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Acatic durante la Cristiada Candido Gonzalez Pérez Universidad de Guadalajara Pare hablar de la Cristiada en Acatic, hay que hacerlo de las personas que influyeron para que hubicra enfrentamicntos armados 0 para impedirlos. Aun cuando este Municipio aport6 combatientes de primera linea para los dos bandos, hubo una fuerza importante que determind el desarratlo de Jos acontecimientos: la presencia de un politico que contaba con recursos humanos y materiales para poncrlos de! lado gobiernista que tanto los necesitaba en esta tegin y que actuaba protegiendo a los cristeros del pueblo, mientras que con frecuencia salia a combatir a los de otros lugares . El poder politico, econémico y militar que ostentaba el jefe de las lamadas “defensas”, Abraham Gonzalez, fue utilizado con un claro tinte personalista del que no escapaba incluso la injeren- cia en asuntos de la vida cotidiana en la sociedad acatiquefia. Estas caracteristicas, todas juntas, dan como resultado lo que se conoce Ilanamente como cacicazgo y la principal hipétesis que aqui se sostiene, es que representé la fuerza determinante en el desenvolvimiento de la lucha en este Municipio. Estos son jos hechos: en Acatic, fas escuelas dirigidas por el clero fueron cerradas al igual que suspendida toda actividad religiosa; el curato hizo las veces de cuartel donde cominmen- te hacian festines los soldados con sus “galletas”, como les apodaban a las mujeres que los acompafiaban; la instruccién escolar era ofrecida por escuelas de gobierno y la asistencia era obligatoria, pero la norma se violaba bajo el disimulo de las autoridades. Claro, las autoridades eran don Abraham. Entre 1926 y 1929, se cambié cuatro veces de Presidente Municipal, situacién que no se diferenciaba en nada a la del gobierno del Estado que cambié también en cuatro ocasiones. Dada la influencia ambivalente que ejercié don Abraham, sobresaliente con respecto a otros que aparecieron, todo hace suponer que habia un acuerdo técito muy evidente para los habitantes de esa época: a los cristeros de Acatic no se les molestaba, pero sus actividades las realizaban en otros lugares. Se puede afirmar que fue la principal razén de que en este Municipio no se librara ninguna batalla decisiva, pero tampo- co se Ilegaron a cobrar impuestos 0 préstamos forzosos como. sucedfa cominmente en otros lugares de la region de Los Alltos, y hay que sefalar que el gobernador civil cristero, de quien dependia la organizacién de los cobros, era acatiquefio: el licenciado Miguel Gémez Loza. El antecedente mas cercano a la Cristiada en Acatic, sucedié el 11 de enero de 1924 cuando el quinto arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez, durante una visita pastoral bendijo la primera piedra de lo que antes de diez meses seria un monumento a Cristo Rey en el atrio del tempo, consistente cn una estatua sobre una columna de 9 metros de altura.' El sefior cura que estaba al frente de la Parroquia era don Elias Gomez Lova, discipulo del ya célebre y antiguo Arzobispo que desde 1913 ostentaba el cargo en Guadalajara, después de haber sido removido de Chiapas donde se gané fuertes antipatias en el gobierno por sus actitudes de desafio. El Arzobispo fomentaba la idea de la “Iglesia fuera de los muros” y realizaba maltiples acciones en abierta oposicion a las ordenanzas legales, lo que ya en los tiempos de lo que se conoce conte la Cristiada le valié su salida del pafs en cinco ocasiones.? Una de las razones que seguramente motivaron al Arzobispo para edificar la estatua sobre la columna, fue el desafiar a las autoridades a quienes se acusaba de haber promovido el dinamitazo que destrayé el magno Cristo Rey del Cubilete en Guanajuato, pues su construccién, a su vez, se habfa considerado insultante al gobierno de Obregon. Lo que si es un hecho, es que las vidas de estos dos representantes teligiosos, la del Arzobispo y 1a del Sefior Cura, habrian de cambiar drdsticamente en relacion al conflicto con el gobierno que se desataria apenas unos meses después, conflicto del que dicha edificaci6n fue solo un preludio: Orozco y Jiménez se la pas6 huyendo o exilado y el sefior cura Gomez Loza murié victima de los acontecimientos, recién iniciada la revolucién cristera. ESTUDIOS JALISCIENSES 13 EL 12 de octubre quedaron terminadas las obras. Libro de Actas Parroquiales, 1924, pp. 350-53. José Alberto Casillas. Histo- ria General de Tepatitlén. Editorial Josalea, p. $8. durante la Cristiada Libro de Actas Parroquiales, 1924, pp. 351-53."ElmetiGel agua del Agua Prieta, loque- tian mucho aqui, només que (2) causa de que era herma- no del Licenciado, él ya no pudo andar aqui. Lo que yo nocreoesque quienesloma- taron hubieran estado de acuerdo con don Abraham, al contrario a él le gustaba el buen orden”. Enirevista con don Emilio de Anda Enrique Krauze. Biograftas del Poderi7. Plutarco Elias Calles. México: Fondo de eultura Econdmica, p. 70 yguna corporacién re- sa, ni ministro de culto, podrin establecer o dirigir escuelas de instruceién pri- maria ..” José Alberto Casi- las, op. ct, Se agrega en documento anexo el corrido "B de agos- to” escrito por Pioquinto ‘Moya, acatiquefio. “EI sefior cura Elias era en- tonces el Padre aqui... ‘El Concho’ y Gregorio Guerre- roleenterraron un verdugui- Ilo en el estamago”. Entrevista con un sobrevivien- fe. Durante el corto tiempo que duré al frente del templo, el Sefior Cura fue muy querido por los lugarefios y se caracteriz6 siempre por la amplia labor social que realiz6, misma que en varias ocasiones fue motivo de reconocimiento por parte de las autoridades eclesidsticas;? destacé su trabajo en la educa- cién apoyando la existencia de varias escuelas y en las obras més requeridas como fue a introduccién de tuberfa para el agua. Este problema, ancestral en Acatic por la escasez del liquido, habia sido casi olvidado en 1924 cuando flufa a manera de fuente a través de las cornetas de los angeles en el monu- mento a sus 9 metros de altura, La Ley Calles, publicada en el Diario Oficial del 2 de julio de 1926,* sefialaba como delito la ensefianza confesional” y restringia severamente la libertad de cultos. Sin escuelas y sin oficios religiosos, el seftor cura Elias queds sin trabajo, y el 8 de agosto se libré la primer escaramu- za desde la torre del templo teniendo como escenario la plaza principal; no hubo bajas que lamentar por ningin hando, pues la distancia entre los combatientes estaba tan cerca de los insultos y amenazas como alejada de la calidad de las armas. La defensa, constituida por guardias blancas, algunos volunta- tios y doce soldados al mando del capitén Diaz, estaba para- petada en Ja torre, de donde gritaban a los cristeros amenazdndolos en el sentido de que ya habian mandado pedir refuerzos a Tepatitlin con Quirino Navarro y a Zapotlanejo con Abraham Gonzélez. En honor al combate de ese dia se compuso un corrido®y la calle de la plaza donde esta el Curato desde entonces lleva el nombre de 8 de Agosto. Es la primera de cinco calles que habrian de cambiar de nomenclatura en alusion directa a personas o sucesos de la lucha que se libraba, Entre quienes participaron en la defensa estaban Grego- tio Guerrero y J. Concepcién Gémez, quienes hirieron de muerte con un cuchillo al pacifico 0 “cristero manso”, como se Jes lamaba a quienes no colaboraban directamente, sefior cura Elias’ que se fue a morir a Paredones, poblado de este Muni- cipio, de donde eran originarios él y su hermano, el ya nom- brado licenciado Miguel, ampliamente conocido por ser el maximo lider del gobierno civil cristero. Pero la osadia de asesinar a un sacerdote pacifico y con mucho arraigo en Ja poblacién, fue pagada a corto plazo: entraron los rebeldes buscando a Gregorio y al “Concho”, aleanzaron en su huida a EsTuios JALISCIENSES 13 este tiltimoy lo asesinarona orillas de la poblacién en una calle que ahora lleva inscrito su nombre: J. Concepcién Gémez, de quien por cierto, entre los que lo conocieron, se afirma que n0 gozaba cabalmente de sus facultades mentales.* El licenciado Miguel Gémez Loza se distingui, desde cuando era estudiante, por su valor y osadia, lo que le valié el mote de “El Chinaco”. En una ocasi6n, durante un primero de mayo, Hlegé a escalar las altas torres de Catedral para destruir una bandera rojinegra colocada por los socialistas;” fue el principal colaborador de quien Ilegara a ser el maximo repre- sentante de los cristeros: el licenciado Anacleto Gonzalez Flores. Ambos figuraron entre los iniciadores de la Accién Catélica de la Juventud Mexicana (AcIM), quiz la asociacién més representativa de los cristeros al inicio de la contienda. Cuando estudiante, et licenciado Gémez Loza fue encarcelado en Guadalajara en 58 ocasiones, todas relacionadas con fa defensa religiosa, lo que da constancia de su férrea combati- vidad; sin embargo, contradictoriamente, durante la Cristiada Gémez Loza nunca uso un arma;!® su trinchera se localizaba en las faldas del Cerro Gordo con una maquina de escribir y una imprenta para editar proclamas. Al frente del gobierno civil, su labor era organizar el cobro de impuestos a la region y establecer contactos para proveer de municiones a los suble- vados, y fue por mucho tiempo ef sostén del movimiento en Los Altos. A la mitad de la revolucién que duré tres aos, murié Gémez Loza, el 21 de marzo de 1928, abatido por las balas del gobierno;!! su cadaver fue llevado a Guadalajara donde se expuso piblicamente como escarmiento a quienes deseaban la continuacidn de la lucha. Uno de los dos regimientos que enfrentaron al general Cedillo en Tepatitlan, donde perdieron la vida cientos de soldados, recibi6 el nombre de “Gomez Loza” en honor al ditigente y amigo, también la calle principal de Paredones, en este Municipio, lleva su nombre, Como combatiente nunca Ilegé a establecer impuestos a su tierra natal y tampoco a hacer presencia como uno de los principales involucrados en la lucha, ni siquiera cuando perdié la vida su hermano, el sefior cura Elias. Otro jefe cristero acatiquefio, en quien por cierto no confiaba como compaiero Gomez Loza, fue Luis Anaya que vengaria la muerte del Sefior Cura. 10. iT “Concepcién Gémez era de aqui de Acatic... e deciamos *Concho’, el dia que lo mat ron estabamos en un billar se subié a la azotea y brincé para abajo y alld en la con- fraesquina habia un porti- Ito...por ahisaliéy ahi mismo lo agarraron, se lo llevaron a la otra calle y ahi lo mata- ron”. Enirevista con don Ma- rue! Sandoval. religiosa en ‘México, México: Edit, Tradi- era Miguel por aquellos dias el sostén del movimien- fo en la region fungia como Jefe Civil, porque nunca qui- 30 tomar las armas perso- nalmente”. Heriberto Nava- rete. Por Dios y por la Patria. 4a. ed. México: Ed. Jus. ..eaminando rumbo a Gua- generaron confusiones que no habrian de aclararse nunca y se distanciaron de Lauro Rocha, jefe del mismo rango que ellos, Heriberto Navarrete, secretatio general de a Unign Popular,!° dejé constancia, en su libro Por Dios. Por la Patria, de las dudas que abrigaba sobre Carlos Blanco.'7 Gorostieta habia dejado lo mejor de la gente para que la mandaran Luis ‘Anaya y Carlos Blanco, pero debido a los frecuentes roces con los otros jefes, organizaron un “movimiento militar inde- pendiente” en el oeste de Jalisco y en Nayarit donde capricho- samente suspendicron sus actividades e hicieron necesario discutir la situacién a los més altos niveles. Al parecer, Anaya y Blanco se habjan ganado la confianza de Gorostieta y sin embargo le jugaban un doble papel porque le tenfan miedo y envidiaban el prestigio que el General iba ganando.'® Anaya, terminada la lucha, vivid por largo tiempo en América del Sur, segin algunas versiones, en Veracruz, segiin otras, y regres6 a buscar dinero que habia enterrado, lo buscé y ya no lo encontré; Gestaria esto vinculado con los rumores que circulaban de que algunos se enriquecieron con los asaltos alos trenes?!” Esto, en particular en el caso de Luis Anaya, es un cuestionamiento que no se ha podido esclarecer; fo que nunca ha sido motivo de duda, es que su integridad fisica no corria peligro en Acatic a pesar de su actitud beligerante, y es que tenia lazos familiares con Abraham Gonzilez. Don Abraham tenia como “padrino politico” a Silvano Barba Gonzalez, personaje que se oponia a la confrontacion con el clero porque conocia las posibilidades y disposicién de Ja gente de Los Altos de donde provenia é1 mismo; segdn sus palabras, lleg6 a rechazar la gubernatura que le ofreci6 el presidente Calles, la que finalmente aceptdy fue precisamente a unos dias de haber iniciado su mandato cuando se desaté la lucha, Barba Gonzalez escribié un libro sobre su concepcién del movimiento, lo titulo La rehelién de los cristeros y lo dedicé adon Abraham, a Quirino Navarroy al famoso cristero “Guie- ro Ménico”. Esto afirma los rumores que se propagaban en muchos sitios en cuanto a las buenas relaciones que mantenian algunos lideres de uno y otrobando. En ese libro, ademas, deja constancia de los lazos de amistad que lo unfan a don Abra- ham; sefiala que en una ocasién, siendo Gobernador, fue atacado junto con su escolta en Paredones cuando iba a Tepa- titlan y mandé pedir ayuda a Acatic al “exquisito amigo que contaba siempre con gente armada” 2° Protegido entonces por Barba Gonzalez, don Abraham ejerci6 su poder de una manera muy caracterfstica; por ejem- plo, en una ocasiGn, el monumento estuvo a punto de ser derrumbado por el ejército, pero él lo impidié cuando ya los caballos Jo estaban jalando con sogas.*! Se rumoraba incluso que el arzobispo Orozco y Jiménez, en el tiempo que anduvo a“salto de mata” en la barranca del rio Verde, limitrofe en uno de sus segmentos de este Municipio con el de Cuquio, legs a dormir en la casa materna de don Abraham. Geogrdficamente, los puntos mas socorridos en Acatic 18. 9. a. ESTUDIOS JALISCIENSES 13 Meyer, op. cit, p. 83. “(Luis Anaya) de} mucho dinero enterrado alla pa’lce- 110, vino a ver silo sacaba y ya no dio con bola... casi se andaba volviendo loco el hombre ya mucho tiempo después de ia revolucién. ‘Vino a con don Jesis Anaya (su hermano), fo convidé a buscarel dineroy nolo halla- ron”. Entrevista con don Pe- tronilo Lomeli Gonzélez, eristero. La rebelién de los eristeros. ‘México: Edit, Manuel Casas, 1967. p. 150. “iEse monumento a Cristo Reyenel atrio, por qué no lo destruyeron como en los de- mas pueblos? Se conserva porque el sefior don Abra- hham no dej6 que Jo tumba- ran cuando lo intentaron. El sefior Abraham era catélico, hijo del pueblo y repre- sentaba la autoridad enton- ces”. Entrevista con don Faustino Camarena. En “El Preguntén”, en Signo. Gua- dalajara: Arquidiécesis de Guadalajara, 1972, —EEE—————_--:SSrrrrrtts—“—SS— ‘Acatie durante la Cristiada 22. “Aquifen Acatic] estaba més defendido, allé por el tio Cal- deron exa donde se amoson- gaban mucho ellos [los cristeros]”. Entrevista con don Emilio de Anda. 23, *Fueron medios hermanos él y Quirino Navarro...” Juan Gil Preciado. Remembran- zas.p. 170, 24, Meyer, op. cit t up. 39. porlos cristeroseran la barranca del rio Verde, situada al norte y todo el sur, desde la Capilla de Milpillas, por el rio Calderén, hasta cl cerro de Santa Fe.” La barranca era el mejor resguar- do contra las adversidade , como lo Ilegaron a ser las “recon- centraciones” y las bombas, por Ja existencia de cuevas, nutrida vegetacién y recovecos que abrigaban a los pocos y a los muchos. Al sur, la tinica defensa era la cantidad de alzados, ya que ahi la geografia ayudaba muy poco. No se podfa pensar en el oriente porque est Tepatitlén con buen resguardo, nien el poniente porque de alla venia el apoyo militar de don Abra- ham que pernoctaba en El Tepozén, hacienda de su propiedad ala orifla del pueblo. El sector militar al que respondia la gente e don Abraham, era el dirigido por el general Andrés Figue- roa, tiltimo jefe de fa zona Militar cuando la amnistia, y el general Rodriguez, famoso por sus tropelias. El poder politico-militar que ostentaba don Abraham, fruto de sus lazos de amistad con generales y principales hombres del Estado, habia comenzado en el medio familiar donde tres generaciones que le precedieron habian sido poli- ticos. Su vida pablica se inicié formalmente en 1913 con la Presidencia Municipal, luego fue diputado federal en 1922, local en 1937, senador de ta Reptibblica en 1940 y otras dos veces diputado federal en 1946 y 1952. Don Abraham hacia mancuerna con otto politico, Quirino Navarro, que lo sucedi6 en la Diputacién Local por el Tercer Distrito y que particip6 en primera linea durante la Cristiada en Tepatitiin. Hay muchas versiones que les asignan lazos de consanguinidad, y se decfa que eran medios hermanos.”* Lo que sf era un hecho, e que cuando se presentaba una situaci6n diffcil en algin lugar del dominio de uno, acudia el otro. A los dos se les atribuian practicas similares: las de participar abiertamente al lado del gobierno y en secreto apoyar a algin sector del clero. Sia don Abraham se le atribuia el proteget al mismo Arzobis- po y detener al ejército en su hacienda para dar tiempo de avisar a la poblacién a fin de que tomara providencias, de Quirino se decia que cra ahijado del padre Salinas de Tepati- tan, a quien protegia al mismo tiempo que ahorcaba a otros.” Otro aspecto en el que se asemejaban, era en el de utilizar mano dura con los ladrones a quienes castigaban de acuerdo a sus propias normas. ‘Don Abraham no tenia enemigo fijo. Esto lo diferenciaba de Quirino que tenfa constantes asedios de los famosos padre Vega y Victoriano Ramirez “EI Catorce”, es decir, 1o més fuerte de los adversarios. El famoso Corrido que dio vuelta por todos los rincones de Jalisco al inicio de la lucha, tuvo su inspiracién en los enfrentamientos que libré Quirino con los jefes ya sefialados y fue compuesto por don Pioquinto Moya, el mismo autor del Corrido del 8 de Agosto.” Los pobladores de Acatic que se llegaton a alistar al lado de tos cristeros, no peleaban ni contra Quirino” ni contra don Abraham, respe- tando el cédigo no escrito, y de ellos recibieron beneficios;2” a los que si temfan eran a los guardias personales de don Abraham, quienes gozaban de una mala y bien ganada fama de gatitieros. Por medio de ellos hacfa valer su ley maxima: no tolerar en Jo més minimo los actos de pillaje”® y esto era vilido para los dos bandos: nunca permitié que los cristeros impusie- ran los conocidos “préstamos forzosos”, ni que los soldados cometieran robos como fue costumbre durante “las reconcen- traciones”. Los vecinos de Acatic llegaron a presenciar que el propio Abraham oblig6 a un grupo de soldados a regresar algunos objetos “expropiados” a la poblacién. Acciones como esta le valicron el apoyo del pueblo, sin embargo, en el otro extremo de los casos, hay quienes afirman que, valiéndose de sus servicios de espionaje, cuando se sabia de alguien que hubiera apoyado a los cristeros, se les encarcelaba y por la noche “se fugaban”; se cuenta de una fosa comtn en el pantedn a donde iban a parar todos los “fugados", y se sabe que eran muertos cuchillo por el especialista Catarino Rivera, Hay dos fuentes clasicas que explican el por qué se mantiene un lider: el carisma y el temor. En don Abraham, la combinacién de cllas fue la clave de su éxito,”? Los escasos eventos que escaparon al alcance del poder del hombre fuerte de Acatic causaron pocas victimas, a no ser la muerte de Concepcién Gémez, quien fue primero victima- tio y que habia actuado por su libre y discutida conciencia. No fueron muchas las escaramuzas que se presentaron, la gran mayoria fuera del centro de la poblacién y por lo general con pocas bajas. El caso mas lamentable fue el del bombazo en Tamara de Arriba, al borde de la barranca, y es que en Tamara de Abajo, es decir, en el rfo Verde, estaba la planta hidroeléc- trica que suministraba el servicio a Tepatitian. Mucha gente del pueblo iba a vender comida a los soldados que resguarda- 26, ey En su primera estrofa decta: Sefiores tengan presente/ lo que les voy a cantar/se levan- taron en armas/ los de la Unién Popular. Autor: Pio- quinto Moya, Acatiquefio. “Yo ni siquiera intentaba pe- ear con él (Quirino), ottos fueron”. Entrevista,con el cristero don Petronito Lomelt “Sfes cierto, él protegia eris- teros, él sabia a quiénes. De~ tuvo a los (soklados) que ian a tumbar al Cristo Rey. ‘Tenia mucho apoyo con toda Ja gente de aqui, ayudé a mu- cha gente pobre de aqui”. Entrevista con un sobrevi- viente. “Tenia un modo é1 (Don Abraham), que al bravo lo apoyata y al bandido lo ma- (aba... por eso en Acatic ha- ‘bia mucha orden, porque no dejaba ni que les diji (ie) nada a las mujeres esperanzas que se le hablara mala una mujer!”. Entrevista con el eristero dan Petronilo Lommel. “A don Abraham mucha gente le tenfa miedo, porque muchas veces se platica de ‘més, élya habia ganado fama como jefe,y otros més bien le tenfan respeto. Entrevista con don Emilio de Anda. “Habia un sefior que era al: bail, que hacia juntas de la Unién Popular, le dieron el informe a don Abraham, lo asusté y dicen que hasta le puso unos cuerazos... se asusté mucho y se murié”. Entrevista con un sobrevi- “En tiempos de la reconcen- traci6n, todos [los de la de- fensa] se metian a las casas y venian con los motinos y los molcajetes colgadas dé los tientos de los caballos... co- sas que no valian la pena de nada, A mi noms me daba risa de ver eso. Don Abra- ham para eso era muy delica- do, no le gustaba que la gente robara”. Entrevista com un so- breviviente. ban las instalaciones y una vez, por un grave error, un avién lanz6 una bomba al centro de la aglomeracién matando a 75 personas entre soldados, mujeres y nifios, y dejando heridos a otros 75. El avion los habia confundido con alzados, y algo que agravaba la situaci6n, era que se afirmaba en aquellos tiempos, en la prensa nacional y extranjera, que hab/a pilotos nortea- mericanos en algunos aviones del ejército cuando realizaban bombardeos. De las calamidades que no escap6 Acatic, porque ahi no valfa ninguna influencia, fueron las causadas por las “recon- centraciones”; esa accién consistfa en obligar a toda la pobla- cién a refugiarse en la cabecera municipal para dejar los campos solos y considerar como levantado en armas a toda persona que se encontrara en ellos. Uno de los generales que puso en practica las controvertidas “reconcentraciones” como tactica militar, fue Andrés Figueroa. No sélo se combatia durante las “reconcentraciones”, los soldados saqueaban los ranchos abandonados y se enriquecian con cl pillaje; los vo- funtarios que pertenecfan a las defensas también hacfan lo suyo, se les vefa pasar con molinos, molcajetes y toda clase de baratijas atadas a los tientos de los caballos, y si bien eso no. los enriquecfa, si hacia aumentar el enojo de los lugarcfios.*? De Ja “reconcentracién” que mas se tiene memoria es de la tercera, en los primeros dias de enero de 1929, porque se acompaié de dos escuadrillas de aviacién y se realizaron nuevamente las practicas de saqueos a la poblacién civil; fue de las mds recordadas porque avivé Ia lucha con el descontento generalizado, provocé que por el lado del gobierno pidieran ‘otros 22 aviones de refuerzo, y por el de los cristeros que engrosaran sus filas nuevos inconformes y Ilegaran a librar mayor mimero de combates que en periodos “normales”. En Acatic, el coronel Lacarra, jefe del 4° Sector Militar, era quien firmaba los salvoconductos cuando las “reconcentraciones”; se dice de este oficial que era de ios mas sanguinarios y se le conocfa ampliamente en Tepatitlin porque fue quien ahorcé al religioso Tranquilino Ubiarco en la alameda, y en medio de una gran borrachera, 61 mismo maté a un soldado de su guardia que se negé ajalarle los pies a Ubiarco, recién colgado, para que muriera répidamente. Después de la ultima “reconcentracién’”, el ejército dej6 sin guarnicién a los pueblos de Los Altos y se dirigié al ESTUDIOs JauiscrENSES 13 Roroeste a sofocar otra rebelién que iniciaron algunos gene- rales inconformes con el gobierno de Poxtes Gil; los cristeros aprovecharon la situacién para tomar poblaciones y en Acatic “impusieron” como Presidente Municipal a Jestis Anaya, cu- fado de don Abraham y hombre de todas sus confianzas, Durante los tres meses en que se mantuvo el “gobierno criste- 10”, la situacién social no cambi6, al igual que cuando desalo- Jaron; Jess Anaya entreg6 la Presidenciay siguis viviendo en Paredones como antes.”! Los arreglos para la pacificacién estaban préximos, Los generales Andrés Figueroa y Pablo Rodriguez fueron amigos intimos de don Abraham y las dos principales calles en Acatic llevan sus nombres. Si bien del general Figueroa se conoce que sus subordinados cometian actos de pillaje, del general Pablo Rodriguez se supo que era sanguinario y abusa- ba de su autoridad a limites increfbles: en San Miguel el Alto, para aprehender a un civil que apoyaba los servicios religiosos como catequista, hizo ahorcar a varias personas por no dar informacién de dénde se localizaba la persona buscada y una vez que dio con él, que por cierto se entregé, lo ahoreé en presencia de sus hijos a quicnes inmediatamente oblig6 a que le sirvieran de comer.” Como sucede en todo conflicto armado, hay excesos, mueren inocentes y al paso del tiempo lo que parece mas Jogico es que todo pudiera haberse evitado. La Cristiada no fuc la excepci6n, ni Acatic tampoco, atin cuando hubo pocos enfrentamientos. Quienes participaron vivieron engafados: Por parte del gobierno, los soldados y agraristas que murieron defendieron una legalidad que nunca legaron a comprender; Por parte de los cristeros, fue gente humilde la que sufrio los Peores estragos de una lucha que no fue avalada cabalmente por los representantes de la Iglesia Catdlica. Al contrario, hubo entendimiento entre no pocas de las personas repre- sentativas de uno y otro bando. Quiero citar, por tiltimo, 1a version que da don Petronilo Lomeli de cuando se amnistié et grupo en el que participaba, Porque considero que el engaio de que fueron objeto ély sus compaferos, al final fuc fo tinico que entendieron, no supieron que vivieron enmedio de i: 31, Vid. Gil Preciado. op cit, pp. 169-170, 32. Meyer, op. cit.,t., p. 252, ‘Acatic durante ta Cristiada Autor: Pioquinto Moya Gabino (Flores) se vendié con toda ta gente.... se enamoré de ‘una cantidad de dinero que le ofrecieron.... nos dijo: -Arrejun- ten a todas porque va a haber un combate ahi por el lado de Colimilla... va a ser un combate muy fuerte, Nos ereimos todos, Me tocé estar en el destacamento de 1a Capilla (de Milpillas) Nos dijo: -A las 5 de fa manana tienen que irse a Colimilla, Mal negocio, difimos, va a haber carambayos. Fra un chorro de gente. Engafiados, por avanzadas ya Hlegamos a Colimilla, cud combate ni qué nada. El general Figueroa cra cl que estaba con todo el gobicrnal. No nos hicieron nada porque ya estaban de acuerdo todos. Era un colondn grandisimo. El gencral Figue- roa dijo:- De a poquitos . Puso a dos soldados a recoger las armas... (nos dieron) caballo ensillado, arma, 25 pesos y el salvoconducto; las pistolas no las quitaban, nomds arma larga, habfa pilas de monturas. Me dijo un compaficro:- ‘Qué buen combate estamos haciendo! Todos nos desconsolébamos... no comfamos ni bebfamos nada, hasta que no nos fueran desocu- ands... los soldados se paseaban y sc burlaban de uno: iJa, jal, muertos de hambre, .. nopaleros... ya van a descansar hijos de toda st CORRIDO DEL 8 DE AGOSTO* 8 de agosto sefiores cuando se acercé fa gente los soldados de Ja altura dieron parte al Presidente “Presidente usted nos mande a la orden nos presentamos diganos si nos rindemos o la plaza les dejamos”, “Rendimnos no nos conviene” el Presidente contesta, “si rendimos nuestras armas, noms la vida nos cuesta”. El sefior Capitan Diaz a la torre se subia con las armas y el parque en el depésito habia. ‘Ya sabian que no habia gente, que estaba sola ta plaza pensaban que iban a entrar como quien entra en su casa. Rebeldes no se les hizo, de Acatic gozar placeres, porque en Acatic se animan pelcan hasta las mujeres. El combate les duré hora y media nada més esos rebeldes corrieron arrendando para atras, Quirino luego que supo al momento ya venia a dar mano fuerte al pueblo y a prestar su aici6n. Cuando a luego Hleg6 Abraham acompaiado de su gente y de los de Zapotlin. Ya con esta me despido, ya no hay aicién para ti estos versos son compuestos en el pueblo de Acatic. ESTUDIOS JALISCIENSES 13 CORRIDO DE QUIRINO NAVARRO* Sefiores tengan presente lo que les voy a cantar, se levantaron en armas, los de la Unién Popular, sé les hacia cosa facil entrar en Tepatitlan, pero e] valor de Quirino no les permitié el entrar, Ese Quirino Navarro, bonito ese batallén, iAvisa al 74 que ahi vienen los de la Unidn! Ese Quirino Navarro con su valor todo junto, primero muerto o tirado que desamparar el punto. Ese valor de Quirino no tiene comparaci6n, ‘va a agarrarse a los balazos con todos los de la Unién. Ese Quirino Navarro cémo se vio fatigado, de ver a Tepatitkin por todos lados sitiado, y no quebré de color. iQué valor de Quirino, no tiene comparacién, agarrarse a los balazos con todos los de [a Unidn! ‘Ya les estaban ganando toditos los de la Unién, cuando les Ilegé el refuerzo, ese treinta batallén. Es aquello que él hizo, me parece cosa alegre, por el refuerzo que viene, el batallén diecinueve. Del templo de San Antonio los de la Union estan tirando, pero ahf los federales los estan bombardeando. “Padre Sefior San Antonio gritaba ese general, que si te tumbo tu templo te lo mando reformar”. se vio rodeado de armas de puro parque de acero, con sus armas en las manos, no temian ningiin cristero. Se vino el 74, ese 30 batallon, “{Viva Quirino Navarro? y “iViva la Federaci6n!” Vuela, vuela palomita y pérese en Guadalajara, digale al Gobernador que 1a aicién est ganada. Los de la Unién Popular iah qué chasco se han pegado! iIban corriendo de miedo de ese Quirino Navarro! Aqui ya les conté el corrido, ustedes dispensaran, del combate que tuvieron en ese Tepatitlan. ‘Autor: Pioquinto Moya.

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