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1 ¿Qué es la serotonina?
2 Cuál es su Función
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ya ha bajado demasiado y se comienzan a sentir síntomas como la tristeza, ansiedad o falta
de control.
El nivel de serotonina puede bajar por múltiples factores pero, quizás, el más común es por
desgaste, producido por tensiones emocionales, estrés, manejo disfuncional de situaciones,
etc. Dado que su desgaste suele ser lento, algunas personas pueden pensar que ellas son
así y no tienen en cuenta, que su estado de ánimo inestable o su falta de control pueden
deberse a un déficit de serotonina.
Un estado de estrés continuo, produce la elevación de los niveles de cortisol que ejerce
sobre el cerebro una acción tóxica y puede afectar a la serotonina generando, poco a poco,
el déficit de la misma.
Otra causa de la disminución de serotonina puede ser una mala alimentación. Debido a una
mala nutrición, no se ingiere triptófano (aminoácido precursor de la serotonina, que el cuerpo
no puede sintetizar por sí mismo y debe ser ingerido por medio de la alimentación) y, por lo
tanto, el cuerpo no puede sintetizar la serotonina necesaria, con el resultado de disminución
de sus niveles.
Para incrementar los niveles de triptófano y mejorar su absorción, hace falta una
alimentación sana, por ejemplo, comer de forma regular y equilibrado los siguientes
alimentos: huevos, pastas, frutos secos, cereales, arroz, lácteos, pollo, pavo, plátanos,
legumbres, entre otros.
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Cuando descienden los niveles de serotonina, damos más importancia de lo que debemos
a ciertas situaciones y hasta podemos generar pensamientos obsesivos. De hecho, la
tendencia a tener niveles bajos de serotonina se manifiesta de forma más evidente en
personas que tienen rasgos obsesivos de la personalidad.
Otros factores que pueden jugar un importante papel en la disminución de la serotonina son:
Un déficit de la serotonina puede causar una gran cantidad de problemas que afectan
profundamente a nuestra vida y bienestar. Las siguientes funciones se ven alteradas cuando
el nivel de la serotonina esta baja:
Se ha comprobado como ciertos factores ajenos a nuestro cuerpo tienen una repercusión
sobre los niveles medios de serotonina. De esta forma, modificando pequeños hábitos,
regularemos los niveles del neurotransmisor a nuestro favor.
Con los siguientes consejos, conseguirás influir sobre la serotonina y aumentar tu sensación
de felicidad.
Come triptófano
El triptófano es un aminoácido presente en diferentes alimentos. Las legumbres son
ricas en ello, aunque también lo es el pollo, la leche, las nueces, la miel, el tofu, la
soja y el cacahuete.
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Reduce el estrés
Actividades como la meditación u organizar mejor nuestras tareas producen una
disminución del estrés, el cual influye directamente en la producción de serotonina.
Aprovecha las horas de luz
En verano es especialmente fácil poder beneficiarse de la luz, aunque de varias
formas también podemos hacerlo en épocas como el invierno. Dar paseos por la
mañana, trabajar al lado de una ventana y realizar actividades al aire libre nos
ayudarán a mejorar los niveles de serotonina.
Activa tu cuerpo
El deporte tiene un efecto antidepresivo. Ha sido demostrado en innumerables
ocasiones científicamente. Dedicar 30-45 minutos de ejercicio hará que tengas
mayores sensaciones de felicidad.
Café por la mañana
La cafeína, dentro de niveles normales, influye en el aumento de serotonina en el
cerebro y, por tanto, sobre la activación. Es especialmente efectivo por la mañana.
Regula las horas de sueño
Entre 7 y 9 horas durmiendo son las que necesita cada persona para poder
descansar. La falta de sueño o su exceso tienen efectos negativos sobre el
neurotransmisor y, además, aumenta la tristeza o la irritabilidad.
Los científicos no saben precisamente qué causa la depresión, pero una teoría es que se
debe a un desequilibrio de neurotransmisores en el cuerpo.
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Un problema para los investigadores es que, aunque pueden medir los niveles de serotonina
en el torrente sanguíneo, no pueden medir sus niveles en el cerebro.
Como resultado, no saben si los niveles de serotonina en el torrente sanguíneo reflejan los
del cerebro. Además, es imposible saber si los inhibidores selectivos de la receptación de
serotonina pueden realmente afectar el cerebro.
Los estudios en ratones han arrojado evidencia contradictoria. Algunos sugieren que los
niveles aumentados de serotonina pueden ayudar a reducir el estrés y la depresión, pero
otros indican que los niveles de serotonina no hacen la diferencia.
Sin embargo, aunque los científicos todavía no han probado la teoría de la depresión y la
serotonina, los inhibidores selectivos de la receptación de serotonina parecen ayudar a
muchas personas.
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