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Proyecto editorial: Coordinacién general de {a obra: Asesor general: Investigacin iconograifica Disetio de coleccién Federico Polotto Juan Suriano Enrique Tandeter Graciela Garcia Romero Isabel Rodirigué NUEVA HISTORIA ARGENTINA TOMO 9 VIOLENCIA, PROSCRIPCION Y AUTORITARISMO (1955-1976) Director de tomo: Daniel James EDITORIAL SUDAMERICANA, [BUENOS AIRES, COLABORADORES “eras, Gare “Volenin,eeaciein y alarms: 1855-876, - 2 ea. - Weep bac a= cena toa pening: 2) Ricardo Aroskind 'san as0-07.2548-4 Universidad de Buenos Aires 1. Histo Patten Arganing |, Tilo op san'ea2| Javier Auyero State University of New York at Stony Brook PRIMERA EDICION ‘ania de 2008 Monica B. Go “ONICET - Universidad Nacional de Cordoba ‘TERCERA EDICION “Agosto de 2007 Mark Alan Healey University of Mississippi Rodrigo Hobert Universidad de Buenos Aires Daniel James Indiana University ‘CONICET - Universidad Nacional de La Plata [Leas Rubinich Universidad de Buenos Aiers Maristella Svampa Saat ‘Universidad Nacional de General Sarmiento nt pusticacton no ete ser reprodcia, oi en todo ni en prt, ni egisada en, César Teach wanstida por un stead reeoperacin de iatormaci, en anguna forma CONICET - Universidad Nacional de Céedoba i porningin modo, 208 meciico fotoqimien, electnica, magnétic,elesrooptce, | | Sergio A. Pajl or foa2apia ocualauter 0 in permit previo por escrito dels editorial IMPRESO EN LA ARGENTINA Queda hecho ef dep que previa la ley 11.72 {© 2003, Editorial SudamericancSA°, Humbero 1531, Buenas dives. ISBN 10-950.07-2344 ISBN 13: 978-950-07-25444 ISBNO.: 950-07. 1365.3 ww sudamericanalibros.com.ar Schoo, Emesto, “La nveva canci6a de ls argentins", en Primera Plana, Bue nos Aires, 1/6/1968. Sigal, Silvis, Jtelecmcles y poder en la décade del sesenta, Buecos Aires, Pantosur, 1991 Spineto, Horacio, “Buenos Aires era un happening” en Toda es Historia, Buc- os Alea, octubre de 1990. Steimberg, Oscar, Leyendo hitorietas, Buenos Aires, Nueva Visién, 197. ‘Texin, Oscar, Nuestros aks segenta, Buenos Aires, Puntos, 1991, ‘Troncoso, Oscar, Buenos Aires se divierte. La historia popular, Buenos Aires, RAL, 1971. VV.AA., “Los "60. La culture dela revolucisn", en Tempe Argentino, Buenos Aires, 277771986, Walger, Syvina, y Ulanovsky, Carlos, TV Gute negra, Buenos Aires, Eaiciones de ia Flo, 1974, ‘Yoonet, Paul, Juegos, modas y masas, Barcelona, Gedisa, 1988, —— 328 — VU Protesta, rebelién y movilizacién: de la resistencia a La Lucha arosada, 1955-1973 C? > @oTRORRE Pa L dors" sue derroco al gobierno de Juan Do- mingo Perén, pretendia ter minar_con una formade Facer politica y disefiar un ¢ nllevo modelo de “cepiiblica aM ARIMON DOP” basen parierd — Lattiih—4 pacion de Tow partidos quey tenn é habian conformedeilaiaposis 5 aT CIGRAMObISAOYSin embar- eae ee formal, los sucesivos gobier~ nos adolecerfan de unailegie)p fimidad eencial que llevaria' a Jos manginados del sistema a la utilizaciéa de canales ektraparlamentarios y a Ta. cieaciGn dejntieyas Reves por) donde eXteriorizar la protes- z GANAS’, comenzacon a defi- nirse précticas sociales de Geeion Giteets al estar veda da para el partido mayorita- rio la mediacién politica ‘Una situacién de €3Si pies @empleoweres, asu vez, condiciones més fayprables paracLéxito de laseivind 4 asiones-A ello se sumaron, / como factores de moviliza cién, lainistraei6n pol en amplios sectores y Ta in- fluencia de los diferefites migvimientas de liberacién acional gue surgian en el mundo en el contexto de la Guerra Fria, En este senti- do, puede marcarse como rasgo dominante de todo el perfodo la permanente recurrencia SIReSe cleina yale oneness i BE histéricos especificos. Bsas diferencias tienen que ver con los GEMM 3: on cada rmomerto encuadraron ls nc: ciones, es decir, con k 5 que condicionaron los modos de accién y llevaron a la utilizacién de distintos repertorios de confrontacién, segiin los actores so- ciales involucrados y las oportunidades politicas abiertas para la exteriorizacién de In protesta. ; on TS eee Sin embargo, fueron tomando diferentes formas we do ¥ Sgntenidos al mismo tiempo que se iban conformando pee nuevos actores provenientes fondamentaimente de los see: AS ISSO STD se produjo un momento explosi- vo. En ese corto lapso emergié lo acumulado en los aflos 2 40 previos, estallando 1a rebelidn popular y conforméndose ee movimicatos socialesde-opostctén al répenc ‘Dposicion al régimen que ensaya- ron RUSVOs FEpErE F3 jodujo el pasaje ala 3, Weis politics, que Adopts diferentes formas y vias de ex- 2eP _presidn seg los actores involucrados y las alternativas po- ee iiss que cada uno sostenta. Sin embargo, es necesario destacar que en este capitulo no serén tratados todos los momentos con 1a misma profundidad,, ya que el propési jue adquirié la forma de rebeliones popula- 1g, movimientos contestatarias o movimientos polficos para la toma del poder, alternativas todas que se fueron conformando en el petiodo anterior; de ahi la necesidad de reconstruir la genesis: de lo que Iuego saldrfa abiertamente a la superficie. — 332 — a ee El hilo que subyace este perfodo cs @@MGMNZONEMMMEEED, 0" <5 Se 1865020 aron diferentes alternativas caracterizadas por su intencién eer en otros hasta fisieamente ( DE LA RESISTENCIA A LAS REBELIONES POPULARES La “pura resistencia”; los “gorilas”, los “caiios”, la revolucién... El gobiemo militar que se instalé en 1955 quebranté mo- ‘mentineamente (0 de ia cual habian ve- nido funcionando Ia vez que intent6 como se paso de disolvia el partido, inhabititaba para ocupar cargos publicos @ Silos Tox dirigentes politicos y gremiales que los hubieran ejercido durante los gobiemos péronistas prohibfa el uso de todos los simbolos peronistas, incluidas las canciones, distinti- vos-y consignas hasta ef extremo de no nombrar a Perdn 0 @ Eva Perén de manera publica o privada. Pero, contrariamente al efecto buscado, est alimentado por discursos y asta que se hiciese ficas violentos qui efectivo el esperado y seguro’ ‘Comenz6 asf un, as SBIR 5 constitute, donde se puso on juego ux Intenso trabajo de representacién, autorreconocimiento, clasi- Ficacién y distincién frente a los valores que se intentaba im- poner desde los sectores dominantes. En efecto, la idea del re tomo siryié como elemento aglutinante para la resistencia po- pullar ya que, a partir de ella, se conformé el mito del “avién negro”, que era sostenido tanto por los partidarios como por 108 temerogos enemigos. El imaginario del servia, entonces, para justificar of pare del gobierno medica extremadament Tepes: — 333 —_ como cl (QUIEEESO/MEIEEMEMIAIP y de otros seguidores el 9 de junio dé 1956, acusados de preparar un golpe con el obje- tivo de traer a Perda de nuevo al pader. Al mismo tiempo, este imaginario sirvi6_para(@l@WCaReifeReHtestjpracticas|WiOledtas) Af comienzo, ellas estabanq@esongamuaadasyy eran Tevadas a cabo porpiitidBHOSIVIbESES politieas que se dieron una debi organizacion de comandos, generalmente barriales y sin mu: cha coordinacién. Algunos trabajadores comenzaron también a porticipar de esas précticas, a la vez que intentaban reestructu- rarse internamente y ganar a través de nuevos dirigentes los diferentes sindicatos DELANESIStecIaIAAIYMENIAD o més esponténea que predomi- né en la primera mitad de 1956 se paso a otros répeHOHOS ae confrontacién como el de Ia preparaci6n y colocacién de bori- ‘as, fos famosos “carlos Ene Taqueria mayor organs Esta practica se encuadrabe dentro de um marco cultural tipico de la resistencia que-recomendaba la aniquilacién del otto, del enemigo, pero de una ania SOlapada enieubierta ‘Arturo Frondiat legs al poder en [558 con el apoyo de! vétlperonila tras haber “pactado” con Perén el Jevantamiento de la proscripcién y el restablecimiento de la Ie- islaciém laboralyauc ha- ‘ia sido deyads Sin efecto durante el gobie Revolucion L Tumbrarse_si Fachada del frigorifica Lisandro de la Torre el dia V8 que llevaron a desva~ desu ocupacién por los obreros, enero de 1959. necer el optimism — 334 | | ' Frigootfic Lisandra de la Torre ecupedo por sus obreras, 9-1-1958. los trabajadores y a (QgDISSESIal SiinaSipieseti case Nl aTetapAy anterior, aunque ahora organizadas con mayor participacion obrera al haberse reconstituido los sindicatos. Un_sjevaplo importante de Ja accisn, obrera/sindical en esta etapa fue 1a lalielga y ocupadi i in SaiiaroydeslaeTonrerenjeneroyde(1959,)La operacisn militar de Gesalojo por dos mil sOfeados Petro tanques dio un saldo de 95 jetenidos, varios heridos y cinco mil cesantes. En el barrio de Mataderos la lucha se proiongé por varios dfas. vacién- del conflicto los sindicatos y organiza- s_gremiales peronistas como las 62 Organizaciones, que habfan decretado un paro nacional, comenzaron a argumentar gue se estaban creando las condiciones pard{iimimwevo BOIBED) GECHIEFONEVENEEINPAPTDD urante todo el gobierno de Frondizi se percib(a est@ tensiOlijeiine una combat vidadlobres i dirigida contra Tas medidas econdmicas y sociales del go- bierno-y-€I deseo de parte de las organizaciones sindicales de esau eRe WAI fin el sector mayoritario dentro Wel sindicalisioo no estaba dispuesto a dejar de ser un —— 335 — Ante 1a conti importante grupo de presi6n dentro del sistema establecido, un “factor de poder” con miras a recobrar el poder politico cuan- do fuera oportuno, Con ain EESRONURIE gu se conosaron x sch ES menzaron a manifestarse | wwe, nutrida de diferentes ver ‘e imagina- comunes, ‘especificos, hasta Hegar Gams: juego en algunos posiciones insurreccio- nals, Una si SEER conjogtron pare: ago cripeién del peconisino, eFexilio de Perén_y ls consiguiente | imesiabitaacrdersistema politico, la ingatisfaccién de los sec- |) tores intelectuales que habfan apoyado la propuesta de Frondizi y lue; iticron desilusionados. Hay que destacar | rrollados en diferentes lugares del mundo, que tornaban posi- ' bes las salidas rovolicionariagy a oitusn del existencialis- ‘mo, que encontré también amplia recepcidn con su “moral de as manos sucias”, y del compromiso en la acci6n, factores to- dos que levaron 4 una reconsideracién del peronismo y sus necesitaba modificar la estructura politica, Ts frag |"demnoctacia burguesa™ que mantenia margingda ala fuerza politica mayoritaria, contribuyendo con ello a perder confian- 24 en el sistema democrdtico-representativo, ‘También se puso participaran efectivamente en el gobierno. Esto encayal rectamente con otro imaginario comin en !a época, tanto de la izquierda como del nacionalismo de derecha, el de lucher con n los. monopolids’¥ €n Tas des empresas extranjeras radicadas en el pais, en especial a partir de 1955, ‘De este modo, afirmando un fuerte componente del peronis- —— 336 — mo pero no exclusivo de él, en la década del 60 se afianz6 el nacionalismo aungue con diferentes signos y objetivos sezmn Tos sectores que 10 Sootuvicran TeMCTaNy amie eon Te dea de 1 LEERROSRIGRAYD ect, eno discrso de distintos sectores se hacfa referencia a ella, por lo general, con un doble sentido. Por un lado era Ia lucha contra el imperialis- ‘mo, por una nacién independiente encuadrada dentro de Tos paises del Tercer Mundo, por una eféétiva soberania en sus re- aciones con los demés paises. 10, implicaba la , “los invasores y ocapan- tes Tnternos”, En ef discurso peronista de la resistencia aparecen fuertes Componentes de vn REUBEN a auf permancn- temente ala situacion del pals como la de un SEORIGBE Ba os cistntos gobiernos como representantes dl “eee cito de '. Entonces, la lucha contra esos gobiernos aparecia legitimada porque se estaba luchando gap *SEUDEIABETOEUOAED. De ae aso «i justiearén de cualquier método de accién, incluida la via armada, apa- recfa entre algunos sectores como un corolaria 1égico, Sin embargo, si bien la situacién creada hacia fines de los '50 y comienzos de los "60 fue dibujando los primeros esbozos de esas alternativas, éstas —alentadas también como un efecto re- bote de 1SUSSSENGHEED — ccupaben todavia un lugar muy marginal. "Ts ones ands et el prone pose tempranamente en évidencia entre quienes quéfian mantener ee gimeiy cotate o e hicionariog y los que. una vez abierto el juego politico con las elecciones dO tetaron ‘posicionarse dentro del siste- ima. Entre los primeros se destaca la Ifnea de los “duros”, que ‘Feconocian el liderazgo de quien fue el primer delegado de Pern, (GHOIMAIBAIESERS. Despuss que Perén privilepis la tactica de apoyar a Frondizi, la importancia del sector mas in- transigente dentro del movimiento comenzé a declinar y con é1 también la figura de Cooke, a pesar de sus intentos por volver @ recuperar protagonismo en la toma del frigorifico Lisandro dela Torre tratando de dare aésta el cardcte de huelge gene. ral insurreccional. — 337 — Una vez fracasadas y endurecidas las relacio- nes con el gobierno, Cooke alents y participé en el primer intento de Hidp, entre septiembre de "7959 y enero de 1969. A mediados de ese_afio se habia descubierto tam. bién otra jar Juan Domingo Perén con Joha W. Cooke en ta 4, Con un saldo de seis Republica Dominicana. ‘Tétenidos del autotitula- do Sj hes, aunque: hatian apariciones @SBORG narcando la temprana uilizacton de Ya factica de Ta lucha armada para canalizar la insalistaccion de algunos sectores que, posteriormente, tomaria otras dimen. peronista. En ese sentido, éY nacionalisi constituir un componente muy fuerte de la “n ia", cqcterizada por el cos generados por el enfrentamicnt@MISOLenIBD. Asi, en Ifneas generales, las distintas agrupaciones de izquierda fueron } Geficiendose en tomo «tos genes oro Ta 1 5 opt que v optado por Ta “fa Pacifica al comunism con simpatia Jos modelos cubano ¥ chino ¥ revolucién como medio para llegar al poder. Egg revolucign —que segin el modelo cubano— debia ser —— 338 — mn la Union Soviética. A su vez, la ra el supussto basico dé Meteorta tet “Toco”, tctica que intents Er- nest r considerar que era ef irbana ¢l sector de la ‘Sociedad con mayor potencial revolucionario, Estos planteos, que atacaban frontalmente Ia ortodoxia marxista, intentaron tener en la Argentina una aplicacin préctica cuando, con in- —hcidn del servicio de inteligencia cubana, se organizé.en menzaron a proliferar infinidad de agrupaciones constituidas fundamentalmente por j6venes que trataban de fijar posiciones coherentes con los cambios que a nivel mundial y nacional se estaban operando, a ETD os mitre, 339 —— después de derrocar a Frondizi en 1962 ¢ instalar el gobierno imei de Guid, hebian acon |RSS manteniendo Ja proscripcién del partido peronista para les elecciones presidenciales y de gobernadores, lo que hizo posi- ble el triunfo de la formula compuesta por Arturo Mia-Cartos Perette de 1a Unién Cfvica Radical del Pueblo y con ello tam- bign se modificaria Is estructara de las oportunidades politicas para la manifestacisn de la protesta, El movimiento obrero como factor de poder En efecto, la legitimidad de un gobierno pues los votos en blanco en'la elec- cin presidencial de 1963 superaron las cifras aleanzadas por el partido triunfante, aparecia claramente cuestionada y creaba la necesidad por parte del gobierno de mel fin de hacer posibles la crisis desatads el afio anterior. Esto irh- Dlicaba aceptar Ts apertura de ciertos canales por donde se pu- Gieran expresar las reivindicaciones de un movimiento obrero ue, Pero, a su vez, la misma debili dal del gobierno y Ta cuestion pendiente de la proscripeién del eS rrelarzar y m Tineas fes pucde decirse para instalar sus demandas en laestera pablica y para ocupar un espacio fundamental en el escenario patio Bl gt soe ia parsdigadeel We forma que adopté la accién colectiva: los planes de Iucha de —— 340 — 1@WEW que incluyeron marchas al Congreso, movilizaciones en caravanas, ocupaciones de fabricas, cabildos abiertos, ridi- culizacién del oponente, actos conmemorativos, entre otras medidas. Estos planes fuefon evades a cabo entre mayo de 1963 y el fin de 1964 (véase el capitulo I). Ou variante de protesta, que, en realidad, aparecta como una forma polftica de resistencia encubierta o como w ye escondido, fue lf tantes del peronismo: por ejemplo, el 17 de octubre 0 “Dia de Ia Lealtad”, cuya celebracién piblice habia sido sistemética- mente prohibida desde 1955, 0 Ia del nacimiento 0 la muerte de Evita. Recin en 1963, a pocos dfas de asumido el gobierno de Wig, i actos piblicos que ineluye- on i nn ves tc mont. tas en distintos barrios, lanzamientos de bombas de estruendo y conmemoraciones en distintas plazas y puntos del pais. En 1964 los actos presentaron similares caracterfsticas, con un Jenguaje moderado que planteaba tovantar las banderas de Ia “patificacién social", de la “unidad nacional” y de la “felici- dad para que tracria la redencidn argentina: el i sc acina con cl ensote bajo de representacién desarrollado en el perfodo para reafir- mar I nel sentido de eafi - res fundacionales del peronismo, frente ia representada tanto en las diferente Ghlettac cabo srgiondo como enon que guaran toner con Ie vertcalidad caracteritiea del movimiento. En ese senti- do y como un contradiscurso de clase, se reforzaron los imagi- ro GUBRBGN © stn de gar as Incas Hevades 4 cabo por los obreros y sectores populares con las de los get- chos y montoneras en el pasado. E] aio 1965 terminé con el , con ello, sg fue crean- doef marco para alent: por un lado, | Seah Coors cero at es i reine a corporativa: por otro, uni ——minoritaria todavia— y, finalmente, una salida autoritaria, — 41 — 2 apoyada por los pri a ‘manera acordaron incipal Tuente de si poder, que se concret6 el 28 fe junto de 1966 cuando el general Ongania destituy6 al presi- dente lia. Los sectores juveniles asumen compromisos Otro actor que cobrsfuerze fue ASSERTS e s- po aprovechat tambien el cambio operado en a esuctura de fas oportunidades politics: pare QI nicn do fundamentalmente una actitud de compromiso y solidari- dad con los problemas que se vivian en el pafs y en el mundo, ‘uncionaron (QGP, Bn e3e periodo se pusieron en practica los presu= puesios de RSGEMUANRTBD funcionandoe! gobierno i‘ | N72 "a ‘ripartito, la provisién de cargos por concurso, la libertad de cétedra y la autonomfa universitaria, al igual que los centros de estudiantes. En ese conte; pecifica se concentré en un en algunos momentos culminé en (EBB is orncipaesenivesidades naconaes %ero la preocupacién principal de los estudiantes comenz6 a general gue estaba librando sl le hecho disfrutaba de mucha independencia debido en eapess a cae atc Ese procedimiento les permitia a las compafifas automotrices multinacionales manejar un mer- cado inestable pero, al ic tornaba_ sindicatos Sr tostrar su poder, Laver que exigia que su dirgenciacstuvie- se Otro de los sindicatos Ifderes del periodo,t rozaba también de gran autonomia por formar parte de ona esac emia) GGRBBBBD: © erie ojercer vo cont ee completo sobre su presupuesto, asf como sobre los convenios colectivos y servicios sociales. Ademés, la presencia singular durante esos afios de su secretario general —Agustin Tosco—, GERREREEEERIIIED y grotcncasconsiciones demo ticas, fortaleci6 la practica de una democracia sindical partici- Pasa yelemmniacnaice arch sont ae cteaeeaal sible a las demandas de as bases. Otras manifestaciones sociales y politicas también encontra~ rons 0 oe eae politica del peronismo revolucionario s« inieron en la letali- Unicoi de Unllpncs lER cha. A mediados de marzo, en los barrios populares Vista y Comercial se realizaron una serie de asambleas en los — 350 — Esta seca Oy ba centros pasroguiales para protester por el cierre de 130 centros Ge alfabetizacién de adultos que beneficiaban a 6.900 alunos y se decidi6 continuar dictando clases en esos centros, al igual que cen los que funcionaban en las cérceles. Influenciada por la situa- cidn imperante, la Delegacién Regional de la CGT emitié un documento, 1a llamada “Declaracién de Cérdoba”, lorta- sa fomacion de reat civ eoposin al einen, Ese mismo mes, el nuevo gobernador de Cérdoba, Carlos Caballero, presenté un proyecto que pretendfa crear un esque- ra comoraive : nd ein ne agravé el malestar de la clase media, profundamente afectada por la falta de libertades democraticas. Esas circunstancias fueron acrecentando la sensaci6n de injusticia a la que se agre- ul descent estate ete os obreres yas suns, que encontraron detonantes para la expresién del conflicto a comienzos de mayo. El 6 de ese mes, la Unién Obrera Metaltir- gica (UOM) convocé a un paro de 24 horas para protestar con- tra el irresuelto problema dc las QUSHBIIERD sistema por el cual los trabajadores de Cérdoba cobraban menos que sus es de Buenos Aires. Bl dfa 12, el gobierno nacional abolié GRRE, estittecico porter porincntce tose que otorgaba a los trabajadores de Cérdoba el pago de una jor- nada completa los dias sébados, en vez de Ia jornada real que era de cuatro horas. Esto llevé a una multitudinarit de jue fue disuelta por la policfa con el consiguiente €S08 actos fueron un ensayo general Gel Cordobazo, ya que ese dia los trabajadores mecénicos con- siguier te varias horas (GARETT especiaimente en fas clas, E115 de mayo, en el marco de acciones de protesta por el cierre del comedor estudiantil, fue asesinado en Corrientes el estudiante de Medicina Juan José Cabral; luego, con las muer- sn Ade Belo us Nome Biase ea owen, can do participaban en la manifestacion de repudio por lo sucedido en Corrientes, comenzé lo que algunos Iamaron la “semana rabiosa”. A’ partir de ese momento los hechos se precipitaron uno tras otro: la marcha del silencio en Rosario y el paro gene- ral decretado por la Delegacién Rosario para el 23 de mayo en — 351 — repudio por los actos de represién y muerte de los estudiantes, que produjeron varios enfrentamientos callejeros con la poli- cia protagonizados especialmente por estudiantes. Este hecho fue denominedo QQEBERGREEAED 1126 ce mayo el ba. trio Clinicas de Cordoba, donde la mayoria de los residentes eran estudiantes, fue ocupado y, al dia siguiente, Ongaro fue detenido al Hegar en tren a Cordoba. Mientras tanto las delegaciones del interior comenzaron a vena ais dos entelesnacionaes para ae decrtaren un ee ante la grave situacién que se estaba viviendo. cl ‘le ato ect ecer nae als por 24 horas part eT Ua VeTneY30 GE MAYO. EN COrdo- que fuera de 48 horas y adelatitarlo af dfa 29 para remarcar la especial situacién de descontento existente allf, ademas se de- cidié darle ¢l cardcter dé es decir, hacer abando- ‘no de los lugares de trabajo a partir de las 10 para movilizarse al Centro y expresar su protesta, El Cordobazo: los acontecimientos (Gan TaN Grande plaNaNNULERETES, que comen- 26 a las diez de 1a mafiana del 29 de mayo, fue masivo. Ast, eens puntos de la ciudad comenzaron a marchar los trabajadores de IKA-Renauit, Transax, Thompson Ramco, ILASA, Divisién Planta Matrices (Perdriel), Fiat y de las numcrosa@{Stipresas mNetSIGRBIEASY de otro tipe dispersas por la ciudad. Lo mismo ocurri6 con los de las distintas eee de la Empresa Provincial de Energia de Cérdobs ), donde el tea ai et he al baie eee res de ova pls ides GAMANETEN BCBS maron a la marche, hasta que la columna principal que venfa desde la fabrica de IKA-Renault en Santa Isabel fue dispersada hacia los barrios adyacentes luego del primer enfrentamiento ‘La lucha en las calles fou) Vetamos venir los cabatles, ast que jja correr todo el mundo ‘Para arribal! Pero en el grupo habia un muchacko, no sési era de Luz »y Fuerza, entonces cuando toda la manifestacién corre, este hombre se ‘queda y enfrenta a la policia moniada con un palo. Entonces eso hace que la gente se vuelva, que los incentive y por supuesto, can tos elemen- 40s que tenfan on la mano, « los pedradones a la policia. Este acto heroico de ese tipo fue el motor Fue la primera vez que vicabatlos de la polieta de espalda, disparar por la Maipti abajo; siempre los habta vis- to de frente. El haber visto la retirada por primera vez dio fuerza y ‘entonces la gente se reagrupa y seguimos (..) Vienen das o tres patra Heros, se bajan con una confianza barbara —ve ve que no sablan cérmo vera la mano—, pero ya estaba la guerra desatada, haba que defender lugares y entences ahi vino a caballos sino a polictas corriendo a bus- ‘car los patrulleros. Lo agarraron «uno y le rompieron la camisa y al ‘asco 10 traian como una bandera, como simbolo, Se tomé la esquina y se la cerramos (..)” Fuente: Testimonio de Omar, estudiante, ces al cordé: Ta cual parti 6 prdcticamente la totalidad de 1a comunidad cordobesa. se difundié répidamente, suméndose a la protes dia, quienes com- partian la indignacién colectiva, no sélo por la reciente bruta~ lidad poticial sino también por los tres aios de autoritarismo vividos. Para las dos de la tarde la polict fa tenido que replegarse en su central. ‘Los dirigentes sindicales intentaron establecer cierto grado de ontop, ras ertonsss IHR abi xeepao de us ‘manos respondieado al flujo y reflujo de la contienda calleje- ra, sin fener en cuenta Los considerado: sufrie- on duros ataques, se incendiaron las oficinas de Xerox, una contesionaria de; muchos otros negocios; se quema- ron autos y se saqueo ‘on el fin de destruir los elementos alli existentes. No se registraron ac- — 353 —~ Enfrentamiento entre obreros cordabeses y la polita, 1969. (GRBs manivestantes destruyeron pero no robaron. ‘lear [sar lanyard Ba cia sus hogares, ademds varios dirigentes sindicales se mostra- ban recelosos de continuar participando en la protesta que ya Elpidio Torres, desde habia perdido todo tipo de comun que ahora el protagonismo habia pas ladéndose el principal foco de resistencia a lo: s, especialmente Alberdi y Clinicas. A la tarde intery no Ia apariciGn de algunos iradores en los techos agreg6 un tercer elemento al Cord zo, el de haberse intentado un: por parte de algunos grupos See eer GRMN 12 rrupcton oc esos grupos. nornctn en la planificacién inicial de 1a protesta, es uno de los as — 354 — revolucionaria, con el apoyo del comunismo internacional realidad, el si_se lo compara con la protesta obrera y estu- diantil o con la révuelta popular, sin embargo, no debe ser de- jado totalmente a un Tado porque habla de la existencia de un fenémeno que saldrfa claramente a la luz luego de] Cordabazo, En la madrugada del 30 de mayo, dfa del paro nacional con- sector CT. SHG MS on ‘imponiéndoseles penas de entce cuatro y diez afios de prisién. Pasados los dos dfas de protesta el saldo de propiedades destruidas era considerable y Ia cifra oficial as- cen Ue nla Vs ed. 21 sons miento conmovié inmediatamente la esfera politica nacional, el impopula@(gOBSEnad on Caballe®® tavo que dejer el poder y Iu posicién del régimen comenzé a ser seriamente cuestionada. Detenidlos durante el Condabaco en el Tercer Cuerpo de Ejérito esperan ‘para ser juzgados por el Consejo de Guerra, junio de 1969, El pos-Cordobazo: la conformacién de un movimiento social de oposicién al régimen I Cordobazo cristaliz6 el cuestionamiento al régimen ya iniciado por divetsos sectores divis-socicdad, Adems, pondri de manifiesto und erisis de autoridad en el ilterior dellas dife> elites ofganizaciones de Ia sociedad civil que coincidis, tam bign, con La @garicién de Ta juventud en Jalester pablicd-omo un “diSpUEStOrA FO pasado y Mevara cabo fo que entendfan como la re in moral que necesitaba. Este proceso, que se habfa venido conformando durante toda la década del 60, encontré en la brecha abierts por al Cordobazo el escenario para una redefinicién desde abajo creando el marco, a su vez, paraiqueldellamesistencia que habia caractérizado a la etapa anteriO¥ 38 BASamr a a aecin COleCHivR po eee Comenz6 asi a tomagGUCRSOMAMCICIOMIEBROREEBY uc servicfe de bade para la construceién de un movimiento social. En efec to, luego del Cordobazo se habria operado un cambio en Ia es- tructura de Tas oportunidades politicas que torn6 @alnerable all sistema politico para la emergencia de un movimiento social La conformacién de este movimiento implic6 1a utilizacién tanto del@hfeuloR fOHmaleS)(Ias organizaciones ya coustitui- da@[Bbino informales, redes sociales nuevas y recursos prove- nientes de diferentes fuentes y aliados. Pero fo gue lo hizo po- sible fue el enmarcar culturalmente la posibilidad de la aceién, es decir, se construyeron gocialmente los tres componentes bé- signs para Ta aeci6n colectiva: Ia percepc sticks) convencimiento de que era posible revertir esa situaci6n a tra- vés de Ia acc én-de una fuerte identidad, un “nosotros” capaz de promover los cambios. ‘Ademés de la percepci6n de injusticia y de la conformaci6n de una identidad, hacia falta \al@poHtinidad politica pala SOste> fier l Giclo de protestan a contundencia de las movilizaciones iniciadas mostr6 al gobierno Ia necesidad de modificar su orientaci6n, instalando ciertas prioridades en su agenda con objeto de{fREHaReNSESCOREERTOIPOPD ar. Tanto'es asi que, luego del Cordobazo, éste basd su politica frente a los sindicatos en dos ejes principales: por un lado, conseguir Ia paulatingOE linaci6AMENAICGT dividica en dos lineas antagénicas, a fin de obtence apoyo instiGGeIGHA! para los planes del gobierno y, por otro, restablecer aunque en forma condicionada el @6e nism dellaloonicertadion colectiva para flexibilizar Ia posicién de los sindicatos, Asf se abrieron canales de acceso a la partici- pacién por donde €{pRSaBeIMeSCOnEERtO OBFEFOMue actuaron como disparadores de ciertosimovimientos de baselen las em- automotrices de Cérdaba y en otros puntos del pats. Entre los(@SGSSRSSMOmiinnEEs se acentuaron también las di viisiones tras el impacto que significé la aparicién piiblica de la orgeni7ci¢r(HSErIEES PEEORIStATMIORESHERs, con el secues- tro y muerte del ex presidente general Pedro Eugenio GALGEAEMURIGVEIVTIM que condujo al reemplazo de ‘Ongania por Levingston. Estos hechos sacudieron La estabili- dad del bloque dominante creando una fuerte sensaci6n de in- rtidumbre que lev6 al nuevo presidente <(¢6viSHe A (GHERED GiGHEE Ia pOUiCN CLOMOIEN Y SORIAN| ME ndoseles mayor parti- 357 — cipacion a lod{@iSHMtOSSCIOeSSOEMIESH undamentalmente a 105 del trabajo para intentar frenar con ello la posible radicali- zacién, Otto aspecto importante por considerar en Ia creacién de las oportunidades politicas se refiere a Ja adhesién de fluyentes que apuntalaron y dieron cuerpo a una ret6rica de sf, los movimientos de base que tuvieron lugar prin- eipalmente en Cérdoba en el sector dindmico de ta economia, pero también en otros puntos del pais, contaron con el apoyo que, ademés de asesorar a la nueva Giigenci, inilaon sstondtcascampatias de reclamos por la liberacién de los I ins brindaron no sdlo apoyo material y espiritval 2 los trabajadores, sino que instalaron su problemética entre otros sectores sociales, Otro aliado permanente fueron los es- tudiantes que colaboraron para le difusin de los movimientos y para darles un contenido més integral a las reivindicaciones, Antes de seguir avanzando, y como una manifestacién mas de la conformacién del ciclo de protesta a la que hemos hecho referencia, se hace necesario volver la atenci6n sobre la impor- tante rebelién que tuvo lugar en oira ciudad industrial del inte- rior del pafs'antes de finalizar 1969, El Rosariazo jonal decretada por las dos CGT para TOHitintia el Cielo de protesta abierto iniciado en mayo. En ese contexto, también I ¥ So cordon Esta coincidié con ces tenfa lugar en la planta de otores Dieselyde la empresa Fiat de Cordoba, Bl punto de partida de la huelga fe- rroviaria que se inicié el 8 de septiembre en los talleres ferro- viatios de Rosario, Pérez y Villa Diego personal adherido a Ja Unién Ferroviaria, cuyo sindicato estaba intervenido— fue —— 358 — le 4 la vez delega- do gremial, que se negs a firmar I trabaja dores que habfan acatado el paro del 27 de agosto. A esta medi- da se sum6 el dfa siguiente el resto del personal adherido al otro sindicato ferroviario, La Fraternidad, y para el 10 la huel- gase habfa extendido a las provincias de Buenos Aires, Cérdo- ba y Santa Fe, manteniéndose hasta el 27 de septiembre Frente a esa situaci6a, ol gobierno nacional convocé el 16 de septiembre al personal f ba en Pata entonces, diferente on los obreros; incluso la y el gobierno provincial decidié decretar feriado para “prevenir inconvenientes” dado clpeso simbslice que texts cD ya os aba Jjadores. En la Capital Federal y en Rosario, las mujeres de los {erroviarios elevaron petitorios a las autoridades detallando la situacién en Ia que se encontraban sus familias. Fl 16 de sep- tiembre la CGT de Rosario decreté el paro activo por 38 horas, llamando a una movilizacién y posterior concentracién frente al local de la CGT, : (Goss posar ac oue et ca anterior las autoridades habfan emitido un comunicado por el cual alertaban a le poblaci6 A. bre la prohibicién de toda manifestacién, Luego de la expe- venci del Corobazolasfieaspolicssueeo oad Gaara: Y por contingentes especializados Fa Gesdetemprano, se desplegeron ‘no sélo por la zona céntrica sino también por los barrios donde se encontraban las principales fabricas y talleres, con objeto de impedir el ingreso de los manifestantes en la zona céntrica. Sin embargo. ‘ocuparon ese sector con ubicacién en el ‘centro, como los de Obras Sanitarias, Luz y Fuerza y ferrovia- riosyentre’otros, y también lograron Megar columnas prove- nientes, dela zona ron construyendo ‘émnibus para impedir el paso de Jos vehiculos policiales, se atacaron comercios y se registraron enfrentamientos con la po- — 359 — licfa con cl saldo de un herido de bala. Algunas columnas que logsefonlegar desde los tantos ntentaro GD GRRE. oo sesba cl centro sin éxita pare, al mismo tempo, impedfan también la salida de las fuerzas. de represién. De igual manera, en los barrios se construyeron barricadas a fin de impedir el i so de esas fuerzas. Eee nae ee todo hecie el norte y el fu cela cudad, prneipa: BP ines, Pare conc: aS Game ‘La zona norte quedé controlada por su poblacién, a estan Seroviaia de Aroyitoy ae tent que: mar ufitremtargado con bolsas de azticar, igual proceder se siguié en otras estaciones ferroviarias. Bn la zona sur, murié. un menor de 12 afios herido de bala. Esa noche algunas colum- ns romplgron ol getuo de segurids,varan Zoran quedaron sntry Trovincales y nacionses, Eto 17 continuaron los ataqucs: varias plantas industriales, gatitas, sucursales bancarias, camiones, maquinaria, etc., fueron que- mados. ‘obreros ferroviarios, expandi 0 del pais si- guiendo las vias férreas. Asi, nice! IT e100 septiembre 5 sucedieron ana serie de hechos en dstintos punton de Tes provincias de Santa Fe, Cérdoba, Bah{a Blanca y Tucumén, te- Tes como atentades contra QAIIINGMMIIED que cumplia tareas, descarrilamiento de trenes, atentados contra vagones, corte de energfa de las sefiales, obstéculos en las vias, sabota- jes en los talleres ferroviarios, atentados con explosivos en ‘ 1 3¢ colocaron dos mil efectivos para la defensa de los objetivos ferroviarios, incluida la instalacién de baterfas ‘2 engrosar las listas de ‘con el Cordobazo, pero el cardcter més marcado d que tayo el Ro- sariazo insinué ya los cambios que se estaban opérando en el escenario politico y que:se definirfan més claramente 2 eo mienzos de los "70. — 360 —~ La irrupcién de Las bases en las plantas fabriles y Ia expansi6n del ciclo de protesta Sise consider jede observarse también un cambio, aunque al comien- z0 no se subvirticran abiertamente los mecanismos formales QUEEN, concomolados dentro de la es. tructurasindical, Sin embargo, durante et desarrollo de lapro- testa, se fueron modificando - ciones hasta convertirse en uf Eso fue lo que ocurrid, si, volviendo nuevamente a a stoacion ens errr mere la convo o para la renovaciGn de los convenios colectivos, donde comenzé a operarse lo que rede ser definido como un proceso iii GERI 00:0 cjerplos was representatvos he- bria que sefialar los que tuvieron lugar a comienzos de 1970: la imposicién de una nueva dirigencia en el SITRAC (Sindicato de Trabajadores de Fat Concord luego de la ssamblea del 23 de marco. dood: 3° csi QRS EES or acusérsela de pro empresarial y se eligid una nueva. ‘bién en el SITRAM (Sindicato de Trabajadores de Materfer) hubo cambios de direcci6n, dando origen all ism “lait” de Fa. a partir de las ocupaciones de fab en Ia Divisidn Planta Matrices (Perdriel), integrada en la em- esa IKA-Renault en mayo —donde se encontraba el personal yen la planta de Santa Isabel durante todo el mes de junio de 1970, En todos los casos la movilizacién fue promovida por las testa una Serie fe COURIC m _ “ir las facultades para hacer conocer sus demandas, entre otros. Esto se evidenciaria clarament iesplegada por la nueva dirigencia del ae rere ium iaciaporkecce eresuve uae xigicron lao. conch 2 A Sern —~ 361 — interna y un convenio similar al del MEMED —al que la empre- 0 Fiat sistemiticamente se habia opuesto-~, para ir agregando luego otz0s contenidos que la convertirfan en uno de los polos aglutinadores de una alternativa politica En efecto, las nuevas dirigencias del SITRAC y del SITRAM reconocidas recién en junio, lego de vencer tras las lo, se definie~ ron opuestas a toda medida que implicara algxin a - 1 ci ‘Sin embargo, la radicalizacién con que generalmente se asacia a este movimiento, sintetizada en la famosa frase “Ni golpe ni cleccién, revolucion”, no estuvo presente desde sus origenes sino que WaciGn abierta luego del Cordobazo ‘narod cambios eos que Ta edad oF go comin sobre todo entre Ids sectores juveniles. Lo novedoso entonces luego de 1969 fue que, recogiendo la experiencia pre- via de movilizacién y combatividad desplegada para hacer efectivas aS, $e prodiujeron cambios en Jag Formas de enfrentamiento y en los contenidos. Estas trens- Ce en formaciones se evidenciaban en 1a \didas de accién directa como Ta ocupact con rehe- ‘ng, que si bien formaba parte del acervo cultural de los traba- Jadores antes se habfa ejercitado con otro sentido. En efecto, cs pritc 80 ENPEHERERPEEN lan ce. cha lanzado por la CGT nacional en 1964 y le “gran hnelga” de Fiat en 1965, pero, sobre todo en el primer caso, ésta habia sido implementada desde las cépulas sindicales segin un — 362 — | | cronograma y planificacién perfectamente establecidos, como demostracién de fuerza para negociar pero. ala vez, controlan- do ASTER Ia RUE ESSE cs, En cambio, a partir del Cordobazo, esta medida adquiri6 un GUM pais forma convencionsl de negocinctSn del conflicto pues la intencién era llevar Ja disputa al a fee eee eee eee ciones disponiendo com trabajo y de lal las herramientas y ‘el espacio de la produccién, Con estas medidas, que general- iS SiSietian cites cs nee clusiva autoridad y propiedad empresarial en las plantas y, también como ya se ha dicho, la modalidad convencional de soluci6n de los conflictos fabriles al desconocerse las autori- dades sindicales constituidas, para pasar en algunos casos a ae fo con lo anterior, otro cambio importante o| do durante ¢} desarrollo del movimiento fue ia implicar a diferentes sectores: Ofganizaciones de la vecin- dad, parroquias, unidades basicas y de fomento, entre otros. Se die comunicacign y con la asistencia Ge Tos malitantes &@ ‘asdimbleas estudiantiles que tuvieron lugar en diferentes facul- tades, estrechdndose vinculos con otros sectores sociales. Citra caracterfstica nueva del repertorio de confrontacién fue través de medidas no- y que, tanto a vedosas que atrajesen l través de su téctica como de su contenido, ‘Tal fue el easo de la forma de lucha escogida por el C ata exigir Ia reincorporacién de delegados despedidos: una GRRE, 1s pacroguin de Pereyra, donde extaban uubicadas las plantas de Fiat, los dias de de 1970/La utilizacién de esa medida disruptiva, con alto cot tenido GIBGHEOWAMIOR, tavo amplia repercusion en la opi- nign paiblica, cont6 con la adhesion de los sectores mas diver- S08 y provocé también un importante cruce discursivo en el —— 363 — intento de explicar y representar la identidad de los trabajado- res y del movimiento. Si una huelga de hambre en csa fecha tenia de por si un efecto ejemplificador, mucho més impacto tendrfaporhaberse evade s cabo en la partqura de Ferrers, Esto QMURRMORERUBTIRE.-, acosadoc por algunos de ter marxistas, elegian imagenes con un alto contenido cristiano par sintetzar su mensaje 9, ala vez exge ouas muchas mani. Festaciones de solidaridad —por primera vez piblica— las Fuerzas Ar- madas de Liberacién (FAL), el Ejétcito Revolucionario del Pueblo (ERP toneros, EI aaa Sea vo qued6 relegado a las principales ciu- dades industriales; por el contrario, entre octubre y noviembre de 1970 también tuvieron lugar dos importantes movimien- tos de protesta en Tucumn y Catamarca, el primero protagoni- zado principalmente por los estudiantes a los que se sumaron los obreros, y cl segundo por agentes estatales y el pucblo en general, que repudiaron la politica del gobierno provincial. ‘Nuevos actores ocupan el espacio piiblico: las organizaciones armadas Sibie , e§ necesario diferen- ciarfos y no ver en la primera Ia genesis de la segunda. Se ha sefialado antes que’ la Argentina, product articular ci que cl gobierno de Onganfa aparecié como el nizaciones armadas provenientes de diferentes vertientes polfti- co-ideol6gicas. Sin embargo, lo novedoso del pos-Cordobazo, sectores juveniles. de la Violencia como cattine de transformacién social o politica eee pet antecede alos le “69, e] proceso contestatario desatada all ED ooo © no, sostenfan en e on la transformacién social y politica, volviéndolos crefbles para amplios sectores. Asf, Ja violencia —aungue con diferentes formas— comenz6 a tematizarse Como una opcién posible mientras diferentes sciores se iban somando a movimiento 50- cial y alimentaban el ciclo de protesta, ‘Dentro de las organizaciones armadas Gai SERED, suas aves de 1969, se convicts principales refer © del Cordobsz0, buscando ganar espacios en los través de la creacién de células QE: Pero en el aiio °70 entrarfa en escena la més importante organizacién armada de la Argentina por el caudal de personas que movilizé: la organizacién de la izquierda peronista Montoneros. Varios de sus jovenes funda- doves proventan de sup. muchos de ellos incluso habfan militado en la agrupacién nacionalis- ta de derecha Tacuara en los *60, pero luego de expandirse el Movimiento de Secerdotes para el Tercer Mundo tuvieron un ‘sobre todo por la influen- cia del sacerdote Carlos Mugica y los escritos de Juan Garcia Elorrio publicados en la revista Cristianismo y Revolucién. ‘Su primera aparicién ptblica tuvo un alto contenido simbé- ico: cumplise sGNOREMCBRIGERR —echacoinidente con la del Dia del Ejerciio— secuestraron a quien se identifi taba como el primer "verdugo” de la resistencia peronista por el fusitamiento del general Valle en junio de 1956 y por la ex- i cadaver de Eva Perén: el teniente generalledk RRR ics pertcieron on cl secucsto Fee nando Abal Medina y Emilio Angel Maza), vestidos con uni- formes militares y amparéndose en sus conocimientos milita- res como licefstas, se presentaron ante Aramburu ofrcciéndose como eustodi Fue un hecho muy arrie gado ya que entonces Ia infraestructura de Montoneros era mf- ima! contaba sélo con doce personas con importantes co- nexiones en Cérdoba. La consecuencia inmediata en Ja estruc- ‘ura de poder fue la remocién de Ongania diez dias después del secuestzo y su reemplazo por Levingston. 365 —— Sigla del ERP pinteda en Condado durante las huelgas de 1971. En cuanto a las definiciones ideol6gicas, QHOMOREIOSIS hizo diferencias al comienzo entre los sectores que luchaban meramente por elfBlRiOld® PeRGHl/poder y los que buscaban una transformacién socialista del pais, la patria peronista como(ipatridsoeialista”. Habia en cllos ur (GHG IaRSEIOn Sif reCiar previamente|Se/SBjeAVOIAAIP ED su pensamiento se suborutinataTa fucha de clases a Tas hichas populares naciona Iggphecho que atrajo a gran mimero de j6venes de clase media. Re ccurrié lo mismo conQ@Bs[SRtSsMUUSMAIeSIgYe. por lo general, los rechazaron, ya sea por asumir algunos sectores —como los de Cordoba $SSiGiGRES MGS AGicaIes 0 por la (Ghdencias pragiidticas YlConciliadoras ce gran parte del-sindi- calismo peronista, para quienes las estrategias armadas apare- cfan como ajenas a su experiencia y necesidades de trabajadod res, El aliento que, sin descuidar otras estrategias, Peron dio a Montoneros y a otras agrupaciones tales como la Juventud Pe. — 366 ronista (JP), ia Juventud Universitaria Peronista (IUP), la Ju- ‘ventud Trabajadora Peronista (ITP), que comenzaron a formar 1s@fiendencia RevollSionatia Wellperonism, 10s convencis de que su particular vision de la (patria SOCINSED podria conseguirse con el retomo del lider. Dentro del sector revolu cionario, los que apostaron a la opcién obrera fueron conoci- dos como “alternativistas” y conformaron el Peronismo de Base para actuar a nivel de las fébrices. Durante 1971, 1a otra,organizacion armada mas activa fue :| GRE que en Mayo secuestro a Stanfey Sylvester, consul brit. nico honorario y director de la planta eavasadora de carnes Swift on Rosario, que, debi6 repartir 50.000 dolares ett ropas y alimentos a los pobres con el fin de que lo liberaran. La otra operacién importante del ERP fue el secuestro del director ge neral de Fiat Concord, Oberdan Sallustro, en Cérdoba en mar- zo de 1972, con objeto de que se reincorporaran Jos obreros despedidos al disolverse el SITRAC y se liberaran los guerri- Heros y huelguistas encarcelados; el gobierno prohibié el pago a De izquierda a derec Enrique Gor Mario Roberto Santucho. Benito Urtecga y rin Merlo, conductores del ERP. — 367 —~ POREL SECUESTRO DEL SENIOR TENENTE GENERAL D. PEDRO EUGENIO ARAMBURU Aa POLICIA FEDERAL 9 af organism pol SE REQUIERE LA CAPTURA OE: DENUNCIELOS! nts prtximo en todo ol ai Afiche disribuido por ia Policfa Federal tras el secussto del teniente ‘general Arambura et rescate y Sallustro foe muerto por los secuestradores a lie- ambign con Ta ac cién de las }), cuyo ori~ gen se remontaba a jando unas cuantas personas se lunieron con Ia esperaaza de convertirse no de al derrimbe det proyecto Olmedo, iniciaron I de su aislamiénto politico, el acompafiado de Ia peronizacion Ge cSnsolidaria hacia 1971, para fusiona torigros a fines de 1972. En cuanto — 368 ~— 305, Trataron de hacer un uso minimo de Ja violencia ofensiva ‘que tent como representantes del régimen 0, sobre todo en el caso del ERP, empresarios en con- ‘licto con sus obreros, sin realizar actos terroristas al azar. Los secuestros también se utilizaron para obtener recursos para el inantenimiento de la organizacién o para ser distribuidos en villas de emergencia, LA TRANSFORMACION DEL CICLO DE PROTESTA OBRERA. LA HORA DE LAS DEFINICIONES POLITICAS warcé la transform: que adquiri locales para encarar wy ede deci ica Fiat Concord en 1971 — 369 —— que se produjo una a icos, sobre todo de! cam- po opositor. La presién que venian ejerciendo distintos secto- ros de ia sociedad tuvo que ser asumida por el gobierno de la Revolacién Argentina y, nuevamente como en 1969, Io aconte- cido en Cordoba fue crucial para decidir el cambio de actitud del gobierno. Luego del segundo Cordobazo 0 Viborazo se, quien desde.esa ci dad el 1* de mayo lanzé el - metiendo fa convocatoria 2 elecciones en el corto plazo, Ya en noviembre de 1970 representantes de los principales partides politicos se habfan reunido en un encuentro que se conocié ‘oA IMs se ily cambio sustancial del modelo econémico-social. Sin embargo peter ees oun Mesa ies Yu ta oncecigg scene ls oaaizaciones arma i CGRRGURIRIEEEEED, 1s uc oo saroree squdac. para con. vencer al gobierno de Ja conveniencia de esa salida. Es que en el Viborazo convergieron quienes aparecian como los princi pales expoventes del cuecionanieno al xéginer a (G@emeseesisiietoticeay representantes de as organ Zaciones armadas unidos en lo que, de no frenarse, podria abrir el camino para una insurreccién general El segundo Cordobazo o Viborazo: la caida de los gobiernos provincial y nacional Los problemas comenzaron a plantearse a partir de QD 1971 como reaccion frente algunos de ellos delegacos, y que lev6 a la empresa a solicitar ‘ines (Geneisdel jerioparaeerocupara aD. baja res tomaron a dos funcionarios de la empresa como rehenes y lacrisis de Fiat se extendi6 por toda la ciudad cuand a= el dia siguiente. La mediaci6n del gobernador de Cérdoba, Bernardo Bas, impidié que la ciudad fuera acupa- da militarmente disponiéadoce | QS, pero la actitud de los obreros de no dejarse amedrentar por las — 370 — FABRICA ToMADA Setverey ce i TSMR ALORA 7S Cirdeda Huelga en Cardoba en 1971. amenazas y negarse a abandonar la plant e valorada como un “triunfo frente a a empresa impe rialista”. Pero més que el fin del conflicto, la huelga de enero fue el primero de una serie de hechos que culminarfan en la se- gunda gran protesta obrera y levantamiento popular de Cérdo- tba en menios de dos afios. El 29 de enero SITRAC y SITRAM presentaron una iit 10s lineamientos del negociado por el Pero, a pesar de que el resultado de la conciliacién obligatoria por el conflict de enero recono. cis las reivindicaciones de los obreros, een RD," Jas negotiacionest Esa si- tuacién conflictiva coincidié con un momento politico particu- larmente sensible en Cordoba. EL Ine mato Levngeon designs hijo de una familia aristocrética y representante de 1 (GAGS RUIESSRRNGRAECUAIO. ey reemplaco det mss contemporizador Bernardo Bas. Ese nombramiento se hizo en. ‘medio de una serie de movilizaciones llevadas a cabo por dife- — 371 — rentes sindicatos de Cérdoba y Programando u En ese cli- ma, €l nuevo gobernador anuncié en un discurso en la locali- dad cordobesa de Leones que “Dios le habia encomendado Ia misién de cortarle la cabeza a la vibora venenosa que anida en (Cérdoba" La respuesta del movimiento obrero cordobés fue programar incluidos los de CGT y Luz y Fuerza proponfan ocupaciones de los lugares de trabajo, ¢l SITRAC y el SITRAM preferian.una marcha al cen- tro con concentraciGn, es decir, la misma estrategia utilizada on cUGRRBRMBAD ve ts dems sindicstos 3 opontan a gumentando sega ins Site Keieenig Cuando la segun- da moci6n fue vencida, se acord6 primero hacer las tomas y Iuego marchar al centro. Pero el dia 12 los trabajadores de Fiat, en vez de ocupar las plantas, decidieron abandonarlas y reali- 2a un AGRI, marchando hacia los barios de las cer can‘as donde los estaban esperando unidades policiales envia~ das para disolver la concentracién. La policfa disparé sobre los trabajadores y mat6 a un obrero, provocando —como habia Relato del entierro del obrero Adolfo Cepeda, 14 de marzo de 1971 “Durante seis o siete kildmetros, el cortejo, formado por unas cuatro iil personas, ha venido Uevando el atwid a pulso. Sobre él puede verse, or entre los cientos de cabezas de la barrera humana, una bandera del ERP junto a la argentina (..) Rodeando ta gran cruz, que desde la parte superior de una loma domina el cementerio, se han ubicado carteles con consignas: A UN COMBATIENTE CAIDO NO SE LO LLORA, SE 10 REEMPLAZA-EN LA LUCHA. Parado sobre el pedestal de la crus, Paez, dirigente del Sitram, tnico orador del acto, lama a ‘canvertit el dolor en odio, en odio y combate contra los explotadores. Ha muerto un hijo deta clase obrera y debemos jurar vengarlo’. Los aplausos alteran 1a paz del cementerio.” Fuente: Oscar Anzorena, Tempo de violencia y wtopta. — 37 - ocurrido en el Cordobazo— Ia ira colectiva, que transformé la es acompaiiaron el cortejo fiincbre de Adolfo Cepeda, Los trabajadores de Fia @ESOCRIESSIERESED nes 15 de marzo con la intencién de realizar una concentracién masi- va en el centro, pero errores en la coordinacién hicieron que ésta no fuera organizada y que fueran fundementalmente los trabajadores de] SITRAC y del SITRAM y los de la planta de Indusrias Mecénics del Estado (ME) GSS (Gosgelmoyimienoberopardops 1: que constiznyro es onfngentes obreros mis grandes en esa oportunidad, Luego de una breve concentracién en el centro, eee para apoyar jue los fel Sindicato de Luz y Fuerza estaban llevando a cabo en la usina de Villa Revol, Poco después se unieron a ell eh y en las primeras horas de Ia tarde la jad estaba una vex més sumergid , en términos de dafios ala rdida de vidas. El fracaso de los sindicatos en lz coordinacién de la protesta aseguc (@@HED especialmente por la legada el dia 16 desde Buenos ‘es de ua ge gO een SEE gene deretad por la COT pra 18 de mato. edad fue ocupada militarmente y antes de fin de mes el presidente Levingston fue reemplazado por Lanusse. A diferencia del primer Cordobazo, el segundo tuvo un carécter mucho més obrero que popular, acompafiado por Ia clara presencia de los nuevos actores politicos del momento, las organizaciones ar- madas ‘Las definiciones politicas cg Je IR eobieme combine ta aBertura por la promesa clectoral con la represién de Tos que no se integraran en ese esquenm, provediémioseastwhrdeten= cidn de varios dirigentes Cel AC-SITRAM acusados de — 373 — subversién. Agustin Tosco fue enviado a una cércel del sur el 29 de abril y recién fue liberado a fines wiilizarfan, Con sus diferencias distintos actores platearen te nected de un HORS Las sapuss sindicales que buscaron ocupar un lugar dentro de la nueva re- organizacis: ¥y ottos sectores como ivo” de Cérdoba se inclinaron més ha- ue uniera a los dife- sin negar la posibilidad del fue necesario que se dieran ciertas oportusi- fades politicas y tuVieran lugar una apertura y cambios en Ia agenda politica, Esto ocurrié con cl lanzamiento defiGraD y Tapromesa de prontas elecciones sin pros- (ea romero ssn I oHCa TAT SDGIE Ta sTaTEGGS GODTOVON ee. faitse tomenzande a novia i en especial tras las medidas dadas por el go- bierno: ¢l ibril, diecisiete dias después del Viborazo, se (G@ARIparligD —2 pesar del peso que todavia mantenfa Ta orto- doxia dentro de él y que se pondria de menifiesto en aconteci- mientos posteriores—, que se materializ6 en 1972 con el triun- fo de la candidatura de Ricardo Obregdn Cano y del dirigente de la UTA, Atilio L6pez, para los cargos de gobernador y vice- gobernador en les clecciones de 1973. Dentro del espectro de posibilidades abiertas para a: QAM ERB es sectores i bajadores de Fiat llegaron a plantear wi Sin, embargo, esa alternativa no estuvo presente desde el ori- gen en) “lagigmo” de Fiat sino gue pusde sex considerada {inien cna prot del proces de movie, rar parte en la accién dentro de una experiencia sindical particu- lar, que habia mantenido aislados a estos trabajadores de los orgs te la década anterior pero no de i il ise rene yc poe \ede decirse que estos trabajadores recapturaron ‘esos simbolos y los dotaron de un particular sentido al compas de*lo que fue sucediendo también en otros sectores sociales gue se plegaron al movimiento, En la opeisn “ escogida por el SITRAC y el SITRAM, que valor negativa ustin Tosco de conformar un priorizé prote- —— 375 — con: car masiado en cuenta la identi- dad mayoritariamer le los trabajadores. Adeinés, ésta aparecia ahora s6l0 como tna entre las varia- das y diferentes alternativas que se esgrimieron en la caldeada y movilizada Cordoba: 'y para algunos de ellos Ia radi- calizacion que haba setvido pata promover [a acciGn colectiva podia, abora, |. El peronismo sindical de ‘Srdoba, sobre todo en su VErtIeNTe legalista, mantuvo le com- batividad apuntalando y consiguiendo, como ya sefialamos, 1 triunfo del ala politica ms de izquicrda dentro del partido, sor mosh dpe gy ema ican los intereses de [os trabajadores, A la vez, hacia mediados de 1971, la transformacién de Ja protesta en accidn politica signiticd también l Los datos ofrecidos por Sy de horas perdi complejo de IKA-Renault muestran una importante! Gleresatis durante el periodo 1971-1972, En esto habria incidido el 0 de que la confrontacién comenzara a librarse preferentemente en /@RERMBB que, tras no aceptar los trabajadores de Fiat las propuestas de la empresa sobre el con- venio de trabajo, ‘vera: AS. a5 plantas Fee seccles | (aia eee remanence del SITRAM y»

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