El presente trabajo tiene como objeto presentar algo muy comun de ver en la realidad esto es los denominados “pagares de consumo”¿qué es un pagaré de consumo? Nuestro ordenamiento juridico entiende por pagaré al título cambiario que debe bastarse a sí mismo, en virtud de los caracterés que le son propios: necesidad, literalidad y autonomía, cumpliendo con los requisitos dispuestos por el art. 101 del Decreto-Ley N° 5965. No obstante nuestro codigo civil y comercial en ningún momento, regula algún especie o tipo de pagaré llamado de consumo esto es asi pues el concepto enrealidad es elaborado en base a la jurisprudencia y doctrina, entendiendose este como el pagaré instrumentado como un “crédito con fines de consumo” (art 36 ley 24.240).
En primer lugar para poder entender aun mejor el tema en
cuestion, expongo de modo sintentico el contexto o las situaciones por las que de modo frecuente suelen verse en la realidad y que actuan como la causa por la cual se suele recurrir a este instrumento.
En la realidad es comun observar que la mayor parte de la
poblacion se encuentra fuera del sistema financiero, a lo que tambien se suma que esa parte de la poblacion tiene empleo “en negro” es decir relaciones laborales que no estan registradas, por motivos diversos que van desde lo social hasta motivos económicos, a consecuencia de eso es que mucha gente no tiene acceso al crédito ofrecido por el sistema bancario. Asi es que gran parte de la poblacion suele recurrir a una financiación distinta basada en lo que se suele promocionar como “préstamos personales a sola firma” los que ademas son muy atractivos pues no requieren muchos requisitos para acceder al credito que ofrecen (no garantes, no recibo de sueldo), asi esta concesión de prestamos personales se caracterizan por dos elementos:
La rapidez con la que el interesado recibe
contestación a su solicitud. La simplificación de los trámites y las gestiones necesarios para acceder a ellos.
Asi es que como consecuencia de esa disminucion de
requisitos, la posibilidad de cobro de estas entidades disminuye, por lo que se suele exigir como garantía del cumplimiento de las obligaciones contraídas un pagaré, ademas en este tipo de préstamos personales conllevan tasas de interés en ocasiones muy superiores a las que pueden establecerse en préstamos hipotecarios, resultando ser préstamos mucho más costosos, esto por el riesgo que corre el acreedor al no poder obtener garantias suficientes del deudor, respecto del cumplimiento de la obligacion.
Asi estos “entes financieros” recurren al pagaré como un
instrumento para asegurar el cobro de su acreencia, pues en contraposicion con otras formas de garantizar el credito (fianza, garantias reales) que en ocasiones llevan a situaciones en las que el pago de la deuda se dilata por demasiado tiempo, el pagaré es un título ejecutivo, que en virtud de sus caracteres propios resulta con razon ser uno de los más utilizados, puesto que son limitadas las excepciones que se puede oponer en un proceso ejecutivo, haciéndolos un instrumento seguro para su cobro, logrando asi asegurar que el deudor cumpla con su obligacion. En resumen existe una conveniencia de contar “la entidad” acreedora con un título de crédito que habilite el inicio de un juicio ejecutivo de cobro y la traba de medidas cautelares con carácter preventivo, ante supuestos de vencimiento y falta de pago de los préstamos. Asi ante la falta de pago el acreedor se habra asegurado de un título ejecutivo, para poder recurrir al reclamo judicial, mediante vía ejecutiva en los supuestos de incumplimiento contractual y así lograr un rápido recupero del crédito.
Es importante marcar que al celebrarse el contrato de
préstamo y librarse el pagaré, se dara nacimiento a dos relaciones jurídicas diferenciadas entre la entidad prestamista y cliente.
Por un lado, tenemos la relación contractual, cuyo objeto
es el contrato de préstamo regulado por el Código Civil y Comercial, que respondera a la categoria prevista en el ccyc de un contratos de consumo, que se regirá por lo regulado para los contratos celebrados en una relacion de consumo y la Ley de Defensa al Consumidor (nº24.240). Por otro lado, tenemos la relación cambiaria que rige al pagaré librado que se encuentra regulada por el DECRETO-LEY N° 5965/63 y que cuenta con fuerza ejecutiva en virtud del codigo de procedimientos
Esta práctica es muy riesgosa pues el deudor se somete ante
una eventual duplicidad de la deuda, ya que al ser el pagaré un título abstracto y que ademas tiene como finalidad la libre circulación, el acreedor puede intentar lograr una liquidez anticipada pudiendo endosar el título a favor de un tercero. De ser asi el deudor “duplicara” su deuda, ya que corre el riesgo de abonar la suma de dinero comprometida en el negocio principal (el contrato) y la suma de dinero determinada en el título de crédito (pagare), asi en el supuesto que este último haya entrado en circulación por haber sido endosado por el acreedor originario.
Asi la emisión de pagarés, en ocasión de establecerse una
relación financiera plantea el conflicto derivado de la abstracción propia de dicho título de crédito, cuya ejecución obsta a que el juzgador ingrese a analizar la situacion concreta a que se sometio el deudor, es decir el deudor no podria en principio oponer las defensas que tuvieren causa en la relacion u operación financiera, y es que justamente en virtud del proceso asignado a los titulos cambiario (juicio ejecutivo), la limitación probatoria es reducida al documento autosuficiente (el pagaré), es un principio rígido que impide encontrar aperturas a un conocimiento más amplio. Una de las características principales de este tipo de proceso es la limitación de la prueba, dado que su carácter especial deriva de la circunstancia de hallarse a trámites específicos distintos a los del proceso ordinario. Asi el juicio ejecutivo carece de actitud para el examen y solución total del conflicto, su objeto no consiste en obtener un pronunciamiento judicial que declare la existencia o inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino en lograr rápidamente la satisfacción de un crédito que la ley presume existente en virtud de la peculiar modalidad que reviste el documento que lo comprueba.
Por lo tanto en principio está vedado discutir la causa de
la obligación inserta en un título ejecutivo, cuyo fundamento también es la seguridad en la transmisión y garantía expedita de cobro.
Como se menciono en uno de los puntos anteriores la
relacion juridica que deriva del contrato de prestamo, se rige por lo dispuesto en el CCyC y por la Ley de defensa del consumidor, regimen juridico que es eminentemente de orden publico, pues sus disposiciones no podran ser dejadas de lado por las partes.
Ahora ¿seria posible someter la relacion juridica derivada
de la firma del pagare a las disposiciones del regimen de defensa al consumidor, y hacer posible que el deudor de la relacion cambiaria pueda oponer las defensas que tenga con el acreedor? En principio la respuesta seria negativa pues el juzgador deberia abstenerse de ingresar a analizar la causa que da origen a la firma del pagaré.
Asi imaginando un supuesto de hecho en el que el proveedor
que otorga el prestamo al consumidor, se hubiese obligado a pagar un prestamo de 1 millon de pesos a pagarlos de la siguiente forma, 500.000$ al contado y la parte restante en un plazo de 2 meses en una determinada cuenta bancaria. Hasta aquí el contrato de prestamo ya fue celebrado, el consumidor firmo el pagaré y recibio los 500.000$. en el caso que dentro de los 2 meses el deudor no reciba los 500.000$ por “x” motivo, se presentaria un caso de incumplimiento contractual por parte del proveedor, y en el caso de que este exigiera el cobro de las cuotas restantes al consumidor, este podria oponer la excepcion de incumplimiento.
Ahora imaginemos el supuesto en que el proveedor intente la
ejecucion del pagare, en principio el deudor en la relacion cambiaria no podria oponer las defensas que tuviera en el contrato de prestamo y el juzgador deberia abstenerse de analizarla.
Pero para no desvirtuar y burlar el regimen de defensa al
consumidor que es eminentemente de orden publico, y no poner al consumidor en una situacion gravosa, es preciso hacer un analisis sistematico de la constitucion nacional precisamente el articulo 42, la ley de defensa al consumidor y el codigo civil y comercial para intentar buscar una solucion que no desvirtue los derechos del consumidor que surgen de los cuerpos normativos mencionados.
Asi debemos recordar que el CCYC en su art. 1 establece lo
que ha sido denominado como “dialogo de fuentes” y en concordancia con la “constitucionalizacion del derecho privado” es necesario tenerlo en cuenta: “los casos que este codigo rige deben ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitucion Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la republica sea parte” es asi que el articulo dispone que el derecho debera aplicarse en concordancia con otros cuerpos normativos que resulten aplicable.
El articulo 1120 del codigo civil y comercial se muestra
como una herramienta util para poner fin a la desproteccion del consumidor cuando al contrato de credito se le adicione la emision de titulos cambiarios. Esto es asi pues se configura una situacion juridica abusiva que provoca el desequilibrio de derechos y obligaciones en perjuicio del consumidor, por medio de actos juridicos conexos.
Ahora recurriendo a la ley de defensa al consumidor ella en
su Artículo 65 se autoproclama como de orden público, por ende, frente a cualquier colisión entre normas de derecho común o procesal y normas protectorias de los derechos de los consumidores deberian prelavelecer estas. Se ve con claridad la preeminencia de sus disposiciones. Por lo tanto, el régimen de derecho que surge de la ley 24.240 importará no sólo complementar sino también modificar o derogar aunque sea parcialmente las normas de otras ramas jurídicas que se apliquen a la relación de consumo que concretamente se considere.
En la ley de defensa al consumidor, no encontramos
especificamente una norma que se aplique a las relaciones cambiarias situacion que ha sido criticada por doctrina la falta de tratamiento de la vinculacion que se configura cuando con motivo de una operación de credito para consumo, se exige al consumidor la suscripcion de titulos cambiarios. Asi es que basado en apoyo al principio protectorio del consumidor (de rango constitucional art 42) debe protegerse al debil en el marco de esta relacion juridica.
Parte de la Jurisprudencia opta por presumir que los
pagarés que se ejecutan y que se corresponden a préstamos de consumo deberá serle aplicable la LDC, y que ademas para proceder a la ejecucion de estos, el ejecutante debera integrar el documento demostrando que cumplio con los requisitos fijados en el art. 36 de la LDC entre los cuales se exige:
- indicar el importe a desembolsar inicialmente (si
existiere) y el monto financiado.
- la tasa de interes efectiva anual
-total de intereses a pagar o el costo financiero total
-cantidad, periodicidad y monto de los pagos a realizar
-los gastos extras que hubiere
Asi cuando se presenten situaciones como la ejemplificada y
demostrandose que el pagaré fue librado en una relacion de consumo, el juez podra en virtud del art 53 de la LDC en las causas iniciadas por ejercicio de los derechos establecidos en esta ley y a pedido de parte, y por resolución fundada y basado en la complejidad de la pretensión, optar por un trámite de conocimiento más adecuado, es decir que para no desamparar los derechos del consumidor (de rango constitucional) y ante la aparicion de un caso con similares caracteristicas debera a pedido de parte adecuar el proceso al grado de conocimiento que estime necesario.
El juez en virtud de las normas mencionas debera hacer una
integración entre las disposiciones cambiarias y adjetivas, la LDC habilita a los jueces, no sólo a declarar su incompetencia territorial (en caso de que se hubiera pactado en clausulas generales -predisupuestas la prorroga territorial en perjuicio del consumidor” art. 36 ley 24.240)sino a disponer el trámite aplicable a pretensiones como las ejemplificadas para asignarle un grado o extensión de conocimiento mayor y así garantizar en el pleito el ejercicio de los derechos del consumidor, pues de otro modo se estarian frustrando derechos con rango constitucional, pues el art. 42 establece que el consumidor en la relacion de consumo tiene derecho a la proteccion de sus intereses economicos, y que las autoridades proveeran a la proteccion de sus derechos.
En esencia el pagaré, cuando tiene su raíz en un vínculo
jurídico alcanzado por la tutela al consumidor debe ser integrado con los documentos que instrumentan el negocio causal; integración que se impone como condición de admisibilidad de la pretensión ejecutiva. La constatación acerca del cumplimiento de aquella norma legal y la observancia de los demás requisitos previstos a tal efecto determina la viabilidad del reclamo articulado en el proceso. Por lo tanto, si el título valor integrado reúne las exigencias del art. 36 será pertinente la ejecución en los límites que resulten del negocio base de la relación jurídica. En numerosos precedentes se optado por la decisión de "sumarizar" la vía procesal del reclamo de cobro de pesos, dejando sin efecto la via ejecutiva.
Es importante aclarar que unicamente podra echarse mano de
estas disposiciones cuando el juez ante la presencia de elementos serios y justificados den cuenta de la existencia de una relación de consumo que motivo el libramiento del título ejecutado, para no desvirtuar los caracterés de los titulos cambiarios en general, ahora si la documentación acompañada por el ejecutante permite comprobar el cumplimiento especifico del art. 36 y el resto de las disposiciones de la LDC se permitira utilizar la via ejecutiva para el cobro del credito, de no ser asi se desvirtuaria completamente el cobro por la via ejecutiva.
En sintesis el juez puede encuadrar el asunto como una
relación de consumo para expedirse sobre la viabilidad de la demanda ejecutiva a lo que le es dable examinar los instrumentos complementarios al pagaré que oportunamente hubiese acompañado el ejecutante. Si el título en cuestión es integrado según los requisitos y exigencias legales prescriptas en el estatuto del consumidor (especificamente el art. 36), podrá dar curso a la ejecución. Ello, claro está, sin perjuicio del derecho del ejecutado de articular defensas, incluso centradas en la ley de defensa al consumidor y tendientes a neutralizar la procedencia de la acción.