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“he aquí por qué parto de la “teoría”, del cogito: porque no veo -hablando en

términos de procedimiento- cómo puede ser posible tomar el camino de una


práctica que, en cuanto objeto de mi discurso, sería siempre “teoría de la práctica”,
y por lo tanto una teoría disfrazada, una teoría que finge no ser tal”. 87.

“solo significa que a algunos hombres les falta la capacidad de juzgar, esto es, el
talento práctico, la actitud para aplicar la teoría de la manera, en el momento y en
el punto justos”. 89.

“En efecto, hay dos casos en los cuales la teoría no vale en la práctica: 1) cuando
la teoría es errónea o imperfecta… 2) cuando tenemos una teoría que no “se
refiere a objetos de la intuición” (nosotros diríamos: que no tienen fundamento
empírico), sino en cambio una “teoría en la cual tales objetos están representados
sólo por conceptos”. 89.

“el valor de la praxis reposa por entero en su adecuación a la teoría que le sirve de
fundamento” 90. Kant.

“Los hombres -Pareto no se cansa de repetirlo- actúan impulsados por la fe y no


por la razón; creen antes de comprender y sobre todo sin comprender; no saben lo
que hacen y hacen sin saber. Lo que cuenta, por lo tanto, son las ideologías, los
“sentimientos”, lo que Pareto denomina “residuos”. De esto deduce Pareto que la
vida y la realidad política escapan por completo a la captación de la ciencia, y por
consiguiente que el consejo práctico del teórico será siempre un consejo
equivocado y contraproducente”. 91

“En suma, una cosa es la posibilidad de una ciencia práctica, de un conocimiento


aplicable; otra, la eficacia o el éxito que puede alcanzar. Las dos cuestiones deben
examinarse separadamente”. 92.

“Retraerse y retirarse del mundo, salirse de la ciudad, no era sólo un ideal de vida
idílica y bucólica, incluía también -como diríamos hoy- una preocupación por la
objetividad” 94.

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