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MAGIA(x) o GUIÓN

--cuatro encuentros de praxis hermética preparatoria


en Athanaton Soma--
No nos hemos dado por satisfechos con aquella imagen de mago
decadentista anglofrancés: el dandy de los burdeles, el maldito a
la medida del arte y la poesía del siglo xix, imagen que se ha
extendido durante buena parte del siglo xx, y todavía.....
No nos hemos dado por satisfechos con que la magia, en cuanto
función hermética --habrá otras--, tenga vínculo con el guión
ceremonial, teatral, coreográfico; ni nos satisface que la
parafernalia objetual de la magia sea llamada “magia hermética”.
Tampoco es conducente la imagen de mago que heredamos de
Aleister Crowley, Israel Regardie, Ambelain, Grant, Bertiaux y
buena parte de aquellos etcéteras estelares anglo y franco
parlantes. Sotto voce, en esas mismas lenguas, hay buenas guías
en las que reparar, con menos diálogos internos por saldar. Y en
lengua italiana incluso, donde resta un campo más o menos virgen
para seguir explorando, siendo que la tradición hermética europea
nace en la Italia de los Médici...
La magia, en cuanto terrícolas, nace del cuerpo desconocido ( =
X), y de lo que éste puede o no hacer con su aquí. Si la magia
parte de lo que insiste en él, y extrae de allí algo con lo que puede
empezar (no desde lo que tuvo “ayer” (antes de “caer”) ni desde
lo que tendrá “mañana” --cuando haya un tiempo--), entonces es
un entrenamiento que empieza por la costumbre ahora, y en ese
sentido es un estricto funcionalismo --como el definido por
Wilhelm Reich en su orgonomía--, y, a la vuelta de esquina, la
invención de un estilo de vida que pueda amparar la magia a
diario.
Lo que entre otras cosas tiene aquí y ahora un cuerpo es su haz de
hábitos (de monje laico, mundano o “profesional”), así que ahí
está lo requerido para iniciarse: su comida, su respiración bien o
maltratada, su percepción promediada o no, más todas las
maneras de soñar o de no soñar durante el dormir, más las
maneras de gastarse entero o no en el trabajo, en el habla, en el
socius.
A partir de allí se le puede exigir a la magia devenir otra cosa que
la distribución de unos guiones perentorios a diestra y siniestra,
“regalados” por las estrellas díscolas del siglo xx, o, en su otro
win, por aquellas de arrastre humanista, florecientes de moral y
buenas intenciones. Ni el dandy decadente de los burdeles
(caracterización con la que Austin Osman Spare apuntó directo a
Crowley), ni el aleccionador de las buenas magias.
El entrenamiento, neutral y sin atributos, es la función de la que
se hace el chamanismo, la brujería, el hermetismo de raíz
operativa, así como las artes marciales y las diversas formas de
meditación de raíz (medio)oriental.
La así llamada “visualización”, en “magia”, es una de las atrofias
que para nosotros sintetiza mejor la usurpación a la que
apuntamos, teledirigida por el bleff editorial. Porque en realidad,
¿qué es aquello operativo que recién después (hace tan poco) se
llega a llamar “visualización”?
Para saber esto, primero haría falta lavar los canales. Luego,
soplarlos desde dentro. Después lograr que se haga un hábito esa
lavandería diaria ( = circular + circular), luego, “algo” ( = X)
comienza a encenderse al centro móvil de otro “algo” (¿la cabeza,
el corazón, el cuerpo del sueño?). Esto podría llamarse “fuerza
existenciadora”, “luz natural”, “fuego iluminativo”, sin necesidad
del vicariato de la facultad imaginaria / imaginativa, en cuanto
humana. Menos visualización y más fuerza existenciadora (en la
“luz de la naturaleza”) a través del hilo de la Albedo de las
alquimias internas, empieza a avecinar algo de esta Magia = X.
Activar esta preparación es la base del seminario que
proponemos, de cuatro encuentros de tres horas cada uno, para
probar en qué secuencias y empalmes funciona tal preparación, si
hace marchar la X de la Magia que no es de “mañana” ni de
“ayer”, sino para gestar en el (contra)hábito de hoy.
Se explorará la operatividad hermética “in corpore”, al pie, donde
esa “X” de MagiaX es el cuerpo vuelto incógnita co-presente, tal
como sucede ahora, aunque para abatirlo mejor (Arcano XIII). Y
a partir de esa inmanencia ( = inminencia, pulso, también
impaciencia) lo demás sigue.
Los métodos para entrenar, aglutinados en secuencias
particulares, aglutinan, de rebote, el tipo de percepción que lleva a
la “clara-espesitud” (del “cuerpo lunar”) en la autocepción,
habilitando toda la experiencia hermética de inicio en su
neutralidad solitaria, defantasmada, silente, que justo por eso
mueve brisas (no “fantasmas”, ni menos los “manipula”).
Sólo entonces podría ser funcional un guión, como uno de los
corolarios eventuales de una Aventura que se inicia en el cuerpo
para acceder a otros cuerpos, antes de darlos por agenciados a
través de vicariatos espurios. Luego, se sinergiza en estilos de
vida logrados, donde la magia al fin se aloja en un continuum.....
y entonces opera.

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