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LA METAMORFOSIS DEL ACTIVISMO PRO EUTANASIA Gonzalo Herranz* Reases En planeta, Holanda yBélgea hn sido las sedes de la“prucba pilot’ de os efectos ie a aceptacin social de la eutanasts En qulenes llega practi se produce wa efecto pscolégen eu eacaa, del yue es any diff ectarse aris se pierde el respeto por a vida ylaantonomia de los pacientes y es familias por parte de los eiladanos, ka conBaa en los médias y hs enfermeras. Aqutse deserike la evolusin de los arg smortos y términcs fn de la entanaca y's seria dif de ix antondades soles pars controll Las conchisiones de investgacones clentificas sobre la experiencia hokndesy otros esd, levarona que Comite de by Camara de lo Lares de Ingtereaconduyera la conventensa de no keyaliaa Pawns cave entanasia, eriprotanasl, despenalizacion de h eutanasts, eueanasa en Holanda, muerte sn dole, compass Aasiescr In this planet, Holand ancl Belgtum have been the seats of the “pilot experiment” designed to test the coneaquoncin of ciel asceptonce of exthanesia, On the who dare to prectice l,m prychologiel cascade fet ts produced from which tes very hard to back out respect for fe is ost, a well as the autonomy the patients and te fans end, thewse, the tens confdene? ana trust in physicians ond nurses. In this article, the ecoluion of arguments and terns in favor of euthacasia are discussed, wpether with the serious ifctes met by th social authorities contol this practice. The findings anal couclusons of seleatific researches onthe Dutch experince and other studies hove led the English House of Lords to agree on the convenience of nt leglizing euthanasia Key wonne Euthanasia, exyptethanesia, dhe decriminalication of euthanasia, euthonasia in Holland, pain-free death, compassion @ eutanasia no tiene conformidad con el ethos de Ia medicina, Es incompatible: no puedoit ya no podré dejar de ofrecer ese i “remedio” a més pacientes cada vez y con mas antici- n médico investido por ley del paradé- —pacién. La entanasia no es medieina, porque no Ta jico y diserecional privilegio de dar muerte a completa: la sust algunos de sus pacientes, Reconozco que, para ciertos ginara espiritus sensibles, la eutanasia puede ser a veces una tentacids casi irresistible. Pero con plena Iucidez veo «que si um médico sucumbe a la idea de que es profe sional y éticamente correcto poner fin a la vida de uno 16 LA METAMORFOSIS * Vicepresidente de la Comision de Etica y Deontologia Metca db la Comision Permanente de Meiicos Europecs (CPME, Secrrtario dela Comisiin Central de Deontlogia dele nganezacin Medica Colegial Espatola. Vocal de le Comision Nacional de Reprodiceién Flurnana Assia de Basia Email gheranteunaves LA EUTANASIA NOS INTERPELA A TODOS Lat inqnietante: pregunta “gno es la eutanasia, acaso, 1a solucién de muchos problen ret6rica. Se nos dirige casi a diario: en las noticias de la prensa y en los dehates televisivos, en eneuestas pro- movidhas por easos dran 8?” no tiene un pelo de iticos 6 tras el estreno de fines de gran éxito, en las deliberaciones de los comités de ética de los hospitales o en estudies demoscspicos que pulsan la opinién pablica ante propuestas legislatives La respuesta del priblico depende en buena medida de Jos mensajes que le envian los promotores de la entana- Sia y,en medida mucho menor, los detraetores de ella Merece by pena consider rarlos con circunspeccién, Es. patente que, en muchas cosas, todos estamos de acuer- dlo: estamos todos favor de labuena muerte, del mori sereno y digno, en euidar con competencia téeniea y humana del bics sus sintomas, de atender sus legitimos deseos, de que muera acompaiiado del alecto de los suyas, confortado con el consuelo espiritual. Es patente también que, en otras cosas, estamos profundamente divididos. En con- cereto, sobre si hay, 0 no, vidas humanas tan empobrect- das de calidad, biol6gica o existencial, tan earentes de sentido, que seria justo y digno ponerles fin. tar fisico del moribundo, de aliviar Los promotores de Is entanasia Hevan ya tantos afios enviindonos sus persuasivos esliganes, que busean muestro apoyo para que se despenatice la eutanasia y se instale en la sociedad la idea de que es éticamente correcto terminar las vidas carentes de calidad. Ese mensaje ya no es hoy sostenible, En les paises avanza- dos han tenido que cambiarlo sucesivamente, para adaptarlo a las mudables eireunstancias de ideas, lugar NZALO MERRANZ [ LAMETAMORFOSIS DEL ACTIISWO PRO EUTANASIA y tiempo. Conviene conocer la realidad de la entana- sia, para evaluar los mensajes que sobre ella reeibimos, PARTIENDO DE LOS HECHOS Es insostenible, por ut6pica, la idea de una eutanasia libertaria, reconocida por la ley, No es posible regular- I como un derecho individual y soberane a antode- terminar cada uno su propio destino, La eutanasia es tuna accidn social, nunca individual, porque la sociedad no esta hecha de individues encapsulados, cada uno en su propio reducto: la eutanasia es contagiosa, asunto de salud publica. Porque la eutanasia hace daio alos que en ella intervienea, alos que la observan, los que les Hlega la noticia, Fijémonos en el médieo, El médi- ‘co que aplica la muerte a uno de sus pacientes queda narcado, Porque una de dos: o reeonoce que cometié un error y se arrepiente irrevocablemente, y entonces se salva, 0 considera que ha hecho una buena obra, y entonces ya no puede dejar de hacerla. Entra en una’ bolsade arena movediza, que lo vatragando lenta pero inexorablemente. Esa es la experiencia de muchos mnédicos holundeses y belgas. No son psiedpatas asosi- nos: son simplemente médicos, a los que sus virtudes profesionales los van arrastrando, parad6jicamente, a una decadencia ética, lentamente progresiva, pero inexorable, que suele cursar en enatro faves La primera corresponde al tiempo, unos poces aitos de aplicacion rigida, restrictiva, de la norma legal. Despenalizar la entanas que la muerte sin dolor es un tratamiento excepciona que solo puede aplicarse a ciertas situaciones clinicas desesperadas, y sometido a eriterios muy estrictos, a controles muy minuiciosos, que la ley marca significa, en ese entonces, LA MFTAMORFOSIS v7 PERSONA Y BIOETICA # MAYO-AGOSTO « SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2004 * ANCA # Nos. 22-23 La segunda fase corresponde al periodo de habituaci6n. La reiteraciéin orasional de casos va privando a Ta ent nasia de su excepcionalidad. Se implanta, en la condue ta personal del médico y el ambiente profesional, laidea de que la eutanasia es una interveneiin que no carece de ventajas, que inchiso corresponde a una terapéutica ceptable. Yde mucha eficacia, de modo que los médk cos no deberian rehusarl, si el paciente la solicita. La eutanasia puede terminar por ganarle la batalla a los lados paliativos, pues, en comparieién con ellos, os nds indolora, rfpida, estética y econémica, Para ciertos pacientes, se convierte en un derecho exigble a la muerte dulee; para los allegados, es una invitacién ten tadora averse libre de preoeupaciones y mole iestos médicos, es un recurso sentcillo, que ahorra tiempo y esluerzos; para los gestores senitarios, una interverici6n dle éptimo cociente costo/eficac as; part Se llega neyo, pronto, a la tercera fase, cuando médi cos y enfermeras, fascinados por ideales de justicia y eficiencia, se convierten en mandatarios subjetivos de los pacientes incapaces y terminsles, Ante un paciente incapaz. de expresar su voluntad, razonan asf: “Es horrible vivir en esas condiciones tan precarias, Yo no {qnerrfa vivir asf. Eso no es vida. Es preferible morir Lo mejor para ellos es la muerte dulce”. Para quien acepta de coravén Ia entanasia voluntaria, la entanasia no voluntaria se convierte, por rauzones de coherenc ‘moral, en tina obligaeién indeclinable. Concede a cada ino de esos pacientes una especie de testamento de Vida, del cual éles albacoa y apoderade. La cuarta fase se aleanza con la eutanasia involintaria. El sesyo ntilitansta, inherente a la actitud eutandsiea, Hosa al médico a concluir que es irmeional el deseo, 18 LA METAMORFOSIS ticlio 0 expreso, de elertos pacientes de s gui vis do, pues tienen por delante de sf uma perspectiv de Vida detestable y abusiva, Ese médico razona asi las vidas de ciertos pacientes capaces de decidir son tan carentes de calidad, tienen tan alto casto, que no son dignas de ser vividas, El deseo de seguir viviendo de e808 pacientes es un deseo injusto, que provoca nn consumo irracional de recursos, econémicos y huma- nos: hay mil destinos mejores para emplear ese dinero y expropiar al paciente de su libertad de escoger seguir viviendo. exe esfurerzo luboral. Es muy’ fic Es este modelo de cuatro fases una eriatura de fie~ descripeién realista de lo que ya ests sucediendo en Holanda, ese laboratorio social de ka eutanasi. > hasado en datos? Estimo que a de la eutanasia es En los Paises Bajos, la. prict expansiva. De aflo en afio se le enenentran més aplica- ciones. Lo afirman, adems de los mimeros, alganas sentencias judiciales y los relatos de los médicos, Lo que solo se autoriza por ley para quien lu pide libre e insistontemento, se est apis de hacerlo: « necnatos malformados, a pacientes coma tosos, a dementes seniles, Lo que solo se permite en cenfermos terminales se aplica & nirios con dano cere- ido a quien es incapaz bral o a pacientes con depres monfa. que viven solos. El comité nombrado por el Fiscal General informa, como resultado de sus encues- tas, que los médicos no declaran, como es su deber, ni siquiorala witad de las ¢ «que decharan, confiesan que el paciente interviene en cl proceso de decidir el final de su vida en aproxma- damente la mitad de los casos, pues en el 40% de ellos 80 no es posible, a causa de su concieneia debilitada, 2 ancianos con pul ranssiias que praetican, De las Pero, yel dato es de 1995, al 10% de los pacientes cuya vida fue terminada por médicos generales no se les invit6 a participar, pudiendo hacerlo, en tan trascen- dente devisi6n: los médicos, por razones paternalistas, ponen fin a su vida sin advertirselo, Ante estos abusos fagrantes de la ley, la Real Sociedad Holandesa de Médicos, desde 1997, recomienda a los médicos que abandonen la eutanasia en favor de la ayuda médica al suicidio, inmune a muchos de los malos usos que se hacen de la entanasia. La experiencia holandesa muestra de modo evidente que, en materia de eutanasia, es imposible poner Kimi tes legales a los potenciales abusos, nacidos de la com- pasién de los médieos, de la fatiga de la familia, del desgaste de los mecanisinos de control. Bsa fue la con: clusiGn a la que Mogé el Comité de ka nat de los Lores, para estudiar la posible legalizacién de la euta- nasia, al término de su eoncienzado estudio en el terreno sobre 1a eutanasia holandesa. Enel ambiente eutandsico, la compasi6n se desvirtiia, se vuelve visceral y termina por justificar conductas que ya no respetan el juicio objetivo y profesional del médico, Lae experiencia holandesa esta en esta: que la eutanasia no. completa la medicina, sino qne la sustituye. LA METAMORFOSIS DE LOS MENSAJES Cmando, por los afios 20 del pasado siglo, nacieron las sociedadles para la eutanasia voluntaria, estas se pre- sentaron como abogadas de la muerte compasiva: la eutanasia era un recurso final y extraordinario para acabar con el sufrimiento atroz, extenuante, de enfer- LA METAMORFOIS DEL ACTIVE mos terminales a los que el médico no podia aliviar. Mis tarde, por os afios 60, con el advenimiento de las tecnologfas le apoyo vital, se reivindies el derecho a tos, invocando el temor de ser vic~ rechazar tratami mas del ensaviamiento médieo y asistir impotentes x ta prolongucién, dolorosa e initl, de una vida precatia y sin salida, Un poco tarde y lentamente fueron com: prendiendo los médicos lo aberrante de la medicina encarnizada y falsamente heroica crear la medicina paliativa, Cuando lo lograron, deja ron précticamente sin contenido ha justificacién com: pasiva de la entanasia. Los promotores de esta hubie- ron de cambiar entonces el titulo de sus aspimiciones y de sus movimientos, y la necesidad de Pasaron entonces a hablar del derecho a morir con dignidad, un derecho que asiste a ciertos seres huma- nos muy desgraciados, que ya no quieren seguit viviendo porque consideran que su existencia esti degradada, no por el sufrimiento, sino por la decrepi- tud bioldgica, la invalidez. dependiente, la demencia insensible, la soledad sin consuelo, No se trata ya de librarse del dolor, sino de acabar una vida que se juzga indigna, Enel fondo de la nueva demanda late la idea de que el hombre es sefiar absoluto de su vida y dueiio de sn propia muerte, frbitro inapelable de la calidad de su propia existencia, dotado del derecho a decidirauténomamenteel momento, lugar y modo de ponerle Esa es lt imagen de eutanasia que en los diltimos aiios hha dominado en las publicaciones de las asociaciones en favor de la eutanasia y en sus paginas de Internet Una imagen que refleja algunos msgos de nnestra sociedad hedonista actual, hecha en buena parte de LAMETAMORFOSIS | 19 PERSONA Y SIOETICA + MAYO-AGOSTO * SEPTIEMIBRS-DICIEMBRE 2004 ASO # Now. 22-23 \ © individuos obsesionados por la eficacia, que desean ser significativos y anténomos, que han perdido la fe en Dios, y para quienes la muerte, reducida a mero des- plome biolégico, ha dejado de ser misterio, La vida inti, la vejez avanzada o la enfermedad incapacitante se convierten en cargas de las que solo la entanasia puede liberar LAS ESTRATEGIAS QUE VIENEN El activism pro entanasia no renuncia a emplear todos lor reeursos para ganar adeptos. Le interesa hacernos ereer que cuenta con un apoyo social mayo- ritario, y para ello nos presenta datos de muchas encuestas, de esas que se hacen de sopetin alos tran- setintes, con preguntas de respuesta inducida, wsindo un Ienguaje manipulado, La manipulacisn del lenguaje es necesaria para can hiar el moda de pensar de la gente, pues solo con palabras nuevas se pueden horrar los limit ceptable y lo repugnante, EI enfemismo ha sido un recurso Bjo © entre lo la promocién de la cutanasia. A las expresiones ya clisicas de muerte compasiva, muerte con dignidad, o derecho a morir, se han afiadido fr- mmulas de apariencia atractiva e inocente, que convier- ten la entanasia en autoliberacién, terapia (ert suspension benigna de la terapéutica, sobretlosis legalmente prescrita, deshidratacin como cura palia- tiva, y muchas otras a las que se ha puesto la etiqueta de decisiones médicas en tomo a la muerte. La cuta- aasia involuntaria, esto es, dar muerte sin su consen- timiento a pacientes adultos y conscientes, se ha disfrazado de “acciones médicas sin peticion explicita del paciente”, 20 LA METAMORFOSIS Recientemente, la Real Sociedad Holandesa de Meédlicos ha cambiado su estrategia, Ha recomenda- do a sus miembros que no practiquen la eutanasia \ediante proc odimientos “rapidos”, que provocan Ia rte en cosa de pocos minutos 0 pocas horas. Aconseja, en sn lugar, la sedaci6n terminal, que Induce la muerte en tres o cuatro dias, ya que, de acuerdo con la logis nm local, no se considera ceutanasia. Asf, la eutanasia se ve libre de implieacio- nes legales. Todas estas téeticas no parecen haber ganado el cora- 76n ni la cabeza de los médicos, El rechazo de la euta- nasia por parte de las asociaciones médicas nacionales, con la excepcién de las de Holanda y Belgica, es imay enérgico y parece que destinado a durar rmucho tiem po. Pero, para que haya entanasia, hay que hacer cam- biar a los médicos, se necesita su colaboracién, Y, en ‘efecto, los promotores de la eutanasia empiezan yaa aph de la profesién médica, Dicho sea de paso, son casi idénticas a las que-aftos atris se aplicaron para despe- nalizar el aborto, 1 estrategias divigid 2 ciertos puntos sensibles Se dice, pero nadie lo ha demostrado con datos ni denuncias, que en todas partes se practican muchas culanasias ocultas. La expresién criptanasia designa esa actividad dandestina. Se aiade que la entanasia sumergida es una plaga que hay que remediar, mediante una legislacién que busque el equilibrio centre los dos extremos de la falta de regulacién o la ineficar regulacién punitiva que ahora existe. Para mover li opinién pablica se dramatizan casos, se habla del turismo en pos del suicidio asistido, se da mucha publicidad a los casos de médicos o grupos de mélicos que se antoinenlpan de haber cometido, movidos por ideales profesionales to de eutang un nimero disere- El gobiemo holandés ha comprobado, impotente, que la ley de entanasia se le ha ido de las manos, Hla amenazat do con endurecer las penas para los médicos que incum: plen los diferemes aspeetos de la ley. Pero, de hecho, parece mas bien paralizado, por el deseubrimiento, ines- perado y temible, de que una ley de entanasia es esen: cialmente incontrolable: no se puede poner un policfa cen la habitaci6n de eada enfermo terminal. Pero el activismo a favor de la eutanasia signe adelan- te. En los paises, avanzados 0 no, qu sabido desa- rrollar una buena medicina paliativa, humana y competente, la invocacién de la muerte dulee carece de sentido, Por eso, hay que ir a nuevas tetivas. En tiempos recientes, en Europa, en Estados Unidos y Canad, en Australia, empieza a utilizarse el argu- mento que mis pesé en la legalizacién del aborto: que, por haber caido la prictica de Ta entanasia en manos de’ gentes incompetentes y desalmadas, 6s necesario ponerla bajo la responsabilidad de los médi- cos, mediante una necesariay exigente legislacion. En un libro reciente, titulado “Angels of death: exploring the euthanasia underground”, el profesor australiano Roger $. Magnusson revela sus pesquisas sobre la eutanasia marginal. Se trata de una antologia de horrores que revuelven el est6mago y entristecen el alma. No son histor de compasién. Son, dew parte, relatos sobre la frivolidad ligera de algunos médicos o enfermeras, para quienes eliminar psieépa- 1A METAMORFOSIS DEL ACTIVISMO PRO LUTANASIA # GONZALO HERRANZ | tas 0 pacientes de sida y eénoer es una especie de deporte profesional, pero brutal, Y son, de otra narrativas de la cultura de mentira y engaiio, de Incompetencia macabra y falsificacion de do« tos, de alianzas entre médicos y enfermeras para con- trolar departamentos de hospitales donde poner fin Impunemente a la vida de ciertos pacientes, de con- venios con faneraries y erematorios. La conclusién es clara: la eutanasia no puede dejarse en manos de “amateurs”. Es una intervencién que exige destreza. No es ficil el aprendizaje del dificil arte de matar 3 cenfermos terminales. “Jamas daré a nadie un veneno mortal, aunque me lo pida”, Esta ckinsula del Juramento de Hipéerates ha salvaclo a la medieina de la amenaza pormanente de su deshumanizacién. El futuro est, para los métieos, en aceptar el desafio de const avanzada medicina paliativa. Y esté, en los enfermos, ir una eficaz, cientilica y en la vuelta a recorocer su eondicién humana, en ki que mortalidad y esperanza son elementos insepare- bles. Una sociedad que acepta la eutanasia mata en si misma lt compasidn: cambia ka medicina del cuidado y ln cua por la priictica embrutecedora do oliminar a déhiles y molestos. (Nota del autor: Algunos parrafos de este aruicute han side tomados, con variactones, de in arsteulo del mismo tito, publicado en la revista Medical Economies, edieiin espa Tole, N°21. del 17 de diciembre del 2004, pp. 21-23. Con permiso de low editores, LA METAMORFOSIS. a

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