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UNA SOLA CARNE

EL SEXO ES BUENO
El sexo es más que bueno ¡es buenísimo! ... si se practica en el orden de Dios.

El sexo es parte de la voluntad de Dios para los hombres. En Génesis 2:24 dice “que el hombre dejara a padre
y madre, se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” . Cuando este versículo se refiere a una sola carne se
refiere a una relación sexual en el matrimonio.

Éste ha sido un tema muy controversial porque los hombres lo hemos complicado. Esto es porque tenemos
muchos prejuicios al respecto; pensamos que es malo, sucio, impuro o prohibido. Se relaciona muchas veces con
impurezas, con pasiones desordenadas y con el fruto prohibido. El colmo es que se le presenta como el pecado
original, ¿pero es esto cierto?.

Cuando Dios habla del sexo habla de este como algo bueno, agradable y perfecto. La Biblia dice que:

1. El sexo es una bendición de Dios para el hombre. El dijo que nos “multiplicáramos”, y la única forma de
hacerlo es a través de una relación sexual matrimonial. (Gn. 1:27-28).
2. El sexo, como parte de la creación de Dios, es bueno en gran manera (Gn. 1:31).

Pero Satanás se ha encargado de pervertir. Encontramos una serie de falsificaciones diseñadas por Satanás y sus
demonios, como la masturbación, la homosexualidad, el lesbianismo, la pornografía, el adulterio, etc. Todo esto y
muchas cosas más se conocen como pecado sexual, y es lo que ha llevado a pensar en el sexo como en algo
pervertido. Pero no es así. Si bien es cierto que el sexo practicado fuera de la voluntad de Dios ha sido uno de los
mayores problemas pecaminosos en la humanidad, si es comprendido desde la perspectiva de Dios veremos qué
tan bueno ha sido Dios en dejárnoslo.

EL PLACER SEXUAL

Dios dejó tanto el sexo para la procreación como para el placer. Somos la única creación de Dios que tiene placer
sexual sin pasar por el celo de la hembra. Los animales, al tener relaciones sexuales, son motivados por su instinto
que obedece a los estímulos de la hembra, como sucede en la reproducción de la especie. Pero con el hombre no
es así; somos la única criatura capaz de desear una relación sexual y buscar satisfacción en ella (Proverbios 5,18-
19, Cantares 7,1-10).
Eso sucede así porque ese es el diseño de Dios para nosotros. Dios planificó nuestro cuerpo para sentir ese
placer que causa la relación sexual. El sexo es o debe ser por mucho la experiencia física más satisfactoria que
hay, tanto para los hombres como para mujeres. Pero debe ir a más; debe también traer satisfacción para
nuestras almas y para nuestro espíritu. Si en algún momento el sexo deja de ser satisfactorio para
ambos, éste empieza a ser un gran problema en el matrimonio.

LA RELACIÓN SEXUAL EN EL MATRIMONIO

Dice Génesis 2.24 que “el hombre dejará a padre y madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne” .
Según este pasaje el sexo forma parte elemental en todo matrimonio. De hecho, muchos de los problemas
matrimoniales son originados por malas relaciones sexuales. De igual forma, la relación sexual bien llevada ayuda
a la felicidad de la pareja. Este mismo pasaje nos revela que el sexo fue planeado por Dios para que fuera parte
exclusivamente del matrimonio.

En 1 Corintios 7:3-5 vemos qué tan importante es este regalo de Dios para el matrimonio. En este pasaje
podemos aprender lo siguiente:
1. Que tanto el marido como la mujer deben cumplir el deber conyugal, y esto incluye en gran
medida la relación sexual.
1
2. Se nos enseña que el matrimonio el cuerpo pertenece a la pareja, quien tiene potestad sobre
éste.

3. No debemos negarnos sexualmente el uno al otro.

4. La única excepción a la regla anterior es cuando la pareja por mutuo consentimiento deciden
dedicarse sosegadamente a la oración.

5. Si en algún momento existe incontinencia sexual por el motivo mencionado, no sea por mucho
tiempo, sino que se vuelvan a juntar en uno para evitar las tentaciones.

De este último versículos es del cual podemos aprender de que la tentación sexual, como el adulterio, se
deben a la incontinencia entre la pareja.

¿Qué es permitido dentro de la relación sexual? No nos meteremos en detalles, pero un principio general que es
de mucha utilidad la podemos encontrar en Romanos 1:24,27, según ésta, lo que es de uso natural es permitido lo
que es contra la naturaleza es pecado. Para una mejor compresión es recomendable leer libros cristianos sobre el
tema, como “El acto matrimonial” y el placer sexual ordenado por Dios”.

Otra cosa que debemos tomar en cuenta es que nuestra forma de enfocar la sexualidad afecta directamente a
nuestros hijos y a su futuro desarrollo sexual como individuos.

No podemos guardarlos del pecado sexual con la mentira de que el sexo es malo, pues sólo los aprisionamos en
otra mentira.

Al decir la verdad y explicar con santidad sucede lo de Juan 8:32 “la verdad os hará libres”. Se debe dar ejemplo
comportándose con cariño uno con el otro, lo que ayudará a que sus hijos vean la relación sexual como lo que
debe ser.

LOS PROBLEMAS SEXUALES

Los pecados sexuales son los problemas más conocidos generados por el mal uso del sexo. Éstos suceden
cuando se endurecen el corazón y se obra contra la voluntad de Dios, afectando la relación con el Espíritu, con la
pareja y consigo mismo. Para salir de este problema hay que arrepentirse, pedir perdón y alejarse de toado
aquello que induzca al pecado. Tampoco es bueno volverse la víctima de los pecados sexuales de nuestra pareja.

Otra cosa que ese vuelve muy dañinas en el matrimonio es manipular a la pareja por el sexo; esto va en contra
de la voluntad del Señor y debe ser abandonada tal práctica.

Otros problemas son las incontinencias o la insatisfacción.

Para resolver éstos es necesaria la buena comunicación entre ambos, la oración, el arrepentimiento, el perdón,
la santidad y la guianza del Espíritu, según sea el caso.

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