Los aparatos eléctricos y electrónicos son una mezcla compleja de
cientos de materiales. Contienen metales pesados como plomo, mercurio y cadmio, químicos peligrosos y PVC (policloruro de vinilo), un tipo de plástico muy tóxico. Por ejemplo, un teléfono celular tiene entre 500 y 1.000 compuestos diferentes.
Algunos componentes tóxicos de los residuos de aparatos electrónicos y
eléctricos:
Cadmio - utilizado en pilas de ordenador recargables, contactos y
conmutadores.
Mercurio - utilizado en las pantallas de cristal líquido (LCD) de los
teléfonos móviles y las pantallas planas de ordenador, así como en interruptores, pilas y lámparas fluorescentes.
Plomo - utilizado en los tubos de rayos catódicos (CRT) instalados en
pantallas de ordenador y televisión.
Cromo hexavalente - utilizado en la producción de distintas carcasas
metálicas. Níquel - utilizado en las placas de circuito y las soldaduras de algunos teléfonos móviles.
Plomo y cadmio - utilizados en las pilas recargables de las consolas de
juego y en juguetes eléctricos.
Si nos son tratadas de forma adecuada, estas sustancias peligrosas pueden
contaminar el medio ambiente, poner en riesgo a los trabajadores que fabrican los productos, y afectar la salud de las personas cuando los dispositivos electrónicos son desechados al final de su vida útil.