Primeramente, para realizar el proceso de polinización en el tomate es importante utilizar y

verificar que la flor posea un desarrollo adecuado para que las anteras puedan liberar polen.

Seguidamente, debemos de reconocer las estructuras florales y observar si el pistilo hay o no

polen en la superficie estigmática de la flor.

Luego de haber realizado los dos pasos anteriores, se extrae con mucha cautela el polen de la flor
para transportarlo e impregnarlo en el estigma de la flor masculina que se ha seleccionado.

Una vez realizado el proceso de incrustación del polen en la otra flor seleccionada, los granos de
polen comenzaran a germinar para introducirse dentro del pistilo y así poder llevar a cabo el
proceso de fertilización.

Finalmente, una vez realizado el proceso de polinización en las flores del tomate para poder
verificar que ya esa flor esta polinizada al darse la formación del fruto se puede observar que no
cuenta con dos sépalos los cuales, son retirados para realizar el proceso de polinización.