Está en la página 1de 6

ENFOQUE SISTÉMICO EN ADICCIONES

En general los modelos sistémicos familiares ven el consumo de sustancias u otros


problemas como una expresión de las conductas inadaptadas de uno o más miembros de la
familia, que producen una disfunción en el sistema familiar. El consumo cumple una
función en la familia, permitiendo a ésta enfrentarse a estresores internos o externos o
mantener otros procesos que se han instaurado en la organización del sistema familiar.

Parece que se dan en mayor medida las condiciones materiales para la recaída, si una vez
finalizado el tratamiento, el sujeto vuelve al seno familiar y allí permanecen los mismos
problemas del pasado; de ahí que sea loable pensar que si se cambian las interrelaciones
entre los miembros de la familia o pareja conyugal, se están aumentando los factores
protectores para mantener la abstinencia en dicho sujeto; y, en definitiva, esa recaída se está
evitando porque todos los individuos del núcleo familiar se han empoderado, se relacionan
y diferencian mejor; y eso, a su vez, revierte positivamente en el adicto pues se traduce en
apoyos para manejar su adicción.

Se enumeran algunos puntos teóricos que han sido de utilidad para trabajar con las familias
de los adictos:

1. Énfasis en la jerarquía. La familia no es un grupo de iguales. Hay quienes toman


decisiones y se encargan de los otros. Generalmente los padres de los hijos.

2. Existen secuencias relacionales alrededor de cada pauta de comportamiento. La terapia


consiste en identificar estas pautas por parte del terapeuta y modificar las relaciones
cambiando componentes, tiempos de la interacción o distancias entre los miembros.

3. Se piensa en organizaciones tríadicas como unidad mínima relacional y se centra en el


presente.

4. Es importante tomar en cuenta el ciclo vital en que la familia se encuentra y buscar que
los miembros respondan a las exigencias del contexto social en el cuál se desenvuelven.

5. El tratamiento tiene objetivos: Resolver el problema por el que se interviene antes que
otros problemas ya sean observados por el terapeuta o reportados por la familia.
6. Las familias pueden oponerse al cambio de la misma forma en que pretenden ser
diferentes. Los terapeutas pueden apoyar la parte de la estabilidad buscando incrementar la
fuerza que impulsa al cambio.

La característica principal de los modelos sistémicos es que sus objetivos terapéuticos están
centrados en la modificación de patrones de interacción interpersonal.

Terapia Familiar Multidimensional  Desde esta perspectiva la conducta individual se


considera contextualizada dentro de una red de interconexiones de sistemas sociales,
incluyendo el propio individuo, la familia, la escuela, el vecindario, los pares, la comunidad
y el ámbito cultural. Todos estos sistemas sociales de referencia pueden, potencialmente,
tener impacto sobre el uso de drogas de los adolescentes y también sobre otras conductas
problemáticas relacionadas, y, por tanto, bien guiados, también pueden convertirse en
factores protectores. El tratamiento incluye sesiones individuales y de toda la familia que
tienen lugar en la clínica, en la casa, en la escuela u otros lugares comunitarios. Durante las
sesiones individuales, el terapeuta y el adolescente trabajan en tareas importantes de
aprendizaje, como saber tomar decisiones, negociar, y desarrollar habilidades para resolver
problemas. Los jóvenes adquieren capacidad para comunicar sus pensamientos y
sentimientos para poder manejar mejor las presiones de la vida y obtienen destrezas
vocacionales. Se realizan sesiones paralelas con miembros de la familia. Los padres
examinan su estilo particular de educar a sus hijos, y aprenden a distinguir la diferencia
entre influenciar y controlar, así como a tener una influencia positiva y apropiada con sus
hijos. Las intervenciones MDFT trabajan en cuatro dominios, apuntando a los cambios en
el adolescente; aspectos del desarrollo intrapersonal y relacional, los padres
(funcionamiento individual de los padres, así como de la educación de los hijos), el entorno
familiar (modelos transaccionales de la familia), y los sistemas extrafamiliares de influencia
sobre el adolescente y la familia (por ejemplo, trabajar con las escuelas y el sistema judicial
para menores). Las intervenciones en etapas tempranas que tienen como objetivo
desarrollar múltiples alianzas con adolescentes, padres, y miembros influyentes de los
sistemas extrafamiliares han dado sus frutos con altas tasas de retención.

Modelo estratégico  Se centran en el entorno social inmediato del adicto. La adicción la


conciben como un síntoma y una respuesta a la interacción familiar disfuncional. Se centran
en entender cómo intentan resolver sus problemas. Refieren que las familias realizan esas
soluciones ya que desconocen otras, cosa que ese desconocimiento puede agravar aún más
el problema. La intervención terapéutica pretende interrumpir las soluciones ineficaces y
substituirlas por otras más eficaces. Para ello el psicólogo debe conocer las creencias, los
valores, las expectativas, el lenguaje, ideas de la familia, etc.; para poder empatizar con
éstos y buscar soluciones, tratando de definir en términos comportamentales el problema e
iniciar un plan de intervención para revertir éste. Hay evidencia de la eficacia en relación a
las drogodependencias de dos técnicas dentro de los modelos estratégicos:

*A) Terapia Familiar Breve Estratégica. La terapia se centra en la función que tiene el
uso de drogas que se interpreta como señal del malestar del funcionamiento familiar. El
tratamiento dura 8-24 sesiones, dependiendo de la severidad del problema. Se ha utilizado
con pacientes ambulatorios y con pacientes en unidades de día y comunidades terapéuticas.
Además de incidir sobre el consumo y las conductas problema en casa y en la escuela,
aborda la conducta agresiva, el comportamiento violento, la percepción de riesgo y el
riesgo real en aspectos relacionados con la sexualidad, el acercamiento a pares antisociales
y la delincuencia. Los objetivos que persigue son dos, principalmente: (a) eliminar las
conductas de abuso de drogas y otras conductas problema; (b) cambiar la interacción
familiar que posibilita el síntoma (consumo de drogas). Favorece el compromiso de las
familias para participar activamente en el proceso de tratamiento de las conductas adictivas
en adolescentes, mejora la dinámica de funcionamiento familiar y los efectos persisten en el
tiempo, y está especialmente indicada para las familias de adolescentes abusadores de
drogas con mayor nivel de desestructuración

*B) Terapia Centrada en Soluciones. Se centra en las soluciones que pueden funcionar,
minimizando la naturaleza de los problemas o los patrones interactivos familiares. Los
problemas son intentos fallidos de resolver los conflictos, no es necesario saber mucho
sobre el problema para resolverlo, existen distintas maneras de enfocar una situación, y hay
que centrarse en lo que es posible y puede cambiarse. Así, los terapeutas pretenden iniciar
cambios positivos y ayudar a las personas a conseguir pequeños objetivos (mejorar la
relación con algún progenitor, encontrar trabajo, estudiar, etc.) que pueden tener efectos
inesperados y más amplios en otras áreas (mantener una relación de pareja, mantenerse
abstinente, etc.).

Terapia Familiar Multisistémica  es un modelo de trabajo dirigido especialmente a


jóvenes agresores violentos y crónicos cuyo objetivo es prevenir o atenuar la actividad
delictiva como un medio para afectar favorablemente a sus vidas, a sus familias y a sus
comunidades. La MSFT es un enfoque terapéutico altamente personalizado en la familia y
basado en la comunidad, considera la conducta como el resultado de las interacciones
recíprocas entre los individuos y los sistemas interconectados en los que se construye y
consolida su propio self. Ya que la MSFT trata de identificar factores que pueden promover
o atenuar la conducta irresponsable por parte del joven y la familia, todo plan de
intervención se desarrolla en colaboración con los mismos, e integra intervenciones dentro
y entre la familia, los amigos, la escuela y la comunidad. La MSFT ha sido implementada
usando el modelo de preservación familiar. Este modelo enfatiza la condición de que los
servicios basados en el hogar y enfocados hacia la familia sean intensivos, con un tiempo
limitado, pragmáticos, y orientados hacia una meta principal: capacitar a los padres
mediante el aprendizaje de las habilidades y recursos para dirigir las inevitables dificultades
que surgen en la crianza de los adolescentes, y relacionarse de forma efectiva e
independiente con el entorno. En la terapia multisistémica se utilizan estrategias enfocadas
en el presente y orientadas hacia la acción, incluyendo técnicas derivadas de la terapia de
conducta y la terapia cognitivo-conductual, pero todo esto dentro de un marco integrador y
ecológico.

Modelo estructural  Conciben las adicciones como recreaciones desadaptativas a los


cambios ambientales o evolutivos. El objetivo de este modelo es el fortalecimiento de los
cimientos estructurales que permiten el funcionamiento de la familia. Buscan una jerarquía
generacional adecuada, en la que los padres muestren liderazgo con unas fronteras claras,
que no sean éstas ni difusas ni rígidas.

La Terapia Familiar Funcional  tiene como objetivo alterar los patrones familiares mal
adaptativos que mantienen los problemas de los adolescentes. El tratamiento tiene como
objetivo cambiar las interacciones familiares negativas y usa intervenciones conductuales
para reforzar las formas positivas de respuesta y las estrategias más eficaces de resolución
de problemas dentro de la familia.

Enfoque estructural-estratégico de Stanton y Todd  Acentúan en la implicación activa


de la familia de origen del paciente en la terapia, aunque ya no viva con ellos. Se trataría de
hacerles volver a una fase del ciclo vital anterior, la de salir de casa, que no fue
“negociada” de una manera adecuada y hacerlo de una forma correcta esta vez. De acuerdo
con esa estrategia lo primero que debe encararse es la triada compuesta por el adicto y
ambos progenitores con el propósito de trabajar la individuación del adicto. En las primeras
sesiones se incluye a todas las personas que viven en casa y luego se decide quiénes son
indispensables en las siguientes sesiones. Resulta de gran interés considerar que los
hermanos suelen ser miembros importantes en la medida en que pueden obstaculizar o
apoyar los logros en el proceso de evolución. Stanton y Todd conceden un especial interés a
que en el tratamiento puedan participar también otros sistemas implicados, tales como
amigos, parientes importantes, o personas cercanas del ámbito laboral, escolar o legal.
Establecen rutinariamente tres metas en el tratamiento: 1) el abandono del uso de drogas; 2)
uso productivo del tiempo y 3) que el adicto consiga una situación estable y autónoma. Al
ser el uso de drogas la parte más importante en el tratamiento de familias de adictos lo
primero a encarar es el proceso de desintoxicación. El terapeuta debe establecer una alianza
con ambos padres en la etapa de inicio, buscando conseguir un frente común con una
posición firme ante el adicto. Debe promover que trabajen juntos, como un equipo incluso
tomando partido contra el adicto para señalar límites y reglas dentro de la casa.

Referencias

Cárdenas Perez, M. Á. (2016). TRATAMIENTO DE LAS DROGODEPENDECIAS.


Santiago, Chile.

Marcos Sierra, J. A., & Garrido Fernández, M. (2009). La Terapia Familiar en el


tratamiento de las adicciones. España.
Pedrero, E., Fernández, J., Casete, L., Bermejo, M., Secades, R., & Gradolí, V. (2008).
GUÍA CLÍNICA DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN ADICCIONES.
España.

Ramírez Villaseñor, M. A. (2001). Terapia Familiar y Adicciones Un enfoque práctico con


resultados prácticos. Guatemala.

También podría gustarte