Haz que el 80% de tus alimentos luzcan en tu plato como en la naturaleza,
ya que eso te garantizará nutrientes y prana, es decir, energía vital, que es aquella que necesita tu cuerpo y tu mente para mantenerse en funcionamiento, pero sobretodo en equilibrio.
2) NUTRICIÓN INTELIGENTE
Genera un espacio consciente cuando vayas a comer. No hace falta que le
dediques demasiado tiempo, pero si un mínimo que te permita conectar con la acción y hacer que tu organismo pueda entender el contexto. Deja a una lado las redes sociales, los emails y las llamadas. Apaga la televisión, la radio o la música y presta atención únicamente a tus alimentos para poder verlos, sentirlos, olerlos, escucharlos y saborearlos. Si te sientes con estrés, frustración o nervios haz antes una respiración consciente que te permita conectar con ese momento y activar tu sistema parasimpático, trayéndote algo de calma antes de tu comida. De esta forma tu nutrición pasará a otro nivel.
3) RUTINA HORARIA
Crea una rutina de horarios en tu día a día: para despertarte y acostarse,
para comer, trabajar y hacer ejercicio). Esto garantizará que tu reloj biológico empiece a acompasarse y que tu organismo funcione de manera correcta segregando las hormonas y enzimas necesarias para cada acción en el momento adecuado del día. Lo que más toxinas genera y más enferma es la incoherencia para tu naturaleza.