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El presente modelo , es sólo a los fines orientativos , las acciones de

Amparo son medidas muy particulares , por lo tanto los modelos para

éstos casos , sólo sirven para una orientación , siempre es recomendable

estudiar el caso , leer Jurisprudencia para hacer una buena

interpretación de los hechos y poder el peticionante lograr una

resolución favorable por parte del Juez. Berta E. Bolañez.

INICIA ACCIÓN DE AMPARO - SOLICITA MEDIDA CAUTELAR

Sr/a Juez/a:

Alejandro PAZ DNI 16.111.111 con domicilio real en la calle Perú


439 de la ciudad de Santiago del Estero por derecho propio y con el
patrocinio letrado de la Dra . Alejandra CRUZ , MP XXXXX constituyendo
domicilio procesal en casillero xxxxx , a V.S. respetuosamente nos
presentamos y decimos:

I. OBJETO

Que venimos a interponer en legal tiempo y forma acción de


amparo en los términos del art. 43 de la Constitución Nacional y la Ley 16.986
contra xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx domicilio legal en la calle xxxxxxxxxxx ,
solicitando a VS dicte la inconstitucionalidad de la misma.

A los efectos de no tornar ilusoria la referida petición, se requiere


el dictado de una medida cautelar urgente innovativa, con el objeto de
que, hasta que se resuelva el fondo de la cuestión, V.S. suspenda la
aplicación de la citada Resolución.
La acción se inicia en los términos del art. 43 CN, en función de la
Ley xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx colocar según la cuestión, ley o el derecho
lesionado , con expresa imposición de costas a la demandada.

II. HECHOS Y FUNDAMENTOS

La interposición del presente recurso responde a xxxxxxxxxxxx


La premura del caso surge de la grave afectación de los derechos
xxxxxxxxxxxxxxxx derechos receptados en nuestra Carta Magna.

Asimismo xxxxxxxxxxxx
En resumen xxxxxxxxxxxx

Sobre el peligro inminente

En primer lugar, debemos mencionar que no se encuentra definido


taxativamente qué es el denominado peligro inminente.

III. PROCEDENCIA DEL AMPARO

El art. 43 CN es claro: “Toda persona puede interponer acción


expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares,
que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por
esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.”
La presente acción de amparo resulta procedente en cuanto:
1. Se interpone contra actos de autoridad pública que lesionan,
restringen, alteran y amenazan con arbitrariedad e ilegalidad
manifiesta derechos y garantías explícitamente reconocidos por la CN
(art. 18) y por los tratados internacionales de rango constitucional (art.
75 inc. 22).
2. No hay otros recursos administrativos o judiciales que permitan
proteger los derechos y garantías constitucionales lesionadas (art. 2°
inc. a Ley 16.986 y 43 CN).

IV. VIABILIDAD DE LA ACCION DE AMPARO. TRATAMIENTO


DOCTRINARIO Y JURISPRUDENCIAL.

La Reforma Constitucional de 1994 inauguró una nueva etapa en


la vida de la garantía como género de tutela, diseñando la acción
constitucional de amparo. En tal inteligencia, debe privilegiarse la
interpretación de la CN que ve en el art. 43 el hospedaje de una garantía
constitucional auto-operativa. La normativa constitucional que ofrece la
arquitectura del amparo es plena; se autoabastece por sí misma, no
requiriéndose por vía de principio que se lleve adelante el desarrollo
legislativo por parte del Congreso de la disposición, en razón de que su
ausencia de ningún modo puede ser causal a esgrimir para impedir su integral
aplicación jurisdiccional. En concreto, la inmediata operatividad del amparo es
el corazón mismo de la garantía.

De lo expuesto se deduce que el amparo es directamente operativo; tal


afirmación fue recepcionada por la jurisprudencia del Fuero Civil y Comercial
Federal en el fallo “Guezamburu, Isabel c/ Instituto de Obra Social”

en el voto del Dr. Jorge Pérez Delgado, quien sostuvo: “El art. 43
de la CN en tanto prevé las condiciones que se deben reunir para acceder a
la vía de amparo, se basta a sí mismo, es por tanto operativo y no tolera el
agregado de otros requisitos que tenían como presupuestos un diferente
régimen constitucional”.
Por eso afirmamos que en el art. 43 CN se fijan operativamente
los recaudos de admisibilidad y procedencia de la acción. Al respecto, los
doctrinarios sostienen que ven al amparo como una acción directa y principal,
de uso inmediato, cuando con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta se
amenazan o lesionan derechos fundamentales reconocidos en la CN, los
tratados internacionales o los ordenamientos legales1.
De esta manera, la reforma constitucional de 1994 incluyó -con el
claro propósito de cumplir con el Pacto Internacional- el art. 43 CN. En este
sentido, vele resaltar que las normas constitucionales no son retóricas ni
declaración fraseológica, sino derechos de la Constitución con fuerza
normativa. Ello es así que luego de las manifestaciones antes vertidas
podemos concluir que la viabilidad del amparo depende de que no exista otro
medio judicial más idóneo para la protección del derecho conculcado, en cual
se debe demostrar (sin necesidad de mayor prueba o debate) que la
ilegitimidad o arbitrariedad imputada al acto sea manifiesta y que el hecho del
empleo de otros remedios judiciales impliquen demoras o ineficiencias que
neutralicen la garantía originando, de esa manera, un daño concreto y grave
al damnificado2.

LEGITIMACIÓN ACTIVA
xxxxxxxxx

LEGITIMACIÓN PASIVA
El xxxxxx resulta pasible de la presente demanda de amparo en
su calidad de autoridades públicas en los términos del art. 1° de la Ley 16.986
y el art. 43 CN por haber dictado una resolución contraria a derecho,
arbitraria, innecesaria, infundada y la más lesiva dentro del arco de
posibilidades.

EXAMEN DE RAZONABILIDAD
Sin perjuicio de ello, el principio de razonabilidad derivado de los
arts. 28 y 31 CN importa la exclusión de toda arbitrariedad en el ejercicio de
las prerrogativas de los poderes públicos. Ello quiere decir que existe un
patrón, un criterio, un estándar jurídico, que obliga a dar a la ley y a los actos
estatales de ella derivados un contenido razonable, justo y valioso, de modo
que alguien no puede ser obligado a hacer lo que manda la ley o privado de
hacer lo que la ley prohíbe, siempre que el contenido de esa ley sea
razonable, justo y válido.

1
2
( Agregar Jurisprudencia según el caso )

V. SOLICITAN SE DICTE UNA MEDIDA CAUTELAR INNOVATIVA


Previo a adentrarse en el análisis de la pretensión ad cautelam
cabe recordar los requisitos de procedencia de este tipo de medidas. La
CSJN tiene dicho que “la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar
la eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en un proceso, y la
fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no depende de un
conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida, en el proceso
principal sino de un análisis de mera probabilidad acerca de la existencia del
derecho discutido”.
En el análisis de este tipo de medidas es preciso partir de la base
de que ésta debe significar un anticipo asegurativo de la garantía
jurisdiccional. De allí que, por las características del procedimiento solicitado
ad cautelam, no puede pretenderse más que un somero conocimiento de la
materia controvertida, dirigido a lograr un pronunciamiento de mera
probabilidad sobre la existencia del derecho discutido. La adopción de la vía
cautelar se adelanta así en el tiempo, dentro de este reducido marco
cognitivo, al análisis que comparativamente se llevará a cabo en la sentencia
que resuelva sobre el fondo de la cuestión litigiosa.
Para su procedencia, la doctrina procesalista tradicionalmente ha
exigido que concurran tres recaudos: 1) la verosimilitud del derecho invocado,
2) el peligro en la demora -que son los requisitos específicos de fundabilidad
de la pretensión cautelar- y 3) la contracautela. Los requisitos de admisibilidad
de las medidas cautelares exigen la acreditación simultánea de los
presupuestos de: a) verosimilitud del derecho, b) peligro en la demora, c) no
frustración del interés público y d) contracautela, que la doctrina
administrativista ha venido plasmando. Es decir, la procedencia de la medida
se halla condicionada a verificar los presupuestos enunciados en los puntos
a) y b) relacionados de modo tal que cuando existe el riesgo de un daño
extremo la exigencia sobre el fumus puede atemperarse, y sopesados
respecto de los perjuicios que la concesión de la medida cautelar pudiere
aparejar ante el interés público en juego.
Asimismo, la factibilidad de abocarse al tratamiento de la medida
resulta de aplicar un criterio amplio impuesto por el legislador al hablar en
dicho artículo de un “perjuicio inminente o irreparable”. Esto denota que el
peticionario debe demostrar prima facie la concurrencia de una u otra
situación.
A los efectos de no tornar ilusoria la referida petición, se requiere
el dictado de una medida cautelar: a) Se ordene la suspensión de la
aplicación de la Resolución xxxxxxxxx por la cual se xxxxxxxxxxxxxxx hasta
tanto se resuelva la cuestión de fondo.
1) La apariencia o verosimilitud del derecho invocado por
quien lo solicita (fumus bonis iuris), que no exige un examen de
certeza sobre la existencia del derecho pretendido sino sólo su
verosimilitud. Este extremo queda configurado por el hecho de que por
vía de las citas legales desarrolladas y la jurisprudencia internacional
en la materia se han violado derechos de rango constitucional, como
queda expresado a lo largo del presente. El perjuicio es actual e
inminente, de lo que se desprende la fuerte verosimilitud del derecho
invocado en razón de la ilegitimidad e irrazonabilidad del acto
proveniente de la administración pública.

Se encuentran en juego el art. 43 CN, en función de la Ley


16.986, art. 18 CN, arts. 3, 5, 11 inc. 1 y 29 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, arts. 1 inc. 1, 4 inc. 1 y 3, 5 inc. 1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, arts. 5, 6 inc. 1 y 7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 1 de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, arts. 1 inc. 1 y 16 inc. 1 de
la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, art. 2 de la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura.
Lo que se busca mediante la medida cautelar solicitada en el
presente ítem es que el ( Agregar la Institución pública o privada que
emita la resolución o medida violatoria ) se abstenga de aplicar la
resolución en crisis.

2) Peligro en la demora (periculum in mora) es aquel recaudo que


exige la probabilidad de que la tutela jurídica definitiva que la actora aguarda
de la sentencia a pronunciarse en el proceso principal no pueda en los hechos
realizarse, o sea que, por el transcurso del tiempo, los efectos del fallo final
resulten prácticamente inoperantes En el caso, tal extremo está configurado
por el hecho de que la mera aplicación de la resolución puesta en crisis
implica en sí misma la violación de derechos reconocidos en la CN y diversos
tratados internacionales. El peligro en la demora se asienta en la gravedad de
los derechos afectados y en que la resolución en crisis se encuentra en
vigencia.
3) Contracautela: Se solicita que por la naturaleza de los derechos
reclamados no se disponga contracautela. Así lo ha entendido la doctrina: “De
ser evidente (manifiesta) la atendibilidad de la cautela por la reforzada
verosimilitud de los derechos a tutelar, deberá debilitarse el peso de la
garantía, a fin de no frustrar el amparo jurisdiccional. En algunos de esos
derechos -los que conciernen a la ética colectiva (art. 36 CN y en otros
asimilados)- la medida podrá decretarse aun sin contracautela.”3
En el caso de que V.S. entienda necesaria la imposición de la
misma, se solicita se disponga la caución juratoria, considerando que imponer
otro tipo de caución implicaría una restricción innecesaria a nuestro derecho
de acceso a la justicia, en perjuicio de los derechos reseñados en la presente.
En este último supuesto, y atento la urgencia que presenta el caso, dejamos a
través de este acto prestada la caución juratoria.
4) Procedencia de la medida invocada: Procedencia de la medida
invocada: el art. Xxxx CPCC ( de la provincia donde se actúa) y el art. 15
de la Ley de Amparo habilitan la procedencia de la medida cautelar solicitada.

VI. PRUEBA

A) Documental. Se acompaña al presente:


1) Copia simple de la Resolución xxxxxxxx
B) Informativa
xxxxxxxx

3
VII. FORMULAN RESERVA DEL CASO FEDERAL
Se deja planteado, para el hipotético aunque improbable caso de
que las instancias ordinarias no acogieran este pedido, el remedio federal
según las prescripciones del art. 14 de la Ley 48, dado que en el caso
estamos en presencia de una decisión que restringe derechos y garantías
consagrados en la CN y los instrumentos internacionales de DD.HH., como
los previstos en los arts. 18, 75 inc. 12 y los Tratados receptados en el art. 75
inc. 22.

VIII. AUTORIZAN
Autorizamos a tomar vista del expediente así como a realizar
cualquier otra diligencia de interés a las Dras. xxxxxxx

IX. PETITORIO

a) Se nos tenga por presentados, en el carácter invocado, tanto por derecho


propio como en la acción colectiva.
b) Se tenga por constituido el domicilio legal indicado.
c) Se haga lugar a la medida cautelar solicitada, suspendiendo de manera
inmediata la aplicación de la Resolución xxxxxxxxxxx
d) Se dé trámite a la acción impetrada y se ordene el traslado del art. 10º de
la Ley 16.986.
e) Oportunamente se dicte sentencia, decretando la inconstitucionalidad de la
xxxxxxxxxxx con costas a cargo del demandado.
f) Se tengan presentes las autorizaciones conferidas.

Proveer de Conformidad
SERÁ JUSTICIA

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