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aguilar.angeles@yahoo.com.ar
Mitre, Susana
filetearte@hotmail.com
En un aspecto más general, esta práctica nos lleva a articular con distintas instancias
de las políticas públicas de Memoria, potenciando las tareas que se realizan desde ámbitos
diferentes: Secretaría de Derechos Humanos (tanto en lo judicial como querellantes, como en
los programas de acompañamiento a las víctimas), Programas Educativos, entre otros.
Por otra parte, entendemos que las diferentes etapas de este juicio representan
distintos y particulares momentos del Proceso de Justicia. En este sentido, cada una de ellas
aporta nuevos elementos para las distintas áreas de trabajo de un Sitio de Memoria, con
mayor incidencia en el área de investigación donde se incrementan los datos que nos ayudan
a la reconstrucción de los hechos.
Nos preguntamos:
¿Porqué es importante que la sociedad entera asista a los juicios, especialmente las nuevas
generaciones?
Nos respondemos.:
● Porque los juicios no son difundidos por los medios masivos de comunicación y con
nuestra presencia en ellos, interpelamos y custodiamos que se haga justicia.
Finalmente, Sitios de Memoria y Juicios de Lesa Humanidad se apropian del lugar simbólico
donde los tribunales legitiman lo vivido por la sociedad argentina durante el período del
Terrorismo de Estado, calificandolo como un genocidio.
De ex – Centros Clandestinos de Detención a Sitios de Memoria
Los Sitio de Memoria ha sido lugares en permanente transformación desde que fueron
recuperados, donde los aprendizajes que desde allí se construyen se van dando
colectivamente, en forma dialógica, en pos de la construcción colectiva de la memoria
histórica.
Durante la etapa signada por políticas de olvido e impunidad (desde mediados de los
80` al 2003), el movimiento de dd hh (organismos de ddhh, sobrevivientes, organizaciones
político sociales) en su incansable lucha por Memoria Verdad y justicia, investigó sobre
todos los aspectos del plan sistemático de exterminio del Terrorismo de Estado:
funcionamiento de centros clandestinos de detención, despliegue operativo de la fuerzas
armadas en todo el territorio de nuestro país y articulación con otros países, identificación de
detenidos–desaparecidos, de sobrevivientes, de niños apropiados, de represores responsables
de los delitos perpetrados. Además de estas investigaciones, la realización de acciones
concretas de búsqueda y visibilización tanto en argentina como en el exterior.
Nuevo Escenario
La etapa subsiguiente a partir del 2003 estuvo signada por las Políticas Públicas de
Memoria, que sin dudas se constituyeron en un punto de inflexión en la reconstrucción de
nuestro pasado reciente, políticas públicas inéditas destinadas a esclarecer, juzgar y reparar
las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura por parte del Estado
Argentino, que en términos generales crearon las condiciones para la elaboración individual
y social de la situación traumática que produjo el genocidio y fundamentalmente hacer
justicia. Cada uno de programas, leyes y decretos dictados, habilitaron la posibilidad en
diferentes ámbitos de poner en superficie los hechos ocurridos para cargarlos de sentidos,
problematizarlos, transmitirlos, juzgarlos.
Entre las iniciativas más importantes de esta búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia
pueden mencionarse los avances en la desclasificación de archivos, las políticas públicas
específicas que desde el Poder Ejecutivo fortalecieron la investigación sobre delitos de lesa
humanidad, las numerosas sentencias alcanzadas, la creación de sitios de memoria en ex-
Centros Clandestinos de Detención, la ampliación de las medidas de reparación para los
colectivos de víctimas, el trabajo realizado en torno al derecho a la identidad, el Programa
Educación y Memoria del Ministerio de Educación e integración en el Instituto de Políticas
Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR (IPPDH)
Los Sitios en tanto lugares materiales donde se llevó a cabo el genocidio, brindaron en
un primer momento la posibilidad a sobrevivientes (ya fueran afectados directos que
pasaron por ccd o sus familiares o afectados indirectos, miembros de esa generación) de
poner en palabras lo vivido, recorrerlos, palparlos, dándole verosimilitud -en la materialidad-
a los relatos escuchados o callados durante tantos años, además de un espacio físico donde
tramitar tanto dolor y ausencias.
Este momento fue también un tiempo de ir construyendo el relato con todas las
tensiones resultantes de la disputa de sentidos. ¿Cómo relatar el funcionamiento del CCD, la
planificación y ejecución del plan sistemático? ¿Cómo narrar lo inenarrable del horror vivido
en casos personal, es incluyendo a su vez, la dimensión socio-histórica que rodeó a los
hechos antes y después del Terrorismo de Estado? ¿Cómo tender el necesario puente con
jóvenes de generaciones que no vivieron en ese tiempo? Difícil tarea, siempre inacabada que
va construyéndose en el tiempo.
Dice Daniel Feierstein “Creo que los efectos de sentido se construyen en muchos planos,
pero lo jurídico tiene un peso cualitativo, ya que hemos puesto a la justicia en el rol de
sanción de Verdades colectivas. “
Sitio de Memoria ex - “Club Atlético” - Juicio ABO III
Pasados 41 años del comienzo de la última dictadura cívico-militar, 40 del
funcionamiento del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “Club Atlético”,
y 34 de la recuperación de la democracia, aún es mucho lo que resta saber sobre esta parte de
nuestra historia. En ese sentido, la recuperación de la memoria del Centro Clandestino de
Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) “Club Atlético” no es una excepción.
Esa lucha tenaz condujo a que en 2002, casi 20 años después de recuperada la
democracia, comenzara la excavación del predio donde había funcionado el CCDTyE “Club
Atlético”. Así, se convirtió en uno de los primeros Sitios de Memoria del Terrorismo de
Estado del país que tuvo un equipo de trabajo e investigación bajo una órbita estatal.
Pero aún nos resta saber muchísimo más de lo que sabemos. En el caso del CCDTyE
“Club Atlético” sabemos con precisión que dejó de funcionar el 28 de diciembre de 1977,
cuando lxs secuestradxs que aún permanecían con vida fueron llevados a otro CCDTyE del
mismo circuito represivo, el “Banco”, mientras se armaba el Olimpo, último lugar de
reclusión, construido utilizando material desmantelado del CCDTyE “Club Atlético”. La
fecha de inicio de su funcionamiento se presenta más opaca, y la única forma de estimarla es
a partir de los primeros testimonios de sobrevivientes con los que contamos, quienes fueron
secuestrados en febrero de 1977. No obstante, hay indicios de que el CCDTyE podría haber
estado en funcionamiento desde unos meses antes.
Sobre las víctimas del CCDTyE “Club Atlético” tampoco sabemos el total de las
identidades de estas personas, su condición (desaparecidxs o sobrevivientes), tiempo de
permanencia y condiciones de secuestro, así como el destino final de aquellxs que no
tuvieron la posibilidad de ser liberadxs tras su secuestro, entre otros aspectos. Los datos,
informes y listados de víctimas se construyen sumando pequeñas y fragmentarias piezas a un
rompecabezas que siempre es incompleto y que el pacto de silencio de las Fuerzas Armadas
nos niega conocer a la sociedad entera. No se duda sobre la existencia de registros realizados
en el marco del funcionamiento de los CCDTyE del país, tampoco se duda que los hubo
sobre éste en particular.
Durante el año en que funcionó el CCDTyE “Club Atlético” como lugar de reclusión,
tortura y exterminio, en el sótano de un edificio perteneciente al Servicio de
Aprovisionamiento y Talleres de la Policía Federal, habrían pasado, entre 1200 y 1500
personas. Esta estimación surge a partir de una de las principales herramientas de
deshumanización implementada por las fuerzas represivas del Estado que implicaba la
sustracción de la identidad de lxs secuestradxs al momento de ser ingresados al CCDTyE. En
lugar de su nombre se les asignaba una letra y un número con el que debían identificarse
durante la permanencia en el CCDTyE. Al día de la fecha se tiene registro de la utilización
de un total de doce letras, que fueron utilizadas combinándolas con números que iban del
cero hasta el cien, y constándose que en algunas letras se superó la centena. Esto, junto a
otros datos como la cantidad de secuestradxs ingresadxs por día y la cantidad de “traslados”
realizados (eufemismo que refieren a los llamados “vuelos de la muerte”), nos permite
estimar aquella cifra.
Se ha identificado a menos de la mitad del total de víctimas que habrían pasado por
este CCDTyE. al día de hoy, sólo tenemos identificadas aproximadamente a quinientas (500)
de ellas. Más de trescientos (300) de estas personas son compañerxs desaparecidxs, en la
mayoría de los casos su cautiverio en el CCDTyE “Club Atlético” está confirmado por el
testimonio de sobrevivientes. En otros casos, su identificación proviene en base a las distintas
investigaciones que han ido reconstruyendo y siguen reconstruyendo en la actualidad la
lógica y dinámica del terrorismo de Estado (zonificación de la represión, grupos de tareas,
centros clandestinos, circuitos represivos, líneas de caídas, grupos de militancia, etc.).
Cerca de ciento cincuenta (150) de las quinientas víctimas identificadas a la fecha son
sobrevivientes que en algún momento aportaron ante un área del Estado u organismo de
DDHH su testimonio, pudiéndose precisar el CCDTyE “Club Atlético” como el lugar de
cautiverio.
Otro aspecto importante en esta etapa de juicios –no tanto porque sea una novedad
sino porque se ha dado en un caudal mucho mayor- es el testimonio de hijos de
detenidos-desaparecidos, que permite dar cuenta de esas consecuencias del genocidio que
obviamente se prolongan hasta nuestros días, tanto en el tejido social como en los cuerpos y
trayectorias mismas de los declarantes. Habilitados por la intención de la fiscalía de reponer
estas historias, mediante la pregunta “¿Cómo fue tu vida sin…?”, pudimos escuchar la
narración de esas vidas marcadas por esas ausencias. Si esas voces permiten aprehender las
consecuencias duraderas del genocidio, esto quedó cristalizado de manera paradigmática en
el caso de la hija de una detenida-desaparecida, secuestrada junto a su madre y luego devuelta
a su familia. Su declaración en la audiencia fue precedida de una aclaración respecto a su
apellido actual: a 34 años de finalizada la dictadura aún lleva el apellido cambiado, producto
de la estrategia de preservación que siguió su familia luego de la desaparición de su madre
(su padre había sido asesinado previo a que ella nazca).
El Sitio de Memoria en las distintas etapas del juicio articulación con otras
áreas
Las dos grandes etapas del juicio ABO (Atlético-Banco-Olimpo) se dieron bajo
distintos momentos institucionales de este Sitio de Memoria, determinando participaciones
cualitativamente diferentes de nuestra parte, en dicha instancia.
La nueva etapa del juicio (que se desarrolla desde septiembre de 2016) nos encuentra
insertos en la órbita de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria, a su vez dependiente de
la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación. En este sentido,
implicó para nosotros un abanico más amplio de áreas y actores con los cuales conectarnos en
el marco de la preparación y desarrollo de la instancia judicial. Como ejemplo de ésto
podemos mencionar el trabajo conjunto con la fiscalía que llevó adelante la acusación
(encabezada por la Dra. Gabriela Sosti), convocando a sobrevivientes y familiares para
informar sobre las particularidades del juicio en sus distintos aspectos. También se realizó un
encuentro en conjunto con la fiscalía y el Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de
Derechos Humanos "Dr. Fernando Ulloa". Finalmente, colaboramos con información a
pedido del equipo de abogados de la Secretaría de Derechos Humanos que llevan adelante la
querella del Estado en el juicio ABO.
Investigación
Como ya hemos dicho, la instancia del juicio siempre habilita nuevos lazos para la
construcción de un Sitio de Memoria. A los aportes enunciados en términos de las actividades
educativas, debemos sumar las posibilidades que se abren en términos de la investigación en
estos lugares, que son varias.
Entonces, el juicio se presenta como una oportunidad única de potenciar las distintas
líneas de trabajo que desarrollamos desde el sitio. Un juicio “mueve” cosas, distintos
engranajes se ponen en marcha, y eso se siente en el territorio y en la cotidianeidad de un
Sitio de Memoria. Así queda más que clara la relación de necesidad mutua entre el proceso
de justicia y la existencia, sostenimiento y consolidación de estos espacios de memoria.
Para el caso de este CCDTyE, al día de hoy se tiene registro de 19 mujeres secuestradas que
estaban embarazadas. Se desconoce cuántas de ellas llegaron a dar a luz. Asimismo, se
presume que puedan existir casos de mujeres embarazadas de las cuales aún hoy no se tiene
registro. Hasta la fecha se ha restituido la identidad de sólo cuatro (4) jóvenes nacidos durante
el cautiverio de sus madres.
Otras víctimas
Cada unx de esxs hijxs vivió situaciones singulares. Algunxs muy pequeñxs y sin
recuerdos propios, otrxs con recuerdxs amorosos y/o traumáticos. En general, criados por
abuelxs, tíxs, que a su vez debieron encargarse de ellxs en las condiciones de dolor por la que
estaban atravesados. En varios casos, separados de su/sus hermanxs, otrxs en el exilio sea
interno o externo. Algunxs sabiendo desde un principio el destino incierto de sus
padres/madres, otrxs sin poder siquiera preguntar por ellxs. La mayoría viviendo una doble
vida, una adentro de sus casas y otra afuera, muchas veces sintiendo el desprecio y/o rechazo
que provocaban esos hijxs de la “subversión” y sobre todo esperando, siempre esperando.
Algunas de esas historias las hemos podido escuchar en el transcurso de este juicio.
La cifra de víctimas directas del Terrorismo de Estado sin lugar a dudas aún se
encuentra en construcción por toda una sociedad que luchó y lucha aún hoy en día para
conocer el destino de sus seres queridos desaparecidos y de lxs niñxs (hoy jóvenes)
apropiadxs. Es también una tarea magna desarrollada por las políticas públicas de Estado que
promueven la reparación histórica de las secuelas del Terrorismo de Estado. La cifra exacta
consta en la documentación generada por las propias fuerzas represivas del Estado que por un
pacto de silencio niega a toda una sociedad esa información concreta.
Educación
Los Espacios de Memoria, a través de la ley 26.691 promulgada en el 2011, están
destinados a la trasmisión de la memoria, la educación y la promoción de los derechos
humanos.
Nos enfocamos en este nivel debido a que, por un lado, a las audiencias judiciales
sólo pueden asistir mayores de 18 años, y por otro porque buscamos propiciar un espacio de
reflexión y experiencia directa que aporte a la formación de futuros docentes con la
incorporación de temas vinculados a la transmisión de la memoria de los hechos ocurridos
durante el terrorismo de estado, sus antecedentes y consecuencias y así mismo la importancia
de los juicios de lesa humanidad que se llevan adelante en nuestro país.
El taller pudimos realizarlo en las dos sedes con la que cuenta el colegio, en los
barrios de San Telmo y Lugano.
Por otro lado, venimos articulando con otros programas educativos y uno de ellos es
“La escuela va a los juicios”. Dicho programa se propone generar nuevos espacios de debate
y reflexión sobre la participación de los jóvenes en los juicios de lesa humanidad, y lograr
que los testimonios se inscriban en el espacio de lo público. Pueden asistir estudiantes a partir
de 16 años, y esto fue una conquista lograda por el programa.
Nos pidieron desde dos escuelas secundarias que están inscriptas en dicho programa,
realizar un taller específico desde el Espacio de Memoria ex “Club Atlético” ya que asistirían
a una audiencia del juicio ABO III.
Una de estas instituciones fue la Escuela Normal Superior Lenguas Vivas del barrio
de Retiro, con quienes hay un intercambio todos los años debido a que suelen realizar la
visita al Espacio de Memoria, y también debido a que tiene una Comisión de Derechos
Humanos muy activa con quienes se ha trabajado en conjunto en relación a estudiantes
detenidas-desaparecidas de la escuela que han sido vistas en el Centro Clandestino de
Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) “Club Atlético”. A través de esta Comisión se
colocaron en la escuela baldosas con sus nombres, y se ha trabajado en conjunto con el área
de investigación del ex “Club Atlético” en relación a las historias de vida de las
detenidas-desaparecidas, compartidas con todo el colegio en el acto de colocación de las
baldosas.
Explicó cómo se aprobó la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, la
que permitió que se reabriera la posibilidad de elevar causas y poder juzgar así a los
responsables por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura
cívico-militar. Y entre otras causas emblemáticas enunció las dos primeras partes del circuito
represivo ABO (la primera desarrollada entre 2009-2010, la segunda en 2012, y la tercera
iniciada en septiembre de 2016.
La otra institución que nos pidió realizar un taller fue la Escuela de Educación Media
Nº 2 D.E. 17 “Rumania”. El año pasado, el grupo de estudiantes (que estaba en 4º año)
realizó la visita al Espacio de Memoria ex CCDTyE “Olimpo”, y este año (estando en 5º año)
realizó la recorrida por el ex CCDTyE “Club Atlético”.
Con estas dos escuelas secundarias, al igual que con estudiantes y docentes del
profesorado del Colegio Normal Nº 3, nos encontramos en los tribunales de Comodoro Py
para presenciar una audiencia del juicio ABO III.
Cuando finalizó la misma, nos dirigimos a una sala de la planta baja que está
reservada para que los integrantes del programa “La escuela va a los juicios” reciban y
trabajen con los/as estudiantes que asistieron ese día.
Tanto para los/as estudiantes como para nosotras/os fue reencontrarnos con caras
conocidas en una instancia que es muy sensible, ya que se escuchan relatos muy violentos
que vivieron los/as sobrevivientes o familiares de detenidos-desaparecidos. Fue evidenciar
también el acompañamiento que desde los Espacios de Memoria hacemos para con los/as
testigos en los juicios que nos involucran directamente.
Para los/as estudiantes del nivel terciario, fue además presenciar otra instancia
pedagógica en relación a la temática, ya que los integrantes del programa antes mencionado
proponen primero un espacio de charla y reflexión conjunta sobre lo recién escuchado, tanto
si quedaron dudas o algo que haya llamado la atención, como también cómo se sintieron o si
lo vivido fue como se lo imaginaron. Y por otro invitan a lo/as estudiantes a realizar unos
afiches sobre lo que les dejó esta experiencia o sobre lo que quisieran comunicar luego de
todo el proceso que atravesaron, incluida la audiencia.
Sabemos que los juicios por delitos de Lesa Humanidad no están difundidos, y eso se
evidencia en las salas prácticamente vacías de las audiencias. Es por esto que la presencia de
los/as estudiantes resulta muy importante, tanto por el acompañamiento que sienten las
víctimas, sea que declaran por primera vez o que ya tienen una trayectoria en estas instancias,
como por ser parte de un hecho histórico, irrepetible, y que ha tardado muchos años y muchas
luchas en que se lleve a cabo.
La participación de los/as estudiantes en las audiencias de los juicios permite que cada
uno de ellos pueda reflexionar sobre sus experiencias, sus derechos y responsabilidades. Y en
el caso del terciario, proyectar estas temáticas a sus actuales o futuros espacios de trabajo.