Algunos comentarios sobre “Markets of dispositions. NGOs, economic development,
and the State in Cairo” de Julia Elyachar y “Los nuevos regionalismos y la acción colectiva transnacional” de Mercedes Botto.
Si bien difieren sensiblemente es sus planteos y metodologías, ambos artículos permiten
enfocar la mirada sobre las características de los actores globales que pretenden proyectarse, en el final del Siglo XX y principios del XXI, como alternativas de canalización de los problemas resultantes del nuevo contexto global que es a la vez causa y consecuencia del retroceso de los Estado-Nación, y que parecen no poder ser ya cabalmente enfrentados por estos.
Estos actores globales (redes trasnacionales, que agrupan a ONGs y sindicatos,
organizaciones empresariales y de comercio, etc.; Banco Mundial; FMI; OMC) se ven obligados, sin embargo, a contextualizar la aplicabilidad de sus propuestas y se ven entonces enfrentados, por un lado, al problema de las relaciones intersectoriales en un espacio geopolítico que continúa siendo el de los Estados Nacionales, ineficaces, fallidos y con limitaciones a sus accionar, pero aún en posesión de los diversos monopolios que confirman su legitimidad y, por el otro, a la dificultad empírica e ideológica de consensuar prácticas de mercado y desarrollo social sin tener en cuenta las relaciones de poder que abarcan y construyen los campos de posibilidades de aplicación de esas propuestas, sus lógicas de funcionamiento y los supuestos que las constituyen. Puede resultar fructífera, en este sentido, la discusión en torno a la atribución de los roles, tanto a estas redes trasnacionales (y entre ellas, específicamente, al caso de las ONGs) como al Estado en la configuración de los procesos económicos y sociales (en el caso en que puedan diferenciarse), y al carácter emergente, construido o inevitable de su accionar.