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© Rodrigo Mundaca
© América en Movimiento Ediciones
EDICIÓN
Primera edición, noviembre de 2014
Segunda edición, marzo de 2015
Primera edición ePub, septiembre de 2020
REGISTO DE PROPIEDAD INTELECTUAL
N° 247.754
ISBN
978-956-9645-34-1
EDITOR Y COMPILADOR
Rodrigo Faúndez Vergara
DISEÑO, DIAGRAMACIÓN Y PORTADA
Kim López Pizarro
AMÉRICA EN MOVIMIENTO EDICIONES
Colección Política en Movimiento
Blanco #1065, Valparaíso | Chile
www.americaenmovimiento.cl
Derechos exclusivos reservados para todos los países. Ninguna parte de este libro, incluída su portada,
puede ser reproducida, almacenada o transmitida a través de cualquier medio, sin la expresa autorización
del autor y de América en Movimiento Ediciones. Se autoriza citarlo indicando la fuente.
VALPARAÍSO | CHILE
La privatización de las aguas en
Chile: causas y resistencias
Rodrigo Mundaca Cabrera
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
I. LA LEGISLACIÓN MERCANTIL DE LAS AGUAS EN CHILE
II. INSTITUCIONALIDAD Y COLUSIÓN
III. EL MERCADO DEL AGUA
IV. EL MODELO AGRÍCOLA EN CHILE
V. NUESTRAS CONCEPCIONES SOBRE EL AGUA
VI. EL CASO PETORCA: NUESTRA LUCHA
VII. LA CRIMINALIZACIÓN DE LA LUCHA SOCIAL
VIII. LA GUERRA POR EL AGUA
EPÍLOGO
REFERENCIAS
PRÓLOGO
Un libro puede terminar siendo muchas cosas o ninguna. Son tantos los
papeles que se escriben día a día, tantos a riesgo de terminar solo siendo
tiempo y material acumulado, que los destinos de miles de libros son el polvo y
el olvido.
No obstante ese peligro, el libro que hoy tienen en sus manos contiene un
propósito que, insolente, se levanta frente a toda posibilidad de silencio. Es
más, es un libro que se levanta contra toda posibilidad de inacción. Un libro
que palpita, porque está hecho al pulso de los pasos firmes de caminantes
incansables, y por tanto de larga vida.
Es un libro que refleja un trozo de lo humano que se abre paso a
contracorriente.
Y para partir su lectura hay que asumir una sentencia: El agua en Chile se
roba. Si cree que esto no pasa o le sorprende tal afirmación, lea con detención
cada línea contenida, llénese de indignación y sea bienvenido a Macondo. Si lo
sabía y no le importa, lea también, pero con cuidado, ya que el libro será para
usted una molestia permanente, o ¡quién sabe! Tal vez llegando a los últimos
párrafos piense ya distinto. Ojalá así sea.
A través de la primera parte del libro, se nos relata la magnitud de los
problemas que trae consigo este robo, se exponen los cómplices y principales
responsables, como también, todo el andamiaje legal que ha permitido esta
usurpación. Pero como toda realidad tiene siempre su contrapunto, y frente a
los que creen que el agua es para llenarse sus bolsillos, la segunda parte nos
relata la incansable lucha que se ha llevado a cabo para recuperar las aguas en
Chile.
Y ahí es donde surgen las certezas frente a tanta injusticia, pero también
frente a tanto extravío. El agua como fuente de vida, el agua como derecho
humano, el agua como bien nacional de uso público. En definitiva, el agua como
parte vital de todo un pueblo, que al estar arrebatada, no queda más que
cumplir el mandato ineludible de recuperarla.
Así, tras cada una de las dos partes que lo componen, nos vamos
encontrando con la pluma punzante de Rodrigo Mundaca, Secretario General
de MODATIMA, quien al calor de la coyuntura y de la lucha misma por
recuperar el agua, ha ido escribiendo en el transcurso de estos años. Mientras
que es Rodrigo Faúndez –encargado del Área Socio-ambiental de Fundación
CREA y miembro de MODATIMA– quien compila y le da edición a los más de
veinticinco escritos que componen el libro.
Los invitamos a leer el texto, porque estamos seguros que esta publicación
tiene una importancia fundamental para el Chile de hoy, ya que, junto con
develar uno de los procesos de mercantilización más inaceptables que ha
impulsado el sistema neoliberal en nuestro país, con el apoyo y complicidad de
los gobernantes, nos señala también los principios y horizontes que inspiran la
lucha por el agua; como a su vez, los distintos mecanismos para lograr
conquistar la recuperación de estas.
—•—
Los invitamos a mirar más allá de la importancia que recae en su contenido,
para que lean entre líneas el valor de todos los esfuerzos y voluntades que se
han aunado para llegar a su publicación. Cabe destacar, primero que todo, que
es el segundo libro de la colección “Política en Movimiento”, que se está
trabajando desde la Editorial América en Movimiento, y por lo tanto, es parte
de un grupo de otros escritos, que al igual que éste, serán reflejo de luchas y
experiencias que, al calor de voluntades emancipadoras, se van gestando en
nuestro país y otras latitudes.
Además, está el hecho –de vital trascendencia para nosotros– que éste ha
sido un trabajo conjunto entre MODATIMA –Movimiento de Defensa por el
acceso al Agua, la Tierra y la protección del Medio Ambiente– y la Fundación
CREA, a través de su Área de Estudios Socio-ambientales; y que, por tanto, nos
ha permitido comprender, en la práctica misma, lo que nos propusimos al inicio
del proyecto de la Fundación: ser un centro de pensamiento estrechamente
vinculado con las luchas sociales y sus organizaciones.
Pero no solo esto. Desde quien ha revisado y editado el texto, quienes lo han
escrito y trabajado, todos de una u otra manera hemos estado vinculados a esta
lucha tan relevante para nuestro país y su gente. Por lo tanto, el libro significa
también, la confluencia de confianzas y compromisos por iguales principios y
causas.
Así, han de saber que tras una pluma y relato simple, que nos va
presentando una compleja realidad de injusticia y descaro, se presenta también
un puño firme e incansable, que refleja el trabajo colectivo por causas justas, y
que pone también ante nosotros llamados que ningún amante de la humanidad
debiera dejar pasar.
Rodrigo Mundaca es claro en ello: “podemos prescindir de todos los bienes
suntuarios que nos rodean; sin embargo, sin agua la vida se encuentra
irremediablemente amenazada. Los tiempos y plazos se agotan; hoy, recuperar el agua
para todas y todos es un imperativo ético, un imperativo moral… mañana será
demasiado tarde”. Párrafos como éstos abundan dentro de este libro y, con los
diagnósticos claros y las salidas propuestas, no es un grito al vacío, sino que un
llamado lleno de coraje desde un camino que muchos han comenzado a andar.
Finalmente, solo agregar –porque es imposible no ocupar este espacio para
hacerlo– que tras cada línea, acompañada de los múltiples recuerdos y
experiencias de lucha que han permitido que tantos nos encontremos hombro
con hombro, la palabra que retumba y queda revoloteando es decoro.
Este camino llevado a cabo por MODATIMA no ha sido fácil y, de seguro,
en el futuro no lo será tampoco, pero la firmeza muestra eso que José Martí
destacó en los pueblos, como la sabia que corre por los árboles: “cuando hay
muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos
hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los
pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles
de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.
Por eso este libro está escrito por miles de hombres y mujeres, para llegar a
millones.
1. Programa World Water Assessment Programme de la UNESCO, en español conocido como Programa
Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos. Este programa tiene como objetivo dotar de
información, datos, herramientas y los conocimientos necesarios a los gestores del agua y los
principales responsables de la toma de decisiones para que puedan participar de forma eficaz en el
desarrollo de políticas. http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/environment/water/wwap/
[Nota del Editor].
2. Nos referimos a las dos coaliciones políticas que han gobernado el país, después de la Dictadura: la
Concertación de Partidos por la Democracia –hoy Nueva Mayoría–, y la Alianza por Chile, que
agrupa a los partidos de derecha.
3. En los días en que este texto ha sido escrito, el gobierno de Michelle Bachelet está impulsando una
reforma al Código de Aguas, que, se supone, vendría a solucionar el problema derivado del Código de
Aguas de 1981 y los problemas de institucionalidad del agua. No tenemos certeza de cuál será el
resultado de dichos cambios, pero todo apunta a que no habrán transformaciones significativas. A
partir de toda la situación esbozada anteriormente, cabe hacerse una pregunta, ¿qué tipo de
legislación precisa nuestro país en materia de aguas? Lo cierto, es que un problema de envergadura
mayor no se soluciona con salidas cosméticas. Las transformaciones que requiere la legislación y la
institucionalidad en materia hídrica deben sin duda alguna ser estructurales; vale decir, como lo
señalan las organizaciones y movimientos que se encuentran en conflicto, deben declarar las aguas
como bien público y derecho humano y asegurar su desmercantilización.
Primera parte
EL CONTEXTO DEL AGUA EN CHILE
I. LA LEGISLACIÓN MERCANTIL DE LAS AGUAS EN
CHILE
AGUA Y CONSTITUYENTE
En relación al carácter privado de las aguas, establecido en la Constitución
Política de Chile, cabría señalar algunas cosas.
La Constitución es un texto que recoge los principios y mecanismos de
organización del Estado, los derechos y deberes de los ciudadanos, su amparo
ante las injusticias cometidas por el Estado o por entidades privadas. La
Constitución es, además, una declaración de principios que refleja las ideas y
las aspiraciones del Estado; tiene como fin último fijar ciertos límites y patrones
de acción entre los diferentes poderes del Estado; es decir, la Constitución
norma la relación entre lo legislativo, judicial y el Poder Ejecutivo, formándose
a partir de ella las bases generales para el gobierno de una determinada nación.
En Chile, la Constitución que norma la vida de todas y todos los ciudadanos,
fue elaborada el año 1980, en plena dictadura militar, impuesta por la fuerza y
ratificada a través de un acto fraudulento. Por lo tanto, es profundamente
antidemocrática, ya que le confiere poder de veto a una minoría, restringiendo
la diversidad política. Además, no reconoce derechos humanos fundamentales,
como el acceso a la educación, la salud, la vivienda, el trabajo y la previsión. En
palabras simples, la Constitución de Chile ha secuestrado la soberanía política
de la nación, ya que, a través del sistema electoral conocido como Binominal,
ha consagrado el duopolio Concertación-Alianza.
La Constitución actual, se ha encargado de avalar los abusos del mercado,
ha profundizado las desigualdades, y ha regalado nuestros bienes naturales,
permitiendo, además, que se destruya el medio ambiente.
Respecto del agua, el artículo 19 número 24 señala: “Los derechos de los
particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley,
otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”. Para mejor interpretación, somos
el único país del mundo que otorga el derecho de propiedad privada al agua, y
esta situación es inmutable, ya que se encuentra consagrada en la Constitución.
Cualquier cambio que se intente, se encuentra con el infranqueable muro de los
famosos quórum calificados; es decir, quórum de mayoría de diputados y
senadores en ejercicio para su aprobación.
¿Agua y Constituyente? La recuperación de las aguas requiere de un marco
constitucional que consagre a las aguas como un bien nacional de uso y
dominio público, y su acceso, como un derecho humano esencial e
irrenunciable. En rigor, todas las luchas que se libran y despliegan en el
territorio nacional deben imbricarse con la lucha por una nueva Constitución,
que emane del ejercicio de la soberanía popular.
Recuperar el agua es un imperativo moral, y como imperativo que es, debe
estar contenido en una nueva carta constitucional que establezca los siguientes
puntos:
ES TIEMPO DE PASTOREAR
Pastorear tiene por definición llevar el ganado al campo y cuidar de él
mientras paste, es decir, cuidar el rebaño durante el período de tiempo en que
se comen la hierba.
El uso de modelos conductuales en animales para explicar conductas
humanas se remonta a varios siglos atrás, y se actualiza y cobra vigencia cada
vez que no tenemos respuestas racionales a conductas humanas impredecibles,
predecibles, impropias o simplemente inauditas.
La conducta es, en palabras sencillas, “el modo de ser del individuo”. Para
mejor comprensión, “el conjunto de acciones que lleva a cabo para adaptarse a
su entorno”. La conducta está determinada por variados factores: genéticos o
hereditarios, situacionales o del medio.
Los factores genéticos o hereditarios se refieren a la conducta innata
(instintivos) que existen en el individuo al nacer. Los situacionales o del medio,
se encargan de explicar la conducta concreta que se da ante una determinada
situación.
A propósito de todas las disquisiciones anteriores, es curioso lo que sucede
en el inconsciente colectivo de todas y todos los ciudadanos, cada vez que se
aproxima una elección parlamentaria.
En Chile, el Sistema Binominal de Elecciones es uno de los eslabones
esenciales que la dictadura chilena y sus colaboradores refrendaron en la
Constitución política de 1980.
En la génesis de la formulación del Sistema Binominal, él mismo estaba
dirigido a generar estabilidad y gobernabilidad del sistema político. En rigor, lo
que buscaba era impedir que los ganadores del Plebiscito del 88, por la vía
parlamentaria, modificaran la esencia del sistema de democracia tutelada,
consagrada en la Constitución política de 1980.
Los sistemas electorales constituyen una de las piedras angulares de los
sistemas democráticos, ya que ellos fijan las normas del ejercicio de la
Democracia, incidiendo directamente en las relaciones de poder entre las
diversas fuerzas políticas, e influyendo así en la capacidad de las organizaciones
políticas de generar y promover acuerdos, como también, en la conformación
de coaliciones.
Desde el comienzo de la transición, los parlamentarios chilenos –
generalmente uno de la Concertación y uno de la Alianza– han sido electos a
través del binominalismo, legado central de la dictadura de Pinochet, y
destinado a hacer inviable una real democratización del país.
Hay que señalar que durante el Gobierno de Lagos se llevaron adelante
algunas reformas cosméticas al sistema electoral, reduciendo el período
presidencial de 6 a 4 años, sin posibilidad de reelección, y se eliminaron los
senadores designados y vitalicios, que no llegaban al parlamento por votación
popular sino por una designación aprobada durante el régimen militar. Con
claridad, hay que señalar que estas reformas no significaron un cambio
cualitativo y radical en la composición del Congreso chileno, ni tampoco
contribuyeron a terminar con la exclusión.
En rigor, el sistema Binominal que prevalece en Chile fue diseñado para
evitar que los ciudadanos elijamos a nuestros representantes de modo
democrático, participativo y proporcional, limitándonos solamente a ratificar
las decisiones adoptadas por los partidos de la Alianza y la Concertación, así
como también, ratificar aquellos pactos acordados entre cuatro paredes y que,
supuestamente, han sido adoptados para dar “gobernabilidad”.
El sistema electoral chileno es genéticamente excluyente y su continuidad ha
debilitado el sistema democrático. Los votantes no tienen ninguna injerencia en
la decisión sobre las candidaturas y, producto del mecanismo de elección, la
certeza previa de quienes serán elegidos es muy alta: uno de la Concertación y
otro de la Alianza, duopolio que se ha repartido la administración del Estado
desde el año 1990 en adelante.
La democracia chilena requiere de un sistema electoral que solucione los
problemas de representatividad del sistema actual, que incluya la diversidad
ideológica, y que contemple también aspectos de género, pueblos originarios,
sociales, religiosos y regionales.
La exclusión, por la vía de los hechos, puede ser derrotada; el fin de la
exclusión por decreto, o por nuevas cuotas de poder, más bien, es menos de lo
mismo.
Y volvemos al pastoreo, a las declaraciones de los potenciales candidatos del
duopolio: “Me siento capacitado para representarlos”, “el partido me dio la
tarea de concursar al Congreso Nacional”, “me despojo de mis cargos y desde
mañana me pongo a recorrer el distrito”, “conozco los problemas de la gente y
sé muy bien cómo solucionarlos”, “tengo la preparación suficiente para ocupar
un escaño en el congreso” y bla, bla, bla…
Es un lugar común, no obstante, señalar que desde el 2011 no somos los
mismos; es un lugar común sostener que los movimientos sociales en Chile se
estructuraron por fuera de los partidos políticos, insistiendo que los mismos
son parte del problema y no de la solución; es un lugar común sostener que la
enajenación y mercantilización de los bienes naturales, que la mercantilización
de derechos como el acceso a la educación y la salud son una vergüenza; es un
lugar común sostener que tenemos una clase política que se ha reproducido de
forma endogámica en el poder, y que además, no ha sido capaz de dar
respuesta a las necesidades de transformación que las mayorías del país
reclaman, cautelando para sí sus privilegios de clase.
No obstante lo anterior, en la reciente elección Municipal, con voto
voluntario e inscripción automática, ganó la abstención: sesenta por ciento. Sin
embargo, e inmediatamente, ha comenzado el rito que se repite cada cuatro
años: los “capaces y dadivosos candidatos” de los partidos políticos chilenos
han salido a “pastorear”; en rigor, han salido a buscar un escaño en el Olimpo,
a costa del rebaño. ¿Seguiremos siendo ganado dócil llevado a la pradera? Una
vez más, de nosotros depende.
4. Se refiere a Camilo Escalona, influyente político de la Concertación de Partidos por la Democracia, ex
presidente del Partido Socialista, ex diputado y ex senador. Ha sido uno de los principales opositores
a los cambios que los movimientos sociales han planteado en el país. [Nota del Editor].
II. INSTITUCIONALIDAD Y COLUSIÓN
Relatado todo lo anterior, y para ser justos, cabría señalar que la historia
también recuerda que el año 2008 Edmundo Pérez Yoma se querelló contra
dirigentes que lo emplazaron públicamente en una actividad del entonces
gobierno de Bachelet, en la comuna de Cabildo. La querella contempló como
testigos de la parte querellante al ex diputado de la DC por el Distrito 10,
Eduardo Cerda García, al ex alcalde DC de la misma comuna de Cabildo,
Eduardo Cerda Lecaros, el ex gobernador PS de la Provincia de Petorca, Julio
Trigo, y el ex SEREMI de agricultura de la Región de Valparaíso, Hugo Yavar.
Inicialmente los abogados que patrocinaron la querella eran funcionarios de la
Intendencia de la Región de Valparaíso y del Ministerio del Interior. A fines de
abril del año 2008, Pérez Yoma se desistió de la querella y los dirigentes
ratificaron los dichos de acaparamiento impropio de las aguas de riego en que
incurrió el ex ministro del Interior y anfitrión de un par de reuniones de
gabinete desarrolladas en su empresa Agrícola El Cóndor.
En el año 2012, luego de que concurriéramos a denunciar el robo de aguas de
Pérez Yoma a CNN Chile, el mismo ex ministro que se querelló el año 2008
con dirigentes campesinos, volvió a querellarse, esta vez, en mi contra.
A propósito de esto, me gustaría compartir algunas breves reflexiones en
torno al significado de la palabra justicia. No soy abogado, menos erudito en
torno a los aspectos legales que rigen la convivencia en nuestro territorio, lo
que no me impide reflexionar sobre la forma en que se imparte justicia en el
país y cómo la misma se pone al servicio de los poderosos. Diversos autores
sostienen que la justicia es un valor que “inclina” a obrar y juzgar, teniendo por
guía la verdad y dando a cada uno lo que le pertenece; en esta misma dirección
se sostiene que para que la justicia pueda existir, se debe observar una
imparcialidad absoluta; en rigor, la justicia como valor democrático es un nivel
que se desea alcanzar y está vinculado estrictamente al valor del bien general.
¿Para qué sirve la justicia? En términos simples, sirve para lograr el
equilibrio entre las distintas partes, para asegurar que más allá de las
diferencias, tengamos los mismos derechos y obligaciones, tomando en cuenta
el interés general y no sólo el de una de las partes. En esencia, la justicia obliga
a que la ley sea igual para todos y se aplique a “todos” por igual, sin privilegios
de ningún tipo.
Sobre estas disquisiciones en torno al significado de la justicia, me surge una
reflexión. Qué difícil es pedir justicia en un país como Chile, donde la justicia
es, en rigor, el privilegio de los poderosos. Poderosos que emplean el derecho
como la voluntad de su clase, la clase dominante, erigida en fuerza de ley. A mi
juicio, la justicia en Chile es como las serpientes… muerde a los descalzos.
A continuación, citamos un relato escrito el 21 de enero del 2014, que
explica la judicialización que Pérez Yoma ha llevado en nuestra contra.
PÉREZ YOMA12
Estimados amigos, como saben, los abogados de Pérez Yoma –el estudio
Puga y Ortiz– desde julio del 2012 me ha llevado 8 veces a tribunales por
sostener que Pérez Yoma usurpa agua.
Todo comenzó cuando sostuve, el 18 de abril del 2012, en la entrevista de
Tomás Mosciatti, y con pruebas a la vista, que en la Provincia de Petorca había
conspicuos políticos y empresarios usurpando y lucrando con el agua de las
mayorías sencillas.
A los pocos días, concretamente el 11 de mayo del 2012, fui notificado de una
querella por injurias con publicidad. Ha pasado el tiempo, hoy esa querella se
encuentra radicada en 4 tribunales: en La Ligua, por un discurso público
pronunciado en una plaza pública en el marco del Día Mundial del Agua; en
Quillota, por entrevistas dadas a medios locales; en Santiago, por la entrevista
dada a Tomás Mosciatti; y finalmente en Concepción. Curiosamente, este
último frente judicial se abrió después de la emisión de “La guerra por el agua”,
del programa “En la mira”, de Chilevisión, programa emitido el día 3 de julio
del 2013.
El periplo por tribunales ha sido largo y cansador, y como he sostenido
siempre, atenta contra dos principios básicos: contra la libertad de expresión y
contra el legítimo derecho a la defensa ante un delito feroz: robar agua.
Los tribunales han sido el escenario donde los poderosos han intentado
acallarnos; por ende, a fines de diciembre del 2013, declaré que no iba más a
tribunales, que no me prestaba más para esta farsa, en tanto no se discutiera el
problema de fondo: terminar con el lucro y la usura con el agua, terminar con
la privatización, recuperar el agua para las comunidades y los territorios.
Los abogados de Pérez Yoma han continuado citándome a tribunales y los
tribunales han continuado prestándose para esta mascarada. El día de ayer, 20
de enero del 2014, fui citado al Juzgado de Garantía de La Ligua (cuarta vez); y
para ser coherente, no me presenté.
Pues bien, José Luis Farías, abogado que nos defiende en La Ligua y Quillota,
sí se presentó a la audiencia de las 11:00 AM y los que ahí estaban quedaron
atónitos. La Jueza Jeannette Roco Ramírez se inhabilito de la vista de la causa,
debido a que ella misma, el día 12 de marzo del 2013, sancionó a la pena
máxima (pagar 20 UTM) a Agrícola El Cóndor, de propiedad de Pérez Yoma,
por obras irregulares en la caja del Estero Los Ángeles, estero adyacente al río
La Ligua y que colinda con la propiedad del ex ministro.
El día 30 de enero estoy nuevamente citado a tribunales; esta vez al segundo
de garantías de Santiago, donde nos defiende Rodrigo Román, de la Defensoría
Popular. Es probable que otro conejo salga del sombrero, o que el juez dicte
orden de detención por no presentarme, o intenten congraciarse con Pérez
Yoma; vaya uno a saber la conducta de los jueces.
He querido transmitir esto, generalmente lo hago en forma de artículo; sin
embargo, en lo que a mí me afecta, y no tengo ánimo de mártir ni nada por el
estilo, simplemente colocado en este tránsito, llegaré hasta el final, porque mi
convicción más íntima es que la lucha por el agua es la defensa de la vida. ¡No
más lucro y usura con el agua de todos y todas!
Gracias a ustedes por ayudar a sostener esta batalla.
12. Gracias a la presión de la lucha por el agua y a la inconsistencia en los argumentos de los abogados
querellantes, en los días en que el texto se encontraba en edición, los abogados de Pérez Yoma
desistieron de las querellas interpuestas contra Rodrigo Mundaca en los tribunales de Concepción,
Quillota y Santiago. [Nota del Editor].
VIII. LA GUERRA POR EL AGUA
Para finalizar este libro, no queremos dejar pasar por alto la situación de las
aguas en el mundo, así como referirnos a las batallas por el agua que se han
librado en otras latitudes de nuestro país.
DE PARÍS A MACONDO
He dejado pasar algunos días para que la mesura y la calma imperen al
momento de reflexionar sobre nuestra participación en la Universidad de
Verano Europea para Movimientos Sociales, realizada en la ciudad de París,
entre los días 19 y 23 de agosto del 2014. El encuentro desarrollado en la
Universidad Diderot no es casual, puesto que el nombre de la universidad se
encarga de rendir homenaje a Denis Diderot, filósofo francés, célebre porque
en el centro de su pensamiento estaba el conflicto entre la razón y la
sensibilidad, por la búsqueda de conocimientos con fundamento científico y por
la verificabilidad de los hechos observados empíricamente. En cuanto a su
posición filosófica mantuvo una postura materialista no dogmática, y debido a
sus ideas y publicaciones Diderot fue perseguido y encarcelado por el poder
público.
Durante el desarrollo de la Universidad de Verano Europea asistimos a
diversos foros de discusión y análisis referidos a alternativas al modelo
neoliberal, gobiernos progresistas en América Latina, el rol de las
transnacionales europeas y su responsabilidad en las políticas extractivistas
imperantes en América Latina, soberanía alimentaria y dependencia.
Particular interés tuvo el debate en torno a la financierización de la
Naturaleza, lo que se traduce en cómo el capitalismo verde incorpora los
servicios de la naturaleza al mercado; en rigor, la privatización de los bienes
naturales puestos al servicio de la generación de plusvalía.
El agua, como bien natural estratégico, fue tal vez uno de los temas de
debate más importante durante el desarrollo de la Universidad de Verano. Tres
días consecutivos se destinaron a debatir en torno a los efectos de la
privatización del agua. Dirigentes del movimiento de afectados por represas en
Brasil, Guatemala y México, abordaron los efectos del desplazamiento forzado
de comunidades, profundizaron sobre las resistencias territoriales,
denunciaron la criminalización de los que luchan por defender el agua como
bien común y derecho humano, hablaron de la conducta de gobiernos serviles
ante los dictados de las transnacionales que, en América Latina, se apropian del
agua a costa del sacrificio de las comunidades y la pauperización de los
territorios. También fuimos testigos del juicio crítico de representantes de
Organizaciones No Gubernamentales Europeas en torno al rol de
transnacionales francesas como Suez, propietaria de la empresa sanitaria
Aguas Andinas, responsable del suministro de agua potable en Santiago, capital
de Chile; o de empresas público privadas italianas como ENEL, dueña del 81%
de los derechos de aprovechamiento de aguas no consuntivas en Chile; es decir,
dueña de las aguas que hoy se destinan a la generación de hidroelectricidad en
el país. Merece una mención particular el modelo privado de aguas chileno,
referido por todos los expositores como el modelo más inhumano existente en
todo el planeta.
A nuestro turno, el día 22 de agosto nos correspondió intervenir en el marco
de los seminarios de agua, dando cuenta del origen del lucro con el agua en
Chile, de la vigencia del Código de Aguas formulado en dictadura, de cómo los
gobiernos de la Concertación y la derecha perfeccionaron el modelo de lucro y
usura con el agua, privatizando las empresas sanitarias y entregando la
naciente de nuestras cuencas a la megaminería. Asimismo, hablamos de los que
se han enriquecido con el agua entregada de forma gratuita y perpetua por el
Estado; también nos encargamos de dar a conocer las luchas territoriales que
desde Arica y Parinacota y hasta Magallanes se libran por agua, para finalizar
con las demandas del Movimiento Social por la Recuperación del Agua y la Vida.
Fueron días intensos, los que finalizaron el día 23 de agosto, hablándole a la
comunidad chilena residente en París, comunidad que al finalizar nuestra
exposición formó un comité chileno-francés por la recuperación del agua,
comité que se apresta a desarrollar acciones de visibilización de la lucha por el
agua en toda Europa. Particularmente valiosa fue su declaración de
constitución, demandando el fin del lucro con el agua y la recuperación de la
misma para las comunidades y territorios.
Cumplidos nuestros objetivos, el retorno fue la constatación una vez más de
la impudicia con que el agua sigue siendo objeto de lucro y usura en Chile,
particularmente en la Provincia de Petorca, Región de Valparaíso.
El día martes 26 de agosto, junto a dirigentes sociales de la comuna de
Cabildo, concurrimos a la Gobernación Provincial de Petorca a reunirnos con
la encargada de los fiscalizadores de la Dirección General de Aguas de la región
de Valparaíso, Daniela Vidal. Una vez más, en las manos de los dirigentes
sociales estaban antecedentes concretos de usurpación de aguas cometidos por
empresas mineras y agroexportadoras de la provincia; una vez más, y como
sucede hace más de 10 años, la excusa de la institucionalidad fue la carencia de
facultades para poner fin a la usurpación de aguas; una vez más se puso de
manifiesto que la institucionalidad en materia de aguas en Chile es parte del
problema y no de la solución; una vez más constatamos que los poderosos
pueden usurpar agua sin ningún tipo de restricciones o medidas punitivas
efectivas que puedan impedir este atropello al derecho más esencial para la
vida, el agua.
Como cruel ironía, en momentos que realizábamos las denuncias de
usurpación de aguas ante la autoridad incompetente, en paralelo se desarrollaba,
en dependencias de la gobernación provincial, la Mesa Regional de Aguas, con
la presencia del Secretario Regional Ministerial de Agricultura y el Delegado
Regional para los recursos hídricos; mesa que ha excluido a las organizaciones
territoriales que desde la Provincia de Petorca, instalaron la lucha por el agua
en el país. Desconocemos qué discutía la mesa regional, cuáles son las
implicancias de sus “reflexiones”, y si las mismas son vinculantes;
desconocemos si en el origen del debate está la usurpación de aguas, o bien la
derogación de los instrumentos privatizadores del agua; desconocemos la
utilidad de esta mesa regional, cuando en las propias narices de las autoridades
encargadas de velar por el bien común se sigue usurpando agua.
Estamos de vuelta en el territorio y es imposible no evocar el realismo
mágico de García Márquez, el mismo escritor que nos habló de Macondo,
pueblo en que no se puede distinguir entre lo real y lo irreal; al fin y al cabo, en
Macondo todo es posible.
EPÍLOGO