La problemática medioambiental actual es de muy grandes dimensiones, y se relaciona directamente

con temas demográficos, económicos, filosóficos y culturales. Son muchos los intereses que se ponen
por encima de salvaguardar la integridad y la salud de nuestro planeta, así como de gran importancia
son algunos temas que se olvidan por ansias de proteger La Tierra.

Si la economía de los países o la de cada individuo de detiene (como propone Fernando Valladares) el
desarrollo económico también lo hace. El escenario al que nos llevaría esto sería el de la eterna pobreza
de aquellas docenas de naciones cuyas poblaciones viven en la pobreza extrema. Además, llevaría a
aquellos países económicamente desarrollados al estado de pobreza.

Es por esto que el camino que se debería seguir es el de la creación de ideas tecnológicas, el apoyo
desde instituciones políticas y gubernamentales y la conciencia plena sobre la importancia de este
problema.

Valladares sostiene que la felicidad se puede alcanzar con un grado de desarrollo de la economía muy
inferior al que tienen los países primermundistas. Por otra parte, Lacalle argumenta que el PIB de un
país es un reflejo de la felicidad en esa nación. La felicidad, generalmente está formada por
componentes muy básicos como pueden ser las interacciones sociales, el estado de salud, o las
posesiones que tengamos. Estas tres características se pueden encontrar en cualquier país, en menor o
mayor medida, independiente de la riqueza que posean. La comodidad de la que se disfruta en el
primer mundo no es algo que se pueda ceder fácilmente, pero sin duda en ocasiones es demasiada.

Dada la gran importancia de lo que estamos perdiendo con cada pequeño paso hacia una mayor
comodidad, considero que el ritmo de vida de algunas sociedades es inadmisible. Sin embargo,
considero que la inversión en tecnologías que reduzcan el impacto negativo sobre el medioambiente y al
mismo tiempo brinden ganancias económicas, aunque sean menores que las de las tecnologías
convencionales, es la forma más sostenible de llevar una vida en una sociedad próspera
económicamente y segura medioambientalmente.