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1.

Analizar y ubicar las implicaciones de la llamada “lógica del mandato” en


contexto determinado por la interrelación entre democracia y representación.
Las implicaciones de la “lógica del mandato” en relación a la interrelación entre
democracia y representación son.
- Una comunión entre las diversas democracias, aunque una clara distinción en
cuanto a eficiencia y eficacia representativa. Si bien las raíces democráticas
modernas convergen en fondo y forma, esto no significa necesariamente, una
simbiosis representativa entre los modelos.
- Conexión Democracia-Representación, sinónimo de elección. En este caso, se
infiere que uno de los dogmas democráticos más sobresalientes es la elección como
santo y seña de una democracia participativa-representativa. Todo esto, por
supuesto, desde una libertad política de la ciudadanía.
- Otras formas representativas de gobierno. Desde luego, la democracia es el
paradigma de representación de la ciudadanía libre para “elegir”. No obstante,
existieron y aún persisten otras formas de gobierno en donde al menos formalmente,
se reflejan los designios colectivos en el aparato representativo. Éstos son:
despotismo, monarquía, entre otros.
- Los mandatarios como íconos de la representación democrática. Antes de erguirse
como gobernantes, los mandatarios deben someterse a la soberanía popular, estando
sujetos durante este período, bajo el calificativo de candidatos, cuyo único resurgir
se encuentra en las manos de la ciudadanía y su poder de elección.
- Un gobierno autónomamente jurisprudencial posterior a las elecciones. Si bien es
cierto que el deber ser de la democracia recae entre muchos aspectos, en la libertad
de elección política participativa de sus ciudadanos, paradójicamente, el gobierno en
marcha, goza de la toma de decisiones independiente, aún cuando esto sesgue lo
suficiente, el ideario colectivo. Aunque claro está, existen otros mecanismos
participativos que lo limitan en sus funciones ejecutivas y legislativas.
- El gobierno subyugado a la magna Ley, la Constitución Política. Como bien se
dijo, el gobierno electo goza de jurisprudencia en la toma de decisiones que rige los
destinos de una nación. Empero, esto no ha de significar que no deba someterse a
limitantes en las iniciativas llevadas a cabo por la autonomía de poderes, ya que, la
Constitución Política junto al aparato judicial e inclusive el legislativo en múltiples
casos, le regulan.
- La periodicidad electiva como ejercicio regulador de los gobernantes. Los modelos
fieramente democráticos traen consigo una limitante temporal para los gobernantes
electos. En otras palabras, la idea hipotética del conocimiento colectivo antepuesto a
la posible ignorancia individual.
- Los gobiernos siempre representativos. La representativa gubernamental es como su
significante lo indica, un orgulloso reflejo de la sapiencia colectiva de un pueblo, al
menos en teoría.
- Los gobernantes como eximio producto de los ciudadanos. El poder de la elección
pretende y propende el sometimiento del gobernante al elector. En este orden, la
virtud atribuida como voto de confianza al gobernante por parte del ciudadano,
debiera ser retirada mediante el sufragio si tal principio no se cumple.
- El equilibrio de poderes en beneficio del pueblo. La separación de poderes en
perspectiva de los valores liberales, ampara el ideal democrático de las mayorías.
- Dictadura vs Tiranía. Aunque parezcan sinónimos, distan mucho uno del otro. La
dictadura puede llegar a ser representativa siempre y cuando comulgue con las
demandas del pueblo. La tiranía en cambio, es una auténtica corrupción de los
designios populares mayoritarios.
- Democracia, representación y fortuna. Dicha relación carece de formalismo
superficiales por lo cual, ahonda más en conexiones sistémicas y, por lo tanto,
orgánicas.
- La pusilanimidad de la democracia. No existe garantí alguna de armonía entre
gobernantes y electores, simplemente pudiera tratarse de un simple acto de fe.
- La burocracia como herramienta democrática. Finalmente, el aparato técnico-
administrativo puede ser un arma de doble filo. ¿La razón? La ineficiencia e
ineficacia en los procesos de toma de decisiones.

2. Indicar la importancia de la “responsabilidad” como factor indispensable para


el afianzamiento de la representación.
La “responsabilidad” como factor indispensable para el afianzamiento de la
representación, ahonda sus esfuerzos en primera instancia, en el sentido de pertenencia
que tare consigo el poder del sufragio como herramienta de modificación sobre actores
políticos como los partidos. En consecuencia, la responsabilidad conectiva electoral
yace en la conciencia de su poder participativo. De igual forma, pero no menos
importante, la responsabilidad de los candidatos para con su público elector, se
encuentra arraigada en la innovación de propuestas para satisfacción de las demandas
comunes, tan notoria en temporalidades de campaña.
En otro orden, una de las responsabilidades más sobresalientes en un statu quo perfecto
del modelo democrático representativo se centra en las garantías constitucionales para
la oposición. Así pues, tenemos en una esquina la fuerza ejecutiva legitimada por el
voto mayoritario de un lado, y la oposición con ansias de poder, por el otro. Sin duda,
un principio manifiesto de la democracia. Desde luego, la ordenanza del deber del
electorado, se cimienta a partir de una clara conciencia a la hora de elegir, ya que, un
mal gobierno puede significar un reflejo inequívoco de una colectividad errante.
A continuación, otros actores relevantes en el proceso de corresponsabilidad, se
relaciona con los medios masivos de comunicación y su trascendental papel en el juego
de la democracia representativa. Por supuesto, no podemos partir desde la ingenua
concepción de imparcialidad que surge desde el deber ser de la naturaleza democrática.
No obstante, una quimera llevada a cabo, garantizará el equilibrio entre los aspirantes a
gobernar y el pueblo llano. Finalmente, la responsabilidad de la representación
democrática debiera fijar su veeduría sobre la denominada “espectacularización de la
política”, término empleado por la comunicación política y el marketing electoral, para
definir los actuales parámetros en los cuales juega el discurso dramático democrático.
Un gran festín para lo sentidos de los espectadores y votantes, pero un gran mal
desligado de todo propósito benefactor.
3. Ubicar las consideraciones del autor que hablan de la confluencia entre
mandato y responsabilidad.
- La primera consideración hallada en la lectura, llevada a cabo por el autor, se centra
en el mantenimiento de la fe en la legitima representación gubernamental de sus
intereses en el ejercicio de su mandato, contribuyendo al aseguramiento en la
participación de la clase electora y la definición de su destino.
- La siguiente consideración, nos invita a analizar la forma en la cual la transparencia
proselitista de las campañas de los candidatos, se orienta hacia sus públicos y
probables electores. En esta ocasión, se habla de la prevención del engaño frente a
la estratégica demagogia.
- Otra consideración a tener en cuenta es la que nos advierte de las maniobras
propositivas en los planes de gobierno, previos a su posterior elección. Un
condicionante que refleja que no necesariamente las propuestas a priori son un
fidedigno reflejo a posteriori.
- En concordancia con la anterior consideración, el autor resalta la idea de los
políticos, acerca del prevalecimiento del interés privado a las demandas públicas
una vez erguidos como mandatarios.
- La siguiente, es una forma de concordancia armoniosa entre las propuestas y el
ejercicio gubernamental de los candidatos electos, por un lado, y el vehemente
aclamo del capital sufragante.
- La consideración concerniente a la asamblea representativa, es una forma de
participación-representación, una veeduría desde los aparatos del poder legislativo y
desde luego, una forma de hacer oposición en el nombre de los sufragantes.
- El mandato-representación, es la condicionante de los electores para presionar el
buen trasegar de sus gobernantes democráticamente elegidos. Un compromiso que
ha de conllevar a una sanción de los primeros, en caso de olvidar sus “sagrados”
deberes.
- La reelección no debe ser tenida en cuenta si se debe partir de un ideal ortodoxo de
democracia.
- Una gran enseñanza sin duda, es la de la fidelización de las ideas, del partido o
simplemente de los planes de gobierno más convenientes para los electores.
- El clientelismo político debe ser seriamente sometido al ojo clínico de la
democracia participativa-representativa si se quiere curtir de esta anomalía que
aqueja el libre desarrollo democrático.
- La elección de un candidato, estrictamente yace en el cumplimiento y empatía
política por sus propuestas. Así pues, la credibilidad política puede llegar a ser
considerada como una inversión a largo plazo para el establecimiento y perpetuidad
de su posición representativa.
4. Esquematizar y describir cada uno de los componentes que permiten ubicar la
correspondencia entre estructura de gobierno y representación.

- Esquematizar y describir cada uno de los componentes que permiten ubicar la


correspondencia entre estructura de gobierno y representación. La
institucionalidad como participación democrática horizontal, entendiendo al aparato
electoral como un ejercicio vertical entre gobernantes y gobernados. Aparatos de
poder y burocracia convergen entre sí, guardando su jurisprudencia y su tinte
representativo.

- Separación de poderes. Elección retrospectiva, coerción coactiva de los aparatos


de poder en pro de develar las intenciones de los representantes del ejecutivo antes
las hordas electoras.

- Supervisión de la burocracia. La estrecha relación entre burócratas y políticos, es


una afectación inequívoca sobre los intereses representativos democráticos. Los
primeros, gozando de un amplio y libre albedrío en relación a la veeduría
participativa de la democracia. La burocracia como institución comportamental
colectiva estatal, ajena a los castigos de la participación democrática.

- Agencias independientes. Persuasión participativa sobre los entes burocráticos


representativos. Disuasión y coerción sobre los políticos representativos que no se
acojan a las promesas conocidas en campaña.

- Descentralización. A favor: proximidad en la responsabilidad del gobierno local,


en lo concerniente a resolución de demandas y conflictos a corto y mediano plazo,
al igual que un alto nivel de eficiencia y eficacia en tal proceder. En contra:
disparidades regionales en cuanto a presupuestos destinados por parte del gobierno
central de determinado Estado. Ineptitud burocrática a la cabeza de las
administraciones locales, cuyo accionar retarda las respuestas políticas y
económicas a la población demandante afectada.

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