Como se ha visto , actualmente los metales pesados resultan esenciales en
la mayoría de los dispositivos electrónicos, aunque las empresas innovadoras buscan permanentemente alternativas más seguras. Sin embargo conllevan un gran riesgo para la salud humana. Y así:
El cadmio tiene la capacidad de acumularse en el ambiente y es muy
tóxico. Afecta principalmente a riñones y huesos.
El mercurio puede afectar el sistema nervioso central, particularmente en
etapas tempranas de desarrollo, el sistema cardiovascular, pulmonar y provocar daños en los riñones y la vista. Es tóxico incluso en dosis muy bajas.
El niquel Produce efectos sobre el sistema pulmonar y respiratorio,
alergias, irritación en los ojos y la piel. Es posiblemente cancerígeno y teratogénico (capaz de alterar el desarrollo embrionario normal). Es tóxico si se lo encuentra en forma de compuestos inorgánicos de níquel en su forma oxidada, sulfatada o soluble.
El litio ocasiona afecciones en el sistema nervioso, fallas respiratorias y
náuseas.Debido a su baja absorción, el litio puede lixiviarse (fluir) fácilmente a los mantos acuíferos (formaciones geológicas que permiten la circulación y el almacenamiento del agua subterránea).
El Berilio no se disuelve, se adhiere a partículas de aire y persiste en
suelos. Está clasificado como cancerígeno por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud. Además, la inhalación de humos y polvos de berilio puede causar enfermedades pulmonares.