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Los Sindicatos Ante Las Ciencias Sociales Y La Antropología Social en México: Antecedentes, Logros Y Perspectivas en El Siglo Xxi
Los Sindicatos Ante Las Ciencias Sociales Y La Antropología Social en México: Antecedentes, Logros Y Perspectivas en El Siglo Xxi
Resumen: Los sindicatos continúan siendo estudiados desde diversas disciplinas de las ciencias
sociales, a pesar de que en décadas recientes han perdido peso en los arreglos corporativos en
México. El propósito del autor es actualizar los enfoques de esas disciplinas para la primera déca-
da del siglo xxi. Los campos de investigación en los que se continúan estudiando los sindicatos son
el corporativismo, las reestructuraciones laborales y los nuevos sujetos obreros, la cultura política
y las subjetividades obreras, la democracia sindical, las relaciones de género y participación feme-
nina en los sindicatos. A partir de la revisión de una bibliografía muy actualizada, el autor esta-
blece los alcances, las limitaciones y los retos que hoy se le presentan a estos estudios sobre el
sindicalismo en México.
Palabras clave: sindicalismo, teoría social, cultura sindical, subjetividad obrera.
Abstract: Unions continue to be studied from various disciplines in the social sciences, although
in recent decades they have declined in importance in labor corporate negotiations in Mexico. The
author’s purpose is to update the approaches of these disciplines for the first decade of the twen-
ty-first century. The fields of research in which unions continue to be studied are: corporatism,
labor force restructuring, and new labor subjects, political and organizational culture, worker
awareness, union democracy, gender relations, and women’s participation in unions. The author
establishes the scope, limitations, and challenges that face research on trade unions in Mexico
today based on a review of current literature.
Keywords: Unions, social theory, organizational culture, worker awareness.
D
esde la década de 1970, mucho versas disciplinas sociales (la sociolo-
se ha escrito en México, y se se- gía, la antropología social, la economía,
guirá escribiendo, sobre los mo- la ciencia política, entre otras) interesa-
dos de hacer análisis sobre la clase das en los asuntos del trabajo, sus
obrera y sus sindicatos. Este interés ha transformaciones, y las acciones de los
continuado desde entonces, ahora como trabajadores y las trabajadoras, sobre
parte de los llamados “nuevos estudios todo en acciones desarrolladas desde
del trabajo”, en los que convergen di- los sindicatos, las organizaciones más
características del mundo obrero. Con
ese antecedente, llevaremos a cabo un
*Profesor-investigador titular C del Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en An-
recuento, forzosamente general, de los
tropología (ciesas); miembro del Sistema Nacio- temas e intereses de estos estudios so-
nal de Investigadores, nivel II. bre los sindicatos en México que con
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toriográfico”), sobre procesos de trabajo uso de la violencia por parte de los cha-
y sobre acción sindical. Entonces ha- rros —violencia propia o a través de la
bía dos orientaciones para el estudio fuerza pública— para acallar cualquier
de los sindicatos, según Enrique de la brote de disidencia o inconformidad,
Garza (1986). etcétera (De la Garza, l986: 89-92).
Veamos con cierto detalle estas dos Pronto se gestó otro modo de estu-
imágenes. La primera de ellas, la del diar a la clase obrera y sus sindicatos.
consenso en los sindicatos, le asignaba Entonces se generaron investigaciones
cierto margen de representación a las sobre la vida sindical que empezaron a
direcciones sindicales oficialistas, por dar cuenta de situaciones complejas:
estar afiliadas al pri, entonces partido se ubicó la heterogeneidad de la clase
único del Estado. Incluso llegó a seña- obrera y sus diversas orientaciones
lar que los líderes, entonces llamados sindicales en función de la composición
charros (por un líder ferrocarrilero afi- técnica de los obreros; se planteó por
cionado a la charrería), jugaban un primera vez el estudio sistemático de
papel de mediadores entre las bases la conciencia obrera; se estudiaron los
obreras, el capital y el gobierno; esos agrupamientos político-sindicales de
líderes también eran gestores de de- los obreros a partir de esta perspectiva,
mandas de las bases para alcanzar y que presentaban orientaciones po
conquistas económicas y tener cierta líticas diversas: no sólo eran afines al
representación de esas bases ante el Estado y a su alianza con el gobierno,
poder político, encarnado entonces en también los había de izquierda, e in-
la figura del “Señor Presidente”. Podía cluso de ultraizquierda. Se vio una ac-
observarse una suerte de intercambio ción sindical que distaba mucho de ser
“patrimonialista” como sustento de esa heroica, y más bien estaba centrada
relación política, noción acuñada por en la lucha económica cotidiana; tam-
Enrique de la Garza (1991). bién pudo verse que los obreros ingre-
La otra imagen, la del control en los saban a los sindicatos para alcanzar
sindicatos, subrayaba las prácticas ciertas mejoras en sus condiciones de
más negativas de las burocracias sin- trabajo y de vida (Novelo y Urteaga,
dicales “oficialistas” en el movimiento 1979; Bizberg 1982); y se registró una
obrero. Esta imagen indicaba que el acción sindical radical, de confronta-
sindicalismo de Estado podía definirse ción con los empresarios y el Estado,
por rasgos como la imposición de líde- que pretendía doblegar a estos actores
res; mediante esos mismos líderes, su- de las relaciones laborales mediante la
misión de los sindicatos al capital y al imposición sindical de condiciones en
gobierno; ausencia de verdadera vida los centros de trabajo.
sindical; rechazo de los líderes charros Con todo y las críticas hechas a los
al pluralismo en los sindicatos y a la resultados de algunos de esos trabajos
actividad de partidos políticos distin- por el énfasis en medir procesos difí
tos al pri; corrupción de los dirigentes cilmente cuantificables —conciencia
respecto a los recursos del sindicato; obrera, causas de las orientaciones po-
una central sindical hasta la fecha li- dicatos, sociedad y Estado. O que al
gada al pri, había pactado —con mu- menos no tornen más opaca la com-
chas dificultades, pues incluso debió prensión de esas relaciones, ya de por
sembrar huelgas en algunas empresas, sí marcadas por una creciente subor
dado que esa central sindical no era dinación sindical al Estado, y diver
aceptada por las empresas maquilado- sos episodios de confrontación entre
ras—, contratos colectivos flexibles, gobierno y sindicatos, sin que ello sig-
donde el empresario tenía las “manos nifique una ruptura en los pactos cor-
libres” casi completamente para orga- porativos tecnocráticos y neoliberales
nizar el trabajo y los sindicatos tenían en las empresas y sectores diversos, a
una presencia muy reducida en el pro- nivel “macro” —como fue el caso del
ceso de producción. Todo eso a cambio, snte con la Secretaría de Educación Pú-
claro, de “administrar” un conjunto de blica— y “micro”, esto es, en pequeñas y
prestaciones para los agremiados: la medianas empresas, o en las maquila-
definición del otorgamiento de estímu- doras de exportación ya señaladas
los económicos por puntualidad y asis- (Sánchez y Pérez, 2012).
tencia, los puentes —días de descanso
obligatorios que se juntan con fines de SINDICATOS Y SUJETOS OBREROS
semana—, y apoyos diversos para el ANTE LA RECONVERSIÓN LABORAL
“comité ejecutivo” del sindicato, como CAPITALISTA
plazas “liberadas” de trabajo para que
los dirigentes sindicales se dediquen a El tema de la reconversión capitalista
gestiones del gremio —plazas estas ocupó a los estudiosos del sindicalismo
muy codiciadas por los trabajadores, desde la década de 1980. Era claro ya
ya que les permiten estar adscritos a entonces que el sindicalismo se encon-
algún cargo sindical sin tener respon- traba inmerso en grandes cambios y
sabilidades laborales—, cubículo para enfrentaba nuevos retos. Un trabajo
las actividades de “representación” pionero en ese sentido es el publicado
sindical, línea telefónica, apoyos para por De la Garza y RhiSausi (1985). Ahí
el desfile del Día del Trabajo, entre no sólo se apuntan las reflexiones de
otras (Sánchez, 2000). Enrique de la Garza sobre el sindicato
En suma, ese conjunto de plantea- de Estado y el corporativismo mexica-
mientos sobre la nueva fase del corpora- no, sino la creación de conceptos socia-
tivismo sindical en México expresa lizados en medios académicos.
desacuerdos, dudas e incertidumbres Ya entonces empezaron a difun
en el análisis desde los nuevos estudios dirse conceptos como “sindicato de Es-
del trabajo. Es de esperar que esas ela- tado” y “sindicato de la Revolución
boraciones, sin llegar a la unanimidad mexicana”; desde mediados de 1980 se
—inalcanzable en muchos aspectos de identificó a éste como un sindicato “de
las ciencias sociales—, desarrollen y la circulación”, desligado de los proble-
coadyuven al entendimiento que hoy mas del trabajo en el proceso de pro-
tenemos sobre las relaciones entre sin- ducción; es decir, era un sindicalismo
lítica de los profesores del sistema de “nuevos estudios del trabajo”, tiene
educación media superior, del Gobier- que ver con la “democracia sindical”,
no del Distrito Federal, recreando las aun cuando son pocos los estudios so-
precarias condiciones de este sector, en bre la cuestión. Ese problema remite
un instituto de educación media su sin duda al problema de la legitimi
perior creado por el prd en la ciudad de dad de los sindicatos en el piso de las
México y que contaba con un modelo empresas. En muchos estudios sobre
de relaciones laborales que daba a las democracia sindical se aborda esta
autoridades gran control sobre el proce- cuestión desde el punto de vista de
so de trabajo de los profesores, entonces obreras y obreros, al calor de las trans-
con contratos eventuales; situación vi- formaciones en la organización del tra-
vida antes de la sindicalización de estos bajo que las políticas neoliberales
trabajadores del magisterio. continúan profundizando.
Por su parte, Saúl Moreno y Ma- Esos estudios se propusieron inda-
nuel Uribe incursionaron en un tema gar en la vida interna de los sindicatos
escasamente tratado en la producción luego de esos cambios, y observar qué
sobre sindicalismo en México: la rela- había sucedido en ellos —en cuanto a
ción entre sindicatos y fiestas comuni- su representatividad y legitimidad—,
tarias en el sur de México, en el sur a nivel de las bases sindicalizadas. Tra-
petrolero, una relación que cohesiona e taron de observar los cambios, pero tam
identifica a las bases obreras (Moreno bién las permanencias de las prácticas
y Uribe, 2011). sindicales. En ese contexto el tema de la
Como consideración final de este cultura sindical también fue parte de
apartado consideramos pertinente se- la preocupación académica, en la me-
ñalar que la hegemonía de la sociología dida en que trataba de estudiarse la
en este campo de estudio es notoria, en participación de las bases en los sin
términos de la producción generada dicatos, conforme a qué reglas se lleva-
en torno al difícil concepto que repre- ba a cabo, y cómo asumían todo ello los
senta “la perspectiva cultural”, sin que actores involucrados.
la antropología sociocultural haya sido En México se han generado estu-
eliminada completamente. Se mantiene dios sobre reestructuraciones sindi
un diálogo, préstamos y polémicas im- cales; es decir, sobre cambios y ajustes
portantes entre una y otra disciplina, en la dinámica interna de los sindica-
sin que en este artículo podamos entrar tos luego de los procesos de reestructu-
en detalle en torno a tales cuestiones. ración productiva. El objetivo consistía
en indagar en la vida interna de los
LOS ESTUDIOS SOBRE DEMOCRACIA sindicatos luego de esos cambios, y
SINDICAL observar qué había sucedido en ellos
respecto a su representatividad y legi-
Uno de los campos más recientes en timidad a nivel de las bases.
que se han desarrollado los estudios En una colección coordinada por De
sobre sindicatos en México, desde los la Garza (2002-2003) se propusieron
centros de trabajo en que se han visto de 2009, y que todavía pugnan por for-
envueltos a partir de la ofensiva capita- mar una organización política obrera
lista? ¿Cuáles son las posibles respues- —la Organización Política de los Traba-
tas organizativas de la clase obrera hoy, jadores— y una nueva central sindical.
ante la globalización y la restructu Sin embargo, los anteriores ele-
ración y ante una segunda generación mentos de reorganización palidecen
de reformas neoliberales en los cen ante muchos otros contextos que ha-
tros de trabajo? ¿Qué lugar ocuparán blan claramente de precarización labo-
los sindicatos en esas respuestas? ral, de la imposición de las nuevas
Probablemente la realidad ya esté normas laborales por los empresarios
dando alguna respuesta con la imposi- y el Estado concretadas en la Ley Fe-
ción de la reforma educativa de 2012, deral del Trabajo de 2012, pues con
la cual dejó de lado el pacto con el snte, ellas los sindicatos seguirán viendo re-
reforma que se encamina a precarizar troceder sus ámbitos de influencia en
el empleo en el sector; con la fallida los centros de trabajo. En realidad sólo
oleada de lucha magisterial de la Coor- el tiempo dirá si el retroceso continúa,
dinación Nacional de Trabajadores de o si llega a darse un nuevo impulso
la Educación (cnte) en 2013, encami- sindical.
nada a echar abajo esa reforma; con la
reforma energética del mismo año, que BIBLIOGRAFÍA
abre las puertas a la irrupción masiva
del capital en la explotación de hidro- B elmont C ortés , Edgar I. (2013), “La
carburos ante el mutismo del Sindica- transformación de la dinámica social
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resistencia en el sindicato minero meta- Cotidiano. Revista de la realidad mexi-
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bajadores del sme, en su lucha por ser líderes y base trabajadora en las comu-
recontratados por la Comisión Federal nidades de Santa Cruz Tezontepec y
de Electricidad (cfe) como su “patrón Santo Tomás Apipilhuasco, Estado de
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