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MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.


25 DE NOVIEMBRE DEL 2016

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:

CON EL INICIO DEL ADVIENTO, CADA UNO DE USTEDES DEBE


DISPONERSE A SER PARTE DEL SENTIDO ESPIRITUAL DE LA
NATIVIDAD DE MI HIJO.

Hijos, mantengan la llama de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad encendidas, para


que no falte ese vino nuevo del Amor de Mi Hijo en el corazón de ustedes, Sus
hijos. Tomen consciencia de la participación de ustedes dentro del Cuerpo Místico de la
Iglesia, de la que es Cabeza Mi Hijo.

Ustedes son las velas que no se apagan por fuerte que soplen los vientos…

Ustedes son el testimonio del amor que Mi Hijo ha depositado en el corazón de cada
uno…

Al iniciar este Adviento especial, deben renovar la Consagración al Sagrado Corazón de


Mi Hijo y a Mi Inmaculado Corazón. (1)
EN FE, DEBEN MANTENER LA SEGURIDAD DE LA PROTECCIÓN DIVINA,
LA ESTRELLA DESDE LO ALTO LES GUIARÁ EN TODO INSTANTE, SI NO
APARTAN LA VOLUNTAD HUMANA DEL CUMPLIMIENTO DE LA
VOLUNTAD DIVINA.

En este instante busquen el verdadero arrepentimiento, ese que nace desde lo más
profundo de ustedes, desde donde nace el verdadero dolor por las ofensas cometidas en
contra de Dios y del prójimo.

La Humanidad se vuelve contra la Iglesia de Mi Hijo, le señala y le socava. La falta de


oración en Mis hijos predilectos les impide un verdadero discernimiento para que
llamen pecado al pecado. El Pueblo de Mi Hijo se ha depravado, siendo un potente imán
que atrae las purificaciones sobre la Humanidad, una tras otra, como respuesta al mal
proceder humano y a la urgencia del despertar de la consciencia del hombre para que
sea fiel a Dios Uno y Trino, y no fiel a los hombres.

Quien de ustedes coloque su fe en un hombre, ha degenerado y retrocedido a su estado


más primitivo, confundiendo lo que es de Dios con lo que es de los hombres. El
hombre de Dios debe rechazar las alabanzas, pues el ego humano apetece de esos
honores e inclina al que los recibe a percibirse diferente y mayor que sus hermanos, e
indispensable para que sus hermanos se salven. TANTO CAE EN EL ERROR EL
QUE RECIBE HONORES CON VANAGLORIA Y SE DELEITA EN ELLOS,
COMO EL QUE DA HONORES INNECESARIOS A QUIEN ES UN HIJO DE
DIOS Y NO DIOS, ÚNICO QUE MERECE TODO EL HONOR Y LA GLORIA.

En estos instantes tan decisivos, sobreabundará la confusión y algunos de Mis hijos,


deseando hacer el bien, harán leña de sus hermanos y les arrojarán al fuego en medio de
indebidos ensalzamientos que corrompen a la criatura humana.

Ante la malicia existente en la Humanidad, el vivir sin arrepentirse de los pecados


cometidos endurece el corazón humano, y la criatura continúa actuando con mayor
frecuencia y fuerza en lo indebido, hasta que el hábito sea parte del cotidiano obrar y
actuar del hombre. Por ello las almas pasan con tanta premura de la tibieza al olvido, y
del olvido a la continua repetición de actos pecaminosos, SIN QUE NADIE LES
CORRIJA.
EN ESTOS INSTANTES TAN EXIGENTES PARA QUIENES DESEEN
PERMANECER EN EL CAMINO DE LA VERDAD, MI HIJO LES HA
TRAZADO UNA SERIE DE NORMAS PARA QUE DESPIERTEN LOS
SENTIDOS ESPIRITUALES, YA QUE CON ESTA FORMACIÓN, EL
HOMBRE AMARÁ LO QUE ES DE DIOS Y DESPRECIARÁ LO MUNDANO.
(2)

La fusión entre el hombre y el Espíritu Santo debe aflorar para que la Humanidad no sea
engañada. Quien rinda honor al hombre caerá con el hombre. Quienes sean idólatras,
rebeldes, los que amenazan, los impíos, los engañadores serán derrotados por Mí.

Como Estrella de la mañana, resplandezco en medio de los humildes que son formados
en el crecimiento del espíritu a la Manera Divina: en Amor, Gracia, Santidad, Verdad,
Valor y Paciencia, para que el trigo brille como si el sol le iluminara.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, el ser cristiano no es un título, no es un


nombre, no es una denominación o un reconocimiento, ES EL CULMEN DE LA
VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE MI HIJO POR LA REDENCIÓN DEL
MUNDO.

MI HIJO LES LEGÓ EL CIELO Y ES DEBER DE CADA UNO GANARLO


PARA SÍ. NO TIENEN ASEGURADA LA VIDA ETERNA SI NO SON
VERDADEROS HIJOS DE MI HIJO Y ADORADORES DE LA VOLUNTAD
DIVINA.

Yo tomo la mano del Pueblo de Mi Hijo para llevarles a nacer nuevamente. El hombre
debe renacer con un corazón de carne, fiel, colmado de paz, con sentidos purificados
por la Voluntad Divina y consciente del verdadero valor de la Cruz.

Mis hijos no niegan el esfuerzo ni el sufrimiento ni las penas que imponen el cambio de
ser un hombre acostumbrado a dar gusto a su “ego”, para ser un hombre que vive en la
constante praxis del vivir Los Mandamientos, de amar al prójimo, de vivir una constante
lucha contra sus deseos y pasiones, de exigirse un mayor conocimiento de Mi Hijo y de
Su Obrar y Actuar para ser mejor y estar más cercano a Mi Hijo.
NO DESEO REPETIDORES SINO CRIATURAS CONSCIENTES DE QUE
PARA MANTENERSE EN EL VERDADERO CAMINO CON LA FE MADURA
Y DISPUESTA PARA LA PRUEBA, TIENEN QUE ADENTRARSE EN EL
CAMINO DE MI HIJO Y ASPIRAR HACIA ARRIBA, ser conscientes de la
grandeza del ser hijo de Dios y con amor y confianza poder llamarle: “Padre nuestro
que estas en el Cielo...” (Mt. 6,9)

El Pueblo de Mi Hijo no es un pueblo cualquiera, no es a la manera mundana, sino es un


pueblo que respeta y ama la Palabra Divina y rechaza al mundo y sus maquinaciones…

El Pueblo de Mi Hijo no disimula el pecado ni pacta con el demonio, a sabiendas de que


los intereses malvados llevan a la Humanidad a la declaración de una religión única que
adorará a satanás…

Bien saben que el mal desea prevalecer por sobre la Iglesia de Mi Hijo. No olviden
adorar a Mi Hijo, no sólo en el Tabernáculo, sino en cada uno de los actos y obras con
que dan testimonio del amor que dicen poseer por Mi Hijo. ¡Son tantos los que se
reúnen en los Templos con fines tan distintos a los que verdaderamente pide Mi Hijo!

En este instante los Templos han sido tomados como anfiteatros, ofendiendo
gravemente al Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, al introducir al mismo gestor del
pecado dentro del Corazón de la Iglesia de la cual soy Madre. Blasfeman con estos
actos…

Con temblor y espanto desde la Casa Paterna, las Legiones Celestiales miran a aquellos
que reciben a Mi Hijo en pecado grave, gestando su propia condenación. ¿Es esta la
Iglesia

Santa de Mi Hijo? ¡No! Esta es la iglesia de los hombres, la iglesia de la voluntad


humana.

Lloro al mirar el padecer del Pueblo de Mi Hijo… Es necesaria la Purificación.


Oren hijos, oren por Estados Unidos, su padecer no termina, al contrario,
aumenta. El poder usurpa la voluntad del pueblo. Las estaciones se invierten y el
suelo se estremece.

Oren hijos Míos, oren por Italia, padece nuevamente, el pecado sobreabunda, el
arrepentimiento es olvidado.

Oren hijos, oren el agua se adentra en la tierra. Oren por Japón.

Oren hijos, oren, nuevas alianzas son solo falsas esperanzas. La traición se abre
paso, oren por Colombia.

Oren hijos, oren por China, tendrá en temor a la Humanidad.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:

REPAREN, REPAREN LAS OFENSAS GRAVÍSIMAS CON QUE LA


HUMANIDAD OFENDE GRAVEMENTE A MI HIJO.

Se traicionan unos a otros… Reconozcan al que no ama a Mi Hijo cautivando a otros


hombres con palabras falsas. Así actúa satanás llevando al hombre contra su hermano.

MANTENGAN LA LÁMPARA ENCENDIDA, EL AVISO SE ACERCA...

No tiemblen ante el mal, tiemblen al ofender a Dios.

Al final, Mi Corazón Inmaculado triunfará. Les conduciré de Mi Mano ante el Trono


Trinitario.
No teman, hijos, no teman. Sean almas adoradoras de Mi Hijo, ámenle y reparen por los
que le ofenden.

Como Madre de la Humanidad, entregaré a Mi Hijo, Su Pueblo Santo.

Les bendigo.

Mamá María.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

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