la situación de formación sea una constante en toda la vida pro
fesional desde el inicio de la carrera docente. El apoderamiento de la
formación pasa a form ar parte de la profesión si el profesorado quiere
ser protagonista de su formación y desarrollo profesional.
Este protagonismo es necesario e, incluso, imprescindible para poder
realizar innovaciones y cambios en la práctica educativa y que el profe
sorado se desarrolle en lo personal y profesional. Si los enseñantes son
capaces de narrar sus concepciones sobre la enseñanza, la form a
ción puede ayudarles a legitimar, modificar o destruir esa concepción.
Podemos relacionar la identidad docente con lo que se ha venido
llamando «trayectoria o desarrollo profesional», ya que se ha hecho
una lectura de desarrollo profesional con connotaciones funcionalistas
cuando se define únicamente como una actividad o un proceso para la
mejora de las habilidades, actitudes, significados o el desarrollo de com-
Id e a c la ve 6 93
petencias genéricas. Se utiliza la formación como arma predominante
y, por lo tanto, se ve el desarrollo profesional del profesorado como un
aspecto muy restrictivo, ya que se vendría a decir que la formación es
la única vía de desarrollo profesional del mismo.
El desarrollo profesional es un conjunto de factores que posibilitan o im
piden que el profesorado avance en la identidad. La mejora de la forma
ción y la autonomía para decidir ayudarán a ese desarrollo, pero la mejora
de otros factores también lo favorecerán de forma muy decisiva (salario, es
tructuras, niveles de decisión, niveles de participación, carrera, clima de tra
bajo, legislación laboral...). Podemos realizar una excelente formación y
encontrarnos con la paradoja de un desarrollo cercano a la proletarización
en el profesorado, porque los otros factores no estén suficientemente ga
rantizados en esa mejora. Y ello repercute, por supuesto, en el desarrollo
profesional, pero también en el desarrollo personal e identidario.
Sin embargo, debemos comentar que interrelacionado con la
El desarrollo de todo identidad personal se encuentra la identidad colectiva o desarrollo
el personal educativo
de un centro está profesional colectivo o institucional, es decir, el desarrollo de todo el
definido por los
personal que trabaja en un centro educativo (ya que comparten ca
procesos que mejoran
la situación laboral, tegorías sociales y educativas y tienen conocimiento de la diferencia
el conocimiento
profesional y las habi entre todos). Los centros tienen una identidad educativa y cultural
lidades y actitudes
de los trabajadores porque lo real y lo simbólico entran en la subjetividad de cada per
de una institución
educativa. sona que en él trabaja con una vinculación a los otros y que va va
riando según el contexto. El desarrollo de todo el personal educativo
de un centro (las vivencias colectivas) se define como aquellos pro
cesos que mejoran la situación laboral, el conocimiento profesional,
las habilidades y las actitudes de los trabajadores de una institución
educativa. Por lo tanto, en este concepto se incluirían a todos los que
trabajan en las escuelas: a los equipos de gestión, al personal no do
cente y al profesorado, dando sentido identidario a lo que se hace a
lo largo del tiempo. La formación colectiva tiene aquí un importante
papel. La formación debe pasar de la idea de otros o ellos a nosotros.
Id e a c la ve 6 95
Elementos para la reflexión • ¿Siento que los problemas emociona
personal. Reflexionar les o relaciónales de mis alumnos me
sobre uno mismo preocupan? ¿Hasta qué punto?
Geert Kelchtermans (Day, 2006, p. 38) nos • ¿Es suficiente que todos mis alumnos
ofrece cinco componentes para reflexio consigan los objetivos mínimos para
nar: mis clases?
1. Autoimagen • ¿Cuál es mi programa de desarrollo
• ¿Quién soy yo como maestro? profesional?
• ¿Qué conexiones hay con quien soy yo • De lo que hago habitualmente, ¿qué
como persona? forma parte de mi trabajo como maes
2. Autoestima tro y qué no forma parte?
• ¿Hasta qué punto estoy haciendo bien • ¿Qué puedo hacer para mejorar mi si
mi trabajo? tuación?
• ¿Estoy satisfecho conmigo mismo 5. Perspectivas futuras
como maestro? • ¿Cuáles son mis expectativas para el
• ¿Cuáles son las fuentes de mi alegría y futuro y qué siento con respecto a
satisfacción? ellas?
• ¿Qué me hace dudar de mis cualidades • ¿Cómo preveo el resto de mis años en
personales y profesionales? la enseñanza? ¿Cómo puedo mejorar
3. Motivación para el trabajo mi futuro?
• ¿Qué me motivó para hacerme maes
tro? Diarios de aprendizaje
• ¿Qué me motiva para seguir siéndolo? de profesores y profesoras
• ¿Qué podría contribuir a aumentar (o Los diarios sobre el trabajo docente pue
mantener) mi motivación como maes den ser un buen elemento de desarrollo
tro? personal y profesional, como muy bien
• ¿Cómo me pueden ayudar otras per dice Zabalza (2004, p. 19):
sonas? [...] los diarios permiten a los profesores re
lOEA CLAVE 6 97
La formación ha de tener en cuenta
a la comunidad
Se ha de superar la antinomia familia-comunidad-profesorado. Lo que hay fuera
de la institución educativa debe ser un aliado, no un enemigo. La formación con
junta con la comunidad se perfila, en los diversos contextos educativos y sociales,
como una de las alternativas a las difíciles situaciones problemáticas de la educa
ción actual y, sobre todo, a la exclusión social de una parte de la humanidad.
A diferencia de las estrechas miras de la democracia escolar que exigen los derechos de determinados
grupos para elaborar la política escolar, deberíamos tener como objetivo la realización de la escuela
como una comunidad democrática que reconozca los derechos legítimos de todas las partes para tener
un acceso sustancial a la hora de tomar decisiones sobre cuestiones escolares importantes.
(Zeichner, 1999)
n ales del sig lo a n te rio r y e n cie rto s co n te x to s so ciales, es la im p o sib ilid ad d e p a rtir del p rin cipio de
21. Se e n tie n d e a q u í por com unid ad una red dinám ica en la q u e coexisten todos los agentes sociales q u e inter
vienen o p ueden in terven ir en la ed ucació n d e la infancia en el contexto do n de radica, ayudándose entre ellos
para la acción ed ucativa desd e perspectivas d e conciencia educativa y política conjunta. A u n qu e reconozco que
hoy en día se está u tiliza n d o d e form a confusa y polisém icam ente el concepto d e comunidad.
Id e a c la v e 7 99
fícil enseñar las diversas ciudadanías necesarias en el futuro: democrática, social, paritaria, inter
cultural y ambiental, que permiten una vida y un mundo mejor. Es difícil que la educación de hoy
en día sea capaz de ofrecer esa vieja idea de «vivir felices». Es entonces cuando vuelve el con
cepto de com unidad de forma diferente22.
Comunidad de práctica
Las comunidades de práctica son grupos constituidos con el fin de de-
Su finalidad sarrollar un conocimiento especializado, pero no son comunidades cien
es informar
y comunicar tíficas, ya que su finalidad es informar y comunicar experiencias
experiencias poniendo poniendo en común aprendizajes basados en la reflexión compartida
en común
aprendizajes basados sobre experiencias prácticas (actualmente se une al concepto de ges
en la reflexión
compartida sobre tión del conocimiento o práctica reflexiva como proceso de práctica
experiencias prácticas.
compartida). El proceso de aprendizaje se da a través de la fuerte par
ticipación de un grupo de individuos experimentando, de diversas ma
neras y con el objeto de conocimiento en cuestión (aunque experiencias
educativas también incorporan otros agentes sociales). Es el mismo
grupo quien establece los objetivos de aprendizaje y éstos a su vez son
22. Ello implica una aproximación sociocultural en la que las personas y los ambientes so-
cioculturales no tienen existencia independiente, las personas no existen en abstracto, sino
dentro de un tipo de configuraciones sociales para la solución de problemas prácticos.
23. El térm ino se ha extendido dando pie a diversas experiencias con políticas y des
arrollos diferentes (para ampliar véase Torres, 2004 o Kellog, 1999).
Comunidad formativa
Una comunidad formativa (a veces formativa de aprendizaje o educa
ción comunitaria) se diferencia muy poco de una comunidad de apren Una comunidad
formativa (a veces
dizaje, excepto en los papeles de los diversos agentes. La comunidad formativa de aprendi
zaje o educación
formativa se da en contextos que permiten la elaboración, por parte del comunitaria) se
profesorado, de una cultura propia en el seno del grupo y no sólo la diferencia muy poco
de una comunidad de
reproducción estandarizada de la cultura social o académica dominan aprendizaje,
excepto en los papeles
tes. Es un contexto relevante para la elaboración, por parte de sus inte de los diversos
agentes.
grantes, de sus propias concepciones y prácticas de enseñanza y
aprendizaje a partir de las tareas realizadas, las experiencias y las inter
acciones vividas (el aprendizaje asume mucha importancia). Como con
texto interactivo, las instituciones educativas pueden ser una comunidad
formativa porque generan múltiples situaciones de comunicación y de
Id e a ( ia v e 7 101
uso, tanto del lenguaje oral y escrito como de los diversos códigos de
relación interpersonal, a partir de los niveles, registros y códigos de los
propios integrantes.
Todas las personas de la comunidad formativa desarrollan papeles
de agente activo en la construcción de normas, en la reelaboración de
los valores y las normas sociales y educativas, y en la construcción
de reglas de relación social y educativa. Se estimula el respeto por lo di
verso. En estos contextos formativos se dan procesos extraordinaria
mente relevantes en la elaboración práctica y en la interiorización de
conceptos fundamentales para la organización del aprendizaje: el valor
de uso del tiempo y su organización, el uso de los espacios o las nocio
nes de lo que se entiende por trabajo o trabajar, de lo que es enseñar
y de lo que significa aprender (Torres, 2006, p. 142).
Una finalidad importante de la comunidad formativa sería construir
un proyecto educativo comunitario primando la cooperación y la soli
daridad, a partir de las fortalezas que tiene la escuela y partiendo de la
base de que los recursos que posee la institución deben valorarse y ar
ticularse para crear el proyecto educativo comunitario que arranque de
las necesidades y posibilidades específicas del colectivo. Podemos in
terpretar que en una comunidad formativa de profesores y profesoras
el protagonismo lo asume el profesorado, aunque participe en ella la
comunidad que envuelve a la institución.
Respecto a la comunidad formativa en asociaciones, redes o espacios
emocionales relacionados medíante procesos comunicativos, debe
mos analizar, en primer lugar, la importancia de las asociaciones de pro
fesores y profesoras y los movimientos de maestros... para la formación
permanente del profesorado. En segundo lugar, hay que considerar la
posibilidad de cibercomunidades o comunidades virtuales, donde las re
laciones comunicativas (comunicación global) de compartir información
y formación entre el profesorado pueden ser más fluidas y también más
temporales.
iD tA ( I AVt 7 103
• Los procesos de enseñanza-aprendizaje son el centro de la institu
ción escolar: que el alumnado desarrolle el máximo de sus capacida
des es fundamental. El centro educativo se convierte en el centro de
aprendizaje de toda la comunidad, más allá de las tareas escolares.
• Las enseñanzas tienen propósitos: la enseñanza es planificada por el
colectivo y se establecen finalidades claras, expresadas y compartidas
por la comunidad.
• Se crean grandes expectativas (profesorado-alumnado-familia<omuni-
dad): todo el mundo es capaz de desarrollar más posibilidades y, por lo
tanto, se crea un clima de grandes expectativas. El profesorado, los padres
y las madres tienen muchas habilidades (talentos) que tienen que descu
brir para que reviertan en la comunidad. Se establecen objetivos máximos
en lugar de objetivos mínimos y se ponen todos los medios para lograrlos.
• Se desarrolla la autoestima: todos los alumnos y alumnas tienen
mayor capacidad de la que normalmente aplican. Es importante re
saltar las expectativas de éxito, la relación y el control individual del
propio proceso y el control social respecto al desarrollo de la coo
peración. Son necesarias las actividades en grupo.
• Se evalúa continua y sistemáticamente: el proceso es constante
mente revisado por toda la comunidad. Se establecen momentos de
contraste y de triangulación entre todo el mundo.
• La participación del alumnado, de la familia y de la comunidad es
alta: el centro educativo pasa a ser una institución en la que partici
pan como iguales todos los estamentos que intervienen en el pro
ceso educativo. Existe un nivel de compromiso y negociación. En las
aulas los maestros y maestras son tutores. El voluntariado ayuda a re
alizar las actividades previamente acordadas.
• El liderazgo escolar es compartido: se generan comisiones de tra
bajo para coordinar todo el proceso con una gran delegación de res
ponsabilidades. Estas comisiones son mixtas: profesorado, madres,
padres, alumnado, administración, voluntariado, etc.
Comunidad y formación
Podríamos entrar en los diferentes conceptos de comunidad desde pos
turas filosóficas, pedagógicas, psicológicas y sociológicas, desde las Las comunidades
de aprendizaje están
comunidades de investigación, de discurso, profesionales, de interpre organizadas sobre
la base de un interés
tación, sociales o desde las comunidades democráticas desarrolladas por común en crear y re
diversos autores (Garza, 1995 y Wenger, 2001). crear el conocimiento,
y al compartirlo se po
Sin embargo, no lo considero necesario en la temática abordada en sibilita su diversifica
ción y enriquecimiento
este libro, aunque ello indica la importancia que está asumiendo el tér y se convierte en un
nuevo conocimiento.
mino y el concepto de comunidad.
Para la formación, quizá sea interesante explorar la comunidad en
práctica como compromiso mutuo de la práctica, comunidades forma-
tivas para desarrollar un proyecto educativo comunitario, y la comuni
dad de aprendizaje como aprendizaje colectivo entre todos los agentes
que intervienen en la educación o en un proyecto educativo comuni
tario compartido de form a colectiva.
Se trata de comunidades que están organizadas sobre la base de un
interés común en crear y recrear el conocimiento, y al compartirlo se po
sibilita su diversificación y enriquecimiento y se convierte en un nuevo
conocimiento, aunque no necesariamente comporte una gran armonía
entre todos los sujetos.
En la form ación del profesorado podemos decir que una form a
ción que tenga en cuenta a la com unidad parte de ciertos presu
puestos:
Id e a c l a v e 7 105
• Todos los agentes de la comunidad que envuelven a una escuela tie
nen conocimiento (nadie tiene todo el conocimiento).
• Es necesario compartir el conocimiento de cada uno.
• El com partir el conocimiento con los agentes de la comunidad enri
quece profesionalmente.
• La formación con la comunidad permite una mejor forma de orga
nizarse y repercute en la mejora de la escuela.
En resumen
En esta idea clave, al unir la formación a la comunidad me he querido referir a dos cosas:
1. Asociaciones, redes o espacios emocionales del profesorado relacionados mediante
procesos comunicativos (más cercano a la comunidad práctica y formativa).
2. El trabajo interactivo con la comunidad que envuelve a la institución educativa (más
cercano a la comunidad de aprendizaje).
Id e a c l a v e 7 107
Crear comunidades de práctica y redes Formación conjunta con la comunidad
presenciales y virtuales o asociaciones para analizar problemáticas educa
de aprendizaje que potencien la cola tivas, elaborar compromisos y sensi
boración y la cooperación entre el bilizar a la participación.
profesorado para asumir mayor auto Abrir el centro a actividades formativas
nomía, analizar la diversidad de los de la comunidad.
contextos educativos y establecer un Diseñar nuevas estructuras organizativas y
intercambio de conocimiento práctico didácticas y elaborar proyectos de cambio.
profesional. Elaborar conjuntamente con la comuni
Seminarios de intercambio y reflexión dad un proyecto educativo comunitario.
sobre temáticas que ayuden a des Crear comisiones mixtas profesorado-
aprender conocimientos, poner lo que comunidad para analizar situaciones
se sabe en cuarentena y aprender problemáticas de la institución y bus
nuevos conocimientos que permitan car posibles soluciones.
sensibilizar y reconceptualizar una Narrar la historia del pasado y analizar
nueva forma de ver la educación en el lo que se sabe y cómo hemos cons
siglo xxi. truido la práctica.
108 La fo r m a c ió n p er m a n e n t e d e l p r o fe so r a d o
Xde^x cJa/&
Se ha de pasar de la actualización
a la creación de espacios de formación
La tradición form ativa de los form adores o de los planes de formación es actua
lizar y culturizar a los docentes en conocimientos de cualquier denominación o ti
pología. La form ación perm anente del profesorado más que actualizar a los
asistentes debe ser capaz de crear espacios de formación, de investigación, de in
novación, de im aginación..., y los formadores del profesorado deben saber dise
ñar esos espacios para pasar de enseñar a aprender.
El verdadero sabio sólo es riguroso consigo mismo; con los demás es amable.
(Plutarco)
(o asesores y asesoras) tam bién deberían cam biar en la formación permanente del profesorado.
Los form adores tendrían que convertirse, por un lado, en dinamizadores diferentes y, por otro, en
sores y asesoras) considerados expertos infalibles o académicos que desarrollaban un modelo his
Id e a c l a v e 8 109
«actualización» del profesorado, en ponerlos al día como se dice vulgarmente. Eso se hacía (y se
hace aún) explicando y aplicando soluciones de otros a las prácticas educativas. Esta práctica for-
mativa demoledora generó y genera más perjuicio que beneficio. El concepto de profeso r bueno,
eficaz y eficiente que hay detrás de esos discursos, entre otros, produce multitud de frustraciones,
de incomunicaciones y de abandonos.
Sólo cuando el profe cesario disponer de form adores y form adoras en form ación perma
sorado encuentra so
lución a su situación nente que colaboren en los diagnósticos conjuntam ente con el
problemática se pro
profesorado, que tener solucionadores de problemas ajenos.
duce un cambio en la
práctica educativa. Ese cambio será profundo cuando la form ación pase de ser un pro
ceso de «actualización» a convertirse en un espacio de reflexión, for-
1 1 0 La f o r m a c ió n p e r m a n e n t e dfc p r o f e s o r a d o
mación e innovación para que el profesorado aprenda. Se pone más
énfasis en el aprendizaje del profesorado que en la enseñanza del La formación
se mueve siempre
mismo. Ello implica, por parte de los formadores y de las políticas de entre la dialéctica
de aprender
formación, una visión diferente de lo que es la formación, el papel del
y desaprender.
profesorado en ésta y, por supuesto, una nueva m etodología de
trab ajo con el profesorado. No es lo mismo transmitir-enseñar-
normativizar que compartir, ni actualizar que ayudar-analizar, ni acep
tar que reflexio nar... No es lo mismo explicar mi teoría y mi práctica
como form ador o formadora que ayudar a descubrir la teoría implícita
de las prácticas docentes. La form ación se mueve siempre entre la
dialéctica de aprender y desaprender.
El formador puede ayudar a transform ar esa necesaria reflexión do
cente académica (reflexionar sobre las materias), conseguir una ense El formador o forma-
dora puede ayudar
ñanza mejor m ediante la aplicación de técnicas didácticas que se a transformar la nece
saria reflexión do
deducen de principios generales alcanzados en la investigación peda cente académica en
gógica, reflexionar sobre el desarrollo de los alumnos, del profesor una reflexión social y
sobre el desarrollo del
como docente y como persona, y fom entar las relaciones verdadera alumnado, y fomentar
con ello las relaciones
mente democráticas en el aula e igualitarias y justas en lo social. verdaderamente
democráticas
Es el abandono del obsoleto concepto de que la formación es la ac en el aula.
tualización científica, didáctica y psicopedagógica del profesorado por
la creencia de que la formación debe ayudar a descubrir la teoría, or
denarla, fundam entarla, revisarla y construirla. Si es necesario, se debe
ayudar a remover el sentido común pedagógico y recomponer el equi
librio entre los esquemas prácticos predominantes y los esquemas teó
ricos. El form ador o form adora ayuda a meditar sobre situaciones
prácticas y a pensar acerca de lo que se hace durante su ejecución, in
cluyéndose en ese proceso la deliberación acerca del valor ético de las
actuaciones, de su sentido y de la construcción de éste analizando y so
metiendo a revisión crítica el sentido de la educación.
Además, las políticas educativas de la formación deberían propiciar
una nueva estructura organizativa. Si a finales del siglo pasado las or-
Id e a c la ve 8 1 1 1
ganizaciones de referencia fueron los centros de profesores o las insti
tuciones de apoyo a la formación, lo que necesitará el profesorado en
el futuro serán estructuras más flexibles y descentralizadas, aún más
cercanas a las instituciones educativas, y establecer redes entre institu
ciones educativas para favorecer el intercambio de la formación dentro
de las escuelas.
El modelo de «entrenamiento» deberá cambiar mediante planes ins-
El modelo de «entre titucionales, para dejar paso de forma más intensiva a un modelo in
namiento» deberá
cambiar mediante dagativo y de desarrollo de proyectos donde el profesorado de un
planes institucionales, contexto determinado asuma el protagonismo que se merece y sean
para dejar paso a un
modelo indagativo y los docentes quienes planifiquen, ejecuten y evalúen su propia forma
de desarrollo de pro
yectos donde el profe ción.
sorado de un contexto
determinado asuma Ello implica un cambio en las modalidades y estrategias formativas
el protagonismo
que se merece y sean
más allá de los cursos y seminarios de expertos académicos: los inter
los docentes quienes cambios entre iguales, el escuchar de otros las buenas prácticas, la ela
planifiquen, ejecuten
y evalúen su propia boración de proyectos, el aprovechamiento de las tecnologías de la
formación.
información y la comunicación, los procesos de investigación acción.
la elaboración de diarios, de carpetas de aprendizaje, etc. En definitiva.
el cambio comporta una nueva manera de organizar la formación en los
territorios.
En resumen
Tradicionalmente la formación permanente constituía un momento de culturización del
profesorado. Se suponía que actualizando sus conocimientos científicos y didácticos el do
cente transformaría su práctica y, como por ensalmo, se convertiría en un innovador y
promotor de nuevos proyectos educativos. La estandarización, el predominio de la teoría,
la descontextualización, la realidad social actual y otros factores que podríamos añadir im
pedían e impiden ese proceso. Ahora empezamos a vislumbrar que la formación perma
nente aumenta su impacto innovador si la relación se efectúa al revés, es decir, no
formar para después desarrollar un proyecto de cambio, sino diseñar un proyecto inno
vador y recibir o compartir la formación necesaria para llevarlo a cabo. Esta sencilla ¡n-
Id e a c la v e 8 113
Formadores o asesores todos los países fue la creación de centros
colaborativos o de proceso de profesores, de maestros, de desarrollo
El asesoramiento como facilitador profesional. Ello comportaba una descen
y acompañante o amigo crítico tralización de la formación y tener perso
en la apropiación del conocimiento nal especializado en esos centros para
El formador de proceso se caracteriza por situar ayudar a las políticas de formación per
al profesorado en situaciones de participación, manente. Actualmente, en mi opinión,
suscitar su inventiva así como su capacidad de ese modelo continúa siendo válido a
regularla según los efectos, y confiar en la ca pesar de las críticas que ha ¡do recibiendo,
pacidad del profesorado para elaborar itinera aunque es cierto que necesita una revi
rios educativos diferenciados, proyectos de sión a fondo para recomponer lo que no
innovación y prácticas alternativas. ha funcionado y reestructurar, de acuerdo
Este tipo de formador se compromete con con los nuevos tiempos, lo que sí fun
la práctica de los otros, se implica en una em cionó.
presa de innovación respetando las prácticas Bajo mi punto de vista, uno de los
educativas en las que también él o ella puede cambios que beneficiarían a las políticas
experimentar y aprender con los otros. Es un y a las prácticas de la formación perma
formador práctico que dispone de diversas nente en los territorios sería transformar
herramientas formativas con un carácter y continuar creando instituciones de for
abierto (diseño de proyectos, bibliografía, ex mación cercanas al profesorado, pero la
periencias, etc.), es generador de dinamismo experiencia nos ha demostrado que esas
grupal y se adapta a situaciones diversas. instituciones deberían reunir todos los
El cuadro 3 muestra la comparación servicios educativos del territorio para
entre este tipo de formador/asesor y el establecer una coherencia en las políti
asesor académico o experto. cas del profesorado y poder ofrecer
ayuda y acompañamiento a la formación
Creación de centros integrales mediante asesores y asesoras formados
de formación del profesorado específicamente como asesores de pro
A partir de mediados del siglo xx una de ceso, colegas acompañantes o amigos
las acciones políticas mayoritarias en críticos.
Entiende y maneja las situaciones La práctica profesional se basa en una comprensión ho-
en las que se encuentra exclusiva lística de las situaciones educativas.
mente en términos de categorías
de conocimiento especializado.
Los cambios aparecen de vez en El cambio social y educativo siempre es posible, aunque
cuando y pueden ser planificados. a veces su planificación sea bastante complicada. Tiene
Tiene sentido en una sociedad con sentido en una sociedad dinámica, imprevisible y basada
cebida como un estado estable e en el cambio.
invariable.
Actúa como fuente experta de co Participa en un proceso colaborativo de resolución de si
nocimiento pertinente. tuaciones problemáticas.
Id e a c la v e 8 1 1 5
La formación debe basarse
en la complejidad como la sociedad
y la educación
La tarea docente siempre ha sido compleja, pero en los últimos decenios dicha
complejidad ha ido en aumento. La formación debe dejar de trabajar desde una
perspectiva lineal, uniforme y simplista, para introducirse en el análisis educa
tivo desde un pensamiento complejo con el fin de desentrañar los entresijos de
lo que nos pasa y tomar decisiones adecuadas.
leam os un ejemplo muy sencillo. Vamos a suponer que yo sueño con un hombre, simplemente
la imagen de un hombre... y luego, inmediatamente, sueño la imagen de un árbol. A l desper
tarme, puedo dar a ese sueño tan simple una complejidad que no le pertenece: puedo pensar
que he soñado en un hombre que se convierte en árbol, que era un árbol.
(Jorge Luís Borges. «La pesadilla» en Siete noches, p. 222)
El cam bio en cu alq u ier persona nunca es sim ple, en consecuencia, el cam bio que se pide al pro
fesorado en la fo rm ació n no es un cam bio sim ple, sino un proceso com plejo (aunque a veces una
cierta sim plificación pueda ser necesaria de form a relativa24). Es com plejo porque se trata de un
24. Edgard Morin (1983) nos dice que la complejidad es la unión de la simplicidad y de la complejidad; es la
unión de los procesos de simplificación que implican selección, jerarquización, separación y reducción con los
otros contra procesos que implican la comunicación, la articulación de aquello que está disociado y distinguido.
Es el escapar de la alternativa entre el pensamiento reductor, que no ve más que los elementos, y el pensa
miento globalista, que no ve más que el todo.
Id e a c la ve 9 117
cambio en los procesos que están incorporados (conocimiento de la materia, el didáctico, de los
estudiantes, de los contextos, de los valores, etc.), anclados en la cultura profesional que actúa
como filtro para interpretar la realidad. Para cambiar una cultura tan arraigada en la profesionali-
zación docente hemos aprendido que se requiere tiempo (en los cambios culturales no vale el
corto plazo ni el apresuramiento); una base sólida (la incertidumbre, aunque sea mejor que la cer
teza, puede ser a veces una mala consejera); una adaptación a la realidad del profesorado (a la
forma de ser, pero también a los contextos, etapas, niveles, disciplinas, etc.); y eso precisa además
un periodo experiencial en el que el cambio se lleve a cabo (experimentarlo en la práctica diaria)
y se integre (interiorice) en las propias vivencias profesionales. En definitiva, es un proceso con al
tibajos, complejo y sinuoso.
titución educativa y en un aula se han de tom ar decisiones rápidas para responder a las partes y
al todo, a la simplicidad o la linealidad aparente de lo que hay delante y a la complejidad del en
torno que abrum a. Pero com o el trabajo educativo ha estado muy influido por la racionalidad téc
nica, la búsqueda inútil de que sea una «ciencia» com o otras (de ahí el em peño en denominarla
La complejidad docente
Esa creciente complejidad social y formativa provoca que la profesión
docente y su formación se haga, en concordancia, más compleja, supe-
radora del interés estrictamente técnico aplicado al conocimiento pro
fesional, en el que el profesorado está ausente, ya que se convierte en
instrumento mecánico y aislado de aplicación y reproducción con com
petencias únicamente de aplicación técnica. Ello provoca un enajena
miento profesional, una aprofesionalización, una incomprensión de los
Reconocer la compleji
fenómenos sociales y educativos, que a su vez implican una despreo dad del pensamiento
cupación e inhibición de los procesos de cambio, de comprensión e in y de la práctica
docente significa
terpretación de su trabajo hasta llegar a un autismo pedagógico que aceptar que promover
una formación que fa
hace que el docente se aísle de la realidad que le rodea. cilite la reflexión y la
intuición puede hacer
Reconocer la complejidad del pensamiento y de la práctica docente que los profesores
sean mejores planifi
significa aceptar que la educación como fenómeno social es una red cadores y gestores
abierta, que esa apertura hace que, a veces, se tomen decisiones sin re de la enseñanza-
aprendizaje, y mejores
flexionar (intuitivas), y que promover una formación que facilite la agentes sociales
que pueden intervenir,
reflexión y la intuición puede hacer que los profesores sean mejores además, en los
complejos sistemas
planificadores y gestores de la enseñanza-aprendizaje y, por qué no, éticos y políticos
que conforman
agentes sociales que pueden intervenir, además, en los complejos sis
la estructura
temas éticos y políticos que conforman la estructura social y laboral. social y laboral.
Id e a c l a v e 9 *1 1 9
La complejidad según Morin (2001) se presenta con los rasgos in
quietantes de lo enredado, lo inextricable, el desorden, la ambigüedad,
la incertidumbre, la mezcla de orden/desorden/interacción/organización
donde se disuelven estos elementos. Ello nos obliga a navegar por una
enseñanza de las certidumbres e incertidumbres, a hacer frente a los
riesgos, a lo inesperado, a lo incierto. Esta reflexión de Morin sobre el
proceso de enseñar nos muestra la complejidad de las acciones educati
vas y nos ayuda a entender una educación que, contrariamente a la
linealidad del pensamiento educativo (aunque siempre hay antagonismo
y complementariedad entre lo simple y lo complejo), tiene verdaderos
problemas en la unificación, los logros, la incertidumbre y lo indeci
ble, pretensión siempre presente cuando se ha formado al profesorado.
Entender el mundo desde la complejidad significa comprender las rela
ciones entre los diversos fenómenos y, a la vez, cada elemento en sí mismo.
Lipman (1997) nos dice que el pensam iento com plejo es aquel
La introducción del que es consciente de sus propios supuestos e implicaciones, así
pensamiento complejo
obliga, en la como de las razones y evidencias en las que se apoyan sus conclu
formación, a analizar
la metodología, siones. Por lo tanto, la introducción del pensamiento complejo nos
los procedimientos y obliga, en la form ación, a an alizar la metodología, los procedi
los puntos de vista
propios para evitar mientos y los puntos de vista propios para evitar la parcialidad y el
la parcialidad y
el autoengaño. autoengaño. El pensamiento complejo y el pensamiento crítico van
de la mano cuando analizamos las políticas y las prácticas de fo r
mación y su influencia en el contexto mediante procesos de refle
xión e investigación.
Introducirse en la complejidad desde la mirada de la formación sig
nifica no buscar respuestas, sino ver los nuevos desafíos como dice
Morin (1999) cuando sostiene:
La complejidad necesita de una estrategia (...) El pensamiento simple re
El principio dialógico
Muestra la necesidad de colaboración entre el orden y el desorden para
comprender la unidad en la diversidad: «Orden y desorden son dos ene-
25. Morin (1999, pp. 98-101) describe siete principios de pensamiento que sirven de guía
en la acción. Estos principios son:
1. El principio sistémico u organizativo (o de construcción en movimiento) «que une el
conocimiento de las partes con el conocimiento del todo».
2. El principio hologramático de las organizaciones complejas: «la parte está en el todo,
pero también el todo está inscrito en cada parte».
3. El principio del bucle retroactivo o retroalimentación: «la causa actúa sobre el efecto
y el efecto sobre la causa».
4. El principio de recursividad organizacional: «los productos y los efectos son en sí
mismos productores y causantes de lo que los produce».
5. El principio de autonomía/dependencia (auto-eco-organización): «los seres vivos [...]
gastan energía en mantener su autonomía. Como necesitan encontrar la energía, la in
formación y la organización en su medioambiente, su autonomía es inseparable de
esta dependencia».
6. El principio dialógico: «la dialógica entre el orden, el desorden y la organización, a
través de innumerables inter-retroacciones, está en constante acción [...] El pensa
miento debe asumir dialógicamente dos términos que tienden a excluirse entre sí».
7. El principio de reintroducción del que conoce en todo conocimiento: «todo conoci
miento es una reconstrucción/traducción que hace una mente/cerebro en una cultura
y un tiempo determinados».
El principio hologramático
Según este principio: «no solamente la parte está en el todo, sino que
el todo está en la parte» (ídem, p. 107). Este principio nos viene a decir Según el principio ho
logramático, cuando
que no todo se puede reducir a las partes. Cuando el profesor o profe el profesor o profe
sora trabaja no puede
sora trabaja no puede hacerlo sin atender a las preferencias, tendencias, hacerlo sin atender a
satisfacciones... del alumnado. Además, el profesorado es un reflejo de las preferencias, ten
dencias, satisfaccio
la sociedad que lo envuelve. nes... del alumnado.
Además, el profeso
rado es un reflejo
En resumen
Al situarnos en el paradigma de la complejidad, estamos planteando una nueva forma
de pensar y repensar la educación. La formación debe proponer un proceso que capa
cite al profesorado para aprender a aprender, pero tam bién para aprender a des
aprender en comunicación, autoanálisis y regulación propia mediante conocimientos,
destrezas y actitudes a fin de desarrollar profesionales inquietos e innovadores; que
aprendan de sus aciertos y errores. Para lograrlo es fundamental el desarrollo de ins
trumentos intelectuales que faciliten las capacidades reflexivas sobre la propia práctica
docente, y cuya meta principal sea aprender a interpretar, comprender y reflexionar
Id e a c l a v e 9 123
sobre la enseñanza y la realidad social de fo rm a co m unitaria. La creación de redes, la ¡n
dagación, la investigación y el d esarrollo del pensam iento crítico nos ayudarán a com
p render la com plejidad.
Id e a c la v e 9 125
d Jc b / t
La formación permanente
del profesorado debe asumir
el desarrollo actitudinal26 y emocional
La cultura pro fesio nal del profesorado ha estado llena de alejam iento, frialdad y
ocultación de las em ociones y de la naturalid ad del ser hum ano, y ello se ha re
fle ja d o en el trab ajo conjunto del profesorado con el alum nado. La form ación
debe introducir en el proceso y la m etodología fo rm ativa una form ación más ac
titu d in al que perm ita m ostrar las d iferen tes em ociones con el fin de que ios en
señantes puedan m ejorar la com unicación, convivir en las instituciones educativas
y tran sm itir esa educación al alum nado.
Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones,
Para motivar la formación permanente, es necesario generar una motivación intrínseca relacio
nada con la tarea de hacer d e profeso r o profesora, acción que es mucho más difícil si se en
cuentran inmersos en un ambiente de desmotivación y pasividad (educativa o ideológica). Si el
profesorado está desmotivado, es necesario encontrar mecanismos para la motivación extrínseca
(por ejemplo permitir trabajar con mayor calidad, profundizar en la materia, encontrarse con ellos
26. Se entiende aquí actitud como sentimiento de disposición o predisposición conseguido y organizado a tra
vés de la experiencia y que ejerce una influencia específica sobre la respuesta de la persona al contexto.
Id e a c i a v e 1 0 127
mismos para mejorar la autoestima, realizarse profesionalmente...). También se nota la ausencia
de una motivación relacionada con la autoestima. La motivación, a veces, es muy baja porque va
loran poco el lugar de trabajo y las expectativas de hacer bien el trabajo. El profesor se puede pre
guntar: ¿cómo voy asistir a la formación con esas condiciones? o ¿para qué? Muchas veces el
profesorado tiene un problema grave: no está en armonía con la realidad tal y como es. Pero para
la administración educativa la situación es aún más grave porque el profesorado tampoco está en
armonía con ella y, aunque ésta mire hacia otro lado obviando el problema, éste existe y se agrava
día a día. Quizá la administración esté buscando o dando soluciones simples y lineales a proble
mas complejos o no sepa qué respuesta hay que dar.
tales com o el fracaso escolar, el trabajo con toda la clase, con grupos p e
de atención, los criterios oficiales d e evaluación y sus propios criterios, las ne
Idfaclave 10 129
mismos para mejorar la autoestim a, realizarse profesionalm ente...). Tam bién se nota la ausencia
de una motivación relacionada con la autoestim a. La motivación, a veces, es muy baja porque va
loran poco el lugar de trabajo y las expectativas de hacer bien el trabajo. El profesor se puede pre
guntar: ¿cóm o voy asistir a la formación con esas condiciones? o ¿para qué? M uchas veces el
profesorado tiene un problema grave: no está en arm onía con la realidad tal y com o es. Pero para
la administración educativa la situación es aún más grave porque el profesorado tampoco está en
arm onía con ella y, aunque ésta mire hacia otro lado obviando el problema, éste existe y se agrava
día a día. Quizá la administración esté buscando o dando soluciones simples y lineales a proble
sistem as lo su ficien tem en te flexibles com o para au to rren o varse de m anera paulatina y ad ap
tarse al m edio social de form a co n stan te. De hecho, cu an to m ás extensa, profunda y radical
es una reform a m ás evidente es el fracaso o la obsolescencia del sistem a an terio r. Y en el in
terregno , ¿cuán to s alum nos y alu m n as han «pag ado » la falta de previsión? ¿C u án to s profe
sores y profesoras se han quedado en la cu n eta cansad o s de esp erar o han sido víctim as de
posible cambiar la educación sin m odificar los procedimientos m ediante los que se forma al pro
fesorado. La experiencia nos demuestra que eso es cierto en parte, ya que para cam biar la edu
cación es necesario también incidir sobre los contextos (metodologías, evaluación, comunicación,
participación...).
Sin em bargo, si se piensa únicamente en que la form ación es la necesaria, olvidando los otros
elementos, el debate sobre la formación del profesorado se limita a intentar cambiar a las perso
nas (sus conocimientos, sus hábitos, su actuació n...). De este modo, nos encontramos con profe
sores y profesoras más informados y, muchas veces, más aburridos, pero nada más.
tales com o el fracaso escolar, el trabajo con toda la clase, con grupos p e
de atención, los criterios oficiales de evaluación y sus propios criterios, las ne
dual y colectiva.
En resumen
Cuanto más compleja y tecnificada es una sociedad, más importancia adquieren el ser hu
mano y los vínculos que establece. La formación no tendría que realizar la tarea tradicio-
InEAClAVF 10 1 3 1
nal de transm itir el conocim iento objetivo, sino que debería conceder más importancia al
conocim iento subjetivo o, dicho con otras palabras, a las actitudes, ya que actualmente
más que saber mucha didáctica de las matemáticas, por poner un ejemplo, es necesario
asumir un compromiso que vaya más allá de lo meramente técnico y que abarque los ám
bitos de lo personal, lo colaborativo y lo social. Las actitudes, la deliberación, el trabajo en
grupo, la comunicación, el análisis de los problemas y de los conflictos y la colegialidad
en el desarrollo personal del profesorado son factores mucho más importantes que el sim
ple establecimiento de una formación en aspectos pedagógicos, didácticos y técnicos.
Menos nociones y más humanidad.
Esto implica no únicamente el cuestionamiento de la formación estrictamente disci
plinar, sino el planteam iento de cómo tratar otros aspectos en la form ación: los orga
nizativos, los comunicativos, los mediadores, los éticos, los colegiales, y también el bagaje
sociocultural y de otros elementos que hasta este momento no se incluían de forma plena
en la formación.
Id e a c la v e 10 133
Un breve epílogo
El porvenir está en manos de los maestros de la escuela.
(Víctor Hugo)
Este libro gira en torno a algunas cuestiones recurrentes sobre el p ro feso rado , ¡a p ro fe
sió n docente y, sobre todo, la formación permanente. Es como si esas ¡deas clave se resu
E l H 0 \ j;' *135
inamovibles o que estaban estancados en una inercia institucional, y, por otra parte, po
tencia que aparezcan nuevas propuestas que pueden provocar un pensamiento y un
proceso formativo nuevos.
La necesidad de establecer nuevos retos en la práctica de la formación (y rescatar de
los viejos los útiles) es lo que he intentado explicar, con mayor o menor fortuna, en este
libro a través de unas ¡deas clave o propuestas que pretenden abrir esas nuevas ventanas
y mirar el paisaje de la formación permanente del profesorado de forma diferente.
No tener en cuenta que la formación siempre ha de ser desequilibrio, desaprendizaje,
cambio de concepciones y de prácticas educativas que permiten resolver situaciones pro
blemáticas, considerando problemático lo que se da por cierto y por sentado -lo que viene
a llamarse aprendizaje de doble bucle (Day, 2005)-, y que están en el seno de la idiosin
crasia del profesorado y del contexto, puede hacer que la form ación perm anente no
funcione y, como consecuencia, que el profesorado reduzca su asistencia a la formación,
disminuya su motivación y se arriesgue poco para hacer algo diferente en las aulas. Espero
que este libro, con sus aciertos y errores, haya ayudado a que se asuman más riesgos y que
la formación permanente vaya cambiando.
G l o s a r io 137
C o m u n id a d Grupo de profesores y profesoras que buscan elaborar un pro
FORMATIVA yecto en común con la participación de agentes externos a la
institución educativa, pero asumiendo ellos el protagonismo.
G l o s a r io 139
N e c e s id a d d e Término complejo y de características polisémicas. Es difícil de
FORMACIÓN definirlo con exactitud, pero se puede definir de diferentes ma
neras dependiendo del punto de vista del definidor, es decir, de
su ideología y de su forma de ver la formación, la escuela y a
las personas que trabajan en ella.
G l o s a r io 141
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R e f e r e n c ia s y b ib l io g r a f ía 147
10 ¡deas clave. La formación permanente del profesorado.
Nuevas ideas para formar en la Innovación y el cambio aborda la
necesidad de dar un giro en las políticas y en las prácticas de
la formación permanente de los profesores y profesoras, teniendo
muy en cuenta los cambios que se han producido en los contex
tos sociales y educativos. Este libro tiene una estructura clara que
ayuda a la reflexión en cada una de las ideas que se plantean.
Las ideas clave que se presentan ayudan a responder pregun
tas tales como:
• ¿Cuáles son las nuevas ideas y prácticas para la formación del
profesorado?
• ¿Se puede pasar del problema a la situación problemática?
• ¿Cómo superar la individualización para llegar al trabajo cola-
borativo?
• ¿Cómo se pasa de la formación aislada a la formación comu
nitaria?
• ¿Actualizar o crear espacios de formación?
• ¿Se trabaja en la simplicidad o en la complejidad formativa?