Está en la página 1de 1

Novenario Por Los Difuntos:

Lectura:

La resurrección fundamento de la esperanza (1Cor 15, 12-14. 21-22).

Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo algunos de ustedes afirman que los muertos no resucitan?

¡Si no hay resurrección, Cristo no resucitó! Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó, y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil, y sus pecados no
han sido perdonados. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un Hombre vino la
resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo.

Palabra de Dios.

Comentario:

Hay que entender que, en los momentos más difíciles de nuestras vidas, Dios nos acompaña muy de cerca y, en algunos casos,
nos lleva en sus brazos. Reconfortémonos y, en algunos casos, nos lleva en sus brazos. Reconfortémonos con las palabras de
Pablo a los corintios, sabemos por la fe que los muertos resucitan a la vida eterna porque primero resucitó el Señor, y a él
seguimos, con esperanza, porque no estamos solos, por el contrario, somos de Cristo.

Pablo no cuestiona la resurrección a la verdadera vida, cuestiona nuestra falta de fe y esperanza. Estamos ante la centralidad
de nuestra fe, la vida eterna que se nos ha prometido, por eso tenemos fe no sólo para reconfortarnos en estos momentos, sino
para ser conscientes de que nuestro(a) hermano(a) N. está ante la promesa de los justos y de la vida eterna, y que, por lo tanto,
resucitará con Cristo, en espíritu y en verdad.

-Canto…
Oración:

Señor, Dios misericordioso. Hoy quisiste llamar a tu sirvo(a) N. ante tu presencia, dale el gozo de la eterna bienaventuranza. Y
en cuanto a nosotros, tus hijos, consuela nuestro dolido corazón, para aceptar tu voluntad, porque ponemos toda nuestra
esperanza en ti. Señor, para quien nada es imposible, porque tú nos dijiste: “Vengan a mí todos los que están afligidos y
agobiados, y yo los aliviaré. (Mt 11, 28).

Por eso, Señor, dale el descanso eterno a tu hijo(a) N. brille para él(ella) la luz perpetua.

Por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.

También podría gustarte